El hombre convierte parte de si en hueso y atraviesa de manera sanguinaria a la mujer
Ustedes que están en el escenario se espantan, realmente ese hombre había matado a esa mujer y no solo se alimentaba de su sangre sino que de manera compulsaba la apuñalaba una y otra vez
La sangre salpico a todos ustedes, y en ese momento mientras trataban de alejarse, sucede algo que confunde más, la mayoría del público se levanta y aplaude, y se levantan emocionados al ver tal acto de crueldad
Mientras algunos aterrorizados corren hacia la salida, pero la misma se encuentra cerrada.
En ese momento se dan cuenta que no están en una obra de teatro normal…
¿qué hacen?
Había “un no sé qué” que rodeaba a aquel muchacho como un sudario bien ajustado.
El sabor de lo prohibido, trazas de rudeza propias de un depredador salvaje y una actitud abierta y decidida respecto a las cosas que le gustaban y las que no.
No podía explicarlo, ¡joder! Estaba bastante confundida y aun así, entre la vorágine de sentimientos y sensaciones que ahora me asaltaban algo estaba tan claro como un sol radiante en un día de verano.
Me gustaba.
¡me gustaba mucho!.
Atraída por ese nuevo deseo y quizás por ello ajena a lo que me rodeaba, me había quedado en blanco cuando llego el momento de nuestra actuación forzada.
Actuar, frente a tantos desconocidos se volvió para mí un esfuerzo desagradable que claramente tuvo connotaciones negativas para “mi acto”.
Burdo y mecánico, simple y aburrido, intente contagiar en la extraña audiencia el papel de “La Envidia” pero sin embargo, una vez que terminamos de movernos como títeres mal sujetos por sus invisibles hilos, en el rostro de aquellos que ahora nos rodeaban intuí la sombra de la duda.
No se había entendido lo que intentamos comunicar.
Habíamos fallado.
Acomplejada por la mala calidad de lo que habíamos creado, me retraje en mi misma absorta y apenada mientras intentaba moverse hacia la parte trasera del escenario donde las luces menguaban y la sombras se hacían más fuertes.
Allí estaba cuando frente a mis ojos “la flor del horror”, desplego sus sangrientos pétalos de muerte ante mis sentidos.
Fuera de mí, incapaz de comprender lo que ahora veía, permanecí unos segundos que se me hicieron eternos sin poder apartar la vista del cuerpo laxo de la joven ultrajada ante mis ojos.
Aquella…cosa…con un disfraz de hombre, había asesinado a la muchacha con una crueldad inusitada y no contento con ello ahora bebía de su cuerpo la sangre cálida y carmesí que lo cubría todo.
Era un espanto, una retazo de una pesadilla, era algo a lo que no podía enfrentar.
Aterrada busque con la mirada a Karen y cuando di con ella, corrí a su lado instándola a salir de allí tan rápido como pudiéramos.
¡Oh por Dios Karen! Le gritaba sin mirarla y mientras la llevaba con fuerzas sujeta del antebrazo tironeando de ella hacia la salida más próxima.
¿¡Karen, que ha pasado!?...! QUE DEMONIOS HA SIDO ESO!...grite completamente fuera de mi volviendo el rostro hacia ella tan solo un instante para mirarla.
Observe todas las escenas, cada una de ellas me pareció interesante a su modo, dedique unos aplausos a todos. Me lo estaba pasando muy bien con los espectáculos, el teatro mudo.
Me habría gustado poder tener mi cámara en mano para documentar lo que iba sucediendo, pero no podía ser, porque yo también formaba parte del espectáculo ahora.
Aún tenía una vaga esperanza incluso de gabar el premio, ya que todos y cada uno de nosotros había hecho algo merecedor de el, pero aún no había acabado.
La última puesta en escena empezó, al principio pensé que todo era parte del teatro y me sorprendió muchísimo, aunque no llegaba a entender que estaba pasando, entonces ví la sangre de la muchacha en la nariz, me extrañó mucho, y arquee una ceja pensando "si que les ha dado tiempo a prepararlo" pero sin darme cuenta, sin esperarmelo, ví perfectamente como aquel muchacho le arrancaba la vida a la chica de un soplido.
Me llevé las manos a la cara, intentando taparme, sin ser capaz ni de gritar, ni de reaccionar, me había quedado helada y petrificada como si mi cuerpo fuera mármol, no era capaz de apartar los ojos de aquella sádica escena, includo mi piel palidecio.
Note como Blanca me hablaba, como estiraba de mi brazo, fue en ese momento cuando pude apartar la vista...
-Bla...Blanca ¿que ha pasado?- pregunté tartamudeando, justo antes de que las lágrimas empezaran a bailar por mis mejillas. Cogí la mano de mi amiga y estire de ella, queriendo salir del lugar, apartarnos de aquella terrorifica escena.
Sin querer busqué al señor Granados con la mirada, anteriormente estaba a mi lado ya que habíamos actuado juntos...
Todo iba bastante bien, o eso pensé, viendo que el final del concurso ya se acercaba con la última presentación, aunque mire un poco confundida cuando oí hablar al chico… pero su presentación parecía ser buena… retrocedí por reflejo ante la apariencia de los golpes, que me parecían demasiado reales, e hice un esfuerzo por quedarme quieta y no cubrirme los ojos… aunque había comenzado a empalidecer muy rápidamente con aquella representación.
Sin embargo pronto quedo claro que no era una presentación normal, un grito asustado escapo de mis labios al ver la sangre no solo en ella sino salpicando hacía el resto de los que estábamos en la escena, llevándome ambas manos a cubrirme la boca… una sobre otra… mis pies retrocedieron un par de pasos, sin poder apartar los ojos de la monstruosa escena, pero no volví a emitir otro grito… Era horrible, la había matado… y aquel endemoniado sonido de fondo, aquel sonido de palmas aplaudiendo, no podía ser verdad… no podía serlo…
No podía seguir viendo eso ni estar allí, pensé viendo en aquel momento al fondo como algunas personas buscaban salir de allí y las puertas estaban cerradas, algo era manifiestamente erróneo en esa fiesta… miré a Santano y suplique.
-Por favor... Por favor salgamos de aquí… –dije con una voz que apenas se oía.
Algunas actuaciones finales habían sido francamente extrañas, lo decía como el actor que era, francamente había sentido una prisa única por que se terminara aquello antes de que se formara un asesinato contra el arte.
Entonces llego la última actuación, al principio la observe con ojos críticos y poco interesados, por la noche creía haber tenido suficiente, pero como actor conocía ciertas pautas y sabía o creía saber cuando algo pasa de ser una actuación a algo real, abrí los ojos un poco al ver los golpes, titubeando al principio, y ya estaba listo para pedir que se detuviera, incluso dí un par de pasos hacía allí... entonces ocurrió
La sangre choco contra mi ropa y retrocedí un paso con la expresión a medio camino entre el asco y el horror, ante mis ojos, un poco cerca veía el escenario de un crimen inmediato, a punto de acercarme vi algo horrible... no muy lejos, en el público... un público extasiado.
Mi saco fue mayor, apartándome de allí rápidamente y retrocediendo, no tenía la más mínima intención de continuar viendo eso en una situación tan extravagante, me superaba en cierto modo... apartando los ojos de eso, busque con la mirada por donde bajar del escenario mientras le decía a la señora Anticona,
-Será mejor apartarse de este escenario -Dije con mi tono más controlado, y me pregunte en silencio si ya habrían llamado a la policía, aunque por los chillidos...
No te inquietes querida, no debes asustarte con las cosas naturales- dice el hombre con un tono frio y una sonrisa mientras te toma del brazo fuertemente- Justo estaba esperando este momento.... sé que eres capaz de soportarlo...
Y mientras eso a pesar de que te muevas y patalees, el hombre es mucho más fuerte que tu y no te deja ir.
Oh querido- dice de manera teatral- venga conmigo, yo lo salvaré... y cuando menos esperas la mujer saca unas esposas de su cartera y te las pone...
Si, te voy a salvar y para eso- te sonrie- no quiero que te pierdas esto...
Y sin que puedas hacer mucho, sientes como algunas personas te toman por la espalda y te obligan a sentarte.
No te preocupes chiquilla de ojos bonitos- dice el hombre detrás de ti mientras hablabas con Karen tomandote de la mano- deberias sentarte y tranquilizarte, posible aprendas algo- dice el hombre de manera seria sin dejarte ir...
Y tu tampoco rubia... no me cae muy bien Granados, pero él me pidió que hiciera esto - dice tomando con fuerza a ambas.
Por mas que se muevan no logran siquiera desestabilizar al hombre que las retiene.
Hay pocos momentos importantes en la vida, y este es uno de ellos.
Mientras muchas personas corren a la salida, encontrando la puerta cerrada, los presentes que aplaudían, entre risas y sórdidos comentarios toman y atrapan a estas personas.
En algún lugar del salón Eduardo Barajas a tomado a Karen y a Blanca por los brazos, asunto que también hace Pietro Santano con Darla. La demente Margaret Anticona con ayuda de la muchedumbre logra amarrar a Nathan a una silla utilizando unas esposas de felpa utilizados por las parejas en momentos eróticos.
Mientras Max sigue alimentándose el anfitrión se levanta y dice: BIENVENIDOS A LA CENA DE SANGRE EN CONMEMORACIÓN DEL CINCUENTA ANIVERSARIO DE NUESTRO ARZOBISPO MARTINO DE ALEJANDRÍA… LA “COMIDA” ESTA SERVIDA.
Y entonces se entiende porque al final de la sala habia tantas mesas puestas las unas encimas de otras. La gente comenzo apartar las sillas para ir poniendo de manera ordenada las mesas en el salon mientras las personas victimas gritaban y trataban de escapar sin ningún éxito.
Algunos de los presentes eran colocados encima de la mesa. Por mucho que patalearan, golpearan, chillaran, nada podían hacer, eran muchos quienes los agarraban, y los amarraban a la mesa quedando totalmente inmovilizados.
Y mientras ustedes trataban de escapar, eran bajados de la tarima a la fuerza y amarrados a una silla.
Por más que trataran de evitarlo no podian dejar de ver como al resto de la gente la subian a esas mesas.
-No, no, no porfavor- no dejaba de suplicar al hombre que me tenía sujeta junto a Blanca, la busque con la mirada, aunque mi vista ahora era turbia porque las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos -te quiero amiga- le dije con temor a que se acercara el final para nosotras, observé aquella horrible escena, y después cerré los ojos, a pesar de no ser creyente en mi mente suplicaba "al todo poderoso" que esto fuera solo una pesadilla, que nada de lo que estaba viendo fuera real.
Entonces noté las cuerdas alrededor de mi cuerpo y la silla, y me di cuenta de que por mucho que suplicara, era real, veía el fin a manos de aquellos monstruos, permanecí con los ojos cerrados, exausta, y sin poder dejar de llorar, todo aquello era terrible...
-¿normales? - pregunte asustada hasta que Al ver la expresión de Santano solte un nuevo grito buscando alejarme de él mientras sentía su agarre sobré mío y mi lucha por sacudirme de su agarré servía solo para lastimarme más a mi.¿soportarlo? No. No podría hacerlo.
-¡No! ¡No! ¡Suelteme! ¡Suelteme! -grite desesperada al notar que no podía soltarme de él... De lejos era mucho más fuerte que yo y nada impidió que me bajarán de la tarima hasta encontrarme atada a una silla, el roce de las cuerdas sobre mis brazos desnudos me aterro aun mas pero no podía moverme más ... Solo me quedaba la desesperación y una voz perdida... Sospechaba que gritar no serviría de nada - por favor no - gimotee con la voz aterrada sintiendo que al fondo de mi mente solo quedaba un recuerdo vacío... Y lágrimas sobre mis mejillas.
Las palabras de Anticona me confundieron tanto como para distraerme por un instante que fue suficiente para que ella esposara mis manos…
Aquello no tenía sentido, o más bien, tenía un sentido demasiado retorcido, o eso paso por mi cabeza mientras intentaba sacudirme a aquellas personas sobre mío, aunque no pude resistirme a que me sentaran, no puedo decir que aquellas esposas me hubieran ayudado mucho.
-¿Pero que creen que hacen? –solté enfurecido por medio segundo, antes de comenzar a escuchar los gritos y ver, con profundo horror como colocaban a algunas personas sobre las mesas y otras estaban atadas, me pareció escuchar voces familiares entre los gritos, pero no parecía que los gritos ayudaran demasiado… lo que me enfermo… y comenzó a hacerme pensar que quizás no saliese vivo de allí, el grito de Granados con lo de la comida estaba servida y aquella gente en la mesa comenzó a enfermarme…mis ojos se abrieron de par en par mientras mi mente comenzaba a ordenar ciertas partes de un puzzle demasiado aterrador como para no enloquecer con él, recordé la conversación de Anticona antes de ingresar allí y sus palabras... ¿Y si ella habia sido mas literal de lo que creia?
“por favor, por favor que el juego sea corto” pensé asqueado, la idea de la tortura no era precisamente agradable.
Ñam
Todo el esfuerzo tenía que servir para algo, tenía que valer tanto entrenamiento marcial y este era un buen momento para probarlo.
Entre los gritos y aplausos y mientras intento sobreponerme al estupor que ahora me aprisiona el alma, pierdo un valioso tiempo en observar los rostros, hacer mío el terror de los que me rodean y por eso no reacciono como hubiera debido hacer.
No soy ajena al miedo y por supuesto también a mí me toca con su larga sombra, pero me digo a mi misma que no le dejare agarrotar mis músculos, al contrario, me valdré de el para hacerme fuerte.
Y entonces contrataco.
Con un rápido movimiento circular de mi brazo quiebro el agarre que uno de los invitados mantiene sobre mí, sin perder tiempo en mirarle uso la fuerza que aún me queda en girar la cintura y el torso hacia la derecha, apunto al rostro de otro de los presentes que tironea de mis ropas y al cual estampo mi puño cerrado en su nariz.
Siento el ¡crack! Y me regocijo con él, pero no puedo perder un segundo, mi amiga Karen me necesita y ambas,
Tenemos que huir de aquí.
Guau... dice el hombre desde lejos mientras ve que Karen totalmente fuera de si golpea a los que tratan de agarrarla. Esta chica no está nada mal.... mira como se defiende- murmura a lo bajo con una sonrisa
Pietro Santano se sienta al lado de Darla sonriendo. Es una gran fiesta querida, relajate- sonrie..- ¿has escuchado sobre el devenir?... por ejemplo, saber que tu sangre es tan especial que deseaba hace tanto... tanto tiempo tenerte a mi lado. Tu hermano.... bueno, él siempre me dió detalles de ti...
Parecia estar muy interesado en Darla tanto que con la mirada alejaba a otros que se acercaban a ella.
Mira esas chicas tratando de huir... patetico, no te preocupes querida, no dejaré que caigas tan bajo - sonrie mientras toma una copa que le acaban de pasar... aunque, bueno hay quienes les gusta las formalidades...
Y al decir esto se rie y te muestra sus colmillos... y luego la muerde en el cuello...
Quiero que veas esto, porque necesito que aprendas...
Pongo algunos asunto en publico pues me parece que valen la pena.
¿Te parece que es un sueño verdad?- le dice a Nathan
La mujer se rie de manera muy loca... te enseñaré que puede ser un mal sueño...
Dice la mujer mirandote...
Necesito un director de teatro para mi... que soy le mejor actriz, en estee momento
Y en ese momento te mira de manera extraña y comienzas a sentirte mal.