Partida Rol por web

De repente sientes que tu mente  se confunde, y  del suelo comienza a salir sangre, mucha sangre,   es más brota del techo como si fuera lluvia y les moja a todos, mientras  tu comienzas a sentir un gran terror, mientras una voz te dice: ¿sabias que algo saldría mal no es cierto?,  algo siempre te tiene que salir mal...

Mientras tanto Blanca trataba de huir tomando la mano de  karen, lo malo es que  no habia sitio habia muchos que iban a por ellas...

Un hombre  con mascara entonces trata de tomarlas por la espalda. A ver queridas, no se muevan...

Cuando te muerde no puedes dejar de sentir una contradiccion porque al hacerlo es placentero, pero  tu sabes que no es algo bonito, así que te gusta pero por otra parte ...¿qué tipo de ser es este?

Miro de frente a Anticona, sin poder creer lo que habla, está loca, y aunque tenía sospechas de eso, ahora estaba más que claro, me apreté contra la silla tratando de alejarme de ella, sin poder evitar mirarla un tanto asustado con cada palabras suya… en cierto modo eso que ocurría, los gritos… ya eran una pesadilla.

-Está loca –logre decir, antes de que comenzara a sentirme mal, y el mundo cambiara de un modo extraño, abro los ojos lo mismo que la boca, sintiendo un grito nacer en mi garganta y mi respiración hacerse más difícil, la sangre cae de todos lados y puedo verla también en el suelo, en las paredes, sobre todas esas personas, me sacudo en la silla intentando dejar de ver todo eso, siento que mis dientes castañean entre si sin poder apartar mis ojos de la grotesca escena y escucho esa voz, como un mantra, como una burla… ¿Lo sabía? Era una posibilidad, pensé extrañamente en medio de mi terror inducido, tratando de calmarme sin lograrlo, era horrible, ilógico ¿Qué diablos pasaba? Era imposible que aquello ocurriera realmente… La sangre no llovía; la parte lógica de mi mente determino que sin duda me habían drogado…

No podía decir que eso me aliviara o calmara al menos un poco, solo servía para aterrarme más... 

Callate-Hable con los dientes apretados  y tratando de encontrar un modo de calmar mi mente, de dejar de ver eso, no lo lograba, aquello me superaba sin lugar a dudas… apreté los ojos, tratando de dejar de ver. 

No era capaz de cordinar mis movimientos, me sentía como una muñeca, estirada por Blanca, y chocando con lo que se me pusiera por enmedio. Claramente, me había quedado en shock.
No tenía fuerzas para huir y mucho menos para pelear, lo único que podía hacer, era dejarme llevar, empece a encontrarme mal, mal no, fatal, como si en mi cabeza hubiera una tormenta, y en mi estomago un gran terremoto, como si el interior de mi cuerpo quisiera salir al exterior, la sensación es terrible.

No iba a ser yo quien se dejara vencer por el miedo.

No iba a ser yo quien claudicara.

Y aunque las posibilidades actuales de salir de allí estaban alarmantemente en colores rojos, mi instinto más primario me empujaba a seguir.

A como diera lugar.

Sin embargo, el tener que acarrear con una Karen que, al parecer, se había dejado vencer por el pánico, no ayudaba mucho a mi coordinación y muchos menos aun a mi libertad de movimientos.

Lo supe al intentar golpear al nuevo desconocido que se nos había cruzado por delante ya que al girar hacia el intentado alcanzarle con una patada de medio giro, me enrede con una de las piernas de Karen y a continuación, fui a dar con el culo al piso despatarrándome cuan larga era.

Joder..pensé…ahora si estamos jodidas…

Cuando Santano se sienta al lado mío, hago un esfuerzo por alejarme, por supuesto estar atada me impide irme, mientras le oigo, solo puedo pensar que está loco, intento centrarme pero el miedo es alto, ¿Cómo puede hablar tan tranquilo? tomo un espiro le escucho a duras penas ¿Devenir?... algo en mi mente sabía que era… pero en aquel momento no podía imaginar que podía importar eso... intento sacudirme pero no logro nada… habla de mi sangre, de su interés y me siento enferma pero él no me deja en paz.

Tiemblo, es inevitable tiemblo y no solo por el miedo, mis ojos se abren de par en par al oír lo que dice, ¿Cuánto tiempo? Tiene que ser mentira, tiene que serlo, Adler no me haría eso… no lo haría… y lo digo mirándole a los ojos -No es verdad- me resisto a creer eso... más aun, solo puedo imaginar que Santano le mintió, no quiero pensar que Adler podía saber que me ocurriría esto, porque es horrible… pero sin poder evitarlo le miro, le miro con la expresión de alguien que no quiere creer nada de lo que oye, mejor aún: que no quiere oír… puedo notar que algunos se acercan, pero que al mismo tiempo son alejados por su mirada y no puedo entenderlo… no puedo.

Entonces veo sus colmillos, largos, perlados y tengo miedo, sus palabras son solo algo extraño que no llego a comprender cuando siento algo hundirse en mi cuello y suelto un grito que apenas se oye, la nueva sensación me confunde y aprieto los labios sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas y mi cuerpo estremecerse en una sensación desconocida y…, el no poder defenderme no ayuda demasiado a mi mente, es desagradable, la situación lo es y sin embargo es… placentero… me confunde… porque desearía que pare y a la vez… no.

-No…- logro decir entre dientes en apenas un suspiro, pero mi voz sale diferente, evidentemente embelesada y me tortura a mí misma, lo disfruto pero eso no cambia la situación, ni mi miedo, ni mi idea de que no es normal, no es normal en lo absoluto, como no es normal que mi cuerpo se esté relajando tan pronto ¿Qué clase de hombre o monstruo es realmente el que tengo al lado?  y ¿Que es lo que quiere que aprenda? 

La situación no podia ser más penosa para Karen y Blanca, la cual mostrando  que no era una mujer facil se enfrenta a ese hombre enmascarado... Cuando cae de culo,   siente como la agarran por la espalda cosa que aunque patalee no podrá hacer nada pues  le han capturado.

Karen Bellrose estaba mirando esto impotente sin poner resistencia cuando la toman entre varios y es cuando ocurre algo, el hombre que pretendia atacar se quita la máscara... y pasa de esto

a  esto

Vaya hermosuras, su sangre debe saber mejor...

Dice el monstruo,  y en ese momento todos los que estaban enmascarados y tapados de pies a cabaza se quitan las máscaras.

Ya tenía algo de calor con esta cosa puesta- dice en son de broma

Bellezas- murmura molesta Margaret Anticona viendo al nosferatu de manera algo "extraña"...- siempre fue un galan..

Mientras ponien sus manos encima de Nathan Miller  y le decia... algo al oido que nadie pudo escuchar.

En fin... ¿tú me entiendes no es cierto?

Le preguntaba al hombre que estaba en la silla tratando de evitar sentirse mal, pero al contrario se sentia peor.

Al oido te dice: Te presento a mi ex... siempre coqueteando con otras, por eso le terminé.

Mientras en tu mente  solamente pensabas en todas las cosas malas que te habian ocurrido.

Mientras eso ocurría y Darla podía ver todo desde donde estaba. La presentación grotesca del vampiro deforme y como la otra chica estaba muchando por escapar. 

Pietro Santano como quien marca una propiedad no se le quita de al lado y una vez se separa de ella dice. Mmmm sabe muy bien- dice luego de tomar- como te decia, cuando tocabas tu violin...no te preocupes lo he guardado bien.. eh la manifestación del bien y del mal, ¿recuerdas que hablamos de eso?, ¿has leido sobre la obra de Berceo?, toda su personificación del demonio, lo cual bueno es mucho mejor que la patética divina comedia... es un excelente ejemplo de lo que las personas creen que es el demonio... y la tentación del demonio...- y te sonrie de manera simpatica- como en estos momentos yo me siento tentado por ti...

¿qué opinas?, ¿crees que soy el demonio?

Hey.... - dice el hombre con un chiflido-  traiganme a la rubia dado que la del violin la tienen fichada

En eso  un par de hombres agarran a Karen y comienzan a llevarla hacia él.

No hagas caso querida, ese marica no sabe lo que es un verdadero hombre- dice  al oido- bueno depronto dentro de su orto.. el desgraciado queria tenerte como propidad esta noche y no, esta noche eres mía..

¡Oh mi Dios!, ¡oh mi Dios!...no solo había caído al suelo para luego ser apresada a continuación sino que ahora, mientras me levantaban el hombre con la máscara que parecía el líder de esa panda de bufones victorianos, tenía la “gracia” de revelar su rostro.

¿Rostro he dicho?, aquella cosa que llevaba bajo la máscara difícilmente pudiera ser tomada como algo menos que…horripilante…una pintura surrealista sacada de la más oscura pesadilla de un psicopático.

¡Oh por Dios donde nos hemos metido!, ¿Qué son estas…estas cosas que nos rodean?...¿por qué nosotras?...

Iba a rendirme, juro que no quería hacerlo pero aquello superaba todas mis presunciones, no podía pelar contra…contra lo que fueran aquellas cosas asquerosas.

Y entonces dos sujetos comenzaron a arrastrar a Karen lejos de mi lado.

Sentí en mi interior arder la furia de la ira como una hoguera de altas llamas que pronto contagiaron de renovadas energías a mis músculos.

Me revolví entre los brazos de mis captores como un perro que no quería ser llevado al matadero. La violencia de mis actos hicieron que uno de mis zapatos de tacón cayesen desde mi pie rodando por el piso hasta detenerse cerca de una de mis manos.

No lo dude, aquella era casi con seguridad mi última oportunidad de vivir…o morir.

Tome el zapato con fuerza, con el tacón apuntando hacia fuera como si de una estaca se tratase y con la improvisada arma apunte a uno de los ojos del monstruo con todos los deseos de perforarle la cabeza de lado a lado.

El ojo sangrante de Rogelio se podía ver,  dado que él no se espero tan golpe de rabia de la chica, pero  dado que no era ningun cualquiera,  el golpe pudo ser peor, aunque le impacto de lleno en el ojo.

 Vaya zorra- dice el hombre al ser impactado y lanzando un  ataque e ella directamente a la garganta con el fin de noquearla

Sus manos son delgadas y frías, frías como un tempano de hielo, abro los ojos con su pequeña frase, mirando en dirección a aquella aberración de la… naturaleza, es horrible, horrible como mi propia desesperación, como mis sueños truncados, las discusiones con mi tío, ese vacío existencial que me venía al llegar solo a casa, mi anhelo absurdo, todo se confunde en mi mente, esas sonrisas que me decían que era demasiado joven, que quizás la única virtud que tenía… no valía la pena.

Me enferma y sin darme cuenta digo algo para mí mismo…

-Tienes muy mal gusto...  –en un susurro para ella, sintiendo algo parecido a la compasión por ella, compasión que sospecho no necesita, hay algo realmente triste y patético en todo eso, bajo la capa de locura, como animales tratando de correr sobre los restos desvencijados  de la naturaleza, carroña que confunden con elixir de la vida, me veo a mí mismo, infeliz, patético… siempre buscando algo que sé que nunca alcanzare, siento lastima de mí mismo, nunca me ha agradado la autocompasión, es extraña, patética, ojala no la conociera tanto… 

Me aprieto contra la silla escuchándole hablar y viendo los horrores de la noche, ese monstruo horroroso, Karen siendo arrastrada, y no.... entre ambas opciones, al final no me queda más que oírle, en medio de mi desesperación y miedo, estoy dispuesta a aferrarme a cualquier rastro de familiaridad, y entre el horrory su locura casi espero sus palabras más que ver todo esto... le devuelvo la mirada resignada, escuchándole… al verle en aquel momento me pregunte si en verdad podría creer que es el demonio y que pretendía que le contestara... 

Le digo la verdad, porque en cierto modo no deseo contestarle  algo que desee oír... aunque al mismo tiempo le tengo un miedo terrible que apenas logro suprimir mientras hablo.

-El diablo manda a los suyos a cometer aquello por lo que luego recibe la gloria… no, no puedo creer que seas el… -agacho la cabeza tras decir eso- pero no puedo creer que seas una persona, no eres una persona… y no te imagino siguiendo las órdenes de alguien… ¿Qué eres tú? 

Me siento consternada, siento como me agarran y con todas mis fuerzas lucho desde mi interior para que me suelten, pero mi cuerpo no manifiesta lucha alguna, como si mi cuerpo ahora mismo no me perteneciese.
Entonces se acerca uno de los bufones extraños, y recuerdo su mal olor cuando les sacaba fotos, frunzo el ceño, y cuando se quita la máscara, dejando a la vista su verdadero aspecto, me horrorizo, ahogo un grito mudo, me gustaría gritar y salir corriendo, pero no puedo.
Mi respiración se vuelve muy agitada cuando el horrible monstruo se acerca a mi, y entonces escucho al señor Granados, que me reclama, por un momento lo veo como un héroe, claro que solo dura un momento, ya que enseguida pienso que es el organizador de todo.
Miro a Blanca y me estremezco viendo como ataca a unos y a otros, y niego levemente con la cabeza "no lo hagas, cuanto mas rápido pase todo, antes se acabará" pienso, y por un momento miro a mi alrededor, a los que estan torturando en las mesas, no quiero acabar así.