Partida Rol por web

En la última parte del trayecto os ha alcanzado el día ya avanzado, y parece que cada vez estáis más metidos en el bosque, el camino sigue y sigue, cada vez parece mucho más rústico, y sentís que los caballos agradecen poder ir por un camino de tierra, mucho más agradable para ellos.

Ciertamente la aldea de Garedoth está en una de las regiones más famosas por ser uno de los parajes más maravillosos de la naturaleza. En ningún otro lugar habéis visto crecer los árboles más verdes.

A vuestra derecha podéis ver un río cristalino y fresco que pasa por el pueblo, si vuestra mirada siguiese el curso del río podríais ver lo que en otros tiempo tuvo que haber sido un molino. El pueblo se encuentra en una planicie, y sus casas parecen muy bien cuidadas; podéis ver a lo lejos en las diversas casas las miradas curiosas de muchos de los pueblerinos hacia vosotros, la verdad es que a esta hora el pueblo parece bastante bullicioso y activo.

Al pasar el primer edificio os dais cuenta de que son unos establos bastante rudimentarios, y el coche se detiene ahí.

Bueno luchadores, bienvenidos a Garedoth. Yo me quedaré aquí, si seguís todo recto llegaréis a la Jarra Roja.

Se da la vuelta para empezar a hacer sus asuntos.

Ah por cierto, quitadme el enorme alce de ahí arriba, no quiero que se me acerquen alimañas por el olor

El camino ha sido largo, pero ameno. Este grupo es capaz y variado, después del percance con los goblins no ha ocurrido otro incidente y ya puedo observar como la flora cambia a nuestro alrededor, es un lugar muy hermoso, y allá a lo lejos puedo observar una aldea.

El conductor Roli nos dice que aquí es garengoth y nos da unas direcciones al parar, estirando un poco antes de levantarme observo a los demás y digo:

-Bueno chicos, aquí estamos- Me levanto, recojo mi mochila y le amarro mi escudo a un costado y salgo del carro.

- Debo decir que me muero por una cerveza, pero primero lo primero-

- Mohk, échame una mano con tu alce, vamos a dejar este hombre seguir su camino- menciono observando a la majestuosa criatura y nuestros alrededores.

- Aunque ahora que lo pienso… ¿le cargaremos todo este tiempo? – Pregunto en voz alta, rascándome un poco el mentón.

Durante el trayecto final hasta Garedoth el Goliath se mantuvo pegado a la ventana observando el maravilloso paisaje.

-Que bonito lugar- se limitó a decir manteniendo su característico rostro inmutable. 

Al llegar, bajó de una zancada y se alistó, gran hacha cruzada a la espalda, martillo al cinto y Jabalinas en su carcaj. Tomó la mochila y la aseguró para después empezar a ayudar a Edward a bajar el gran alce.

-No podemos cargarlo todo este tiempo, su carne se dañaria en unas horas... Llevemoslo a la taberna para intercambiarlo por un festín, muero de hambre- Su estómago rugió acompañando sus palabras, luego alzó el gran alce  y se encaminó hacia donde Roli le había indicado que queda la taberna, despidiéndose del viejo con un simple movimiento de su cabeza.

El místico asintió a las palabras del Goliath.

-Sabias palabras, Mohk! Sin duda el tabernero podrá aprovechar el máximo de él. Parece un pueblo muy tranquilo. Parece imposible imaginar que algo malo pueda pasasr aquí.

Sacáis la carta de vuestra misión para tener frescos todos los detales...

Estimado Gremio de Luchadores:

Le escribo en nombre del pueblo de Garedoth. Desde hace unas semanas  hemos estado recibiendo ataques de unos bandidos que se han instalado en la zona. Han robado en nuestras casas, y han robado ganado.

Les hemos preguntado el por qué, pero tan solo nos dicen que nos callemos, que nos están ayudando con nuestra "salvación" como ellos lo dicen. Hemos intentando encargarnos nosotros, pero... Hemos pagado un alto precio

Sabéis que nuestro humilde pueblo nunca os ha pedido ayuda más que en caso de extrema necesidad. Y esta vez os necesitamos más que nunca. Por favor, mandadnos a algunos héroes que puedan acabar con ellos...

Les esperamos en la Jarra Roja para más detalles.

Recompensa al contado, una vez realizado el trabajo: 300 mo. Enseñar esta carta a Nager.

Sinceramente

Vuestro paso por Garedoth no pasa desapercibido, las miradas os siguen y hay diversos murmullos, alguna que otra risa infantil corriendo de arriba hacia abajo, pero sin terminar de acercarse hacia vosotros. Las miradas estaban más puestas en Monk y en Edward, pues no solo llevaban un alce de grandes dimensiones, también el exótico goliath no hacía más que llamar la atención.

Llegáis a la puerta de la Jarra Roja, y os trae una sensación de hogar, está totalmente cuidado y bien tratado, se nota que su dueño le ha puesto mucho cariño a la misma. Nornas encabeza al grupo y termina por abrir la puerta.

Al entrar os llega un delicioso olor a comida casera mezclada con un aroma a cerveza afrutada, las cocinas han tenido que abrir hace poco, preparándose para recibir a los comensales para el almuerzo. La taberna es una taberna muy acogedora y espaciosa, hay puestas diversas mesas, totalmente ordenadas, y la luz entra por las ventanas, dándole al sitio bastante luminosidad.

En la barra podéis ver a un hombre mayor, con un tono de piel bastante pálida y con el pelo blanco. Parece distraído, hasta que mira en vuestra dirección, momento en el que una sonrísa le aparece en el rostro.

¡Hola viajeros! ¡Bienvenidos a la Jarra Roja!

Se acerca a vosotros para estrecharos la mano y saludaros cordialmente. Sus ropajes son bastante llamativos, pues viste un jubón bastante sencillo, junto con unos pantalones azules cielo totalmente estridentes.

Me llamo Nager y regento esta taberna, queda un rato para el almuerzo pero pasad, pasad, poneos cómodos y sentiros como en vuestra propia casa. Tenemos todo tipo de cerveza, cerveza negra, rubia… Ah, y no os olvidéis de probar la cerveza especial de la Jarra Roja, muy famosa por aquí, muy muy famosa...

Se queda mirando vuestras insignias del gremio de luchadores pensativo

¡Sois vosotros, habéis llegado! ¡Gracias a Chauntea que estáis aquí! Ahora que habéis llegado estamos sanos y salvos de esos malna… bandidos.

Nornas entró con las manos a la espalda, paseando relajado y, cuando el tabernero reconoció sus insignias, le sonrió. El místico dejó su mochila sobre una de las mesas libres y saludó.

-Un placer, Nager el tabernero. Yo soy Nornas y estos son Mohk, Lucía, Edwin y Blodvan. Efectivamente, nos envía el gremio de luchadores para ayudaros con esos bandidos. Os hemos traido una pieza de caza que matamos ayer. Esperamos que os sirva para preparar algo para comer.

¿Para nosotros ese alce? Lo cocinaremos gratis, claro, pedid lo que queráis, el almuerzo corre a cuenta de la casa

Os guiña un ojo y os señala detrás de la barra

Allí detrás están las cocinas y está mi hijo Nottel, es el cocinero y seguro que saca unos platos para chuparse los dedos. Llevadle el alce por favor, para mí sería demasiado pesado.

Admirando la ciudad con el alce en en mi espalda, me doy cuenta de que hay muchas miradas encima nuestra por lo que tomo el momento para dirigirme a Mohk:

- Parece que no están acostumbrados a ver a alguien como usted Sr Mohk, aunque imagino que ya está acostumbrado a eso -

Continuando cargando con el alce junto a Mohk, entramos a la Jarra Roja y vaya, que lugar.

Quién diría que después de este viaje, podría disfrutar de un lugar como este sin estar cubierto de golpes, no puedo esperar por devorar lo que sea que tienen allá atrás, huele delicioso

Una vez dentro, parece que el Sr Nager nos esperaba y sin perder tiempo o aliento se dirigío a nosotros:

- Mucho gusto Sr Nager, mi nombre en realidad es Edward, temo que a mi compañero Nornas le ha alcanzado el peso del viaje.- (Digo con una sonrisa un poco incomoda) 

- Debo decir que tiene un bonito lugar, muy acogible e invitador (ugh gruño un poco por el peso del alce) si no es mucho pedir ¿podría tenerme una cerveza grande lista para cuando vuelva? temo que después de cargar este trofeo la necesitaré... -

- Vamos Mohk...- antes de que se me quiebre la espalda (digo murmurando)

Me hago mayor, maldita sea!

El Goliath escuchaba las alabanzas de Edward refiriéndose a la posada, el concepto de belleza de los humanos distaba mucho del suyo. 

-Prefiero la Naturaleza, los alrededores de este poblado si son hermosos- Añadió secamente. Después acompañó al joven guerrero para descargar el gran alce. Normalmente hubiese reclamada las enormes astas como trofeo, pero aquella presa no había sido cazada por el Goliath, así que prefirió guardarselo.

El bárbaro pidió explícitamente 3 porciones humanas para el sólo. Estaba realmente hambriento, además el gran alce lo valía.

Al volver con Nager añadió. -Hablemos del motivo de nuestro llamado- Se limitó a decir.

En la cocina veis un chico menudo que os mira asombrado con la pieza que le habéis llevado

Guau 

Os dice con el rostro totalmente sorprendido. Cuando le decís que Nager os ha enviado a llevárselo parece que sale de su asombro

Vale... Vale... Soy Nottel, y con esto podríamos hacer un festín esta noche, dejadme que lo prepare, va a ser bastante trabajo pero os va a encantar.

Aun más sus ojos se posan en Mohk, con la mayor curiosidad que un niño puede trasmitir al exterior

Si si, la comida la pondremos y podrás coger todo lo que quieras, no os preocupéis que de aquí va a salir muchiiiiiisima comida.

Parece que Nager se alegra bastante de teneros por allí, se mueve de un sitio para otro bastante animado. En cuanto vuelven Edward y Mohk de la cocina, pueden ver que Nager ya le ha preparado una cerveza a Edward.

¿Qué queréis los demás? ¿Cerveza, agua, té...? Acabo de hacer té por si queréis, está aún caliente.

Se acerca a la mesa en la que estáis cargando en una bandeja todas las bebidas que les pedísteis, y se sienta con vosotros con una taza de té delante de sí.

Bueno... Tendréis muchas preguntas... Así que haced todas las que queráis.

Os dice mientras os sonríe y ase la taza con sus dos manos llenas de arrugas

Mohk pidió un té siguiendo la recomendación de Nager y se sentó alrededor de la mesa. 

-Venimos de parte del Gremio. Solucionamos los problemas que tengan y ustedes pagan, punto. - El Goliath fue tajante con sus palabras - Lo principal es que nos ponga al tanto de la situación actual y nosotros zanjaremos el problema de raiz- 

Me senté luego de entregar el alce si muchas palabras y solté un gran suspiro de alivio.

-Vaya... la proxima vez quizás una presa más pequeña compañeros...-

-Para mi una cerveza grande, y para ser sincero he comido solo raciones así que quizás algo de pan con queso para poder conversar amenamente si no le molesta.-

Después de una pausa para escuchar lo que sus compañeros comentarían, me sorprendio un poco lo seco que podía ser mi compañero Mohk, pero ha dado en el clavo, eso hay que darcelo.

- Como mi compañero ha dicho, venimos de parte del gremio para cumplir con una misión, nos gustaría que nos explicará que ocurre en el poblado exactamente, si no os molesta.-

El clérigo aceptó la invitación del tabernero y se sentó cómodamente apoyado contra la pared. 

Por mi parte, estaría absolutamente encantado de comer algo son un plato y cubiertos. Las raciones de viaje me aburren terriblemente.

Y, sí, háblenos de los ataques, se lo ruego.

Con un poco de comida bastante simple y humilde delante de vosotros, Nager os comienza a responder sobre los bandidos:

Sí sí, estábamos deseando que llegáseis, en cuanto los demás sepan quiénes sois os van a querer mucho, ya lo veréis, os van a recibir muy bien. Y por el pago no os preocupéis, tenemos el dinero escondido y a buen recaudo.

Pues bien, llegaron más o menos por invierno, llegaron aquí con sus armas y con su prepotencia exigiéndonos todo lo que tuviésemos. La verdad es que este invierno ha sido bastante duro para todos... Nos han robado la mayor parte de la siembra, se han llevado ovejas del viejo Andreu...

Os comienza a relatar diversos acontecimientos de pillaje y saqueo que han tenido que sufrir los diversos pueblerinos durante el tiempo que han estado los bandidos rondando.

Y las veces que les hemos intentado plantar cara... Hemos perdido a algunos de los nuestros... Sobre todo a jóvenes.

Notáis cómo va apretando sus manos alrededor de la taza

Una vez intenté enfrentarme a ellos cuando vinieron, pero nos respondieron, y nos dijeron "Calláos y dejadnos trabajar, os estamos ayudando en vuestra salvación, imbéciles"

Su tono está siendo cada vez más agresivo, y la sonrisa afable que tenía se ha perdido totalmente, incluso parece que su tamaño estuviese creciendo, aunque deben de ser imaginaciones vuestras, ya que en cuanto os mira vuelve a sentarse y parece volver poco a poco a ser la persona con ese aire tan familiar que os estaba atendiendo.

Disculpadme... Estoy un poco cansado... Da un pequeño suspiro. Creemos que se encuentran en el viejo Fuerte Okfoll, y no sabemos cuántos son, casi siempre vienen caras nuevas.