Partida Rol por web

La magia del mago acaba dando de lleno al Osgo quien vacila en su paso, y mira con furia hacia todas las direcciones en busca de dónde había surgido ese daño, ya que aquel impacto lejano debían de ser flechas, pero no había ninguna clavada en su cuerpo.

Blodvan sigue con su laud, intentando utilizar bellas y melódicas palabras, intentando engatusar al bandido que tenía la correa del rabioso perro. El cual en cuanto oye las dulces palabras del bardo se da cuenta,

¡Él es mi amigo! ¡Hey chicos, no luchéis contra él, es mi amigo! El otro mira a Blodvan con cierta duda, como si todo aquello fuese un error.

El bardo da un paso hacia atrás en falso, siguiendo con su bailoteo y canturreo. El can, notándose la correa un poco más suelta no duda en lanzarle una dentellada, pero alcanzando levente la pierna del bardo.

Edward no vuelve a dudar, y avanza hacia la siguiente ventana intentando tener a tiro de nuevo al líder de la banda, y afinando la puntería consigue darle de lleno, pese a que el bandido tenía a su compañero delante. 

Se vuelve a agachar, preparando su siguiente virote.

El perro viendo como su presa musical se escapaba, intenta tirar de la cadena que tiene su dueño agarrado. El cual no es posible de zafarse de la misma. Su amo le reprende ¿Qué haces tontín? Él es mi amigo

El otro bandido está intentando razonar con su compañero, que parece que no deja de decir que el bardo es su amigo.

Al otro lado de la ventana el bandido al haber visto cómo su líder no podía destrozar un simple cristal, le dice Jefe, échate a un lado voy a romperla yo. Los cristales caen dentro de la sala, y los gritos desde la cocina se hacen latentes en la sala. 

¡Jefe, la ventana está abierta, toma mi espada y entra!

Nornas sepuso junto a Mohk, extendió las manos y Liberó una increíble onda de energía sónica que arremetió contra el grupo y lanzó despedidos todos los objetos pequeños que había en el área.

Nornas lanza su hechizo, y un gran estallido suena en la sala, veis como mobiliario en toda sala sale volando o acaba destrozado, las pintas que hacía muy poco los pueblerinos estaban tomando en las mesas se estrellan contra las paredes, algo de fruta y comida variada le impacta al impasible Goliath. Y no solo la comida y el mobiliario sale despedido, veis como los dos bandidos que estaban discutiendo si eran amigos o enemigos de Blodvan salen disparados hacia el exterior, mientras que el perro y el Osgo aguantan como pueden la magia del clérigo.

Un goliath enfadado y empapado de cerveza se lanza de frente contra el gran osgo levantando su gran hacha, y fallando por escasos centímetros.

El osgo por su parte pasa de largo del gran Goliath y avanza hacia Nornas.

Tú, aquí.

Dice mientras le agarra y le mete en una bolsa gigante. Cerrando la bolsa vuelve a su posición y le da un fuerte puntapie, empujando la bolsa fuera de la taberna y grita:

¡¡La rata está en la bolsa!! Mira de frente a Mohk. Ahora tú y yo. Le dice con cierta bravuconería.

El líder al escuchar el grito del osgo le dice algo a su compañero, y agarrando su espada del suelo se lanza en dirección hacia la puerta mientras hace señas hacia alguna dirección.

Escucháis cascos de caballos que se dirigen hacia vuestra dirección...

Al ver que el osgo empezaba a secuestrar personas, sentí como mi sangre empezaba a hervir, debía hacer algo para detener a ese pedazo de escoria e impedir que se llevaran a Nager y Nornas con ellos.

¡Maldito osgo, tu y los tuyos no son más que basura y el lugar de la basura no es otro que el suelo! - exclamo con la voz cargada de rabia mientras extiendo mi mano en dirección del osgo y salmodio rápidamente un conjuro.

Acto seguido, toda la zona de la puerta se cubre de una gruesa capa de grasa, la misma que cubre también los sacos, para que resulte más difícil para los bandidos echarles mano.

Mohk pártele la cabeza de una buena vez que si no se van a llevar a Nager para venderlo como esclavo. - agrego con premura mientras echo mano de mi estoque.

Nornas extendió su mano hacia el osgo y una columna de luz emergió del suelo pero iba un poco mal colocada, amenazando con quemarle una mano

La magia de Eladamri comienza a hacer que una repentina grasa comience a llenar el area, y el Osgo bravucón se da cuenta demasiado tarde de que está cayéndose de espaldas, perdiendo totalmente el equilibrio, su cabeza golpea contra el suelo con un sonoro golpe seco. Parece gruñir de dolor, pero parece que está dispuesto a levantarse.

El ruido de cascos de caballos siguen creciendo. Y Edward que desde el balcón puede verlos os grita desde arriba:

¡Vienen dos jinetes, tienen lazos! ¡Voy a dispararles!

Y totalmente certero su flecha impacta en el pecho de uno de los jinetes, el cual cae derribado al suelo

Blodvan por su parte comienza a recitar su ya famosa canción para dormir y dejar fritos a todos sus contrincantes, parece que esta técnica es un arte que el bardo ha llegado a perfeccionar.

El bandido que está despierto se levanta del sitio a duras penas, intentando no perder el equilibrio y mantenerse de pie. Aunque de moverse probablemente se caería.

Al otro lado, en el patio, el bandido escala sin problema alguno el alféizar de la ventana y se planta dentro de la taberna, y se dirige con paso firme hacia Blodvan mientras esgrime su arma

No es momento de canciones, ¡cortemos unas cuantas cuerdas! 

Y de un certero tajo el bardo cae al suelo desfallecido. Con su caída veis como el perro y el osgo comienzan a recobrar el sentido en sí mismos

El jinete lanza hábilmente un lazo, que con la grasa resbaladiza que lo cubre no consigue siquiera un agarre.

¡Mierda! ¡Traedlo aquí, vamos!

Pese al sueño del osgo, las llamas de Nornas no harían que se despertase, simplemente notaría como su temperatura se elevaría lentamente.  Estando dormido y totalmente tranquilo no notaba como Mohk cargaba su arma hacia arriba, impactando simplemente en uno de los laterales del osgo, el cual se despierta con un rugido entremezclado con furia y dolor.

Y levantándose con furia el osgo, le lanza un ataque con su cadena a Mohk, el Goliath bloquea habilmente con su arma el impacto.

Mientras tanto, el bandido que parece el líder de la banda se acerca a la engrasada bolsa y comienza a empujarla fuera de aquella zona. Pero la bolsa aún seguía demasiado engrasada como para ser movida.

¡Ayudadme a atar la cuerda a la bolsa, palurdos! Les grita a los bandidos que estaban cercanos a la puerta. Uno de ellos parece dormir como un tronco

Por un instante contemplé la posibilidad de acudir en auxilio de Nager, pero al ver como el bardo caía inconsciente, decidí que lo mejor era acudir en su auxilio y evitar que el bandido terminara su tarea.

Es así que, con un rápido movimiento apunte mi mano en dirección del bandido y sin mayores contemplaciones recité la formula arcana que liberaría una gran cantidad de veneno sobre él.

No tengo tiempo para lidiar contigo, así que inhala profundo y muere maldita alimaña. - le espeto al bandido sin perder detalle del combate de Mohk.

El bandido viendo de reojo como se le acercaba Eladamri, y gracias a sus reflejos, o a su suerte, se colocó la manga de su ropaje delante de su rostro, deteniendo el veneno que Eladamri le había enviado hacia su rostro.

Eladamri pudo ver de frente como Berta, la hija de Nager salía de la cocina y buscaba con su mirada a alguien, y al parecer no encontrarlo empezó a correr pegada a la pared, en su rostro había una gran determinación

Edward por su parte volvía a salir de su escondite, esta vez para apuntar al jinete restante, impactándole y haciéndo que se tuviese que agarrar al cuello del caballo mientras gritaba:

¡Venga, cabrones, cargadlo!

Blodvan seguía en el suelo tirado, conseguía mantener la respiracion, pero le estaba costando

El bandido que estaba enfrente de Eladamri alzó su ensangrentada espada hacia el alto elfo, impactando casi por suerte en el mago y haciéndole tener que encajar el golpe de aquel esclavista

El bandido que quedaba se acercó agarrando la cuerda y atando a Nager, asegurándose lo mejor posible de atar bien a Nornas. Y pensando que lo había atado bien le hizo señas al otro bandido para que saliera. Este último le hace caso a su compañero y sale con Nager atado, pero no consigue arrastrarlo más que unos tristes metros hasta que se volviera a desatar, manchando la bolsa de tierra.

Nornas señaló a su proximo rival e invocó el poder de Vulkar. Se escuchó un trueno en la lejanía cuando la magia divina surgió del sacerdote.

El bandido cayó al suelo arrodillado, totalmente fulminado, mirando en dirección a Nornas con gesto de duda y dolor, sin saber que aquel estruendo era el último que escucharía.

Mohk por su parte volvió a golpear al Osgo, y esta vez la cabeza del trasgo salió volando y chocando contra la chimenea. Y con aires de superioridad se acerca al perro dormido y agarra la cadena del cánido con fuerza.

El líder de los bandidos se acercó a la bolsa de Nager e intentó atarlo de nuevo, esperando que esta vez la cuerda agarrase bien al tabernero, pero la malgastada cuerda estaba totalmente grasienta, y el simple hecho de agarrarla era una ardua tarea sin que se deslizase entre los dedos. El matón escupe sobre la bolsa maldiciendo y le da un puntapié

¡Pharan sabrá acerca de esto!

Y corriendo se monta en el caballo del bandido caído y comienza a cabalgar para largarse de allí

Veis como los bandidos que quedaban salían corriendo, y Nornas ni corto ni perezoso envió certero un orbe cromático contra aquel que parecía el líder. El cual ves como cae sobre el lomo de su caballo, y a los pocos metros cae el cuerpo sin apenas fuerza contra el césped.

Edward ha establecido un poco las heridas del bardo, quien realiza chistes cargados de cierto humor ácido acerca de tajos y golpes.

Con algunas cuerdas habéis atado al bandido restante, y Mohk lo está vigilando de cerca.

Cuando os acercáis a la bolsa en la que estaba Nager, Berta no os deja acercaros a la bolsa tiene lágrimas en los ojos y está protegiendo a la bolsa con su propio cuerpo; cuanto más os fijáis de cerca, ciertamente os resulta extraño... Su piel está mucho más blanca que antes, pero solamente en el centro del rostro, los laterales del rostro se han oscurecido de sobremanera... Su rostro parece mucho más alargado hacia el frente, no os parece un rostro del todo humano.

Por favor... ayudadme a llevarlo a la bodega, ya no hay tiempo de ir al molino... No abráis la bolsa, por favor...  

Esto último os lo dice agarrando aún más fuerte el lugar por el que se abriría la bolsa. Su tono de voz es cada vez más bajo y suplicante, incluso os tenéis que inclinar un poco para poderla escuchar.

Él no es lo que parece ser… Ayudadle… Por favor… No le matéis...

Las palabras de la joven resuenan en tu cabeza

¿Podrías haber escuchado algo así antes?

Conforme la situación se va calmando le hago una indicación a mis nuevos compañeros para que revisen los cuerpos de los bandidos, pues necesitaba con urgencia una armadura ligera, dado que la mía se había roto hace un par de días atrás mientra viajaba hacia el pueblo, con suerte alguno de estos bandidos traería consigo una buena cota de mallas.

Mohk, por favor, antes de enterrar los muertos y encerrar a los heridos, fíjate si alguno trae una cota de mallas o alguna otra armadura ligera, pues perdí la mía hace poco y no tengo muchas monedas encima de momento. - digo mientras me acerco al lugar en donde se encuentra Berta.

La actitud de la chica me parecía bastante extraña y preocupante, así como los cambios que estaban ocurriendo en su rostro, pues no me resultaban del todo naturales, luego elevo mi vista hacia el cielo para comprobar si la luna está llena o no.

Bien, no puedo hablar por Nornas, pero te ayudaré, aunque tu petición no me resulta del todo clara, pero supongo que tienes un lugar dónde contenerlo, pero que hay de ti. ¿Puedes contenerte o tu condición te está ganando? Necesito saberlo, pues de lo contrario no sé si sea conveniente estar cerca cuando pierdas el control, pues no quiero tener que luchar contigo y Nager a la vez. - comento con seriedad.

Las palabras de la joven le resultaban familiares el clérigo, que la miró de arriba a abajo con poca paciencia.

-A ver, te ayudaremos, sí. Pero déjate de enigmas y misterios. Dinos directamente cual es el problema, qué es el en realidad y vamos directos al grano.

El combate parecía haber cambiado el talante de Nornas, que sonaba de repente más estricto y directo.

Mira a Eladamri con ojos como platos

No, no, yo puedo... Controlarme. Esto es demasiado para Nornas, Ha sido demasiado para él

Aún así podéis ver cómo unos bigotes comienzan a asomar en el rostro de la joven

Pero aquí no... Los demás... Ayudadme a llevarlo al sótano, ya.

Pese al tono mandatario de Nornas, la chavala está decidida a seguir empujando la bolsa hacia el sótano.

Nornas contestó a la mujer que paraba de mencionar su nombre por error.

-A mi no me pasa nada. Creo que me confundes con Nager. Trae aquí - dijo encargándose de la bolsa. Yo lo llevaré.

Lo bajamos al sótano, a ver si allí se suelta.