Partida Rol por web

Al haber salido de la taberna hacia can, os ha recibido de buena gana, esta vez no le ha tenido miedo a Alatia, es más, se ha sentido atraído en cierto modo por la elfa de los bosques.

Habéis salido por la mañana temprano, con todo lo que habéis podido cargar, y con las provisiones totalmente listas. El perro os ha ido indicando el camino. Cada vez el camino es más y más salvaje, pero el sendero que estáis siguiendo parece más o menos marcado, y el perro parece seguirlo sin más problema que el tenerse que detener en algún que otro lugar para olisquear de nuevo el suelo.

A medida que os vais internando más y más, podéis ver cómo la naturaleza que hay a vuestro alrededor cobra un color de verde putrefacción, como si la vida estuviese desapareciendo de aquel lugar. Probablemente aquellos que guardaban estos lugares ya no estén, o que no tengan ya las fuerzas suficientes como para detener aquella destrucción. Conforme vais avanzando, no sabéis si es por la creciente oscuridad o por la creciente decadencia, pero todo parece cada vez más y más tenebroso.

Cerca de que fuese a caer la noche veis escondido en el bosque un imponente fuerte, ese debía ser el fuerte Orkfoll, aquel antiguo fuerte donde se pensaba que podían estar aquellos maleantes. Aunque debería estar totalmente en ruinas, sus muros se mantienen fuertes y resistentes, no os hace falta saber que la magia es la responsable de que esto pueda seguir funcionando como un fuerte.

Tiene cuatro torreones, los mismos están unidos entre sí por muros de piedra. Y en el centro de aquella estructura se erguía imponente una estructura de unas tres plantas, parecía bastante más reforzada. Desde fuera tenéis la sensación de que hay cierto movimiento dentro de aquel fuerte.

 * 

El perro os lleva desde la cara oeste, hacia la cara sur de aquel fuerte de aquel cuadrado, y le hace una señal a Hrönn para que se acercase a él. Mientras el can ladra casi en susurros con la bárbara, los demás podéis ver como hay dos arqueros escondidos vigilando las puertas.

Esta es la puerta. Diles que me sigan.

Se sigue moviendo sin salir del follaje, y vosotros le seguís os movéis con él hacia la sección este del muro.

Aquí es donde los tienen a todos.

Os costaría verlo, pero con el simple gesto con su hocico veis claramente como hay una puerta escondida a lo que posiblemente sean unas cloacas, o un sótano. La puerta tiene una cerradura que parece bastante resistente. No hace falta tener el olfato bastante sensible como para oler cierto hedor proveniente de allí.

Al llegar a las inmediaciones del fuerte, levanto mi mano y un halcón desciende y se posa sobre mi brazo.

Les presento a mi familiar, su nombre es Sephiroth, el  puede sobrevolar el fuerte y darnos una evaluación más clara de sus fuerzas, pero necesito silencio para poder concentrarme y mantener un fuerte enlace con él, mientras tanto, mi vida estará en sus manos. ¿Todos de acuerdo? - pregunto mientras me apresto a ponerme en una posición de meditación al tiempo que espero la respuesta de mis compañeros.

Sephiroth sobrevuela la torre, y con sus ojos puedes ver rápidamente todo lo que hay en el fuerte. Mientras que sigues en ese estado meditativo tomas papel y carboncillo, y comienzas a realizar un dibujo al alza, pero bastante preciso.

Superficialmente parece que tiene un diseño sencillo.

Tiene las cuatro torres, desde dentro de las mismas sale luz, y hay sombras de personas moviéndose. Pero la torre sureste y noreste no hay luz desde dentro, y no parece que haya nadie a primera vista.

Los muros que la rodean al fuerte están semicubiertos, y puedes ver levemente a un guardia que está paseando por los mismos. En la puerta de entrada puedes ver como tienen a dos guardias con arcos vigilando la puerta, están bastante cubiertos, por lo que será difícil acertales de pleno. A uno de los lados puedes ver con dificultad como hay otro tipo más escondido y cubierto que está mirando en dirección hacia los guardias. Tiene una campana justo a su lado.

La placita que queda al oeste tienen a unos 12 caballos atados. Hay unos 3 bandidos allí que están sentados en una mesa con botellas de alcohol y están jugando a las cartas. Sobre las piernas del más gordo de los tres hay una mujer rubia cuyos ropajes hace que vaya semidesnuda, por no decir desnuda. Te tendrías que acercar más para ver los detalles de la misma, pero desde luego a primera vista, no parece que quiera estar allí.

La plaza del este es mucho más amplia, y puedes ver como tienen una arena para realizar combates, allí puedes ver acomodado en uno de los sofás individuales a un tipo con unas vestiduras purpuras, está bastante relajado en aquel sofá.

En el centro de la arena hay otros dos bandidos y un osgo bastante grande, parece que estén hablando y señalando a diversos puntos de la arena de combate.

 * 

Lo que está debajo del techo verde es una entrada que tiene unos barrotes bastante grandes y resistentes.

En el edificio grande que está en el centro puedes ver como tiene tres plantas. La primera parece que hay jaulas y algún que otro prisionero, aunque no demasiados. En la segunda los ventanales son más pequeños y una extraña humareda rezuma en su interior, por lo que a Sephiroth le es imposible ver lo que hay dentro. La última planta no tiene ventanas.

Nornas le agradeció su labor a Dest rascándole detrás de las orejas y asintió al plan de Eladamri. Sólo un tonto renuncaría a una vista de halcón de la fortaleza en la que pretendían entrar.

Alatia asintió, una visión global sería muy buena.

- Alvina también puede hacerlo y yo puedo ver por sus ojos, con la ventaja de que es invisible. Podemos usar a Sephiroth para que nos de una visión global de la distribución de las fuerzas exteriores, mientras que Alvina puede luego acercarse a sitios más específicos para evitar sorpresas. Además, Alvina puede hacer alguna de las suyas para distraer al enemigo.

Rápidamente elaboro un boceto del fuerte y marco con una equis dos de las cuatro torres.

En estas dos no se ve señal de movimiento, puede ser que estén deshabitadas, en las restante si hay actividad, debemos proceder con cautela.

En la plaza central puedo ver hasta doce caballos, lo que indica la presencia de al menos doce capitanes, tienen una arena de combate en el centro de la misma se encuentra un osgo.

No logro encontrar los cuarteles de los esclavos, ni tampoco las habitaciones de los bandidos, mi familiar no se puede acercar mucho más sin ponerse en riesgo.  anuncio mientras hago un dibujo de  la arena, marcando la posición de todos los bandidos que tengo a la vista.

Uno u otro daba lo mismo cuál familiar fuera, pero el halcón ya estaba en posición para cuando Alatia nos había terminado de contar las bondades de Alvina.

- Es una información muy útil, Eladamri. Quizás Alvina pueda ayudarnos a investigar el interior como avanzadilla si se puede volver invisible – le dije primero a uno y luego a Alatia – Seguramente las habitaciones estén bajo tierra. Yo entraría por la puerta escondida que nos ha indicado el perro. – sugerí.

Al final sí que estaba resultando de utilidad el perro…

El camino por las tierras salvajes le sentó bien a la norteña. De hecho, ya se había notado mejor desde su llegada a Garedoth. Tal vez por el hecho de centrarse en la misión, por la promesa a Lucien, por el ambiente diferente y mas cercano a la naturaleza, pero sentía menos ganas de quedar inconsciente a causa de los viciosos placeres de la gran ciudad.

Además, estaba contenta con el comportamiento y el desempeño del perro. A cada rato, como el clérigo, le iba diciendo lo bien que lo estaba haciendo.

Su humor fue cambiando con el aspecto del bosque y la sensación que daba. Y más aún cuando llegaron a vislumbrar el fuerte.

–La brujería de estos malditos debe ser más poderosa de lo que pensaba –dijo tras un gruñido de malestar.

Hrönn fue siguiendo al perro mientras analizaba las defensas del viejo fuerte. Esperaba que fuera más pequeño, o que sus muros tuvieran alguna brecha a causa de batallas o del propio paso del tiempo. Se lamentó no tener la misma experiencia en asaltar fortalezas que en hacerlo sobre campamentos de toscos orcos.

La dasharii se sorprendió gratamente cuando conoció al compañero de Eladamri.

Así que él también tiene esa habilidad. Interesante. –pensó.

Mientras el halcón investigaba desde los aires, Hrönn se apartó del resto para realizar un ritual conocido por el can, a partir del cual el animal podía comprender no sólo sus órdenes sino el resto de palabras.

–*Gran trabajo, Sephiroth* –dijo la muchacha mientras admiraba al ave.

–Bien. Éstas dices que son las torres sin presencia de guardias, ¿correcto? ¿Y aquí está la arena? Entiendo que los prisioneros deben estar en alguna mazmorra interior, y por ello que el halcón no haya podido percatarse de uso ubicación –comentó esperando que el elfo aclarara lo descubierto por el halcón.

La dasharii hizo un gesto al perro para que se acercara, y comenzó a ladrar, tratando de no levantar la voz. Hrönn tomó el boceto de Ela y se lo enseñó al animal, esperando así que el perro les fuera una vez más de utilidad añadiendo información a la proporcionada por el pájaro.

–*Dest, sé que te puede resultar complicado pero imagina que esto es una réplica del fuerte. Aquí se encuentra la puerta sur, aquí la entrada secreta donde dices que tienen a todos... ¿Con todos te refieres a los prisioneros, verdad? ¿Sabes qué hay en en estos otros edificios? ¿Es aquí donde habita el brujo elfo?*

Nornas asisitó impertérrito al desarrollo de la exploración. Finalmente coincidió con Lya.

-Estoy de acuerdo. Entremos y usemos al familiar invisible como avanzadilla para no toparnos con sorpresas desagradables. Una vez dentro deberíamos priorizar el encontrar a los prisioneros. Prefiero acabar con ese elfo una vez hayamos solucionado ese tema.

Se lo piensa por un momento para responderte

*Sí, si los prisioneros son los que están en jaulas y pelean. Pero tienen a otros en la casa del centro, solían ser los ganadores, o como tú*; olían muy bien. Si te sirve de algo.*

Se pone a mirar el mapa confuso, y sin entenderlo se pone a señalar con el hocico. Pero te es fácil poderlo situar en el mapa lo que te comenta

*En las torres viven los amos a veces peleábamos allí, son... Como los que fueron al pueblo conmigo. Allí. Señala en lo que el mapa sería la placita que está al oeste. Hay caballos, los amos comen allí y todo. En la casa del centro creo que vive el de las orejas picudas.*

La dasharii compartió los nuevos detalles proporcionados por el perro. Y como de costumbre quiso aclarar lo descubierto, para cerciorarse de que lo había comprendido.

–Entonces... ¿Tienen dividido el fuerte? Parte oeste para su guarnición, más protegida, y parte este con prisioneros y esclavos. ¿Tal vez no está defendido el lado este por alguna razón? Esperemos a ver si la mariposa descubre algo más, aunque en principio lo más fácil sería entrar por esa puerta escondida. Eso sí, debemos tener claro qué hacer, porque una vez y se percaten de nuestra presencia, no tendremos mucho margen de acción.

Hrönn quedó en silencio unos instantes, pensativa.

–Tal vez podemos hacernos con la parte este. Reducir a los guardias, bloquear sus accesos y sacar a los prisioneros por la puerta secreta. Y una vez estén a salvo, volver con refuerzos y reventar a esos malnacidos. La otra opción sería descabezarlos. Si matamos al brujo  cargo de las defensas, probablemente estarán perdidos durante un tiempo.

La norteña pelirroja guardó silencio, pensando aún en las posibilidades, y aguardando a las impresiones del resto.

- Hay que centrarse acerca de lo que vamos a hacer. ¿Rescatamos a los prisioneros y huímos? ¿Matamos al mago/esclavista? ¿Luchamos contra toda la guarnición? Hay que establecer prioridades y actuar de forma organizada.

- Por ejemplo... Hrönn se entiende muy bien con Dest... Alvina puede convertirte en un perro como él pero solo por unos minutos, lo suficiente como para infiltrarse y establecer una posición. También puedo hacer (o a mi misma) a alguien invisible, por lo que podría acompañarlos.

- Infiltrarse va a ser muy fácil, pero luego ¿tenemos fuerza suficiente para luchar?

- Este es mi plan, localicemos a los prisioneros y veamos cual es su estado y si pueden y están dispuestos a luchar si se les da la ocasión. Localicemos armas y liberémoslos, con nuestros conjuros podemos generar imágenes que confundan al enemigo en la batalla y en la confusión podemos intentar destruir al esclavista.

- Pero... morirán muchos prisioneros, sino todos... la otra opción es ir poco a poco hasta que nos descubran, esperando que en ese momento hayamos podido reducir suficientemente su fuerza.

- Como primer paso, Alvina entrará en el fuerte y deambulará por su interior hasta localizar a los prisioneros. Una vez tengamos esa información decidiremos qué hacer.

Alvina apareció cerca del hombro de Alatia asintiendo pero con la cara seria que indicaba que no le hacía ninguna gracia entrar en el fuerte.

Increíble la cantidad de información que se le podía sacar a un perro y yo que pensaba que ya había hecho lo suyo trayéndonos hasta aquí :D

Coincidí con mis compañeros.

- Sí, mejor será sacar de ahí a los prisioneros primero si podemos. Además de para protegerlos a ellos, para protegernos a nosotros. – expresé – Si llevan mucho tiempo en su poder puede que los hayan sometido con magia y puedan controlarlos contra nosotros para protegerse, sobre todo con los que están en el centro, si son los que ya sobrevivieron a la arena – expliqué mi preocupación.

Alvina desapareció del hombro de Alatia, haciéndose de nuevo invisible.

Alvina sobrevuela el fuerte, haciéndose una idea general de lo que Sephiroth le había trasmitido al elfo Eladamri. El plano dibujado por el elfo es ciertamente parecido a lo que podías ver.

Tiene las cuatro torres, desde dentro de alguna de las mismas sale luz, y hay sombras de personas moviéndose. Pero en la torre sureste y noreste no hay luz que salga desde dentro, y tampoco parece que haya nadie a primera vista.

Los muros que la rodean al fuerte están semicubiertos, y puedes ver levemente a un guardia que está paseando por los mismos. En la puerta de entrada puedes ver como tienen a dos guardias con arcos vigilando la puerta, están bastante cubiertos, por lo que será difícil acertales de pleno si decidiérais entrar por la puerta principal. A uno de los lados puedes ver con dificultad como hay otro tipo más escondido y cubierto que está mirando en dirección hacia los guardias. Tiene una campana justo a su lado.

La placita que queda al oeste tienen a unos 12 caballos atados. Hay unos 3 bandidos allí que están sentados en una mesa, tienen botellas de lo que a primera vista parece licor y están jugando a las cartas. Sobre las piernas del más gordo de los tres hay una mujer rubia cuyos ropajes hace que vaya semidesnuda, por no decir desnuda. Te tendrías que acercar más para ver los detalles físicos de la misma, pero desde luego a primera vista, no parece que quiera estar allí.

La plaza del este es mucho más amplia, y puedes ver como tienen una arena para realizar combates, allí puedes ver acomodado en uno de los sofás individuales a un tipo con unas vestiduras purpuras, está bastante relajado en aquel sofá.

En el centro de la arena hay otros dos bandidos y un osgo bastante grande, parece que estén hablando y señalando a diversos puntos de la arena de combate. No parece que estén agresivos entre sí, sino parece más que estén hablando.

 * 

Lo que está debajo del techo verde es una entrada que tiene unos barrotes bastante grandes y resistentes; esa entrada está apuntando hacia el muro este, donde estáis todos, aunque ha de haber un trecho desde la puerta hasta el muro. Esos barrotes te recuerdan a los que una prisión pudiese tener desde fuera.

En el edificio que está en el centro puedes ver como tiene tres plantas. La primera tiene unaos ventanales un poco más grandes, y parece a primera vista que hay jaulas y algún que otro prisionero, aunque no demasiados. Tendrías que acercarte a la misma para poder ponerte a contabilizar. En la segunda planta los ventanales son más pequeños y una extraña humareda rezuma en su interior, por lo que a Alvina le es imposible ver lo que hay dentro desde fuera. La última planta no tiene ventanas.

Alvina puede detectar como la magia es muy poderosa en las dos últimas plantas... Aunque hay algo que está en el muro este (por donde está la puerta oculta), que rezuma una magia similar a la que puedes detectar en la tercera planta de ese edificio alto, aunque no sabe la razón, pero esa magia es... Extraña, desconocida en cierto modo dirías

–La idea de que los prisioneros luchen por su vida, su orgullo y su libertad que propone Alatia me gusta. Aunque como dice Lya, si han sido sometidos a torturas, forzados a luchar entre ellos para sobrevivir y demás, es posible que estén en unas condiciones terribles, que no quieran colaborar o que incluso sean ahora leales a los esclavistas –dijo la dasharii, pensativa.

–El problema de liberarlos es que el enemigo tendrá la gran ventaja de conocer el terreno alrededor del fuerte. ¿Dónde los llevamos? ¿Los dejamos a su suerte? – dijo después para continuar su reflexión. 

Hrönn recordaba muy bien los asaltos a campamentos orcos en los que participó. La situación era parecida en cuanto a que su bando era pequeño y el enemigo grande. La diferencia era que el campamento enemigo había sido formado sobre la marcha, pues se trataba de una invasión, y que eran los humanos los que conocían el terreno al dedillo. Gracias a ello el peso del número se redujo, y los prisioneros, conocidos y aliados, seguían las instrucciones u sabían a donde ir.

–Tal vez... Si inutilizamos y bloqueamos el portón principal y la entrada secreta, esos cabrones necesitarán bastante tiempo en resolver el problema y darnos así algo de tiempo a nosotros para escapar con los prisioneros. Otra opción podría ser el crear trampas en los aledaños al fuerte para retrasarlos.

Alatia estaba un poco como fuera del sitio, abstraída, hasta que de pronto con un palo empieza a señalar varios puntos del boceto que ha hecho Eladamri

Señala hacia la zona de la puerta de entrada.

- Dos arqueros (señala los dos circulos azules) protegidos, difíciles de acertar. Además veo al menos otro bandido escondido (señala la equis azul con la flecha) vigilándolos y con una campana de alerta. Además hay al menos un bandido dando vueltas sobre los muros exteriores. 

Luego señala las dos torres que indicó en su momento su compañero. - Están oscuras y sin movimiento, seguramente no hay nada ahí. Entre las otras dos torres hay una docena de caballos y tres bandidos jugando a las cartas con, posiblemente, una esclava o prisionera.

Ahora señala el patio más grande (marcado en el mapa como Arena) - Ahí está el osgo y dos luchadores o bandidos, hablan de la arena, pero Alvina no lo entiende. Hay otro bien vestido sentado en un sillón o similar. Hay también una entrada con barrotes * pero Alvina tiene miedo y no quiere acercarse más.

Alatía seguía señalando zonas del mapa hecho por Eladamri

- Al otro lado de la plaza hay un edificio con tres plantas. En la primera hay ventanales por los que se ve algunas jaulas con prisioneros, aunque hay pocos. En la segunda hay ventanales muy pequeños por los que sale una humareda, no se ve nada. En la tercera no se ve nada, no hay ventanales. Alvina detecta una fuerte magia en esas dos plantas.

- A tiempo estáis de que Alvina investigue algo más, pero no quiero que se arriesgue mucho más, creo que tenemos ya información más que de sobra de lo que hay. Ahora habría que ver si hay alguna entrada secreta o pasadizo.

- Por otra parte, tengo hechizos de cambios de forma, invisibilidad, vuelo... hay que plantear ya una estrategia.