Partida Rol por web

No te resulta difícil ver que a Mike le ha sentado muy mal que el enano dijese eso, y el enano por su parte parece tranquilo y sosegado, aunque deseoso de poder salir

El torso del enano mostraba marcas de heridas en la piel, y también te fijaste que tenía dos tatuajes a la altura del pecho, en el pecho izquierdo un pico golpeando una roca, y en el otro una especie de maza delante de una bota

Mirando el tatuaje del enano simplemente llegas a la conclusión de que ha de ser alguna deidad enana, aunque no sabrías decir a ciencia cierta de cual se trata

Respecto al medallón, le prestas un poco más de atención, y en cierto modo el que tenía Nager parecía ser más refinado y con un final mucho mejor, escondiendo todo lo que a su mecanismo atañía. 

Pero este es claramente anterior, mucho más tosco y más sencillo de escudriñar, tiene un potente hechizo de calmar emociones, y en el mismo tiene un hechizo que sirve de contraparte, dominar persona. Con esto tienes conciencia de que aquellos que portan este colgante su conciencia y sus emociones quedan a merced de aquel que conoce como activarlo y desactivarlo...

Y fijándote bien, tiene palabras talladas en el propio colgante, en las zonas que circundan la joya morada, en la lengua elfica.

En el centro:

"Lobo"

A la izquierda:

"Calma"

A la derecha:

"Despierta"

Estas marcas no estaban en el colgante de Nager, desde luego el modelo más antiguo te ha dado muchos más datos que aquel que os enseño aquel anciano

Eres extraña, tienes nuestra esencia y puedes hablar conmigo; además... noto que llevas una pesada carga contigo. Pero eres fuerte, y tu esencia, aunque débil aún, formas parte de nosotros; no estás sola. 

El interior de la norteña se removió al escuchar como la osa pudo en un instante reconocer sus pesares. A Hrönn no le gustaba exteriorizarlo. No hablaba de ello a no ser que estuviera realmente ebria.

La dasharii emitió un ligero bufido de dolor, tanto por ver a tan noble animal encerrado como por el recuerdo de sus problemas. Se acercó con tranquilidad y extendió el brazo entre los barrotes para que la osa pudiera olerla mejor, mientras ella también hacía lo propio y trataba de olisquear el interior de la jaula.

–Si, querida. No poseo las habilidades del sabio Dukkulai, pero se me han concedido algunos dones para poder comunicarme con otros seres y poseer sus rasgos. Provengo del norte, mas allá del bosque embrujado de Feltoern, y estoy aquí con mis compañeros para liberar a toda criatura que quiera dejar atrás las cadenas de esos malditos esclavistas.

Al escuchar los gritos del humano, la dasharii se viró con agresividad y los puso en su sitio antes de proseguir.

Cuando la osa se acercó algo mas la dasharii comenzó a tocarle el hocico y el pelaje con una ternura que no se le había visto anteriormente.

–Te prometo que no te harán daño –dijo señalando a sus compañeros –, ni esos perros que antes ayudaron a hacerte prisionera. Sería un honor luchar a tu lado, pero ahora mismo nuestra prioridad es sacaros de aquí cuanto antes. Será decisión tuya en cualquier caso si quieres tomar venganza sobre tus carceleros. Apártate de la puerta, vamos a abrirla. Oh, ¿qué me puedes decir de tus vecinos de celda? ¿Sabes si hay mas seres encerrados aquí?

Los compañeros que hayan estado atentos a la dasharii, pudieron ver como Hrönn se incorporaba con suma tranquilidad mientras la osa se acercaba a los barrotes. Emitió unos gruñidos muy suaves que fueron respondidos por la bestia, y extendiendo los brazos hacia el interior le tocó el hocico y el pelaje con una ternura nunca antes vista en la salvaje norteña.

Mientras estaba hablando con la osa, Hrönn se encendió al escuchar los gritos del humano.

–¡Eh, tú, comotellames! Tranquilízate o te juro que vas a salir de esa celda calentito –dijo al virarse como un resorte, con un rostro endemoniado.

Con un bufido rabioso se giró nuevamente hacia el animal y siguió su conversación con un gesto mas agradable.

–Esta preciosidad quiere salir y está dispuesta a luchar. No os hará daño. Dice que han usado su poder para crear... cosas, y que hay que acabar con ello antes de que surjan mas.

- Ok. Voy para allá, Hrönn. – le dijo Lya girándose, pero aun manteniéndose allí.

Se volvió a Mike. Había estado largo rato observando el medallón que el humano llevaba al cuello y le había dado vueltas a algo más.

- Vale, Mike. Cambio de planes. Dame ese medallón. Mejor no lo lleves. Tiene varios hechizos imbuidos. Uno es ciertamente un hechizo para calmarte y ayudarte a salir de la transformación en hombrelobo, pero otro es como dice el amigo comerciante. – cabeceando ligeramente hacia el enano – Así que antes de sacarte necesito que me des el medallón y me enseñes el pecho como hizo el amigo. Mientras lo haces voy a encargarme de las otras celdas.

Primero fue a la puerta de la osa que se había calmado con Hrönn.

- Hola, amiga osa. – la saludó con una mezcla de respeto y ligero miedo – Yo amiga de Hrönn – se señaló y luego a la bárbara - ¿Le has explicado que todos somos amigos tuyos? Explícale a los animales que me huelan bien, por favor, y se queden con mi olor. Si necesito volver a tomar otra apariencia eso puedo ayudarme a que no me ataquen. – le pidió a la salvaje.

Una vez liberada la osa, fue hacia la celda del enano.

- Sabes tan bien como nosotros que no eras un mero comerciante y que si te tienen aquí todavía con vida es por algo más. Me gustaría que confiaras en nosotros y nos lo contaras, pero te liberaremos igualmente si no lo haces. – mientras abría la cerradura de la celda – Si no quieres tomar las armas, no te obligaremos, aunque cualquier tipo de ayuda nos será bienvenida. Estamos en una clara inferioridad numérica – terminó con una leve sonrisa para intentar quitarle hierro al asunto – Por cierto, los tatuajes de tu pecho, ¿son de alguna deidad? – le preguntó en un tono casual volviéndose a la celda de Mike todavía sin abrirla.

- Bien, Mike, ¿cómo vas con eso del medallón y la camisa? – le preguntó esperando que le hubiera hecho caso.

Sus compañeros estaban liberando a todos los presos. Desde las escaleras que daban acceso a las mazmorras, Alatia observaba, un vistazo al interior y otro a la sala de las columnas. Todo iba bien y el único que podría darles problemas era el humano que no era consciente de su situación.

Con las mazmorras controladas Alatia hizo un par de gestos a Alvina, que tras saludar al hombre lagarto, desapareció.

–Ah, no te preocupes. Con un simple olisqueo esta señora te reconocerá aunque te hayas bañado en estiércol. Acércate mas, sin miedo –respondió a Lya.

Hrönn volvió la cabeza hacia la entrada y llamó al perro.

–Dest, ven aquí. Tranquilo y sin aspavientos, que nos conocemos.

La osa sale bastante tranquila, mientras os va oliendo a casi todos. Podéis ver que en su pelaje hay parchetones era complicado verlo cuando ella estaba dentro de la jaula, pero una vez fuera lo veis claro; era como si faltase piel y pelo en la parte de inferior, como si hubiese sido arrancado.

Pero cuando se pone cerca de Mike le gruñe

Confío en él porque es tu amigo, ¿no Hrönn?

Dest va a por Hrönn, y tanto la Osa como el perro mantienen una tensa mirada; Hrönn se encuentra en medio de los dos

Mike hace caso a Lya y se quita la camiseta, solamente hay marcas de arañazos ya curados, y diversos puntos, pero nada especial. No sin cierto recelo se quita el medallón.

Jé, qué fácil, eh. Y yo que pensaba que no me lo debía quitar como me dijeron.

El enano se ríe

Sí claro, no es muy conocido, pero es un dios enano, Márzhammor Duin es su nombre, el Descubridor de Caminos. Podremos tener tiempo fuera para poder hablar de él si es que os interesa.*

No, claro que puedo luchar, os dije que os ayudaré en lo que pueda, y eso mismo haré, pero si me pongo al frente probablemente os resulte más una carga que una ayuda

Alatia sube arriba, viendo el espectáculo que le ofrecía tanto el dracónido como el lagarto a Sephiroth. El hada no pudo localizarle, ya que estaba bastante escondido.

Con una parada rápida el lagarto paró uno de los golpes del dracónido. Aunque él, más fuerte y hábil le lanzó un segundo tajo que el amigo de Kes no pudo llegar a parar. El herido da unos pasos hacia atrás, temblando en su paso, pero retomando la compostura no sin cierta dificultad

Lya deja que la osa la olisqueé al igual que Dest cuando se acerca.

- Gracias – le dijo a la bárbara antes de dirigirse de nuevo a por Mike y coger el colgante.

- Estupendo. Gracias, Mike. Ahora recuerda, es importante que no pierdas los nervios, que mantengas la calma. Si te pones nervioso, te transformaras en un hombre-lobo muy grande y violento y atacarás a cualquiera que esté cerca. Te llevará tiempo aprender a mantener el control cuando te transformes – años, si es que llega a hacerlo alguna vez… - Vuelvo enseguida.

Se acercó a sus compañeros uno a uno el colgante enseñándoles unas palabras en élfico que estaban inscritas, explicándoselo en voz baja.

- En el centro pone “Lobo”, en la izquierda “Calma” y en la derecha “Despierta”. Imagino que son las palabras para activar cada efecto. Si se va de madre la cosa al menos tendremos la posibilidad de ponerle el collar para activar el hechizo de calma, pero después habría que quitárselo rápido para que no puedan usar los otros efectos para volverlo a transformar.

Se guardó el colgante.

- Bien, voy a liberar a Mike y a ver que hay tras la puerta grande por la portezuela…

Se acercó hasta la puerta de Mike para abrirla y por último hasta la portezuela que había en la gran puerta del fondo, la cual abrió usando la mano mágica, lo cual le permitía observar desde ella sin arriesgarse a estar demasiado cerca para recibir un zarpazo.

Cuando el enano mencionó su deidad, la dasharii lo miró de reojo de arriba a bajo.

–Del humano no me fío un pelo. Del perro sí, aunque sé que les ayudó a que te capturaran. Ahora nos ayudará a nosotros a terminar con esos esclavistas. ¿Qué me puedes decir del enano, hermana? ¿Y qué hay en la puerta del fondo?

–Dest, acércate y quédate con su olor. Esta osa no será tu enemiga más. Sé que te estás animando, pronto podrás hacer ejercicio.

Hrönn se giró nuevamente hacia los compañeros de la entrada.

–¿Cómo veis lo de ir sacando a los prisioneros? ¿O finalmente hemos decidido pasar a la ofensiva con su ayuda?

Ambas sabéis que es una deidad principalmente enana, más localizada en el frío y duro norte. Ellos abren y cuidan de caminos y rutas comerciales de los lugares remotos del norte. Los clérigos y seguidores de esa deidad tienen a tener un buen corazón y a prestarse a los demás*

La osa te responde

Ese humano huele a lobo y a humano, es una aberración Hrönn... Además no siento que se pueda dirigir a sí mismo.

Huele hacia el fondo donde le habías dicho

Es un gran habitante del bosque... Pero... Es mejor que no nos crucemos con él, no va a escucharnos y caza todo aquello que haya por delante y tenga oportunidad

El humano sale nervioso mientras se frota las manos, está mirando con gran nerviosismo hacia las escaleras de subida, parece que vaya a salir corriendo en cualquier momento. El enano le está prestando atención, está mucho más calmado, y parece seguro de sí mismo

De la pequeña portezuela sale un intenso hedor y al terminarla de abrir escucháis como algo grande gruñe desde dentro junto con un tintineo de cadenas. ca hueco es oscuro, y deberíais acercaros para asegurarse de qué podría ser

La dasharii frunció aún más del ceño al escuchar las revelaciones de la osa.

–¡Aguarda, Lya! Será mejor que te apartes de esa puerta por ahora –bramó alzando el brazo en su dirección.

Acto seguido continuó hablando con el gran mamífero para tratar de sacar algo más en claro.

¿Qué puede ser eso que teme una fiera osa?

¿Qué es? ¿Un dragón? ¿No crees que podríamos llegar a un trato con esa criatura si prometemos liberarla de sus cadenas? ¿O crees que hacerlo sería incluso más peligroso para este territorio que lo que pueda hacer esta banda de rufianes?

La salvaje había escuchado lo del inestable humano lobo, pero de alguna forma no le preocupaba, o al menos no tanto como que los esclavistas tuvieran el poder de encerrar una criatura tan legendaria como la que ella pensaba.