Partida Rol por web

- ¿Ahora Clemence? ¿Ahora? ¡Tendría que estar destruyendo ese maldito bastón! - le grité en mi cabeza.

Totalmente concentrado en mi.hechizo, procedo a cerrar con más fuerzs la mano de tierra intentando romper cada hueso de Pharan, pues no podíamos permitir que ese miserable siguiera haciendo de las suyas.

Sin embargo, en su forma licántropa, su cuerpo se volvió un tanto más resistente, pero no por ello dejaría de ejercer presión sobre él, pues eventualmente sus huesos terminarían por romperse.

No hay mejor momento, ha retrasado varias veces su hora. Cortaremos su licantropía de raíz

Oiste su respuesta

El bastón lo lleva esa elfa... Has hecho bien en mandar a Klex, Lya. ¡Ahora acabad con Pharan!

Viendo que el líder se encontraba ahora bien aferrado por la magia del elfo y hastiada de los cánticos de aquellos acólitos, Hrönn decidió bajar el volumen de los decibelios y, pensaba ella, de paso dificultar la apertura del portal. Haciendo una vez mas uso de la longitud de su arma la hizo volar en varias direcciones con el objetivo de reducir a los acólitos cercanos.

—¡Maldita rata, por fin nos muestras tu verdadera cara! —gritó luego al ver que Pharan aumentaba en volumen y fealdad—. ¡Vamos, déjate de juegos y enséñanos lo que te ha hecho ser el líder de esta basura!

Después de los golpes propinados, Hrönn dio unos pasos atrás para proteger la entrada de la sala y se escondió la guja tras la espalda.

En cuanto le preguntas si puede romper el bastón el dracónido te asiente.

Ténsalo.

Y agarrando su arma rompió en dos el bastón, sus tentáculos se retorcieron de dolor, cayendo antes de poder dar otro latigazo.

Yo guardaré.

Se giró y se puso a los pies de la escalera.

Ahora la puerta secreta apuntaba a un claro y limpio día.

Klex lo sobrevoló sin que se diese cuenta, pudiendo seguir a Alatia sin ser retenido.

Un sonoro crack sonó al apretar Eladamri su mano. Una especie de sonrisa se reflejó en la licántropa forma de rata.

¿Eso es lo mejor que tienes elfo?

Dijo mientras apretaba sus dientes.

Hrönn se movió con paso ligero, y como quien corta papel terminó por tirar a dos de aquellos cultistas, los otros dos ni parecieron inmutarse de la caída de sus dos compañeros

¡Será un placer pelo-roja!

Gritó con desesperación mientras su voz se iba rasgando poco a poco al tiempo que extendiendo sus brazos se liberó de la magia de Eldamri. Cayó al suelo con una rodilla apoyada, y se fue levantando poco a poco, su constitución había cambiado por completo, no solo en fuerza física, si no en tamaño, ahora mismo podría medir perfectamente más de 2 metros. Las ropas las tenía casi todas rotas, y en su pecho colgaba un medallón hecho con lo que parecía un Ojo de Tigre que estaba brillando con intensidad, aquellos usuarios de la magia podían reconocer que era un Canalizador Arcano. Abrió las fauces mientras exhalaba vapor por el calor emanado; parecía que aquel vapor iba a ser de lo último que podríais ver a medida que la iluminación de la sala iba descendiendo lenta e inexorablemente.

La magia de Lya hizo que se echase una pierna hacia atrás con un grito de rabia, la rabia crecía como fuego en sus ojos, ahora era libre, y parecía haber encontrado aquel que podría hacerle más daño

Haciendo caso omiso a las provocaciones de Pharan, procedo a intentar capturarlo de nuevo, esta vez intentando inmovilizarlo contra el suelo para facilitar que Hrönn le corte su cabeza de una buena vez.

- Myroc, Eladamri. Separaos de mí. Voy a apagar las luces. - les advirtió preparándose para lanzar un nuevo hechizo que la protegiera en la oscuridad.

Sacando la vieja daga de Nacer y con furia salvaje, Hrönn se abalanzó sobre la gigante rata.

—¡Esto va por todos los aldeanos que has jodido!

- Alatia ha roto el bastón y huye hacia el bosque. El semidragón nos bloqueará la salida si ella no hace nada. - dijo y sin decir nada más Lya levantó su mano con el cristal que usaba de foco arcano y apuntando a Pharan desató todo su potencial en una confusa sucesión de rayos de fuego y de fuerza que golpearon ferozmente a Pharan haciendo incluso más daño gracias a la maldición que había lanzado sobre Pharan.

La mano aplastó de nuevo a aquel licántropo, complicando y restringiendo sus movimientos, el ser se retorcía mientras la magia del elfo le apretaba una vez más.

Hrönn se puso encima de la mano mágica, clavándole la daga una vez tras otra a aquella mala bestia, sonó un pequeño chisporroteo al meter y sacar la daga mientras que un humillo y un olor a pelo quemado envolvía la sala. Pharan gritaba de puro dolor mientras se revolvía, intentando encontrar algún modo de salir de aquel agarre, gritaba a sus acólitos

¡Dejad de cantad y venid!

Pero ellos parecían prestarle caso omiso, siguiendo aún dentro de aquel trance.

La magia de Lya le impactó con fuerza al rostro, doblándole el rostro con un gran ¡CRAC!. Parecía que todo su forcejeo se había detenido por completo, justo a tiempo de que la oscuridad engullese a todo el habitáculo.

Ves que un hilo comienza a salir de la coronilla de Pharan convertido en licántropo, es el momento.

Mientras sigues a Alatia con alatidos ves como ella desaparece de tu campo de visión, se ha desvanecido como si de un truco de magia se tratase

Llamé mentalmente a Klex para que regresara lo más rápido posible hasta mí para convertirse en estoque en cuanto llegase a mi mano. En cuanto lo tuve corrí hasta Pharan; la oscuridad no era problema para mí…

…el sonido de aleteo llegó de nuevo a la sala acabando antes de llegar a Lya que alzó su mano para coger un estoque blanco. A continuación se oyeron sus pasos apresurados corriendo en dirección a Pharan.

- Hrönn, soy yo quien viene por detrás de ti – le avisó en la oscuridad para que no la atacara por instinto con su guja al no poder en la oscuridad.

Diblándola con agilidad saltó el último paso para lanzar su estoque… por encima de la coronilla de Pharan y caer de pie junto a él.

- Alatia ha desaparecido con el bastón roto… literalmente. – informó a sus compañeros al recobrar el aliento.