Partida Rol por web

Habías sido convocado por la academia de magia de Atrante, le que era un reconocimiento a tu habilidad y tu buen hacer en el pasado. No eras la única persona que esperaba, por lo visto había algo importante en ciernes y muchos aventureros habían acudido a la llamada.

Conocías al gran maestre por haberle hecho algún trabajo anteriormente. Tu discreción a la hora de manejar los asuntos delicados de los magos te había granjeado su confianza, pero parecía que esta vez iba a ser distinto.

- Gracias por venir. - Te saludó en cuanto entraste a sus aposentos. Los cansados ojos del anciano archimago denotaban que la tuya no era ni la primera ni la última de una larga serie de entrevistas. - Te necesitamos para un trabajo... sutil y delicado, ya me comprendes, nada fuera de lo que te hayamos pedido anteriormente. Pero antes que podamos ver ese trabajo hemos tenido un contratiempo y me gustaría aprovechar tu presencia para algo más sencillo, pero que entraña un riesgo importante para dos inocentes.

Desplegó delante de tus ojos un mapa de la zona boscosa al noroeste de la ciudad y señaló una marca de un pequeño grupo de granjas.

- Hemos recibido una llamada de petición de ayuda. Por lo visto un grupo de trasgos ha aparecido por la zona y han causado algún que otro contratiempo. No te molestaría con algo tan trivial si no fuera porque parece ser que han secuestrado unos niños y necesitamos una intervención rápida.

Sobre el mismo mapa señalo un monte a un par de kilómetros de la aldea.

- Creemos que ahí tienen su guarida, o eso se desprende del mensaje que he recibido. Los granjeros son gente llana y tienen miedo. Han determinado dónde está su refugio, pero no sabemos el número de esas criaturas que pudiera haber.

- Enviar tropas no es una opción, queremos a los niños vivos y estas cobardes criaturas no dudarán en matarlos si se ven asaltadas.

- No irás en solitario, hay un par más de voluntarios que ya te esperan dispuestos para la marcha. Buena suerte.

Un encargo por debajo de tu nivel, pero salvar a los niños es algo por lo que sí te comprometes. Tras las presentaciones de rigor el grupo se pone en marcha hacía el destino elegido.

Cerca del punto designado en el mapa podéis observar a uno de los trasgos que está haciendo algo parecido a una guardia. Descuidado, no presta atención al entorno y se muestra molesto, enfadado. De alguna manera le han obligado a estar ahí. Os encontráis escondidos entre los árboles y el vigilante no se ha percatado de vuestra presencia.

Estaba claro que este trabajo no estaba a la altura de Logar, pero a veces había que hacer cosas para contentar a su maestro. Además le serviría para evaluar la competencia de sus compañeros de cara a la próxima misión. Logar permanece impertérrito durante las explicaciones de su maestro y asiente cuando este termina. -Así se hará maestro.

Durante el camino Logar no dice ni una palabra, va absorto en sus pensamientos, una vez llegan Logar analiza la situación y sonríe, parece una pieza fácil, aunque quien sabe cuantos mas habrá. Con un gesto indica a Sandar que tome posición para disparar al trasgo, mientras cierra los ojos y se concentra en las energías mágicas, esperando que Gerond sepa interponerse si al trasgo le da por atacar.

El paladín se había prestado siempre por la gente. Su promesa era ayudar, y en un momento así, sin además nada mejor que hacer, no dudaría en prestarse a limpiar un poco más el mundo de alimañas y colaborar en la paz del lugar. No había que preguntarle, simplemente participaría. Y si no se lo hubieran solicitado, y se hubiese enterado, haría de igual manera por ayudar. Se acercó a ver el mapa, a revisar los lugares, escondites e intentar reconocer el lugar y hacerse una imagen de por donde vendrían sorpresas y cual sería la mejor ruta de aproximación para una llegada discreta y que no se asustasen los "bichos" antes de que empezase la fiesta.

- Ni lo dude por un momento. Dijo sin mirar a nadie, estando revisando el mapa y señalando por donde empezaba su mente a planear la ruta de llegada.

El archimago le pedía  a Sandar que colaborara con dos voluntarios que estaban a su altura para una minucia, rescatar a unos niños de unos trasgos o lo que quedará de ellos, pensó amargamente. Asintiendo ante el viejo maestro le devolvió una mirada asegurándole a este que haría todo lo que estuviera en su mano para salvarlos. Se cumplirán sus deseos maestro! Exclamo despidiéndose con una reverencia.

Ya fuera de la Academia compartió el viaje con sus nuevos compañeros ideando un plan para liberar a los niños. No tardaron en encontrar huellas de los trasgoides que les condujeron a un solitario vigilante que parecía guardar la entrada a su caverna. Posicionándose Sandar monto su ballesta y espero el momento preciso para realizar un ataque fulminante o eso deseo ella.

Su saeta voló sigilosa y mortal atravesando el aire clavándose en la alimaña a la vez que la asesina le deseo una muerte horrenda.

Una vez los aventureros llegaron a la zona designada, observaron a su presa.

Gerond trazaba en su mente una ruta para acceder de la mejor manera posible a la cueva mientras que Logar concentraba sus fuerzas arcanas para pasar a la acción.

Pero mientras los dos hombres se preparaban para la acción, Sandar, mucho más intrépida que sus compañeros, no dudó en disparar su ballesta.

Su certera puntería dio en el blanco atravesando al pobre trasgo por el abdomen. El humanoide quedó aturdido observando a su alrededor sin tener consciencia real de lo que le había pasado, mientras la sangre manaba profusamente por su herida.

Una acción arriesgada que podría provocar la alarma si no acababan rápidamente con su enemigo.

Logar sigue reuniendo energías mágicas, mientra avanza hacía la entrada. -Ya es nuestro, Gerond remátalo, yo estaré preparado por si sale algo de allí.

Mientras Logar mantiene su concentración para incrementar su poder mágico, Gerond se acerca al trasgo caído, pero cuando llega a su lado de alguna manera se siente incapaz de terminar con su vida.

El trasgo, aún conmocionado por el ataque anterior, observa aterrorizado la figura que emerge de la espesura del bosque, pensando que son los últimos instantes de su vida. Al ver como el paladín se sitúa frente a él y no le ataca inicia un movimiento hacia la boca de la cueva, posiblemente para dar la voz de alarma.

Desde su sitio Sandar observa con frialdad las intenciones del trasgo y sin dudarlo vuelve a disparar, haciendo blanco de nuevo y dejando al sangrante humanoide a un paso de la muerte.

Tras el certero disparo, Sandra avanzó junto a el paladin para rematar a su presa. No podían permitirse el lujo de dejar que diera la voz de alarma. Dirigiéndose al paladín, le susurró intentando convencerlo de que hacían lo correcto: Gerond! No podemos dejar que nos delate. Rematalo o noquealo!

Ante la insistencia de los compañeros, y sin tenerlo claro, ya que él se sacrificaba por el grupo, esperando también que sus ataques fueran letales de una vez, cambió de opinión. Había que liquidarlo.

Logar avanza cautelosamente mientras sigue reuniendo fuerzas mágicas ajeno a lo que viene por el pasillo.

Los aventureros se aproximaron hacia el goblin que se encontraba a un paso de la muerte y que intentaba arrastrase a la entrada de la cueva.

Gerond intentó rematar al pobre infeliz pero en el último instante dudó y no llego a golpearle. Poco importaba ya, el trasgo escupía sangre y todo intento por su parte de lanzar un grito de advertencia era inútil.

Una vez cerca de la entrada, los ecos de la cueva llevaron hasta ellos algunos sonidos provenientes del interior, si bien no todos los aventureros estaba atentos a los mismos.

Viendo como su compañero se encarga del trasgo, Logar hizo una señal a su compañera Sandar para que avanzara hacía el pasillo. Mientras seguía reteniendo las energías mágicas, dispuestas a ser lanzadas hacia el pobre infeliz que se cruce en nuestro camino.

Logar le insinuaba que avanzara junto a él, pero Gerond parecía no acabar con el maldito goblin. Con su estilete brillando en la mano se lanzo a por el goblin y le asesto una puñada esperando acabar con él, exclamando: Pues si que eres difícil de matar! Después de abatirlo intentaría recuperar sus dos virotes. Solo tenia 10 y no podía desperdiciar sus útiles de combate.

Por fin el resistente trasgo muere tras el golpe de gracia de Gerond. Sandar hunde su daga en el cuerpo para asegurarse mientras intenta recuperar al menos uno de los virotes que uso para el ataque.

Logar por su parte mantiene su concentración mientras observa la entrada de la caverna a la espera de un ataque que no se produce o de unos enemigos que no aparecen. Por lo visto sus movimientos han permanecido ignorados por los trasgos hasta el momento.

Tras intentar recuperar uno de sus virotes, la asesina susurro a sus compañeros que permanecieran tras ella. -Puede haber trampas! - exclamo, mientras avanzaba por el túnel llego hasta lo que parecía ser una puerta. con disciplina busco trampas y tras asegurarse que no había peligro intento abrir la puerta con unos instrumentos metálicos muy afilados.