Primer Acto: Atardecer de un día agitado.

Mi vida concluye. La visión se oscurece, y todo lo que queda son recuerdos. Recuerdo un tiempo de caos, en los sueños de una tierra lejana. Pero, sobre todo, recuerdo al Guerrero de la Carretera: un hombre llamado Max.

Para entender quién era, debemos regresar a otra época: la época adonde el mundo era impulsado por el combustible negro, y los desiertos eran poblados por ciudades de acero y ductos... Desaparecidas ahora, acabadas. Por razones que ya se olvidaron, dos naciones guerreras lucharon entre sí, y alcanzaron una destrucción que acabó con todo. Sin combustible no eran nada. Y cuando ya no había por qué luchar, entonces guardaron las máquinas y se detuvieron.

Sus líderes hablaron... hablaron... y hablaron. Pero nada detuvo la furia. El mundo tembló. Las ciudades explotaron. El mundo se convirtió en una tormenta de fuego. Los hombres se alimentaban de hombres. Los caminos se convirtieron en una pesadilla: sólo aquellos capaces de moverse o capaces de luchar sobrevivían. Las bandas se apoderaban de los caminos, y acababan con los qué los cruzaban.

Y en esta época de decadencia, la gente ordinaria era transformada o aniquilada. Gentes como Max, el guerrero Max, que con el estruendo de un motor lo perdió todo y se convirtió en otro tipo de hombre: un hombre misterioso y desolado, un hombre acechado por los demonios del pasado. Un hombre que se aventuró al más allá.

Y fue allí, en ese lugar, donde aprendió a vivir otra vez.

Mad Max 2: The Road Warrior

Prologo

El anciano de la tribu jamás se despegaba de su caja de sonidos hasta el día que murió a manos de los Robarostros, aquella gente de la carretera que anuncia la muerte lenta bajo el dios del asfalto. Pero el anciano no murió en vano porque su legado perduro hasta la llegada del Guerrero del camino.

Aquel sujeto ofreció guiarnos hasta el origen de los sonidos de la caja del viejo, donde el sol no quema y el agua corre libre por los senderos.

Sin mucho que pensar nos embarcamos en aquel viaje antes que los Robarostros vinieran por su diezmo.  Cuando lo descubran nosotros estaremos a varias lunas de distancia.

No hay nada que temer….el Guerrero del camino está con nosotros…

El final es donde partí

Déjame ver que hay para saborear esta vuelta, la verdad, la mentira y la mueca de tu ingenuidad. 
Cuantas palabras que se disputan el poder y la gloria y cuántas vidas se pierden en el frío de un reino mortal. 
Loco de pensar queriendo entrar en razón y el corazón, tiene razones que la propia razón nunca entenderá. 
Y a donde voy, siempre voy a buscar lo que es mío, aunque el planeta termine en un círculo y el final es en donde partí. 

Antiguo fragmento religioso del viejo mundo

El guerrero del camino no hablaba con nadie. Solo se molestaba en señalar hacia donde debíamos enfilar nuestra caravana de vehículos que cada día era más pequeña a causa de los Robarostros.

Si el guerrero del camino era nuestra salvación entonces los Robarostros eran nuestra perdición, ellos representaban al dios de la carretera y las garras de su ira por huir de su regazo protector y privarle del diezmo sagrado, la vida de uno a cambio de la seguridad de los demás.

Ellos se llevaban uno de nosotros al azar para ser devorado en sus rituales de poder y su piel pasaba a formar parte de ellos. Muchas veces el rostro de un ser querido volvía a visitarnos y reclamar diezmo sobre la máscara de uno de ellos. Ni siquiera la muerte era la salvación para nuestra tribu.

Pero ahora huimos. Huimos con lo poco que nos queda, y somos pocos porque casi todos han caído bajo las balas y el fuego del Dios del Camino y sus Robarostros. Solo quedamos nosotros con lo mínimo para llegar al Nuevo mundo. El mínimo de gasolina, el mínimo de munición, agua y comida. Solo importa llegar a toda costa.

Y el guerrero del camino viaja solitario delante de nosotros como el sol del amanecer…

De nuestra tribu de nueve vehículos y treinta personas solo quedamos siete de nosotros…

Dos vehículos acorazados y el camión del agua que antes de ayer perdió todo su líquido vital por un proyectil. También permanece una motocicleta de uno de los exploradores y protectores. Solo somos nosotros. Siete supervivientes. No hay nadie más.

Cuando se acercaba el final del día nos topamos con una emboscada de merodeadores aliados al Dios de la Carretera. Rápidamente se abalanzaron sobre nosotros y ahora reptan sobre los coches mientras que sus machetes amenazan nuestras cabezas.

Hace un día que hemos perdido de vista a los Robarostros pero si los merodeadores sobreviven darán el aviso a ellos. No debemos permitirlo.

-¡Mierda! Doc, tendrás que sujetarte fuerte porque seré un tanto brusca. -añado en un tono ácido mientras pongo 5ta y aumento la velocidad envuelta en un frenesí imparable interior, sentía a través de bocanadas de ansiedad como mi cuerpo se tensaba y nada me robaría las ganas de arrasar con todo. La situación era un desastre, estaba harta de las emboscadas precipitadas, no teníamos mucha comida y el agua escaseaba de tal manera que ya era una utopía beber un trago de la misma. 

Siempre y bajo toda circunstancia era una buena conductora, lo único que me quedaba de aquella antigua vida era disfrutar de la adrenalina cuando estoy al volante. Ahora ya no estaba sola, tenía mi acompañante que era un médico. Soy consciente de que debo protegerlo, sin él estamos fritos pero todo no se puede considerando que estos gusanos del asfalto aparecen de todos lados. 

Por suerte Njöror (un águila americana) viene conmigo a todos lados y es quien colabora en mis intentos de sacar del medio la mugre. Extiendo mi brazo para que el ave se pose sobre mí mientras que con la izquierda sujeto el volante y le doy mis órdenes al animal. - Ve por ellos Njöror a los que van en motos, es tu comida. - al terminar la última palabra le doy un impulso a mi águila para que salga del auto y comience con su ataque, era el momento de jugar rudo. 

Sin perder de vista a mis compañeros voy conduciendo atenta a lo que pueda surgir, hasta que observo por el espejo retrovisor como uno que iba en moto se lanza sobre mi auto, no sólo eso, se mete por la ventana de atrás. Ya frunciendo el entrecejo y maldiciendo a la madre de ese idiota, doy un giro y apuntando con mi arma en su cabeza le disparo a quemarropa. -Vuelve al lugar donde perteneces. - termino añadiendo justo cuando centro la mirada de nuevo hacia la carretera, podrían aparecer más de improvisto y si tenía que pasarlos por encima con el auto lo haría sin dudar.

Cada tanto chequeo a Njöror desde los espejos para ver como va con su tarea. 

Kroon conducía su 88 a toda velocidad tratando de ganar distancia a las motos. En la parte de atrás viajaba Sombra que estaba un tanto inquieta. Simpre pasaba cuando las cosas se ponían feas, como si fuese capaz de percibir la adenalina y se excitase con ello.

Probablemente si le pedía a su vehículo todo lo que daba, no sería difícil perder a sus captores, pero no quería perder de vista al resto de la caravana, por lo que pudiera pasar. Además, estaba el imbécil que estaba agarrado al techo del vehículo. Sopesando sus posibilidades, decidió que solo podía hacer una cosa: clavar freno. Era un plan suicida porque podía ponerle al alcance de otros vehículos, pero no tanto. Contaba en que la inercia del vehículo haría que aquel imbécil se cayese delante del vehículo y luego solo quedaría triturarlo con el bulldozer.

Respecto a la moto, podían pasar tres cosas: Que pasase de largo, lo que sería perfecto porque dos hermosas ametralladoras gatlin lo estarían esperando, que se pusiese a la par, en cuyo caso le reventaría los sesos de un tiro con su 44. 

Respecto a los otros vehículos, esperaba poder volver a coger distancia rápìdamente y si no, estaban las gatlin.

Sacó su arma y sujetó el volante fuerte con la mano izquierda. Giró a la izquierda para que en el peor de los casos, su enemigo quedase a su derecha y pisó el freno a fondo.

Estoy en el interior de la cabina del camión del agua -Así es querida ayer éramos más, pero la lluvia de fuego nos alcanzó y voló en pedacitos chiquititos a los amigos que cuidaban al agua ... por eso es que ahora vamos ligeros- platico con el escarabajo de color negro que da vueltas a mi mano, de reojo veo a mis otros compañeros en la cabina del camión uno de ellos manejando y el otro retocando su maquillaje .... -lo siento mi vida, pero tu sacrificio nos dará el combustible para pensar- me levanto duras penas del rincón donde tengo mi bolsa con latas y adelanto mi mano enmedio de los asientos del piloto y copiloto .... -¿alguien quiere .... un poco de alimento?-.......(espero sus reacciones)

Lo siguiente que pienso hacer es asomarme por detrás del piloto y ver si tenemos alguna sorpresa de ese lado.

Esta día está resultando ser, con diferencia el peor de mi vida, no solo nos están masacrando sino que hemos perdido el agua, voy con speedy y su águila. Un especímen impresionante... y el águila también es fascinante.

Mi humor está agriado como leche de 3 semanas. Me agarro fuerte en el coche, aunque he de reconocer que hasta ahora speedy ha sido muy buena conductora, bueno ahora también lo es, pero no estoy disfrutando precisamente, aunque si salgo viva de ésta no tendré mas que agradecimientos hacia su manejo.

Lanza al águila para que nos cubra, pero con todo uno de los tipos consigue entrar en él coche, mi primer instinto es coger la pistola y dispararle, pero luego veo las garras de acero, sé lo que eso puede hacer en la carne. Mi compañera no piensa tanto y reacciona antes, se gira, le maldice, dispara y vuelve a fijarse en la carretera.

De mi cinturón cojo uno de mis cuchillos arrojadizos y se lo lanzo, automáticamente cojo otro cuchillo, pero no se lo lanzo, necesito algo con lo que defenderme, y también a speedy que está conduciendo.

Fuego en sus ojos... en la carretera... en el horizonte.

Se sumerge en un océano de fuego, un páramo salvaje que se traga su alma con cada mordisco de arena y polvo. Aún con sus pies en el acelerador, puede sentir como el pavimento lo mastica en cada movimiento brusco del camión. 

Saca su mano por la ventanilla para acomodar el espejo retrovisor, manotea el aire y simula que realmente tiene un espejo entre sus dedos. No importa, no necesita espejos retrovisores, lo que importa está adelante. El pasado esta tan muerto como sus esperanzas, es inútil arrojar una mirada.

Fuego, esta vez lo quema por dentro. Sangre en ebullición que nubla su mente. -Agárrate de donde puedas nena- mira de soslayo a Frank y le guiña un ojo. -Esto está a punto de ponerse mejor-

Cuando Sparks entierra sus pies en el acelerador, el motor explota furioso alimentado por la adrenalina que motiva su existencia. Empuja hacia la izquierda, esquiva un bache, luego hacia la derecha y toda la cabina se sacude. 

-Sparks no quiere tu puta mierda Bicho!- responde ante la oferta de Bicho. Junta saliva y escupe por la ventanilla, ésta se evapora en el aire antes de tocar el suelo arenoso. -Y de nuevo te digo no hay mierda de sacrificio! es solo un insecto!- Un sucio y vil insecto como aquellos merodeadores.

Avanza por la derecha intentando dar con el ángulo justo, aún puede ver al maldito que se coló por la ventanilla del vehículo de speedy. Enfermo, este mundo está enfermo y él es la cura. Él y su escopeta recortada de doble caño.

-Sujeta esto y no lo sueltes, jejeje...- vuelve a referirse a la diva postapocaliptica mientras fija la mirada hacia el volante. -...si, me refiero al volante.-

Saca medio torso afuera y le apunta al malnacido -Hey tu, inmunda bolsa de carne. Soy tu puto "Dios del Camino" y debes arrodillarte ante mi para que te bañe mi gracia!!!- Una risa frenética acompañada de la explosión provocada por la descarga doble de su cetro de poder.

Otro insecto menos...

Soy un puto poeta,

El profeta en maldito agujero.

Mis palabras te penetran como una bala en el cerebro.

Tu final esta cerca,

ya puedo sentir el hedor de tu carne podrida bajo el sol.

Congelaré este páramo de fuego, solo para desintegrar tu existencia.

Estaré justo bajo tu piel, quemando tus venas con plomo ardiente.

Soy un puto poeta, tu final está cerca.

TRAGA ESTO INMUNDO ANIMAL

JA JA JA!!

Día 3 luego de dejar el hogar.

Querido diario:

Hoy he tenido que dejar mi hogar por que los sucios roba-rostros quieren acabar con todos nosotros. Salimos de apuro, el pueblo entero, tuve que dejar atrás a aquellos que amo y sufro profundamente por eso.

¡Qué será de mi vida sin mis pintalabios y mi laca para las uñas!, ¿Qué sin mi pinza de depilar?

Llevamos viajando varios días comiéndonos la tierra del Guerrero del camino, quien nos guía.

Comer tierra es un asco, ojala pudiera comerle el nabo.

La suerte me ha hecho viajar en el camión de agua junto a Sparks quien me parece que quiere probar la carne de chancho, también viaja conmigo Bicho, ósea, imagina lo que puede ser un tipo apodado así.

Iuuuuuuuuuuuuuu, ¡asco-mil!

Día 6 luego de dejar el hogar.

Querido diario:

Hoy nos atacaron los merodeadores, no son tan hijos de puta como los roba-rostros pero no dejan de ser peligrosos.

De hecho, nos han roto el depósito de agua del camión y por ende nos hemos quedado tan secos de líquido como cualquiera de los hombres a los que les he mamado la polla.

Ahora tendremos que ingeniárnosla para poder beber algo, afortunadamente el semen es un buen sustituto y al estar rodeada de hombres no voy a morir de sed.

Wiiiii mírame papi, ¡Soy una genia!

Día 9 luego de dejar el hogar.

Querido diario:

Hoy escribo mientras nos atacan.

Los merodeadores de nuevo y esta vez parece que vienen con ganas de acabar con todos.

Mmmm acabar.

¡Perdón, que me pierden algunas palabras!, a lo que iba, nos atacan los merodeadores y la cosa se ve chunga, encima, Bicho quiere que me coma no sé qué mierda de insecto que se ha sacado seguro de los huevos.

Asco-mil, ni loca me meto en la boca algo que provenga de ese nido de bacterias.

Por otro lado Sparks no deja de sugerírseme, le veo ahora mientras me lanza frasecitas de héroe de antaño para luego sacar medio cuerpo por la ventanilla ofreciéndome el culo como espectáculo.

Algo me ha dicho de que le sostenga, ¿será los huevos?, no lo sé, el ruido de los motores y la balacera acalla cualquier palabra pero por las dudas y para que luego no digan que soy una persona que no colabora con los suyos, acabo de alargar mi brazo hacia sus nalgas he introduciendo el dedo gordo entre los cantos de su culo y mientras mando el resto de mis dedos bajo la bolsa de sus huevos para sujetarle bien mientras con la otra mano tomo el volante.

Y grito (por que los merodeadores dan un miedo que te cagas)

¡Ah!, te preguntas ¿y cómo carajos hago para escribir mientras?, pfff, pues escribo mi diario en un cuaderno imaginario.

So burra.

El viento le llegaba directo a la cara y Drex se sentía extasiado, reía sin parar mientras recibía el impacto  del aire. Incluso por momentos cerraba los ojos y conducía sin ver dejándose perder en la sensación de placer que le transmitía la velocidad. Pero de repente unos gritos lo sacaron de la tranquilidad en la que se encontraba y despertaron al demente. Su cerebro había sido programado mediante la tortura para responder con agresividad a la violencia, por lo que cuando vio a los merodeadores atacar su convoy la persona dejó de existir y dio paso a que salga el monstruo. 

Sangre, sangre, sangre, debo matarlos a todooooooos. Pensó Drex mientras esbozaba una estruendosa cargada de maniático.- JAJAJAJAJA TODOS MORIRÁN JAJAJAJA

Sacó su cuchillo de combate porque quería sentir la sangre en sus manos, quería sentir la satisfacción de apagar una vida con sus propias manos. Buscó cual merodeador era el más cercano como si fuera un tiburón acechando su presa y cuando encontró uno lo suficientemente encarriló su motocicleta para atacarlo. Haciendo uso de su gran destreza como piloto con tan solo una mano sostuvo la trayectoria de la moto y con la otra blandió su arma esperando clavarla en el ojo de su objetivo buscando causarle una muerte cruel y a la vez quedarse con el ojo de aquel desdichado como trofeo. Mientras dejaba escapar un grito estruendoso que se pudo escuchar por todos los que se encontraban en esa lucha.-¡WOHOOOOOOOOOO LA HORA DEL ALMUERZO LLEGÓ! Me comeré tu ojo jajajajaja 

Un estado de frenesí estaba por comenzar para Drex, una vez sintiera ese placer que le enseñaron a tener cuando le causaba dolor a alguien nada podría detenerlo hasta quedar satisfecho. 

Kroom realiza una maniobra de frenado de emergencia arrojando al tipejo a la carretera el cual rueda varios metros mientras que su bomba molotov cae cerca de él quemando sus pantalones. La caída le produce varios traumatismos graves y algunas extremidades quedan en extrañas posiciones antinaturales. Algún hueso expuesto puede verse por aquí y por allá pero el Merodeador se levanta como puede, extrae un arma de sus ropas y se prepara a disparar a Kroom. Nada parece importarle ahora...

El otro motociclista no advierte la frenada y sigue detrás del camión que conduce Sparks pero no llega hasta ellos porque un ave de gran porte se abalanza sobre el merodeador y lo arroja de su moto hacia el costado de la carretera. Al parecer el ave acaba de arrancar una buena parte del rostro del perseguidor y ahora disfruta de su comida en pleno vuelo de regreso.

En el coche de speedy el merodeador no llega a actuar con suficiente velocidad porque recibe varios disparos. La conductora mantiene el coche en velocidad constante y dispara al agresor para arrojarlo con fuerza sobre el asiento trasero además de romper los cristales de atrás y hacer un par de agujeros al techo del automóvil. Genmu ataca con su cuchillo luego de los disparos pero su objeto afilado se clava en el techo del coche. Los disparos de Speedy dejaron a todos dentro del coche completamente aturdidos y la audición es nula.

El camión de Sparks avanza firme e implacable por la carretera amenazando con atropellar a quien se sitúe adelante de su paragolpes. Deja momentáneamente el volante a Frank y dispara al incursor del auto de speedy con su temible escopeta de dos caños. La lluvia de perdigones da en la nuca del Merodeador que había sido obligado a sentarse en el asiento trasero del coche de Speedy y ahora sus sesos decoran a los ocupantes del vehículo. El coche pronto comenzara a apestar putrefacción a causa del insoportable calor. El disparo que acierta por milímetros también daña el baúl del coche y perfora la rueda de auxilio. Pero la acción no termina allí porque Frank despierta la ira oculta de sparks. Sera difícil de contener...

Mientras tanto Bicho mira hacia atrás y descubre a tres Merodeadores reptando hacia la cabina del mismo. Avanzan por encima de camión con armas en mano. Uno lleva una espada, otro una bomba molotov y el ultimo una pistola... detrás del vehículo dos motociclistas advierten de Bicho e intentan ganar velocidad para llegar hasta el y disparar sus ballestas.

De repente el tercer Merodeador, aquel que estaba en la parte de atrás del camión es atacado por Drex que por medio de una voltereta de su moto cruza por encima y arranca un ojo al pobre inepto. Drex aterriza del otro lado con un ojo humano clavado en su cuchillo. El Merodeador lleva sus manos a su rostro y queda en cuclillas sobre el tanque de agua del camión...

Uno de los incursores ubicado sobre el camión dispara a Drex pero un bache en el camino lo protege de un final abrupto. El virote de la ballesta se clava en la parte de atrás del asiento de la motocicleta.

El otro sujeto con la molotov en mano utiliza un cuchillo arrojadizo que pasa a centímetros de la oreja de Bicho, el cual se había asomado en búsqueda de sus perseguidores.

Los dos motociclistas atacan a los ocupantes del camión. Uno de ellos acierta su disparo en el brazo de Bicho y festeja con gritos y maldiciones su disparo certero. El otro en cambio falla su disparo hacia Frank, su virote da en la parrilla del camión.

Las dos motocicletas se posicionan a ambos lados de la cabina del camión con intenciones de volver a disparar...

Sparks deberá hacer una tirada de salvación de Inteligencia por su Desventaja. En base al resultado le diré que sucede con él.

Totalmente aturdido por el disparo, mi cuchillo no da ni al mundo, por suerte está en el coche y lo puedo recuperar.

Parece que el tipo que ha disparado speedy está muerto, pero con cuidado, y con un cuchillo en la mano, intento apoyarle dos dedos en el cuello y notar su pulso, o mjor aún, su ausencia de pulso.

Sigo sin oir nada por el disparo de mi compañera y encima estoy hasta arriba de sesos, así que me paso la mano por la cara, para limpiarla, de carne al menos, y mirando alrededor del coche, por si hubiera más enemigos.

Drex deberá hacer una tirada de salvación de Inteligencia por su Desventaja. En base al resultado le diré que sucede con él.

En base a sus resultados lamento informarles que deberán actuar de acuerdo a lo siguiente: 

Furia Berserker: El individuo no puede controlar su furia en combate, de modo que: Atacará a cualquier enemigo; Atacará tanto a amigos como a enemigos; Atacará a cualquiera y no parará de luchar hasta que caiga exhausto o inconsciente. 

Esto incluye a compañeros y a enemigos por igual, yo determinaré cuando queden exhaustos si es que no quedan inconscientes primero. 

Cuando el conductor maldice, insulta y rechaza la bendita ofrenda una sonrisa se dibuja en mi rostro, volteo a ver a la señorita Frank y parece que tampoco apetece el alimento, está más ocupada analizando (¿y tocando?) el trasero de Sparks, regreso al insecto a la bolsa de latas murmurando para mí: -Que suerte tienes Lucy, podrás crecer más y reproducirte- Escucho alboroto y disparos afuera, al sacar la cabeza por el quemacocos (o el hoyo en el techo de la cabina para ser más específicos) veo que 3 tipos caminan encima de lo que queda del tanque de agua, una moto vuela y derriba a uno de ellos, otro me arroja algo que pasa cerca de mi oído -¿Habrá sido una libélula enorme?- Por la carretera un motociclista me apunta con algo y siento de repente caliente el brazo....

La única reacción al ver que tengo una flecha clavada en el brazo y que sale por el otro extremo .... es abrir mucho los ojos, sin emitir queja alguna me dejo caer cerca de mis latas (cuido mucho no caer encima) y chorreando sangre les digo a los navegantes: emmm mi gente... tenemos 2 chicos malos arriba y a los lados del camión ...  ¿podrías hacerte cargo de ellos Sparks?....

En el incomodo espacio analizo mi brazo y ahora le pregunto a Frank -¿Con tus delicadas manos  me ayudarías a sacar la la .... flecha?- digo esto y trato de romper el extremo con la mano sana.

-Respira Speddy, relax... ¡Qué mierda! Esto es fascinante, me encanta. - hablo mentalmente mientras piso el acelerador a fondo e incremento la velocidad. Estaba toda sucia por los restos de la materia gris de nuestro visitante no deseado, no me preocupaba en absoluto y seguía con la mirada fija en el volante hasta que escucho el disparo de una escopeta (?).

Doy un giro brusco hacia donde creí haber escuchado el disparo con intenciones de descubrir quien era el idiota y mantengo una expresión de enojo mezclado con las nauseas por el aroma a putrefación del cuerpo. Era evidente que el camión de Sparks venía detrás mío y deseaba que no fuera él quien tuvo la brillante ocurrencia de meterse con mi auto. -¿Quién se atreve a dispararme? Maldito seas... De adorno tendrá la llave inglesa en el medio de la frente. -manifiesto con un marcado enojo hasta cierto punto psicótico. 

Ya aturdida por el estruendo del disparo intento que la cabeza no me dé vueltas, le dedico una mirada al Doc y le hablo mitad en señas y mitad con palabras. - Necesitamos sacar este cuerpo de aquí. ¿Puedes deshacerte de él? mientras conduzco e intento mantenerme en la carretera. - era importante  no sentir ese olor espantoso. Sin mucho más que decir, sigo pendiente de mi auto.

Por un breve instante me encontraba perdida por el frenesí de la situación, sentía excitación, adrenalina, impulsos locos por desafiar las leyes de la velocidad y sacar mi fuego interior,  hasta que Njöror aparece por la ventana y se atreve a comer el rostro del muerto. Lo observo por el espejo retrovisor y hago de cuenta de que no veo nada, el animal tiene derecho a alimentarse y no seré yo la que le robe eso.