Partida Rol por web

Un nuevo día iniciaba, tras tomar una ducha, me dirijo a mi despacho para seguir tarabajando en el diseño de mi nuevo motor, el mismo que promete aunetar en un 65% la velocidad de los aviones comerciales, reduciendo a la mitad el consumo de combustible.

Cuando este bebé esté listo, de seguro que revoluciona la industria aeronáutica reduciendo las emisiones. - pienso mientras reviso nuevamente los cálculos, hasta que recibo un mensaje de Dobla Destino en mi teléfono personal. - Vaya este tipo si que sabe hacer su tarea. - pienso mientras leo el mensaje.

Tras leer el mensaje de Dobla Destino me pongo mi armadura y me pongo en marcha hacia la base de Dobla Destino.

Al parecer el trabajo tendrá que esperar, el deber llama. - pienso mientras sobrevuelo Londres hasta llegar a mi destino. Tras activar mi camuflaje optíco para no ser visto colándome en la aguja de Cleopatra a plena luz del día, desciendo e ingreso al lugar.

Todo parece estar en orden salvo por un par de cajas de pizza vacías, el lugar está tal cual lo dejamos anoche. Aparentemente soy el preimero en llegar así que decido ponerme cómodo, retirando el visor mientras me siento en el sillón a esperar a mis nuevos compañeros.

Una figura encapuchada salió inesperadamente de un rincón oscuro, cuya presencia Arcángel no había reparado, debido seguramente a algún oscuro poder de ocultación o sencillamente que al vestir tan sombrío, le era fácil confundirse en las zonas carentes de luz:

- Buenos días... - Saludó Revan, con su habitual voz siniestra.

El Hechicero se deslizó como un fantasma hasta sentarse en un sillón próximo y se sentó tranquilamente. Era obvio que llevaba allí un tiempo. Miró a Arcángel y le preguntó, con buenos modales, pero no por ello menos inquietante:

- ¿Ha pasado una buena noche, señor Strauss?.

Llegué tardísimo a casa. Por fortuna no trabajaba hasta las cinco de la tarde, así pues podría dormir y recuperarme bien. O eso creía yo. El estrinente pitido de mi móvil recibiendo un mensaje me despertó de sopetón. Creí que lo había silenciado... Murmuré mientras mi mano lo buscaba sobre la mesilla y, con los ojos achinados, trataba de verlo.

Al leer el mensaje salté en la cama. ¿Cómo demonios ha obtenido este tipo mi número de móvil? Joder! Esto si que es respetar la intimidad... y la identidad... Me levanté y me di una ducha de agua fría para espabilarme. Necesitaba estar al cien por cien... Y que hace Noche de día... corriendo por Londres.

Por fortuna aquella zona no es muy concurrida, salvo por los ingleses de a pie. El monumento en concreto está junto al río Támesis en los jardines de Embankment. Las copas de los árboles podrían darme una buena cobertura... Si tengo sitio para saltar de uno a otro... Y los turistas desconocen el lugar, por lo que podría ir.... Siendo yo misma... Abrí el armario y bajé una caja. En ella guardaba algunas pelucas que me habían regalado compañeras de trabajo y que solía usar para pasear más tranquila por la ciudad.

Descendí al refugio de Noche, algo un poco complejo durante el día... pero no imposible. Me puse el traje y me guardé la máscara en el bolsillo. Me cubrí la cabeza con la capucha, la peluca de pelo largo rubio asomaba por ambos lados de la capucha, cubriéndome parte del rostro. Dejé la chupa de cuero abierta. Cerrada llamaría más la atención.

Miré las armas... No podía llevar el arco y la espada, no si mi intención era caminar por las calles de Londres, a la vista de todos, sin llamar demasiado la atención. Pero la daga y los cuchillos arrojadizos si podían ir conmigo si los ocultaba bien. Usé una de las comunicaciones de la cloaca con el metro y viajé hasta Embankment, manteniendo siempre mi perfil bajo, procurando no llamar la atención.

En Embankment salí del metro y pasee por sus jardines, dando una vuelta por las cercanías del obelisco. Cuando estaba segura de que nadie más me veía, accedí por la entrada secreta del mismo.

En un rincón, sin avanzar nada por aquel pasillo, me retiré la peluca y me puse la máscara. Luego me cubrí nuevamente con la capucha. Coloqué los cuchillos arojadizos y la daga en sus vainas, abrochándome la chupa a continuación. Luego doblé como pude la peluca y la forcé a entrar en uno de los bolsillos de la chaqueta. Me hará falta para volver a casa.

Una vez que Katherine se había ido, dejando paso a Noche, me encaminé a la guarida de D·D, intrigada por lo que nos quería contar. Una vez allí me encontré con el brujo y el millonario. No parecía que hubiese nadie más.

Buenos días. Me alegro de no ser la primera. Les dije con un tono seco a modo de saludo. ¿Nuestro anfitrión no está? pregunté mirando hacia los lados mientras me encaminaba a uno de esos asientos tan cómodos. Como tarde mucho acabaré durmiéndome aqui mismo. Pensé al acomodarme en el sillón.

Buenos días Revan, debes enseñarme ese truco alguna vez. - digo algo sorprendido al percatarme de la presncia del hechicero.

En definitiva, existían ciertas cosas que estaban más allá del entendimiento de la ciencia y la magia era una de ellas.

Habría jurado que estaba solo e iba a prepararme el desayuno mientras esperabamos a nuestro anfitión. Dobla Destino hizo su tarea, mira que conseguirse mi número de celular cuando ni siquiera lo tenía mi exnovia. - digo a modo de broma mientras me dispongo a preparar unas tostadas.

¿Revan deseas algo? - pregunto mientras Noche hace acto de presencia.

Me temo que no, pero al menos dejo la despensa llena, si gustas puedo prepararte algo, siempre y cuando no sea muy elaborado claro está. Quizá un pan con mantequilla o una tostada tradicional, las francesas no las sé hacer. - agrego con total calma mientras empiezo a prepararme un sandwich.
 

El hechicero no dijo nada cuando Arcángel le pidió acerca de enseñarle sobre su truco de aparición. Seguramente era un caso de esos en que "Un Mago no debe de rebelar sus trucos".

Cuando le ofrecieron algo de desayunar, se limitó a responder:

- No, gracias...

¿Comería Revan?. En caso de hacerlo... ¿Comería como una persona normal o su dieta sería... más exótica?.

A continuación miró a Noche y respondió a su pregunta:

- Obviamente todavía no a llegado, sugiero que esperemos un poco y, si no se presenta en un margen de tiempo razonable, nos marchemos cada uno por su lado...

Bajo por la escalerilla hasta llegar a la casa de Dobla Destino. Ya está casi todo el mundo.

- ¡Buenos días! Hoy me he traído mi propio café.- Enseño el termo que llevo en la mano.- ¿Habéis dormido bien? Yo dormí como un bendito, pero tengo algo de resaca.

Me siento en una silla y extiendo los pies sobre la mesa.

- ¿Alguien ha leído el periódico? Me muero por saber que dice de nosotros la prensa. "Un grupo de locos en mallas revienta a otro grupo de locos enmascarados." Y de subtítulo: "Un duendecillo tocahuevos revienta el cristal de un restaurante". Deberíamos ser una imagen para recordar. Ahí, Revan con la máscara, flotando con la capa al viento; Arcángel en contraluz de una farola, con las alas extendidas y el amenazador zumbido; Noche dando volteretas ninja, esquivando balas; Doble D tirando flechazos; Lara sacando armas mutantes de todas partes; y yo, pidiendo café y una entrada para el Arsenal. Me encantaría que nos hubieran hecho una foto. Miguel, ya que estás haciendo algo de desayunar, hazme un favor y caliéntame a mí también unas tostadas. Me muero de hambre. Por cierto, ¿dónde está Lara?

Cuando tengo el traje puesto, soy Arcángel, no se te vaya a escapar en público y me metes en líos, en cuanto a las tostadas, las prefieres negras o sólo doradas. - respondo mientras me preparo ara graduar la temperatura del tostador.

Supogo que Rift ya no debe tardar, en cuánto a los diarios ni idea, pero prefiero no prestarles mucha atención, yo hago esto porque es lo correcto, no por publicidad Honet. - digo restándole importancia a los comentarios sobre las noticias.

Si mi intención de dormir hubiese sido real... se me habría fastidiado en cuanto Hornet entró en la guarida. Creeme, si quisiera salir en la prensa, me hubiese dedicado a otra cosa. Respondí a Hornet. Buenos días.

Luego miré a Arcangel. Tenía su gracia verle cocinando con todo el equipo puesto. ¿Y si le haces cuatro tostadas en lugar de dos? Le veo con hambre.. Le dije a nuestro cocinero inmune a las salpicaduras de aceite y quemaduras. Con suerte mientras come no habla, aunque sólo sea por educación. 

Luego me recosté nuevamente en mi asiento acomodándome en él. Un sueñecito no me vendría mal... pero no me fío de Hornet... capaz es de venir a quitarme la máscara si duermo. Me da que es bastante curioso y eso no es siempre bueno.

"Usar nombre código cuando llevamos trajes. Anotado."

- Perdona, perdona, Arcángel. Ponme las tostadas como quieras, me da lo mismo mientras lleven algo encima.- Le pego un buche al café.- Pues no deberíais ignorar a la prensa. Os pueden convertir en héroes o villanos, dependiendo de como juguéis vuestras cartas. Que sí, que luego cada uno es cada uno, pero en una crisis con civiles de por medio, es mejor inspirarles confianza que inspirarles pavor. Solo porque te escuchen para que salgan con cuidado, ya merece la pena. Y ese es un ejemplo solo, luego hay más y mejores razones.

En cuanto llegaron los vigilantes, vieron que la base estaba justo igual que la noche anterior. Excepto por el coche, que ya no estaba, y la cómoda del fondo, aquella donde Dobla Destino había guardado un marco que colgaba de la pared. Del cajón semiabierto colgaba un guante lila.

Pero al parecer, Dobla Destino no se había olvidado de ellos. Mientras estos discutian, sonó un ping proveniente de una de las pantallas del ordenador.

En la pantalla había un mensaje escrito:

"L sinto chics, m ha srgido alg. Pr ahra os ocpais vstros."

Había llegado a casa tan tarde que había caído dormida en el sofá, incapáz de llegar a la cama. Mi melodía del móvil me despertó sobresaltada. "Mierda, me he quedado dormida." Cogí a toda prisa mi ropa y corro a la ducha. Tras asearme un poco, bajo mis escaleras saltando los escalones de tres en tres. Afortunadamente, tengo mi moto aparcada en la puerta.

Cuando me estoy subiendo a la moto, me doy cuenta de que el mensaje no es de mi jefe, sino de Dobla Destino. Mientras salgo a toda prisa en dirección a la base, llamo con el manos libres al trabajo. "Voy a tener que tomarme unos días de vacaciones. Esto parece que va a requerir toda mi atención."

Aparco a un par de calles y me acerco andando asegurándome de que nadie me sigue. Bajo las escaleras a toda prisa y entro en la base.

- Buenos días a todos. Lamento llegar tarde. - Cierro la puerta con cuidado y me detengo un segundo a recuperar el aliento. - ¿Son tostadas eso que huelo? No os creáis que soy una muerta de hambre, es sólo que no le ha dado tiempo a desayunar. "Ni a dormir, casi."

Me doy cuenta entonces de que las miradas estaban fijas en el mensaje de la pantalla. Suspiro pesadamente.

- Vaya, parece que nos toca a nosotros resolver el caso. Doble D tiene que andar liado en algo gordo para no venir.

Pues sí que lo son, ¿Quieres una? Ya que estoy en la cocina, te ahorro el viaje. Bueno señores, mientras esperamos a Dobla Destino que os parece si tratamos de averiguar a que vienen todos estos demanes.

Toma Hornet, tus tostadas y aquí en la mesa la mantequilla. - digo con calma. - Y no te preocupes tanto por la prensa, mientras sepas que haces lo correcto, todo debería ir bien aunque a veces la gente no lo aprecie, si no mira lo que la prensa de New york dice sobre el Hombre Araña y el tío les ha salvado el trasero más de una maldita vez.

Si quieren saber mi opiniín, todos los sujetos que participaron en los demanes parecían un grupo de fanáticos religiosos, pero el problema con mi teoría es que todos profesaban religiones distintas. alguien debe estar lavándoles el cerebro para que crean que lo que hacen es alguna especie de misión divina o algo similar. ¿Qué opinan ustedes? - pregunto a nadie en particular.

Mientras los demás hablaban, usé mi magia para aguar el café del termo de Hornet Knight... Lo reconozco, me encantan gastarle bromas al pequeñín, claro que debo de mantener mi pose de tipo duro y misterioso...

Al escuchar el tema referente a diferentes cultos religiosos, Revan preguntó a Arcángel, con su habitual tono carente de emociones:

- ¿Que case de cultos estamos hablando?. ¿Religiones convencionales o otras más... Exóticas?.

Él ya había tenido su experiencia con temas de cultos religiosos oscuros, dedicados a dioses innombrables, y no sentía ningunas ganas de repetir la experiencia, pero si alguien estaba jugando con las mentes de algunos aspirantes a cultistas, su deber era detenerlo...

Me encojo de hombros.

- Mencionaban a Alá, a El Todopoderoso... A mí me no me suena a Lovecraft, me suena a fanáticos religiosos afectados por algún... chisme... mágico o algo de tipo control mental. ¿Alguien conoce cosas de ese estilo? Arcángel, Revan, Rift... Yo lo siento, pero no es mi área. Podríamos ir al lugar de los hechos. Investigar in situ. Y quien sabe, quizá ver los escombros de ayer nos ayude a estrechar lazos los unos con los otros.

Pues si trata de magia, realmente no puedo hacer mucho, pero si hablamos de ciencia, soy el hombre que necesitan. Ahora investigar in situ, no es mala ídea, salvo por el hecho de que ese lugar debe estar lleno de policías.

Quizá pueda colarme en los ordenadores de la policía, pero no se que tanta seguridad tenga Dobla Destino para impedir el rastreo de su ip.

Permanecí en silencio, en aquel cómodo asiento, en parte luchando contra el sueño y por otro lado tratando de recordar esos detalles del enfrentamiento. Era cierto, aquellos hombres eran todos unos fanáticos religiosos, pero contrariamente a lo que se podía pensar, sólo les unía eso. Luego cada cual tenía su propio Dios al que seguir y adorar y sus propias creencias. ¿Desde cuando un seguidor y fiel de Alá lucha al lado de cristianos? ¿Y desde cuando los cristianos se han vuelto tan fanáticos como para atacar así a la población? ¿Dónde estaba el punto de unión?

¿Alguno recuerda si estaban luchando todos codo con codo?¿O si dentro de ese caos se llegaron a enfrentar entre ellos? Lo cierto es que a voz de pronto yo no lo recordaba, pero quizás los que llegaron desde arriba si hubiesen podido ver algo con más claridad.

Aún así, tomé la posición del Loto en mi asiento y cerré los ojos. La relajación me vendría bien. Me recuperaría algo y mi nivel de sueño descendería y de paso podría recordar con más precisión todo lo ocurrido en ese asalto. Cerré los ojos e inspiré y expiré, luego otra vez... y otra... hasta que mi cuerpo quedó "dormido" y mi mente relajada y libre.

Cuando yo llegué ya se había armado el desmadre, así que no podría responder a esa pregunta. Luego me empezo a llover plomo.

La frecuencia policial decía algo sobre una revuelta, nada sobre un tiroteo, así que dudo que hayan intentado matarse entre ellos, lo más probable es que hayan empezado a disparar tras nuestra llegada, pero la pregunta es ¿Por qué? 

Además está el asunto de los usuarios de la HCM. Ellos se enfocaron desde el inicio en nosotros y en los civiles, nunca atacaron a otro amotinado. No señores esto es parte de un plan mayor.