Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 3: La espada de Damocles y más sucesos.

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03/02/2014, 22:14
Guardián de los Arcanos

El Gabrielle reluce en la noche oscura, con todas sus luces encendidas. Los tripulantes trabajan entre gritos bajo las luces. Cruzan el agua hasta la calle los ruidos de los tornos y los gritos de los hombres.

Respirando el fresco aire de la noche están los exploradores frente al muelle.

El bullicio de las grúas es constante en las alturas. Están cargando bidones de color amarillo brillante. Contienen combustible y se colocan en tres hileras superpuestas en el almacén número dos, en la parte delantera de cubierta. Grupos de estibadores trabajan en el pañol del muelle y en sus alrededores, moviendo los bidones hasta el lugar donde una grúa los recoge de cinco en cinco, el la bodega del barco los otros estibadores trabajan asentando la carga. Tres de las puertas del pañol del muelle están abiertas, justo las que están enfrente del Gabrielle. En el almacén número tres, un grupo de dieciocho estibadores y algunos miembros de la tripulación están embalando y metiendo en cajas las alas de los aviones que quedan por embalar. La escena es ruidosa y confusa. Gritos, los martillos de los estibadores, los tornos, los bidones, el estruendo de las plataformas rodantes... Los exploradores estáis expuestos a una buena ración de gritos si se os ocurre estorbar las maniobras.

Turlow os ha asignado vuestros camarotes tal y como lo ha dispuesto junto a Moore. Un marinero os conduce a ellos. A pesar del ruido, parecen tranquilos. Al parecer, el capitán y la mayoría de la tripulación han salido a la ciudad para pasar su última noche fuera.

El Gabrielle tiene espacio para todos, pero un poco apretados. Los mejores camarotes, el 11 y el 12, que están junto a las cocinas se han reservado para las mujeres, tal y como ya se dijo en otra parte. Los miembros más importantes de la expedición, como científicos y otros expertos se alojarán en los camarotes del 13 al 18, situados en la parte central del barco. Estas cabinas están justo enfrente al comedor de oficiales. El personal de la expedición con menos influencia, es decir, los ayudantes, licenciados, la gente del campamento, los perforadores y otros ingenieros técnicos, ocuparán de tres en tres las habitaciones en el castillo de popa y más abajo.

Moore da permiso a todos para que pasen la última noche en la ciudad, pero a vosotros os desanima con la mirada, y luego se lleva un dedo a los ojos, indicando que es necesario vigilar.


 

Poco después de las 22:00 horas, el proceso de estibación es interrumpido abruptamente por el apagado sonido de una explosión, los cristales rotos y el indescriptible sonido de las llamas estendiéndose por el muelle.

¡Fuego! Grita alguien. ¡Fuego!

Notas de juego

Primero: necesito una tirada de suerte de todos. Si la pasáis, estáis lejos del peligro, pero entonces necesitaré una de escuchar, para ver cuánto tiempo taráis en reaccionar (la luz del fuego no es evidente enseguida)

El que no pase la tirada de suerte estará en el meollo del asunto. Deberá tirar otra, si la falla... :)

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04/02/2014, 02:22
Aramiker Menez

Menez con una media sonrisa por haber conseguido embarcar de una vez por todas. Se disponía a desempaquetar sus pertenencias para transformar el frío camarote en SU habitación. Alguna foto bien colocada y un pequeño marco con la foto de sus sobrinos marcaban la diferencia.

Unos segundos después y el marco de fotos habría caído por culpa de fuertes vibraciones, el sonido de lo que parece una gran explosión llego casi a la par, mientras Menez sostiene el marco.

El ruido de la explosión le llegó claro pero no estaba tan segura de si alguien estaba gritando FUEGO.Y quizá, aunque no estaba segura alguien gritando Fuego. Por lo que no dudo en salir a comprobar.

 

Esto ha sido una explosión?. Si si seguro.

Rauda y veloz se dispone a alertar al resto de tripulación. 

 

 

 

 

- Tiradas (2)
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04/02/2014, 09:43
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Sutton disfrutaba de un momento de tranquilidad en la proa del barco.

Desde que el viejo le había alistado en la expedición, apenas había podido disfrutar de tiempo para sí mismo, así que aprovechó esa noche en la que el barco estaba medio vacio, salvo los estibadores en la otra punta del barco, y se agenció un café caliente, el cual aliñó, por supuesto, y una edición de Macbeth.

...

Cuando fue capaz de levantarse, no estaba muy seguro si había terminado en el suelo por la onda expansiva de la explosión o por un instinto que le había hecho lanzarse a cubierto, se puso en pie, olvidándose del café y del libro y salió corriendo buscando cómo ayudar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Y que siempre me cuelo donde pongo mi valor... la saco con un 51.

Y lo digo y vuelvo a confondirme, sorry...

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04/02/2014, 11:38
Maggie O'Connel

La explosión encontró a Maggie caminando hacia su lugar preferido del barco, aquel en que tenía más amigos, todos ellos con cuatro patas y mucho pelo... Por un momento se vió sacudida por la onda expansiva hasta que se dio cuenta de lo que había sucedido. Después pensó en como apagar el fuego rápidamente antes que se extendiese. Y después... bueno, lo prioritario tal y como sucedían las cosas era encontrar el modo de no perder su propia vida.

Nunca había confiado nada a la suerte. Su maniática preparación de las expedicioines había nacido del hecho de que el azar casi nunca le favorecía. Pero decidir donde estaría en el momento en que explotaba algo en un barco no era algo que se pudiese prever y ahora.... ¡oh mierda!

- Tiradas (2)

Notas de juego

The end... 

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04/02/2014, 18:35
Dr. Arthur Hirsch

El afamado psiquiatra se encontraba paseando por la cubierta aprovechando la oportunidad de leer junto a alguna de las luces de cubierta con una ligera brisa marítima que se había levantado en las últimas horas. En su mano derecha sostenía un tatado sobre farmacología de relajantes no opioideos y en la izquierdauna pipa bien cargada que expelía humo cada vez que le daba una profunda calada. Arthur estaba disfrutando por fin de una merecida calma cuando la explosión rompió el momento. 

Con un fuerte dolor de cabeza se apresuró a incorporarse de la cubierta. La explosión parecía haber ocurrido cerca suyo y no estaba seguro de su estado...

- Tiradas (2)

Notas de juego

La suerte no es lo mio...

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04/02/2014, 20:05
Dominique Pickwell

Pickwell estaba ayudando a los estibadores con el embalaje de las alas en el muelle numero tres cuando una explosion sorda le hace perder el equilibrio. Inmediatamente hace un reconocimiento visual de la zona donde se haya para detectar donde ha sido la explosion y se le viene a la cabeza la aterradora idea de que sea el combustible que estaban cargando el causante de semejante deflagracion...

- Tiradas (2)
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04/02/2014, 20:24
Chester Field

Chester estaba en cubierta, echándose un cigarrillo y pensando en que por fin iban a abandonar aquella ciudad, que tan mala suerte le había traído.

Al menos le consolaba pensar que todo el tema con la policía se había resuelto... o seguro que no les habrían dejado embarcar hacia otro continente con tanta ligereza.

La explosión hizo que el cigarrillo se escapara de entre sus dedos. Mientras la colilla caía hacia las oscuras aguas del muelle, Chester se volvió hacia el lugar donde, supuestamente, había sucedido la catástrofe, listo para ayudar en lo que fuera posible.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Uf, la paso.

Ahora que me fijo: ¿somos 3 jugadores con Suerte (o sea, CORdura inicial) 40?

Anda que va a durar mucho esta campaña XD

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05/02/2014, 21:55
Guardián de los Arcanos

Sucedió así:

Cuatro marineros estaban en el muelle, cargando barriles naranjas en una red de cables metálicos que luego levantaba la grúa. O'Connel, McDonald y Hirsch estaban detrás, mirando la maniobra, como pequeño descanso a sus paseos, meditaciones y labores de vigilancia.

Piclwell estaba en el fondo de la bodega 2, ayudando a otros tres marinos a estibar las alas sin que pudiera darse el caso de que recibieran daño con los movimientos del mar.

Sutton, en la proa del barco, fumaba ensoñadoramente su último cigarro, mientras miraba el mar subir y bajar, con el barco y el mundo entero.

Field miraba al barco de al lado, teniendo la cámara a punto, por si acaso, pero perdido en sus cosas, ocioso.

Menez estaba adecentando su camarote, y la que iba a ser su compañera de cuarto, Whitston, también huroneaba en su maleta, quejándose de la falta de espacio sin mucha convicción, como buscando tema de amena charla.

Por ahí andaba Starkweather, leyendo un buen libro, y despidiéndose del tabaco, como tantos otros.

Pulaski, al borde de la pasarela, en el barco, llamaba a O'Connel para que fuera a ver alguna nueva monería que habían hecho los perros en las jaulas. Ambos acababan de estar un buen rato con ellos, y ella había salido un momento para despejarse y ver anochecer. Al parecer el hombre (muy serio, y a su manera) parecía bastante contento con la exploradora. Tenían parecidas inclinaciones, y ya le había hecho saber sin pudor alguno que no estaba casado ni comprometido.

Meyers y O'Doul también se habían quedado. Se habían agarrado a sendos libros, de los que estaban dando buena cuenta. Al parecer no iban a formar parte de su equipaje, y tenían deseos de acabarlos antes de partir.

Turlow seguía la maniobra desde el barco, atentamente, pero sin atosigar a sus hombres con indicaciones.

La grúa que luego sería espada de Damocles, levantó la hornada de barriles, bien atados a su gancho, y comenzó a hacer el movimiento que los pondría encima de la compuerta de la bodega 3. En ese momento, los marinos, que habían comenzado a mover los barriles que levantarían cuando volviera el gancho, pararon. Uno dijo: -eh, compañeros. ¿Qué narices es esto?

Tanto Hirch como O'Connel como McDonald miraron y vieron un cable que salía del culo del mismo. McDonald y O'Connel reaccionaron a tiempo. Hirch no. Se quedó como un pasmarote, preguntándose qué podría ser. Los otros miraron, pensando mal de la situación, y pensando bien, hacia dónde iba el cable. Se volvieron a la par para ver una sombra entre cajas que se había levantado súbitamente, y que en las manos tenía lo que parecía ser un detonador. Lo vieron según lo estaba apretando. Saltaron para salvar sus vidas.

Turlow, que no podía ver eso, pero que desconfiaba de cualquier cosa rara gritó: ¡parad la maniobra! ¡Parad la maniobra!

Y en ese momento se desató el infierno. O'Connel consiguió parapetarse tras unas cajas, lo que le salvó de lo peor de la llamarada, acaso con una permanente hecha por las bravas. El trozo de la cara que quedó al descubierto se le quedaría de lo más moreno, dando la impresión de ser Jeckil por un lado y Mr Hide por el otro durante bastantes días. Esto incluía su peinado, con el cabello rizado en unos sitios y liso en otros.

Alistair y Hirsch no tuvieron tanta suerte. La caja que había elegido Alistair como parapeto fue un fracaso. Si bien la bomba incendiaria no le afectó mucho, tuvo la desafortunada idea de asomarse justo cuando el barril bajo la que estaba reventó por simpatía, pillando gran parte de su cuerpo, e incendiando sus ropas.

Tanto el calor como el humo le debieron afectar, ya que cayó al suelo temblando, sin moverse demasiado, como si estuviera perdiendo la conciencia.

A Hirsch le pasó justo lo contrario. Si bien la bomba incendiaria le había dado, y tenía, como Alistair, la ropa prendida, fue capaz de retroceder a toda prisa, atónito, y verse fuera del radio de influencia del petardazo que pegó el barril.

El mar se incendió. El costado del barco se incendió, parte de las naves, con los barriles que todavía estaban ahí, se incendiaron y, lo peor, se incendiaron por la parte de abajo los barriles que colgaban de la grúa.

La tapa del barril que había estallado había saltado disparada hacia arriba, y el geiser de fuego resultante había alcanzado a lo que ahora si, era una espada de Damocles sobre todos. Demasiado cerca del barco: si esos barriles estallaban y el combustible en llamas alcanzaba la bodega, se iba a desatar la catástrofe completa.

O'Connel, que estaba indemne (con la manga de la camisa en llamas, pero apagada casi toda de un par de manotazos) pudo ver cómo el incendiario soltaba el detonador y salía corriendo como un gamo hacia la calle.

Turlow gritó: ¡Fuego! ¡Fuego! ¡Traed arena! ¡Sacad las mangueras! ¡Los extintores!

Los desdichados que estaban al lado de la bomba gritaban como posesos. Dos de ellos se cayeron al mar, seguramente sin quererlo. Otro estaba dando vueltas sobre si mismo, de momento sin demasiado éxito. El que quedaba, que había sido escudado por los otros tres, gritaba al gruísta que alejara la carga del barco, que la dejara caer al mar.

El gruista, por su parte, también gritaba desesperado: ¡No la puedo mover! ¡Dios mío! ¡No la puedo mover! Al parecer, había equivocado el sentido de giro de un mando, y al intentar corregirlo, le pasó como al que, a veces, llevado por el miedo, acelera a fondo, en lugar de frenar. La grúa se había acercado todavía más al barco hasta detenerse, pero el hombre tenía la palanca en la mano, como resultado de su pifia. Lloraba desesperadamente.

Pulaski bajó a toda carrera la pasarela, para ayudar a los que estaban en el muelle.

De la cubierta del puente salió la cabeza de Starkweather, indignado, pero no paralizado, que vio, desde su posición privilegiada, cuál era la situación. No se paró en tonterías. No se molestó, de momento, en dar órdenes, bajó los escalones de tres en tres, para llegar a la cubierta principal.

En las cabinas no se escuchaba demasiado, pero Menez llamó la atención de Whitston con su exclamación, y se asomó al ojo de buey, tras lo que pegó un chillido asombroso. Se arremangó, se rajó la falda, para que no le molestara, y salió a la carrera hacia el peligro.

Tanto O'Doul como Meyers estaban algo paralizados estos primeros segundos. Se levantaron después de que pasara Whitston como una exhalación por la cámara de oficiales y salieron a ver, sin terminar de creerse todavía que estuviera pasando algo raro.

- Tiradas (9)

Notas de juego

Sutton, en realidad tu posición en el plano está más allá, en dirección a la proa, pero se acabó el papel, así que indico ahí, que sería el lugar en el que aparecerías si fueras ahí trotando al final del asalto.

Alistair: 7 puntos de vida, y la ropa en llamas. Como te quedas a dos puntos de palmar, estás inconsciente.

Hirsch: 4 puntos de vida, y la ropa en llamas.

Los que tenéis la ropa en llamas debéis tirar cordura 1 si la pasáis/1d3 si no la pasáis. Como es imposible que con la máxima pérdida perdáis el control, podéis actuar inteligentemente, pero está claro que el roleo no es el mismo si se pasa o si no se pasa ;)

Los que no tengan la ropa en llamas también deben tirar cordura, pero 0/1d2 y el mismo efecto en el roleo, of course. Podéis ser fríos y serenos si la pasáis, y gritar como posesos si no, pero en ningún momento os impedirá actuar inteligentemente.

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06/02/2014, 21:16
Dominique Pickwell

Pickwell confima su presentimiento cuando ve desde el fondo de la bodega la llamarada y la columna de humo, sin pensarselo dos veces indica a los tres marineros que se encuentran con el que le sigan hasta la cubierta principal, mientras corren por las escaleras les grita ordenes EL primero que consiga mantas o lonas, el segundo que reuna cuantos extintores encuentre y el tercero conmigo a por la lanza del cuarto de salvamento.

ya en cubierta se topa con dos marineros mas que estan atonitos, como hipnotizados por las llamas e inactivos. Les doy dos empellones para sacarlos de su estupor y les grito Vosotros dos, conmigo a montar una linea de defensa, acto seguido los cuatro nos ponemos a montar la lanza, sujetamos los tres con fuerza la manguera y asintiendo con la cabeza al cuarto nos abre la valvula de agua.

Segun avanzamos por el lado de babor atajando el fuego empiezo a darme cuenta de la gravedad del asunto, la grua soltando fuego en cubierta, el mar y el muelle en llamas, y cuerpos humeantes esparcidos por el suelo...

Continuamos en el siguiente asalto.

Notas de juego

La lanza es una barra metalica larga acabada en un codo con un difusor al final. Se acopla a la boquilla de la manguera y permite regar unos metros por delante de quien la maneja sin que sufra demasiado los efectos del calor o las llamaradas, tambien sirve para refrescar superficies de mamparos. Es como una regadera a lo bestia

Proa: parte delantera del barco

Popa: parte trasera del barco

Estribor: lado derecha del barco mirando hacia proa

Babor: lado izquierdo del barco mirando hacia proa

Esto también es valido para los aviones

Guardián dice: se te ha olvidado la tirada de cordura :)

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06/02/2014, 23:11
Maggie O'Connel

Cuando pudo apagar las leves llamas de la manga, el primer pensamiento de Maggie fueron los perros. Pero aquel pensamiento racional quedó inmediatamente apagado por la rabia y el deseo de matar. Afortunadamente para el terrorista no tenía ningún arma a mano, y eso le salvó la vida, pero en cuanto dominó sus miembros salió disparada tras él gritando c0mo una posesa, aunque sus aullidos quedaron apagados por los terribles sonidos de la explosión.

- ¡Guardias, detened a ese hombre, es el asesino! -gritó tan fuerte como pudo mientras corría tras aquel hombre. En su mente deseó que tropezase y poder alcanzarlo para aplastarle la cabeza con lo primero que alcanzase con la mano.

- Tiradas (2)
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07/02/2014, 09:55
Aramiker Menez

Es en estos momentos donde lo más extraño de la personalidad de Menez sale a relucir.

 

Tras un grito de alarma que muchos podrían confundir con uno de terror, Menez parece olvidarse  del caos y la confusión reinante, y con una sangre fría inhumana se concentra en salvar el máximo número de vidas.

 

Lo primero sería hacerse con un extintor y/o una manta para apagar las llamas de aquellos con la mala fortuna de seguir ardiendo.

 

En su camino y con voz decidida, como si fuesen órdenes de Starkweather, a todo aquel que estuviese paralizado o simplemente sin saber qué hacer, les ordena que (por orden de importancia):

1/ Cierren las compuertas de las bodegas.

2/ Desplacen la grúa sobre sus railes, para que la carga deje de amenazar los barriles de la cubierta cerca de la compuerta de la bodega, si es necesario que empujen la grúa

3/ Usen la manguera que no estaba siendo utilizada por el equipo de Picwell.

4/ Liberen a los perros en caso de que estos corriesen peligro.

5/ Llamad a una ambulancia y al hospital más cercano para que se preparen para al menos una docena de quemados graves por combustible en llamas.

A todo aquel que dudase más de un segundo, le sería propinado un puntapie para hacerle reaccionar. Despierta pedazo de cacho de carne!!!!!!!! le gritaria ademas al oido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nota: La sangre fría se debe a la fobia que padece Menez, (Sufre de panzaismo lo que la hace que vea las cosas mas extraordinarias como algo común...l). (como bien han querido recalcar los sabios dados).

En este caso una explosión que apunto esta de engullir a todo el barco, es vista como algo de lo mas normal si se trabaja con material inflamable y que requiere una acción rápida y coordinada para evitar males mayores.

Lo malo es que hay veces que es mejor alejarse a todo correr............la mayoría de las veces.

 

 

 

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07/02/2014, 10:03
Lord Anthony Montagu-Sutton III

¡Por la Santísima Virgen! - exclamó Sutton mientras se ponía en pie y veía lo que podría considerarse el infierno desatado frente a él.

Echó a correr como un poseso, lo que los años buenamente le dejaban, y trató de hacerse una idea de la escena que tenía frente a él y dónde estaban sus compañeros.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uffff ^_^U

Pues este turno, solo correr entonces ya que solo hay una escalera para bajar del barco, ¿no? La que está a la derecha en la imagen.

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07/02/2014, 15:42
Dominique Pickwell

El calor era tremendo y apenas se podia respirar, los otros dos marineros detras mio tambien sufrian las inclemencias del fuego pero algo menos, me tenian a mi de escudo...

Al cabo de unos minutos cuando se hizo insufrible seguir comenze con la rotacion de puestos, me pase atras y el segundo paso a ocupar mi lugar, ya en retaguardia llame por gestos al encargado de la valvula para que me sustituyera.

desde este puesto podre coordinar mejor este desastre, pense mientras tenia una vision global del accidente, tambien me llegaron los bramidos de Menez, como una persona tan fragil puede soltar demejante tono...

Comenze a montar una segunda linea defensiva con los marineros que me enviaba Menez, A ver muchachos vuestros compañeros se estan asando en primera linea, quiero que vosotros los cubrasis con agua pulverizada para protegerlos del calor, y vosotros tres id a relevarlos...

Girandome hacia Menez le dije a voz en grito: Menez avise a maquinas y que nos envien al equipo de emergencias preparado para incendios. inmediatamente despues corri hacia las mangueras de estribor que estaban todavia inexplicablemente sin funcionar, Pero donde se ha metido el capitan que no esta organizando este desastre, maldita sea...

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me despisté con la cordura, sorry

A ver "masterdeluniverso", jeje...supongo que tengo ademas daños por el calor, ya me diras cuanto.

Esto me recuerda la mili, que tiempos...

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08/02/2014, 17:14
Chester Field

Gritos, explosiones, fuego, gente herida... todo aquello le recordaba a Chester pasadas experiencias en el campo de la fotografía, experiencias que habían quedado enterradas en su mente. Pese al calor que empezaba a notarse, un intenso sudor frío cubrió su rostro en cuestión de segundos. Empezó a marearse, y buscó algo en lo que apoyarse. Afortunadamente para él, su mano encontró una especie de cajón metálico. Había algo escrito en él: Man... ¿Manguera? ¡Una manguera, por todos los dioses!

Sin detenerse a pensar en lo que estaba haciendo, empezó a desenrollar la manguera tan rápidamente como pudo. Por fortuna para él, Pickwell parecía venir corriendo para echarle una mano; él solo se veía incapaz de transportarla.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si los hombres que Ménez ha mandado a estribor llegan rapidito, Chester se dejará de mangueras y empezará a hacer lo suyo; tratar de fotografiar al saboteador desde la cubierta, siguiendo con su cámara a Maggie.

Pero lo primero es lo primero, y lo primero, estando tan cerca de la manguera de estribor, es tratar de apagar el fuego.

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09/02/2014, 00:27
Guardián de los Arcanos

Turlow gritó como un descosido: ¡a las máquinas los marineros de la 2 y de la 3! Den presión, asegúrense de que va a salir agua cuando conectemos las mangueras! Junto con algunos que han aparecido por ahí, comienza a cortar las maromas que unen al Gabrielle con el muelle.

Starkweather hace su aparición en cubierta, atropellando a Whitston y a Menez, que también quieren bajar. ¡Vosotros, conmigo al cabestrante! Grita, e intenta parar al gruista y a algunos de los estibadores contratados que había cerca. ¡Cobardes, ayudadnos con esto! Pero están aterrorizados por la perspectiva de saltar por los aires. Uno de ellos, grande como un oso, gruñe y, acto seguido, le suelta un derechazo a la mandíbula mientras corre hacia la pasarela. Starkweather se queda un momento tumbado. Ningún estibador reduce su paso. Una ola de humo acre de aceite invade la cubierta. En algún lugar, un silbato de vapor comienza a sonar.

La gente que Pickwell tenía cerca, no le hace caso, ante las órdenes de su primer oficial. También es posible que no le hayan escuchado bien, ya que la voz le ha salido estridente y aguda... en todo caso, se ve subiendo solo por las escalerillas que conducen a la cubierta superior, mientras que los marinos se desvían a medio camino hacia la sala de máquinas, para asegurarse de que las bombas del barco funcionen correctamente.

Y vaya si lo hacen. Starkweather se levanta y se ve junto a una de esas mangueras. Ni corto ni perezoso, se levanta y la comienza a desenrollar.

Las órdenes de Menez también se pierden, ya que no hay marineros a su alrededor, y el griterío es considerable. En todo caso, las puertas de las bodegas son enormes, y necesitan, por si mismas, una grúa para ser movidas... demasiado lento para lo que está pasando. Antes saldrá el Gabrielle del puerto. Por otra parte, la grúa, que está montada en el barco, no tiene raíles. La tercera idea ya está más en consonancia con la situación, ya que cuando baja por la escalerilla del puente, a la cubierta principal, está muy cerca de una de las mangueras, la que Starkweather acaba de desenrollar, y cuya llave acciona sin pensar demasiado en la fuerza tremenda que desarrollan las bombas. Por lo demás, su sangre fría es admirable.

Y es con Starkweather y con Whitston con quien tiene que colaborar Menez, al fin y al cabo, ya que está ahí mismo y, además, la manguera que temerariamente ha activado el famoso explorador toma vida propia y comienza a dar latigazos contra todo lo que se mueve. Un golpe le lanza hacia la pared, otro hace caer a Whitston, otro golpea a Menez en la cara, cegándola durante unos segundos, y haciéndole ver las estrellas.

Pickwell está más afortunado en eso, y, sensatamente, espera a que llegue Field a ayudarle. Aunque en este caso la manguera no de latigazos, les mueve hacia un lado y hacia otro, sin que consigan hacer el más mínimo de puntería. Parece que necesitan a alguien más para manejarla.

Whitston actúa rápido, a pesar de haber caído, y baja la presión del agua de su válvula, para permitir que todos se afiancen.

Turlow grita: ¡esperen a que llegue más gente a ayudarles con el agua!

Sutton se encuentra con la grúa, abandonada por su operario. Es un aparatejo con cuatro palancas... o que debería tener cuatro palancas. Además, hay un par de botones. Para llegar a dicho cuadro de mandos hay que subir unas cortas escalerillas y sentarse en una especie de asiento forrado de cuero. Cerca de él, al otro lado de la grúa, las llamas vomitan humo negro. Hay, además, al otro lado de la grúa, un par de marineros tirando barriles al mar, tosiendo sin parar, y casi actuando a ciegas. Bajo la bodega se escucha a los marinos trajinando con los barriles ya estibados. Parecen estar echando arena y espuma de extintor para protegerlos de cualquier salpicón de combustible ardiendo.

Maggie, gritando furiosa, ha salido corriendo tras el incendiario, dejando atrás a Alistair y a Hirsch.

Alistair ha dejado de moverse. Casi no se le distingue entre las llamas. Hirsch retrocede dando bandazos, ciegamente y se tira al suelo, intentando apagar las llamas, pero sin conseguirlo.

Maggie, por si sola quizá no hubiera podido dar caza al saboteador, pero se encuentra con que Pulaski ha escuchado sus gritos, y ha cortado la fuga del tipo, obligándole a girar a su derecha para encontrarse con un portón cerrado. Está intentando abrirlo a pura fuerza cuando giran esa esquina sus perseguidores, y ya parece haber conseguido abrir una pequeña rendija, como para pasar, cuando se lanzan contra él. Aunque llegan a agarrar una de sus mangas, la tela se desgarra, y se quedan con ella en la mano. Más allá hay un muro anticiclones, que corta el paso hacia el mar, donde quizá pueda escapar nadando, así que, de un salto, comienza a trepar. Desde la calle, por las vías, llegan dos guardias.

Más hacia el río Hudson y el mar, una masa se comienza a mover hacia el Gabrielle. Parece un barco pequeño. Uno que, quizá, pueda ayudar a remolcarlo... o a cortarle el paso al agua, depende todo de la pericia de su capitán.

Se escuchan gritos de alarma desde la calle. Unas cuantas sirenas de alarma, carreras. La tragedia no pasa inadvertida, seguramente, pronto llegará más ayuda, pero: ¿será suficiente? ¿Estallará el barco?

Los marineros cercanos al lugar de la explosión ya no están a la vista. Son candidatos a víctima mortal casi seguros.

- Tiradas (15)

Notas de juego

Menez, 3 daños de manguerazo en toda la jeta, y estás a 7.

Hirsch, 2 puntos de vida por ropa incendiada, y estás a 5.

Alistair, 2 puntos de vida, y se queda a 0... a las puertas de la muerte.

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09/02/2014, 13:58
Aramiker Menez

Pero donde están los marineros?,

La madre que os trajo al mundo que a gusto se quedo!!!!!!!!!,

COBARDES!!!!!!!!, les grita a aquellos que huyen presa del terror.

Mier...coles de manguera, espeta Menez con la frente manchada en sangre, mientras agita la cabeza de un lado a otro con la intención no quedar aturdida. Tratando de rehacerse del tremendo golpe de la manguera.

Sin perder un segundo, y tras evaluar mas detenidamente la situación. Menez entiende que la mejor opción es ayudar a Starwether y Whitson con la manguera.

 

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09/02/2014, 21:21
Dominique Pickwell

Rayos, como se menea la maldita... Chester sujetela con fuerza y coloquela entre el cuerpo y el sobaco, separe mas los pies y eche el peso para delante, si, asi esta mejor.

MARINERO, MARINEROO venga a ayudar, a ver si atajamos este incendio. Por el rabillo del ojo veo la manguera de babor dando latigazos, al parecer alguien la abrio antes de tiempo y le a dado a Menez en la cara, menudo golpe!!. Suerte que alguien ha pensado en bajarle la presion para poder volver a hacerse con ella.

Mira por donde, al final, esta serviendo para algo los ejercicios que practicabamos en el aserradero apagando pilas de madera, parece que veo a mi padre diciendome: Deja de hacer el indio y presta atencion, algun dia tendras que hacerlo de verdad y no estare aqui para ayudarte, y me soltaba una colleja que me picaba hasta la tarde...

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10/02/2014, 11:32
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Sutton sabe que no tiene ni la más mínima idea de cómo funciona la grúa y que subirse a tocar botones podría terminar en soltar toda la carga ardiendo sobre la bodega.

Decide, por tanto, acercarse a los dos marineros que están soltando bidones por la borda y ayudarles.

Pero decide hacer un intento.

¡La grúa, está demasiado cerca! - les grita entre el humo. - ¿Alguno sabe moverla?

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10/02/2014, 16:17
Dr. Arthur Hirsch

Hirsch apenas fué consciente de lo que había ocurrido. Tan solo recordaba un grito que parecía un aviso antes de encontrarse tendido en el suelo ardiendo. Las llamas, voraces, le recorrían las piernas y parte del torso arrancándole calambres de dolor prácticamente instantáneos. La suerte no había estado de su lado aquella vez y solo podía hacer algo desde donde se encontraba, rodar sobre si mismo. Acostumbrado a tomar decisiones rápidas el médico comenzó a rodar por el suelo intentando apagar el fuego y mojar sus ropas sobre el agua que empezaban a bombear sobre el muelle. 

Junto a él, Alistair también arde. En un intento de no dejar a su compañero arder Arthur trata desesperadamente de arrastrar al mismo tiempo al hombre y apagar las llamas.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Leches, la primera tirada se me ha ido la pinza, xD.

¿Puedo tirar algo para ver si tengo suerte y pillo un charco de agua cuando ruedo?

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10/02/2014, 16:48
Aramiker Menez

Notas de juego

Se le va la pinza a nuestro psiquiatra. 

Mal vamos. :)