Partida Rol por web

Gusto en conocerla, zorro-del-bosque, princesa-del-lago y la reina-en-palacio.  -hizo una curtsie apropiada para el hada. 

¿Que odio trajeron aquellos magos?  ¿Qué poderes tiene el Corazón del Hielo?  

Y si, si se le ha robado, y faerie lo requiere, ayudaremos a traerlo.  Sagittarius y yo, al menos, hablando desde nuestra sangre; y si podemos convencer a nuestrxs sodales a unírsenos, también con ellxs. 

Se le quedó viendo al hada, sus luces, y al objeto mágico que flotaba hacia ellos, buscando identificarlo con lo que conocía y se le había enseñado.

Hice una reverencia ante el hada, tal y como aprendí en mi infancia.

- Así lo haremos, mi señora. – confirmé antes de tomar sin temor la vara de cristal que nos ofrecía flotando.

- ¿Sabéis de otras cortes al norte de aquí? Sospecho que esos malnacidos quieran robar los tesoros de otras cortes ansiando el poder ancestral de nuestra gente, mi señora. – compartí con ella – Cualquier información que nos pueda ayudar a adelantarnos a ellos nos sería de utilidad.

Tomás la vara en tu mano y notas un leve tirón hacia tu izquierda.

-Se fueron hacia las tierras del norte, hace dos dias que pasaron de los límites de nuestro hogar. Ningún mortal puede comprender el poder del Corazón, forma parte de nuestro ancestros desde el inicio de los tiempos.

-Partir pronto- dice a modo de despedida mientras se va alejando hacia el palacio.

Al rato el paisaje se desvanece y volvéis a estar en vuestro campamento, sigue siendo de noche y vuestros ayudantes duermen. Descansáis hasta el amanecer, el cielo está despejado y el clima es suave. Os ponéis en camino siguiendo el rastro, que todavía es claro a pesar de las lluvias de los últimos días.

Pues al norte iremos y los seguiremos. -prometió Caledonia, sabiendo que coincidían su tarea de averiguar quienes eran los extraños, y que poder grande y misterioso habían tomado de las hadas. 

Esperó el despertarse.

Fue a pedirle a los ayudantes a que siguieran el rastro que se veía aún.   Tomarían alimento y tomarían camino.

¿Qué buscarán esos magos, sodales?

La maga de Tintagel seguía intrigada.  ¿Conquistar algo quieren?   Pocas Alianzas había al norte.  Había vis, si, pero mucha gente u otros recursos no.  ¿Porqué robar algún objeto de hadas así? 

¿Serán Herméticos?   No creo, no romperían el Código así. 

Iría en el camino atenta a las pistas dejadas.  Atenta a lo que dijera la flora y la fauna sobre ellos.

- Sigamos el rastro. La vara indica que es el curso correcto. – informo poniéndome en marcha sin especular más sobre los magos a los que seguimos.  

Sylvanna aprovecha el buen tiempo para ver con claridad el rastro, al cabo de un rato localiza un punto donde pararon. Según vuestros cálculos vais unas tres veces más rápidos que ellos, a ese ritmo en pocos días les daréis alcance.

El segundo día de persecución el tiempo empeora con fuerte viento y aguaceros, pero ya al final de la jornada parece que amaina. La ruta se ha vuelto más complicada con ascenso continuo y un suelo rocoso mientras os acercáis a una zona montañosa. Vuestros ayudantes muestran signos de cansancio y nerviosismo viendo que os alejáis cada vez más de las rutas habituales. Pronto va a caer la noche, al momento de comenzar la búsqueda de un lugar donde descansar oís un sonido que retumba por todo el valle.

Sonido

Mijail proseguía en su silencio habitual en lo alto de Nemesio. Las noticias de que hubiera magos que se dedicaran a robar objetos a fae no era para nada buena. Probablemente fueran los mismos que andaban persiguiendo. Parecía que los fueran a atrapar por lo que indicaban lo que habían investigado, aunque aun no las tenía todas consigo.

En ese instante oyeron un cuerno retumbar por las montañas.

- Un cuerno... ¿Será de batalla?

Descansemos un poco.  -Propuso Caledonia.  No era buena idea cansar a los grogs cuando esto podía ir para largo y luego pudiera necesitar un brote súbito de energía ante alguna amenaza. 

Hagamos campamento en un lugar seguro, y detengámonos a comer y reposar esas piernas. 

Piernas que podría convertir en de cabra, para este nuevo terreno que venía.   Había visto gente así entre los fae. 

En eso, el sonido del cuerno. 

¿De batalla o de cacería, Mijail? 

Sabía que la aquilina sodal bjornaer iría a investigar. 

Ya regresará a contarnos. -dijo confiada.

¿Qué será...?

Estaba claro que aquel Tribunal y aquellas tierras eran el lugar perfecto para la Bjornaer, el viento era un problema a veces, pero otras daba impulso a sus alas permitiendo elevarse por los aires casí por encima de las nubes. Sylvanna avanzaba sin sufrir los rigores del duro terreno, bien seguro ella sola ya los podría haber alcanzado, sin embargo decidio esperar a sus sodales, guiandoles por caminos algo más comodos vistos desde el cielo.

Al llegar a la zona montañosa el águila se alejó de ellos, aprovecharía su ventaja para saber donde había acampado su presa antes de volver con los suyos, a medida que se alejaba escuchó el cuerno cambiando entonces de rumbo para dirigirse hacia allí para echar un vistazo. Intentando evitar las posibles amenazas que puedieran surgir fruto del cuerno de guerra.

- Sólo hay una forma de averiguarlo. – respondí a Mijail con evidente disposición a seguir el sonido. – Si queréis acampar, yo iré a averiguar qué es eso.

Marchándome en dirección al sonido mientras comprobaba hacia dónde tiraba la varita.

Aunque ya hay poca luz gracias a tu gran visión localizas el origen del sonido. Hay una serie de figuras cerca de unas ruinas, con varios focos de luz dispersos. A unos doscientos metros puedes ver el campamento principal distinguiendo un par de fogatas y tres carros. Vuelves a escuchar el sonido del cuerno de vez en cuando y otros ruidos de tambores.

Me quedé en forma de águila posada en algún lugar, en espera de poder escuchar y ver los extraños rituales que hacían. Igual con un poco de suerte podría divisar el corazón.

Aunque ya hay poca luz gracias a tu gran visión localizas el origen del sonido. Hay una serie de figuras cerca de unas ruinas, con varios focos de luz dispersos. A unos doscientos metros puedes ver el campamento principal distinguiendo un par de fogatas y tres carros. Vuelves a escuchar el sonido del cuerno de vez en cuando y otros ruidos de tambores.

Me quedé en forma de águila posada en algún lugar, en espera de poder escuchar y ver los extraños rituales que hacían. Igual con un poco de suerte podría divisar el corazón.

Sagittarius se aleja unos cientos de metros y pronto le perdéis de vista en la oscuridad. Es entonces cuando la tierra comienza a vibrar, de entre las montañas veis aparecer una sombra gigante que se alza y luego comienza a moverse. Lleva la misma dirección que seguía el mago, acercándose al grupo que buscabais.

Sylvanna lleva unos minutos observándolos, oculta, en forma de águila. Los cánticos y sonidos han cesado, mientras comienzan a mirar en todas direcciones. Algunos corren hacia el campamento principal, pero quedan seis figuras en las ruinas sin apenas moverse.

Me escondí cerca entre la arboleda e invoqué Las Palabras en el Viento para poder escuchar cuanto aconteciera entre aquellas 6 figuras inmóviles y las sombras. Antes de atacar quería saber que pretendían allí y conocer más a nuestros enemigos.

El estruendo y el caos le venían a la perfección al águila. Sylvanna conjuró un hechizo muy simple Burlar la Saeta, para estar preparada para lo que pudiera pasar, si llegaba a ver el corazón en algún momento se zambulliría en un increíble picado simulando ser un animal asustado de la zona. Una vez tuviera el corazón entre sus garras se marcharía de allí volando cuan rápidamente pudiera en un vuelo bajo entre las copas de los arboles para permanecer oculta de la vista de sus enemigos en su huida. 

Anderluis había estado todo el camino callado. Pensaba en qué podían buscar esos hechiceros, por qué robar y dónde iban. Al llegar a las montañas y escuchar el cuerno se quedó aún más sorprendido.

- ¿Querrían el objeto como ventaja en la lucha?

Estuvo siempre atento a la información que su compañera alada les transmitía y cuando escuchó los ruidos cerca se preparó para un enfrentamiento. Se ocultó entre las sombras y se preparó para la acción

Es entonces cuando la tierra comienza a vibrar, de entre las montañas veis aparecer una sombra gigante que se alza y luego comienza a moverse.

Caledonia se movilizó en cuanto vio aquella figura alzarse.   Hombres de armas, aprestaos.  -El resto se quedaría ahí, de respaldo, por si las cosas llegaban a peor. 

Avancemos hacia los linderos.  Si os llamamos, vengan prestos.  Mientras, a montar guardia aquí. 

Se preparó para transformar sus piernas en algo que pudiera correr a gran velocidad.   Como yegua galopante.