Partida Rol por web

La Ciudadela como otros lugares, esta recuperándose de los estragos de la guerra. Muchas partes están totalmente destruidas, y las comunicaciones entre los sistemas se hallan mayoritariamente establecidas, aunque el traslado entre los sistemas es muchísimo más lento, por lo que los suministros de alimento y agua son escasos. Los supervivientes de la explosión del Crisol están tratando junto con los pocos del Seg-C de reparar todo, aunque todavía hay problemas.

El Seg-C acaba de llamar a todos los que puede, incluyéndose aquellos que ya estaban cerca de ponerse fuera del servicio como Arlius Strasso, o que prácticamente son novatos dentro de la Alianza como Ethan; aunque también hay algunos que tienen algo más de entrenamiento como Arianrhod, e incluso hay algunos krogan entre los voluntarios. Ahora estais en la base del Seg-C, esperando que una reunión que cambie todos los roles.

Mientras tanto, Jorgal Drax estaba en la parte de los refugiados de la Ciudadela, una especie de campamento grande que recordaba a uno de los de Tuchanka. Ves prácticamente como una de las zonas habitables esta habilitada para tratamientos médicos, donde hay muchos heridos y de vez en cuando ves como tapan a uno con una sábana. Aún cuando ha pasado tiempo, todavía sigue muriendo gente y hay infinidad de personas que buscan a sus seres queridos. Otra de las zonas habilitadas esta conformada por el comedor, donde sirven la comida, y dan noticias con los pocos recursos que hay, saliendo una noticia donde se pide ayuda para la reconstrucción y que los voluntarios vayan a la parte del Seg-C para apuntarse. Por último, la última zona habitable actua de forma donde se pueda dormir allí, aunque se esta bastante hacinado todo.

Pasando por delante del mirador cerca del cuartel del Seg-C, no puedo dejar de mirar a la gente que pasa. El mirador es un par de parques cerca de un lago artificial, conectados entre ellos por una amplia escalera. Una niña asari corre en dirección a su madre y a su padre, un humano, riéndose. "Mira, mamá", dice. "He encontrado un cristal de colores". Un salariano y un volus, apoyados sobre la barandilla, discuten airadamente sobre acciones y cosas. Ni me miran cuando cojeo a su lado. Dos turianos, un hombre y una mujer, están sentados en un banco. Por sus pinturas, sé que son gente mayor, de mi edad. Le dan de comer a las palomas.

Siento algo en la garganta. Rabia, porque no están ayudando, solo se relajan. Envidia, porque eso es lo que quiero. Miedo, porque sigo cojeando, sigo tuerto y nunca recuperaré la fuerza de antaño. Impotencia. Asco. Rumiando, llego hasta el cuartel de C-Seg, y me acerco al mostrador.

- Soy Arlius Strasso.- Digo, con voz raspada.- Tengo una cita.

La ciudadela, el centro neurálgico de la galaxia conocida siendo el corazón de la Nebulosa Serpentina. Hacía ya mucho que no viajaba por el sistema Widow, por no decir que en verdad era la segunda vez que venía. Pero desde la primera, hasta ésta en verdad sí había todo un mundo.

Habíamos ganado la guerra, sí; o mejor aún, la supervivencia. Supongo que era el momento de olvidarse de la realidad y pensar en vivir un poco, nos habían desangrado a base de bien y en verdad nadie esperaba que se pudiese ganar nada así. Pero Sephard pudo, quién si no.

Todavía no sé muy bien cómo me liaron para que fuese a ver al Seg-C, pero siempre he sido un mandado. Así que iría de cabeza y sin hacer muchas preguntas. Imagino que sería porque andaría cerca pero quién sabe. Lo que veo ahora es muy distinto, aunque todavía hay gente que es feliz. Supongo que cuando estás cerca de la aniquilación total y el holocausto ves las cosas con otra perspectiva. Pero acabados unos problemas, comienzan otros y somos los "curretes" como yo quienes han de hacer marcha. 

Bien, qué le vamos a hacer. Le di caña a los segadores, podré darle ahora  todo lo que se cruce. Aunque sospecho que el mayor de mis problemas será mover cajas ahora mismo.

Finalmente llego ante ante la base  de Seg-C y espero tranquilamente. Fijándome bien caigo en la cuenta de que hay mucho que reconstruir, pero joder... Hemos logrado lo que incontables de especies no han podido hacer. Por otro lado estaba en la Ciudadela, éste lugar es la caña.

Tras la Resistencia en Palaven, muchos de los supervivientes fueron llamados para la última batalla en la Tierra, en los que me encontraba. Había que abrir brecha entre el ejercito de los Segadores para que el Espectro Shepard, los derrotase finalmente. 

Durante la batalla perdí a buenos amigos y a buenos soldados, muchos de ellos los conocía desde la niñez. Resultó un duro golpe para Palaven que sus hijos muriese tan lejos de casa. Pero finalmente, los Segadores fueron derrotados y las fuerzas del bien vencieron. La recuperación de la Ciudadela es lenta pero constante, Seg-C hizo la llamada y muchos empezaron a acudir. Algunos ya nos encontrábamos en la propia Cuidadela y fuimos más rápidos, otros tardaron más, dado que la derrota de los Segadores trajo consigo la destrucción de los Relés de Masa y los viajes eran más lentos. 

Llegué al Seg-C, unas horas después de recibir la llamada:-Soy Arianrhod.-comento en el mostrador mientras enseño la llamada de Seg-C. Asienten y me hacen sentarme cerca para que nos informen. Puedo ver a varios turianos y humanos, algunos muy verdes y otros veteranos. Algo se cuece. 

Drax caminó por entre las tiendas levantadas en uno de los pocos sectores de la Ciudadela que aún eran habitables. Aquel campamento le recordaba a Tuchanka, a las áreas más empobrecidas. Tenía entendido que a los humanos y otras razas les agradaba que algo les recordase al hogar, pero desde luego no era así para un krogan. La Madre Tuchanka no era una madre benévola, era una cruel tirana despiadada que se cebaba en matar a sus hijos a la media oportunidad. Sin duda lo mejor que les había ocurrido a los krogan había sido salir de aquel infierno. 

Y, sin embargo, era precisamente allí, al mundo natal de los krogan, donde Drax quería dirigirse. Los relés de masa habían sido destruidos y no había manera de hacerlo rápido, así que el chamán le había aconsejado que colaborara en las reparaciones y en el reestablecimiento de la sociedad galáctica, y que solo entonces volviera a Tuchanka a por instrucciones nuevas. 

Pasó por entre centenares de refugiados que se apiñaban en el reducido espacio, y vio a todas las especies reunidas como no lo habían estado nunca antes de la guerra segadora. Se palpó el pecho, allí donde llevaba el recuerdo de su participación en la guerra, y se alegró de que hubiera terminado. Cualquier otro enemigo que surgiera sería mucho más fácil que aquellos cabrones indestructibles. 

Finalmente, aunque tuviera que ser apartando a la gente a su paso, llegó hasta los cuarteles. Vio a un turiano viejo con una pronunciada cojera en el mostrador, hablando con la administración de voluntarios, que era a donde se dirigía Drax. 

La parte más krogan de su mente le decía que apartara al turiano de un empujón e hiciera lo que había venido a hacer, pero por fortuna ganó su parte más civilizada, y se limitó a soltar un bufido y a colocarse tras el turiano, esperando su turno. Mientras tanto revisó el poco equipo que había podido comprar en la Ciudadela, piezas baratas y no de muy buena calidad, pero servirían en caso de pelea. Recordó con nostalgia todas las pertenencias que había perdido en la Tierra, mientras esperaba a que atendieran al viejo soldado turiano. 

Andrey se había despertado tarde la mañana del llamamiento, recibió la noticia un par de horas antes de acostarse y casi no puedo conciliar el sueño. ¿Que podía ser ahora? Seguramente le habrían cancelado el permiso militar y la baja por el disparo que se ocasionó a si mismo habría sido revocada. Pero así es la vida, sabía que tarde o temprano le iba a tocar volver y eso era una mierda. 

Cuando se despertó y se dio cuenta de la hora que era, se levantó rápidamente y corrió a vestirse. No encontraba la maldita gorra reglamentaria, ¿Donde coño habría puesto el resto de piezas del uniforme casual? Jo-der.                  Agarró su petate y comprobó de forma apresurada que todo estuviera ahí, luego se abrió uno de esos aperitivos líquidos preparados que tenía comprados y se lo bebió mientras se dirigía al lugar de la reunión. Y ojalá se hubiera tomado un poco mas de tiempo en leerse que coño se estaba bebiendo, odiaba la puta ternera atomizada.

Llegó un par de minutos tarde, cansado y casi sudando. Al llegar se encontró detrás de un krogan, que parecía estar esperando como él. 

Ehm... Disculpe, ¿Es aquí donde nos tenemos que presentar? -Le preguntó a Jorgal, colocándose las chapas por dentro del uniforme-

Tenía ahora mismo mucho que hacer, poco tiempo, y menos recursos disponibles para lo que hay que hacer. Suspiré, mientras terminaba de despachar a otro grupo de voluntarios a una de esas tareas, vi como llegaba un grupo variopinto cuanto menos, algunos siendo del Seg-C, y un voluntario krogan. En cuanto a los turianos, estaba Arlius Strasso, un general turiano que no viene mal por su experiencia, Arianrhod que tiene especialidad con la tecnología y biótica según su archivo, Andrey era un recluta de la Alianza que bien podía desconfiar un poco por su aspecto actual, y Ethan tenía parte de experiencia, y era un biótico, así que quedaba un grupo equilibrado. El krogan no es que tuviera datos, pero no es que hubiera mucho que decir sobre su forma de combatir precisamente.

- Asi es. Mi nombre es Kuril Actus, y soy uno de los encargados de asignar tareas de reconstrucción entre otros. Os pondré a vosotros cinco en el mismo grupo para la misión. El líder del grupo será Arlius Strasso, que podrá comunicarse conmigo a través del canal habitual. - Dije sencillamente, antes de levantarme con un datapad que le entregué a Arlius, antes de salir del mostrador y colocarme enfrente de esos cinco, dispuesto a hacer lo que podía ser la enésima vez que hacía esto en el día, haciendo un gesto con mi omniherramienta para que se quedara la comunicación en la omniherramienta de Arlius.

- Vuestra misión es de escolta de un par de ingenieros, una asari y un salariano. Tendréis que llevarlos hasta la parte de distribución de agua, para que reparen las válvulas rotas y los procesos de filtrado. Las bandas que han surgido seguramente tratarán de evitarlo, ya que se aprovechan el agua acumulada para monopolizarlo y luego venderlo al resto de refugiados a precios desorbitados. Tendréis posiblemente que abrir camino a través de los escombros, aunque si lograis hacer un camino facilitará un poco la labor de mantenimiento. ¿Alguna pregunta? - Expliqué directamente, esperando que eso fuera suficiente, y que me dejaran atender al próximo grupo que estaba algo apartado. Vale que se apreciara el número de voluntarios, pero también resultaba un fastidio tener que organizar todo, y asegurarme de que no cometieran error que retrasara las labores de reconstrucción.

-Ehm... Disculpe, ¿Es aquí donde nos tenemos que presentar? -Oyó Drax tras él. 

Al volverse, vio a un humano con pinta de acabarse de levantar, que parecía un poco perdido. El ceño escamoso de Drax se frunció pronunciadamente, y ya iba a responderle de manera particularmente poco amable, mientras luchaba por contener las ganas de darle un empujón, cuando, para suerte de Andrey, el turiano tras el mostrador habló.

Drax dio la espalda al humano recién llegado y escuchó la misión a través de su software de traducción. No parecía difícil, aunque las asari no le caían nada bien a Drax por lo general. Matar ladrones de las bandas y apartar escombros, nada que no hubiera hecho ya en cien ocasiones. Así que cuando el turiano preguntó si había alguna duda, Drax se mantuvo en silencio. 

"Sí, tengo una pregunta. ¿Por qué hostias pones a un viejo a liderar un pelotón?"

- Ninguna.

Miro a mis nuevos compañeros. Todos jóvenes, o eso parecían y en cualquier otra época estarían verdes y blandos. Pero ahora, cuando los segadores obligaron a todos los ejércitos del mundo a mandar a reclutas con instrucción básica e insuficiente, incluso estos niños pueden ser guerreros veteranos. Los miro uno a uno.

- ¿Cómo os llamáis?-Pregunto, seco.

Se dio cuenta de la mirada de pocos amigos del krogan y se limitó a carraspear algo, esos bichos le daban verdadero miedo. No es que fuera partidario de los seguidores de la "supremacía humana", pero preferiría tener mas terrícolas como compañeros.

Iba a lanzar una pregunta acerca de la operación cuando el hombre gamba con pinta de haber pasado por muchas guerras preguntó por sus nombres. 

Andrey se puso firme y realizó un torpe saludo militar, dejando su petate en el suelo. Soldado de primera Andrey Anatalo... ¿Iba primero el apellido o el nombre? Carraspeó. Soldado de primera Anatalo'stevich, Andrey, señor. Número de placa 98271002, sexto regimiento de infantería colonial, señor. 

Y... A decir verdad, tengo una pregunta... Ehm... ¿Cuales son los protocolos de enfrentamiento?

Descruzó los brazos y se reincorporó tras su alusión; sí, él era el callado del grupo o el despistado tal vez. Aún así tras reincorporarse se acercó a sus nuevos compañeros. Quien más le llamó a simple golpe de vista fue como no, el krogan. Pero la idea de tener a un turiano como superior se le hacía harta angosta de tragar, le recordaba al Campamento Cerebro.

Suspiró y simplemente cabeceo con falta de protocolo antes de volver a cuadrarse y mostrarse más respetuoso. Reparó ya tarde que había cometido un error, esa falta podría ser fácil de obviar para un humano. Pero los turianos tienen otra forma de hacer las cosas.

-Ethan Connor, señor. -Encaró su mirada a Arlius Straso, quién parecía ser un tipo cuanto menos duro ya curtido en batallas. Luego miró ya de refilón a Andrey y Arianrhod. 

La presentación fue breve porque calló  al caer en la cuenta en la acertada pregunta de Andrey; ni a él mismo se le había planteado. Pero para algo tendría su M-23 Katana, ¿No?

Las palabras de Andrey no mejoraron la primera impresión que Drax se había hecho de aquel humano, más bien todo lo contrario. No le gustaba la gente dubitativa ni insegura, los problemas se resolvían actuando deprisa y con contundencia. Le costó un gran esfuerzo no verbalizar sus pensamientos. 

¿Protocolos de enfrentamiento? Los humanos y sus tonterías. Atacamos a todo lo que nos ataque. Ahí tienes tus protocolos. 

Sin embargo el turiano no le cayó mal, parecía directo, lacónico y centrado, cualidades todas a apreciar en un líder. Se giró hacia él y le respondió secamente. 

-Jorgal Drax. 

Estuvo a punto de añadir su escuadra, pero le pareció irrelevante ya que todos habían muerto y la escuadra ya no existía.

Poco después de presentarnos en el mostrador un oficial Turiano llamado Kuril Actus, nos reúne y nos explica nuestra misión. El grupo estaba formado por dos humanos, dos turianos y un krogan, variopinto donde los haya. El Oficial Actus pone al mando del grupo al otro turiano, un antiguo general de Palaven, por lo que por mi parte no hay problema, dado mi historial. 

La misión consiste en escoltar a un par de ingenieros hasta el nivel de distribución de agua de la Cuidadela, para que efectúen reparaciones. El territorio lo controlan bandas que monopolizan el agua y luego la venden. Nos lo pondrán difícil. Además somos los primeros y tenemos que allanar el camino para los que vengan después para labores de mantenimiento:-Será divertido, entonces.-pienso para mis adentros. Cuando el oficial Actus termina de informarnos se abre el turno de preguntas, una de las primeras ya ha sido lanzada: protocolo de enfrentamiento:-Buena pregunta soldado.-le comento en voz baja al soldado Anatalo'stevich, a lo que añado:-Centinela Arianrhod, de la Cábala Gudrun. Señor, cuales son las bandas que operan en la Cuidadela: Soles Azules, bandas de Vorcha?

Vi como estos pasaban a presentarse entre ellos, y parecía que iba a poder funcionar aunque fuese un poco. Escuché la pregunta que hizo uno de los humanos, siendo el humano con un nombre demasiado largo para mi gusto... - El protocolo con los enemigos es de eliminación. Lo importante es la seguridad de los ingenieros. Sus nombres son Seryna y Ledra, están esperándoos en el conducto. Salid de aquí y dirigios a esta localización. - Dije, pasandoles el marcador en el mapa, junto con la posición de las tuberías en cuestión que tenían que reparar los ingenieros.

- Si no teneís ninguna duda mas, id ya que tengo que dirigir mas gente. - Dije zanjando la conversación, esperando que se movieran rápidamente hacia allí y me dejaran seguir dando trabajo a los voluntarios. Al menos la Ciudadela podrá ir mejor si sale bien los diversos trabajos, aunque como todo... dependía de la calidad del voluntariado y de los propios militares el llevarlo a cabo.

- Ya habéis oído.- Gruño.- Andando.

Me dirijo hacia el sitio, siguiendo el mapa. Por el camino, los examino, mirándoles uno por uno, y les hablo con voz rasgada.

- Nuestra orden es clara: limpiar eso para que los técnicos hagan su trabajo. No sé como es el terreno, pero no voy a poder pensar ninguna estrategia mientras no sepa que hacéis cada uno. Imagino que tú- señalo a Jorgal- eres experto a corta distancia, pero una vez me encontré a un krogan abriendo latas con un rifle de francotirador, así que igual me llevo una sorpresa. ¿Qué sabéis hacer? ¿En qué os han entrenado?

Andrey quedó decepcionado ante la respuesta de Kuril, "¿Que se podía esperar de los no humanos?" pensó, y al momento se arrepintió de haberlo hecho.

Tomó su petate de nuevo en cuanto observó al turiano que estaba al mando ponerse en marcha, y de forma apresurada trató de colocarse a su lado para tratar de suplir la falta de información.

Se-Señor... Dijo al llegar junto a él, caminando con cierta torpeza pues intentaba que no se le cayera ni una pieza de su equipamiento. A mi no se me ha entrenado para el combate u-urbano, señor... Ehmmm... 

¿Como se supone que debemos actuar ante una situación con civiles de por medio? Y... ¿Y que clase de munición hemos de usar...? Mi fusil utiliza la 7.56 normal pero he oído que en el combate urbano debe usarse la de munición de-de punta hueca... Y, claro, yo tengo la mira x12 en mi M-92 mantis, señor pero... ¿Será un combate acorta distancia? Osea... De ser así debería solicitar una mira mas corta, ¿No?

Miro a Andrey con una mezcla de sorpresa, irritación y diversión. Todos los guerreros se asustan cuando llegan su primer trabajo de combate, pero este es el primer soldado que veo en mi vida que no esconde el nerviosismo. Humano tenía que ser.

- Tranquilo, chico. No es complicado. Si tienes una Mantis, solo ponte detrás del Krogan y apunta a la cabeza. Si hay un civil en tu camino, rodéalo. Si hay una posibilidad de ganar hablando, úsala. Y si tienes dudas, pregúntame a mí y observa lo que hago.

Una vez abandonamos la oficina del Seg-C, nos dirigimos hacia el nivel de distribución de agua. Por el momento no habíamos encontrado resistencia. Nos detuvimos, más tarde, para conocer un poco nuestras habilidades y qué se nos da bien.

-Me adiestraron como ingeniero de combate, pero por circunstancias especiales, desarrollé habilidades bióticas e ingresé en la Cábala Gudrun en Palaven para desarrollarlas y me convertí en Centinela.-le expliqué resumidamente a Arlius Strasso. 

Por fin el turiano tras el mostrador confirmó que había que matar a los enemigos (evidentemente, ¿qué íbamos a hacer si no con ellos?) y pudimos ponernos en marcha. Uno de los humanos parecía nervioso, y dudaba sobre cómo actuar. Drax sabía que la gente que dudaba en combate siempre era la primera en morir. 

Por fortuna, su recién nombrado jefe le respondió con bastante acierto. Hace unos años habría gruñido ante la idea de ganar hablando, pero la guerra contra los segadores le había enseñado que había ocasiones -pocas- en las que efectivamente no sólo era posible, sino la mejor opción. Al fin y al cabo, si no hubiera sido mediante el diálogo, nunca hubieran curado la genofagia. 

Cuando mencionó a uno de sus congéneres usando el rifle de francotirador, Drax lo miró y le respondió:

-Seguro que era un krogan extraordinario, pero no es mi caso. Soy un Maestro de Batalla, me especializo en corta distancia, usando la escopeta, o en cuerpo a cuerpo-dijo tocando el enorme hacha de combate de aspecto pesado que llevaba al cinturón-Tengo poderes bióticos que me permiten cargar al combate con fuerza. 

Me quedo en segundo plano en la mayor parte de la conversación hasta que llega mi turno, claro está. No dudo y aclaro mi rol en el grupo.

-Vanguardia de la Alianza. Así que supongo que seré carabina del grandullón.- Hago un leve cabeceo hacia el Krogan con cierta gracia a la vez que sonríe de lado. -Parecemos un pelotón bastante "completito", ¿No? - Ahora escondo más la sonrisa mientras sigo a mi gracia, a sabiendas de que no les haría gracia alguna a esos estirados turianos y al krogan todavía menos, tampoco es que esperase respuesta alguna la verdad.  Pero me gusta romper el hielo y esto no era más que una misión trivial, luego cada uno para su casa.

-¿Qué son unos bandidos con todo lo que hemos pasado? Venga, no te preocupes... - Decidí darle un golpe amistoso a Andrey en el hombro a lo que añado clandestinamente cuando me quedo a su lado. - Yo te cubro a ti y tú a mí con tu Mantis, ¿Vale loco? - Le dedico un guiño amistoso, tratando de influirle confianza. Luego sigo al grupo mientras trataba de mantener un porte disciplinado y combativo. A fin de cuentas era ya un auténtico miembro de la Alianza y sí es cierto que aún peco un poco como payaso. Pero me encanta.

Vais hacia la entrada a la zona donde tendréis que escoltar a los ingenieros. En la entrada, veis como los guardias van escaseando, hasta llegar a la zona limítrofe, donde hay un par de guardias acompañando a una asari con ropas de color amarillo y blanco, y a un salariano con ropas similares. La asari os sonríe y se acerca, y los guardias se van al veros, seguramente sabiendo que érais la escolta.

- Buenas, muchas gracias por acompañarnos. Soy Seryna y él es Ledra. Tenemos algunas cosas para defendernos, por si acaso, junto con algunos medi-kits si es necesario, aunque espero que no. - Dijo la asari, pudiéndose ver que andaba algo nerviosa con la perspectiva de que pudiera ser atacada, pero estaba dispuesta a tratar de hacer su trabajo. Por otro lado, el salariano permaneció en silencio, seguramente dejando que Seryna fuese la que le representase, o al menos no es que quisiera añadir cosas sin sentido.

- Tenemos que reparar un total de tres tuberías de refinamiento de agua. Una vez reparadas, podrémos ir a la parte principal y poner todo el agua en funcionamiento. - Dijo Ledra, sonando seguro de si mismo en que podían hacerlo. Mientras tanto, pasó a activar un momento su omniherramienta, pasando a indicar en el mapa las tuberías en cuestión. Lo malo del mapa es que estaba desactualizado en cuestión de cómo quedó la Ciudadela después de los destrozos, por lo que tocaría tratar de llegar mediante alguna que otra ruta alternativa.