Partida Rol por web

A la tarde del día siguiente a la fiesta, Jydmis toca tímidamente con sus nudillos la puerta del Capitán Starfox. No sabe muy bien por qué lo hace, ella es tímida, o lo era en Matrix, y estas cosas no las haría. Quizá sabe que tiene poco tiempo para hablar con él, se fue de la fiesta y le dejó con la palabra en la boca, o eso cree ella. Se quedó con la sensación de no haberle prestado suficiente atención, o busca consejo y no sabe cómo pedirlo, o se siente sola, y Starfox le parece un hombre protector que puede ayudarla, aunque esos sentimientos son muy raros en ella. Antes solía recurrir a Tachikoma, un programa IA que ella misma diseñó, para que le diese compañía, nunca hubiese recurrido a personas. Pero hay cosas que están cambiando, nuevas sensaciones, nuevos sentimientos, un descubrimiento muy grande para Jydmis, y que aún no sabe muy bien cómo gestionar.

Starfox está en su despacho, trabajando sobre la Icarus y la reunión que tendrá con los Capitanes y el Comandante para preparar las misiones.

Despacho de Starfox en el Cuartel General

Concentrado en mi tarea lo que me permite la ligera resaca de la fiesta de anoche, organizo mis pensamientos para la reunión que tendremos en breve los capitanes con el comandante Lock. No es una gran idea convocar una reunión de cierta relevancia tan próximo a una fiesta, pero no debemos olvidar que estamos en guerra, y las máquinas no se toman días libres.

Tras la puerta se oye un golpeteo de nudillos avisando la llegada de alguien. No tardo en contestar. - Adelante - La puerta no tiene el cerrojo puesto y es abierta con el característico sonido metálico. La joven Jydmis aparece y cruza el umbral. - Oficial(Recluta) Jydmis, veo que has sobrevivido a la Celebración. Cuéntame, ¿Qué puedo hacer por tí? -
 

Me siento algo mal, con la fiesta, el barullo, la gente, hablar, marcharme a toda velocidad, dejé a Starfox casi al terminar de hablar y al volver ya no estaba, creo que eso no es educado, aunque no sepa mucho de normas sociales, así que después de mucho pensarlo, termino llamando a la puerta. No sé muy bien qué voy a decir, me siento incómoda y fuera de lugar, pero eso siempre es así, de normal la sensación en Matrix me acompañaba cada vez que salía de casa, que era como mínimo una vez al mes, ahora convivo con esa sensación a diario, y digamos que esto empezando a verla normal. Bueh, sea como sea, mi mano llama a la puerta.

- Ho-Hola… - sonrío tímidamente – sí… he sobrevivido aún no sé cómo… ehm… me marché muy rápido, y al volver ya no estaba - ¿le hablo de usted? Es un capitán, yo creo que sí ¿no? – y bueno… quería disculparme.

La muchacha parece no encontrarse dentro de su "entorno". A pesar de ello, ha tomado una decisión de superación, y eso es bueno. - No debes disculparte, pero agradezco tu gesto. Si mi cabeza no me traiciona, has sido reclutada* en la Gnosis, ¿Verdad? Yo también pasé por una primera vez a bordo de una nave. La Esperanza. Ya ha sido... retirada. Tu Capitán es un hombre muy capaz y no tendrás problemas con él. No temas mostrar tus preocupaciones, aquí no estamos para juzgar tus habilidades, estamos ganar batallas. Dime, ¿Has empezado con el programa de entrenamiento virtual? Si vas a asaltar matrix, necesitarás unas nociones básicas. Sobre todo de ataque y autodefensa. El simulador virtual es algo muy demandado entre los reclutas y oficiales. Si tuviéramos tiempo antes de la reunión de Capitanes, podría mover algunos "hilos" y practicar unas lecciones básicas. ¿Qué opinas? ¿Te viene bien? -

A medida que Starfox habla yo me tranquilizo, asiento cuando pregunta por mi nave, mientras algo dentro de mí se relaja.

- No empecé exactamente, entré en la hoja en blanco, y Chispas me cargó algunos programas, sé Kung-fu – sonrío -, enseguida llegamos a Sion y no dio tiempo a mucho, la verdad.

Hablo más relajada, y yo que venía sólo a disculparme, y me encuentro con alguien que se preocupa por mí, que me pregunta, que se interesa… es agradable esta sensación, entonces asiento enérgicamente.

- Claro, todo lo que sea mejorar, y ser útil me parece genial. P-pero... tampoco quiero molestarle.

- ¿Molestia? En absoluto. Estaba repasando por tercera vez los mismos detalles técnicos. En verdad es una oportunidad de oro para levantarme de este despacho. No nos demoremos, no nos sobra el tiempo -

Acompaño a la joven hasta la estancia del simulador. Si mi memoria no falla, recuerdo varios Sillones de conexión con sus "mcn´s". Al igual que en el Constructor, el sujeto es conectado a un entorno virtual. En cuanto me cruce con cualquier personal trataré de hacer uso de mi cargo de Capitán para solicitar un uso inmediato de uno de los sillones. En caso afirmativo, le indicaré dónde puede sentarse e introduciré el mcn en su puerto de conexión. - Sé que esto no será agradable. Recuerda que todos pasamos por esto y hemos sobrevivido. Relájate... -

Me acerco al Operador de turno y con voz baja le sugiero: - Carga un programa de intensidad alta. Esa muchacha asustada no sobrevivirá un sólo día. Quiero ponerla en el límite y hacer salir a la verdadera Jydmis. Proceda, ando con el tiempo justo -

Estoy practicando con los controles de esta sala de entrenamiento mientras espero a mi instructor cuando alguien entra. Me giro y veo al Capitán Starfox que llega con una chica que parece recién sacada de Matrix. Me levanto, me cuadro, saludo. Lo que me pide está fuera de todo protocolo, parece como si quisiese darle una lección. No soy muy experimentado en esto, pero ante esa orden tan directa no puedo decir nada.

- Sí, Señor. -respondo nervioso. Estoy agobiado, creo que es la primera vez que cargo algo así.- ¿Usted va a entrar, Señor?

Me siento en otro Sillón de conexión e indico a Link con un gesto que comience la transmisión. En una fracción de tiempo, el entorno se vuelve blanco para instantáneamente, materializarse una plaza a nuestro alrededor. Podría ser una plaza de las que hemos transitado cuando estábamos en Matrix. Es amplia y circular. Aparecemos en el centro. El traje de americana gris que acostumbro a llevar en los entornos virtuales se ha cargado en mi imagen residual, al igual que la indumentaria que la mente de Jydmis recuerda de Matrix.

La numerosa gente que cruza la plaza se detiene en cuanto nos detecta. Pronto se forma una marea de personas de toda clase formando un grueso círculo cerrado entorno a nuestras figuras. Hay cierta distancia que nos separa.

- Jydmis, te he traído aquí por un solo motivo. Te guste o no, acabas de entrar en un mundo violento. Un entorno agresivo que tratará de acabar contigo, a no ser que dejes salir a la Jydmis que necesitas. No puedes encerrarla por más tiempo -

El gentío comienza a andar hacia nosotros con paso lento pero decidido. Sus rostros parecen serios, casi malvados. - No quiero engañarte Jydmis, tarde o temprano te verás en una situación en la que tengas que luchar. Te han transmitido los datos de instrucción básica de combate, pero se lucha con la voluntad. Por algún motivo, te resistes a luchar. Debo pedirte disculpas por el modo, pero confío en estar haciendo lo correcto - Extraigo mi teléfono y me conecto con el Operador. - Link, comienza el programa -

La muchedumbre, comienza a mostrarse agitada. Algunos lanzan improperios y nos señalan como si fuéramos culpables de algo que les encoleriza. Están cerca. Me giro hacia la muchacha y mirándole a sus ojos le digo. - Es el momento de escoger. Debes tomar una decisión. Vives o mueres -  Con la marea de encolerizados casi al alcance de la mano, doy un salto que me aleja del peligro, pasando por encima de ellos, que termina dejándome en el tejadillo que un quiosco fuera del alcance de la amenaza. El salto es una subrutina del programa para alejar al “tutor” del sujeto objetivo. Jydmis, no tiene tiempo de reaccionar y se ve en medio del asedio. Algunas manos comienzan a zarandear a la muchacha con pocos modales y todos parecen querer participar en la contienda. Son muchos y comienza a faltarle el espacio. Los empujones vienen de todas partes y si no reacciona, la violencia aumentará. - Lucha para vivir Jydmis, es el único camino… - Apretando un puño, vuelvo a marcar el número del Operador. - Link, atento, prepárate para detener el programa a mi señal, no quiero herirla seriamente - Vamos Jydmis, estalla.

Ves cómo Starfox te hace una encerrona. ¿Entrenamiento de choque? Te deja sola en mitad de una multitud que te insulta, te empuja y te golpea. Él salta de un modo que nunca has visto. Sientes miedo. Sientes pánico. Quieres salir de ahí. Tienes que salir de ahí. Debes tomar una decisión rápidamente.

Paro la escena y congelo el entrenamiento. Todo se detiene, excepto vosotros. Las personas, los pájaros. He pulsado el "Pause" Os hablo por el comunicador. Parezco preocupado.

- Capitán, creo que deberían salir.

Os desconecto y os saco rápidamente del Constructor, tan rápido que estáis mareados. En la sala están Lock y Niobe.

Vamos camino de la reunión para informar a los Capitanes de sus misiones. Anoche fue una gran noche, pero hoy toca trabajar. Vemos que en una de las salas de entrenamiento está tumbado el Capitán Starfox sobre una camilla. Y en la otra la recluta Jydmis. Qué extraño, tenemos reunión en diez minutos, y no es él quien debe entrenarla. ¿Qué estarán haciendo? Entro y pregunto al Operador recluta lo que sucede. Cuando me lo cuenta me extraño, y me parece divertido. Miramos los monitores durante un momento, y nos percatamos, Niobe y yo, de que ese entrenamiento es demasiad avanzado para ella. Niobe sabe hasta dónde llegaron, pues empezó el entrenamiento en la Logos. Entonces ordeno al Operador que lo pare, y que os saque.

Cuando despertáis y os orientáis un poco, aún sentados en las camillas:

- Starfox. Le necesito en mi despacho en cinco minutos. -mi cara es seria. Y salgo de la sala.

Cuando Jydmis se encuentra en el punto más interesante, desde el punto de vista formativo, el entorno se congela y desaparece fundiéndose en el blanco perpétuo. La realidad vuelve a nosotros. Link se escusa por la brusquedad de la extracción. El rostro del Comandante se muestra frente a mí. Estando tumbado en el sillón de conexión, no es la imagen más halagüeña tras salir de un programa.

- Comprendido Comandante. Me incorporo de inmediato -  Y cumpliendo órdenes, tras ser retirado el "empalador", me levanto para acercarme a la joven, seguramente tan desorientada como yo. - Lamento la interrupción y sobre todo, lamento la dureza de la prueba. Este programa se usa para provocar en el sujeto un nivel de estrés alto. No se usa en reclutas. Creí conveniente hacer eclosionar a la Jydmis que pienso estás conteniendo por algún motivo. El tiempo parece pasar más despacio dentro de los programas de simulación. Por desgracia, se ha agotado. Mucha suerte Jydmis. Probablemente, si nos volvemos a ver, no serás la misma - Posando una mano sobre su  hombro me despido y acompaño a Lock hasta su despacho.