Partida Rol por web

Asiento al comentario de Daidalos y le digo.

-Cuenta con ello.

Tras esto, llamo a mi tripulación y les digo.

-Chicos, venid al puente de mando, nos han asignado nuestra primera misión.

Y sentado en mi puesto espero pacientemente a que lleguen.

Tras decirle aquello a Daidalos, me fui a ver el equipamiento médico del que dispongo, tras estar un rato viendo herramientas de cirugía y fármacos, el capitán nos llama.

Me dirijo al puente de mando y abro la puerta.

- Ya estoy aquí capitán ¿que ordenes nos mandan? - Digo Firmemente

La enfermería es algo así, similar a la de la Mjolnir:

En el centro hay una camilla para tratamientos. Hay todo lo necesario para curar y tratar heridas, infecciones, lesiones, desvaríos... tanto leves como graves, y para mantener estabilizada a una persona en estado muy grave el tiempo suficiente hasta llegar al Hospital del Cuartel General.

Damos una vuelta por la nave, yo curioseo, la vista no me da para tanto así que miro aquí y allá impaciente,  en silencio. Cuando desperté estaba demasiado atolondrada y demasiado asustada para merodear por la nave de Níobe, y entre asimilar todo lo que ella me contó, todo lo que yo era, todo lo que iba a ocurrir, a dónde íbamos a ir, era demasiado para dedicar mi atención en la nave. Ahora es diferente. Aquí hay hasta libros de papel.

Me quedo rezagada en el taller, y ante los ordenadores, curioseándolos, tendré tiempo de revisarlo todo. Me reengancho al resto cuando llegan al puente de mando, observo el impresionante ordenador del operador, la placa, y anonadada veo la pasmosa vista de proa.

Hablan pero yo no puedo hablar, para mí todo esto es nuevo, el corazón lleva bombeándome nervioso dentro del pecho, un buen rato, Daidalos parece que se marcha, así que yo lo acompaño hasta casi la entrada.

- ¡Muchas gracias! – exclamo de nuevo antes de que el ingeniero se marche, le daría un abrazo, se me ve indecisa al respecto, se me ve el amago, pero igual lo incomodo y...  – es un honor que Tachi esté en la nave también, de verdad, de corazón.

Sonrío inflada de sensaciones que no reconozco, porque por lo general cuando vendía mis programas, y mis viruses, pues el carbón de turno no acostumbrada a darme las gracias, nadie ha reconocido mi trabajo nunca, y lidiar con eso es extraño cuando alguien lo reconoce.

Luego me doy la vuelta, y acudo al puente de mando, sonriendo pensativa mirando el suelo. Cuando llego espero callada y curiosa a ver qué nos cuenta el capitán.

Me acompañas hasta la salida de la Gnosis. Te he visto disfrutar con cada tornillo del aerodeslizador, pero sobretodo con el taller. Por lo que me han dicho, por eso estás aquí. No parece que tengas mucha experiencia en aerodeslizadores, ni tampoco creo que sepas con certeza a lo que te enfrentas, pero ya lo aprenderás.

- Nos hemos divertido mucho analizándolo. -espero no incomodarte con esto, pues implica que hemos leído todo lo que Tachikoma sabe de ti, todo.- Es un programa divertido. Me alegro de conocer a su programadora. Hay partes que no hemos conservado, pero otras sí. Esperamos que te haga sentir como en casa. -Sonrío y me marcho por la plataforma.

Por la mampara del Puente de Mando veis cómo la Icarus y la Nebuchadnezzar encienden motores. Sus propulsores se envuelven en un aura azulado, que cada vez va adquiriendo más fuerza, hasta cargarse por completo y lanzar rayos aleatorios de uno a otro, y hacia los elementos metálicos salientes de la plataforma. Parece que ya parten.

Tras seguir a Daidalos a lo largo de las instalaciones de la nave, se despide de nosotros y nos deja en lo que insiste en denominar como "nuestro nuevo hogar". Espero que así sea, aunque en mis primeras impresiones, con tanto espacio para tan poca gente, me resulta un poco imponente. "Supongo que todo es cuestión de acostumbrarse."
Ando algo entretenido echando una ojeada por el taller y después en la biblioteca, valorando todo el provecho que les pueda sacar en los ratos muertos que haya, cuando Bench nos convoca en el puente de mando.
Cuando llego, los chicos ya están junto al capitán. "Estos dos parecen llenos de energía y eficientes, voy a tener que ponerme las pilas para no quedarme atrás." Llego justo en el momento en el que la Icarus y la Nebuchadnezzar están encendiendo motores para salir.

-Perdón capitán, estaba demasiado entretenido curioseando por las instalaciones, para ir conociendo y habituándome al lugar. Cuando quieras empezamos.- Me dijo que no quería que le tratáramos de usted, y me cuesta. Pero lo que no voy a hacer es dejar de llamarle capitán, creo que eso se lo ha ganado.

Observo como parten los aerodeslizadores entusiasmado.

-Pronto nos tocará salir a nosotros.

Mi giro lentamente, los miro uno por uno y digo con voz firme.

-Chicos, nos han ordenado despertar y rescatar a un Hacker de Matrix, la capitana Niobe nos servirá de apoyo así que podéis considerarlo una misión de entrenamiento, aunque espero que deis lo mejor de vosotros no podemos arriesgarnos. Los detalles os los daré una vez partamos, ¿entendido?

Espero la respuesta de mi tripulación.

-Entendido, señor!- Respondo con energía. Después de la experiencia interrumpida en aquel entrenamiento en el constructor, seguía con las mismas ganas de entrar en acción. Pero esta vez sería en Matrix. Mark dice que será como una misión de entrenamiento.
"Es verdad que somos un equipo pequeño, y tendremos ayuda por parte de la capitana Niobe y los suyos, supongo. Aunque sea una misión asequible, volver a Matrix sigue teniendo sus riesgos...". Una mezcla de nervios y adrenalina se agitaba en mi cabeza al pensar en el momento de volver a entrar en Matrix.

Veis a la Valkyrie II elevarse sobre su plataforma y abandonar del Muelle por la Puerta 02. Es una nave pequeña, ligera, rápida. Y también algo débil.

Se ha adelantado a la Icarus y a la Nebuchadnezzar. Son los primeros en salir del Muelle.

Veo como el ValkireII despega a lo que no puedo remediar en pensar en mi compañero de habitación el cual he hecho tan buenas migas.

- Allí va Arkan, espero que no le pase nada...

me dirijo a mi capitán y respondo:

-Entendido mi capitán por mi podemos despegar cuando quieras...

Veis salir del Muelle a la Nebuchadnezzar, y siguiéndola de cerca, la Icarus. Parece que su piloto tiene algunos problemas para controlar la aeronave al principio, pero finalmente sale sin problemas.

La Logos enciende motores y se envuelve en el aura azul. Está al otro lado del Muelle, pero la veis elevarse majestuosa. Cruza las plataformas y pasa junto a vosotros, emitiendo rayos hacia los salientes metálicos que tiene más cerca. Es pequeña en comparación con la Gnosis, casi todas lo son en comparación con vuestra nave.

El capitán nos habla de la misión, parece que Níobe estará cerca. Rescatar a alguien de Mátrix suena peligroso y arriesgado, tengo curiosidad por ver de qué se trata. Mi mente divaga un instante por los recuerdos del programa que me colapsó, no fui capaz de hacer nada en absoluto, y eso me llena de inseguridad ¿Y si soy una inútil? ¿Y si no puedo hacerlo? Es más que evidente que pelear no es lo mío, y verme rodeada de cientos de personas que me gritaban y me empujaban, fue horrible. Suspiro, mirando pensativa al suelo.

En ello ando preocupándome cuando escucho los primeros motores y al levantar la cabeza veo despegar a la Valkyrie II, que se adelanta a todo el mundo, es la primera nave en salir de Sion. Frunzo el ceño. No seas idiota, claro que puedes hacerlo, además ¿Qué es eso de puedes? Tienes que hacerlo, esto no es una opción, aquí no hay alternativa, sólo hay un camino. Intento sonreír, mientras la luz de la Valkyrie II se aleja por el túnel.

- Entendido, jef… capitán – murmuro desde mi sitio, a la espera de que despeguemos, no sé muy bien qué hacer.

Asiento enérgicamente y digo a mi tripulación:

-Poneos en vuestros puestos, partimos inmediatamente.

Tras esto, me siento en el asiento del pilo, enciendo el aerodeslizador y los motores, y, mientras la Gnosis se alza imponente en los astilleros, contemplo Sion una vez más, y la dirijo hacia la puerta de salida.