Partida Rol por web

La habitación no es demasiado grande y cuenta con un servicio completo pero sin ducha, además de un par de camas y un pequeño armario para cada una de las personas que duermen en ella, una ventana que da al exterior y una mesita de noche en el centro con dos cajones, pueden añadirse más elementos a la habitación e incluso cambiar de habitación con el dinero suficiente para ello

¿Donde me han metido? esa era la pregunta que una y otra vez me hacia mientras recorría la habitación en busca de todo cuanto contuviese. Observe cada objeto etiquetando mentalmente aquellos que parecían interesantes y aquellos cuya existencia podía olvidar.

Cuando me canso de recorrer la habitación me decido a sentarme en la cama, con las piernas cruzadas. En una mano sostengo el auricular y en la otra la pulsera, mientras me pregunto qué clase de centro anima a sus alumnos a vender sus servicios para cubrir sus necesidades.

Incluso por un momento llegue a pensar que se refería a ... Pero me interrumpo a mi misma para apartar esa idea.

Tras pensarlo un rato decido guardar el auricular en un cajón junto a la cama que he elegido. No lo necesito, y solo sirve para decirles a los demás que les entiendo. Mejor entenderles sin que lo sepan, nunca se sabe.

Decido ponerme la pulsera, y observarla durante un rato mientras descanso tumbada en la cama y pensando en que hacer. Tengo un poco de hambre, pero seguramente todos están ahora desayunando, si espero un rato podre hacerlo sin que nadie me moleste.

La puerta suena y la voz de una mujer se escucha:

- Buenos días... Anke Giesbecht? puedo pasar? soy Noelia Freeman y tengo que hablar con usted de un par de asuntos

La voz de la mujer sonaba algo seca y segura

Me incorporo en la cama observando a la mujer con curiosidad, mientras asiento lentamente con la cabeza. Me quedo sentada, y en silencio mientras entra, esperando a que sea ella la que hable en primer lugar.

Por primera vez se me ocurre dar un vistazo a la habitación buscando algún reloj, o calendario, dándome cuenta súbitamente de que no se cuanto tiempo he estado inconsciente, aunque probablemente no serán mas de un par de horas, un día como mucho.

Vuelvo de nuevo la vista hacia la mujer, y un atisbo de sonrisa se dibuja en mi rostro, una pequeña muestra de cortesía, mientras imagino a mi madre diciéndome que debería haberme levantado para mostrar un poco de educación.

Yo no te he educado así Anke. No, de hecho no me has educado madre.

La mujer mira a Anke, llevaba una tablet que se pone a mirar y dice:

- Bueno mi nombre es Noelia Freeman y estoy encargada de vosotros el nuevo grupo que ha entrado... veamos Anke Giesbecht... vaya que interesante, veo que es capaz de entender cualquier idioma... ummm eso es muy útil para nosotros... vaya a la sala de control y dígales que yo le envió, allí diga que es la traductora de los textos antiguos, si lo de sus poderes es cierto será capaz de interpretarlos con facilidad antes de comer y yo me encargare de que reciba 100 €

La mujer sin esperar respuesta se gira y se dirige al exterior de la habitación y añade mientras sale:

- Sea bienvenida, si lo hace bien creo que tendrá un brillante futuro aquí y en cualquier lugar al que vaya

Abro la boca para responder, pero la mujer sale sin darme opción a decir nada.

¿Qué iba a decir en cualquier caso? Tengo miles de preguntas, pero tengo la sensación de que no me van a dar las respuestas que quiero. Puedo negarme también, pero en realidad quiero hacerlo.

Súbitamente me doy cuenta de que estoy sonriendo ante la perspectiva de poner a prueba mis habilidades de una forma tan interesante, aunque lo que realmente me hace sentir bien es que alguien las valore, alguien que las entiende. Me vuelvo al espejo, me arreglo el pelo y salgo de la habitación olvidando mi apatía de hace unos momentos e incluso la pequeña punzada de hambre de mi estomago.

Dejo la mochila junto a la cama y coloco la maleta sobre ella, mientras estudio la ropa que me han asignado. La coloco en el armario más cercano a la cama que he elegido, y aprovecho la ocasión para cambiarme de ropa. Ante la falta de opciones me decido por unos vaqueros y una camiseta. No tengo claro si hará calor o frio pero ahora estoy bien, así que me decido a guardar un jersey en la mochila por si lo necesito mas tarde.

Guardo la maleta una vez vacía bajo la cama, y compruebo que todo está guardado antes de colgarme la mochila y dejar la estancia.

Llego a la habitación y cierro la puerta de un portazo, mientras las lagrimas caen por mis mejillas.

¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué me pasa esto?

Me tumbo en la cama con los brazos alrededor de las rodillas de espaldas a la puerta. Cierro los ojos con fuerza, como si pudiese despertarme y descubrir que esto es un sueño.

Solo tengo quince años… ¿qué esperan de mi?

Siento un escalofrió atravesar mi espalda mientras pienso en todo.

Bombas, terroristas, poderes, bandas… esas cosas siempre les ocurren a otros, o en las películas. Yo no tengo más que una extraña habilidad para entender idiomas. No tengo poderes magnéticos, o Teletransporte, o la habilidad de meterme en la cabeza de los demás. Alguien se ha equivocado. Estoy aquí por error. Todo es un error, tiene que serlo.

Tras pasar un buen rato mirando por la ventana como las luces se van extinguiendo me decido a acostarme sobre la cama. No siento ganas de socializar con nadie mas hoy, y sin saber lo que me espera mañana lo mejor es dormir un poco.

No muy lejos de donde esta escucha ruidos, parece que vienen de la sala de recreo de su planta, también escucha ruido del exterior que parece de algún tipo de fiesta

Una vez cierro la puerta me siento en la cama, y me cambio de ropa. Luego me cepillo los dientes y recojo mi pelo con una goma antes de meterme bajo las sabanas.

Mañana será otro día.

Me siento aliviada de dejar atrás este primer día, aun sin saber lo que me depara el futuro.

Al menos he Edvin sigue ahí.

Y aunque no sé muy bien porque, ese último pensamiento hace que cierre los ojos con una sensación de tranquilidad.

Entro.

Me dejo caer en la cama. Ha sido un día muy largo y solo me apetece dormir y descansar al menos hasta la siguiente hora de comer.