Partida Rol por web

La habitación no es demasiado grande y cuenta con un servicio completo pero sin ducha, además de un par de camas y un pequeño armario para cada una de las personas que duermen en ella, una ventana que da al exterior y una mesita de noche en el centro con dos cajones, pueden añadirse más elementos a la habitación e incluso cambiar de habitación con el dinero suficiente para ello

Milagrosamente volvía encotrar mi habitación de destino, bueno también contando con la ayuda de carteles y señales, pero lo importante es que había llegado. Dejé algunas cosas encima de la cama que estaba junto a la ventana para indicar que me la quedaba yo, ya que al parecer las habitaciones eran compartidas. Luego guardé mudas y demás en uno de los armarios, cogí la mochila, metí los bolis, libretas y la tablet, y salí para buscar las aulas donde se daban las clases.

Tras entrar en la habitación dejo la mochila junto a la cama, ya casi me había olvidado de que aún la llevaba. Me eché sobre la cama que "me había pedido" y prácticamente quedé dormido al instante. Aún no sabía quién era mi compañero y parecía que todavía no se había pasado por la habitación.

Mañana será otro día, espero que mejor que este- mis últimos pensamientos antes de quedarme profundamente dormido.

Liv siguió a la chica hasta una puerta que era igual que todas las demás, en algún momento pensó que verdaderamente aquello era como una especie de laberinto. 

Cuando Aremi hizo la apreciación sobre que debía ser ella quien llamase, estuvo de acuerdo. Aremi parecía realmente impulsiva, y su vivo genio junto con su carácter fuerte, podían ser una combinación que era mejor mantener bajo cierto control.

- Está bien... - Dijo la chica dando un paso adelante, alzó una mano convertida en un puño cerrado, y llamó suavemente a la puerta un par de veces a la espera de que alguien la abriese al otro lado.- Veamos quién hay tras la puerta número 1.

Tras unas cuantas horas durmiendo, las imágenes sangrientas que había presenciado se aparecen en mis sueños, empiezo a sudar y me entra el pánico, hasta que de pronto me despierto. Mi respiración era un poco más fuerte de lo normal y aunque había dormido un buen rato me seguía sintiendo mentalmente agotado. Me levantó y habró la ventana de la habitación para que me de un poco el fresco durante un rato.

Al cabo de unos minutos oigo como alguien llama a la puerta -¿Quién será?- volvía a ponerme nervioso -Espera Ed, puede que solo se trate del otro miembro de la habitación, no es para tanto- intentaba tranquilizarme a mi mismo. Lentamente me acerqué a la puerta, coloqué la mano sobre el pomo, no estaba muy seguro de si estaba haciendo lo correcto o no -¿Y si es el asesino?- la duda me corroía. Después de unos segundos de debate mental sacudí la cabeza y con todo mi valor abrí la puerta. Para mi sorpresa, se trataba de dos de las chicas que habían llegado conmigo, una era Aremi, a quién ya había visto en su faceta de tipa dura, y a la otra aún no la conocía. - Ho... hola, ¿quereís algo? ¿que haceis aquí?- pregunté tímidamente.

El chico más joven del grupo. Liv no recordaba su nombre. Parecía que le habían despertado, estaba despeinado, un poco pálido y claramente sorprendido de verlas ahí, normal, dadas las circunstancias. Liv sonrió un poco, para darle confianza.

- Disculpa que te molestemos... - Dijo consciente de que tras ella Aremi miraba al muchacho con una expresión bastante menos afable que la suya.  - Soy Livia, ella es Aremi. Sé que no deberíamos estar aquí, pero después de lo que ha pasado en la piscina, hemos sido incapaces de quedarnos en la habitación. Queríamos... Saber si alguien tiene idea de lo que ha sucedido, Aremi apuesta porque se trata de una especie de broma...

A medida que hablaba se daba cuenta de lo tontas que sonaban sus palabras, estaría bien que el chico las invitara a pasar para no tener que hablar en el pasillo, pero era poco probable que eso sucediera. Echó un vistazo al interior de la habitación, y sin poder contenerse, preguntó.

- ¿Estás solo? ¿No tienes compañero?

Escucho a la chica que da sus explicaciones mientras me intento repeinarme un poco con la mano para parecer más presentable - Pues siento deciros que de broma no tuvo nada... yo mismo lo vi, con mis propios ojos- hagó una pausa mientras intentó volver a proyectar en mi mente la terrible escena - La chica estaba ahí, tirada en el suelo, rodeada de sangre y muy pálida, el pobre de Jack no pudo hacer nada. Fui yo quién fue a buscar a un doctor para intentar salvarla, junto con una niña pequeña que también presenció la escena- me atragantó un poco al recordar a la pobre chiquilla - Cuando llegamos ya no había nada que hacer, según el doctor llevaba ya un rato muerta, fue horrible...

Esperaba dejar apartado el tema un poco más de tiempo, pero pensé que era justo que ellas también supieran lo que pasó realmente, además eran del grupo de novatos y eso me hacia darles un voto más de confianza - Y no, mi compañero aún no ha aparecido por aquí, ni siquiera se si aún me habrán asignado alguno, al menos he podido descansar un poco estando aquí solo.  Me quedó mirando a las chicas a la espera de su reacción ante el discuro que acabó de soltar, sobre todo a Aremi, queria ver cual era su punto de vista de "tía dura" ante toda aquella situación.

Me mantuve con la espalda apoyada contra la pared mientras aquel chico, Edvin, narraba lo ocurrido y por desgracia confirmaba lo que Livia había visto.

¿Y ahora qué? Ninguno de los tres podíamos hacer nada al respecto, de hecho yo prefería mantener muy al margen de todo aquello. Con los brazos cruzados hice una breve intervención.

─Bueno, en caso de que sea cierto... tampoco es algo donde debamos meter las narices.

No obstante sí que me comía la curiosidad de saber quién haría algo así en un sitio como este. Se supone que había bastante vigilancia y de más, pero claro... nosotras no éramos las únicas que sabíamos hacer cosas más allá de lo normal.

Livia se había vuelto a medias para observar la reacción de Aremi. Parecía que, tras escuchar al muchacho, por fin se había convencido de que lo que había pasado era real y no una broma o una prueba. 

Volvió su atención hacia Edvin y compuso una expresión ligeramente compasiva.

- Lamento que tuviese que pasar por eso, seguro que no fue nada agradable - Dijo imaginando lo terrible de la experiencia- Escucha... Si estás solo, puedes venir a nuestra habitación. 

No sabía si invitar a un chico a la habitación de las chicas infringía alguna norma, seguramente, pero en ese momento, le dio exactamente lo mismo. 

- Podemos charlar un rato, o jugar a algo... - Liv dejó pasar un segundo - Perdona, soy un desastre ¿Me recuerdas tu nombre? Lo he olvidado. 

-Supongo que no, pero tampoco fui yo quién quiso meter las narices, me metí por accidente- digó mirando en dirección a Aremi - Gracias por tu comprensión, y por la invitación- volví a mirar hacia la otra chica (Livia) - pero parece que ya empieza a haber movimiento por aquí y la verdad es que tengo un poco de hambre, si quereis podemos ir a desayunar y allí seguimos charlando, yo después tengo clases, creo.... No estaba muy seguro de lo que depararía esté nuevo día, esperaba que no muchas preguntas sobre lo de ayer ya que intentaba olvidarlo, pero tampoco se podía ignorar -¿Habrán encontrado ya al culpable?- me replanteo mientras sigo hablando con las chicas-

Me llamo Edvin, pero podeis llamarme Ed- le respondo - ¿Y tu nombre? creo que ni he llegado a preguntartelo, a Aremi si la "conocí" en el comedor, aunque más bien solo oí tu nombre de pasada- termino volviendo otra vez a mirar hacia Aremi.

- Livia, encantada - Se presentó la chica con una pequeña sonrisa- A mí me parece buena idea que vayamos a desayunar juntos - Se volvió hacia Aremi para saber qué opinaba ella, después volvió a mirar al muchacho- Quizá hoy no tengas clases, después de lo que ayer es posible que las suspendan, así tal vez puedas descansar un poco, o al menos relajarte y tratar de olvidarte un poco de lo sucedido.

De nuevo miró a la pelirroja.

- ¿Qué dices, Aremi? ¿Vamos a buscar tus zapatillas a la habitación y desayunamos con Edvin?

Me separé de la espalda con mala gana. Metí las manos en los bolsillos del pantalón y comencé a caminar por el pasillo hacia mi cuarto.

─Yo voy a buscar MIS zapatillas. Vosotros podéis ir a desayunar por vuestra cuenta, si necesito algo ya os encontraré.

Me había faltado escupir a un lado, contra el suelo, para haber quedado como una auténtica bad ass, pero apuesto a que luego me hacían limpiar las juntas de los azulejos del baño con un cepillo de dientes, y eso era algo a lo que no estaba dispuesta.

Mi cabreo repentino tenía un motivo.

─¿Qué coño hace invitando a un crío medio autista a nuestro cuarto? Maldita sea, a MI cuarto. ¿Pero cómo puede ser tan pánfila esa tía...? ¿Quieres venir a jugar a algo...? No puedo ni creer la indirecta que le ha lanzado. Por dios... que repelente─.

Livia no pudo por menos que sorprenderse ante la brusca reacción de Aremi. Parecía enfadada por algo, pero era difícil saber si era por una razón en concreto, o porque ella siempre estaba enfadada con el mundo que la rodeaba por el simple hecho de estar ahí, rodeándola.

Se planteó si ir a hablar con ella, pero desechó rápidamente esa idea, mejor sería dejarla sola, así que se giró de nuevo hacia el muchacho.

- Bueno, nos hemos quedado solos tú y yo- Se encogió de hombros - En fin, vayamos a ver qué se cuece ahí fuera.