Partida Rol por web

Dodo me eligio como amiga y compañera y además se quedará por siempre... eso me hace sentir bien y sonrio alegré, Dodo salta desde la rama del árbol sobre mi hombro como para reafirmarse.

La parte de enseñar a los otros que yo soy la que mando... no me atraía tanto no estaba segura de ser capaz y ser capaz de invocar a más de ellos o más grandes y atemorizantes tampoco es que me haga demasiada gracia de todas formas me levanto para hacer lo que dice.

Ok... intentaré traer a uno... solo a uno ¿vale? Digo un poco insegura pero antes de que pueda concentrarme para traerlo veo como el chico de antes caer hasta el suelo. Pero que demonios...

Dodo se acerca al chico dando una vuelta como queriendo comprobar que realmente esta bien.

Dejo de concentrarme y me acerco corriendo a donde tomo tierra.

¿Estas bien? Pregunto preocupada cuando llego a donde esta aunque por suerte parece que no esta demasiado mal ¿Como saltas asi? ¿estas loco? pudiste hacerte daño...

Dodo se acerca al chico y da una vuelta alrededor de él como para comprobar que no tiene ninguna herida oculta, comprobando que no se hiciera daño.

Al saltar me hago daño, lo consigo pero me hago algo de daño. -Joder esto duele, menos mal que tengo mi autocuración, no se a quien se le ocurrió que alguien tenía que saltar de la tercera planta.-

Veo como la chica del animal y su animal se acercan preocupados hacía mi, -Menuda primera impresión acabo de dar, el loco que salta desde un tercer piso, acabo de fastidiarla con esta chica tan guapa-.

-Bueno...mentiría si no dijera que he estado mejor, pero al menos conseguí mi objetivo de que alguien cayera desde una tercera planta y llegara al suelo de una pieza...o casi.- digo visiblemente dolorido pero intentando calmar a la chica.

-Muchas gracias por preocuparte, me llamo Jack, perdon por el susto que has pasado viendo a este loco saltar y ya que te has preocupado por mí te dire algo que no suelo decirle a nadie, mi poder también consiste en poder curarme bastante mas rapido que los demás. Aun así te agradecería que mantuvieras eso en secreto no me gusta que se sepa tan facil.-

Parece que de alguna manera el chico sale bastante indemne y ademas dice que se puede curar... supongo que tengo que acostumbrarme a que todos a mi alrededor tengan habilidades extrañas.

Te iba a decir que deberías ir a la enfermería a que te hicieran un chekeo pero si tienes autocuración no se si será necesario a lo mejor en tu caso no lo necesites. Digo algo dudosa ya que no se cuan rápido se curará.

Bueno Sebastian me acaba de pedir una pequeña demostración para poder ayudarme con mi poder así que ya que me digiste tu poder quizás deba mostrarte algo del mio... Digo guiñandole un ojo.

Antes de que me concentre para invocar a las otras criaturas Dodo se sube a mi hombro bastante nervioso, nunca le gustarón los "otros".

Voy a traer solo a uno... solo a uno... Repito para mi

Llegué exhausto a los jardines, de tanto correr de aquí para allá me había agotado un poco -Bueno...por fin...llegué- dije para mi mismo con una vez algo ahogada. Me tomé un breve momento para retomar el aliento y comencé a caminar en busca de algún grupo de chavales sentados en el césped, como si fuera una especie de comuna hippie, y también al tal Sebastian, que parecia ser el responsable de dar las clases.

─Suzuka... Suzuka... ─pensé, mientras deducía que debía ser oriental por el nombre─ ¿Dónde estás?

Salí de la tienda dirección al exterior, caminaba con paso firme y desinteresado. Barbilla alta y mirada condescendiente.

Sebastian se acerca a donde estaba Sarah y el chico, al ver a Jack le pregunta:

• Os encontráis bien?

A lo lejos puede verse como varios adolescentes empiezan a acercarse aunque aun tardaran un rato en llegar donde están ellos, mientras tanto un par de seres extraños hacen su aparición junto a Sarah y empiezan a corretear, son similares a Dodo, como la versión malvada de ellos, Sebastian los observa y dice:

• Ahora, llámelos querida y hábleles con voz autoritaria y dígales los que tienen que hacer… no se preocupe aquí no pueden hacer daño a nadie.

Las criaturas correteaban, una de ellas parecía que quería atrapar a Dodo y hacía gestos como diciendo “baja”, el otro se acerca a Jack y le saca la lengua

Caminé decidida hacia el grupo de chicos y chicas que se encontraban en el jardín. Parecía que había algunos bichos fuera de control y eso estaba atrayendo la atención del resto de gente que se encontraba por los alrededores.

─¿Qué clase de animal es ese...? ─pensé algo confusa al ver las apariciones que emergieron en las proximidades de Sarah─.

Para llegar al grupo que me interesaba, donde estaba la asiática... o asiáticas, pasé por el lado de aquellos que estaban con un señor y rodeado por bestezuelas extrañas.

─Espero que si alguna vez tienes hijos no sean así... ─afirme con un ácido y probablemente fuera de lugar humor, mientras miré a Sarah de arriba a abajo de reojo a la par que continuaba mi camino─.

─Qué cosa tan rara...

Me acerqué al grupo en el que se encontraban las gemelas asiáticas y un trío de chicos. Me detuve frente a ellos lanzando una justiciera mirada, como si les escanease.

─¿Su?

-Valla me gusta mas el pequeñín que siempre esta contigo, aun así mola el que seas capaz de hacer aparecer estos de la nada- digo mientras veo como uno de ellos me mira y me saca la lengua,-también parecen mas dificiles de tratar-

-Y gracias señor por su preocupación, he estado mejor pero parece que solamente estoy algo lastimado, debería estar como nuevo en unas horas.-

Aun me encuentro dolorido pero observar aquellos monstruos me resulta casi hipnotico, jamas había visto a unos bichos tan hiperactivos.

Cuando me concentro aparecen dos de esos seres qe empiezan a moverse a su antojo molestando a Dodo y al chico. Sebastian dice que debo imponerme a ellos pero eso es más facil de decir que de hacer. Noto a Dodo temblando en mi hombro mientras mira al que le esta haciendo gestos para que baje.

Una chica (Aremi) al pasar a mi lado hace un comentario fuera de lugar me giro y le dedico una mala mirada en ese instante los dos bichos que invoque se giran prestando su atención en ella... antes de que tengan tiempo en hacer alguna de sus "travesuras" me giro y les digo.

¡Quietos! Esperando que me hagan caso

Por ahora prefiero centrarme en esos dos antes que responder al chico o Sebastian bastante me cuesta mantenerlos controlados sin distracciones.

"No... definitivamente YO no debería de estar aquí... maldita sea... quiero salir" pensó con desesperación cuando vio el panorama que había en el jardín... tenía que haberle hecho caso a la señora de negro y no al doctor. Esas cosas no eran niños... lo mismo es que en el desayuno le habían echado algo y veía cosas raras... ¿pero que demonios estaba pasando allí?

- Cielos... - comentó quedándose quieta, si se movía lo mismo iban a morderle, miró la puerta de reojo, tenía que salir de allí.
 

Ante la pregunta de Aremi las dos gemelas miran, esta puede ver que una de ellas camina sin nada y la otra lleva una mochila como las de colegio, la chica parecía realmente tranquila y amigable, algo extrañada y con un tono de voz tímido pregunta tras agachar levemente la cabeza:

• Si… soy yo… en que puedo ayudarle?

Los chicos que había allí se alejan un poco para dar espacio

Los seres al ver como Sarah mira mal a Aremi se miran los dos, parece que se les ha ocurrido algo, pero al grito de la mujer se giran y la miran, su mirada es como la de niños pequeños planeando travesuras y corren hacia ella uno de ellos se pone delante y le saca la lengua de forma burlona, mientras que el otro coge un palito y lo tira contra Dodo, Sebastian que esta a s lado dice:

• Recuerde señorita que si usted lo desea ellos pueden desaparecer ellos deben ser conscientes de ellos, que están aquí gracias a usted

Definitivamente aquel no era su sitio. Se había equivocado al ir allí. El tal Sebastian estaba ocupado con otros alumnos y teniendo en cuenta el tipo de poder que tenia Clara no estaba segura de que ese hombre le fuera de ayuda y mas en aquel momento en el que parecía estar adiestrando a esos animalillos. De manera que se dio la vuelta sigilosamente para ir a buscar al franchute.

Suspiro aliviada cuando al ordenarselo me hacen caso... o más o menos aunque no van a por Aremi siguen corpontandose como les da la gana, me sacan la lengua y lanzan un palo a Dodo. Aunque eso es mejor que la última vez aun me queda mucho que mejorar si quiero que no sean un peligro.

Iros a casa. Ordeno haciendolos desaparecer, en mi hombro Dodo parece aliviado y cansado. Ya te dige que no son precisamente faciles de tratar... Digo lamentandome. Aunque lo de hoy fue un avance, gracias por los consejos. Digo con una media sonrisa. Si no quieres que haga ninguna otra prueba por hoy tenía pensado acercarme a la enfermería, quizás debería acompañarlo para comprobar que no tiene nada más grave... Digo haciendo un gesto hacia Jack

Crucé los brazos frente a la gemela que me contestó, al examiné de arriba a abajo con curiosidad. Y traté de no sonar demasiado borde con lo que iba a decir.

─¿Qué sabes hacer tú? Quiero decir, soy nueva. Aremi. ¿Tú... qué haces, qué te hace especial para estar aquí?

Pregunté con una curiosidad tal vez mal interpretada. Lo único que me interesaba de ella era que podía darme cien euros. Poco más.

La miré fijamente, casi escaneando su rostro, con los ojos entrecerrados. Un hormigueo en mi cabeza me indicaba que la chica tenía algo especial, único, y que en breves sería... mío.