Partida Rol por web

La segunda pelea de las semifinales!! Gregorio, el lobo travesti contra el temible Ogro!! ¿Está pelea te tiene algo más interesado, Sid?

No me canso de decir que Ogro es mi luchador favorito y no me está decepcionando para nada hasta el momento. Me va a encantar como le da pal pelo a ese saltimbanqui rosa jeje

Otra vez con...

¡¡Y tu otra vez igual, joder!! Soy un viejo y no me gustan los mariquitas, coño!! Ahora nos llamais homofobos, pero siempre hemos sido los machos!!

Quiero una pelea todo lo salvaje y entretenida que podais. Aquel que me aburra será penalizado y el que me parezca divertido premiado. Esa es la única regla, ¿de acuerdo?

El Ogro subió al ring como siempre, sin muchas ceremonias y haciéndose crujir el cuello y los hombros para ponerse a punto. Llevaba la misma ropa de profesional de siempre, incluída la chaqueta larga que no se quitaba más que para pelear. Sus manos eran enormes anaqueles de futuras y potencilaes hostias y su cara era un elemento incognoscible y más bien basto. Se rascó la mejilla en la que se notaba la barba de varios días, con los pelos ariscos y duros como cerdas y miró a su oponente.

"Dientes largos, camisola... ¿esta no es la abuela de la del bosque de tres a la izquierda?"

-Uhm, señora -dijo el Ogro, que con todas sus cosas podía ser al menos medianamente decente- Creo que esto no es para usted. Debería retirarse del combate. No queremos darle mal ejemplo a los críos, ya sabe...

Y es que él era un ciudadano concienciado, no quería que les pasase nada malo a los pequeños, que no tenían culpa de nada. Si luego alguno era devorado y echado a la cazuela sin miramientos, eh, eran gajes del oficio, pero tampoco había que escudarse en eso para no tener responsabilidades.

¿No está tardando demasiado en salir Gregorio? Todo el mundo le espera aquí fuera y el lobo sigue sin aparecir por el ring.

Estará maquillandose...

Empezaron a oirse unos pasos demasiado pesados que provenían del lugar donde debería salir Gregorio. Los pasos pararon, y se pudo escuchar a Gregorio discutiendo con alguien. La discusión empezó a subir de tono, hasta que, después de un golpe demoledor, el lobo travesti atravesó la puerta, y cruzó la lona de un lado a otro. 

Los pasos se reanudaron con más fuerza, y el gólem apareció rompiendo la puerta. Alzó los brazos y gritó:

-¡¡¡Shalom!!! ¡¡No se puede matar aquello que nunca tuvo vida!!

Oh, no...

Los pasos lo marcaban. El olor lo marcaba, todo lo marcaba mientras el sitio empezaba a hacerse eco de una "entrada triunfal". Joder, ¿por qué siempre tenían que tocarle los condenados fenómenos de la naturaleza que no veían momento de morirse? Da igual si son nobles rumanos en horas bajas en busca de robarte el cobre que tengas desubicado o adanes de nueva creación forjados por modernos prometeos de camino al polo norte, siempre acaban jodiendo la marrana cerca de uno y siempre, siempre hay que acabar tragándose el pato. Si hubieras conocido el concepto metafísico del karma hubieras reconocido su sutil influencia, pero como eres así como el mecanismo de un botijo, lo resumes de forma muy sencilla.

"Hay que ver lo puta que es la vida"

Pues nada, a saludar al resucitado como es debido. Ya que se ha cargado al otro, eso le hace técnicamente de nuevo un luchador, y tu próximo contendiente, ¿no?

El ogro entró en escena, y miró al ogro. Allí estaba de nuevo el tipo que le había reducido a escombros antes. Había hecho falta mucho cemento, y un par de planos del IKEA, pero por fin estaba allí de nuevo para demostrarle quien era duro de verdad. 

Sin embargo, el gólem notó algo extraño, y es que después del golpe del ogro empezaba a sentirse mucho más horizontal de lo normal...

El Ogro estiró la mano para alcanzar al Gólem, la cosa de roca y no trabajar mucho los sábados que se le acercaba. No necesitó mucho esfuerzo para atraerlo junto a él.

-¿Nos saltamos las presentaciones, no?

HOSTIAFINA!

Gólem podía estar positivamente seguro de que esa no era la onomatopeya adecuada, pero como se encontraba disparado como un cohete hacia la pared vía hostia mulera tampoco es que pudiera hacer un estudio en profundidadad. La gente empezó a vitorear y a chillar de entusiasmo, y es que pocas cosas hay mejores que empezar el combate dándole la hostia del siglo a un tipo. En el fondo a la gente le gusta lo simple.

-Tienes cinco segundos para levantarte o empiezo a pisotearte ahí abajo. Tú verás... doler creo que te va a doler igual.

El gólem voló, pero solo para aterrizar riéndose un poco más lejos, mientras se levantaba. El ogro pudo ver perfectamente como las grietas que había provocado su golpe en la pétrea superficie de su rival se cerraban, y éste dijo:

-El gólem te lo volverá a decir, ¡no siente dolor!

Pero por mucho que no sintiera dolor, no podía más que alegrarse de que al recomponerle hubieran mezclado el cemento con mejunje art attack. Parecía que aquella cosa funciona, y el toque extra con purpurina le daba un aire más glamouroso del que no se iba a quejar.  

-Bñej

Tíos que no sienten dolor. Gente que se reconstruye sola. En serio, los viejos tipos no podemos competir con cosas como esas.

Así que en el fondo no lo intentamos siquiera. ya sabes, cuando sólo tienes un martillo todo te parecen clavos. O algo así, nunca lo he entendido muy bien, pero seguro seguro que se puede aplicar a darle una paliza brutal a alguien. Eso sí lo puede hacer uno, es cosa de entusiasmo más que otra cosa.

Tan ocupado estaba el gólem riéndose de su rival, que no vio venir el gigantesco puño que le impactó en la zona recién reconstruida, haciéndo que las grietas vuelvan a salir.

-¿En crisis y tú destruyendo bienes inmuebles? ¡El gólem piensa que eres un desconsiderado!-dijo el constructo, intentando cubrirse de los siguientes golpes que le mandara aquel cacho de carne.