Partida Rol por web

Montserrat

I. La yerma figura

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19/04/2013, 16:52
Director

 

Año de Nuestro Señor de 1350
Aldea de Monistrol, muy cerca de Montserrat


¿Quién diría que Dios no coge de la mano a la misma muerte? Y créanlo cuando les diga que de tal guisa un tal Gonzalvo y otro más de nombre Gabriel Soto, en medio del camino cubierno de nieve encontráronse, muy cerca de allí y viajando en la misma dirección que éstos, con dos hombres que no hacían sino mera realidad aquella ilusiora idea de tan trascendentales protagonistas. No se asusten, que tampoco iban de la mano, ni arrumacos de esposa que hacían ambos dos, ¡válgame Dios!, pero si que parecían conocerse de hacía algún tiempo un hombre de aspecto fiero, soldado probablemente, con un clérigo medio resfriado, por la ventisca, que hacía un poco inusual la escena estando fuera de un convento o abadía.

Pues eso que les digo: un siervo de Dios y otro de la espada... ¡de la mano!, reitero que no literalmente, ¿habríase visto antes tal unión? En fin... Y el tan Gonzalvo y el Gabriel Soto, déjenme decirles, aceptaron, una vez encontrados éstos con el otro par, de continuar el camino tapado media vara en altura por la nieve todos ellos juntos, pues es menester y "complaciencia" el andar los caminos en la máxima compañía posible, que no sabe uno cuando las ratas y ladronzuelos quedarán a uno en calzones aún estando sobre la misma nieve pirenaica. Ninguno de los tales repuso en tal causa, sino que más bien era beneficioso para todos.

Os encontrábais cerca de Monistrol, a veinte minutos del pueblo de Montserrat. El pasaje que englobaba el lugar estaba cubiertos por una gruesa capa de nieve, ¡En mala hora cruce un carro por esta zona! ¡Ni ocurriésele! Además, estaba cayendo una gran tormenta, y el viento os azota en la cara, las manos y el estómago; no se limita a ello, sino que sacudía vuestras vestimentas de forma violenta. Los copos de nieve se os clavaban es los pocos trozos de carne visible como autenticas agujas de hielo.

Poco a poco os fuísteis entrando un poco más en el pueblito de Monistrol y pero no se veía a nadie por las calles. El campanario de Montserrat, señalaba muy lejanamente las siete de la tarde. Casi no se veía nada, y con esta ventisca ni el cazador más experimentado podría encender las antorchas que iluminaran la zona. Lográbais ver, no sin dificultad, una docena de casas, dos graneros y la alcaldía, además de lo que parece una posada. De los ventanales de ésta última surgía luz y algunas gente que hay dentro, como clientes. La posada poseía dos pisos. Sería mejor resguardase bajo techo, o donde fuera, pues una pulmonía podría no estar más lejos que cuantos osados maleantes intentasen "lambrearos" la bolsa en menos de lo que el propio agua apaga unas calientes brasas.

“Posada d´en Blai” -ponía malamente escrito en este edificio-.

Notas de juego

Os pongo esto para ir abriendo boca. Antes de postear, subid la descripción, historia, ficha y compra (si es que aún os falta algo).

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19/04/2013, 19:13
Hermano Bernardo

 

Arrebujado lo máximo posible en su gruesa capa negra y calándose a más no poder la capucha, el benedictino procuraba resguardarse del frío, que ya le traspasaba hasta el alma.

-Loado sea el Señor... –se le oyó suspirar quedamente cuando avistaron las primeras casas del pueblo.

Más adelante, al percatarse que no se trataba del monasterio de Montserrat, sus hombros se hundieron visiblemente, y sus andares se hicieron aún más penosos, mas nada dijo. Poco a poco, el grupo fue adentrándose entre las casas.

De bajo su manto el monje sacó una mano con la que se frotó la nariz enrojecida por el gélido viento, y se limpió algo de moco que, de puro frío, se le escapaba de ésta. Todo él tiritaba ya, pese al esfuerzo de la caminata.

-Mi señor Bertrán –dijo tras aclararse la voz con unas toses-, parece que la ventisca no hace sino que arreciar, y dudo que nos permita alcanzar hoy nuestro destino, por cercano que éste se sitúe. Ya que esta aldea cuenta con un cobijo para los peregrinos, no pienso que debiésemos dejar pasar la oportunidad de guarecernos. Ignis corpus calefacit et anima gaudet -citó, de quién sabría qué evangelio.

Notas de juego

Perdonad mi latín macarrónico. No doy para mucho más...

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19/04/2013, 19:58
Bertrán Berenguer

Agarrando el ronzal del caballo y tratándo de resguardarme del frío con su tamaño camino a la altura de mi santo amigo, Bernardo. EL viento azota y corta como cuchillas la piel del Catalán, haciéndole cerrar su ojo sano.

De vez en cuando saco mi bota para tratar de calentar con vino el gaznate, ofreciéndole a Bernardo acontinuación sin mediar muchas palabras. Al escuchar como se aclara la garganta repito el mecánico movimiento y escucho con atención, pues no era el monje un hombre al que no tener en cuenta su opinión.

-Cert... Podríamos pasar la noche en aquella posada- Señalo con un gesto de barbilla la posada mientras busco al mozo de la cuadra, que con este frío debe de estar dentro. -Id dentro y llamad al mozo, pedid algo caliente de comer mientras vuelvo de hablar con el chico- Digo mientras Bernardo me devuelve la bota

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19/04/2013, 21:45
Gabriel Soto De Queiroga

 La idea de pasar la noche a cubierto es demasiado tentadora como para no aprovecharla:

 - A fe mía que Dios nuestro señor ha escuchado nuestras plegarias y dormiremos hoy en suaves camas...

 Solo esperaba haber dejado atrás cualquier asunto del mas allá y disfrutar de la tranquilidad con las cosas de más acá...

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23/04/2013, 22:40
Gonzalbo de Mur

Frio de mil demonios. Susurro en voz baja mientras por fin ya nos acercábamos al pueblo. La sola idea de dormir bajo techo apartaba todos los males del cuerpo y acercaba los olores de comida caliente, más imaginarios que reales.

El frio es tan acosador que para celebrar el buen descanso prometo invitaros a todos al primer trago. Digo sin terminar de destaparme la ropa de la boca.

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24/04/2013, 11:19
Director

Y tan que bien parecía néctar eso que veíais ante un desierto de frío y ventisca... ¡comer en caliente y dormir sobre paja! Aquellos no parecían sino placeres que quizá ya hubiérais olvidado, pues mucho habíais andado hasta lo más lejano de las tierras catalanas.

Enseguida el hermano Bernardo entró en la taberna, acompañado de Gabriel y Gonzalbo. El muchacho de cuadras, que tendría siete u ocho años, invitó a Bertrán a bajar de su montura, mientras le mostraba dónde guardaría su caballo (en una especie de cuadra muy pequeña y cosida a "copazos" de nieve en sobre su tejado). En el interior de la posada d´en Blai, pese al pésimo aspecto exterior, el ambiente es muy agradable en comparación tambien con la tormenta que azota fuera. ¡Seguro que aquí se encuentra descanso, sin duda! Al entrar, una ráfaga de aire azotó el interior por un momento, tiempo suficiente para que algunos parroquianos de los que habían en el interior os gritaran:

¡¡¡¡¡ ESA PUERTAAAAA!!!!!

Ya dentro, la gran chimenea circular caldea toda la sala. Tras unos bidones de madera pende una tabla mal puesta siendo lo que parecía la barra, y ya un hombre muy menudo y bajito, que era el posadero, atendía a Bernardo y el resto cuantro Bertrán volvió de guardar su caballo. Tras sentaros y esperar lo que pudiérais degustar, vísteis una muchacha muy joven de pelo largo y castaño hasta la cintura que estaba yendo de mesa en mesa sirviendo vino de una jarra. Seguramente fuera alguna hija o sobrina del posadero, pues se parecían bastante. Además, algunos de los clientes que habían vociferado eso de la "puerta" nada más llegar, hablaban con gran interés acerca de ese terrible temporal "¡Yo creo que durará aún unos días!" "¡No, no, no, ésto en unas horas se calma!" -decían-.

Además, en una de las mesas, sin estar tomando nada, había una muchacha pelirroja, de ojos verdosos y sonrisa cautivadora. Nada más sentaros, se fijó enérgicamente en Gabriel, y enseguida, manteniendo esa sonrisa sobre su rostro, se levantó y comenzó a caminar de forma un poco seductora hacia éste. El hermano Bernardo, sólo de verla, parecíale una de tales fulanas que los pecadores cuantiosas veces les describían en sus confesiones, y le dan ganas de rezar... por ella. Entonces se acercó a Soto hasta donde estaba, se agachó un poco y le susurró algo al oído.

Haced todos una tirada de Descubrir (PER), y si queréis una de Escuchar (PER) (para oir lo que le dice la pelirroja a Gabriel xD)

 

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24/04/2013, 11:43
Pelirroja

Hola hermoso, se que te has fijado en mí, ¡no lo niegues! -te susurraba aún cuando no llevaba razón...o sí ;) - ¿te apetece subir a una de las habitaciones de la posada?

Y te guiñó un ojo un poco lascivamente, la verdad.

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24/04/2013, 11:53
Hermano Bernardo

El benedictino se frotaba las frías manos agradeciendo la cordial hoguera cuando aquella hembra se les acercó llamando naturalmente su atención. Cuando la seductora Jezabel, carente de todo recato y vergüenza, se inclinó para susurrar unas palabras al oído de su compañero de viaje, el escandalizado monje aguzó instintivamente el oído.

 

- Tiradas (2)
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24/04/2013, 11:52
Gabriel Soto De Queiroga

 Miré a la dama y le susurré:

 - Por supuesto... Esperar unos minutos, a que pueda excusarme con mis compañeros, y estaré encantado de disfrutar de vuestra compañía...

Notas de juego

 ¿No hay avatar para ella?.

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24/04/2013, 11:54
Gabriel Soto De Queiroga

 Miré a la dama y le devolví los cuchicheos...

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24/04/2013, 13:19
Gonzalbo de Mur

Ésta jarra de vino es como el mismo nectar divino que salvó al pueblo de Moises de la hambruna y la sed, y como tal me vuelco en él cuando la chica aparece. Exala seducción pecaminosa y... válgame... muy atractiva... pero pecaminosa después de todo. Al acercarse a mi buen compañero Gabriel, discierno con acierto que ése no es mi asunto. Asi que con mas agrado que pena me centro en mi vino que tan ansiado ha sido durante todo el camino.

- Tiradas (2)
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24/04/2013, 14:57
Bertrán Berenguer

El calor de la hogera reconforta mis huesos cuando cruzo el umbral de la puerta. Enseguida localizo al resto del grupo y me uno a ellos mientras contemplo el bullicio de la posada. "Seguramente hará más frío en casa de alguna de esta gente que al raso".

Cuando ya hemos acordado mesa dejo mi morral a mi lado, y aún no he terminado de apartarme la nieve de las ropas cuando una mujer se acerca a nuestro compañero de viaje. Curioso y perspicaz no pueod evitar comentar en voz baja.

Parece que a algunos no les basta una hogera para calentarse...

- Tiradas (2)
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24/04/2013, 20:22
Director

Sin duda alguna que fuera por obra de Dios que se te agudizó el oido y escuchástes las palabras de la jovena a Gabriel:

Hola hermoso, se que te has fijado en mí, ¡no lo niegues! -¿te apetece subir a una de las habitaciones de la posada?

A lo que Gabriel contestó:

Por supuesto... Esperar unos minutos, a que pueda excusarme con mis compañeros, y estaré encantado de  disfrutar de vuestra compañía...

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24/04/2013, 20:24
Director

Tan sólo vosotros observáis, en el trasiego de clientes de la posada, al fondo de la sala y en su parte mas alejada, la silueta de una persona vestida al parecer con unos hábitos, sentada tras una mesa. Está solo, en el rincón más oscuro del lugar... parece algo reclinado, no bien sentado. Tiene un vaso de barro puesto delante de sí, pero no bebe. Sin duda un tipo de lo más extraño.

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24/04/2013, 20:27
Director

Notas de juego

Cuando tu quieras puedes acompañar a la señorita.

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24/04/2013, 22:30
Gabriel Soto De Queiroga

 - Tengo que hacer unas cosas, que descanséis... - Me despido de mis compañeros, antes de subir...

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24/04/2013, 22:58
Bertrán Berenguer

Algo molesto con la impertinencia de Gabriel intento distraer la atención buscando conversación hasta que llegue la cena

Decidme Gonzalbo, ¿Dónde tenéis pensado seguir vuestro camino? Nosotros marcharemos mañana si el tiempo acompaña hacia el monasterio, que no ha de ser lejos d'aqui. Si compartís nuestro camino podríamos seguir juntos

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24/04/2013, 23:51
Bertrán Berenguer
Sólo para el director

Comienzo a hablar con los demás sin dejar de prestar algo de atención al hombre ensotanado, ya que su aspecto me crispa un poco

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24/04/2013, 23:52
Hermano Bernardo

 

Los labios se apretaron en su rostro desaprobadores, y negó con la cabeza suavemente, rechazando tanto la vileza de aquella pecadora como la imprudente lascivia del hombre.

-Tengo que hacer unas cosas, que descanséis...

El hermano Bernardo alargó entonces una mano enteca, reteniendo brevemente a Gabriel por la manga, y en voz baja citó, más como un ruego que como una advertencia:

-“No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos, porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan, y la mujer caza la preciosa alma del varón”.*

Notas de juego

*Proverbios, 6:25-26.

Me encanta documentarme xD

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24/04/2013, 23:59
Gabriel Soto De Queiroga

 Miré al sacerdote, un tanto cortado, pero sin dejarme amilanar:

 - Vale... Gracias por la advertencia...

 Apto seguido seguí mi camino arriba...