Partida Rol por web

Montserrat

II. Nuevos encuentros

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07/06/2013, 11:19
Director

La noche fue plácida. Un poco más de frío de lo normal, pero aquellas camas habían sido las mejores en bastantes días. "Para variar", el día amaneció nevado, pero aun así más practicable para los viajeros que la jornada anterior. Cuando bajásteis por las escaleras, ya podíais oler la comida que se estaba preparando en la cocina. El desayuno debía constar de carnes bien fritas. Y el estómago apretaba fuertemente...

Tras alcanzar la planta baja de la posada, os sentásteis en una de las mesas. El lugar estaba vacío. Esa noche vosotros habíais sido los únicos clientes que pidieron habitacion. En breves os servirían el desayuno.

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13/06/2013, 19:21
Gabriel Soto De Queiroga

 Fui el primero en llegar y me senté a desayunar. Cuando me sirvieron el desayuno, le pregunté al tabernero:

 - Anoche me quedé con una pregunta en el aire, por favor. Aparte, del fallecido, obviamente, ¿ha pasado por el lugar algo fuera de lo común?.

Notas de juego

 Estuve de exámenes, sorry.

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13/06/2013, 19:45
Bertrán Berenguer

Me levanto temprano, madrugo y preparo el petate para el vieje que nos espera. Antes de bajar a la sala principal a desayunar comento a Bernardo

M'has d'avisar para ir al entierro, voy abajo a mandar hacer el desayuno, fins ara.

Y bajo las escaleras con mi bota casi vacia en la mano. Una vez abajo y al ver que los que han de acompañarnos no se encuentran en la sala me dirijo al posadero.

Bon dia, Y poniendo la bota en la mesa Necesito que me llenes esto de vino y prepares desayuno para dos, le pido a Dios que tengas huevos frescos... Por cierto ¿En qué dirección y a cuanta distáncia se encuentra el monasterio de Montserrat?

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14/06/2013, 23:41
Hermano Bernardo

Bernardo se despejó lavando su rostro con el agua fría de una jofaina antes de bajar a la sala principal de la taberna. Después de trasnochar velando al difunto y ciñéndole su última vestimenta, su cuerpo protestaba.

Al bajar encontró a sus compañeros sentados ya a la mesa. Se sentó junto ellos y oró brevemente:

-Benedice, Domine, haec alimentos. Amen.

Tras persignarse, vertió en su cuenco algo de aceite y comenzó a migar el pan. Nada más dijo, mas permaneció disimuladamente atento a lo que el posadero o sus compañeros tuviesen que decir. Un cierto temblor en sus dedos, sin embargo, delataba irremediablemente su pretendido desinterés.

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15/06/2013, 11:23
Gonzalbo de Mur

PNJOTIZADO.

Escuché a mis compañeros que ya estaban abajo, por lo que decidí levantarme, que ya era hora, pues seguramente fuéramos al entierro del aquel hombre y quién sabe si los demás querrían acceder a esas últimas palabras suyas que decían había dicho. Mientras ya pisaba las escaleras, oía hablar a mis compañeros con el tabernero o incluso mientras desayunaban.

Buenos días -les dije a todos mientras nos sentaba-. Y escuché con atención la respuesta acerca de dónde se situaba Montserrat, formulada por Bertrán

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15/06/2013, 11:27
Director

La insistencia de Gabriel comenzaba a mosquear al tabernero. Allí nunca pasaba nada, y desde luego nada pasó, pero no le comentó nada al de Queiroga, sino que se limitó a poner lo que el resto de compañeros le pedían, y por supuesto el desayuno, que entraba en el precio de habitaciones.

El entierro sería en poco tiempo y os comentó que el monasterio de Montserrat estaba en el propio pueblo homónimo, incrustado en la rocosidad de la montaña. Montserrat estaba a diez minutos de andadura.

Notas de juego

¿Queréis hacer algo especial en el entierro o lo narro yo como tal?

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15/06/2013, 21:26
Bertrán Berenguer

Después de comer un poco comienzo a hablar, dirigiéndome principalmente a Gabriel y Gonzalbo.

El hombre que murió ayer en esa misma mesa Digo señalando con la misma mano con la que sostengo un trozo de pan había recibido malas noticias del monasterio. El Abad le comunicó que su hijo había muerto, un ataque de lobos. hago una leve pausa, mastico el pan y trago algo de vino para aclarar la garganta. Lo que realmente preocupaba a este hombre era la situación de su hijo, éste fue al monasterio a resarcirse de su pasado pecaminoso aquí no puedo evitar lanzar una mirada a Gabriel y por lo visto ese pasado volvió de alguna manera a atormentarlo. El joven se autoimpuso un ayuno que duró 3 semanas, durante ese tiempo vió hembras en cueros corriendo por el monasterio, por lo visto la falta de comida y su remordimiento lo estaría llevando a la locura, ya que los demás monjes decían no haber visto nada y prefiero no imaginarme poderes más malignos. Al mes de suceder esto fue cuando el padre del muchacho, Dominique era el nombre del joven, recibió la noticia de que su hijo había muerto. Tomé un poco de pan y lo mojo en el huevo mientras continúo. Tras el entierro tenemos intención de aclarar la muerte de Dominique, poríamos necesitar de vuestra ayuda si queréis acompañarnos. Dicho esto me llevo el pan a la boca esperando una respuesta

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15/06/2013, 23:38
Hermano Bernardo

Tras aguardar que Don Bertrán terminase su plática, Bernardo añadió con voz leve:

-Anoche, mientras auxiliaba al párroco a lavar y amortajar el cuerpo de nuestro hermano, pude examinar sus heridas. Nada indicaba cosa diferente a un ataque de lobos. Cruel destino, el que mata de igual manera al padre y al hijo. Dios los tenga en su Gloria.

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15/06/2013, 23:48
Gabriel Soto De Queiroga

 - Esto parece un caso muy tenebroso, parece a simple vista el caso del ataque de animales... ¿Pero el padre y el hijo muerto de la misma manera?. Esto me suena a algo tenebroso. - Comente, en voz baja, para que nadie nos escuchara.

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16/06/2013, 02:24
Gonzalbo de Mur

Escuché atentamente a Bertrán. Admiraba la seguridad que demostraba ese hombre al hablar y al actuar. Supongo que es algo que dan los años, o al menos quería creerlo, pues yo aspiraba a ser algún día como él, y no solo en cuanto a su privilegiada posición; por mucho que esta le hubiera sido dada ya de nacimiento, sin duda se la había ganado, y su visible cicatriz lo demostraba. Muchos la verían como algo desagradable que afea la apariencia, pero yo, que tenía alma de guerrero, veía en ella la belleza del sacrificio, la fuerza y la voluntad de vivir y sobrevivir a las adversidades.

-Será para mí grande honor acompañarvos, don Bertrán -le contesté-. Y más provecho he de sacar yo de aquesta unión que vos, que tan solo con vuestra compaña empezaré a aprender a ser lo que ansío llegar a ser, si Dios lo quiere, algún día. Es más, dejadme, os lo pido, ser vuestro escudero en tanto andemos en aquestas pesquisas, si me consideráis digno de ello. Con orgullo portaré vuestras armas, con orgullo anunciaré vuestro nombre para que os rindan cumplida pleitesía, con orgullo lucharé a vuestro lado si fuere menester, y no abandonaré la lucha hasta haber dado buena cuenta de todos vuestros enemigos, que míos los haré si osan emplear sus armas o sus lenguas contra vos.

Esperaba que mi charlatanería no cansara al infanzón, pues sabía que los hombres de armas normalmente no eran amigos de la palabra y yo me enredaba demasiado en ellas; al menos, ya le había demostrado que era un hombre franco, y que mi incontenible verborrea no era simple lagotería de cortesano. Aunque no dejaba de sentirme como un niño que jugaba a la guerra, y me aterraba la idea de que aquel noble guerrero me viera así.

Luego, escuchando a Bernardo y Gabriel hablar sobre el caso que nos ocupaba, les dije:

-Joven soy, pero mi lozanía no me ha impedido darme cuenta de que las casualidades no existen. Si Dios reservaba el mismo destino a ambos finados, seguro estoy que ha sido para que nosotros, los pesquisidores, nos diéramos cuenta de que no hay en ello nada de casual. Por tal he de darle la razón a Gabriel. Imagino que el hombre con el que hablasteis no pudo ser atacado muy lejos de aquí, pues semejante charco de sangre dejó en el suelo; y no es normal que los lobos, por más famélicos que estén, se acerquen tanto a poblado. Habrá que tener los ojos bien abiertos.

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16/06/2013, 14:06
Bertrán Berenguer

Bien... Una vez hayamos comido asistiremos al entierro. Gonzalbo, espero que tus acciones se correspondan a las palabras que tan rápido salen de tu boca, solo así tendremos algo de lo que hablar.

Cuando voy a tomar otro trago de vino aguado noto el ligero temblor en la mano del monje, se que por su fuerte fe, a la que tengo mucha admiración, se impone ferreas conductas alimenticias entre otras, pero no puedo dejar de preocuparme por su salud y su bienestar, de modo que le sirvo algo de vino en su vaso con intención de calmarle los nervios al menos. Hablando más bajo y mientras le acerco el vaso le digo No vos preocupeu Bernardo, averiguaremos que ha sucedido más pronto que tarde. No tengo ninguna seguridad el respecto, pero siento que es lo único que puedo hacer de momento

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17/06/2013, 18:53
Director

Y acabásteis de comer. El tabernero parecía estar haciendo el menú del día, ya no el desayuno, que parecía que no vendría nadie más, sino asando carnes para los viajeros que pedirían con bocas devoradoras el plato más grasiento y abundante que hubiera. Sin dilación alguna, y sin un acompañamiento de campanas digno de un entierro, fuísteis al cementerio local, indicado por las buenas palabras de vuestro anfitrión tabernero, que no andaba lejos de Monistrol, más bien en el camino hacia Montserrat, ciertamente.

Una vez en dentro del pequeño cercado que albergaba maltrechas cruces de madera, palos y alguna otra (más ilustre de mejor postín, pero igual de ruinosa) de piedra, todas ellas sin inscripción ninguna. Allí aguardaba el sacerdote que se personó en la taberna la noche anterior, con el cadáver en ataud del viejo, y un par de mozos que ayudaría a enterrarlo y colocarle una hilera de piedras.

Mientras el sacerdote ofrecía el alma del fallecido a Dios, le pedía que lo guardara en su instancia, y mientras hablaba de proverbios, oraciones y citas bíblicas, en vuestra cabeza rondaba la historia que Bertrán había contado ya en confianza a todos, sopesando eso de descubrir el embrollo en que su hijo, el tal Dominique se había visto envuelto en el monasterio de Montserrat. ¿Acaso sería menester el ir y desfacer cualquier entuerto que encontrárais?

Notas de juego

Os dejo por si queréis intervenir en la misa, hacer un post en el entierro, y/o sobre todo para que os decidáis (os ruego que lo manifestéis) definitivamente la intención de cumplir la última voluntad de Erik.

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18/06/2013, 16:23
Gonzalbo de Mur

Me recogí en silenciosa oración y recé por el alma de aquel pobre anciano. Pero me moría de ganas por aprovechar la ocasión de demostrar mi hidalguía investigando al lado de don Bertrán para resolver el misterio de aquellas muertes. Por fin la vida me había dado la oportunidad de ser un héroe como el rey Arturo o Lanzarote, o cualquiera de los otros caballeros de la mesa redonda de los que tanto había leído en la Historia Brittonum.

Una vez concluido el sepelio, comenté:

-Non sería mala cosa comenzar las pesquisas por el monasterio de Monserrat, pues harto extraña encuentro la muerte del tal Dominique a manos de los lobos, que los monjes muy poco o nada salen al bosque. Mas también convendría saber algo más de su señor padre, en qué negocios andaba y cómo es que pereció de la misma forma que el hijo. Podríamos acercarnos al pueblo para preguntar sobre él, pues posible es que sus vecinos puedan arrojar algo de luz sobre el asunto. ¿Qué pensáis vos, mi señor don Bertrán?

Notas de juego

¿Quién es Erik? He buscado el nombre en la otra escena pero no lo he encontrado. ¿Es el padre de Dominique?

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18/06/2013, 16:47
Bertrán Berenguer

Durante el entierro simplemente guardé solemne silencio, yo no era muy dado a la palabra, siempre confiaba en Bernardo para tales asuntos, la única manera de mostrar mi respeto hacia esta pobre alma era cumpliendo su última voluntad. En el momento en el que termina la oración me tomo un tiempo para rezar en susurros el padre nuestro, santiguarme y pedirle al Señor que acoja esta alma que con fatal final dejaba este mundo.

 

Más tarde, al escuchar las palabras del joven de Huesca, le replico. Disculpad, no he sido antes todo lo claro que me hubiese gustado. Este hombre, Erik, era forastero en estas tierras, vino del norte, de más allá de las montañas, Francia. Lamento decirlo, pero por lo que sabemos no tenía amistades mas al sur de los Pirineos. Dice mucho de él que se tomase la molestia de realizar tan largo viaje en soledad al recibir la fatal noticia de la muerte de su hijo. Por lo tanto opino que deberíamos partir hacia el monasterio sin demora, ya que nada hay aquí que nos retenga.
Al temrinar de hablar lanzo una mirada de nuevo al monje. ¿Qué opináis vos Bernardo?

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18/06/2013, 18:29
Gabriel Soto De Queiroga

 Miré al Hermano, yo también estaba de acuerdo en ir al monasterio, pero como el noble se había dirigido a él en primer lugar, lo último que quería era hablar antes que él y que se enfadara, así que esperé...

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18/06/2013, 23:14
Hermano Bernardo

Tras el recogimiento que el sepelio imponía y las rogativas por el alma del desdichado extranjero, viendo que los demás también estaban dispuestos a esclarecer los hechos de la muerte del anciano y su hijo, Bernardo reflexionaba sobre la mejor manera de comenzar la pesquisa. Al ser interrogado, respondió tan sinceramente como se esperaba de él.

-La triste historia del buen Eric se me antoja poco complicada. Está en la naturaleza del padre querer saber de la suerte de sus descendientes. Su muerte tampoco arroja dudas: los lobos le hirieron gravemente. Y si alguien en la aldea tuviese alguna cosa que decir acerca desto, habríalo dicho anoche o esta misma mañana, si no fuese su intención callarlo. Juzgo pues escasamente fructífero permanecer más tiempo aquí.

“De otro lado, mucho más turbias son las andanzas de su arrepentido hijo, antes y después de ingresar en Montserrat. Fueron especialmente duras sus penitencias y singularmente escandalosas sus visiones. Su huida y su violenta muerte debieron dejar honda huella en el ánimo de la congregación. Si algo queda de su paso por las celdas del monasterio, si alguien sabe de sus razones y sinrazones, han de ser los monjes. A poco que un solo hermano sea tan piadoso como debe, allí se nos dará testimonio de lo que aconteció al pecador Dominique.

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18/06/2013, 23:38
Gabriel Soto De Queiroga

 - Pues vayamos al monasterio pues... - Fue mi voto final.

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19/06/2013, 21:00
Director

Allí quedó enterrado Eric*, con un sepelio más ligero y simplón que una sopa de sesos hecha enteramente de agua. Al menos cuatro desconocidos le rendían culto y respetos en medio de la nieve, en una pueblo perdido de la mano de Dios, y a poco que parecía que iban a cumplir sus últimas voluntades, ¿quién no querría tener, cuando tuviera una muerte cruenta y sin esperanza de un buen funeral, cuantiosa compañía y esperanza en aquellos que acaba de conocer y se apiadan de él? Más pronto que tarde, os pusísteis en camino, pues aunque el día pareció en un principio estable, enseguida se tornó en gris, oscuro, blanquecino, como el anteior (blanquecino nevado, claro).

Dejando atrás Monistrol, el viaje se os hizo corto, pues a pocas varas en comparación con lo que ya habíais caminado se encontraba Montserrat. En realidad, el abrigo rocoso albergaba antes al monasterio que al propio pueblo, por lo que encontrásteis ese lugar de Dios antes de entrar en la población. Tanto si realmente queríais investigar en el lugar como si lo que habíais dicho y pensado era pura charlatanería, lo cierto es que el monasterio parecío un buen refugio antes la espesa nieve que seguramente, Dios que cierto es, parecía que caería en breves...

El monasterio era impresionante, albergado en la roca pirenaica, y adornado con árboles y alturas desmedidas... ¿Acaso no sólo sino el Altísimo habría podido hacer levantar aquella maravilla a través de las manos de los hombres en tan peculiar emplazamiento? ¿Acaso alguien lo dudaba? Sin dilación alguna, subísteis por el sendero que daba a su puerta principal (un portón enorme de madera, cerrado), pasando por el porche empedrado con escaleras que daban la bienvenida a cualquier desamparado o viajero.

Notas de juego

Como dijo Bertrán, efectivamente Eric es el fallecido, Padre de Dominique.

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20/06/2013, 18:25
Bertrán Berenguer

El camino hacia el monasterio lo hago sin subirme al caballo

Una vez llegamos, contemplando las puertas, me doy la vuelta para hablar con el resto

He pensado que quizás los monjes no se tomen a bien que unos extraños investiguen este asunto, de modo que medid vuestro tono, actuad con cautela.

Dicho esto me adelanto y golpeo 3 veces el portón, esperando una respuesta

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20/06/2013, 19:00
Gabriel Soto De Queiroga

 Asentí conforme a las palabras del noble:

 - He pensado que podía echarle un vistazo en la biblioteca, por si hay algún registro o leyenda de algo acontecido en el paso sobre un hecho similar, pero tal vez necesite que el buen Hermano Bernardo interceda por mí. Les diremos que soy un historiador en busca de hechos remotos de la región, lo cual no será una mentira, así que vuestra alma no sufrirá por ello...