Partida Rol por web

El entrenamiento ha sido agotador, la capitana, Emma, os ha exigido mucho con su típica voz chillona de cuando algo la exaspera enormemente, cómo si fuerais niñas pequeñas con las que debe de tener una paciencia infinita.
Mientrastanto los chicos del equipo también han estado en el campo, aunque desde luego sus pases y placajes poco han tenido que ver con vuestros movimientos, pero al final de la tarde todos acabáis en vuestros respectivos vestuarios.

Por suerte para vosotras, el instituto ve el equipo de Rugby con buenos ojos(y por tanto a las animadoras también) y gozáis de un campo bien cuidado y grande, al igual que las duchas e instalaciones en general, estando éstas siempre en buen estado y siendo actualizadas cuando lo requieren.

Ya dentro, las chicas se distribuyen entre las duchas, hablando y comentando entre ellas, sobretodo acerca de la fiesta que esta noche celebran en el Club de Deportes, así que porsupuesto estáis todas invitadas, de hecho es difícil negarse a asistir.

Arleene sale radiante de la ducha, vistiéndose con el uniforme alternativo del grupo y sentándose en uno de los bancos cercanos a ti mientras se anuda las bambas.

-Me temo que vamos a tener que ir, ¿hm? Me conformo con no tener que soportar las gilipolleces de Emma...- comenta mirando de reojo alrededor, no sea que la susodicha esté cerca y la cague enormemente... Pero no, ninguna de las chicas que hay cerca parece prestaros demasiada atención.

si no vamos estamos muertas. le sonrío, me acuerdo de lo insoportables que eran esas fiestas antes de conocer a arleene. tampoco estará tan mal, solo hay que sonreír a la gente, hacerle un poco la pelota a emma, luego cojemos un par de botellas de lo que sea y nos vamos a un rincón a cojer un buen pedo. qué te parece? me levanto de un salto y me cuelgo la bolsa del hombro.

-Sonreír y saludar... Sí, cómo si fuéramos una de esas princesitas europeas- dicho lo cuál empieza a agitar la mano mientras sonríe tontamente a un público imaginario para seguidamente reír de forma sincera.

-¡Eso! Si van a hacer una fiesta tan magnífica seguro que tienen algo bueno que beber... Al menos en abundancia espero- dicho lo cuál también coge su bolsa deportiva y ambas salís del vestuario y del propio recinto deportivo para dirigiros hacia el edificio principal del instituto.
-¿Piensas invitar a alguien al final...?- pregunta mirándote realmente con interés y curiosidad mientras se cruza de brazos.

la imagen de alex es la primera que me viene a la cabeza. no sé a quien podría invitar, no me apetece estar con nadie. aunque no salga con alex, es como si aún me sintiera ligada a él. le dejé por las animadoras, de lo contrario no lo había hecho. hablar de eso me pone triste, le doy un pequeño empujón amistoso a arleene. sabes que no me gusta hablar de alex, me deprimo solo pensarlo. la miro detenidamente. alguna vez te arrepientes de habelo dejado todo?

-Hmm... lo siento, no pretendía eso. Estaba pensando que quizá deberías animarte e invitarle. A las chicas quizá no les guste demasiado porque es reservado pero no creo que os presten mucha atención ahí, ¿no?- seguidamente suspira adoptando un tono algo más serio -Por suerte yo no he tenido que abandonar tantas cosas cómo tú, al menos no tan importantes, así que de momento me siento bien. Además si no no nos hubiéramos conocido- te dedica una sonrisa amigable y repentinamente abre más los ojos

-Venga ahora o nunca -te empuja ligeramente, pues a escasa distancia y apoyado en un saliente del edificio se encuentra Alex, cómo si estuviera esperando a alguien parece que apenas recae en vosotras.

doy un traspiés por culpa del empujón de arleene. no tenía ninguna intención de ir a hablar con el, pero me ha visto. mierda mierda, sabe que le he visto, ahora voy a quedar como una mierda, claro que eso ya pasó cuando le dejé. le lanzo una fulminante mirada a arleene. me acerco a alex mientras maldigo los pompones y me pregunto qué milagrosa pócima me dieron para renunciar a lo que más quería. hola. digo en un susurro, casi ni me atrevo a mirarlo a la cara. nada, estábamos hablando de la fiesta de esta noche..., tía le dejaste echo polvo hace meses y tu le hablas de una fiesta? estás para que te cuelguen. como estás?

Oyes de fondo una risita de parte de Arleene que parece de lo más feliz y divertida con la escena, por suerte tiene la "decencia" de alejarse más para dejaros algo de intimidad.

Alex te observa, y aún así, después de todo, te dedica una de sus dulces sonrisas.
-¡Aquí está la Reina! -exclama con aparente calma para después mirar de reojo cómo Arleene se aleja -La fiesta sí, todo el instituto habla de ella. La organizan los más populares así que la mayoría mataría por poder asistir- se cruza de brazos, dando a entender que él no pertenece a esa mayoría.

-Supongo que no me puedo quejar, los estudios van bien...- seguramente no es lo que pretendías saber, pero quizá ya es suficiente con que te dirija la palabra -Veo que a ti te va genial con las animadoras, ¿hm? Me alegro -y al parecer lo dice con sinceridad, observando por un momento tu uniforme para inmediatamente centrarse de nuevo en tus ojos.

miro a todos lados, por si aparece alguien del equipo, me matarían si me vieran con él. yo..., lo siento mucho, de verdad. sé que te la suda todo lo que diga y lo que piense..., quieres venir a la fiesta? ven conmigo, no sé, me inventaré alguna excusa para las chicas. suspiro. lo sé, no digo más que memezes, es..., porque me siento tan estúpida!

Al parecer ninguna de las chicas del equipo está cerca, por lo menos de momento, aunque algún que otro alumno os mira con curiosidad al pasar.

-¿¿Que vaya contigo a la fiesta??- Alex arquea ambas cejas, desde luego sorprendido, esa propuesta no podía imaginársela.
-Está bien, tranquilízate no es para tanto...- no te queda muy claro si esto último lo dice para ti o para sí mismo, pero se separa del muro y se frota el cogote cómo si estuviera pensando qué decir -De acuerdo. Si eres capaz de inventar una excusa para que pueda asistir, supongo que no puedo negarme -ríe ligeramente para suavizar el ambiente -¿Te recojo o quedamos allí?- una vez más, como tantas otras, Alex hacía gala de su generosidad y bondad, perdonándote y dándote una nueva oportunidad.

alex sonríe y yo me derrito por dentro, es tan mono, tan dulce..., he soñado tantas veces que volvía a dedicarme una de sus sonrisas. la verdad es que no tengo ni idea de lo que les voy a decir. sonrío nerviosa. y me haría mucha ilusión que vinieras a casa a buscarme, sería como volver a estar juntos..., doy un paso hacia el, tenerlo cerca me anula completamente, le miro a los ojos fijamente. haciendo acopio de mi fuerza de voluntad, doy dos pasos atrás y le sonrío. luego te llamo, vale?

-Seguro que se te ocurre algo, improvisa- te guiña un ojo cómplicemente y cuando te acercas más, él se mantiene firme en su posición, mirándote con una fijeza y profundidad que podrías ahogarte en el azul de sus ojos... Pero consigues sobreponerte y apartarte.

-El teléfono sigue siendo el mismo... Llámame para decirme la hora- se queda algo dubitativo pero finalmente vuelve a su posición inicial, apoyado en la pared, mirándose el reloj y chasqueando la lengua. Sea quién sea parece que se está retrasando.

Arleene parece que ya no está por ahí pero seguro que puedes encontrarla en la cafetería o en su habitación.

le sonrío y me largo corriendo, tanto como me permiten mis piernas. voy hacia la cafetería y echo una ojeada, arleene no está, salgo de allí y me dirijo a su habitación. llevo una sonrisa triunfal en la cara, como si hubiera ganado una batalla. estoy contentísima de haber vuelto a hablar con alex. ojalá pueda hacer lo mismo con claudia y meg. digo para mi misma. llego a la puerta de la habitación de arleene y llamo. arleene, estás ahí?

Efectivamente en la cafetería a esas horas no hay demasiados alumnos.
Algunos de los hambrientos jugadores del equipo de fútbol ya están allí pero de Arleene ni rastro, así que te diriges a la Residencia de las chicas muerta de ganas de explicarle lo sucedido, probablemente algo emocionada... Así que la frustración resulta mayor cuando no abre la puerta, al parecer tampoco está ahí.

Quizá está hablando con alguien, al fin y al cabo es bastante popular y extrovertida.

mierda! murmullo entre dientes. acabo de invitar a alex a la fiesta y no se lo puedo contar a nadie. doy un golpe en el suelo con el pie. es el inconveniente de tener solo una amiga y de que el resto de compañeras de equipo crean que alex no está a la altura de ser el novio de una animadora... arranco una hoja de papel de una libreta. donde te has metido? llámame! q. la doblo y la meto por debajo de la puerta. miro a un lado y a otro, por si la veo aparecer, pero no da señales de vida. me doy la vuelta y voy hacia mi habitación.

Dejas la nota por debajo de la puerta de la habitación de Arleene, no te va a quedar más remedio que esperar... Así que te diriges a tu propio cuarto, que pos suerte o por desgracia es sólo para ti, de momento.

Una cama en cada esquina con una mesita entre medio. Un par de pequeños armarios empotrados y un escritorio bastante amplio dónde se supone que podéis hacer vuestros deberes diarios.
Por supuesto a parte de eso puedes haber colgado fotos y pósters varios, a tu gusto.

Al cabo de poco de llegar empieza a sonar el móvil que seguro contestas con rapidez y efectivamente es Arleene.
-¿¿Y bien??- pregunta impacientemente, incluso antes de saludarte.

llego a mi palacio de soledad y lanzo la bolsa encima de la cama. a veces desearía tener una compañera, dormir sola me da palo. pero cuando busco un momento de tranquilidad, sé que aquí no me molestará nadie. miro la foto de alex que tengo colgada en la pared encima del escritorio, sonrío y doy un par de saltitos de alegría. en ese instante suena el movil, me lanzo a por el. hola!! grito contenta. al final le he dicho que se venga conmigo, que ya me inventaré alguna cosa...!! estoy super contenta. que voy a decirles? por cierto, a qué hora es la fiesta? tengo que llamarle después para decirle a que hora me tiene que venir a buscar. me lanzo encima de la cama vacía y sonrío ampliamente.

-¡Bien! por fin te has decidido ya era hora boba...- ríe animadamente y se produce una ligera pausa en la que, probablemente, toma asiento o también se tumba en al cama -Humm... de la excusa no estoy segura pero la fiesta empieza a las 22 de la noche, supongo que acabará a las tantas... Y tendré que buscarme una pareja -suspira bobamente, cómo si ella misma fuera la que ha conseguido citarse con el chico "de sus sueños".
-¿Ya sabes lo que te vas a poner?

pues no tengo ni idea de qué me voy a poner. me levanto de un salto y abro el armario, con la mano remuevo un poco la ropa que cuelga de las perchas. mmm..., quiero ponerme algo divino de la muerte, piensa que voy a volver con alex, aunque sea por una noche y no tengo naaadaaa! miro el reloj en mi pulsera y una diabólica sonrisa se me dibuja en la cara. vamos de compras?