Partida Rol por web

-Divino de la muerte...- ríe a carcajada limpia pero finalmente quedáis para ir de compras dentro al cabo de media hora, de hecho os pasáis toda la tarde con ello hasta que das con el vestido o conjunto que te parece lo suficientemente adecuado, además el entusiasmo de Arleene ayuda a que hayas ido ganando más seguridad en ti misma.

-Está bien, lo importante es que no te pongas nerviosa, estarás perfecta... Será mejor que empieces a prepararte y le llames. Supongo que nos veremos allí, ¡suerte! -te besa animadamente en la mejilla y te deja junto a la puerta de tu habitación. Al fin y al cabo ella también necesita su par de horas para prepararse.

abro la puerta de la habitación más contenta que unas castañuelas. ir de compras, pasar la tarde con arleene y toda la ropa que me he comprado, me han dejado los ánimos por las nubes. bailando por la habitación a ritmo de una música imaginaria cojo el movil y llamo a alex. me siento mientras espero que conteste, las piernas me bailan solas, presas del nerviosismo. cuando contesta me da un vuelco el corazón. hola, soy yo. digo aguantando la respiración, y muy despacio. la fiesta es a las diez, pásame a buscar cuando quieras. te diría una hora, pero sabes que aun así tendrías que esperar una eternidad a que acabara de arreglarme. sonrío. hasta luego. cuelgo, dejo el movil encima del escritorio y pego un salto de la silla. sí, sí, sí!!!! que feliz soy!!!

Empieza la misión: prepararse para la fiesta. Ducha, perfume, secado de pelo, ropa, maquillaje... todo tiene que ser perfecto. Al menos esa es tu intención, o cómo mínimo causarle muy grata impresión a Alex. Esta noche es decisiva, podría significar volver con él o perderlo para siempre.

De repente y saliendo de tu ensimismamiento, el móvil suena y Alex te avisa de que ya está esperando abajo, dado que no puede acceder dentro de la residencia.

Seguramente te retrasas un poco pero acabarás saliendo...

mierda! mierda! justo me acabo de poner el vestido y el ya está aquí!!! me miro en el espejo. maquillaje y peinado o.k., vestido..., ideal de la muerte!! cojo el bolso, meto el rímel, el pintalabios, la sombra de ojos, pañuelitos de papel, el movil, la llave de la habitación y un par de preservativos sorprendidos de abandonar el cajón de la mesita donde fueron confinados hace tanto tiempo que se olvidaron de como era el mundo...
abro la puerta y me dispongo a salir cuando me doy cuenta de que no llevo zapatos. donde tienes la jodida cabeza!!?? vuelvo a entrar, cojo los zapatos y salgo corriendo con ellos en la mano. bajo las escaleras intentando no matarme, cuando llego a bajo me calzo, respiro profundamente un par de veces y salgo por la puerta.
me quedo anonadada, no es la primera vez que le veo así de guapo, pero se me había olvidado..., estás guapísimo. le digo sin pensar.

taxan!!!

-Pues tú no te quedas corta en absoluto... estás preciosa- te dedica una dulce sonrisa acompañada de un beso en la mejilla que dura algo más de lo que sería común, pero aún así parece extremadamente corto.

Se separa y apoya una mano en el bajo de tu espalda mientras empieza a andar junto a ti mientras os dirigís al edificio contiguo. Es bastante más pequeño que el instituto en sí, pero hay espacio de sobras para una fiesta como esa. Al parecer será en el gimnasio pero seguro que habrá gente desperdigada por los diferentes pasillos y aulas cercanas.

-No estoy muy acostumbrado a este tipo de fiestas... ¿Hay que hacer o decir algo...?- pregunta mientras se toquetea la corbata algo nervioso, incluso incómodo. Queda claro que ha hecho el "sacrificio" por ti.

se me acerca y el corazón se me dispara. me besa en la mejilla, empiezo a recordar cuanto echaba de menos aquel gesto. aspiro su colonia, sigue usando la misma que le regalé años atrás, eso me hace sonreír. lo habrá hecho a posta, o es la inercia de comprar siempre la misma? cuando me pone la mano en la espalda se me eriza todo el pelo del cuerpo. mantengo la compostura y camino a su lado. el gimnasio, el centro de la fiesta, no está lejos. hay gente aquí y allá. espero que haya venido mucha gente y no toparme con emma ni con ninguna de ellas. tengo una excusa para la presencia de alex, pero preferiría no tener que usarla. tranquilo, no tienes que decir nada, tu pon esa cara de ir a comerte el mundo y aguanta la mirada a la gente. nadie podrá resistirlo mucho tiempo...

-Cara de comerme el mundo... Bien, creo que ya lo tengo- ríe burlonamente y finalmente llegáis hasta el edificio en cuestión. Un tío corpulento que no parece ser un alumno está vigilando la entrada. Os pregunta el nombre y te hace enseñarle el carnet del Instituto pero finalmente os deja pasar gracias a que tú sí estás "en la lista".

Una vez dentro el sonido de la música es captable en casi cualquier sala pero os dirigís a la principal: el gimnasio.

Dentro ya hay bastante gente arremolinada, con la luz tenue es más difícil distinguirlos unos a otros pero desde luego parece un concurso de "a ver quién impresiona más", sobretodo entre las chicas con sus nuevos vestidos, algunos exagerados o demasiado sexys para algo así.

Alex te guía hasta una de las mesas laterales, dónde te sirve un vaso de ponche y despues a sí mismo.

De momento no distingues a Arleene auqnue sí a un par de chicas del grupo que ni siquiera han reparado en vosotros. Por desgracia para ti, acabas reconociendo a Emma hablando con un grupo reducido de "gente guapa" mientras os mira de reojo fulminantemente. Lo más probable es que espere una pausa en su conversación para asaltaros.

-Está mejor organizado de lo que creía... Aunque no entiendo porque se empeñan en hacerlo algo tan privado. ¿Así parecen más importantes? -prgeunta despreocupadamente mientras bebe de su vaso.

nada más entrar en el campo gravitatiorio del gimnasio mis pensamientos se reducen a emma. el tío de la puerta nos deja pasar y la semi oscuridad nos engulle. caminamos hasta las bebidas y alex me entrega una copa con ponche. mientras le doy un trago busco a arleene sin mucho éxito. a quien sí veo es a emma, que debe tener un sensor o algo así, pues me ha localizado ipso facto. le doy la espalda maldiciendo mi mala suerte, sé que en un instante la tendré aquí y me pedirá cuentas. no lo sé. contesto, aunque en realidad no tengo ni idea de qué me ha preguntado. mira, esto es como un error, no tendría que haberte traído, no es que no quisiera, pero esa..., emma va a recordarme esto el resto de mis días de pompones. le miro a los ojos. si me pregunta quiero que sepas lo que le voy a responder, que te he traído para darle celos a alguien. evidentemente es mentira, pero eso o le digo la verdad y me echa del equipo..., te lo digo porque luego quizás oigas cosas y quiero que sepas por donde van los tiros. podrás perdonarme? le digo poniéndole una mano encima del brazo.

-Oh... sí, genial, por un momento había creído que habías madurado un poco...- niega con la cabeza, siendo obvio su decepción después de tu explicación, y bebiendo de su vaso otra vez mientras Emma te insta, mediante gestos, a que te acerques a un rincón con ella. Poco puedes hacer a parte de seguirla.

Emma te mira sorprendida e indignada a la vez.
-¿Qué haces con ese?? Creía que había quedado claro que no te convenía, es un tío muy vulgar para ti, Queen... ¡Y encima lo traes a la fiesta!- tras lo cuál resopla sonoramente, cómo si fueras una niña consentida.

pongo los ojos en blanco y le sonrío. no te pongas así mujer, déjame que te explique. me acerco a ella, en modo confidente. hay un chico que me gusta, y quería ponerle celoso, eso es todo. alex era el tío ideal, ya lo sabes, lo manejo a mi antojo. le dejé una vez y ha vuelto, sé lo que me hago. pero tienes que darme un poco de margen. confías en mi verdad? busco la sonrisa más sincera de mi repertorio y me la planto en la cara. eso sí, no digas nada a nadie o mi plan no servirá de nada. guiño un ojo, confidencialmente.

Emma te mira inquisitivamente, intentando adivinar si dices la verdad o no, pero finalmente compone una sonrisa de perfectos dientes blancos, cómo sólo alguien tan manipuladora como ella puede hacer.

-Está bien, si es para distraerse... Al fin y al cabo no está mal. Quizá tiene un buen polvo -ríe tontamente tapándose un poco la boca -Disfruta de la fiesta, y suerte con tu chico -refiriéndose al supuesto verdadero pretendiente mientras se aleja.

Por suerte la mentida parece haber cuajado y Emma se aleja mientras tú te giras buscando a Alex con la mirada.

Se encuentra cerca de la mesa pero empieza a andar, haciéndote un gesto con la cabeza para que le sigas y saliendo por una de las puertas laterales.
El pasillo está a oscuras, la música es amortiguada... Sigue andando sin darte lugar a protesta y abre otra puerta.

Es una de las pocas aulas, bastante reducida, que hay en ese edificio. Probablemente dejaran la dejaran abierta con algún propósito que ya puedes imaginar.

-La verdad es que me gustaría dejar las cosas claras de una vez... Lo que has dicho antes, ¿era realmente una excusa o quizá la verdad oculta detrás de todo esto? Tienes que admitir que el interés repentino ha sido muy extraño -tras lo cuál te mira serio y fijamente.

afortunada de mi, he jugado bien mis cartas y he interpretado como nadie el papel de zorra despiadada. solo emma se podría tragar algo parecido, porque ella haría exactamente lo mismo. alex me hace seguirle, salir del gimnasio no entra en mis planes pero no creo estar en posición de quejarme, al menos no me ha dejado plantada. entramos en una clase, ignoro el motivo pero sé que me enteraré pronto.
no te culpo por pensar esto, no merezco mucha confianza, lo sé. de un salto me siento encima de una mesa. te invité porque me apetecía, no iba a hacerlo, pero cuando nos hemos encontrado este mediodía, arleene y yo hablábamos de ti y allí estabas. podríamos decir que casi me ha obligado a ir a hablar contigo. la excusa, es eso, nada más. no me he fijado en ningún otro chico, siempre has sido..., el único. espero que mis palabras suenen sinceras o esto se acabará y para siempre.

-Pareces muy segura de ello y casi alcanzo a creermelo...- se adelanta más, mientras tú te mantienes sobre la mesa, por tanto tus piernas limitan su acercamiento.

-Me gustaría que fueras capaz de demostrarlo -la verdad es que en ese contexto, ambos solos en una aula semi en penumbras, esa frase suena más que sospechosa, pero no sabrías decir del todo a qué se refiere exactamente... tendrás que hacer tu propia interpretación ya que lo que está claro es que quiere una respuesta y no se irá hasta que la obtenga.

mi corazón late descontroladamente cuando alex se acerca a mi. se refería a eso edgar allan poe, con su corazón delator? meneo la cabeza, no creo que sea hora de pensar en poe. que te lo demuestre? digo, mi voz suena como si estuviera asustada. que valiente eres queen... le cojo ambas manos y le atraigo hacia mi. abro las piernas para que este más cerca de mi y le cojo la cara, me acerco a él y le beso en los labios, suave, subiendo la intensidad a medida que voy deshinibiéndome.

Alex deja que lo atraigas hasta que toca el borde de la mesa. Apoya las manos en tus muslos dado que el vestido ha quedado terriblemente arremangado al abrirse, acariciándote con suavidad mientras te devuelve un beso.
Al principio lento y casi superficial, pero poco a poco se va intensificando. Empieza a saborear, recreándose en tus labios, incluso mordiqueándolos mientras gira la cabeza en diversas posiciones, cómo si un sólo ángulo no bastara.
La pasión empieza a desatarse, dejando patente que había sentimientos que aún permanecía ocultos.

el contacto de sus manos en mis muslos me estremece por completo. el fuego va extendiéndose más y más. los besos son tan intensos que parece que en cualquier momento tengamos que fundirnos el uno con el otro. le pongo las manos en la espalda, por debajo la camisa, siento el calor de su piel. su respiración se hace cada vez más intensa y la mía con la suya. le beso el cuello. alex..., susurro.

Hundes la cara en el cuello de Alex, sintiendo su intenso y delicioso olor y su aliento en tu propio cuello.
-Estoy aquí...- te susurra también con dulzura junto a tu oreja, para seguidamente besarte en la sien bajando despacio hasta tu clavícula...

Os encontráis absortos el uno al otro, disfrutando... Y repentinamente se oye un grito agudo y sonoro de mujer, que por desgracia parece de horror.

Alex da un respingo, mira la puerta aturdido y después a ti.
-¿Qué diablos ha sido eso? Ha sonado cerca.- comenta bastante alarmado.

rodeo el cuerpo de alex con las piernas, he esprado este momento durante tanto tiempo que no puedo esperar. empiezo a desabrocharle la camisa cuando se oye un grito. los dos miramos hacia la puerta. alex me mira, mi cara refleja angustia. no me lo puedo creer, suelto de mala gana. sé como es alex, sé que siente la imperiosa necesidad de salir corriendo a ver qué ha pasado, a ver si puede hacer algo. alex..., le suplico, no te puedo demostrar nada si salimos corriendo por esa puerta!