Partida Rol por web

Gracias a los disparos de Philip* que abate a varios zombies y abre un hueco entre ellos, entorpeciendo los caídos a los que vienen detrás, podéis entrar en el Centro Comercial.

Cuando el último de vosotros entra, vuestro salvador cierra la puerta de un portazo. Os detenéis, os tumbáis incluso , jadeando , recuperando el aliento, para daros cuenta de que el interior del centro comercial está iluminado con luz eléctrica.

- uffff, ¿ ha faltado poco eh amigos ? - dice a Philip - buen disparo tío. Sí señor, ¿dónde aprendiste a disparar así? joder, yo ese arma no sé ni por donde cogerla. Me llamo Pete Harris por cierto, soy el encargado de esta puerta, me avisaron de que había vivos ahí fuera... hace semanas que no venía nadie y pensé que ya no encontraríamos a nadie más, es increíble.

Joder que si ha faltado poco- dice Vlad mientras poco a poco va recuperando el aliento- Vlad... un placer- responde al saludo.

Boris verifica que la puerta halla quedado bien cerrada. Toma su arma y la guarda en su espalda mientras mira de arriba a bajao al tipo que habla sin parar.

-"Soy Phillip, reporte grafico"- Dijo sin la habitual sonrisa, estaba muy preocupado por los últimos acontecimientos, habian logrado escapar por poco y sin embargo no habia logrado averiguar nada de todo este complot, era hora de ponerse duro de verdad si queria conseguir algo.

-"¿Cuantas personas hay aqui?"- Preguntó.

Sonriendo, mostrando que le faltan varios dientes

- Muy pronto lo veréis, pero ya os anticipo que aquí estamos medio Pleaseville, ¿no os habréis cruzado con muchos podridos verdad?  ¿he acertado? es que sólo puede haberse convertido la mitad de la población  - hace un cálculo rápido - a decir verdad ya lo había pensado. Si quitáis los que estaban fuera, los que han muerto, los que se han ido a otra parte, los que hemos matado nosotros y los que seguramente se hayan ido a otra parte... no deben quedar muchos. Con esto no estoy diciendo que la ciudad sea segura claro... pero bueno, en fin que... no es como en otras partes. ¿De dónde venís por cierto? ¿ os habéis fijado que tenemos luz eléctrica? este centro comercial tíos es un auténtico chollo. No os quiero aburrir mucho que veo que estáis cansados, pero joder! qué suerte tuvimos! yo tenía una tienda de cómics en la Avenida de Boston. ¿ Habéis pasado por allí ? el local se llama "Megacity Pleaseville", era una pasada aunque no ganaba mucho dinero la verdad.

Vlad le costaba entender al gordito de los comics, a raiz de su manera tan rápida de hablar y dar información.

Tranquilo tio- le dice- no nos pongas al día de una tacada, que estamos reventados de tanto correr.

Aún con las piernas doloridas de tanto correr y con algo de flato, Vlad mira hacia la puerta- eso esta bien cerrado ¿verdad? 

Resollando y echado contra una pared, Jim respiraba a bocanadas, sin aliento apenas consigue articular -Jim.... - al mismo tiempo se señala el pecho para indicar que es su nombre, luego prosigue con su tarea de intentar recuperarse de la fatigosa carrera, no estaba echo para correr asi, quizas hace diez años, pero ahora, no por favor, lo suyo era conducir.

Señalando a la puerta

- ¿ No véis que es blindada? los podridos no usan picaportes ni mucho menos herramientas. Claro que... esa puerta no tiene picaportes por fuera - dice con aire bobalicón.

Vlad sigue mirando la puerta de manera desconfiada, pero suponía que el hombre tenía razón. Debía de tranquilizarse.
En tal caso hemos llegado a un buen lugar- concluye- igual es mejor que vayamos a ver al resto de personas, ¿no crees?

Incorporandose del suelo, y ya mas recuperado del esfuerzo, el taxista mira con recelo la puerta y la comprueba personalmente, no se fiaba, y si su vida dependia de aquel estupido trozo de metal, seria mejor estar seguro que aguantaria 

-Perdona Pete, hace dias que no comemos, y hemos bebido escasa agua, necesitamos sentarnos y descansar un poco, ¿nos puedes indicar donde estan los demas?-

- Ehhhh... sí claro, por supuesto. Estaba esperando a ver si recuperábais el aliento o algo. Pero en vista de que tenéis tanta prisa, pues no hay más que hablar. ¡ Seguidme muchachos y os mostraré el paraíso terrenal! - dice dándoselas de interesante.

Pete os conduce por un estrecho pasillo el cual desemboca en una sala bastante ancha de la que nace un pasillo a la derecha que según os explica conduce al parking que usaban para meter las mercancías y que deducís se corresponde a la gran puerta trasera que vísteis por la que entraban los camiones.

En la gran sala hay una puerta que atravesáis y os conduce a un enorme hall con tiendas a los lados (un gran supermercado, una tienda de electrodomésticos, una gigantesca tienda de deportes, varias tiendas de ropa , una tienda de instrumentos musicales, una tienda de videojuegos y poco más), el gran hall principal está atestado de gente, hablando, gastando bromas, gente sentada, gente de pie e incluso alguno tumbado. También hay un grupo de niños jugando a la pelota como si los zombies no existieran y nada hubiese ocurrido.

Sobre vosotros véis una segunda planta, a la que se llega a través de unas escaleras mecánicas que funcionan perfectamente en la parte de la izquierda, sobre la segunda planta, en el techo, véis una gran cúpula de cristal que permite la entrada de luz natural, aunque el hall está perfectamente iluminado por luz eléctrica.

Frente a vosotros, al fondo del hall, están las puertas principales de acceso al centro comercial, las cuales han sido tapiadas con bancos de metal, muebles, cajas, etc... constituyendo una barricada de más de un metro en toda la anchura de la entrada.

En la segunda planta del centro comercial, véis además unas carpas blancas  en los pasillos con una gran cruz roja dibujada en la lona, todo deducís, debe atenderse a los heridos en esas carpas.

El tal Pete sonríe tontamente ante vuestra reacción, pues en verdad hay medio pueblo en el centro comercial.

Os encontráis en el amplio hall del centro comercial, sentados, hablando, tumbados... Unos niños juegan a la pelota a pocos metros de vosotros, en ese momento la puerta del pasillo de servicio se abre y aparece Pete Harris, el de la tienda de cómics de Pleaseville que ahora hace las veces de vigilante de la puerta trasera del centro comercial, con tres desconocidos. Un hombre de porte distinguido y buena forma física con una barba de varios días, un tipo bajito y regordete de pelo rizado y pose algo tonta y un chaval joven con una mirada extraña en el rostro.

Los tres recién llegados miran a su alrededor las tiendas (el supermercado, una tienda de electrodomésticos, una gigantesca tienda de deportes, varias tiendas de ropa , una tienda de instrumentos musicales, una tienda de videojuegos y poco más), la cúpula del techo, la barricada de la entrada principal, las tiendas de la segunda planta y las carpas de la cruz roja(donde se atiende a los heridos) , las escaleras mecánicas... con gesto de sorpresa. ¡ Parece que esos tres vienen de fuera ! ¡es casi imposible que alguien haya sobrevivido ahí afuera!

-Demasiada gente- Fue el pensamiento gelido que pasó por la cabeza de Boris al ver el interior del Centro Comercial, aunque muy en el fondo se alegró por ello, sabia que los recursos para sobrevivir se agotarian mas rapidamente.

Trató de saludar con su sonrisa a todo aquel que hiciera lo mismo con él, sin embargo trataria de no hablar. Revisó su camara y mirando a todos lados trató de ubicar el lugar exacto donde podria conseguir el repuesto para arreglarla. Con su mirada penetrante trató de darse una idea de la "organización" que tenia aquella gente, ver si habia gente armada era vital.

-"Debo arreglar esto, es vital para mi trabajo"- Dijo como pidiendo excusas. Se dirigio a la zona de las carpas medicas, los heridos le traian muy mala espina.

Joder, este lugar esta a rebosar- dice Vlad al ver la cantidad de personas en el supermercado. Pensaba que Pete exageraba con su explicación, pero se equivocaba, era justo como lo había dicho. 

Sin embargo, un pensamiento le cruzó la mente de Vlad- ¿como tienen comida para todos ellos?- mas no dijo nada. Ellos habían llegado hasta allí y les habían dejado pasar, lo menos que podía hacer era estar con la boca cerrada y no hacer preguntas inoportunas. 

Esto... Pete, ¿quien diablos dirige este sitio?- pregunta, mirando todavía sorprendido a su alrededor- porque tendréis un lider, ¿no?

Mientras monotireo a mi muchachito escucho que le hablan a unos andrajosos hombres, aparentes sobrevivientes de esos sanguinolientos seres que nos acechan. Oh Dios! Que mal aspecto!! Esa barba, esa barriga! Que Horror!!

Pero que demonios significa esto!? Quien los ha invitado eh?? Eh??? Lo unico que faltaba era que venga mas gente incompetente a ayudarnos a morir mas rapido no???? Pueden volver por su camino si? Y mantenganse lejos de mi muchachito dorado ok?

Tomo a mi hijo, mientras el destruye una parte de las fuentes de agua que se encuentran en medio del hall.

Basta chiquitin especial si? Mami te adora... 

Le beso la frente y miro desafiante a esos extraños malolientes.

Le digo a Nikki que me espere junto a los demás y que procure no acercarse a Rosario y su hijo. Me adelanto y me acerco a Pete:

- Oye, ¿de dónde han salido? - pregunto a Pete indicándole los 3 nuevos.

Me giro hacia ellos y trato de informarme: - ¿Hay algún camino para entrar y salir de este centro comercial? ¿Por dónde habéis llegado? -

Me refreno un instante y me doy cuenta de que puedo estar pareciendo bastante grosero. No es mi intención... - Disculpad, me llamo Jack. Espero que estéis bien pero es importante saber de cuántas salidas disponemos en caso de necesitarlas. -

Nosotros hemos entrado por una puerta por la que nos ha dejado pasar Pete- responde- desconocemos si hay mas salidas o entradas en este lugar. 

Mi nombre es Vlad, un placer.

Saluda a Jack y sonríe al escuchar a Rosario

- No hagáis mucho caso de ella - susurra a sus acompañantes al escuchar a la mujer - es algo histérica- cuando Jack habla Pete le contesta - Han aparecido corriendo a toda velocidad hacia la parte delantera, iban perseguidos por una marabunta de gente. Ese que va caminando - señala a Boris que iba camino de las escaleras mecánicas - disparó con su ametralladora y se cargó a un buen puñado de zombies. Ese tío dispara mejor que un marine. No sé de dónde vinieron la verdad, pero imagino que de lejos porque no tienen pinta de ser de aquí. Por si queréis saberlo, el que dirije el cotarro es el agente Downie, el único hombre de ley que hay en esta comunidad, aunque en realidad, nadie le ha nombrado líder, sino... que bueno el nos ha organizado hasta ahora - parece recordar algo - ¡ eh tú el de la cámara  ! - grita a Boris - ¡ La tienda de fotografía está en este mismo piso ! ¿ no la ves ? está junto a la tienda de guitarras - la tienda de fotografía era una de "poca cosa más" de la planta de abajo. - ¡ Arriba sólo están las carpas y los dormitorios ! hemos dejado todas las tiendas de arriba vacías para montar la barricada de la puerta y de paso las aprovechamos como dormitorios. Todo eso fue idea de Bruce, de Downie, de Bruce Downie- dice para aclarar.

Boris se detiene y hace un gesto como a quien acaban de pillar en una travesura, se dirige a la tienda de fotografia y busca el reemplazo de la pieza averiada. Una vez verificada que la camara funcione y tenga baterias nuevas, sale y empieza por fotografiar a algunos "refugiados" tratando de parecer amable.

Sin embargo poco a poco se dirige a la puerta principal, tratando de comprobar con sus propios ojos lo segura que era la barricada.