Partida Rol por web

Hora 03:23

Te despides de Einar, el cual te desea toda la suerte del mundo. Con rapidez te diriges al mausoleo, esta vez de noche, esperando poder coger al nigromante antes de que se recupere de la lucha de anoche.

Tienes ante ti la guarida del nigromante, sabes el camino hacia su guarida y por donde entrar, ahora le pregunta es que estrategia vas a seguir.

Por el camino, resintió aún algo del daño que poseía. Era poco, pero la cabalgata de antes y ahora de nuevo estaba sacudiendo la herida menor todo el tiempo. Que Kyrie actuara como alguien obstinada e implacable en esa clase de trabajos no quería decir que no sintiera dolor, pero esperaba en privado para sujetarse las heridas y tomar un respiro. Al llegar, dejó el caballo atado en un sitio diferente al de la última vez, solo por variar el mismo por si las dudas. Llevó una mano a su símbolo sagrado y murmuró plegarias de forma audible, para protegerse a sí misma de las criaturas no-muertas. Podría ignorarlas con tranquilidad. Avanzó con cautela y sin quitarse la capa negra que le proveía cierto camuflaje con la oscuridad de la noche, tratando de ocultar su presencia de cualquier observador casual, pero con los ojos muy abiertos, que se preparaban para percibir cosas y ampliar mas aún sus rangos de percepción. De momento, decidió que la anterior entrada seguía siendo viable, si no la habían asegurado antes, cabía posibilidad de que no la hubiesen descubierto aún.

Hora 03:24

Entras por el mismo camino, vas explorando y lo ves todo muy tranquilo, demasiado tranquilo. Te vas adentrando en las catacumbas por la ruta de siempre cuando llegas a las escaleras hacia abajo. Ahora la pregunta es como vas a entrar, si vas a entrar, o como los haras salir si quieres que salgan.

Kyrie encontraba demasiado sospechoso el tema de que no había visto un solo no-muerto o aura mágica, aunque...sencillamente podría ser que como esperaba, no quedara mucha magia que el dios impío al que adoraran pudiera brindarles por hoy. Se dedicó a escuchar en el silencio, y a tratar de ubicar el charco de sangre donde había estado Aran para tratar de rastrear su posición. Dejó la cimitarra fuera, en su mano pero no prendió ninguna luz. Afortunadamente sus ojos veían perfectamente aún en ausencia de esta.

Encuentras las puertas de la otra vez, otra vez cerradas y con luz dentro, pero mas silenciosas de lo común. Ves que el rastro de Aran conduce hacia las escaleras que acabas de bajar, pero a partir de ahi no logras encontrar rastros por ninguna parte. No sabes donde pueden haber llevado a Aran, pero sospechas que al menos el nigromante sigue aqui.

Hay tiempo. Si está muerto, no hay nada que hacer. Necesito explorar el área y localizar a los vivos aquí, además de conocer el terreno en caso de poder usarlo en mi favor.

Hora 03:26

Te dedicas a explorar la zona, no hay ni un alma, en un momento dado encuentras una calavera encima de un pedestal. Hay huellas en es suelo, parece que esta zona fue abandonada hace tiempo.

¿Que tenemos aquí?

Huellas...alguien o algo había pasado por aquí hace poco. Desde la distancia, escudriño con las cualidades especiales que su fé le proveía aquella calavera, para comprobar que no se tratara de alguna clase de artefacto o trampa. Se inclinó levemente tras esto, agazapándose en el sitio para observar mejor las huellas. Afortunadamente no necesitaba ninguna luz en su camino para ver perfectamente, y esto le daba una gran ventaja a la hora de permanecer en el anonimato, moviéndose en la oscuridad.

El craneo, esta afectado por un conjuro, no sabes cual, pero sabes que es de la escuela de nigromancia, como deduces por su aura. Si bien tambien deduces que no es un conjuro intrinsecamente maligno.

Es posible que sea algun conjuro de vigilancia, asi que no es muy sensato acercarse demasiado a ella.

Un objeto mágico...esas propiedades mágicas son...

No es un objeto magico, sino un conjuro permanente, sabes que si entran en el campo de visión de esa calavera emitira una potente alarma que a parte de dejarte sorda, aleratara a todo el mundo en el mausoleo.

Kyrie hizo una pequeña marca en el pasillo donde se encontraba con un trozo de tiza, para indicarse que había pasado por allí. Una muy pequeña x a la altura del suelo, y decidió dejar la calavera en paz para recorrer otros trayectos. De momento no parecía que pudiera burlarla, por lo cual debía encontrar otra ruta hacia esa zona. Iba atenta, pues recordaba la trampa de la red de antes, y seguramente habría más del estilo.

Kyrie va revisando todo el nivel, que resulta estar vacio, da un par de vueltas y consigue llegar a lo que calcula que debe ser el otro lado de la puerta que guardaba la calavera, es mejor no perturbar esa puerta si no quiere hacer saltar la alarma.

Hora 03:36

Kyrie baja hasta el nivel anterior, sabe que probablemente el nigromante se habra atrincherado para terminar su trabajo, respiras agitadamente ante las puertas, la decisión que tomes ahora será la mas importante que tomes.

Kyrie sostuvo un vial de líquido transparente en su mano, aún con tapón. La poción de invisibilidad era poco potente, por lo cual no podía ser muy apresurada en usarla. Avanzó lento, acechante y con los sentidos refinados y enfocados en, principalmente, escuchar. Captar esos sonidos conocidos, como el del papel rasgando un pergamino, el burbujeo de pociones, o entonaciones de letanías sacrílegas. O simplemente, cualquier sonido que delatara señales de vida. En el momento en que escuchara algo así, bebería y se precipitaría hacia el lugar para, cuidadosamente, espiar por cualquier rendija o abertura a quien estuviera dentro de la habitación. Aunque naturalmente, cuidando de no ser delatada por el sonido de sus pasos, hacia el lugar. Contaba aún con el elemento sorpresa, después de todo, había vuelto muy pronto.

Kyrie observa la sala, nadie se ha percatado de su presencia, estan el nigromante y su ayudante trabajando en algo en su escritorio, en frente ves al troll esqueleto que quedaba, al igual que varios negrofagos.

No hay ni rastro de Aran, te preguntas donde debe estar.

Kyrie decidió buscar un escondite en las cercanías, quizá una grieta en la pared que fuese profunda o alguna habitación por donde tuvieran que pasar al salir. Con tantas presencias de criaturas alrededor, combatir no era una opción. Tendría que, sencillamente, esperar a que durmiera para eliminarlo. Para esas alturas, Áran o estaba muerto o estaba vivo, no había puntos medios, así que apresurarse en buscarlo sería inútil. Tras unos momentos decidió que sería una mejor idea ubicar el dormitorio del nigromante y atrincherarse allí. Podía pasar por la puerta, estaban de espaldas y sus criaturas sencillamente no le veían aún.