Partida Rol por web

Tras darles unos segundos para asimilar la extraña revelación, continúa.

-Sera mejor que comience por relatarles lo sucedido anoche, antes de responder vuestras preguntas. Empezó hacia la media noche. La aldea dormia. Hacíamos el cambio de guardia, sin novedad.  Ramio… otro de mis genin, había estado en la anterior, y a mí me tocaba la de madrugada. Como quizás les informaron, estábamos alerta por algunos bandidos que atacaron esta zona, pero las cosas se habían solucionado.

Humedece sus labios. Ahora que lo miran bien, pueden notar cierta fatiga. Seguramente ni ha dormido, comido o bebido desde ayer.

-Agradecería algo de agua, por favor… En fin. Justo en ese momento sentí una presencia extraña. Ignoro como sorteo la guardia de Ramio. Pero estaban en la plaza. Justo cuando iba a investigar, hubo un extraño ruido sordo, como un lento derrumbe o un derrame de lodo, si han presenciado alguno.  Y luego una casa se rompió en pedazos, viniéndose abajo. Otra le siguió poco después. Ya para entonces estaba en camino y mis chicos me seguían.

Toma aire despacio, con la mirada centrada en el vacío.

-No sé lo que era aquello que estaba en medio de las ruinas, aunque lo sospecho. No era un grupo enemigo, ni un kyujotse, al menos que fuera de una criatura totalmente ajena a este mundo. Parecía una mezcla de serpiente gigante y humano… Estoy casi seguro, de que era uno de los Oni.

Yo ya morí una vez.- Pensaba Okazaki ante los malos augurios de Hamachi. En un rápido gesto le pasó un odre de agua para que bebiera. También estaba familiarizada con las técnicas del elemento tierra así que sabía a qué se refería. Sin embargo, lograr derrumbar una casa con una de ellas suponía un enorme control del chakra.

- Eso explicaría esas huellas.- No eran una rueda sino el vientre de una serpiente. 

¿Uno de los Oni? ¿Aquí?- Miró con cierta incredulidad y preocupación a Hiroto.- ¿Y llegasteis a combatir con él?

Ya en la aldea, Nade se quedó cerca de ambos chicos, para escuchar lo que tenían que decir, y para su sorpresa, no sabían con exactitud qué había causado aquella devastación y matanza, habían visto un poco más que los aldeanos, ellos, realmente no escucharon nada y ahora, esta aparición. Un oni... ¿un oni?, eso escapaba a cualquier parámetro de realidad, ¿y si era una invención?, de todas formas, intentó recordar toda la información posible sobre aquella criatura.

-¿ entonces no saben como han muerto las personas que estaban en torno a la aldea? ¿y tu pupilo?...¿cómo sabes que falleció? - lo interroga,pero intenta usar un tono de voz más dulce, a pesar de lo directa de esas preguntas, porque había perdido a un estudiante, eso era una dura prueba. Nade miró a Sunauto, quién estaba bastante callado, ¿estaría molesto?. Nade rodó los ojos, y se preocupó de Hamachi, qué estaba débil y herido.

Bebe para refrescarse la garganta, mientras plantean sus preguntas, y luego devuelve el odre a Okazaki con un leve cabeceo.

-Aún no he terminado… +aclara, para seguidamente continuar+ Por supuesto que lo atacamos. Ramio y yo buscamos el cuerpo a cuerpo, en tanto las chicas nos cubrían a distancia. Sabía que no teníamos oportunidad, pero esperaba ganar tiempo para los aldeanos. Fue inútil. Iba casa tras casa, matando a todos los que podía, mientras nos evadía o contrarrestaba. Finalmente creo que lo cansamos, o algún daño pudimos hacer, porque se decidió a contraatacar.

Mira al costado, al cruce de caminos donde se encuentra el pozo. Luego hacia la casa más al extremo noroeste.

-Fue aquí mismo. Cuando se puso serio, se hizo evidente la diferencia de fuerzas… Osha intento mandar un mensaje de ayuda con su radio y lo logro en parte, pero el monstruo pudo sentirla de alguna forma y se centro en ella. Ramio la salvo, pero a cambio él fue alcanzado por su ninjutsu... Esa cosa controla el fuego a un nivel increíble. Ardió en un instante.

Su mirada baja al suelo, mientras el recuerdo atormentador le va ganando.

-Osha enloqueció… Ella y Ramio eran grandes amigos. Uso todo su poder y luego huyo hacia el bosque, al este… Cuando eso paso, decidí que lo mínimo que podría hacer era salvar al menos a la estudiante que me quedaba. Valea estaba agotada y a mí me quedaba casi nada de Chakra, además de mis heridas. Asi que lo obligue a usar un poderoso ataque para cubrirla. En la explosión, nos retiramos hacia el norte. Pudimos escapar, más decidí que mejor era esperar a los refuerzos para avisarles lo sucedido… e intentar huir juntos. Sino, todos hubieran caído en las garras de esa bestia.

Un lento y profundo suspiro escapa de sus labios... dejando salir tanto la fatiga como el pesar

- ¿Y? - pregunto. ¿Que pasó? Todavía no me ha quedado nada claro lo que dijiste antes.

- ¿Como estás tan seguro de ello? - inquiero agarrando la solapa de  Hamachi.

Hiroto escuchaba con atención el relato de Hamachi. Decidió dejarle hablar sin interrumpirle para no perder detalle de lo sucedido en la aldea durante el ataque. La sorpresa y preocupación asomó en su rostro al oír sobre el causante de tanta destrucción. "¡¿Un Oni?!" Aquella no era para nada una buena noticia y mucho menos al saber que controlaba el fuego...

Sus sospechas sobre el peligro de un rival así quedaron confirmadas al escuchar cómo Hamachi y su equipo se enfrentaron a él sin haber logrado hacer mucho. Todo la aprensión que Hiroto sentía hacia el shinobi por haber descuidado a los supervivientes desapareció de golpe al comprender que realmente no se encontraban en posición de hacer nada más. Pero no todos parecían haber llegado a la misma conclusión pues Sunauto, impulsivo como siempre, trataba de presionar a Hamachi. Hiroto intervino y sujetó el brazo del explorador para hacer que soltase al otro capitán. -Tranquilo, Sunauto. No es momento para hostilidades entre compañeros.- Le dijo con una dura mirada. Mantuvo unos segundos de silencio para dejar que el incómodo momento se diluyera en el tiempo. -¿Pudiste ver por dónde se retiraba la bestia que os atacó? Si vamos a sacar a los supervivientes de aquí no podemos arriesgarnos a encontrarnos otra vez con ella.- Entonces recapacitó en lo ocurrido durante la ausencia de sus compañeros. -¿Estás seguro de que no era alguna invocación o de que no había ningún otro atacante? Mientras estabais en el bosque alguien atacó a un clon que tenía patrullando mientras yo vigilaba el refugio. No he podido encontrar ninguna pista más que un agujero en la pared del granero.- Hiroto reveló lo poco que había podido averiguar de la amenaza invisible que parecía acechar el lugar. ​-Además, vuestra historia tampoco explica los montículos que encontramos a las afueras del poblado.- Añadió finalmente esperando que alguno pudiese desvelar finalmente parte del misterio que parecía presente en todo el lugar. 

Deja que Sunauto le tome, pero su mirada se hiela cruzándola con la del explorador. Mas, antes que realmente se moleste, Hiroto interviene para calmar las cosas. Con un seco manotón aparta la mano del chunin, haciéndolos a un lado.

-Sobre todo eso, su escondite o los montículos de los que hablan, nada sé. Una vez nos retiramos, pasamos la noche en vigilia en el molino, preparando trampas por si nos seguía, y no volvimos a la aldea. No obstante su presencia todavía no ha abandonado este lugar, por lo que calculo que no debe estar lejos.

Descansa la mano sobre la empuñadura de uno de los tanto que lleva al obi.

-En cuanto a que es la criatura, ya les dije mi sospecha. Si fuera un simple kyujotse ya debería haber desaparecido.  Aunque puede tener que ver con su poder… Según aprecie, además de controlar el fuego y tener una gran capacidad física, absorbe el Chakra. No solo el de los ninjutsus, sino el propio de los seres vivos, hasta matarlos. Puede estar usando eso para mantenerse en este mundo, al haber matado tantos aldeanos… Aun así, no es un poder que tenga ninguna invocación ordinaria. Además, su maestro debería estar en alguna parte no muy lejos, y no he sentido ningún otro Chakra importante, ni anoche ni ahora, exepto ustedes. 

Okazaki escuchaba cada vez más preocupada.

- ¿Pero por qué atacar esta aldea?- No le encontraba sentido alguno. Al encontrar el molino intacto se había hecho a la idea de que los supervivientes podrían comenzar una nueva vida y reconstruir la aldea desde ese punto. Pero la información dada por Hamachi cambiaba radicalmente su punto de vista.- Si ese monstruo sigue por aquí, hay que llevar a los supervivientes a otro lugar.- Lo que contaba Hamachi sobre el Oni ponía los pelos de puna. No era nada fácil dominar dos elementos, pero absorber el chakra de las criaturas vivas...- Quizá esa habilidad de la que habla Hamachi sea lo que explique las extrañas muertes de los aldeanos que nos encontramos en el bosque. ¿No crees, Nadeshiko? No tenían signos de violencia, como si hubieran sido envenenadas. Nada lo indicaba tampoco, aunque no tuvimos tiempo de determinarlo concienzudamente. Pero encaja con lo que has contado, Hamachi.- Okazaki siguió reflexionando sobre las habilidades del supuesto oni.- Que necesite esa energía para vivir cobra también sentido.  ¿Si no por qué querría atacar una aldea como esta? No tiene nada de especial que sepamos. Puede que estuviera débil por alguna razón y necesitara recobrar fuerzas.- Los aldeanos más que un objetivo claro de alguna organización habían sido "tentempiés" de un demonio.- Sin embargo no podemos descartar que haya algo más. Alguien en la sobra que no veamos ahora desde nuestra limitada perspectiva. Tu información es muy valiosa Hamachi. Creo que deberías informar lo antes posible a la aldea oculta de la Hierba. Tú eres el único que ha sobrevivido tras enfrentarte a ello, junto con tu alumna. Nosotros deberíamos poner a salvo a esta gente.

Menea la cabeza negativamente ante la sugerencia expresada por Okazaki.

- Eso solo los mataría a todos. Si van con los aldeanos, les estorbaran. A él no le importa usar sus llamas con gente inocente en medio, pero a nosotros sí. El oni los acabaría y luego vendría por nosotros… +augura lúgubremente+ Sin embargo, he estado pensando mucho en la pelea de anoche. ¿Por qué no fue a por nosotros directamente? Debió notar que tenemos más Chakra que los campesinos… Mi conjetura es que lo hizo. Pero decidió conservarnos vivos… como cebo. Pensando que atraeríamos más compañeros con un alto nivel de chakra. Elimino a los aldeanos para de mantenerse entre tanto. Bocadillos antes de la cena.

Sus ojos se entrecierran con seriedad.

- Tengo una idea para aprovechar eso. Si nosotros 5 nos quedamos, que somos los más fuertes, Valea podrá escapar con los sobrevivientes. Ella estuvo conmigo toda la noche, y podra decirles a los altos mandos lo mismo que yo. Quizás ayudaría si encontráramos a Osha, pero no cuento con eso... Después de entretenerlo lo suficiente, nos separaríamos en distintas direcciones. No podrá seguirnos a todos. Quizás hasta 4 lograran escapar. 

El panorama que les planteaba Hamachi no era para nada alentador. Aunque el ser del que hablaba el shinobi no fuese realmente un Oni, su poder parecía ser sumamente peligroso. El rostro de Hiroto mostraba una mezcla de preocupación por la increíble amenaza que se cernía sobre ellos y de reflexión ante las alternativas que planteaban tanto Hamachi como Oka.

Era indiscutible la prioridad de poner a los aldeanos a salvo y si realmente aquella criatura los seguiría sin dudarlo, no existía otra alternativa. -Bien, entonces haremos lo que propones, Hamachi. Contendremos aquí a la bestia mientras Valea se lleva a los aldeanos.- Respondió al otro capitán. Si de aquella manera podría salvar las vidas de los supervivientes, Hiroto no dudaría en hacerlo por dura que pudiera resultar la batalla. -Será mejor que descansemos un poco para reponer fuerzas y estar en plenas condiciones.- Propuso al grupo. Nade había sido la que más chakra había gastado al igual que Oka con su invocación. También Hamachi tenía aspecto de estar exhausto. Y si de verdad querían enfrentarse a un Oni, debían estar lucidos y con fuerzas para el terrible reto que supondría.

Nade asintió a lo que Oka apuntó, había pensando en lo mismo, esa manera de operar explicaba las muertes en las cercanía de la aldea, que no habían sido violentas, había pensando que había sido algún tipo de veneno, pero nada en sus mucosas apuntaba aquello, era como si simplemente hubieran dejado de existir. Se quedó pensativa, y luego les dio la espalda,  repasando  sus dientes por su labio inferior.

- eso haremos - recalca, aún de espalda, mirando hacia el resto de la aldea - curaremos a los más heridos, sobre todo a ti, Hamachi-san, que tú alumna guíe a los sobrevivientes, y nos quedaremos como cebo, si algo así existe y está en nuestro mundo, no puede acercarse a la aldea de la hierba, no sabemos que puede hacer si tiene acceso a grandes cantidades de chakra - se gira hacia ellos, su largo cabello rosado  se mecía al viento, esperaba que sus compañeros comprendieran  algo evidente, no podían acercarse más ninjas a ese lugar, sólo podrían hacerlo, si ellos no logran detenerlo, atraer a más, sólo alimentaría a una criatura que aún no saben de qué forma operaba.

- si no damos señales de vida en tres días, deberán enviar un grupo de más personas, sólo en ese caso, Hiroto -  sus ojos azules quedan mirando a su líder - pues... bueno, manos a la obra, terminemos la carreta para los más heridos, y reunamos comida para el viaje, el día aún no termina, y los aldeanos deberán salir con el alba - lo que les  dejaba una noche de peligro, Nade va donde Hamachi y lo ayuda a levantarse - vamos a un lugar más cómodo, por la mañana te curaré y quedarás como nuevo - le sonríe, irradiaba serenidad, como si lo que estuviera pasando no le afectara. 

Hacer de cebo no entusiasmaba a Okazaki pero no les quedaba otra.

- Yo también necesito un buen descanso, aunque no estoy herida.- Ella estaba tan sorprendida como los demás al verse capaz de convocar a una cigarra como la que había invocado pero le había supuesto un gran esfuerzo. Se quedó reflexionando sobre lo que había contado Hiroto acerca de su clon atacado. ¿Podrían sacarle algún provecho  o estratagema contra el Oni?

El grupo llega al acuerdo y regresa a la casa. La cigarra de Okazaki, habiendo terminado su tiempo, desaparece en una nube de humo que se dispersa velozmente.

Al entrar, los sobrevivientes se sorprenden de ver vivos a Hamachi y Valea tanto como los shinobis. En tanto los niños abrazan a la joven genin, entre chillidos de “oneesama”, Hamachi se reúne con los adultos en la sala. En voz baja estos pasan a contarle lo sucedido, en los mismos términos que a ustedes, aunque añadiendo nombres. Las personas a las que han perdido. Es visible la tristeza en el rostro del jonin, quien reconoce muchos de ellos tras haber pasado varias semanas en esa aldea.

La luz del sol disminuye mientras la tarde se encamina al ocaso. Poco a poco la noche llegara a la derruida aldea. Hay que ultimar preparativos, puesto que con tan terrible amenaza en ciernes, entregarse todos al descanso es una locura… una invitación a apresurar el final.

- Parece que todo está decidido. - pienso.

- Id a descansar. - les digo. Yo haré la primera guardia.

- ¿Soy yo o todo esto es una locura? - me digo a mi mismo una vez estamos a solas. Vamos a enfrentarnos a un monstruo que se alimenta del Chakra y que ha dejado vivos a conciencia a Hamachi y a Valea para que atraigan a más de nosotros. A más gente con un Gran Chakra.

- Joder, que me aspen si todo esto no es una puñetera locura. Nos vamos a meter en la boca del lobo sin conocer apenas su funcionamiento. No sabemos porqué se alimenta de Chakra, si puede usarlo en su propio beneficio, ...

- Demasiadas preguntas sin respuesta.

Cualquiera se iba a la cama tranquilo pensando en lo que había sucedido en esa aldea y sabiendo , además, que el causante no estaba lejos. Pero Okazaki se vio vencida por el cansancio y al ofrecerse Sunauto a hacer la primera guardia se fue a dormir.

Hace falta un rato para que puedan estar a solas. Los aldeanos tenían mucho que hablar, pero finalmente se hace tiempo de descansar. Entonces pueden retirarse arriba, al cuarto que usara Hamachi con Valea. Así dejaran más lugar a los aldeanos en los otros cuartos. La genin médica se ocupara de acomodarlos y esperara afuera, hasta que terminen.

Tras examinar la pierna de Hamachi, Nadeshiko comprueba que el daño es más severo que la carne y los músculos. Eso podría arreglarlo fácilmente. Pero en este caso, es el hueso el que está roto en tres partes. Solo el excelente entablillado y la voluntad del shinobi le mantienen en pie. Pero correr… ya no es una opción para él. No sin una intervención seria. Eso significa que si o si, él se quedara detrás de los demás cuando mañana.

Este apoya un dedo sobre los labios de la kunoichi cuando esta finalmente alza la vista.

-No digas nada a los demás, ¿de acuerdo? Valea ya me lo conto, aunque puedo sentirlo perfectamente... 

Hiroto asintió al ofrecimiento de Sunauto. -Ten cuidado.- Le dijo con una sombra de preocupación en su rostro por toda la información desvelada por Hamachi. El plan era extremamente peligroso pero, si todo salía bien, la gente de la aldea saldría ilesa. 

Sin más dilación entró al refugio para descansar un poco. No había consumido mucho chakra, pero comenzaba a notar un ligero cansancio. De modo que pronto se acomodó para echar una cabezada y estar en plena forma para el momento de la verdad.

Okazaki mordisqueaba granos de arroz crudo que sacaba de una bolsita de su cinturón.  Hirotoy Nadeshiko ya sabían que era una manía que tenía la estratega cuando pensaba en algo.

- Yo también me iré a descansar. A ver qué os parece esto.- Okazaki les puso al día de lo que había pensado para formar un perímetro alrededor del campamento. Explicado el plan se fue a descansar., al menos a intentarlo.

Tras una modesta cena, la mayoría comienza a descansar, dejando a Sunauto la primera vigilia. Las habitaciones son repartidas de la siguiente forma, intentando maximizar el espacio, dado que solo tienen una cama cada una:

- Hamachi comparte con Hiroto la suya. Cuando le toque, Sunauto vendrá también a esta.
- Los niños duermen en la de la desaparecida Osha, adjunta
- Valea en su cuarto, con la señora Lyoba y la muchacha.
- Okazaki y Nadeshiko pueden usar la del fallecido Ramio.

El hombre dormirá en el sofá abajo, para evitar el esfuerzo de subir con la pierna dañada.

La guardia comienza con todos despidiéndose y deseando un buen descanso… a pesar de que el miedo y el dolor por las pérdidas recientes se ven muy transparentes tras las sonrisas forzadas.