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Nazarene´s Lot

Nazarene's Lot

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14/07/2021, 20:28
Gloria Méndez

Tenía diferentes sensaciones con respecto al anciano, por una parte me daban ganas de protegerlo, de asegurarle un lugar mejor donde vivir, y por otra me daba escalofríos, ¿qué debía pasar por su cabeza o por sus sueños para hacer tapices como aquellos? Prefería no saberlo.

Por supuesto, haremos que pueda disfrutar del resto de su vida en un lugar apacible con su preciosa perrita - y lo decía en serio, además, su animalito me había caído bien, no como aquellos dichosos niños...

De camino a la Iglesia podría haber cortado la tensión que había en el ambiente, los ánimos estaban demasiado cargados, y Nazarene´s no ayudaba, sino todo lo contrario, aquel pueblo tenía algo que agriaba el carácter de la gente, cada vez lo tenía más claro, yo misma sentia que me irritaba más fácilmente.

Finalmente llegamos a la Iglesia, estudié su arquitectura, para comprobar que era segura y que no iba a caérsenos nada encima, mientras Frank nos contaba lo que sabía de ella. Una vez vi que no era peligroso les hice una señal para que me siguieran, y fui directa al agujero que podía verse desde fuera, ¿habían excavado en el interior de una Iglesia? ¿para qué?

Qué raro... - musité mientras observaba aquel extraño agujero.

Notas de juego

He supuesto que no se va a derrumbar, sino es así me dices máster y edito ^^"

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15/07/2021, 16:48
Director de juego

Notas de juego

Hasta donde llegan los conocimientos de Gloria Méndez, que es mucho, el edificio parece lejos de ir a derrumbarse a pesar de su antigüedad. Por otro lado, el agujero en el suelo está hecho de manera artificial, al tener escombros alrededor, y no parece parte de ningún derrumbe o accidente similar.

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15/07/2021, 18:46
Sharpay Wong

Hasta pronto Sr. Payne y muchas gracias de nuevo —Agarré su mano con fuerza en señal de gratitud—. No olvide que volveremos a por usted.

Me despedí del Sr. Payne, sin dejar de mirarle hasta que regresó a su casa, con la sensación de que abandonaba a aquella persona. A pesar de las buenas intenciones del equipo, las circunstancias no parecían ir precisamente a nuestro favor. Por no hablar de las circunstancias de Brandon. Ni siquiera estaba convencida de que nosotros mismos pudiésemos salir de Nazarene’s Lot.

Seguimos las indicaciones de Brandon Payne y retomamos nuestra camino. Atemorizada por el destino de otros agentes en este pueblo, y cansada por el exceso de horas extra, trato de caminar cerca de Frank. Al contrario de lo que es habitual, en este pueblo la iglesia se encuentra en la periferia de lo que debía ser el núcleo de su población. Llegamos a nuestro destino y, como mostraba el tapiz de Brandon, la muerte es lo único que parece haber formado parte del entorno del edificio. Ahora, ni la podredumbre consigue abrirse paso a su alrededor.

Entramos en la iglesia y miro con asombro la estructura que se presenta ante nosotros. En este momento desearía tener todos los conocimientos de mi compañera Gloria y poder observar esta imagen con la magnificencia que la iglesia parece ostentar. A pesar de mi falta de fe, casi puedo notar la sensación de poder que ofrece el lugar. Aun así, centro mi mirada en la flor de cuatro pétalos, un símbolo bastante popular y muy habitual en diferentes culturas. Muy asociado a la conexión con dioses y con aspiraciones divinas. En muchas ocasiones, representa el propio paraíso celestial con todos sus grandes dones. Pero aquí está claro que el paraíso es tan subjetivo como el infierno, y que las aspiraciones divinas no van encaminadas necesariamente a encontrar una bendición.

Mientras camino, alumbro mi alrededor, buscando estanterías, marcas o imágenes, y escuchando atentamente las interesantes palabras de Frank.

Curiosa fecha… —Muestro mi asombro, sin dejar de mover la linterna por todo el lugar—. Así que se construyó un año después de la supuesta muerte de Henry Willard, y justo un año antes de los registros que faltan en la sacristía.

Aunque no es de extrañar que la edificación de una iglesia coincida con los primeros registros de un pueblo, parece que la muerte de Henry, o lo que fuese que ocurrió, marcó un antes y un después en la historia Nazarene’s Lot.

¿Qué pudo haber ocurrido en 1765? —Sigo barriendo la zona con la linterna. ¿Podré encontrar aquí los registros que faltan? ¿Podré encontrar documentos o imágenes de la familia Willard o propiedades de alguno de sus miembros?

Mi linterna se detiene cuando algo parece absorber su luz. Fijo mi mirada en lo que parece un agujero y veo que Gloria nos insta a continuar. A medida que nos acercamos, una oquedad se dibuja en el suelo de la iglesia. Escucho a mi compañera susurrar contrariada y comparto con el grupo la información que encontramos en la sacristía.

Según vimos en los registros, la iglesia fue construida sobre una cueva natural, aunque no hablaban en profundidad sobre ese tema —Me agacho sobre el agujero del suelo—. Puede haberse producido un derrumbamiento. —Aproximo mi linterna todo lo que puedo—. O puede que alguien se haya abierto paso hacia esas galerías… —Ante la duda, decido preguntar a Frank y a Gloria, considerando sus conocimientos profesionales—-. ¿Qué pensáis vosotros? —. Observo todo lo que puedo alumbrar desde arriba—. Desde luego, si alguien tuviese algo que ocultar en este pueblo, no sería un mal lugar para comenzar a buscar un refugio donde guarecerse.

Compruebo si hay peligro y si existe algún tipo de cuerda o escalera para poder bajar.

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16/07/2021, 12:04
Director de juego

Gloria Méndez se siente cómoda tras su experiencia con el anciano ciego y parece sentir cierta piedad por el hecho de que tenga que vivir en un lugar tan desagradable como Nazarene’s Lot que, por tener, tiene hasta niños que podrían llegar a convertirse en una amenaza. Pero ¿qué era lo que atormentaba al hombre para ser capaz de tejer horrores como algunos de los que tenía por las paredes? Incluso los paisajes bucólicos parecían una especie de escape de aquél maldito lugar olvidado de la mano de Dios. Casi puede escuchar al padre Flaherty decir que no existen lugares tales…

De pie ante la entrada de la iglesia de Nazarene’s Hill, analiza la estructura exterior.

Frank Gambetta hace lo propio, cerrando ligeramente los ojos y realizando, quizá, cálculos internos y medidas de ángulos y pesos. A pesar de sus conocimientos sobre los lugares autóctonos gracias a los libros, enfrentarse a la ruina y alteración de un lugar es algo completamente diferente. Su mirada se cruza casualmente con la Arnold, que por una vez no parece tener nada que decir. Porque a pesar de la apariencia tranquila, el grupo comienza a comprender que ese lugar había sido foco de un mal más antiguo que el hombre y más vasto que el universo conocido, tal y como decía un autor oriundo de Providence en una de sus menos conocidas obras. Aquel lugar era el Mal. ¿Lo sigue siendo?

Las vigas desnudas, desprovistas de la falsa techumbre, dejan gran parte del techo al descubierto bajo el cual anidan multitud de murciélagos. Los restos del mobiliario se ocultan bajo los escombros y el guano. Un simple vistazo al interior de la iglesia deja ver que el agujero no es sino una improvisada excavación realizada recientemente en las losas del suelo. Alguien ha quitado una de las pesadas losas cercanas al altar, dejando al descubierto una abertura en el suelo. El padre Flaherty se acerca y, agachándose lentamente, comienza a coger los fragmentos de la losa para juntarlos como si se tratase de un rústico puzle cubierto de suciedad.

Mientras, Sharpay pregunta acerca de la seguridad del lugar, cosa por la que tanto Gloria como Frank la tranquilizan inmediatamente. Según dicen, al edificio le quedan todavía muchos inviernos que contemplar antes de caer hecho pedazos. Probablemente ni siquiera ocurra nunca.

Creo que hemos hecho un pequeño descubrimiento —susurra el padre Flaherty utilizando el plural para hacer partícipes a todos de algo que parece haberle resultado perturbador.

En el suelo, ordenado por él mismo, puede leer en la losa recompuesta:

«Aquí yace Henry Willard» (1713-1765).

Mal de Nazarene´s Lot.»

Al lado de los trozos de losa hay una antigua azada, un par de mazorcas de maíz resecas, y huellas de pisadas infantiles con restos de estiércol. Del interior del agujero abierto en el suelo sale el pestilente olor de una tumba cerrada y los ladridos de un perro que, hasta ese momento, había permanecido en silencio. Una cuerda de apariencia bastante resistente está atada a una argolla en el suelo de la iglesia y sin arrojar al agujero. El interior de lo que Sharpay identifica como una cripta está oscuro y sólo pueden verse lo que parecen palos de diversos colores y tamaños y algunas herramientas de madera. Cuando cae en la cuenta de que los palos son huesos, no puede evitar un escalofrío.

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16/07/2021, 19:06
Sharpay Wong

A pesar de lo increíble que pudiese parecer, habíamos realizado la mayor parte del trabajo. Tras investigar y recoger todo lo que nos había sido posible, examinábamos uno de los últimos y más enigmáticos emplazamientos de aquella locura.

Después de escuchar a mis compañeros y observar la losa que nos muestra el padre Flaherty, todo parece apuntar a la profanación de la tumba de Henry Willard. Pero… ¿es esa tumba donde está realmente? ¿Lo estuvo alguna vez? Si su historia es cierta, ahí podrán yacer los huesos de Henry, pero no él. Si murió, lo hizo para yacer eternamente en todo Nazarene’s Lot, morando en las tinieblas de una red subterránea de galerías, controlando las almas que cautiva con su poder.

Temerosa, apunto cuidadosamente hacia el agujero. Unas huellas, humanas y pequeñas, consiguen preocuparme. No porque tema encontrar a Charlotte o a esa oveja de Dios…, sino por la posibilidad de que, por el interior de aquella cripta, pudiese vagar un grupo de niños. De repente, un ladrido eclipsa mis pensamientos.

—¡Layla! —Tiene que ser ella—. ¡Tenemos que sacarla de ahí!

Apunto con la linterna para comprobar su estado, pero algo extraño consigue llamar mi atención.

Observo lo que parecen ser herramientas. Presto más atención, pensando que podrían ser las que usaba Henry en sus rituales, o alguna reliquia familiar que quisiera conservar en su tumba. A pesar de ello, lo que observo parece aún peor. Más allá de lo que pudiese haber pensado, resultan ser trozos óseos esparcidos por la cueva.

Rápidamente, lanzo la mirada a la cuerda, junto al agujero. Intento hablar, pero, tras un gran esfuerzo, sólo una palabra entrecortada sale de mi boca.

Huesos… —Tiro con fuerza de la cuerda un par de veces y e intento hablar de nuevo—. Voy a bajar —Uso mi chaqueta para proteger mis manos de la fricción—. Tiene que bajar alguien con poco peso si queremos asegurar todo lo posible la resistencia de esta cuerda—. Pienso en excursionistas, agentes y niños. En la lista de personas desaparecidas que rondaron la zona y no volvieron a aparecer.

Con la mirada fija en los huesos, me preparo para descender.

Debemos identificar si los huesos humanos o animales —Comienzo a notar, en mis manos sudorosas, el roce de la cuerda, deslizándose bajo mi chaqueta—. De ser humanos debemos recuperarlos y analizarlos lo más rápidamente posible.

Un pánico cerval se desliza por toda mi columna. Los ladridos de Layla inundan con su eco toda la cueva. No sé qué encontraré abajo. No sé si alguna vez contaré esta historia. Pienso en alguna canción de The Clash y comienzo a tararearla.

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16/07/2021, 19:25
Director de juego

Frank se acerca al agujero apuntando en todo momento con su linterna al suelo. Parece de alguna manera nervioso, si bien trata de aparentar la máxima normalidad posible. Algo difícil en el enrarecido aire de la iglesia.

Tienes razón —dice a Sharpay—. Aunque este agujero ha sido excavado en el suelo de la iglesia y la cuerda está amarrada a conciencia, lo mejor es que baje alguien de poco peso... y está claro que esa eres tú. Pero como suceda el más mínimo problema me lanzo de cabeza a por ti, ¿estamos de acuerdo?

Obviamente el constructor no está esperando respuesta a su retórica pregunta y se gira en redondo para alumbrar su alrededor. Todo está lleno de bancos de iglesia de madera. La gran mayoría de ellos rotos y con muchos restos acumulados contra las paredes, lo que parece indicar que alguien los lanzó en un ataque de ira. O quizá fueron varios.

El padre Flaherty mira al techo de manera inquisitiva y con los ojos entrecerrados y, desconfiadamente, ilumina el techo sólo para estar seguro de que no hay ninguna otra amenaza oculta y eso supone un claro error. Los murciélagos del techo, asustados por la repentina luz frontal, comienzan a revolotear causando el caos. Frank consigue bajarle el brazo para que deje de deslumbrarlos, pero ya es demasiado tarde.

Notas de juego

Para ver qué sucede después de este desgraciado incidente totalmente fortuito, los jugadores realizan una tirada porcentual de Suerte que, para ser exitosa, debe ser inferior a lo que se indica en la fila POD columna x5.

Por ejemplo, en el caso de Sharpay Wong, debe sacar 65 o menos. En el caso de Gloria Méndez, 70 o menos.

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16/07/2021, 19:41
Sharpay Wong
- Tiradas (1)
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19/07/2021, 18:23
Gloria Méndez

No puede ser - murmuro - ¿qué hace ahí la pobre Layla? - me fijo en las pisadas de tamaño infantil - si Ella o esos niños han tenido algo que ver con el hecho de que la perra del anciano esté ahí en ese maldito agujero, os juro que voy a mandarlos a todos al infierno o a los servicios sociales - dije, mi paciencia se había acabado y no soportaba que nadie jugase con un pobre animal indefenso de aquella manera tan rastrera, y menos aún con el perro de un pobre hombre ciego.

Yo también me ofrezco a bajar o a lo que sea, saquemos a ese pobre animal de ahí...

No acabé la frase cuando una bandada de murciélagos enloquecidos nos rodearon intentando escapar de allí.

¡AG maldita sea no podemos estar ni un solo momento tranquilos!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Por los pelos xD

 

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20/07/2021, 10:36
Director de juego

Gloria Méndez se muestra colérica con la idea de que los niños hubiesen arrojado a la perrita de Brandon Payne a ese agujero dentro de una iglesia abandonada de la mano de Dios. Sin embargo, antes de que pueda comenzar a bajar a por Layla, una bandada de horrendos y desagradables murciélagos comienzan a recorrer el lugar. Con vuelos concéntricos en los que claramente buscan la salida, se mueven como caballos enloquecidos en un rodeo. Y su tamaño, nada desdeñable, les hace especialmente peligrosos en caso de colisión. Por fortuna, todos los miembros del grupo deciden agacharse y la bandada pasa por encima de ellos con la fuerza de un ciclón.

¡No podemos estar ni un solo momento tranquilos! —exclama Gloria.

Odio a estos bichos —susurra Frank—. Los odio, los odio…

Ni la mitad de lo que ellos nos estarán odiando ahora —comenta el padre Flaherty en voz baja.

Cuando los pequeños mamíferos han abandonado la iglesia a través de las diferentes ventanas, se hace la calma de nuevo. Una calma sólo rota por algún ladrido intermitente y el regreso del intenso olor a humedad que parece inundar el pueblo. Sharpay y Gloria deciden bajar usando la cuerda que, a juicio de todos, parece segura. Al ser la más ligeras de peso, son las más aptas para correr ese riesgo. Además, Frank y el padre Flaherty podrían izarlas de nuevo. A la inversa hubiera sido todo un despropósito.

Tal y como ya habían visto desde arriba, ambas mujeres ven el suelo está cubierto por huesos de animales y antiguas herramientas desgastadas. La cripta es una cueva natural, donde los antiguos vecinos de Nazarene´s Lot debían arrojar a los animales muertos o los restos de la cacería que no podían aprovechar. Ahora, de sus paredes cuelgan decenas de cruces de hierro de diferentes tamaños.

En su interior se encuentra un perro labrador retriever. Lo más probable es que se trate de Layla, la perra extraviada de Brandon Payne. Pero lo más curioso de todo ese caótico lugar se encuentra al fondo, acurrucado a un lado de la pared. Se trata de un niño, de unos trece o catorce años, tiritando de frío o miedo, junto a una pila de restos de mazorca de maíz y un cubo lleno de agua.

Notas de juego

Las jugadoras deben realizar, por motivos que serán (o mejor no) visibles más adelante, una tirada de Estabilidad Mental. Debemos realizar, por tanto, una tirada porcentual que nuevamente usa la característica de POD. Ya sabéis, por lo tanto, el valor por debajo del que tenéis que sacar la tirada.

Mucha suerte.

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21/07/2021, 18:47
Sharpay Wong

Comencé a bajar por la cuerda conquistada por el terror. En las palabras de Frank resonaba su valor. – ¡No lo hagas Frank, no te tires! -Sabía que no dudaría en hacerlo, por eso tuve que responder-. Si algo pasase corre hacia la cuerda y tira con todas tus fuerzas. -De repente, aceleré el descenso ante el revoloteo de una bandada de murciélagos, creyendo que la fauna de aquel pueblo nos atacaría una vez más. Afortunadamente, no fuimos presos de su interés. Desgraciadamente, al final de la cuerda la situación no fue mucho más halagüeña.

Mis pies tocan el suelo de la cueva. Eco. Layla parece estar bien. La presión de la atmósfera y las altas concentraciones de humedad en el aire me incitan a respirar con más fuerza. Segundos después… Eco. Los pies de mi compañera Gloria tocan el suelo. Su compañía me ofrece una paz que sólo las personas pueden ofrecer. Ninguna de las dos somos especialmente fuertes o ágiles, pero no estamos solas.

Alumbro, temerosa, todo cuanto puedo. Durante unos segundos, permanezco paralizada, alumbrando hacia el fondo de la cueva, sin saber, al menos, si lo que veo puede ser cierto. - ¡Gloria! -Me agacho, me armo con un hueso largo y, sin confiar plenamente en mis propios sentidos, me lanzo en una carrera interminable hacia esa figura infantil. ¿Quién es? ¿Cómo ha llegado aquí? ¿Por qué está aquí y desde cuándo? ¿Está sólo?

Mientras corro, mil pensamientos se agolpan en mi cabeza luchando por penetrar en mi conciencia. Este niño nada tiene que ver con el descaro de Charlotte o Rachel. Éste, lejos de eso, parece enfermo, desamparado, descuidado, amedrentado. Las pisadas y el maíz que dejamos arriba vienen a mi cabeza, pero me da igual. Podría ser una trampa, u otra advertencia para que abandonemos Nazarene’s Lot, pero me da igual.

Hinco mis rodillas en el suelo, mientras tiemblo simpáticamente con el temblor del niño. Tengo más preguntas de las que podría hacer a un adolescente en estas condiciones, así que decido empezar por las más sencillas. – Hola cariño, no tengas miedo. -Alumbro su cuerpo buscando heridas o contusiones-. ¿Cómo te llamas? -Coloco mi chaqueta sobre sus hombros-. ¿Te duele algo? -Alumbro a nuestro alrededor, con la sensación de que alguien podría estar observando.

- Tiradas (1)
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23/07/2021, 18:25
Director de juego

El niño que se encuentra al fondo de la cueva se gira hacia la luz y se muestra molesto por la potencia de las linternas. Está tiritando de miedo y frío a pesar de que la temperatura no es especialmente baja, lo que puede querer decir que lleva mucho tiempo ahí abajo. A su alrededor hay trozos de comida y sus propios excrementos que, por escasos, no parecen oler. O quizá esté cubierto todo por los efluvios húmedos de las paredes.

Hola cariño, no tengas miedo —Sharpay alumbra su cuerpo buscando heridas o contusiones que, primera vista no encuentra—. ¿Cómo te llamas? —pone su propia chaqueta sobre los hombros del niño—. ¿Te duele algo?

—Peter… —logra balbucir el niño, que acepta de buen grado la chaqueta—. Peter Faraday… Quiero salir de aquí, pero no me dejan —como si se acordase de lo que le acaban de preguntar, sigue hablando a trompicones—. Me duele… un poco aquí —se señala el vientre—. Me… dieron una patada… antes…

El niño parece más dispuesto al diálogo que el resto de pequeños con los que el grupo se ha encontrado antes y que hacía algún tiempo que no se cruzaban en su camino. ¿Pertenecerá al mismo grupo? Y… ¿será de fiar?

En ese momento sucede lo inesperado. Gloria da un grito que resuena horrendamente en la caverna y comienza a dar vueltas sobre sí misma. Al principio contiene un grito pero, a los pocos segundos, comienza a chillar.

—¡No, no, no…! ¡Quitadme esos bichos asquerosos!

La voz de Frank Gambetta se escucha a través del agujero en el techo de la cueva.

¿Qué está pasando ahí abajo! ¡Sharpay, me oyes!

A su lado se escucha la voz casi tranquila del padre Flaherty.

Creo que está teniendo una alucinación, igual que sucedió en el otro subterráneo —permanece en silencio un segundo—. Debemos sacarlas de ahí inmediatamente.

Coincido, padre —responde Frank.

Gloria, por su parte, ve en la pared enormes agujeros de los que brota sangre como si se tratase de manantiales que van a parar al suelo de la cueva. Pero lo peor viene por encima de esa sangre. Enormes ratas, grandes como gatos, están saliendo de la pared para atacarla. Sus dientes son afilados y sus ojos destilan una perversa inteligencia que nunca podrían tener estos roedores.

Por supuesto, Sharpay ignora todo esto al no haber sido afectada por la horrenda visión. Sin embargo, los aspavientos y gritos de su compañera son plenamente compatible con lo que ocurrió en la sacristía. Además, la perrita Layla parece reaccionar de la misma forma que la arquitecta, como si viese algo que es invisible para ella.

¡Traed al niño y salid de ahí! —grita Frank—. Nosotros tiramos de la cuerda.

—Afuera están ellos —dice Peter—. Me volverán a tirar aquí si salgo…

Notas de juego

Gloria puede intentar una tirada de Estabilidad Mental con POD y obtener 50 o menos para intentar reponerse de lo que está viendo y tomar el control de sí misma de nuevo.

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24/07/2021, 19:16
Sharpay Wong

¿Era el niño la oveja descarriada del rebaño? ¿Fue castigado por hacer o decir algo que no debía? ¿O simplemente era un niño perdido que, desafortunadamente, se había encontrado con ese rebaño? Y si, aun así, fuese parte del mismo, ¿podrían haberle usado como cebo con el que poder atraer a un grupo de ingenuos agentes?

Tras escuchar atentamente las de Peter Faraday, alumbro su vientre con preocupación y lo examino concienzudamente. – ¿Quién te dio una patada Peter? -Mientras le toco suavemente, buscando zonas hinchadas, le hago algunas preguntas-. ¿Cómo has llegado hasta aquí? -Le miro en silencio, esperando su respuesta-. ¿Conoces a Charlotte?

De repente, escucho las voces de Gloria y los desesperados ladridos de Layla. Alumbro rápidamente a mi compañera. Alumbro su alrededor, pero no consigo ver nada. - ¡Gloria, tranquila! -Recuerdo nuestra visita al sótano de la iglesia…-. ¡Intenta mantener la calma y no te ocurrirá nada! ¡Confía en mí! -Quiero correr hacia ella, pero no puedo dejar solo a Peter.

Mientras intento pensar rápidamente un plan, la voz de Frank consigue iluminar mi cordura-. ¡De acuerdo Frank! -Miro a Gloria y sopeso-. ¡Subid primero a Gloria! -Miro a Layla y sopeso-. ¡No quiero que se quede aquí sola! -Me giro hacia Faraday y sopeso. Le miro fijamente, en silencio, durante unos segundos. Parece debilitado y, teniendo en cuenta las circunstancias en las que lo hemos encontrado, no confío plenamente en que pueda subir solo. La agitación de Layla, la ansiedad de Gloria, la debilidad de Peter… Volver por la cuerda se convierte en una tarea bastante difícil.

Tras comprender que la decisión está tomada, comparto con Faraday nuestro plan. – Peter tenemos que salir de aquí. -Extiendo mis manos hacia él, esperando que acceda a venir por sí mismo-. Nosotros te protegeremos. -Podría ser una trampa, pero, una vez más, me da igual-. También tenemos compañeros afuera. -Es posible que arriesgue nuestra integridad sacando a Peter de aquí, pero si lo dejo la suya estará condenada con toda seguridad.

Me acero a Gloria con precaución, tratando de no ser confundida con alguna amenaza. – Gloria vámonos, rápido. -Tiro con cuidado de su brazo, tratando de guiarle hasta la cuerda. Hago un nudo en ocho, formando una argolla en el extremo de la cuerda-. Agárrate fuerte. -Le acerco la cuerda, esperando que la coja-. Frank y Arnold nos subirán-. Ayudo a mi compañera a introducir el pie en la argolla. Espero a que esté bien sujeta y aviso a Frank para que la ice-. ¡Gloria está lista! -Miro hacia arriba, esperando a que mis compañeros comiencen a tirar.

Fijo mi mirada en el pequeño Faraday y le hablo con toda la calma que puedo en este momento.-. Vale Peter, ahora nos toca a nosotros. -Le ayudo a colocarse bien mi chaqueta-. Voy a cogerte para subir. -Cojo la cuerda sin dejar de mirarle-. Abrázame muy fuerte con tus brazos y tus piernas y no te sueltes. -Le miro fijamente, buscando comprensión en su mirada-. Pase lo que pase ¿Vale? -Me agacho un poco a su lado, para facilitarle la tarea.

Mientras me preparo para subir, los ladridos de Layla llegan a uno de esos profundos lugares del alma humana. Uno de esos lugares a los que pocas cosas llegan. Miro hacia arriba. - ¡Estamos listos! -Dos lágrimas siguen a estas dos palabras. Dudo que podamos volver a por ella.

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26/07/2021, 11:42
Director de juego

Sharpay se encuentra ligeramente animada a pesar de la triste situación. Con la perrita alterada, el niño refugiándose en las paredes como si quisiese formar parte de ellas y su compañera Gloria esquivando y pisoteando unas ratas que sólo parecen estar en su mente, las circunstancias no parecen las más favorecedoras. Sin embargo, y por primera vez desde que llegaron al pueblo de Nazarene’s Lot, han dado con alguien que puede ofrecer respuestas.

La agente del USBR aprovecha para girarse hacia el debilitado niño que no parece estar asustado de su presencia. No tiene heridas visibles, ni abultamientos o moretones. Está muy delgado y se le nota que tiene la boca pastosa, como si no bebiese agua desde hace un día o dos.

¿Cómo has llegado hasta aquí?

Mis amigos me castigaron y me tiraron al agujero… Ellos no me quieren, señorita.

Tras dejar que el niño se explique, Sharpay vuelve a hablar.

¿Conoces a Charlotte?

Pues claro que la conozco —dice el niño con furia—. Charlotte me ha castigado aquí y entre Rudolph y Danny me han tirado al agujero.

Aunque le tienta seguir, lo siguiente que debe hacer es tratar de calmar a Gloria.

¡Gloria, tranquila! —le dice desde la distancia—. ¡Intenta mantener la calma y no te ocurrirá nada! ¡Confía en mí!

¡Pero las ratas…! —grita ella—. ¡Las ratas!

No obstante, parece encontrarse más calmada tras oír la voz de su compañera. Aunque, por supuesto, no se sabe durante cuánto tiempo durará esa tranquilidad.

¡De acuerdo! —responde a la petición de Frank—. ¡Subid primero a Gloria!

Sharpay se vuelve hacia el niño, que aún permanece apoyado en la pared del fondo.

Peter, tenemos que salir de aquí —la joven extiende sus brazos en claro gesto maternal y de llamada—. Nosotros te protegeremos. También tenemos compañeros afuera.

Eres una señorita muy guapa y sé que tienes buenas intenciones —dice mientras se acerca a Sharpay y se abraza momentáneamente a ella—. Pero esto no va a ser fácil. Ella no dejará que suceda.

Sin tiempo para hablar de nuevo de «ella», Sharpay da las últimas órdenes mientras realiza una serie de lazos con la cuerda.

Gloria vámonos, rápido. Agárrate fuerte —la mujer coge la cuerda con grandes gestos de terror—. Frank y Arnold nos subirán —mira la salida de la cueva y grita—. ¡Gloria está lista!

Tras atar a la arquitecta formando una argolla con la cuerda para apoyar el pie y así poder tirar de todo su cuerpo, Frank y Arnold comienzan a tirar de la cuerda con cuidado. Unos cuatro o cinco minutos después la joven está al borde del agujero, momento en el que Frank usa su fuerza para acabar de sacarla de allí. La sientan en el suelo y comienzan a hablar con ella para tranquilizarla.

Gloria, Gloria… quiero que estés tranquila —le dice el padre Flaherty—. Aquí no hay ratas. Mírame a los ojos y date cuenta de que yo no estoy asustado. Aquí no hay ninguna rata… relájate…

Por insoportable que pueda ser en ocasiones Arnold, es innegable que sabe cómo calmar a las personas cuando emplea su autoritario tono de voz con ánimo tranquilizador. En un par de minutos, y aunque aún se encuentra ida y con la mirada perdida en el infinito, Gloria Méndez permanece quieta en el suelo, con el rostro en un rictus serio, pero no alarmado.

Llegó el momento de hablar con el niño y contarle lo que va a ocurrir con calma. Pero, en ese instante, algo comienza a ocurrir en la percepción de Sharpay, algo que ya ha visto hace pocos minutos en los ojos de Gloria.

Notas de juego

Como ya sabes, estamos avanzando lentamente la historia mientras confiamos en que se incorpore nuestra Gloria lo antes posible. Para superar esta prueba, tienes que realizar una tirada de Estabilidad Mental con POD y obtener 65 o menos, con una penalización de -10 para intentar reponerse de lo que está por venir (por lo tanto, 55 o menos).

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26/07/2021, 20:51
Sharpay Wong

¿Cuántos niños había en Nazarene’s Lot? Charlotte, Rachel, Rudoplh, ¿Danny?, Peter… ¿De dónde venían? ¿Habían nacido aquí? ¿Cómo podría ser eso posible? ¿Quiénes eran sus padres y dónde estaban? ¿Por qué habían castigado a Peter? ¿A órdenes de quién? ¿Quién coño era ella? Había más preguntas que tiempo. Había más interrogantes que oportunidades para responderlos. Había otras prioridades. Esperaba que, tal vez, al subir pudiera conocer la historia de Peter Faraday. Pero primero, por razones obvias, había que salir de aquel agujero inmundo.

- Tenemos que intentarlo Peter. Aquí tampoco estamos seguros. -Respondo a su abrazo, mientras le ayudo a caminar, rendida ante las carencias físicas, pero también afectivas, evidentes en Peter Faraday.

Ella no dejará que sucedaElla no dejará que sucedaEllano dejará que suceda… Esa maldita frase invade incesantemente mi pensamiento en los escasos minutos que mis compañeros tardan en izar a Gloria. Trato de tranquilizarme y mantener el control de la situación. Intento respirar profundamente y comprendo que no es la mejor opción en este momento, ni en este lugar. De repente, las paredes comienzan a rebosar sangre como si el ascensor del hotel Overlook se abriese ante nosotros. Abrazo a Peter tratando de protegerle y, deseando saber rezar, alumbro nuestro alrededor.

- ¡Ah! –Un instintivo grito de terror sale de mi boca-. ¡No! -A veces no existe ninguna línea que permita distinguir entre la repugnancia y el horror-. Sharpay tranquila. -Comienzo a hablarme a mí misma-. Estás alucinando igual que Gloria. -Pero…, ¿era una ilusión lo que Gloria veía?-. Antes no había nada y ahora tampoco. -¿No había nada o no lo veía?-. ¡Joder! ¡Sólo es una puñetera ilusión! -Alumbro a mi alrededor buscando, inútilmente, alguna escapatoria, pero lo único que veo son furiosos roedores-. ¿Desde cuándo las ratas se comportan así Sharpay? -Quiero huir, pero la única salida segura está sobre mí.

Presa del pánico, empuño con fuerza el hueso que llevo en mi mano y lo alzo en un intento de defendernos. -Peter, agárrate fuerte a mí. -Uso la otra mano para asir la cuerda, tratando de colar el pie a tientas en la argolla, sin dejar de empuñar el hueso. Sin dejar de observar esas enromes ratas de las paredes.

Bajo el agujero, permanezco alerta antes las inquietas, escurridizas ratas cuyas carreras no me dejan pensar; las endemoniadas ratas que corren por detrás del acolchado de esta cueva y me atraen hacia horrores más grandes que los que he conocido; las ratas que ellos no oyen; las ratas, las ratas de las paredes.

- Tiradas (1)
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27/07/2021, 20:34
Director de juego

En un lugar donde los antiguos moradores se marcharon y a los extranjeros no les gusta vivir, se alza Nazarene’s Lot. Y este desprecio no es debido a nada que pueda ser oído, o visto, o tocado, sino a causa de algo puramente imaginario. El lugar no es bueno para la imaginación, y no aporta sueños tranquilizadores por la noche. Los días extraños quedan en el pasado y extienden sus garras hacia el presente… aunque ya no queda nadie vivo para contar lo que ocurrió. El marchito erial se encuentra en el fondo de un espacioso valle y se encuentra rodeado por un río de caudal peligroso.

Allí, en la iglesia que una vez dio sustento religioso a sus habitantes, se encuentra Sharpay Wong luchando contra un grupo de violentos y enormes roedores que amenazan con devorarla viva. Sus cuerpos peludos, con costras de suciedad adheridas, saltan a su alrededor tratando de amedrentarla mientras la sangre se acumula a sus pies como un impío charco de mugre. Peter Faraday, el niño castigado por los únicos habitantes del pueblo, no parece percatarse de la existencia de los roedores, pero reacciona con el mismo terror influenciado por la agente del USBR.

Pero lo peor aún está por llegar. Del agujero situado más cercano al suelo sale una rata cuyo aspecto físico supera a todas las demás. No sólo en tamaño, que es considerablemente superior, sino por el hecho de que su rostro es casi idéntico a un ser humano que estuviese a mitad de camino de ser metamorfoseado en una rata. Se relame y sus inteligentes ojos miran a Sharpay de manera desafiante mientras su boca se abre y comienza a hablar.

Ella no te permitirá salir de aquí y Peter será castigado —dice con una voz que sólo puede haber salido de las entrañas mismas del infierno.

Ignorando la voz, se gira hacia Peter Faraday y habla al niño mientras lo agarra con fuerza. El niño no se resiste, pero su rostro muestra una expresión de horror.

Notas de juego

Para intentar superar esta situación, tienes que realizar una tirada de Estabilidad Mental con POD y obtener 65 o menos, sin penalización alguna al ser casi consciente de la falsedad de la situación.

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28/07/2021, 19:22
Sharpay Wong

Era una iglesia, no un priorato. Mi familia no era De la Poer. Yo, simplemente, era una agente departamental acostumbrada a trabajar entre cuatro estrechas paredes. La maldición, la condena y los monstruos nunca antes habían salido de mi cabeza. Y entonces, durante lo que se suponía era una simple evaluación rural, esos monstruos, malditos y condenados, estaban presentes ante mí. Mi mente luchaba contra la certeza de todo aquello, pero mis propios sentidos insistían en reflejar una realidad oscura y sobrenatural.

Noto cómo mis pies se empapan y miro hacia abajo, pero no consigo ver el suelo, más allá de una espesa baba sangrienta. Atemorizada, comienzo a dar golpes en el aire con el hueso, mientras grito, sin ser consciente de la distancia a la que se encuentra el ejército de roedores. Intento convencerme de lo ilusorio de la situación, pero la visión que se presenta ante mí consigue superar mis peores temores. El férreo Tesso aparece entre su ejército de subordinados. El lugar, y su apariencia humana, me trae a Henry Willard a la memoria. ¿Será él? ¿Será este el resultado de sus juegos macabros?

Asumiendo mi propia condena, con la valentía que sólo puede dar la falta de esperanza, chillo, sin saber realmente a qué, respondiendo con una pregunta que tantas veces me había hecho. - ¡¿Y quién coño es ella?! -Noto cómo todos mis músculos se tensan. Un fluido cálido baja por mis piernas mientras grito. Miro hacia abajo, completamente aterrada, comprobando que son mis propios fluidos-. ¡Peter no es vuestro! -Vocifero, desesperada, mientras agarro al niño con fuerza. Lanzo, con tanta energía como ingenuidad, el hueso hacia el líder de la manada. Saco rápidamente la linterna de mi bolsillo y alumbro las ratas, mientras intento encontrar un camino hacia la realidad.

Miro a Faraday, tratando de ignorar las voces, contemplando la expresión de terror con la que me observa. – Peter ignora todo lo que veas. -Le miro fijamente, intentando encontrar fuerzas en la posible salvación de su mirada pueril-. Ignora todo lo escuches. -Busco la argolla levantando la cuerda-. Sólo agárrate fuerte a mí. -Trato de introducir el pie y miro hacia arriba, intentando distinguir a alguno de mis compañeros-. No subiré ahí arriba sin ti. -Mi voz se desgañita desesperada-. ¡Tirad, tirad, tirad! -Agarro a Peter con el brazo con el que sujeto la linterna y espero mientras sigo buscando ese camino a la realidad.

Me susurro a mí misma, mientras mantengo agarrado a Peter. - ¿Y quién es ella? -Lo más terrorífico de todo es precisamente aquello que aún no he visto-. Ella… ¿Es sólo una quimera? -No conozco su forma ni su nombre-. ¿Has conocido a esa figura? -Ella ni si quiera es un concepto-. ¿Conoces algo más de Ella que alusiones al castigo, la tortura y un destino cruel? -Intento comprender, cómo los terrores más inimaginables son precisamente los imaginables-. ¿Por qué nunca has creído en Dios? -Los imaginados-. ¿Por qué confías en la ciencia? -Estos terrores no se eliminan con un golpe, no se derriba con un hueso. Porque tal vez era cierto. Tal vez, la maldición, la condena y los monstruos nunca habían salido de mi cabeza.

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29/07/2021, 13:39
Gloria Méndez
Sólo para el director
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Notas de juego

Creo que ya puedo volver a ritmo normal :)

Antes de postear, estoy con Sharpay? O ya me han izado?

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29/07/2021, 13:44
Director de juego

Notas de juego

Me alegro muchísimo que te encuentres de nuevo bien, de verdad. Nos has dado un buen susto.

Con respecto a la partida, ya has sido izada y sacada de la cueva. Vamos a suponer que ya te has recuperado al lado de Frank y el padre Flaherty. Especialmente por las cualidades de este último como psicólogo.

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29/07/2021, 17:31
Gloria Méndez

Una vez me hube tranquilizado, respiré hondo y me centré en la situación que tenía por delante, que desde que habíamos llegado a aquella maldita Iglesia no habíamos parado. Y para colmo, yo en vez de poder ayudar a Sharpay solo lo había empeorado todo, ¿era mi imaginación lo que había visto tal y como decía el Padre? o... ¿había algo más? A estas alturas ya nada era lo que parecía, empezaba a creer en cosas en las que jamás habría creído...

Tenemos que ayudar a Sharpay, ¡ya! Cuanto menos esté ahí abajo mejor, en serio, de ahí no va a salir nada bueno, vamos, hay que alzarla, y si insiste habrá que subir al niño también, aunque me temo que quizás solo fuese una trampa urdida por Ella - añadí después de pensar que era lo más seguro, porque sino... ¿qué demonios estaban haciendo allí?

Y con toda la fuerza de la que soy posible, siendo consciente del estado en el que me encuentro en aquel momento, intento subir a mi compañera junto al niño.

Vamos... un poco más...

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29/07/2021, 20:01
Director de juego

La cultura en la que una persona nace o de la que deriva, al haber nacido en ella sus ancestros, se adhiere como una especie de película impermeable a la realidad presente. Sharpay Wong, agente del USBR y persona occidental por cultura y comportamiento, ha visto al abad Raigo del templo Miidera, un híbrido de humano y rata. Un yokai, una criatura del influyente folclore japonés que son interpretados como espectros o demonios torturadores por el resto del planeta. Seres que no tienen cabida en un mundo civilizado regido por la razón. ¿O quizá la Humanidad no es lo que cree ser? Con un hueso en la mano, hundida hasta los tobillos en sangre y con un hombre rata frente a ella, Sharpay ya no es una civilizada agente del USBR, es una creyente en un conjunto de supersticiones que tiene milenios de historia. Los esbirros de la criatura la rodean en incontables decenas en cualquier lugar al que mira. Nazarene’s Lot tiene su propia superstición: además de al peligroso Henry Willard también la tiene a «ella».

¡¿Y quién coño es ella?! —pregunta Sharpay a voz en grito mientras se orina encima, aterrada, iracunda y desquiciada—. ¡Peter no es vuestro!

Varios metros por encima del agujero en el que su compañera está combatiendo a una especie de visión y el niño se encuentra prisionero, Gloria Méndez ha vuelto en sí. Se encuentra confusa por lo vivido y por un instante no puede creer que no haya sido un sueño. Entonces recuerda a Sharpay, al niño y a la perra del amable señor ciego que les ayudó por el camino. El animal no hace ni un solo sonido, pero su compañera está abajo, teniendo horrendas alucinaciones como las que ella misma ha tenido.

—Tenemos que ayudar a Sharpay, ¡ya! Cuanto menos esté ahí abajo mejor, en serio, de ahí no va a salir nada bueno. Vamos, hay que alzarla, y si insiste habrá que subir al niño también, aunque me temo que quizás solo fuese una trampa urdida por Ella.

Trampa o no, no tenemos más remedio que subirlos a los dos —dice Frank, nervioso—, Sharpay lo ha dejado muy claro.

—No estoy seguro de que la cuerda aguante los dos pesos —dice el padre Flaherty—. Pero no nos queda otra que intentarlo, ¿verdad? Si acaba por perder la cabeza del todo allí abajo tendremos que bajar alguno de los dos… y nuestros pesos son muy superiores.

—No se preocupe, padre —le tranquiliza Frank Gambetta—. La cuerda aguantará.

Gloria se coloca al final del extremo de la cuerda para ayudar a tirar de ella a pesar de su pésimo estado.

Sharpay arroja el hueso que porta como arma a Tesso, el yokai hombre-rata. El arma improvisada atraviesa la imagen del fantasmático abad como si no estuviese allí y golpea la pared con un ruido sordo. Saca la linterna de nuevo e ilumina su camino, que aparece despejado de animales salvajes.

Peter ignora todo lo que veas —le dice al niño—. Ignora todo lo escuches. Sólo agárrate fuerte a mí. No subiré ahí arriba sin ti.

El niño obedece ágil y diligentemente a todo lo que se le ordena. Sharpay engancha un pie en la argolla hecha de cuerda y agarra con fuerza a Peter.

Señorita, yo sé que está viendo cosas… pero no son reales —susurra el niño con cierto nerviosismo—. Este lugar altera a la gente si usted se enfrenta a él. Si este sitio considera que es una amenaza, tratará de destruirle. El pueblo está maldito.

¡Tirad, tirad! —grita la joven, incapaz de asimilar en ese momento lo que está escuchando.

Frank y el padre Flaherty comienzan a tirar con fuerza de la cuerda que separa a su compañera de la libertad.

¿Y quién es ella? —se susurra a sí misma—. Ella… ¿es sólo una quimera? ¿Has conocido a esa figura?

Sin dejarla finalizar el monólogo que iba apareciendo directamente de su cabeza a sus labios, escucha una vocecita a su lado que la interrumpe.

Ella vive en la granja Finn —dice Peter, algo nervioso ante la visión de una Sharpay casi fuera de control—. Manda sobre todos nosotros, pero se come a la gente. Y eso no está bien, señorita, no lo está.

Sorprendida, la joven no se da cuenta de que están a punto de llegar a la parte de arriba del agujero.

Vamos... —dice Gloria, que pone toda su fuerza en tirar de la cuerda—. Un poco más...

Finalmente, Sharpay y Peter están fuera de ese horrendo agujero que desembocaba en una terrible cueva.