Partida Rol por web

Nazarene´s Lot

Nazarene's Lot

Cargando editor
24/02/2021, 18:31
Sharpay Wong

El hallazgo de la trampilla fue una gran sorpresa para mí. Mi pesar por la información que faltaba en aquellos volúmenes se tiñó con la esperanza de encontrar algo en ese cobertizo. Sin embargo, y aunque me hubiese gustado investigar la sacristía en profundidad, teníamos una cita con el resto de compañeros. Esperaba que Arnold y Gloria pudieran haber conseguido descansar definitivamente, pero era consciente de que los sucesos que pudieran ocurrir en Nazarene's Lot no tenían que ser necesariamente los esperados. La cabeza de Frank parecía dar tantas vueltas como la mía. No podíamos retrasar más nuestro trabajo, aunque querría haber charlado durante horas.

Si… Aunque los valores pueden ser tan diversos y subjetivos que es difícil saber hasta que punto está nuestro espíritu… lleno, por decirlo de alguna manera —Sus pensamientos me resultan muy coherentes—. Exacto Frank. No podría haberlo explicado mejor. O incluso puede ser una figura a la que adoren. Llámese Ella, llámese Siddhartha, Jesús o Thot —Hago una pausa mientras alumbro a mi alrededor—. Además, las circunstancias suelen ser bastante importantes, y este lugar parece perfecto para someter a un grupo de niños. El aislamiento facilita mucho el lavado de cerebro. Creo que en mi país se sabe algo de este tema… —Devuelvo la sonrisa a Frank, agradeciendo la curiosidad compartida ante aquellos extraños acontecimientos—. Aún así, tenemos poca información. Debemos seguir buscando nuevas piezas si queremos completar este puzle —Entonces, Frank llama mi atención sobre el nido de cuervos. Parece que ha encontrado algo importante.

Avanzo con precaución. Los cuervos necesitan un lugar estable y duradero para vivir y protegen con garras y picos su hogar. Además, ese lugar no se reduce necesariamente a su nido. Al acercarme, puedo ver cómo algunos objetos reflejan tímidamente la escasa luz de la habitación.

¿A ver? —Acerco mi mano para coger el objeto que Frank me está ofreciendo—. A estos bichos les encantan las cosas brillantes. Sobre todo a los más jóvenes —Observo detenidamente el objeto, examinándolo con ayuda de mi linterna—. Es cierto… Es una prótesis dental… Un buen hallazgo Frank… —Respondo, ensimismada en el objeto, mientras mi mano, instintivamente, toca los dibujos guardados en el bolsillo de mi pantalón—. El uso del marfil para hacer prótesis es bastante antiguo desde luego… Pero no podría precisar con exactitud cuándo… —Sondeo mis conocimientos de biología tratando de encontrar alguna pista—. Durante el siglo en que se construyó esta sacristía varias epidemias de viruela azotaron algunas zonas de Massachusetts. Durante el siglo siguiente, las epidemias cesaron, pero la viruela no se había erradicado. El óxido de mercurio que se administraba contra esa enfermedad podía conllevar la pérdida de piezas dentales —Miro atentamente el hilo dorado—. Solían agarrarse con hilos de metal…, pero no creo que cualquiera pudiera permitirse usar resortes de oro. Debía pertenecer a alguien adinerado —Devuelvo a mi compañero la pieza de marfil que ha encontrado—. Creo que es bastante probable que sea una pieza del siglo XVIII, aunque no puedo decirlo con seguridad —No podemos demorarnos, así que sonrío a mi camarada y sigo barriendo la habitación con la linterna.

Mientras investigo la zona, no puedo evitar pensar en el objeto que Frank acaba de encontrar. Dicen que algunos de los dientes de George Washington, coetáneo de Henry Willard, eran del mismo tipo. Sin embargo se supone que los habitantes de esta zona eran, en su mayoría, puritanos. Además, aunque hubo periodos bastante prósperos, el hambre y la pobreza eran inevitables entre las frecuentes guerras con los indígenas y otros colonos franceses. El propio Henry Willard, aunque vivió en épocas de cierta prosperidad, nació tras una guerra y vivió dos. Pero, a pesar de todo, la persona del cuadro parece bastante acomodada. ¿Cómo es posible tal opulencia en una sociedad supuestamente austera que vive continuas guerras? ¿Cómo consiguió esa posición? ¿Sería demasiada casualidad que ese diente fuese de Henry Willard? De repente, algo en el suelo llama mi atención.

Mi linterna ilumina algunos documentos esparcidos por la zona y rápidamente me abalanzo sobre ellos. Los examino con atención, tratando de averiguar lo que contienen. Cuando levanto la mirada, una cabeza disecada invade mi campo visual. En el cobertizo de la sacristía errante de un pueblo abandonado resulta aterradora. Trato de pensar alguna estupidez que me aleje de la viveza con la que la cabeza parece observarme.

Conejos, zorros, osos y… una cabeza de ciervo… —Dirijo la mirada a mi compañero—. ¿No parece este pueblo un zoo? —Intento reír, pero la falta de aliento sólo me deja exhalar un intenso y leve soplido—. ¿Por qué estará aquí? ¿No debería estar en la sala principal? —Me acerco a la cabeza para escrutarla cuidadosamente. Trato de buscar manchas, golpes, arañazos o algún objeto oculto en sus fauces.

Entonces, un graznido me hiela la sangre y se adueña de mis sentidos. Puedo notar el temblor en la voz de mi compañero, aunque no puedo dudar de su valentía y seguridad. Rápidamente, doblo los documentos y los coloco en mi pantalón, junto a los dibujos que encontré en el sótano. En pocos segundos, una bandada de córvidos rabiosos parece rifarse nuestro hígado.

¡Ahhh! —Tan rápido como me es posible, cubro mi cabeza con la chaqueta y busco a mi compañero entre todo aquel barullo. En mi intento, grito su nombre, alzando mi voz por encima del aleteo y los graznidos.

¡Frank! —Me muevo hacia él con rapidez, tratando inútilmente de zafarme. Melanie Daniels nunca sintió tanto pavor—. ¡¿Tienes un mechero?! ¡Allí hay algunas cajas de cartón! ¡Si no, debemos bajar deprisa e Intentar salir de la biblioteca antes que ellos!

Estoy junto a Frank y espero con impaciencia su respuesta, para tratar de actuar antes de regalar nuestros ojos a un puñado de cuervos. En ese breve lapso de tiempo, un rimero de preguntas pasa por mi cabeza. ¿Por qué nos atacan? ¿Será porque hemos tacado su nido? ¿Será porque hemos invadimos su hogar? Pero… ¿por qué de repente? ¿Por qué no han reaccionado antes así? Los cuervos son bastamente territoriales, pero estos parecen haber organizado una batida contra nosotros…

Cargando editor
27/02/2021, 04:54
Arnold Flaherty
Sólo para el director

Notas de juego

¿Percibo algo desde la casa luego del bosinazo o solo me responde el "silencio" característico de un pueblo fantasma?

Cargando editor
27/02/2021, 06:10

Notas de juego

Tras haber hecho sonar la bocina del auto, tu Personaje escucha un enorme revoloteo de pájaros procedente del techo de la sacristía. Obviamente, Arnold no sabe que los pájaros allí presentes están atacando a sus compañeros de misión, pero el sonido puede llamar su atención.

Cargando editor
04/03/2021, 21:20
Arnold Flaherty
Sólo para el director

Notas de juego

Diré, no sé si sigo yo o quién pero con lo que me dijiste (que oigo pájaros pero que no tengo ni idea de ir los están atacando) trataría de tocarla bocina nuevamente y si no hay respuesta meterme

Cargando editor
05/03/2021, 13:32

Notas de juego

No te preocupes, Alvindash, resuelvo vuestras escenas y, en función de cómo queden, puedes actuar a ese respecto.

Cargando editor
06/03/2021, 13:56
Director de juego

Sharpay se encontraba tan a gusto charlando con Frank como él con ella. Tan sólo un minuto antes la mujer estaba realizando una más que interesante disquisición acerca de la pieza dental que su compañero le había indicado. Mientras ellos lo inspeccionaban visualmente, los cuervos que habitan el tejado se estaban preparando para agredir a los intrusos que, para colmo de males, se habían atrevido a inspeccionar entre sus cosas.

En su imaginario, la joven y exótica señorita Wong elabora un pensamiento que ya no puede quitarse de encima. ¿Cómo era posible que un hombre nacido en circunstancias económico-sociales tan extremas fuera capaz de permitirse un diente de marfil sujeto con un alambre de oro? ¿Cómo había sido capaz de amasar una fortuna, tal y como muestra su cuadro, en uno de los momentos más difíciles de la economía norteamericana?

Todo lo anterior, claro está, suponiendo que el diente pertenezca a quiénes creen, pero en ese momento se acuerda de uno de los dibujos que ya han encontrado. ¿Acaso no había una calavera con una particularidad en ese sentido? Y el cuadro, por los círculos de protección trazados en el pergamino que lleva en la mano, da a entender que habría podido usar la magia para… ¿Era eso posible?

Los documentos, tal y como ha visto Frank antes de que su compañera subiera por la escalera, eran totalmente inútiles. Incluso se encontraban más allá de cualquier tipo de restauración posible.

No hay nada que hacer, Sharpay —dijo Gambetta negando con la cabeza al tiempo que habla—. Esos documentos han recibido el peor de los malos tratos que podríamos imaginar. Algunos quemados, otros con la tinta corrida, todos ellos llenos de moho y humedad…

Y entonces comenzó el explicable pero implacable ataque de los pájaros. Alfred Hitchcock no podría haber imaginado una agresión ataque peor sobre dos seres humanos indefensos. Al tiempo que sufrían el ataque, se escuchó en el exterior el claxon del automóvil que los había llevado al pueblo.

¡Tenemos que salir de aquí, Sharpay! ¡Si nos alcanzan los ojos nos dejarán ciegos!

¡Frank! —se mueve hacia su compañero tratando inútilmente de zafarse de las aves—. ¡¿Tienes un mechero?! ¡Allí hay algunas cajas de cartón!

Frank reaccionó al instante.

Entiendo… —musita mientras se acercaba al cartón.

En el exterior de la casa, el padre Flaherty acaba de hacer sonar la bocina del coche y está esperando que sus compañeros salgan del interior. Mientras, mira unos instantes a Gloria, que parece haberse quedado dormida o, cuando menos, lo suficientemente relajada como para ignorar el ruido claxon. Musita algo entre dientes y se gira en el asiento para continuar durmiendo.

Sin embargo, en padre Flaherty está inquieto dado que ha escuchado los ruidos procedentes del techo. Nada de lo que alarmarse en un principio, si bien los pájaros parecen estar especialmente revueltos y algunos salen y vuelven a entrar a gran velocidad como si estuviesen atacando a algún animal o intruso de algún tipo. ¿Pueden tratarse de sus compañeros? Altamente improbable, esas aves no son lo suficientemente atrevidas para enfrentarse a los seres humanos. Al menos en condiciones normales, pero allí hay muchos de ellos…

Frank enciende un par de cartones y comienza a moverlos por encima de las cabezas de su compañera y la suya misma. Las criaturas, que pueden estar enloquecidas, pero tienen un instinto muy desarrollado, comienzan a revolotear cada vez más lejos y cesan su ataque. El fuego, el eterno enemigo de toda forma de vida, ha logrado salvar a Sharpay y a Frank. En ese momento, escuchan de nuevo el claxon del padre Flaherty sonando desde el exterior.

Rápidamente, Wong y Gambetta aprovechan para bajar las escaleras y, raudos como si estuviesen perseguidos por el mismísimo demonio, entran en el vehículo, sintiéndose a salvo.

Cargando editor
08/03/2021, 17:39
Gloria Méndez

Al ver entrar a mis compañeros tan rápidamente les miro asustada.

¿Todo bien por ahí? ¿ha sucedido algo chicos? —pregunto para luego continuar añadiendo—. Nosotros hemos tenido un encontronazo con los críos, otra vez... Ahora ya directamente nos amenazan, por lo que propongo hacer guardias para pasar la noche, no me siento muy a gusto en este pueblo, si al menos sé que alguno de vosotros vela mis sueños podré cerras los ojos algo más tranquila.

No las tenía todas conmigo, y si me sincerase conmigo misma, diría que tenía miedo, después de todo, no estaba acostumbrada a ese tipo de amenazas en mi trabajo, ni mucho menos viniendo de huerfanitos desamparados, que ni yo ni nadie entendía que demonios hacían en aquel pueblo.

Suspiré hastiada.

Cargando editor
09/03/2021, 19:53
Sharpay Wong

El cobertizo superior a la biblioteca parecía otra dimensión. Una cabeza tan cerval como el pánico que sentí en aquel lugar ¿Por qué estaría allí? Unos documentos enmohecidos de los que fue imposible determinar su contenido ¿Pertenecerían a los registros ausentes? Y una antigua prótesis dental que me generó numerosas dudas ¿Quién sería su portador? El resultado de la inspección fueron más incógnitas. ¿Me acercaban esas incógnitas a la resolución de un misterio? ¿Me estaba adentrando en lugares aún más recónditos? ¿O, por el contrario, me desviaba cada vez más de la realidad de Nazarene's Lot?

Inspecciono la estancia con la seguridad que me ofrece la presencia de mi compañero. Sus palabras, siempre amables, aportan la serenidad que a este trabajo le falta. A pesar de ello, y de forma repentina, un coro enfurecido de graznidos rompe la calma. Pocas palabras hacen falta para que Frank entienda mi pregunta. En menos de tiempo del que los cuervos han necesitado para bajar, mi compañero prende unas cajas de cartón para ahuyentarlos. Cuando los cuervos comienzan a huir felicito al salvador de mis córneas. - ¡Muy buena Frank! Menos mal que estás aquí. -Pongo la mano sobre su hombro, mostrando mi agradecimiento-. ¡Vamos! ¡No tenemos tiempo que perder! -Abandonamos raudos el sótano, empujados por un primitivo instinto de supervivencia.

La bajada es frenética y no me da tiempo a pensar. A nuestro paso por la biblioteca deslizo las manos por el escritorio para coger los libros que, por suerte, había apilado antes sobre la esquina. Aunque mi intención es cerrar la biblioteca y continuar investigando el piso, impulsada por el miedo, y arrastrada por el ímpetu de Frank, salimos de la sacristía. Corro hacia el coche y puedo ver algunas pintadas, aunque la celeridad de nuestra marcha me impide captar con precisión de qué se trata. Entro en el coche como si de un búnker se tratase. Sé que no es una gran protección, pero hasta ahora es lo más seguro que tenemos. Miro a Frank preocupada por su estado. - ¿Estás bien? ¿Te han hecho algo? -Espero su respuesta mientras le observo, temiendo encontrar alguna herida grave.

Giro la cabeza hacia mis compañeros y puedo ver que Gloria observa nuestro comportamiento con temor. - Ahora mejor Gloria, muchas gracias por tu preocupación. Creo que hemos metido las manos en una masa que no era nuestra… y hemos sido atacados por un grupo de cuervos. -Antes de preguntar a Gloria cómo estaban ellos, nos relata los desagradables acontecimientos que han vivido desde que salieran de la sacristía-. ¿Amenazas? Pero… ¿estáis bien? -La observo con atención, temiendo que les hubiesen hecho daño-. ¿Qué tipo de amenazas y por qué? ¿Qué les hemos hecho? -Miro con desconcierto a Gloria, esperando que su respuesta me aclare estas dudas.

Tras compartir nuestras ausencias muestro mi acuerdo a la petición de Gloria. -De acuerdo, cierra los ojos y descansa, estoy atenta. -Aunque hemos conseguido zafarnos de esos cuervos, la adrenalina residual que mi cuerpo aún no ha conseguido depurar me sigue manteniendo alerta-. Creo que no podría dormir en este momento aunque quisiera… -Sin cerrar los ojos me recuesto en el asiento, abatida por el trabajo y las circunstancias. Trato de relajarme mientras me concentro en los sonidos del exterior del vehículo.

Cargando editor
09/03/2021, 22:52
Arnold Flaherty

Al ver entrar a mis compañeros con tanta prontitud lanzo un suspiro de alivio aunque no pude evitar pensar que algo estaba mal. Por suerte quien rompió el silencio fue Gloria, la cual explicó nuestra situación de manera acertada. Después de eso Sharpay menciona que no cree que pueda conciliar el sueño así que me apresuro a preguntarle-¿Por qué salieron corriendo de ahí dentro? ¿Pasó algo? Los niños mencionaron que otros chicos podrían estar metiéndose con ustedes ¿Acaso los vieron?

Cargando editor
12/03/2021, 09:48
Frank Gambetta

A pesar de las circunstancias que acabamos de vivir, nada fuera de lo normal pero igualmente estresante, consigo sonreír ligeramente recordando lo ocurrido, nuestro descubrimiento y la agresión que acabábamos de sufrir. Reposo mi cabeza hacia atrás tratando de buscar algo de calma, cosa de lo que hemos tenido poco desde que llegamos a Nazarene’s Lot, y respiro con tranquilidad quizá por primera vez en varias horas.

No estoy seguro de que haya sido una buena idea separarnos —me explico antes de que alguien pudiese protestar—. Lo digo por Sharpay y por mí. No hemos visto a ninguno de esos niños, pero hemos estado a punto de que una bandada de cuervos se nos comiesen los ojos.

Puedo imaginar los gestos de incredulidad que no llego a ver en mis compañeros, con la posible excepción de Sharpay que ha vivido la situación conmigo.

Ese piso superior tiene un nido de cuervoscreo que son cuervos… enorme. Al menos el hecho de subir nos ha permitido descubrir un implante dental de una antigüedad considerable. Lo que me lleva a la imagen que vimos de una calavera a la que le faltaba una pieza dental… pero quizá sea una simple casualidad. Al final, es cierto que este sitio parece un maldito zoo... ¡de todo tipo! —digo recordando el gracioso comentario de Sharpay.

En este momento me ha llegado a la cabeza una extraña variación de color en el vehículo, como una mancha o una pintada sobre el capó, pero no me parece momento de preguntar por ello. Pude que se trate de una gamberrada con un bote de pintura o algo menos importante incluso.

Por mi parte, tengo informes negativos —y este es el tipo de información que me gustaría no tener que dar o, incluso pasar por alto pensando en que sus fuentes son muy antiguas, pero hay demasiado dinero en juego—. Toda esta zona está aposentada sobre una serie de túneles que debe tener un tamaño considerable, según unos escritos que hemos encontrado. Eso significaría que, de ser verdad, el proyecto podría quedar cancelado. Llenar toda la zona de agua sólo para que se escape por acuíferos subterráneos no es ninguna buena idea.

Aún queda una visita más: la iglesia del pueblo, pasado el puente de madera sobre el río. Pero ahora estoy demasiado cansado para eso. Preferiría hacerlo dentro de unas horas, cuando haya pegado una cabezadita. Y mientras respiro profundamente no aparto mis ojos de la exótica y bella Sharpay, gracias a la cual sigo sin una sola herida. Un pozo de sabiduría hecho mujer cuyas reflexiones, como las de Arnold, no deben ser tomadas a la ligera.

¿Descansamos un poco antes de seguir? Por lo menos, proseguir la misión con luz del día… ahora ya no me fío de la noche en este sitio. Puede ser muy traicionera —consulto con la persona que me inspira más respeto y seriedad por su sensatez—. ¿Qué opina, padre Flaherty?

Cargando editor
16/03/2021, 14:23
Arnold Flaherty

Me quedo callado unos instantes, sopesando que decir. Al final si les había pasado algo, pero ponerme a reñirlos por eso no iba a resolver nada, lo importante es que habían salido enteros de ese lugar.

Una prótesis dental, eso quiere decir que solo nos queda ver el hombre quemad. Lo cual no me entusiasma demasiado —digo casi para mi mismo, de manera audible pero con una expresión que delataba que estaba hablando conmigo mismo. Luego miro a Frank y Sharpay y les digo—. La verdad es que todos necesitamos descansar si es que mañana queremos terminar con lo que nos queda.

Pero por alguna razón no me gusta la idea de que todos nos quedemos dormidos en este lugar. Me rasco un poco la barbilla antes de comentar.

Deberíamos dormir por turnos, no me fío de que esos niños nos dejen dormir tranquilo.

Cargando editor
19/03/2021, 11:29
Director de juego

Tras las breves pero concisas explicaciones de unos y de otros, el grupo decide pasar lo que resta de noche descansando en el interior del coche, dado el frío que hace en el exterior y la inseguridad de los edificios de Nazarene’s Hill. Además, y debido a su constante presencia, consideran a los niños algo más que una mera molestia: son una amenaza de intenciones no muy claras, con la excepción del deseo de que los adultos abandonen la ciudad cuanto antes. Muy literariamente en la línea de «Los Chicos del Maíz» de Stephen King, aunque imaginan que menos violentos, o eso quieren creer todos. Es difícil aventurar quiénes son o porqué están allí, aunque sí parecen haber creado una especie de figura de autoridad en torno a «Ella», que vendría a ser una visión animal y materialista de «El Señor de las Moscas», de William Golding, donde la figura de autoridad era portar un palo con una cabeza porcina rodeada de una bandada de moscas.

La sugerencia del padre Flaherty no cae en saco roto y rápidamente se organizan cuatro turnos de guardia por la noche. El primero en quedarse despierto en Frank Gambetta, que en un momento dado decide salir del vehículo para dar una vuelta por las inmediaciones. Tranquilo, al no escuchar pasos, voces o ruidos más allá de lo esperable en una noche en el campo, regresa al interior y se queda despierto el resto de su guardia. Sharpay Wong toma el relevo y reflexiona acerca de todo lo acontecido durante el tiempo de su guardia, inferior a lo proyectado inicialmente debido a que Frank la ha dejado dormir más tiempo. El siguiente turno es de Gloria Méndez, que sin duda piensa que un par de bofetadas a tiempo obra maravillas frente a un niño rebelde que se puede convertir en un adolescente problemático, aunque se cuide de decirlo tan directamente. Por último, el padre Flaherty, entre oraciones y reflexiones silenciosas, hace el último turno y llega el amanecer. Son casi las ocho de la mañana un momento muy bueno para finalizar sus pesquisas.

Queda pendiente, y son conocedores de ello, pasar el puente cubierto de madera sobre el río que rodea casi completamente el pueblo y llegar hasta la iglesia, el último punto importante a revisar antes de dar el trabajo por finalizado. No obstante, la mitad del grupo ya son conocedores de la existencia de subterráneos que hacen imposible la construcción de la presa. A pesar de este hecho, hay que finalizar la investigación completa.

Cargando editor
22/03/2021, 10:33
Gloria Méndez

Me despierto al amanecer con los primeros rayos de sol y me estiro como puedo en el coche.

¡Buenos días! —exclamo con energías renovadas, después de todo estaba contenta porque por fin podríamos acabar la investigación e irnos a nuestras casas—. Supongo que las guardias han ido bien ¿no? ¿algo que remarcar? —pregunto, aunque imaginaba que si nadie había perturbado mis horas de sueño era porque todo había ido bien. Por fin un respiro.

Estoy hambrienta, ¿tenéis algo de comer por ahí? —mi estómago rugía—. Bueno... ¿por dónde continuamos? ¿Alguna sugerencia compañeros? Estoy deseando acabar el trabajo  y darme un baño caliente en mi casa...

Cargando editor
24/03/2021, 18:06
Sharpay Wong

Desde que comenzamos el trabajo, el tiempo y las circunstancias parecían haberse aliado en nuestra contra. El descanso se resistió tanto como la propia investigación. A pesar de todo, el respiro llegó y los descubrimientos me regalaron dosis extra de adrenalina con las que combatir esa resistencia.

Decidimos los turnos y nos disponemos a descansar. Me desprendo de la chaqueta, para estar más cómoda, y la uso como almohada. Me cuesta un poco dormir, dadas las circunstancias, pero la vigilancia de Frank me ofrece la suficiente seguridad para sucumbir a la llamada de Morfeo. Es su cara la que veo antes de empezar mi guardia. Miro el reloj del coche.

—Por fin algo de descanso. Gracias por esos minutos demás Frank —susurro, tratando de no despertar a mis compañeros—. Es tu turno, descansa que ahora me encargo yo.

Extiendo mi mano hacia su hombro, tratando de ofrecerle tranquilidad. Le veo cerrar los ojos y sonrío recordando nuestra reciente aventura. Permanezco atenta al exterior mientras trato de recapitular todos los acontecimientos.

Tras el reposo el trabajo continúa. A pesar de que nuestro descanso ha sido escaso, afronto la investigación con esa curiosidad que embiste cualquier contratiempo. Me froto los ojos tratando de abrirlos. Aunque la luz es aún escasa, mis párpados se resisten a dejarla entrar.

—Buenos días a todos —digo con la voz todavía ronca. Por mi parte una guardia sorprendentemente tranquila.

Atuso mi pelo y ataco un poco mi ropa. Escucho a Gloria hablar de comida y mi boca parece licuarse.

Yo no traigo nada consistente. La verdad es que esperaba cenar en casa… —Agarro mi chaqueta y busco en los bolsillos algo de comer. Sólo tengo algunos caramelos, pero algo de azúcar nos vendrá bien Extiendo la mano, ofreciéndolos a mis compañeros, y trato de proponer alguna opción. Sugiero seguir el camino previsto Desenvuelvo uno de los caramelos y lo introduzco en mi boca. Podríamos ir a la iglesia para terminar de examinar la superficie, y luego echar un vistazo a esa red subterránea de cuevas de las que habla Frank. ¿Qué opináis?

Me pongo mi chaqueta, preparándome para continuar, mientras escucho la propuesta del resto del equipo.

—De cualquier manera, creo que deberíamos terminar cuanto antes para poder informar a la agencia de la presencia de los niños —Salgo del coche para tomar algo de aire y estirar un poco las piernas.

Cargando editor
25/03/2021, 11:04
Frank Gambetta

Sonrío ante al agradecimiento de Sharpay. Después de lo vivido en la parte superior de la sacristía, lo menos que podía hacer por mi compañera era dejarla descansar un poco más después de lo vivido. Sharpay es un alma sensible, y me sentía en la necesidad de ayudarla en lo que pudiese. Al fin y al cabo, lo que más me importaba al respecto de esta misión era muy posible que ya se hubiese ido a hacer gárgaras. Los túneles parecían interrumpir a posibilidad de la construcción de la presa.

Hemos tenido mucha suerte esta noche —digo con una sonrisa un tanto torcida—. Al menos esos niños nos han dejado en paz. Hubo un momento en el que me pareció ver algo en el exterior, pero tuvo que ser una impresión mía, ya que no ocurrió nada —confesé.

Los nervios habían estado de punta el día anterior y no tenía nada de particular haber visto cualquier cosa que, en realidad, no estaba allí.

Señorita Wong… Sharpay… —comienzo mientras me dirijo sólo a ella a pesar de saber que mis compañeros estaban escuchando—. Creo que, de alguna manera, esa prótesis dental que encontramos debía pertenecer al «ilustrísimo» Henry Willard… Me refiero a que es una idea que me amartilla la cabeza desde que la encontramos en ese nido. No es que sea importante… pero…

Ante el ofrecimiento de caramelos, cojo uno sin dudarlo y me lo llevo a la boca. Fresa, no está mal. Al menos mantendrá mis niveles de glucosa lo bastante altos para que no me dé una hipoglucemia en las siguientes horas. Y lo agradezco, especialmente, porque yo tampoco he traído nada de comer.

Creo que es importante terminar primero el trabajo de superficie —digo, refiriéndome de forma clara a la Iglesia tras el puente cubierto—. Ya tendremos ocasión de examinar esas malditas cuevas —y es que no puedo evitar sentirme muy contrariado ante el hecho de que se haya podido arruinar un negocio de muchos millones de dólares y otros tantos en mantenimiento y conservación—. Voto por ir a la Iglesia. Por supuesto, el asunto de los niños es importante, y habrá que dar parte de ello más tarde.

Cargando editor
26/03/2021, 11:47
Arnold Flaherty

Me quedo en silencio y preocupado, no es que los ayunos no fueran algo constante en mi vida pero también había comprobado que la mayoría de la gente trabaja mejor con el estómago lleno. Rechazo el ofrecimiento de Sharpay mas por gusto que por otra cosa -Hace tiempo que no comes caramelos ¿eh Flaherty?- Me dije a mi mismo mientras terminaba de escuchar a Frank.

¿Que es lo que te pareció ver? Les dejé claro a esos niños que cuanto menos interfieran antes nos iríamos pero la pequeña Charlotte no parece ser de las que se toman bien las sugerencias —Tras esto me rasco un poco la barbilla con el pulgar antes de continuar—. La iglesia es la mejor opción por ahora y en cuanto a los túneles... Me gustaría ignorarlos lo más posible —Antes de que ninguno de mis compañeros me interrumpiera paso a aclarar mejor lo que intentaba decir.

Me refiero a que con comprobar su existencia y que su extensión aparenta ser considerable me parecería más que suficiente —hago una pequeña pausa antes de como para ordenar mis ideas antes de continuar en la que saco la muñeca de maíz—. No sabemos si la próxima advertencia sea más directa y esta vez si le hagan algo al auto que lo afecte de verdad, así que me gustaría evitar que nos pasemos horas jugando a "Juanito el minero" en esos túneles.

Cargando editor
28/03/2021, 12:41
Director de juego

Ante la pregunta del padre Flaherty sobre lo que Frank Gambetta había creído ver en el exterior del coche durante su turno de guardia, este hace unas explicaciones muy ambiguas, poco clarificadoras y, en todo caso, basadas únicamente en sensaciones personales, no en hechos contrastables. Muy probablemente el hombre se encontraba en un estado de adormecimiento debido al cansancio provocado por el intenso día de trabajo e investigación, y era poco probable que realmente hubiera habido fuera del vehículo algo que fuera digno de mención. Quizá ni siquiera hubiera debido mencionarlo, en realidad.

No obstante, y en el caso de que así hubiera sido, poco parecía ser capaz de identificar a causa de la imprecisión de sus observaciones. Habría que correr un tupido velo sobre ese momento de la noche y confiar en que todo fuese mejor durante el día de lo que había transcurrido en las horas de la tarde y noche del día anterior. Con la posible excepción del momento alucinógeno de las raíces del subterráneo de la sacristía, probablemente el resto del malestar del grupo se debió más a la inquietante presencia de los perturbadores niños seguidores de aquello a lo que llamaban «ella».

La conclusión unánime era ir a investigar a la iglesia del pueblo, el segundo lugar que más información podría contener sobre el lugar. Una justificación ante los contribuyentes, de que la empresa y la Administración Pública se preocupaba del patrimonio cultural de la nación, cosa que no podría ser menos cierta. La necesidad de construcción de una presa de agua y los intereses económicos que rodeaban este hecho primaban sobre cualquier otra cosa. Probablemente incluso sobre el hecho de encontrar los cuerpos de las personas desaparecidas en aquella zona.

Para poder llegar hasta la iglesia, debían pasar por el puente cubierto, hecho enteramente en madera y que era dudoso que pudiera soportar mucho peso, si bien ellos no suponían algo remarcable. Con el vehículo se aproximan hasta las inmediaciones del puente y, allí, reciben la grata sorpresa de ver una estructura bonita, clásica en su construcción, y en apariencia bastante sólida. Una niebla matutina cubre ligeramente el ambiente, pero no dificulta la visión en bastantes metros. Frank Gambetta, que está conduciendo en esos momentos, detiene el todoterreno y se gira hacia sus compañeros.

¿Sigo adelante? —pregunta, un tanto dubitativo.

Cargando editor
01/04/2021, 18:23
Gloria Méndez

Por si fuera poco el día estaba cubierto de una niebla que le daba un aspecto un tanto misterioso al pueblo, yo no tenía gana alguna de salir del coche, pero tampoco quería ver como el puente de madera cedía ante el peso del coche y caíamos.

Creo que sería mejor continuar a pie ¿no os parece? Creo que el puente podría ceder y bueno... me gustaría volver entera a mi casa esta noche la verdad, ya hemos tenido demasiados sustos como para tentar a la suerte. Frank, si eres tan amable, aparca el coche y salgamos, echémosle un ojo a esa maldita Iglesia, acabemos el trabajo y larguémonos de aquí.

Aunque había dormido bastante bien, mis ganas de irme no habían disminuido. Esperaba no volver a ver a ninguno de aquellos extraños niños y menos oír nada acerca de la mujer que parecía dirigirlos. Había pensado en ello, cuando llegase a casa, haría unas llamadas, no podía permitir que aquellos niños siguiesen deambulando por allí como sí nada, sin estudios, y sin un porvenir más que el de asustar a las pobres almas que se atreviesen a acercarse a aquel maldito pueblo.

Cargando editor
02/04/2021, 20:42
Sharpay Wong

Habíamos pasado las últimas horas de la noche descansando. Aunque el respiro había sido escaso y a mi cuerpo entumecido le costaba retomar la actividad, las palabras de Frank volvieron a poner en marcha mis neuronas. Aquello que en el cobertizo de la sacristía sólo quedó en un pensamiento, volvió a pasar por mi cabeza.

Yo también he pensado que esa prótesis podría pertenecer a Willard… Pero…, ¿qué probabilidad hay de que estemos sacando conclusiones ciertas? ¿Serían las mismas si conociéramos toda la realidad de este pueblo? – Permanezco unos segundos en silencio, tratando de organizar algunas de las pistas que nos habían hecho llegar a la misma conclusión. – Sabemos que en la época que vivió Henry esa prótesis era un remedio contra la pérdida de piezas dentales.  Sabemos que era un remedio costoso, y es precisamente Willard del único acaudalado de la zona de quien tenemos constancia… Una vida y una historia ligadas, según los registros, a acusaciones por brujería y posesiones demoníacas… -Miro a mi alrededor momentáneamente. Cada edificio parece contener algún secreto-. Pero no debemos perder de vista que nos falta bastante información de todo lo que puede haber sucedido aquí…– Miro fijamente a mi compañero. Donde él ve algo sin importancia, yo veo una sensibilidad, que en pocas personas conozco, para apreciar esos detalles con una empatía especial. Admiro la curiosidad con la que observa su entorno y su deleite ante el misterio-. Pero, no lo subestimes Frank, no sabemos lo importante que puede ser, ni lo cerca que estamos de conocer su origen.

Nos dirigimos hacia la iglesia y viajo ensimismada en mis propios pensamientos. Miro tras la ventanilla, mientras mantengo mi mano sobre los registros de la sacristía, y parece que los acontecimientos vuelven a sucederse uno tras otro en el exterior. Cuando escucho a mis compañeros hablar, mis pies vuelven a tomar tierra. Observo el puente mientras considero diferentes alternativas. No parece seguro y la podredumbre que habita en Nazarene’s Lot seguramente haya encontrado una buena morada en las vigas de madera que parecen sostenerse tímidamente. Por otra parte, si vamos caminando podríamos observar mejor el entorno que debemos evaluar. Además, no estaría mal estirar un poco las piernas.

Antes de poder decir nada, Gloria, impetuosa, nos ofrece su opinión. Sinceramente, prefiero confiar en la opinión de una arquitecta profesional como ella antes que en las valoraciones que yo pueda hacer. - Por mi parte estoy de acuerdo. Si un constructor y una arquitecta dudan de su solidez… creo que mi opinión no será de mucha más utilidad. Así nos espabilamos un poco de camino a la iglesia. -Observo los asientos del coche, comprobando que no dejo atrás nada necesario, mientras espero la opinión del resto del equipo.

Encamino nuestra marcha con la esperanza de encontrar piezas perdidas de un puzle que parece desentrañar una historia macabra. ¿Encontraremos una iglesia más reciente? ¿Tendrá registros posteriores a 1930? La historia de este pueblo parece un misterio y es lo que la hace atractiva. Los acontecimientos aquí parecen sucederse al margen de lo que ocurre más allá de estas montañas. Todo parece tener un cariz misterioso que tan pronto parece rozar la frivolidad como la locura. El desconocimiento de la mayoría y la ocultación de unos pocos me hace plantearme cuestiones totalmente opuestas: ¿Es todo producto del cansancio? ¿Estoy contaminada por una vida sumida en la fantasía? ¿O nos enfrentamos a algo demasiado grande para nosotros? Al menos para mí…, para una vida de trabajo entre documentos, y de ocio entre historias de terror.

Cargando editor
04/04/2021, 00:36
Arnold Flaherty

Escucho atentamente la conversación de Sharpay con Frank, al parecer estaba bastante entretenida con una prótesis dental que habían encontrado en su excursión a los pisos de arriba la noche anterior. Al menos se terminaron las conversaciones sobre niños-zorro de momento —pienso para mi mientras miro a través de la ventana del coche—. Una mañana con neblina, si estuviera en casa con una taza de café caliente sería de lo mejor pero en estos momentos solo me hace pensar en que de alguna manera va a jodernos.

De repente nos encontramos con el viejo puente. Frank pregunta si continuamos y Gloria rápidamente expone que es mejor idea bajarnos del mismo antes de seguir. En cuanto termino de escuchar a Sharpay asiento a modo de coincidir y agrego:

Los expertos en estructuras son ustedes así que confío plenamente en su decisión. Es verdad que no me gusta la idea de dejar el auto a merced del vandalismo local pero es preferible eso a que termine debajo del puente —Tras decir esto cambio mi atención al puente y pregunto en voz alta—. ¿Hace cuanto se construyó esta cosa? Se lo ve bonito aunque no soy un experto. También me encantaría saber cuando fue la última vez que alguien le realizó algún mantenimiento.