Partida Rol por web

Never Sleep Again

Seven, eight, Gonna stay up late

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08/06/2020, 08:07
DREAM MASTER

Cuando la puerta del instituto se abrió, delante de vosotros no apareció la calle, sino otro lugar muy diferente. Todos os detuvisteis justo al dar el paso fuera y al mirar hacia atrás vieron que el instituto ya no estaba tampoco.

Era como si de repente, hubieseis sido transportados a una especie de cementerio de coches, oscuro y cubierto por la niebla, silencioso como la muerte, pero que también generaba cierta sensación de familiaridad. Era... como si estuvieseis en casa.

Los coches estaban apilados uno sobre otro, casi tapando el cielo, formando una especie de muro infranqueable que no explicaba cómo habíais llegado hasta allí.

En vuestra cabeza aún estaba el pensamiento de ir a la fábrica, por lo que la pregunta no era únicamente cómo habíais aparecido allí de repente... sino por qué, en lugar del otro lugar.

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08/06/2020, 08:17
Profesor Critter

Critter estaba tan sorprendido como vosotros, pero algo en su interior le daba más información de la que podíais tener. Sus ojos recorrieron el lugar con fascinación, y al mismo tiempo, una sensación similar a la que podría experimentar un adicto ante la presencia de su droga particular.

-Está aquí, por todas partes -dijo, girando sobre sí mismo sin dejar de observar a su alrededor, aunque vosotros no veíais nada especial -. Puedo sentirlo en todos los lugares y llamándome. Quiere... que me una a él. Desea que seamos uno.

Sus palabras tenían ahora un sentido que antes ignorabais completamente. Si Critter y Fred eran uno, quizás al unirse fuesen más fuertes y todo fuese en vano. A lo mejor vuestra oportunidad era mantenerlos separados y conseguir que ambos quedasen permanentemente diferenciados, pero por otro lado, Ed no era el mejor luchador que había si en su interior, luz y oscuridad estaban de hecho peleando por dominar al otro.

Critter miró a Sam y después a Ed. Sus ojos eran los de un loco... pero cambiaron durante unos instantes.

-Mátadme. Tenéis que matadme.

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08/06/2020, 11:25
Edward Revok

Estaba confuso. No sabía que hacían allí. La vieja fábrica era donde debían haber acudido, no al cementerio de coches. Algo iba mal. Freddy no les iba a dejar jugar con sus reglas. Él impondría las suyas.

Y luego estaba Critter, con aquel miedo que le superaba. Sabía más de lo que decía, pero era incapaz de recordar todo lo que había y estaba pidiendo que hiciésemos algo que en parte yo sabía que sería capaz de hacer. Una parte de mí deseaba hacerlo, volver a sentir todo aquello. Pero otra...

Miré a Sam. Mi juego iba a ser muy peligroso y podía perder el control. Más aún con alguien rogando por su muerte. - ¿Y qué ganamos con eso? Si le matamos aquí, profesor, ¿qué le impedirá que se una a él? Su muerte no es una opción. Él se alimenta del miedo, del sufrimiento y finalmente de la muerte de los demás. - Sí, lo sabía perfectamente, porque me alimentaba de lo mismo.

Sentía placer torturando y matando animales en el campo. Sentí placer en la mirada de horror de "Don Perfecto" cuando le clavé mi navaja en el abdomen. Disfruté de ver como su sangre fluía por su cuerpo. Me sentí poderoso cuando segué la mano de DeShawn con el guante como el de Krueger y vi el terror en sus ojos. Como se achicó ante mí, el poder que me hizo sentir dentro... el pánico en su mirada cuando dije que le iba a cortar una oreja y luego la otra antes de que se esfumase ante Freddy y yo. Mi pecho latía al recordar todo eso con fuerza. Quería volver a sentirlo.

- Y lo sentiría.

- ¿Esto es lo qué quiere Critter? - Dije metiendo la mano en mi pantalón y sacando el recorte del periódico. - ¿Qué él gane para siempre? - Y se lo mostré. - Porque este es usted, este es él, ¿verdad?

FRED KRUEGUER HABLA

El hijo del Freddy Krueger, el violador y asesino de niños, habla por primera vez de lo que le ocurrió a su padre y acusa a toda la ciudad de ocultar la verdad.

"Mi padre era un hombre enfermo. No se merecía lo que le hicieron. Es cierto que hizo daño a mucha gente, a muchas familias, pero debió ser encerrado y tratado, y no asesinado como un vulgar criminal. La policía tapó todo lo sucedido porque le convenía, y lo mismo hicieron todos los demás. Esto no quedará así.

El hijo de Freddy Krueger aseguro que llevaría el caso hasta sus últimas consecuencias y que no se detendría hasta encontrar a los culpables, y......

- ¿Qué la historia se repita una y otra vez? Ahora deje de llorar y corra, debemos llegar a la fábrica, debemos darle paz a ese cuerpo y destapar la historia. - Mis ojos se centraron en Sam entonces, mientras Critter decidía por si mismo que hacer o no. Miré con seguridad a sus hermosos ojos. - Vas a tener que confiar en mí, en lo bueno y en lo malo, pero lo más importante, es que vas a tener que huir de mí llegado el momento. Ya sabrás cuando ocurrirá... - Susurró a la joven.

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11/06/2020, 00:41
Samantha Carrigan

Las palabras de Ed me llegaron como si fuera humo en medio de la noche.

Era algo que no entendía, y la cara de extrañeza que pude debería de ser un poema. No dije nada pero le miré, chasqueé la lengua para decir algo que no salió de mis labios. EN realidad, tampoco es que pudiera decir mucho.

Llegar a aquel sitio, como teletrasportándome a otro lugar, una especie de chatarrero o desguace de automóviles... Eso me había desconcertado. No tanto como cuando vi esa "nada" que había tras la puerta de la biblioteca, pero si la misma inquietud y desconcierto de no saber que hacer.

- Espero que no hagas ninguna gilipollez, Edward- Susurré su nombre completo a modo de advertencia. - Y usted, Critter.

Di un paso al frente y le cogí por la pechera.

- ¡No sea un cagao, o le vendo los ojos! Lo mismo es buena idea, si él ve lo que usted ve y no puede controlarlo.- Realmente ese era el tipo de tíos que se merecían una buena patada en el culo o una chincheta en el asiento. Pero dudaba que cabrearlo más o dejarle libre no fuera a ser peor.- Si usted es Fred Krueger de verdad... haga que su hijo se sienta orgulloso de usted! Sea valiente y contrólese.

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11/06/2020, 08:34
Profesor Critter

Él era Fred, eso sí que lo sabía. Pero todo aquello de su hijo... eso no era capaz de recordarlo. Critter negó con la cabeza.

-Yo... no recuerdo haber tenido ningún hijo. Que yo sepa, Fred... yo, no he estado con ninguna mujer.

Ahora sí que no lo entendía bien porque aquella mujer... la que había muerto en el instituto, dijo que eran uno solo. ¿Cómo podía ser uno solo y no acordarse de algo así?

En ese momento, las luces de todos los coches comenzaron a a encenderse y parpadear, y los claxons a tocar, por todas partes, como si estuviesen vivos y avisándoles de algo.

-¿Qué es esto? ¿Qué ocurre?

Critter se aplastó contra vosotros. Erais tres y estabais rodeados de coches que parecían tener más vida en su interior que mucha de la gente que conocíais. ¿Que estaba sucediendo?

Entonces, tan súbitamente como había comenzado todo, se detuvo. Las luces se apagaron; las bocinas dejaron de sonar; y todo volvió a quedar en un silencio tan sepulcral que parecía como si estuvieseis auténticamente muertos.

-¡AAAHHH!

Eso fue un grito de Critter, que sintió como algo en su interior le subía por la espina dorsal, obligándolo a adoptar una postura excesivamente erguida. Eso mismo se extendió por sus brazos y sus piernas, obligándole a moverse a pesar de sus reticencias, como si fuese un robot.

-Algo... me ha... atrapado....

Sus movimientos eran contenidos, pero Critter no parecía poder hacer nada para impedirlos. Su cuerpo se convulsionaba a cámara lenta, y cada uno de sus gestos dolía como el mismísimo infierno.

-Se está... metiendo... dentro de mí.... -explicó finalmente.

Los ojos de Critter se desviaron hacia Ed y en ellos pudisteis ver el sufrimiento y la angustia de quien sabia que estaba en una batalla que jamás podría ganar.

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11/06/2020, 14:28
Edward Revok

- ¿Y su padre? - La respuesta de Critter me había desconcertado por completo. Creí que él era el hijo del afamado asesino.

Y de golpe se complicaron las cosas. Estaba claro que Fred tenía sus normas y no nos iba a poner las cosas fáciles. Me tapé los oídos con el sonido de las bocinas de los coches. Sentía que era el aviso de que el juego empezaba allí y ahora. Y en ese momento el sonido se detuvo y las luces se apagaron.

Critter temblaba asustado. Le cogí de su brazo, dispuesto a correr y gritó con fuerza. No le había agarrado para que gritase así. Pero aquel no era el motivo de su grito. Fue otro, otro más poderoso que cualquiera de nosotros. Nos dijo lo que ocurría y le miré a los ojos. Fred no quería su muerte, quería unirse a él para hacerse más fuerte. En la mirada del hombre entendí lo que quería y sabía que solo yo podía hacerlo.

- Sam, corre. - Le dije la chica, mientras que por dentro empezaba a revolver mis emociones. Empecé a sacar aquel odio que sentí hacia ella cuando aquel verano quise pedirla salir y sus amigas y ella en cabeza se rieron de mí. Los insultos y mofas en clase, los empujones. De ella lo extendí a los demás y comencé a imaginarme uno a uno viéndoles morir lentamente, recordé a Gaspar y a DeShawn, su sangre, su mirada de miedo, el terror... nuevamente la sangre de corriendo por sus cuerpos, como me hizo sentir aquello.

Critter era distinto, me entendía y... no podía darle más poder a Krueger del que tenía. Si Sam no entendía que debía huir, lo haría en cuanto aquel guante, con aquellas afiladas cuchillas, terminase de materializarse en mi mano. Seguí centrado en mis ansias de matar a un humano. Hombre o mujer, me daba igual. Quería volver a sentir esa sensación de poder y el guante reapareción en mi mano. - Espero que me perdone, profesor.

Y de dos zancadas, alcancé a Critter con aquel brazo elevando el guante y directamente atravesé su pecho y le desgarré el corazón. El hombre se desplomó en el suelo mientras su corazón sanguinolento se quedaba en mi mano enguantada. Aún latía y lo miré con excitación hasta que se detuvo. Vi la sangre salir del cuerpo del buen profesor, la cual lo hacía por la ley de la gravedad, puesto que ya nada bombeaba la sangre de su cuerpo y sonreí volviendo a sentir ese poder, esa sed de sangre con más intensidad. Necesitaba sentir el terror ante mí.

Y me di la vuelta y miré a Sam de tal manera que hasta a mí me hubiese asustado verme así. - Te dije que corrieras... - Mi voz sonaba macabra y cruel. Le lancé el corazón sin vida del profesor a sus pies. - No te lo repetiré más veces... - La dije mientras este rodababa hacia ella y comencé a caminar hacia Sam, con el mismo rostro del mal dibujado en mi cara y moviendo los dedos dentro del guante, amenazandola con aquellas cuchillas ahora ensangrentadas. - ... porque la próxima serás tú... es tu corazón el que ansío desde hace años y hoy será mío.

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15/06/2020, 00:18
Samantha Carrigan

-Maldita sea!!- Exclame cuando aquello empezó a parecerse a una verbena.

Los coches parecían tomar vida y nos rodeaban de una forma sumamente sobrenatural. Era como la pesadilla de cualquier chatarrero y desde luego, la mía también. Me gustaban las motos y los coches de gran cilindrada... pero no a los que se les salían los cilindros ni los caballos por todos los sitios.

Critter no tenía ni puta idea de que coño estábamos hablando. ¿Qué no había estado con ninguna mujer? ¿Entonces quien era su hijo? Cada vez entendía menos de aquel embrollo, o al menos las cosas cambiaban tanto, se remodelaban al antojo de un Fredd que parecía coger fuerza a cada momento que pasaba, que no me daba tiempo ni de pensar.

Y al parecer Fredd tenía prisa.

- Resista Criters resista, resis... Ed!!!-

Me quedé sin palabras al ver aparecer el guante del asesino, lleno de cuchillas en la mano de mi compañero. Lo que vino a continuación hizo que diera un paso para atrás y me tapara la boca intentando ahogar un grito. Vinieron a mi mente las palabras de Ed, que era un asesino y viéndolo así... desde luego que lo parecía.

- No … No puede ser...- ¿Al final iba a ser una lucha entre Ed y ese asesino?

Di un par de pasos hacia atrás, asustada, y mucho más de la actitud de Ed. No sus palabras, si no de su forma de actuar y su predisposición a asesinar matar o lo que quisiera. ¿Podría hacer entrar a Ed en razón? Lo dudaba.

Si alguien no podía conseguirlo era yo. Siempre le había tomado el pelo, no de forma directa, pero... nunca había hecho nada por evitar que los de mi alrededor lo hicieran. ¿Era yo entonces la que había alimentado al monstruo de Ed?

-Ed!- Grité sabiendo que no se pararía. Apreté los puños y los labios. Sabía que no podría hacer nada y desde luego no quería morir allí.

Ir a la fábrica. ¿Llegaría yo sola? Joder!

- No te conviertas en él, Ed. Tu no eres así. Te conozco... - Me di la vuelta para salir cagando leches.- No lo eres...

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15/06/2020, 12:08
Freddy Krueger

La confusión de Ed ante lo que Critter había dicho quedó ahogada, primero por las bocinas y después por la reacción del profesor, que no solo lo miraba con el rostro bañando en angustia y terror, además de dolor, sino también de súplica.

La voz de Ed se elevó entre los sonidos de sufrimiento del profesor, pero no fue su tono, sino su mirada, lo que pareció envolverlo todo. Los músculos que conformaban su rostro parecieron contraerse sin dominio alguno, guiados únicamente por recuerdos y pesadillas, y cuando de repente el guante con cuchillas, el mismo que Fred había mostrado en las pesadillas, reapareció en el lugar de su mano, fue consciente de lo que era.

Aunque una parte de Ed ansiaba la paz y la sencillez de las cosas mundanas, como un beso o una sonrisa, otra parte estaba hambrienta, casi famélica después de tantos años a la sombra de la mentira, oculta tras muchos momentos de silencio y miradas perdidas. Las últimas palabras que le dijo a Sam y a Critter, parecieron provenir de la primera, pero sus acciones eran una mezcla entre las dos, a medio camino entre el demonio que llevaba en su interior y la mejor parte de su ser.

Ed se lanzó hacia el profesor y lo alcanzó sin problemas, y cuando su mano se introdujo en su pecho, atravesando la carne y alcanzando su corazón, el rostro de Ed se transformó en otro, al tiempo que el de Critter se descomponía.

Aunque fueron solo unos pocos segundos, para Critter, cuya existencia en realidad era de hacía poco en su forma individual, se sintió como el final de un camino demasiado corto. Para Ed, en cambio, podía ser todo lo contrario; parecía como si llevase toda su existencia esperando aquel instante en el cual, su “pasajero oscuro”, como el propio Critter lo había llamado, pudiese no solo llamar a la puerta, sino también abrirla.

Y cuando Ed retiró su mano, el corazón de Critter se desgajó en jirones sobre su mano y el cuerpo del profesor se desplomó en el suelo, bañando de sangre los alrededores y sobre sus pies. Después de contemplarlo durante lo que pareció una eternidad, Ed se giró hacia Sam y su voz sonó diferente, al tiempo que lanzaba el corazón, que reventó ante la sorprendida mirada de la muchacha.

Sam no se lo podía creer. Todo lo que había visto en Ed, todo lo bueno, parecía haber desaparecido con aquella acción. Si bien matar a Critter podía ser su última esperanza, también parecía haber ahuyentado lo que quedaba de Ed y ahora, no era él, o al menos, no era la parte que Sam deseaba ver. Cuando se dio la vuelta para huir, se encontró con que no había camino alguno. Los coches bloqueaban todo paso fuera de aquel lugar, y llegar hasta la fábrica parecía estar fuera de cualquier posibilidad. ¿Cómo podría salir de allí? ¿Cómo podría… escapar de Ed?

En el momento en el que se dio cuenta de que no podía escapar, Fred Krueger apareció a su lado, sonriente, desafiante, pero no estaba intentando alcanzar a Sam, sino que parecía disfrutar de la situación.

-Adelante, Ed. Remátala. Ella te está esperando. Lo único que tienes que hacer es darle tu mano -le dijo a Ed, soltando una risotada que pareció ocupar todo el espacio en el que estabais.

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15/06/2020, 18:24
Edward Revok

Mi mirada, casi ida, estaba centrada en Sam y la vi acorralada. Eso no era lo que yo quería y menos aún que Fred me lo pusiera tan fácil. Me aferré de nuevo a toda esa rabia y dolor causada por tantos durante tantos años... yo sabía lo que buscaba, pero no podía dejarme dominar mi lado más salvaje y cruel... Sam debía llegar a la fábrica y yo debía conservar ese guante en mi mano. Era la única manera de tener un mínimo de ventaja, pero Fred me lo había puesto difícil.

- No, Freddy... quiero que sufra, que sepa lo que es el terror. Que sepa lo que es sufrir año tras año sus desprecios y humillaciones como los del resto de la clase. Si fuese su amiga Delilah Michels la que estuviese ahí delante... me encargaría de ella tras una larga agonía... pero Sam... mi Sam... Quiero disfrutar de su miedo y terror que sufrirá hasta que me ruegue por su propia muerte.

» Entonces me empezaré a divertir de verdad con ella y tu disfrutarás de mi obra... - Miré a Freddy, con cara de un verdadero loco. Mantenía en mi cabeza la muerte de Emma, la de Critter, tan reciente en mis manos y lo que supuestamente les hice a los demás en aquella especie de premonición. Necesitaba todo eso para mantenerme en ese lado.

Déjala que corra como un cervatillo asustado... quiero darle caza... sentir la adrenalina en mi cuerpo, la excitación corriendo por mis venas y el placer de ver el terror en su mirada. - Le pedí a Freddy. - Me gusta que sientan miedo, alimenta mi sensación de poder. ¿No te ocurre a ti algo parecido? - Le pregunté. Sabía que sí, que era precisamente del miedo de lo que se alimentaba y cuando no le podíamos dar más era cuando nos mataba.

- O dime come traer a la puta de Delilah y empezaré con ella ante tus ojos y los de Sam, para que vea que voy enserio. - Le dije a Freddy, más que dispuesto a acabar con ella y con casi todos los que me pusiera delante...

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18/06/2020, 23:30
Samantha Carrigan

No estaba acojonada.

Estaba realmente aterrorizada. Y si no fuera porque estaba realmente cabreada, habría llorado como una niña pequeña. ¿Un maníaco? Ni de coña, allí mismo tenía dos!

Miraba a uno y a otro alternativamente sabiendo que me iban a joder la vida. Instintivamente saque la lima de uñas de mi bolsillo, con las dos manos y la puse al frente, amenazando con clavársela al primero que se acercase.

-¿Despreciarte?- Pregunté rabioso hacia Ed.- ¿Así llamas a darte largas cuando alguien no quiere acostarse contigo?¿O cuando sabes que te espían por la ventana?

Realmente no era la mejor amiga ni mucho menos. Simplemente había pasado de Ed dejándolo a su bola, incluso sin decir ni pio cuando los demás se metían con el. ¿En serio? Quizá no sabía el porque de la realidad. Por qué me dejé de estar a su lado. Si no hubiera sido por mi Dave le habría mutilado su pene. Si no hubiera sido por mi, habría sido peor. 

-¿O quizá cuando en el colegio empezaste a matar animales y enseñármelos, como si fueran un trofeo tuyo, creías que era un regalo perfecto para mi?

Estaba apunto de llorar y solo era por los recuerdos que tenía.

- Cambiaste Ed. Y no por mi ni por los demás. Solo cambiaste... y yo seguí mi camino. Pero nunca te odié!- Cierto que la pubertad no ayudó en mi formación. Ni el rock tampoco. - No soy la tía que conociste, buena para nada, pero tu tampoco eres el niño que me invitaba a jugar. 

Empecé a dar un paso tras otro, buscando una salida a cada momento que miraba para atrás.

- No tienes ni puta idea de lo que es sufrir cuando tus padres te apartan de tu mejor amigo porque mutila a los animales.

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19/06/2020, 11:13
Freddy Krueger

Freddy parecía estar en el paroxismo más absoluto. Incapaz de dejar de reír, sentía como todo en su interior se renovaba y él mismo se sentía con fuerzas. Miraba a Ed con los ojos casi fuera de sus órbitas, sintiendo como si un orgasmo estuviese a punto de atravesar su negro corazón.

Samantha estaba asustada, pero sobre todo, daba la sensación de estar atrapada mientras Ed Revok permitía que todo fluyese. 

-Si eso es lo que quieres... -dijo Freddy, elevando su mano y haciendo que al instante, apareciese Delilah a vuestro lado, con gesto sorprendido y sin entender qué hacia allí.

Mientras, a vuestro alrededor, unas llamas negras como el carbón, comenzaron a brotar de entre los coches, creciendo y aumentando en intensidad y altura. No quemaban pero tampoco invitaban a entrar porque parecía que en ellas se encontraba algo capaz de destruiros.

Las risas de Freddy se confundieron con los gemidos asustados de Delilah, pero en Samantha y Edward, despertaba sensaciones diferentes. Samantha notó que las llamas estaban en realidad frías, más que el hielo, y supo que si una de ellas la tocaba, todo acabaría para ella. Edward, en cambio, recibió una sensación diferente. Las llamas parecían estar invitándole a entrar, como si aquella fuese en realidad su auténtico hogar.

-Dentro de poco, todos estaremos bien juntitos, como una gran familia -dijo Freddy, volviendo a reír sin control.

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24/06/2020, 18:44
Edward Revok

Me cambió la expresión de la cara a una de sorpresa cuando vi a la pequeña puta allí y miré a Freddy con satisfacción al cumplir "mi deseo" antes de que aquellas llamas nos envolviesen. - Yo no empecé a matar animales en el colegio, Sam. - Respondí a la joven mientras caminaba, con la mirada de un sádico perturbado hacia su mejor amiga, dejando ver con claridad el guante con sus brillantes cuchillas en mi mano. - Los cogía muertos del bosque, de los arcenes de la carretera... me pasaba horas buscándolos para ti. Decías que te gustaban y que te gustaría ser veterinaria de mayor y te lamentabas de no poder tener mascotas porque tus padres no te dejaban. Yo solo quería hacer feliz a mi amiga. - Miré a Sam a los ojos. No mentía.

- Pero tu padre pensó mal de mí y vio a un psicópata cuando no era más que un crío que necesitaba amigos y cariño y te apartaron de mi lado... y me rompí. - Miré a Deliah nuevamente, caminaba hacia ella y al alcanzarla caminé a su alrededor. Mi mano con el guante pasaba con cuiado por sus hombros, su cuello. Temblaba asustada. - Shh... tranquila. O te cortarás tu sola, están muy afiladas... - Le dije con voz macabra a la joven.

- Y llegó la adolescencia y sí, me enamoré de ti. Mírate, tu rostro tan hermoso, tus curvas... habría que estar ciego para no enamorarse... y enamorarse no es sinónimo de acostarse. Jamás intenté hacerlo, solo quise acercarme a ti pero gracias a tu padre y sus mentiras yo ya tenía una fama inmerecida en el pueblo... ya era raro... ¿verdad Deliah? El bicho raro del instituto del cual todos podían reírse... - Planté mi cara frente a la de la chica aterrorizada. - ¡Dime quien ríe ahora, puta! - Exclamé en su cara.

Me volví hacia Sam. - No fue hasta bien entrado el instituto, hará dos años, que realmente empecé a hacer eso que tu padre decía que hacía. Le había escuchado tantas veces repetirlo con mi nombre entremedias que decidí probar. ¿Y sabes qué? Me gustó... me liberaba de todo el daño que me hacíais con vuestros desprecios y mentiras. Mentiras que poco a poco se convirtieron en realidad.

» ¿Recordáis a Sally? Estaba en primer curso con nosotros y de marimacho pasásteis a llamarla lesbiana, tortillera, bollo, lamealmejas... no la dejábais en paz. Habló una vez conmigo y me dijo que ella solo era un chicazo, pero que sabía que le gustaban los chicos, pero que estábais logrando hacerla dudar. De hecho nos escapamos una noche y la acompañé a un lugar donde sabíamos que había lesbianas y probó... y casi salió vomitando. Sally... a la semana de saber que era lo que quería en la vida y ver que no podía quitarse vuestras mentiras de encima eligió quitarse la vida. - Le dije a las dos chicas, pues ambas y el resto de sus amigas, junto con varios capullos más, estaban metidos en aquello. Siempre eran los mismos.

- ¡Así que no me digas que cambié yo solo! - Grité a Sam a la cara. - ¡Fuísteis vosotros quienes me moldeásteis a vuestro gusto y ha llegado la hora de que veáis como ha quedado vuestra jodida obra! - Me volví hacia Deliah. - Y tú vas a ser la primera en sentirlo en persona... tú, que me has despreciado siempre con la mirada cuando no te he hecho nada. Tú que te has reído con las demás cuando he pasado cerca vuestro por el pasillo... Os oía perfectamente... Ni os molestábais en disimular. Os oía con mis orejas, como esta. - Sin decir nada más, pegé un fuerte viaje con el guante en la oreja de Deliah y se la corté de cuajo.

La chica no paraba de gritar, llevándose la mano a donde hacía unos segundos tenía su bonita oreja con un pendiente y ahora solo sangre y dolor. Sonreí con malicia y recogí la oreja del suelo. Me la acerque a los labios. - ¿Qué tal me oyes ahora, Deliah? - Le pregunté a la oreja amputada mientras la oía gritar y llorar de dolor. Con la oreja en mi mano y el guante manchado ahora no solo de la sangre de Critter sino de la de Deliah, me acerqué a Sam con seguridad y sintiendo el poder como fluía dentro de mí.

- Podemos controlar los sueños, trata de saltar a otro lugar. - La susurré aprovechando que los gritos de su amiga mitigarían mi voz y Freddy no me oiría. - ¿Ves? La haré trocitos delante tuya y tu miedo y el suyo nos alimentará a los dos... y cuando acabe con ella... quizás pida el postre... ¿Qué tal el capullo de Dave? - En ese momento entorné mis ojos y me centré en Sam, esperando que tuviese poder suficiente para sacarla de allí y que se esfumase a la fábrica. Pero no funcionó... plan B.

Me di la vuelta y me moví hacia Deliah. - Y ahora que tengo toda tu atención y que ya he dejado de ser un bicho raro... - Dije lanzando su oreja hacia las llamas y haciendo que estas pegasen un fogonazo, sin duda una muestra de lo que ocurriría con sus cuerpos cuando lo cruzasen... - ¿Qué tal si seguimos con nuestra fiesta privada? A Sam le gusta mirar y a mí me gusta tenerla de testigo...

- Tiradas (1)
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24/06/2020, 21:30
Samantha Carrigan

Las llamas me quemaban, aun sin tocarlas.

Sentía su calor, pero no uno que quema. Es como cuando algo se está quemando en ácido de batería y sientes un olor, junto con la sensación de que si eso te toca... acabarás sin piel. Como Mínimo. Y me daba la sensación de que si las tocaba no solo mi piel se quemaría, puede que mi alma también.

La presencia de una Delilah, a la que Ed cortó una oreja, no hizo más que inquietarme y temer por la vida de ella.

- NO!!!- pero era tarde para ella. Lo sabía. Y puede que para mí también.- Suéltala!.- Aún mantenía la mima de Uñas al frente como una defensa débil.

No sabía que hacer, que decir, pues Ed daba sus explicaciones. ¿Eran lógicas? Según para quién. Regalar mascotas muertas era más bien un pasatiempo para un enterrador, no para un veterinario. ¿Qué iba a hacer una veterinaria, dedicada a salvar vidas, con uno que ya estaba muerto?¿Maquillarlo?

Pero eso no era lo que me importaba. Mi padre nos separó y yo no lo entendía hasta que mi padre me contaba esas mentiras. Nadie ayudó a Ed, igualmente. Ni sus padres. ¿Qué iba a hacer una niña pequeña? La vida sigue. Nuevos amigos, como todo el mundo. Pronto recordaría que mi vecino era un amigo de la infancia un tanto raro. 

La rabia empezó a hacer que apretara los dientes, y las lágrimas hacían crecer algo dentro de mí mucho peor que cualquier insulto a alguna pija. Asco, dolor y... vergüenza, quizá.

- Pobre Ed.- Dije con asco, mientras sorbía por la nariz - Se volvió malo por mi culpa.- Escupí a las llamas solo para ir su PSSS leve y mortecino. - Entonces quizá debas matarme a mí.- Dije tragando saliva, esperando que apartara su deseo de matar a Delh.

Pero no fue así.

Entonces supe lo que tenía que hacer. Las palabras de Ed, su susurro entre los llantos de ella me dieron una ligera pista. Pero aun así estaba furiosa y, rencorosa como yo era, no iba a dejar esto de esta manera.

- Lo siento- susurré agarrando la lima de uñas fuertemente. Nerviosa, furiosa... era la desesperación en persona, frustrada por no poder salvarme a mi misma. Ni a nadie. - Pero no la matarás!

De un salto, con un grito de rabia contenida, clavé la lima de uñas en el cuello de Delilah. La sangre brotó a borbotones desde la aorta, salpicando mi rostro y mi pecho, dejando a la muchacha morirse a mis pies, en un charco carmesí.

-Lo siento, lo siento, lo siento...- empecé a llorar con rabia mientras miraba como la sangre llegaba hasta mis pies de forma irremediable. Mejor yo que no cualquiera de aquellos dos. 

No podía dejar que Ed fuera un asesino. Si realmente la culpable de que fuera así era yo entonces habría que ponerle fin. Tendría que....

- Matarte. - Dije levantando la cabeza- Tengo que matarte, Ed. No dejaré que te conviertas en Krugger.- Apreté con fuerza la lima de uñas que aún mantenía en mis manos manchadas.- Si tan mala soy, entonces... te demostraré que tú eres bueno.- Miré a Kruger, un diablo sonriente. Y apreté los dientes de forma intensa

- Acabaré con los dos.-Di un paso para separarme de ambos.- Juguemos a ver quien es mejor asesino.

Si era cierto lo de los sueños tenía que concentrarme. Cerré los ojos fuertemente y deseé estar en otro lugar como por ejemplo... Encima de una Harley Davidson, con la música de Easy Rider de fondo, en la H66, de camino a alguna cafetería de esas de carretera.

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25/06/2020, 13:39
DREAM MASTER

Delilah parecía no comprender bien lo que hacía allí y su rostro era de puro terror. Pero la confusión que sentía en su cerebro era suficiente como para impedirle huir o atacar, o simplemente gritar. Así que cuando Ed se abalanzó sobre ella para arrancarle la oreja, gritó de dolor, aulló, pero siguió en el mismo lugar, con una mano ensangrentada en el lugar en el que hasta unos segundos antes, había estado la oreja.

Sam no se lo esperaba, pero una buena cantidad de emociones parecían estar acumulándose en su interior, y empujando para salir. Su reacción fue dejarse llevar por ellas, saltando sobre Delilah y dejando que su mano acabase con su vida.

Freddy era un simple espectador, pero uno que parecía estar pasándoselo en grande. Mientras Delilah se desplomaba envuelta en sangre, y la vida escapaba de su cuerpo antes de terminar de caer, él reía y reía sin poder evitarlo, y ante los lamentos de Sam, todavía lo hacía con más fuerza.

Sam cerró los ojos, pero eso no era suficiente. Su cuerpo seguía allí, o su mente, o lo que fuera, y los sonidos guturales de Freddy continuaban envolviendoos junto con las llamas, que cada vez parecían estar más altas.

-C-creo que los dos sois envidiables. Es una decisión difícil. ¿Cuál de los dos es mejor asesino? Hummmm -comentó Freddy, adoptando un gesto cuasi pensativo.

Os miró a ambos y entonces, elevó los brazos.

Automáticamente, todo a vuestro alrededor desapareció, como si de repente alguien hubiese tirado del decorado y todo se hubiera quedado completamente en blanco. Era un lienzo sin pintar, pero el artista parecía tener dudas sobre qué pincel utilizar.

De repente, uno tras otro comenzaron a aparecer figuras, en un principio difusas e indistinguibles, pero que poco a poco fueron tomando forma. Delilah, DeShawn, Gaspar, Sandy, pero también Emma y vuestros padres. Todos estaban allí, observandoos con los ojos muy abiertos, e impasibles.

-Vaya, vaya, vaya. Si tenemos espectadores. Eso merece un decorado adecuado -dijo Freddy. Al instante, el lienzo blanco se transformó en un cuadrilátero, y vosotros estabais cada uno en una esquina, con vuestra indumentaria de boxeadores y los guantes puestos.

-¡En el rincón blanco, con un peso lleno de crueldad y amor por su mamá, tenemos al aspirante Eeeeeeeeeed Reeeevooooook! ¡Y en el rincón azul, con una larga melena rubia y más tíos entre sus piernas que nadie, está Samanthaaaa Carrigaaaaan!

Freddy actuaba como árbitro y tras alargar los brazos, sentisteis como una fuerza invisible os atraía hacia el centro.

-Está bien. Quiero una pelea completamente cruel y llena de sangre. Espero lo peor de vosotros.

El público estaba como enloquecido, gritando y pidiendo sangre. Al miraros, confundidos, visteis como de vuestros guantes salían cuchillas como los que Freddy tenía en sus guantes. Cada golpe sería, al menos, sangriento.

Y entonces, sin más preámbulos, el dong sonó a vuestro alrededor. Freddy sacó la lengua y la removió a gran velocidad, esperando como un bebé muerto de hambre, a que la sangre hiciera su aparición. Mientras tanto a vuestro alrededor estaban todos aquellos que conocíais, gritando por vosotros. La madre de Ed animaba a este con fuerza, mientras que Dave no dejaba de gritar para que Sam diese el primer golpe.

-¡Vamos, hijo. Mátala!

-¡Sam, arráncale la cabeza, joder!

Todo era una locura.

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26/06/2020, 18:10
Edward Revok

Sam perdió la cabeza y la compostura. La tenía por una chica más íntegra, con otros ideales y capaz de querer a sus amigos, algo que yo no era, pero Deliah sí. Y sin que me lo esperase y ante mis ojos, tras soltar frases que al principio no tenían sentido para mí, decidió ella misma matar a su mejor amiga. ¿Y yo era el bicho raro? ¿Yo era el niño malo que acabaría siendo un psicópata de adulto y resulta que la misma hija del sheriff era incluso peor que yo? Me preguntaba si hubiese estado Dave allí arrodillado si hubiese hecho lo mismo.

- Felicidades, Sam. Ahora eres algo que yo todavía no soy. Una asesina. Tu padre se sentirá verdaderamente orgulloso de ti cuando se entere. Tanto vigilar al niño de la casa de al lado y resulta que la psicópata vivía debajo de su mismo techo, la cuidaba y protegía de todo mal... Salvo de Dave y de sí misma. - Sonreí incluso divertido por como iban las cosas. - Ahora solo me arrepiendo de una cosa. De no haberle hecho caso y haberte matado cuando me lo dijo.

Había jodio por completo mi plan. Solo buscaba darla tiempo para que llegase a la fábrica mientras que yo entretenía a Freddy con Deliah. Di todas las pistas que pude sin levantar sospechas a la chica y su solución es volverse loca y amenazarme con mi propia muerte para no convertirme en Krueger. - No me convertiré en él, porque él ya es uno. Simplemente le mostraré mi fidelidad, me postraré ante sus pies por mi vida le traeré a todos los adolescentes que me pida a sus sueños. De hecho creo que sería una buena idea que estudiase literatura y consiguiese una plaza como profesor cuando acabase la universidad en nuestro instituto. Creo que eso complacería a Fred. - No podía rendirme ahora. Aún con la cagada de Sam, ella era la única que sabía que hacer con aquellos huesos y yo debía seguir firme y demostrarle al caraquemada que estaba de su lado.

Pero de golpe el escenario cambió por completo y vi a todo el pueblo a nuestro alrededor. Freddy reía como un loco y yo aún no entendía nada. Sam me había desconcertado y desde luego me había jodido y bien. Más de lo que ella misma pensaba. Al final no me quedaría más remedio que matarla si seguía por ese camino...

Y de pronto, apecimos en un cuadriátero de boxeo. Todo el pueblo estaba de público. Oía a mi madre animarme y al capullo de Dave animar a Sam. Estaba claro que a Fred le gustó la idea de que nos matásemos entre nosotros. Yo lo lamentaba por ella. La quería, no solo como la amiga que fue, sino como la chica de la que me enamoré. Pero ella nos había colocado en aquella situación y si me hubiese hecho caso, si hubiera confiado en mí y huído como le dije, si hubiese tratado de controlar el sueño para irse a otro lado, me hubiera sacrificado con tal de vencer a aquel cabrón. Pero era mi vida o la suya.

Y mi vida en esta situación valía más que la de cualquiera, incluída Sam.

Vi mi aspecto de boxeador. Aquellos guantes con cuchillas. Estaba claro que Freddy quería sangre y muerte. - ¡Rubia tenías que ser! - Increpé a Sam, buscando sacar tiempo para ver como salíamos de esta y lograba hacerla entender de una puta vez lo que tenía que hacer y dejarse de estupideces. - ¡No se como coño me enamoré de ti! ¡Pero eso no impedirá que haga lo que tengo que hacer! ¡Es lo que tu has buscado, mi vida sobre la tuya! ¡Y eso será lo que pase!

Comencé a dar pequeños saltos y lanzar algún golpe, calentando el cuerpo. Bien, era un sueño, pero afectaba a la vida real y si sobrevivía a aquello, no quería acabar con un hombro lesionado. - ¡Eh! ¡Sheriff! - Grité al padre de Sam que andaba por allí. - ¡¿Qué tal sienta saber que su hija es una asesina y que ha matado a Deliah Michels con su lima de uñas adelantando al "psicópata" que tiene por vecino?!

Si el pueblo entero estaba allí, si realmente dormían, recordarían todo al despertar y a pesar de que mi madre me animase a matar a Sam... no podía hacerlo delante de ella. Seguramente Alex estuviese delante también y medio instituto... demasiados testigos y no podía matar a todo el pueblo. - Vamos Sam, ven... dame tu mejor golpe... - La incité al final al tiempo que volvía a centrarme para que apareciese en la vieja fábrica, cerca de los malditos huesos, mientras avanzaba hacia ella, con la guardia alta y dispuesto a golpear el primero.

Y Sam se esfumó de golpe cuando no llegamos ni a alcanzarnos.

Mire a Freddy con gesto de sorpresa. - ¿Pero que cojones ha pasado? - Le pregunté a Krueger. - ¿Cómo se ha esfumado? ¿Se ha despertado? - Pregunté haciéndome el tonto mientras que esperaba que Sam captase de una jodida vez el mensaje. Desde luego que me estaba demostrando lo tontas que eran las rubias y con creces.

- Tiradas (1)
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30/06/2020, 00:09
Samantha Carrigan

Mi plan había funcionado.

No se trataba de escapar, sino de convencer a Fred. Las lenguas de fuego me quemaban solo con acercarme y estar rodeado de ellas suponía que, por mucho que Ed me susurrara que debía "irme" no pudiera hacerlo. No tuve más remedio, pero cuando el escenario cambió no pude echarme atrás.

Bien. Ahora si podre irme de aquí solo tengo que... ¿Luchar?

Intentaba mantenerme en calma mientras apretaba los dientes aún furiosa, a la vez que mantenía distancia con el loco de Ed y sus palabras.

- Sigue, Ed. Sigue creyéndote eso.- Le escupí prácticamente en la cara.

Miraba de reojo a la gente. Delilah seguía allí, con el público. Al igual que ele resto de nuestros amigos y familia. Eso me hizo suspirar de alivio. En realidad no había matado a mi amiga pus estaba allí, y parecía que Ed no se daba cuenta.

- Voy a acabar contigo, Ed.- Justo mientras bailábamos, y Fred quedaba a mis espaldas, le guiñe el ojo, cómplice de algo. -Y también con Fred. - Sonreí maliciosamente al descubrir que estaba cerca de la madre de Ed.- Solo puede haber un asesino-Esto es un sueño, ¿no?- Y este es mi juego. ¿Quien es mejor asesino?- Me encaramé a las cuerdas, como si fuera una luchadora de Presing Catch, y allí arrodillada en el rincón miré maliciosamente a la madre de Ed.

- El que lleve más muertes antes de uno acabe con el otro. - Salté sobre la madre de Ed hundiendo las cuchillas sobre su pecho. Su grito quedó ahogado cuando con la otra mano tapé su boca. No me sentía feliz por ello y con el pelo delante de mi cara, tapándolo, en realidad las lágrimas salían a escondidas por lo que estaba haciendo. La sangre me empapaba por los pechos y su madre se agitó como  un monigote intentando respirar sin éxito, mirándome con esos ojos desorbitados. Para cuando ella yaciera con la cabeza lánguida sobre su propio pecho, volví la vista hacia atrás y ladeé la cabeza para mirar a Ed.

- 1/0. Cariño.- Intenté sonreír.

Pero todo a mi alrededor se difuminó. Esperaba que aunque fuera tarde, pudiera salir de allí. Desde luego esto solo era una pantomima para que Fred nos dejara a nuestro royo. Pero debería parecer real, o si, por casualidad, acabábamos en la fábrica, que no se lo esperara y creyera que aún nos queríamos matar el uno al otro.

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02/07/2020, 23:40
Edward Revok

Vi a Sam perder completamente la cordura ante mis ojos. Ella, que había iluminado mi camino desde que comenzó toda aquella pesadilla ahora se alejaba tanto de mí que llegamos a estar en contra el uno del otro. Esperaba que mi idea funcionase, que saltase a la fábrica. Pero de alguna manera no funcionó... cuando estaba seguro de que si lo haría esta vez.

Entonces Sam se revolvió contra mí y me golpeó donde más me dolía. Mi madre.

Abrí los ojos y vi con horror lo que acababa de hacer. Escuchaba a Dave animarla a seguir, pero mis ojos permancían atentos a mi madre. - M-madre. - Tibuteé. - O-otra vez no... - Salí del cuadrilátero y me acerqué a ella. Estaba muerta y Sam, mi Sam, había acabado con ella. ¿Tan mal me había portado con ella como para que me hiciese algo así?

Sentía como mi cuerpo temblaba, mis ojos se empañaban en lágrimas y como me quebraba por dentro. - Madre. - Susurré mientras abrazaba su cuerpo sin vida. Ella era toda mi razón de ser, era quien me hacía querer ser mejor, placar mis ganas de pasar de animales a personas. Era la única que lograba mantenerme cuerdo y sereno y no dejar que mis perturbadas fantasías acabasen siendo realidad.

Grité. Grité de rabia y de dolor.

La chica de la que me había enamorado había matado a mi madre. Me había traicionado y me había matado y condenado mi alma al infierno, porque yo ya solo quería una cosa: venganza.

Me puse en pie y miré con furia y odio a Sam. Mis ojos estaban empapados en lágrimas y oía al pueblo gritar y animar a uno o a otro. Pero eso ya me daba igual. Sam había cruzado una línea que no debió pasar jamás. Si matar a su mejor amiga fue una locura, matar a mi madre delante mío, fue la mayor ofensa que me podía hacer. Rompió lo que creí irrompible con su acto.

Fui rápido, tanto como para golpear el abdomen de Sam con el guante con las cuchillas y sentir como se clavaban en su cuerpo. Vi su gesto de dolor y sorpresa. - Te equivocaste de juego. Esto no es para amateurs. - Subí mi brazo, desgarrando piel, carne y órganos a mi paso, hasta que topé con las costillas. - Por tu cara tiene que doler y por la mía, sabes que lo estoy disfrutando.

Bloqué un intento de golpearme y usé mi mano libre para golpear con fuerza en su pecho. Nuevamente sentí como mis cuchillas se hundían en él, atravesando esta vez pulmones y corazón. - No te queda mucho. - Dije disfrutando del momento, al tiempo que sacaba mi guante de su abdomen y esta vez golpeaba con fuerza su cabeza, quebrando su craneo y clavando las cuchillas en su cerebro.

Saqué la mano de su torax y con ella corté su cabeza, luego le di una patada a su cuerpo mientras que su cabeza permanecía sostenida en mi guante al tiempo que su cuerpo sin vida y lleno de sangre se desplomaba en el suelo.- Felicidades Sam. Lograste sacarme de una vez por todas. - Mi voz sonada muerta, como mi alma y mi corazón. Sam lo había matado todo y yo a ella.

- Siempre serás una perdedora. - Escupí con desprecio sobre su cara, sacudí la mano con el guante y dejé caer su cabeza al suelo y me giré hacia Freddy. - Y dime, ¿quién ha ganado? - Le pregunté, sintiendo como mi cuerpo quería cada vez más y más de aquella poderosa sensación.

Conocía las normas, las reglas, disfrutaba con ello, con el horror y el sufrimiento. Pero debía quitarme primero lo que me hacía débil. Ya no tenía a mi madre, ya no tenía a Sam y miré a Alex. - La quiero a ella. - Señalé a la joven. Debía acabar con mis debilidades primero y solo quedaba Alex en la lista y deseaba su muerte. Sentía como mi alma se ennegrecía a cada segundo que deseaba el sufrimiento y muerte de alguien y no iba a parar.

Gracias a Sam, jamás iba a parar.

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05/07/2020, 11:34
DREAM MASTER

Notas de juego

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