Partida Rol por web

 La cantina como cualquier otra, era enorme, era un comedor enorme donde desayunaban, comian y cenaban los habitantes de la academia Jedi. 

Ahora mismo se cueva, solo Marcus, Piln y tu entrais en la sala. El cocinero, Truxxes el Rodiano, os saluda co bilid.

-Aun queda algo de comida Maestros Jedis.No hizo distinciones entre ellos y tú. Una sonrisa acude a tus labios con felicidad.

- Oh no importa Truxxes, nos apañamos con lo poco que te quede. - dijo el Maestro Pilin mostrando una parte afable de él, cosa que era dificil de ver excepto por aquellos que lo conocian bien.

-Oh si! me muero de hambre - dimples y llanas palabras de tu maestro.

En cierto modo la comida no era del todo malo, un estofado de Bageraset, con verduras y aunque frio estaba bueno.

El silencio se hizo en la sala, las miradas de Pilin y Marcus podrian matarles entre ellos. Sabias que Marcus estaba deseando de abrir la boca, pro Pilin no dejaria que te contase nada, sobre todo delante de él.

-Dime chico - dijo Marcus a su padawan - -Mañana que vas a querer hacer ¿Sable?¿Fuerza?¿Estudio? - sus palabras como escupidas sin ganas recorrian las paredes de la sala vacia, y quedose esperando tu respuesta, haciendo tiempo para que Pilin se largase de alli.

Saludo con una pequeña reverencia al amable cocinero para luego sentarse donde su maestro había elegido. Empezó a degustar su comida, fría, pero buena al fin y al cabo. Tragó con tranquilidad, por no comer con ansía ni hablar con la boca llena - Pues un poco de todo Maestro... empezare con fuerza, seguiré con estudio y luego sable; aunque me parece que mañana meditare bastante más que de costumbre - dijo sonriente preparándose otra cucharada para llevársela a boca

 Tu maestro te mira con una ceja lazada, mirandote extraño.

- ¿Meditar? Tu.....¿Meditar? Estas madurando parece ser mi pequeño padawan....

En ese momento, la puerta d ela cantina se abre algo brusca, y entra en la cantina, un nuevo padawan. LO habias visto anteriormente, y tu maestro te habia hablado de él, Se trataba de Any-Wan Kennoby, Aprendiz de uno d elos maestros mas poderosos de la academia....El maestro Felron.

MAESTRO FELRON

ANY-WAN KENNOBI

Se lo veia agotado, sucio y abatido. Sus sables colgaban aun de cinturon, habian regrsado de su mision. Pero segun te habia contado Marcus, su mision de recogida de cristales era facil y rapida. ¿Por qué entonces venia tan sumamente abatido?

La cantina estaba mucho mas vacia de lo habitual aquella noche. Tus pasos pesados, caminaban por los pasillos hasta llegar a la puerta y abrirla, con cuidado, pero el poco bullicio huzo que sonara estrepitosamente. Las miradas de los presentes, solo 2 maestros y un padawan, se quedan mirandote tras el ruido.

Al mirarles, percibes que son:

El maestro Marcus, parlachin como ningun otro en el lugar. Pero un gran maestro, poderoso y sabio. Aun que muchos decian que estaba loco.

Su padawan Tzadok Adnha. Un chico estudioso y bueno en la fuerza. Habias entrenado varias veces con él, aunque tu personalidad chocaba un poco con la suya. Tu cerrado y muy tuyo, y él abierto y dispuesto a todo.

Y Pilin Nauss, un maestro de un solo padawan. Un Ithoriano filosofico, que hacia que tu cabeza diera vueltas con cada discurso que daba en clase.

Parecia que ellos tampoco habian pasado unos buenos dias, durante tu ausencia, pero desde que lelgaste a ala academia, algo en ti se habia revolucionado, algo percibias que no estaba antes en el Templo..algo oscuro.

Una vez volvieron a Coruscant, Any-Wan optó por visitar la cantina en lugar  de coemrse el coco en soledad. Al entrar echa un vistazo rápido por la cantina, comprobando que está algo más vacía de lo habitual. En cuanto ve a Tzadok, pone un gesto de desaprobación.

"Genial, el parlanchín..." piensa, a la par que se acerca a la barra confiando en que no se le acercara para hablar, saludando escuetamente a los presentes con la mano. Una vez llega a la barra se dirige al encargado.

- ¿Me sirve un cóctel especial de la cantina, sin alcohol? Ya sabe, como siempre

Mientras aguarda su bebida se sume en sus pensamientos, en silencio. Notaba algo diferente en el lugar

Any-Wan está muy afectado por la muerte de Miraluka y por el secuestro de la pequeña por parte de los sith y no paraba de darle vueltas a la similitud con lo que le ocurrió en su infancia. En la cantina espera abstraerse y quitarse todo eso en la cabeza... y de hecho, nota algo extraño que le distrae momentáneamente.

"Es extraño... la cantina está muy vacía... sólo hay un par de maestros y el pesado este... y noto algo... oscuro... ¡Esto es absurdo! Creo que los últimos hechos me han afectado demasiado. Creo que un par de tragos y un paseo me sentarán bien..."

 El rodiano que habia tras la barra asiente, y te sirve loq ue acostumbra a darte cada noche que ibas alli. Aun podia olerse el aroma de la comida, ahora fria que habian servido en la cena. Y la musica aquella noche no sonaba. Too era extraño....el ambiente no era el habitual, y tu alma aun buscaba ese foco de oscuridad que la apresaba.

Any-Wan coge su copa y le da un sorbo. Está más callado y pensativo que de costumbre, si aquello podía ser posible. Algo le perturba profundamente. Interrumpe su estado pensativo para beber de un trago el resto de la copa, y posteriormente solicita otro al rodiano.

- Otra copa, por favor...

Tras aquella petición, Any-Wan vuelve a quedarse sumido en sus pensamientos...

Tzadok saludo a los que acababan de entrar en la cantina con una amable sonrisa y una pequeña genuflexion cuello - Es agradable veros por aquí ¿Por que no os sentáis con nosotros y compartís, si queréis, vuestra ultima misión? - pregunto y ofreció de manera cortes

Any-Wan siente cómo las palabras de Tzadok interrumpen sus sombríos pensamientos y, contrariamente de como suele ser normal, le vino bien. Dirige la mirada hacia el padawan, asiente escuetamente con la cabeza y se sienta con ellos.

- Francamente, no ha ido nada bien, y no me apetece mucho hablar de ello... encontramos muertos a la maestra Miraluka y su padawan - Any-Wan, cabizbajo, acerca su copa y toma otro sorbo. Abstraído y, casi sin darse cuenta, murmura: - Todo esto es demasiado tenebroso...

Ahora dos asesinatos... la sonrisa de Tzadok desapareció por momentos y pensó en los dos caídos con fuerza - bueno... - empezó a decir abriendo los ojos - en la fuerza seguirán forman parte de todo... Any-Wan, si que todo se esta tornando oscuro; pero nosotros tenemos la luz de nuestra parte - ya no sonreía como acostumbraba, era una muy mala noticia - en fin, descansa ahora, mañana sera un nuevo día... pero la tormenta se acerca, habrá que estar preparados.

- ¿Tormenta? ¿Qué quieres decir con eso? - pregunta Any-Wan, extrañado.

No sabría decirte, pero algo oscuro parece que se va a cernir sobre nosotros... eso me ha comentado Mhilko, que ha llegado a percibirlo... - dijo contrariado y preocupado - pero ya se vera que pasará, tendremos que estar alerta

Any-Wan asiente escuetamente, preocupado. Él también había percibido esa oscuridad y por lo visto no eran imaginaciones suyas. Tras unos segundos en silencio, Any-Wan le da otro trago a su copa.

"Tendré que estar alerta..."

 En mitad de vuestra conversacion, las puertas de la cantina vuelven a abrirse para dar paso a Aalya, la compañera Jedi de  Any-wan. La chica estaba al igual que él abatida y algo pesarosa.

Los maestros que os acompañaban en aquel momento se la quedan mirando. Cuando Pilinn se da la vuelta para observarla, Marcus sonrie con ironia mirando al orto maestro. Su mano se alza, disimulando un gesto que pocas veces habiais visto utilizar a un Jedi. Pero funcionaba. Un susurro salió de los labios de Marcus, que no llegasteis a entender, cuando los ojos de Pilin se clav aron en los de él. Y éste se levantó para irse, dejando a los padawans con Marcus.

-Bueno Any-Wan, ¿Tu compañera se sentara con nosotros? -Pregunta con una sonrisa Marcus a Any.

Any-Wan apenas mira a Marcus, apático, sumido en sus pensamientos y encogiéndose de hombros.

- Que ella se siente donde quiera... - apenas balbuceó mientras sus manos jugueteaban con la copa casi vacía. Tenía muy pocas ganas de hablar, y la conversación la había "gastado" con Tzadok.

 Con una nueva sonrisa recibio a su compañera y la invito a que se sentara donde ellos con un gesto de mano - Aayla, ven - y esperó a ver si querria venir

Aayla, que iba pensando en sus cosas, levanta la cabeza con cara de no enterarse de nada. Frunce levemente el ceño, C...claro Camina rápido entre las mesas mirando hacia su objetivo y se sienta sin hacer un solo ruido.

Erh... Hola. Coloca su mano sobre el hombro de Any como muestra de apoyo y se encoge un poco en su silla.

La observo acercarse a la mesa y se volvió a preocupar, estaba otra vez como con Any... no parecían estar bien ni uno ni otro - Bueno, ¿Por que no pedís algo de comer? Esto esta delicioso - dijo metiéndose una cucharada en la boca. Cuando termino de masticar miró a sus dos compañeros - fuere quien fuere el culpable lo acabaran por encontrar... esta es la vida que nos ha tocado vivir, luchar y morir... pero siempre haciendo que la luz preserve

Any-Wan no pudo evitar mirar hacia Tzadok tras aquellas palabras, aquello de luchar y morir, y preservar la luz. Iba a darle vueltas sobre aquello cuando su estómago habló por él.

- Huh... creo que comeré algo, no puedo pensar con claridad teniendo hambre - pareció esbozarse una escueta sonrisa en el rostro de Any-Wan, pero desapareció tan fugaz como apareció. Se dirigió al rodiano que servía la barra y le pidió el menú del día para comer, más un vaso de agua. Tras aquello, se giró hacia su compañera - ¿Cómo te encuentras, Aayla?

Aquello debió sorprender a todos, ya que Any-Wan no solía hablar tan fácilmente con ninguna de sus compañeras padawan. Eran tiempos muy extraños...