Korriban era el único planeta del sistema Horuset, situado al otro lado de la Galaxia desde Koros Mayor.[2] Fue el mundo nativo de las especies sith y un lugar sagrado para la Orden Sith, albergando las tumbas de antiquísimos y poderosos Señores Oscuros de los Sith y conteniendo un tremendo poder del lado oscuro.
Después de la Oscuridad de los Cien Años, el resto de los Jedi Oscuros se cruzaron con la especie sith y los gobernaron mediante sus poderes de la Fuerza. Tras la Gran Guerra Hiperespacial, Korriban fue abandonado y se convirtió en un mundo desolado. Fue la sede de dos Academias Sith, y fue el cuartel general de la Nueva Orden Sith.O eso se creia y decia, ya qeu alli se encontraba aun en funcionamiento una academia sith.
Y alli es donde estais. Entrenandoros con dureza con vuestra maestra Darth Viviern. La cual os ponia siempre a prueba, siempre alerta, siempre avizores ante el peligro. Era una mujer fria y agresiva, con malos humos, sabiais que no era bueno enfadarla. Mas de uno lleva cicatrices muy feas por hablarle de una forma que ella no considerara apropiada. Alumna de Darth Deimus, lider de Korriban, el cual admirais pero, jamas os ha hablado.
Los dias alli era agotadores, el calor intenso del dia, y el frio de la noche pasaban factura en vuestros cuerpos. Dabais gracias de que al menos, la academia semiderruida podia considerarse hogar, un techo donde dormir, y donde os alimentaban. Pero la vision del Valle de los Señores Oscuros era aterradora.
Aquel dia, fue extraño para vosotros. Viviern os habia citado mas temprano delo habitual. Aunque proveniendo de ella todo era posible. Os mando ir a la escalinata de la academia, lo mas abajo del todo, a la ardiente pero ahora helada arena del desierto.
Ella bajo al poco, acompañada de Darth Deimus. No podiais creerlo, pero alli estaba, un Lord Sith de los que pocos habian. Se contaban muchas historias, pero nunca se sabia cual era o no cierta de aquel personaje. Se sabia de la debilidad de Viviern por su maestro. Pero jamas habia pasado nada entre ellos. Teniais suerte, de que ella fuera vuestra maestra ya que, se comentaba por Korriban de que vosotros erais algo mas que padawans, algo mas ocultabais en vuestro interior, y bien lo sabiais, la Fuerza en vosotros era grande y poderosa, y os habia puesto la mejor maestra y un aun mejor instructor. Tremayne, un inquisidor que ahora bajaba la escalinata tambien, otro pupilo de Darth Deimus.
Deimus, ataviado con una tunica negra no dejaba ver su rostro tras la capucha, sus ojos os "miran", o eso pensais, pero si veis sus labios que se tuercen en una sonrisa acolmillada.
Venid
Dijo Deimus en idioma Sith. Un idioma que conociais mas bien poco, solo los grandes Lores lo hablaban, incluso vuestra maestra tenia problemas en hablarlo. Pero aquella palabra se os grabó en la mente a fuego. Por fin se os estaba empezando a reconocer en la sociedad Sith, Un Lord, y no cualquier Lord, se habia acercado a vosotros, y sabiais a que iba, os contaria mas cosas, cosas de el que nadie mas debe saber, algo que jamas debe contarse, algo que solo sus pupilos deben saber, y aquello era un honor. Con paso firme, camina en las arenas seguido de Viviern y Tremayne, y luego vosotros. Se dirigió hacia una de las tumbas mas reconocidas y la de mejor estado del lugar, la de Marka Ragnos. Un lord que tiene tambien su historia detras. pero Deimus no entró, se sento en la escalinata, pidiendo que os sentarais. Cuando hagais eso, él garraspea un poco y en idioma comun, para que le entedierais, empezo con una voz ronca a hablaros.
Cuando el lado luminoso muere, el lado oscuro se hace mas fuerte...
Nunca había escuchado la historia de Darth Deimus de esta manera y no tenia motivos para dudar de su sinceridad con nosotros, necesitaba aliados y yo sin duda tenia bastantes aptitudes. Mi interés de combate siempre se centro en el uso del sable de luz, disfrutaba usándolo, era mi manera de meditar…
Ahora mismo se me acababa de presentar la ocasión para demonstrar mi valor en batalla y utilidad para un Lord Sith de gran renombre, lo que sin duda me daría solo beneficios. Aunque tal vez tenga que correr algo de riesgo el fin justifica los medios. Me levante con media sonrisa bajo mi mascara habitual. Me gustaba llevarla, le ponía nervioso a mi oponente. Era interesante.
Maestra, cuando tendremos que partir? - le dije con mi tono cortes y un tanto sumiso sabiendo lo que podría provocar enfadarla.
Viviern se queda mirando a Artemis con una sonrisa en su rostro. El joven queria agradarla pero, ella estaba de mal humor aquel dia, Deimus noiria con ellos, y eso le enfurecia.
-¿Cuantas veces tendré que repoetirte los pasos antes de un viaje, escoria? Ve a la academia, coje lo imprescindible, engacha bien tu sable, y ve a la zona de despegue, alli os estaré esperando yo. Lo mismo digo contigo Nexus. Ahora id!
Al darse la vuelta vuestra maestra, su capa ondea ante sus movimientos, se la veia de los mas enfadada, aunque eso era normla en ella, aunque no verla asi se os hacia estraño, ya estabais acostumbrados a sus arranques de furia y sus nombres despectivos hacia vosotros. Pero pronto aquello a cabaria, ¿o no? Todo era ser paciente.
-Si en media hora no estais en la zona de embarque iré sin vosotros!
Dijo a lo lejos gritando hacia sus padawans.
Tras vosotros unas palabras sonaron a un tono metalico.
-Jamas cambiará, daos prisa, o nos perderemos el viaje
El mandaloriano Tremayne para por vuestro lado, un hombreton alto y fuerte, vestido con la tipica armadura mandaloriana, y se dirige tras Viviern. No sin antes no daros un golpecito a cada uno en el homrbo como dando animos, ante aquella situacion.
Nexus creía estar preparado para todo, pero ¿Viajes en el tiempo? desde luego, debía admitir que aquello lo había descolocado un poco, pero no podía permitirse el lujo de despistarse ante sus superiores. Era hora de poner su cerebro a trabajar y la primera incógnita era... ¿Por que enviar a unos padawans ha una misión que parecía tener tanta importancia?
Sonrió bajo la mascara, siempre teniendo dudas, meditándolo todo demasiado. Yo estaba seguro que no nos estaban enviando a la muerte segura, y por ello me daba igual el numero de jedis. Además no íbamos solos se venían dos de los alumnos mejor preparados de Lord Deimus. Yo no iba a mostrar ni un ápice de miedo ni duda. Ahora iban a ver quien era yo y lo que les beneficiaba tenerme de su lado. Cuando s iba la maestra y el viento le golpeo la capa y se vieron partes de su cuerpo no puedo evitar admirar su belleza. Algo curioso pues como alguien tan bello podía ser tan letal? Desde luego eso para ella otra arma mas…
Mire el rostro de Nexus y vi sus dudas… No me hacia gracia que dudase de las ordenes directas aunque no fuera de una manera directa. Si no nos habían proporcionado mas información es por que no la necesitábamos. Teníamos que darnos prisa para ir a la escuela y equiparnos, la maestra jamás bromeaba…
Vamos, no va a esperarnos y lo sabes. Tenemos que coger las armas y la protección. A pesar de que vamos a un planeta que no nos es maligno, quiero ir bien armado ante la posibilidad de un enfrentamiento. – Dije mientras empezaba andar hacia la academia. Tenía ese sentimiento de nerviosismo alegre, por fin podría demostrar de lo que era capaz.
Tremayne niega mirandolos, mientras caminan.
-Nexus, no sabemos de cuantos Jedis podran disponer en el planeta Urain-Fen, pero sabemos que las Brujas de La fuerzas son las moradoras del lugar. Y no nos tienen en demasiada estima. Los jedis, buscan algo diferente a nosotros, jovenes, ellos buscan los cristales de los sables de luz, y nosotros buscamos a una chica, a una chica como vosotros, de gran intensidad en la fuerza, y corrompida por el beneplacito del Lado Oscuro. Debemos encontrarla antesd e que los Jedis la ncuentren, o se la llevaran y juzgaran antes de poder ser entrenada.
El Mandaloriano media unos 2.20 metros de altura, os sobrepasaba en demasía, pero caminaba pesado junto a vosotros subiendo la escalinata de la academia.
Artemis, ten mas cuidado donde pones tus ojos chico, o te los arrancará como se de cuenta.
Sonrie bajo su yelmo de la armadura mandaloriana que llevaba, y se dirige hacia el hangar. Sabia que esa advertencia Artemis la sabria captar, ya que mirar el cuerpo de su maestra con disimulo seria motivo suficiente para un arranque de ira de ésta.
-Nos vemos en 15 minutos
Dijo despidiendose de espaldas.
La academia era grande y todas las habitaciones estaban en el mismo sector, la vuestra la compartiais, ya que al ser padawans de la misma maestra os tenian bien resguardados, y mas sabedores de que poseiais. Los demas no deseaban acercarse demasiado a vosotros.
Cogiendo sus dos sables láser los enganchó en la parte trasera del cinto, manteniéndolos ocultos bajo la capa. Acto seguido cogió las agujas Zengi con punta envenenada y las colocó en sus respectivos enganches de la armadura. No eran muy dañinas en combate, pero usarlas con su habilidad de mover objetos a trabes de la fuerza, había demostrado ser muy útil en mas de una ocasión. Solo tenia que pinchar y dejar que el veneno surtiese efecto sobre su adversario. Un final fácil, y discreto acompañado por un certero golpe de sus sables de luz.
Comprobó que llevaba todo el resto de útiles (comunicador, víveres, etc) en sus respectivos bolsillos del cinto y asintiendo le indico a su compañero que estaba dispuesto.
Al llegar a la habitación me quite la mascara y la túnica para ponerme la armadura. No necesitaba demasiadas cosas para irme, además en este aspecto era muy ordenado y no tarde en recoger una mochila de viaje. Tenia ahí prismáticos, comunicador, algo de comida y un par de baterías de blaster. No me gustaba usar armas y aprovechaba estas para absorber su energía. Mi mascara de por si tenia modo de visión nocturna además de visión calorífica así que los prismáticos digitales me eran mas que suficientes. Revise rápidamente las cosas y me puse a ponerme la armadura. Primero colocándome un traje de fibra de carbono blanda para que no me hiciera daño y luego encima las placas de armadura. El estilo de mi armadura era muy llamativo con resaltes de color plateado y rojo sangre. Era de un diseño antiguo, representaba claramente motivos de decoración Sith. Había visto una parecida en las catacumbas de la Academia en un relieve y encargue que me hicieran una para mi. Me la puse pieza por pieza, era de un metal ligero pero con un elevado índice de protección. No me gustaba que la armadura interfiriese en mis movimientos o no me permitiera hacer alguno de ellos por ello usaba una armadura ligera de combate.
Cuando me la puse cogí mi capa de armario de un color carmesí oscuro, a diferencia de otros Sith prefería algo diferente a la típica capa negra, así pues un rojo oscuro me parecía una mejor elección. En la armadura en las caderas tenia los huecos para mis sables de luz, los coloque en su lugar. Luego comprobé todo de nuevo cuando oí que Nexus me hablaba desde el otro lado de la habitación.
Ya estoy listo, podemos irnos ya. – dije mientras me acercaba a la puerta. Sin duda yo era bastante menos hablador. A veces me sacaba de quicio la necesidad de hablar de este hombre. Me sacaba algunos años, pero tampoco tantos como para ir hablando como un abuelo. Sonreí para mi interior, la verdad es que era de los pocos con quienes yo hablaba. Los demás me resultaban simples animales. Salvo algunas aprendizas que usaba para mi entretenimiento personal y me veía obligado a hablar con ellas. Nunca fui considerado un hombre carismático. Nexus en cambio si tenia el don de la palabra. O al menos hablaba más. Sonreí bajo la mascara pensando en como unos personajes tan diferentes acaban uniéndose por una causa mayor.
Mi creencia en el poder de la fuerza era muy firme e irrevocable. También era mi entendimiento sobre nuestra superioridad humanoide frente a unos alienígenas inferiores… Ahí estaba el punto débil de esos malditos jedi, que aceptaban a cualquiera. La fuerza solo era fuerte en los que somos fuerte en nuestra fe. No podíamos considerar iguales a alguien que parecia un cerdo…
Antes de salir por la puerta me mire en el espejo, en aspecto que tenia era muy aterrador. Au no había acabado mi aprendizaje pero sin duda todas sabían que yo era algo mas que un padawan y poco me faltaba para convertirme en un sith de pleno derecho… Tal vez ahí mi maestra se fijara en el hombre que se ocultaba bajo la mascara…
Asintiendo, Nexus abre la puerta y sale al pasillo mientras, su compañero se observa en el espejo. Desde luego ha veces podía ser curiosamente recatado, para ser un guerrero del lado oscuro...
Después de salir por la puerta me pongo al lado de Nexus y camino a su lado. Cuando suelta el comentario niego levemente con la cabeza ante estos comentarios tan poco inteligentes:
El día que te importe eso a ti, me avisas. Al menos puedo decir que entretengo a algunas padawans y tu? – Suelto el comentario con el mismo tono de sarcasmo malicioso sabiendo lo “casto” que es el compañero. Mientras seguíamos caminando, después de pasar el gran arco nos acercamos a la zona donde nos estaba esperando la maestra. Al acércanos incline levemente la cabeza a modo de saludo y mire todo su cuerpo cuando levantaba la mirada, sin duda era bellísima, a pesar de ser como era. No entendía por que me atraía y no me centraba en alguna joven padawan. Aunque en la misión tendríamos que recoger a una chica, esperemos que sea agradable a la vista… Sonreí para mis adentros.
Perdone la tardanza, ya estamos aquí maestra – dije con tono frio y ausente de emociones.
Darth Viviern ya esperaba en el hangar, en al puerta numero 3 de la zona. Era perceptible, su Fuerza y sus ropajes la delataban en extremo. Ahora vestida en modo de cambate Viviern llevabab una mascara ocultando su raro rostro de Zabrak. Aunque era realmente parecido a los humanos, los demas Sith le tenian algo de recelo por su disposicion alienigena.
- Llegais 2 minutos tarde. Sabeis que no me gusta esperar, pero arriba padawans, tenemos un largo viaje aun. Urain-Fen nos queda relativamente cerca, por ya sabeis..los viajes en el espacio son lentos.
Dicho esto, y con una voz apagada tras la mascara, vuestra maestra apoya la mano en un controlador que hace abrir la puerta del hangar, alli os esperaba una pequeña nave.
Suficientemente grnade para los 4 integrantes del grupo. Pero Tremayne, no se le veia por lugar alguno. Vuestro intructor, o habia tardado y no se le esperaria...o...era extraño. Ya que él debia ser el piloto.
Pero vuestras dudas se fueron cuando lo visteis ya sentado en la parte del piloto y os saludaba desde el comodo sillon que poseia. Su rostro estaba al descubierto, a poco habia dejado ver su cara anteriormente, pero vosotros ya estabais acostumbrados.
-Vamos Tremayne, dejate de saluditos y vayamonos a por esa mocosa. - dijo Viviern quitandose ahora ella la mascara y la capucha que la tapaban.
-Vosotros podreis disponer de unos pequeños habitaculos en la nave. Relajaos, o haced cunto deseeis. Pero no entorpezcais. - se sento de copiloto. Observando el ordenador de abordo, calculando la distancia y el tiempo a Urain-Fen.
Al entrar en la nave me quite la capucha y la mascara también dejando ver mi cara. Asentí a la maestra y decidí invertir mi tiempo en intentar conseguir ver el futuro, algo que estaba aprendiendo y para lo que parece tenia buena mano.
Voy a meditar dentro, si deseáis algo solo llamadme – dije a mi maestra antes de retirarme a mi camarote. Me senté ahí y trate de concentrarme para ver el lugar a donde nos dirigíamos y a la chica que teníamos que recoger. En realidad no esperaba conseguirlo demasiado bien, pero tenia que practicar este camino de la fuerza que pocos utilizaban y era muy útil.
Acomodado en el camarote, deje fluir la fuerza por mi mente dejando esta libre de pensamientos. Concentrada solo en ver aquel planeta y a la chica que teníamos que buscar. La tarea era bastante difícil puesto que jamás había estado en ese planeta ni había visto a la chica. Pero gracias a mis conocimientos planetarios y algo de suerte, quizás podría ver algo.
Avisame si hay que tirar XD
El camarote no poseia nada, ni cama, ni escritorio ni nada, solo era como parte de la nave sobrante que no se utilizaba para nada, perfecto para tu meditacion.
Sentiste como la Fuerza recorria cada poro de tu piel, sabia que la Fuerza estaba contigo en aquel momento, que quizas fuera mas facil el ver que hay mas alla de vuestras narices que matar una mosca con un lanzallamas. Imagenes difusas se abren en tu mentes, tus ojos se cierran instintivamente mientras tu cuerpo se sienta en el frio suelo, acomodandose ligeramente en los hierros que atravesaban la estancia.
Una primera imagen:
Sabedoreras de que aquel seria el planeta, la imagen se acerca, estas entre los arboles, entre los animales que alli se encontraban...la Fuerza era inmensa en aquel lugar, te abrumaba tantisimo poder....del bien, pero un cumulo oscuro provenia de alguna parte de delante de ti. Alguien entorpece tus "pasos"
Escoria alienigena
Escapó de entre tus labios sin ni siquiera pensarlo, al ver al primer Jedi...Luego una joven:
sabias que no era quien buscabais....era una jedi hermosa y poderosa pero no era...el que mas poder poseia....una sonrisa se marca en tu rostro...un jedi, con ¿mucha oscuridad?¿Como era aquello posible?¿Era verdad qe podia un Jedi caer en el lado oscuro? Y enotnces un joven aparece en tu mente....
Lo reconociste, los sith hablaban de el como un hermano, pero jamas lo habias visto tan de cerca como en aquella vision. ¿Que diablos hacia el Maestro Felron en aquel lugar?
Pero luego tu vision se empiza a hacer difusa, aun no habias visto la otra fuente de poder inmenso y oscuro...¿quien era? La buscas, tu mente se cierra...la sigues buscando y alli la ves...
Como indefensa, y perdida, ves ahora con claridad como los jedis, hablan con las Brujas de la Fuerza que vivian en Urani-fen y arrastraban ala joven despues a su nave. ¿Estaba pasando?¿Ocurriria? La informacion era valiosa, y sabia que su maestra se lo recompensaria con creces si ahora tras 4 horas de meditacion se lo contaba.
Pero tras aquella vision llena de informacion, tu cerebro parecia hecho papilla, tus musculos no respondian, la vision la tenias nublada, como si te hubieras emborrachado o drogado con la mejor droga del la galaxia. Y caer al suelo tumbado boca arriba, intentando respirar casi sin fuerzas. Tu corazon acelerado, amenazaba con saltarte por la boca. Jamas habias tenido una vision asi.....quizas estabas aprendiendo mas. y eso era bueno.
Cerré los ojos y me quede ahí un rato concentrado en recuperar mis fuerzas. Dejando que todo el poder fluya por mi cuerpo para su recuperación. No se cuanto tiempo paso asi, pero aun estábamos en el vuelo cuando pude incorporarme. Sabia que la información no le haría demasiada gracia a mi maestra, pero sabría apreciar mi habilidad. Sonreí.
Me incorpore con la ayuda de la cama, apoyándome en esta. Me mantuve quito unos segundos para ver si podía andar y salí del camarote.
No pongo lo que cuento, por que no se donde esta Nexus, asi que cuando postee el, ya me dices XD
Por una vez Nexus no suelta prenda y se limita a asentir a su maestra. Apartándose a un lado para dejar pasar a Artemis, realiza otro tanto y lo sigue fuera de la cabina dirigiéndose a su propio camarote. Entrando en el pequeño habitáculo unipersonal mira a su alrededor analíticamente. Desde luego el espacio era demasiado estrecho, así que el entrenamiento con sables láser estaba mas que descartado. No tenia nada especial que hacer en todo el trayecto, mas que esperar con paciencia a que llegasen a su destino. Un destino que estaba seguro que les llevaría por derroteros inesperados y repletos de problemas que solucionar y eliminar. Tenia que estar preparado y descansado para entonces si quería impresionar a su maestra.
Ambos os encontrabais en vuestros camarotes, mas bien decorados con lo mas basico. Cuando en mitad de vuestra meditacion, u extraño sonido se escucha por el intercomunidador de la nave.
grssssss
- vosotros dos, dejad de dormir y venid a la cabina de pilotaje. Pronto llegaremos a Urain-Fen, teneis que estar listos.
grssssss
El sonido tipo walkie-talkie dejo de sonar, cerrando la conexion que vuestra maestra habia dado. Parecia algo mas calmada que al inicio del viaje, y tampoco habia durado demasiado. ¡Bendita hipervelocidad!
En la cabina habia un gran tablero donde se veia un holograma del planeta en cuestion. Artemis lo reconoce. Habia ciertos puntos rojos en él como posibles zonas de aterrizaje. Y delante vuestro el planeta a lo lejos en si, empezaba a verse. Los grandes bosques que lo componian eran impactantes, y vosotros os sentiais cual hormiguita mientras os acercabais, era muchisimo mas grande que Korriban. Los grandes lagos y mares que lo componian eran de un azul hermoso, cosa que en el planeta que habitabais era imposible de ver, ya que no existia mar alguno. el agua la exportaban de otros lugares, y era un verdadero lujo y escaso.
Viviern os mira con ceño fruncido.
-Sentaos y abrochaos el cinturon, el viaje será movidito, veis aquella nave de alli?
Señala muy a lo lejos una nave de color blanco marfil.
-Jedis
Sicha esa palabra una sonrisa macabra aparece en el rostro de la Sith mientras vuelve a mirar hacia delante y da un golpe a Tremayne para instale a aterrizar cuanto antes.
Salí un poco aturdido y cansado de mi camarote, llegue a puesto de mando. Vi directamente la nave y sonreí, ahora podría serle útil a mi maestra, tal vez ella lo aprecie. Me senté y me abroche el cinturón. Luego volví a mirarla holograma.
Estaba canalizando la fuerza para poder ver ese lugar y he visto… algo bastante importante. Tenemos que ir a por esa nave, la chica esta ahí. Vi como la arrastraban. Habían 3 jedis, dos desconocidos de ellos. Un alienígena de aspecto horroroso verde y una jedi humana con dos sable laser. No parecían demasiado poderosos, pero una fuerza del lado oscuro intervino en mi visión – pare de contar un momento para que analizaran la información unos instantes y me aclare la voz – La presencia no me era del todo desconocida aunque jamás le vi. Es el maestro Felron, tal vez esa información pueda ayudar te Treymere para contactar con el, según se, es un aliado entre los jedi que tenemos Si esa chica es tan importante… tal vez nos ayude a recuperarla. Obviamente la i también a ella y es cierto que posee un nivel elevado de la fuerza, pero no se podía resistir a los jedis ya viene entrenados. No nos supondrían ningún problema a nosotros, claro esta.
Al decir esto, volvi a centrar mi mente para recordar mas detalles, peor no conseguía verlos. Salvo la belleza de la jedi y nuestra futura compañera. No parecía que se me fuera de la cabeza tan rápido. Tendría algo con que suplantar a mi maestra en mis juegos… parece. Pero algún dia esperaba recibir la atención de esta.
Mire la reacción que provocaba en ellos el haber recibido esta información y esperaba tener un cumplido, aunque suponía que no iba a haberlo.
Tremayne con los ojos fijos en la nave y luego en el planeta, dirigio sus rojizos ojos al joven padawan Artemis.
-Artemis, debes interpretar mejor tus visiones, datecuenta que son futuro, y seguramente la hayas tenido a pensa una hora. No...Los jedis son emticulosos y no suelen hacer las cosas sin pensarlas antes 10 veces. Si queremos vencerles debemos pensar como ellos. Seguramente....
Sus palabras se cortaron cuando éste volvio a mirar la navie Jedi. y sonrie.
-Veis llegamos a tiempo aun. Ellos estan desembarcando.
Una nave mas pequeña sale dela gran nave jedi, una biplaza. ¿Biplaza?¿No eran tres?
-Parece que solo van dos en esa nave. Será mas facil de los epserado, pero...menuda casualidad encontrarlos justo cuando llegamos. Demosle algo de tiempo, ademas parece que tu, Artemis necesitas algo de descanso. La Fuerza a jugado contigo un poco. Quizas te ha dado demasiada informacion. La Fuerza del Maestro Felron no se encuentra cerca, pero contactaré con él como tu dices. Dandme media hora.
Se levanta pasando por el lado de ellos, agachado por su gran estatura y se aleja. Dejandoros solos con Darth Viviern.
Uso mi habilidad de Tácticas ^^