Partida Rol por web

Un dia mas en el arenisco y solitario planeta Korriban.

Korriban era el único planeta del sistema Horuset, situado al otro lado de la Galaxia desde Koros Mayor. Fue el mundo nativo de las especies sith y un lugar sagrado para la Orden Sith, albergando las tumbas de antiquísimos y poderosos Señores Oscuros de los Sith y conteniendo un tremendo poder del lado oscuro.

Después de la Oscuridad de los Cien Años, el resto de los Jedi Oscuros se cruzaron con la especie sith y los gobernaron mediante sus poderes de la Fuerza. Tras la Gran Guerra Hiperespacial, Korriban fue abandonado y se convirtió en un mundo desolado. Fue la sede de dos Academias Sith, y fue el cuartel general de la Nueva Orden Sith.O eso se creia y decia, ya que alli se encontraba aun en funcionamiento una academia sith.

Un lugar donde era pefecto para pensar y estar solo era el vallo de los Senores Oscuros.

Un lugar donde poco les gustaba ir, se decian que los fantasmas de los Lores sith alli enterrador te mataban si perturbabas el descanso. Tú sabias que no era asi, pues tu maestro, un ser un tanto extraño, demasiado joven pero con un gran conocimiento del lado oscuro y todo lo relacionado con los jedis y el senado, y toda la diplomacia te habia llevado alli, a pensar, un lugar donde se hacia bien. Nadie era tan tonto como para molestarlos o simplemente temian el lugar.

Tu maestro era un Lord, sabias que eso era algo grande, sabias que tenias un privilegio, pero tambien sabias que era un maestro provisional, que luego te asignarian a un grupo, pero antes tenian que ver si estaba echo para aquello, y podian dejarte ir de Korriban.

Esa mañana tu maestro te hizo llamar. Te gustaba la impresion que dabas al pasar por entre los demas padawans, se apartaban de tu camino, como si de un lord te rratases, te temian y respetaban incluso para no mirarte al rostro.

Lord Treivus te esperaba en una sala, que hacia como su despacho, con un monton de papeles repartidos por toda la sala. Pero aquel dia no estaba solo, alguien de alta estatura, ataviado con una capa que cubria su encorvada figura estaba junto a la mesa mirando hacia Treivus, pero no conseguias verle el rostro.

-Pasa joven padawan, tenemos que hablar

Treivus estaba mas serio de lo normal. Pero no te inmutaste ante tal reaccion. Luego tu maestro volvió a hablar.

-Nuestro mandatario y señor Lord Deimus, nos ha encomendado una mision, pero me es imposible dejar mis quehaceres en Korriban, asique te envio a tu, mi aprendiz, a hacer mi mision.

¡Por fin! Tu primera mision, y fuera de Korriban! aquello era algo explendido, al fin podrias demostrar de que estabas hecho. Tus emociones y pensamientos se cortaron tras la siguiente frase.

-Pero no iras solo....El general Grievous será ahora quien cuide de ti, y ampare por tu seguridad, y serás su responsabilidad, dejame en buen lugar muchacho.

Treivus sonrie a su padawan, habian sido muchos años juntos, y se conocian a la perfeccion. Tu mirada se posa en el desconocido...

General Grievous...lo conocias ...¿pero de que?

En ese momento el "invitado" se quita su capa dejando ver su cuerpo droide, y sus ojos con carne hacia el padawan y con su voz metalica y susurrante, entre violentas toses dice:

-¿Este será quien me acompañe? Lo imagine mas alto

Dijo sabedor de que entenderias lo que se referia, se esperaba a alguien con mas experiencia y no un simple padawan.

-Esperemos que des la talla, ahora....habla con tu maestro si asi lo deseas, tengo que ver al Conde Dooku. - prosiguió el cibor.

Salió raudo por la puerta, sonando cual droide estropeado, entre violentas toses, viste que poseia cuatro sables laser en su cadera droid....cuatro...

Tu maestro niega poniendo sus dedos en el puente de la nariz. 

-Lamento que tengas que ir con él, aprendiz - dijo Treivus - -No te será facil, es egonico y orgulloso, dolido por su pasado, lo paga en el presente. No le hagas caso en todo cuanto te diga, eres inteligente y se que lo haras bien.

Sonrie acomodandose en su sillon, esperando a ver si su aprendiz tenia algo que decir al respecto.

Zaraxxis escuchó atentamente las palabras de su maestro y de su nuevo...mentor, por llamarlo de alguna manera.

- Maestro, no dudo de vuestra confianza en mi, y puedo aseguraros que no os defraudaré. Creo que seré capaz de tratar con el general sin mayor problema. Podeis estar tranquilo, me habeis enseñado bien y sabré dar buena cuenta de los avatares del destino con todo lo que he aprendido. Puede que no sea muy alto, o muy fuerte, pero podré saber anteponerme a cualquier adversidad.  - Sus palabras eran frias, pero seguras de si mismas. No cabia duda, Zaraxxis sabria defenderse en caso de que las cosas se torcieran.

 -Si, se que lo harás bien, ahora Grievous irá a ver a Dooku, asi que tendrás un poco de tiempo libre, podrás descansar si asi lo deseas, o prepararte en tu habitacion. Seguramente os acompañe mi nuevo padawan.

Treivus no recordó contarle a Zaraxxis de que ahora tendria un nuevo compañero.

-Al igual que tu será temporal. Pronto se os asignará un maestro fijo, aunque quizas Lord Deimus, nuestro jefe, desee que te quedes conmigo al igual que tu nuevo compañero. Deberas tratarle con respeto, mi joven aprendiz, date cuenta de que la relacion que tenreis deberá ser como el de un familia, nadie confiará mas en ti, que tu propio compañero adiestrado por el mismo maestro. Ahora, haz lo que te plazca. Si deseas preguntar algo mas estoy aqui para lo que necesites.

Lord Treivus se acercó a su mesa y colocó unos cuantos papeles par aluego sentarse comodamente en su sillon. Su sable laser estaba puesto en un pequeño soporte en la mesa de despacho, y lo observaba con cuidado, era extraño, de empuñadura blanco y negra, alargado y retorcido. Nunca lo habias visto utilizar ese sable..pero quizas contus concimientos podrias decir que quizas fuera un sable de doble hoja.

Despues de que su maestro le dijese lo que habia Zaraxxis asintió, no habia dudas al respecto. Pero a los atentos ojos de Zaraxxis no escapó el nuevo arma de su maestro

- Nunca os habia visto usar ese arma maestro ¿una nueva adquisición? Si se me permite la informalidad, por supuesto.- Zaraxxis realizó una pequeña inclinación de cabeza.

 Treivus mira a su padawan con las manos en su barbilla y  Zaraxxis sabia que sonreia por sus pojos , se habia achinado un poco. Luego seara las manos de sus labios y niega.

-No, no es nueva, al contrario, es mi primer laser. Aun que es algo especial, y no me gusta utilizarlo demasiado, no quisiera estropearlo. Ya sabes que cada Sith debe hacerse su propio sable. Yo..bueno, era un negado para eso en mi juventud. Ahora podria montarte uno con los ojos cerrados. Bueno que me desvio del tema....Lord Revan, que la Fuerza lo tenga consigo, me lo fabricó para mi. Un sable de piedra negra, esta piedra no es concocida, pues es demasiado escasa, pero Revan me la regaló. Un sbale de doble hoja. ¿Deseas cogerlo? Quizas deberias llevartelo, a mi me dió buena suerte en mi juventud.

Revan.....Lord Revan, Tu cabeza cabilaba, habias leido sobre ese gran Lord, que ahora estaba enterrado entre los grandes de Korriban. Y en tu mente como si de un video se tratara apareció la informacion aprendida de tu maestro.

Revan fue un Caballero Jedi y general durante las Guerras Mandalorianas. Un humano conocido por el apodo de el Revanchista, fue tanto un líder tanto carismático como enigmático, un renombrado táctico y experto estratega y un héroe de la República Galáctica durante las Guerras Mandalorianas, llevando de victoria en victoria a las flotas de la República. Finalizando personalmente el conflicto con la ejecución de Mandalore el Máximo y la destrucción de Malachor V; Revan dirigió los restos de la flota republicana a las profundidades de las Regiones Desconocidas para capturar a los últimos mandalorianos. Sin embargo, regresó como Darth Revan, el Lord Oscuro del Sith.

Desplegó su vasta flota, las naves que lucharon junto a él, durante las Guerras Mandalorianas, contra la flota de la República, iniciando la Guerra Civil Jedi. Una vez más, Revan y su aprendiz Sith Darth Malak ganaron repetidas victorias contra la República, y en el transcurso establecieron un nuevo poderoso Imperio Sith. Durante dos años y medio la flota de Revan abrió una brecha en la flota de la República antes de que el Señor Oscuro fuese finalmente traicionado por Darth Malak y capturado por la Orden Jedi.

 Gracias a la intervención de Bastila Shan, la mente de Revan estaba seriamente dañada pero aún con vida. Incapaces de restaurar la memoria del Señor Oscuro, el Consejo Jedi arregló lo que pudo de su dañada mente, programándole una nueva identidad: una leal a la República. Durante el siguiente año, Revan y un grupo de seguidores rastrearon la Galaxia en busca del origen de la fuerza númerica de Malak. A pesar de enterarse de su anterior identidad, rechazó el mal de su pasado, derrotando a Malak y terminando la gran guerra que él empezó y se gano el nombre de Caballero Prodigio en la posteridad.

Un año más tarde, Revan partió de nuevo a las Regiones Desconocidas. Una antigua maestra Jedi suya, la anciana Kreia, creía que la brutalmente eficaz invasión de Darth Revan a la galaxia había sido parte de un complejo plan para asegurar la República de una amenaza por largo tiempo oculta conocida como los “Verdaderos Sith”, y dio a entender que Revan partió en solitaria búsqueda para derrotarles de una vez por todas.Pero nada de eso era cierto, Revan murió y ahora descansa en el planeta Sith.