Partida Rol por web

Con las manos entrelazadas frente a si mismo y mirando al frente no tardó en preguntar - ¿Querías hablarme de algo hermano?

- La cosa es que me preocupa el Consejo Jedi, y más con lo que me ha comentado Miraka, parece que allí está pasando algo malo... tenemos que ir hacia allá de inmediato - dijo Any-Wan, serio

Están con el interrogatorio al Sith ¿No? - le respondió preocupado, pero no perdían nada por ir - vamos a echar un ojo, aprisa - dijo, repentinamente echandose a correr hacía la sala del consejo - estas cosas se deberían decir a los maestros Any

"¿Están interrogando a un sith?" a Any-Wan le sorprendió conocer ese detalle, no recuerdo que el maestro Markus mencionara nada. Posteriormente lanza una mirada inquisitiva a Tzadok.

- ¿Sabes algo de ese sith?

Nada, solo su aspecto, es una mujer, realmente bella, pero se la llevaron, no tiene sentido... tiene que ser otra cosa - le contesto mientras no dejaba de correr

- Sí, es extraño...

Any-Wan piensa acerca de ello mientras avanza corriendo hacia el Consejo Jedi, intrigado.

"Me pregunto si será la mujer que vi en aquellas visiones..." piensa, un poco preocupado

 Vuestros pasos os dirigen al ala Este de la academia, hacia las prisiones, hacia un lugar que jamas os habian dejado entrar, un lugar donde teniais que ir con permiso de un Maestro.

Pero tanto Tzadok como Any, siente tras de si, la Fuerza indiscutible de Miraka, la togruta compañera de Any.

Los tres os juntais en los pasillos, caminando juntos hacia el ala Este. Muchos decian que aquella ala estaba ennegrecida por el Poder del Lado Oscuro y jamas se atreverian a entrar, como esas casa encantadas de los planetas muertos que tanto se hablaban.

Pero alli, entre los pasillos por los que caminabais, habia guardias, armados hasta los dientes, y esa sensacion de oscuridad, de malada extrema, se apoderaba de vosotros poco a poco.

Camino junto con mis compañeros. Aunque mi mente estaba en otro sitio. ¿Que debía hacer? Hubiese preferido estar sola, tenia demasiadas ganas de llorar como para continuar adelante. ¿Any lo sabría? Me preguntaba si... Una idea cruzo por mi mente. Cuando pidió de hablar con el en la nave, se lo veía alterado. ¿Habría sido por eso? No me atrevía a preguntárselo, me sentía demasiado dolida como para hablar al respecto. Me quedo a un costado, observando a los guardias de manera perdida.

 Los Guardias os ven llegar al lugar, y miran de nuevo a Miraka.

-¿Que haceis aqui? Esto es zona restringida. Nadie puede pasar sin autorizacion de un maestro o del consejo. ahora apartaos e iros a dormir niños.

Dijo el que parecia tener mayor rango de los dos. Cargando su arma laser, el sonido que producia dicho objeto asi lo daba a ver.

-Vamos! fuera.

Any-Wan levantó un poco las manos haciendo ver que no tramaban nada.

- ¡Eh! Tranquilos, queríamos saber cómo va la reunión del consejo, creo que eso podríais informarnos. Andamos un poco preocupados, pues neustro maestro está allí dentro... - ciertamente a Any-Wan le sorprendió la hostilidad mostrada por los guardias hacia unos padawan

 El guardia mira a Any con una ceja alzada.

-¿Consejo?estais muy lejos de la sala del consejo jovencitos, esto son las carceles de los que el consejo considera "merecedores" de pasar su estancia en la academia Jedi. Ahora apartaos, aqui no puede entrar nadie sin expreso permiso del consejo o de un maestro.

El arma se acerca mas a Any.

En ese momento escuchais pasos tras de vosotros. Mhilko, el enorme Gen dai, padawan de Pilin Nauss hacia presencia, algo extrañado por la situacion que alli acontecia.

- Cálmese, soldado... es obvio que me he confundido, estaba pensando en otra cosa - dice Any-Wan, sin mostrar miedo alguno, mirando fijamente al guardia - Según sé, algunos miembros del Consejo Jedi están interrogando ahora mismo a un prisionero allí dentro, sólo quería preguntarles si ya han terminado o no, no nos importa marcharnos ahora mismo, sabemos que es una zona restringida. Obviamente estamos preocupados por nuestro maestro, es sólo eso...

En ese instante noto las pisadas de alguien más, me giro y veo al Gen dai, acercándose a nosotros

¿hay algún problema agente? - dice en un tono extraño Mhilko al guardia -

¿que ha pasado? - el tono de Mhilko era convincente y bastante autoritorio, tanto que entre su tamaño y el extraño tono podria poner temblando de miedo a un rancor -

esta visto que ha habido una confusion, puede bajar el arma , ya bastantes bajas ya tenemos con la guerra contra los siths, para que nuestro propio personal vaya apuntando con sus armas a sus aliados - aunque el tono parecia enfadado, era un tono seguro y afable -

Mejor que volváis a vuestras habitaciones, ya informaré yo a vuestros respectivos maestros de que andáis preocupados.- el tono cambio a afabilidad, tranquilidad , un tono relajado -

Miraka, Any, esperar en vuestras habitaciones, ahora mismo ire y os informaré..., no os preocupéis, informaré a vuestros respectivos maestros, otra cosa mas, una Sith esta intentando tomar el control de los Padawans mas jóvenes, si escucháis una voz que proviene de los calabozos perteneciente a la Sith, ignorarla. -decia con tono pasivo y tranquilo Mhilko -

Acercándose al Guardia...

Mi Maestro Pilin Nauss, me ha dado permiso para interrogar a la Prisionera Dirneele  Kell, de todas maneras , mientras este en el interrogatorio, extremen las precauciones, no vaya a usar sus poderes oscuros contra nosotros, aqui esta la prueba de tal permiso. - Mhilko muestra la Holollamada de su maestro dándole el permiso, el tono de Mhilko es adulto y seguro de si mismo -

Any-Wan asintió con la cabeza y dedicó una escueta sonrisa a Mhilko.

- Te lo agradecería. Son tiempos extraños y... oscuros, es normal que estemos así... Esperaremos las noticias que traigas.

Any-Wan se gira hacia Miraka y Tzadok.

- Bueno, parece que toca esperar... no podemos hacer nada sin el permiso de los maestros.

Cuando se disponía a alejarse de la zona y regresar a sus habitaciones, oye lo último que menciona Mhilko, y nada más escuchar el nombre de la prisionera, la cara le cambia por completo. Está perturbado y sobresaltado.

- No... no puede... ser...

Tras unos instantes en shock, Any se recompone y se gira rápidamente hacia Mhilko, visiblemente preocupado.

- Espera, Mhilko, si ve allí al maestro Felron, hágame el favor de decirle que me busque. Tengo que hablar con él.

De acuerdo, se lo diré... -dice con un tono extrañado a Any -

Algo le decia que sabia algo de ella que él desconocía.

Si veo a su maestro Felron, le daré el mensaje - decia con un tono seguro y tranquilo -

Observo a nuestro compañero venir. No captaba mucho de lo que decían. Mi mente estaba en otra cosa y realmente no podía prestar demasiada atención a aquello. Any se veía preocupado, pero no podía reaccionar para confortarlo, estaba bloqueada.

-Vale....esperare...-

Hablo de manera apagada y monótona. Tenia cosas que pensar y alejarme de aquel sitio seria lo mejor. Al parecer ella había sido la que habíamos escuchado, en mi estado seria mejor mantenerme lejos de cualquiera, antes de que pudieran aprovecharse de ello. Doy media vuelta, saludándolos con la mano, antes de alejarme en dirección a mi cuarto.

- Gracias... - dice escuetamente, antes de girarse para alejarse de la prisión. Está preocupado, y con razón... Ahora, lo último que quiere es regresar solo a su habitación. Ve que Miraka se aleja rápidamente, así que opta con seguir con Tzadok.

- ... te acompaño, si quieres - dice finalmente a su compañero. Su tono de voz era un poco nervioso. Lleva unas últimas horas desastrosas, con múltiples cambios de ánimo.

Tzadok se había quedado en segundo plano observando como acontecía todo a su al rededor. No se sobresaltó ante la actitud de los guardias, se quedó observandolos fijamente, algo ceñudo... Tzadok había perdido su sonrisa, y ni se giró al escuchar a Mhilko acercarse... dio un paso hacía atrás con la mirada fija en la guardia y alternativamente en lo que protegían.
Entrelazo sus manos frente a si mismo y dio un par de pasos más hacía atrás... en silencio, ceñudo...