Partida Rol por web

 El Maestro Felron comienza a caminar, adentrandose en el bosque.

Avanzo con la pistola en alto. Delante del Maestro. Alguien tenia que proteger su frente y yo estaba dispuesta a hacerlo. Voy prestando atención siguiendo las instrucciones y las indicaciones del maestro.

Any-Wan sigue al maestro Felron, con sus espadas láser listas para usar inmediatamente, y controlando la zona con frialdad

Aayla baja lentamente, intentando sentir la fuerza, intentando experimentar. Con las llemas de los dedos roza la empuñadura de su sable láser, preparada, mientras camina tras el Maestro con los ojos bien abiertos.

 La Fuerza era fuerte en aquel planeta, gracias a que las Brujas de la Fuerza habitaban el lugar, pero, algo oscuro sentis en lo mas profundo de vuestro corazon, de vuestra alma, algo que nublaba la vista, algo aterrador!

Vuestro pasos se dirigian tras el maestro Felron, el cual iba segundo, ya que Miraka era la avanzadilla con su pistola, observando cada paso que deba a un lado y a otro. Felron en segundo lugar, y luego Any-wan y Aalya. Todos presintiendo lo mismo.

Cuando Miraka llegó a un claro, donde los bosques desaparecian por completo, observo las cabañas donde habitaban las Brujas de la Fuerza, no se sentia nada en el lugar, no habia nadie, no se oia nada. Luego Any-wan y Aalya pudieron sentir lo mismo.

Los pasos eran lo unico que se oia, y una especie de rumor de lo alli acontecido. Gritos?Aullidos?Sables? Como una recreacion en vuestros oidos. Cuando las cabañas acaban, la hierba parecia quemada por impulsores de una nave. Pasos, muchos pasos aplastaban la naturaleza que alli se encontraban. mas adelante....dos cuerpos...o eran 3?

Felron se acerca a los cuerpo...efectivamente eran tres...Miraluka...cercenado su cuerpo por un sable y su garganta aplastada por una bota de gran peso....Gunys, su aprendiz, con la cabeza desprendida del cuerpo, obra de otro sable laser. Y el tercero...era una Bruja de la Fuerza, parecia estar intacta, pero la muerte puede acudir de muchas formas...Los jedis avanzadilla habian subfrido la peor parte.

Mas allá una especie de carromato volcado, deja intuir algunos de los cristales de los sables Jedis...abria unos 10 o 12 desparramados cerca del carromato. 

Any-Wan observa los cadáveres con horror. Recuerda a Miraluka como si fuese una hermana mayor, y verla así le dolía.

- Algo tan malvado solo puede ser obra de los sith, maestro...

Observo con tristeza y pesar el cuerpo de la Maestra y su aprendiz. El dolor que sentía dentro no podía explicarlo con palabras.

Bajo el arma. Acercándome a su cuerpo dedicándole unas palabras de descanso en mi idioma a los tres.

-Maestro... Lo mejor seria llevarlos a la nave para que les den el sepulcro adecuado en la academia...-

Le susurro con tristeza. Aquella mujer había sido mucho para nosotros. Me pongo de pie, acercándome a donde esta el carromato, con el arma en alto.

 Miraka empieza a encaminarse al carromato caido pero algo agarra su tobillo con fuerza. Al mirar algo sobresalta, ve a la Bruja de la Fuerza, aun viva, aunque casi sin fuerzas. Tose con violencia, echando algo de sangre por sus labios. Era una togruta como Miraka.

-Sith...aqui...lejos

Los susurros de la Togruta parecian como ultimos halos de vida, no estaba muerta pero estaba a punto de estarlo, no dejaba de agarrar el pie de Miraka, queria ayuda, no podia pedirla. Intenta levantarse, apoyando su otro brazo n el suelo, pero otra tose le da una sacudida que la hace tumbarse de nuevo, respira con dificultad, mirando al cielo.

La observo, primero apuntándole. Luego bajo el arma guardándola con velocidad y me arrodillo frente a ella. Una de las mías. Debía ayudarla. Observo el carromato. Apoyando las manos sobre el mismo para moverlo a un lado. Tenia que liberarla sin perder mas tiempo.

-Aguante un poco Maestra...-

Le susurro.

Any-Wan se acerca para ayudar a Miraka.

- Espera, ya te ayudo yo

 Ambos padawans consigue mover el carromato y liberar a la ruja de la fuerza. A la lider, a Rhui.

Ella queda boca arriba en el suelo intentando respirar, suelta el tobillo de Miraka, y luego mira  alos presentes intentado hablar, su voz entrecortada solo se distinge decir.

-Los sith....se la llevaron...Lax...se la llevaron!

Parecia desesperada, y mira con los ojos desencajados a Miraka y Any-wan.

El maestro Felron se acerca y se agacha.

-Miraka ayudame, la estabilizaremos con la Fuerza.

El maestro empieza a utilizar la fuerza para currar al projimo, para curar o al menos estabilizar ala Bruja. abia que su herida no era superficial, sino en su interior....no podian mas que esperar o que les contaran que habia pasado. Pero primero la estabilizarian....

Any-Wan piensa en la atrocidad que han cometido los sith, mientras su maestro intenta estabilizar a la bruja. En ese instante recuerda aquella extraña visión con aquella misteriosa chica, Dirneele Kell.

"Hay que detenerlos, y encontrar las respuestas que faltan..."

Any-Wan se está planteando muy seriamente el abandonar a su grupo para ir a buscarla.

Observo a la maestra con el corazón encogido. Cuanta crueldad. Escucho sus palabras atentamente, arrodillándome a su lado y tomando su mano. No sabia que decirle.

El maestro se acerco a mi, pidiéndome ayuda. Lo miro fijamente unos momentos antes de responder.

-Claro maestro...-

Extiendo la mano. Cerrando los ojos y concentrándome para ayudarla. Esperaba que viviera y que pudiéramos ayudarla.

Aayla recorre el que hace tan sólo un rato fue un verdadero campo de batalla con los ojos entrecerrados, sintiendo. Abre los ojos de golpe y ayuda a sus compañeros a mover el carro, seria y esforzándose por no sentir el sufrimiento de la mujer.

Se arrodilla, cogiendo la mano de la Bruja mientras su compañera actúa. Te vas a poner bien, susurra, mirando a su maestro con ojos preocupados.

 La lider de las Brujas se estabiliza un poco, tras un largo periodo de tiempo.

-Maestro...ellos se llevaron a Laxrey....ellos..mataron a los jedi..los cristales...robados...los sith!!

El maestro Felron pone una mano en la frente de la Bruja con delicadeza.

- Calmese...e intente hablar con tranquilidad. - dijo el maestro

Entre toses y jadeos la Bruja consiguió contar la historia.

-Los Jdis llegaron para la recogida de los cristales, supe que ellos eran la avanzadilla de ustedes, mis señores, pero en mitad de nuestra conversacion llegaron los Sith,, los cuales mataron a los jedis y me quitaron  ami niña, a Laxrey, la haran caer al lado oscuro, maestro, por favor, ayuddla, busquenla.

Traga con dificultad, sabia que su hora estaba llegando, sus ojos se cierran con delicadeza, una sonrisa ante la promesa que el Maestro Felron le hizo.

-La encontraré Bruje Rhui, cumplire vuestra voluntad

Con calma, exhaló su ultimo aliento cayendo muerta entre los brazos de Miraka y Aalya.

Observo a la maestra con tristeza. No habíamos podido ayudarla demasiado. ¡Malditos Sith! Una punzada de enojo recorrió mi cuerpo antes de que la controlara. En un susurro apenas audible murmuro unas palabras de descanso para ella antes de ponerme de pie. Me afectaba demasiado su muerte. Ella era de las mías. Podría haber sido yo en su lugar. Me estremecí con ese pensamiento. Guardando silencio.

Any-Wan ve cómo la vida de la bruja Rhui se apaga tras la promesa del maestro Felron. También observa a Miraka, a quien ve triste. Se acerca a su compañera y posa la mano sobre su hombro.

- Tranquila, Miraka. Detendremos a los sith y los llevaremos ante la justicia. Pagarán por esto...

Aquello fue realmente inusual en Any-Wan, ya que muy rara vez había hablado con sus compañeras padawan salvo para quejarse cuando le hacían alguna trastada.

No...., susurra Aayla, como si fuera a servir para algo. Observa en silencio un largo rato el cuerpo inerte de la bruja, pensativa. Apenas es capaz de comprender el dolor que puede suponer que te roben a tu hijo, y te abandonen medio muerto, a tu suerte... empatizar con eso supone... una experiencia totalmente nueva. Y difícil.

Con el ceño fruncido, intentando ahogar sentimientos, se pone de pie y asiente a sus compañeros, decidida.. Vamos a por ellos.

 -No...no iremos tras ellos. Se quien a sido el causante de todo este sufrimiento...

El maestro se levanta y mir a su alrededor, obervando la destruccion y el caos silencioso que alli reinaba.

-Enterraremos ala bruja como se merece y cargaremos a Miraluka y Gunys en la nave.Deben ser enterrados dignamente. Entrad en las casa y buscad algo..una pala o alguna cosa para cavar, tenemos aun trabajo por hacer.

Dicho ésto el maestro se drige a una de las casa sacando una pala, yendose donde las marcas quemadas de la nave, seguramente la sith, y empezaria a cavar en esa explanada, La bruja de la Fuerza habia resistido, habia logrado dar a ver que los sith estaban alli...¿Vinieron a por la niña?¿O tambien a por los critsales? Vistoe staba que los cristales ya no estaban en el planeta...pero ¿Fue su cometido o una recompensa? ¿Y donde diablos estaba la nave de Miraluka?

Any-Wan echa un vistazo a su alrededor y luego observa al maestro Felron. Cree saber en qué está pensando y reflexiona sobre lo sucedido mientras se interna en una de las casas. Poco después sale con una pala y, mientras cava, empeiza a darle vueltas al asunto.

El mero hecho de imaginar lo que podrían hacer a la niña le perturbaba, sobre todo por el hecho de que a él le habría podido suceder lo mismo hace muchos años de no haber sido rescatado a tiempo por el maestro Felron. Y con ello, vuelve a estar mentalmente ausente mientras cava.