Partida Rol por web

New Sydney 2.0

Acto 2 - 5 Sombras de Sydney

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13/12/2017, 04:50
Evangelion Novák

Ahora es tu turno— replicó Evangelion extendiendo una mano hacia la doctora—. ¿Qué debemos saber?

Era el momento de que Lafayette revelase sus poderes, así como la información que tuviese sobre lo acontecido en la morgue y "hechos relacionados". Una vez terminó, Evangelion instaló la aplicación para pedir ayuda en el móvil de Bevidiere y la pidió que la acompañase para conocer a Ruth, uno de sus "enlaces" dentro del departamento, mientras el Hickling analizaba con más detalle -o más bien, decidía qué hacer- con la declaración de la doctora. El androide no parecía perturbado en ningún modo por ella.

Bajaron de nuevo por el ascensor, hasta el primer piso. Este, en lugar de parecer una serie de oficinas y salas de reuniones, parecía más bien una enorme sala de espera o reuniones informes, con diversas salas en los extremos. Estas, nuevamente, tenían paneles de cristal, opacos, a modo de paredes. Evangelion condujo a la doctora hasta una de ellas, y tras llamar a la puerta con lo que parecía extrema delicadeza, escuchó una voz femenina desde dentro gritando "¿Sí?"

Evangelion abrió la puerta - sin tocar el pomo - e invitó a Lafayette a pasar.

Lafayette, ha sido un placer. No dude en contactarme si necesita algo. Te presento a Ruth Karsten— presentó señalando a la joven dentro de la estancia—. Ruth, esta es Lafayette. El resto de detalles están en tu bandeja de correo. Que tengan un buen día.

Acto seguido, el androide cabeceó ligeramente, a modo de despedida, y comenzó a andar de vuelta camino al ascensor.

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13/12/2017, 04:51
Ruth Karsten

Ruth era mujer joven, probablemente en la primera mitad de sus 30. Definitivamente sólo tenía unos pocos años más que Lafayette. Tenía un cabello rubio, largo y ligeramente ondulado, con un tono claro. Era alta, de complexión ligeramente delgada, aunque vestía con una ropa de corte anticuado para mediados del siglo XXI.

Aunque la camiseta seguía siendo de fibra sintética y cuello ondulado, tenía unos colores "bordados" en tiras rojas, azules y verdes, algo muy contraintuitivo. Un par de pendientes con forma de pluma, y anillos - aunque ninguno en el dedo índice - conformaban el resto de sus adornos. No parecía llevar ningún tipo de maquillaje.

Gracias— dijo sin más al androide antes de que se fuese.

Estaba sentada en lo que parecía una pequeña sala de estar, con una pantalla de plasma y una mesa que, nuevamente, tenía un proyector y una superficie magnética para conectar el dispositivo móvil. De corte minimalista, con muebles negros y blancos y alguna que otra planta, parecía una sala bastante aséptica. Había varios archivos minimizados en la pantalla de plasma, dejando ver un fondo de pantalla con el símbolo de Omega.

La mujer se levantó e hizo una señal a la mano a Lafayette para que se acercase, mientras ella hacía lo mismo. A medio camino le tendió la mano para estrechar la suya.

Encantada, Lafayette— saludó con una sonrisa—. Sé que esto puede resultarte un poco raro, pero una se termina acostumbrando. Normalmente— se apresuró a añadir antes de soltar una risa nasal, nerviosa—. Ya he visto en el email que sólo estás aquí como colaboradora independiente. Eve está revisando tu declaración, sea lo que sea que tuvieras que decir, y estará aquí en un rato— retrocedió un par de pasos y se dejó caer en el sofá—. Mientras tanto, ¿qué debo saber sobre ti que no ponga aquí? El Patriota sólo ha puesto que tienes un CI alto, insomnio y un par de signos de interrogación en abuso de sustancias y trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo— se encogió de hombros—. He tenido todo menos el CI.

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13/12/2017, 04:51
Narrador

De vuelta en la vieja, conocida y familiar comisaría.

Por desgracia, en los archivos de la misma no había absolutamente nada sobre Cotard "El Nigromante". Era de suponer que la estancia del hombre en la ciudad era ilegal, o más bien, estaba fuera de los registros civiles, pues claramente el gobierno sí tenía constancia de su presencia, a juzgar por el USB que tenía Ethan.

Sin embargo, no le costó demasiado trabajo asumir los posibles sitios donde Cotard debía encontrarse, o más bien, frecuentar. A juzgar por sus poderes, era altamente probable que tuviese bastante contacto con El Vacío1, aquella dimensión espejo que el detective tan bien conocía. Era posible que tuviese a cadáveres apostados en algunos lugares de aquella dimensión, o incluso en el "mundo real". Por otro lado, era difícil pensar, siendo realistas, que Cotard frecuentase hospitales, especialmente los públicos. Era posible, no obstante, que tuviese contacto con algún hospital privado.

Lo más probable era que Cotard se ocultase en algún cementerio, alguna nave de la zona industrial de New Sydney - donde había pocos residentes, y era fácil tener mucho espacio privado y discreto al que nadie quería acercarse - o incluso algún piso franco por la ciudad. Aunque no había datos sobre la actividad económica del hombre, era fácil asumir que, si podía controlar a cadáveres, entrar en la ciudad y ser ignorado por el gobierno, y su poder era tan extenso como parecía, conseguir dinero y recursos no supondría un problema significativo para él.

Lo más fácil, no obstante, era adentrarse en El Vacío. No sólo desde ahí podía ver - con más o menos atino - el "mundo real", sino que podía cubrir grandes distancias en poco tiempo, y ver qué pasaba exactamente en esa dimensión. Es cierto que era un lugar triste y, valga la redundancia, vacío, pero por otro lado, muy ocasionalmente podías cruzarte con otro Hijo de Dios. Y generalmente los que utilizan El Vacío para viajar, y no sólo para aislarse del mundo, suelen hacerlo porque no quieren ser vistos, lo cual dice mucho de sus intenciones.


1* Información añadida en la Escena de Ambientación.

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14/12/2017, 09:42
Sebastian Task

- ¿Nombre en clave? - Preguntó con fingida sorpresa y enarcando una ceja. - Cualquiera diría que es usted agente secreto. - Comentó divertido.

- Confío en que ahora mismo no esté trabajando y que esta fiesta sea sólo por placer. - Añadió sonriendo. - Y sí, mis empresas fabrican armas, pero también otras muchas cosas. Soy un hombre de negocios, y es cierto que las armas son un negocio prolífico hoy en día. Siempre lo han sido. - Admitió sin disculparse por ello. Para él, era un trabajo como cualquier otro. Aunque en realidad era una muy buena tapadera.

Los ojos de Task recorrieron el vestido de la mujer, no sólo apreciando la belleza de la tecnología, sino también las curvas femeninas. - Un vestido intrigante también. - Dijo repitiendo la palabra que había utilizado para describirla a ella. - Le queda como un guante. -

Repasó luego con la mirada al resto de los presentes y sonrió levemente ante el comentario sobre los Levin. Dio un pequeño sorbo a su copa. 

- La Reina Madre - dijo en referencia clara a Raisa Levin, sin molestarse en ocultar el mote que muchos le habían puesto - se ha equivocado de pleno al no apoyar este proyecto. - Opinó. - Pero todo el mundo es libre de decidir en qué invertir. El tiempo dirá qué opciones fueron buenas y cuáles malas. Es lo bueno, y malo, del capitalismo. -

Se encogió de hombros. - Sí, Novák es un hombre muy dado al espectáculo. Pero es un tipo listo y muy muy rico. No se le puede tildar de loco sino de excéntrico. A mí tanta parafernalia me parece una pérdida de tiempo y de dinero. Las fiestas son necesarias pero no tan a menudo como le gustan a Novák. Cuando realmente hay algo que celebrar pierde el sentido si das fiestas cada dos por tres. - Se giró de nuevo para mirar a Faith a los ojos. 

- Yo cuando celebro algo, lo hago a lo grande. -

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20/12/2017, 21:29
Faith

La mujer soltó una pequeña risilla, divertida.

— Faith es mi nombre real— asintió con un largo pestañeo—. Pero cualquier agente gubernamental de mi talla ha participado en proyectos sin registro— confesó, como si fuese un secreto a voces—. Aún lo haría si Japón no se nos hubiese ido de las manos.

Japón seguía siendo una ciudad habitada. Pero no era una ciudad mucho más atractiva que Nueva York o Berlín. Había vida, es cierto, pero una serie de notables brechas de seguridad con armas biológicas, junto a un elenco de Vitalistas dimensionales afiliados a la Yakuza, habían convertido Tokyo en "La Capital del Infierno", controlada por Hijos de Dios con mutaciones físicas mucho menos perdonables que las del Doctor Sapiens. Nadie querría vivir allí, una suerte de Corea del Norte 2.0.

Y gracias— apuntó señalándose el vestido—. Una hace lo posible por mimetizarse con el entorno.

Se dejó caer en un sofá, señalando un cuadro que reflejaba el esqueje de un brazo robótico, con un condensador de energía, una batería de iones de litio y articulaciones de grafeno entre las placas de titanio. Novák era un auténtico fanático del diseño de androide, y su casa era poco menos que un templo de culto. Task conocía bien el diseño de aquellos brazos, siendo el principal exportador de condensadores de energía y placas de titanio del mundo.

La agente se acomodó en el asiento, dejando reposar la cabeza y poniendo ambos brazos en el regazo, sin invitar al billonario pero dejando un asiento libre al lado.

Pensaba que serías uno de esos tarados que se ponen a talar árboles si los dejas solos con un hacha en medio del bosque— comentó con otra risa divertida, provocando al hombre sin mostrarse impresionada—. No me imagino cómo debe celebrar Sebastian Task.

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21/12/2017, 16:11
Sebastian Task

Puede que Faith se estuviera divirtiendo. En cierto sentido, Task también. Pero estaba seguro de que la mujer tramaba algo. El largo pestañeo, la forma de sentarse dejándose caer, acomodándose después dejando un hueco libre, pero sin mediar palabra al respecto. Estaba flirteando. En broma, o con algún propósito oculto, de eso estaba seguro. Dudaba mucho que eso fuera algo más serio. Como mínimo esperaría sacar algunas armas de última generación gratis o a buen precio.

- Una lástima lo de Japón. – Coincidió. – Antes era un lugar excelente para hacer negocios. – Añadió mientras se sentaba con elegancia en el hueco al lado de ella, y sin que le temblara lo más mínimo el pulso sujetando la copa. Se notaba que tenía experiencia en ese tipo de situaciones sociales.

Mimetizarse con el entorno. Sebastian sonrió. Curiosa expresión para un vestido que, además de mimetizarla con el entorno, le permitía amplitud de movimientos, ya fuera para un combate o una huida precipitada. Esa mujer debía estar acostumbrada a estar preparada para los imprevistos.

- Esos cuadros son aburridos. – Comentó en dirección al cuadro señalado. – Absurdos me atrevo a añadir. – Su tono no daba lugar a dudas. – Cualquiera en esta fiesta sabe a qué se dedica Novák. No veo el motivo para recargar todo de tecnología… debería centrarse un poco más en los aspectos más… reales de la vida. – Añadió volviendo a centrar su mirada en ella.

Enarcó luego una ceja. - ¿Un tarado? ¿Yo? – soltó una leve y para nada estudiada carcajada. Aquella declaración de Faith le había hecho gracia. – Yo no talo árboles si no tengo un objetivo. Puede que otros no lo vean, pero siempre está ahí. – Admitió.

Dio un nuevo sorbo a su copa y acomodó su fornida espalda sobre el asiento. Inclinó levemente la cabeza a un lado sin dejar que llegara a crujir el cuello.

- Bueno. Son fiestas más privadas… pero mejores. – Admitió. – Es más, siendo la persona menos… estrafalaria de los presentes. – Dijo señalando con la cabeza a todos los demás… Novák, el androide, Knight y Locke. – Y desde luego, la más atractiva. – Dijo en clara referencia a la propia Faith con un leve asentimiento y una sonrisa. – No le importará que le invite a mi próxima fiesta de celebración. – Sugirió a modo de clara oferta.

En un par de días se enfrentarían a Zimmerman y tendrían algo que celebrar. O Sebastian no estaría en el mundo de los vivos y poco importaría esa conversación.

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24/12/2017, 10:54
Ethan McKenzy
Sólo para el director

Otra búsqueda infructuosa. Era esperable no encontrar nada en la comisaría, ¿Quién dejaría huellas teniendo un poder así? Volví a mi casa, teniendo bastantes claras mis opciones. 

Tras pasar por la puerta me dediqué un rato a pensar en lo poco que me gustaba ir a aquel lugar. El Vacío era un sitio muerto. La primera vez que fui allí estaba convencido de que todo era un sueño, ni si quiera sabía exactamente como volver, gritaba a la nada en un intento desesperado por regresar a la realidad. Cuando desperté estaba en un hospital a tope de medicamentos. Desde entonces, el Vacío no era mi sitio favorito. Había pasado mucho tiempo desde aquello y había entrado allí miles de veces, pero aún así, era una situación complicada. 

Me tomé un whiskey para darme algo de coraje y me metí en la habitación de invitados, cogí un cuchillo para llevármelo al otro lado, con la sensación de que me daría una falsa seguridad y me sumergí de lleno en la otra dimensión. 

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25/12/2017, 01:56
Emisario de Cotard

Los colores fueron apagándose lentamente. En aquel eco de la realidad el blanco seguía siendo blanco y el azul, azul, pero la viveza de los colores se veía marchitada hasta adquirir un aspecto mortecino, pálido y grisáceo. Todos los olores, salvo el cuerpo de McKenzy y ropa, se desvanecieron. El sonido, por su parte, también se escapó. Soplaba una ligera y constante brisa, incluso en espacios cerrados como el piso del detective, pero no había rastro del sonido de coches, aspas de drones o vecinos molestos. Sólo los zapatos de McKenzy en el suelo y su propia respiración.

Su hijo, sin embargo, seguía ahí, sentado en la cama individual del cuarto de invitados, meando las piernas mientras miraba a su padre frunciendo los labios. Pero no tardó mucho en confrontar la realidad. Conforme abandonó la estancia y volvió al salón se encontró con un hombre sentado en el sillón. Inmóvil, con la vista clavada al frente y las manos sobre las piernas, como un maniquí. Llevaba un traje negro con corbata a juego y camisa blanca, pero era visiblemente más pálido de lo normal, incluso dentro de aquella dimensión.

Al principio permaneció ahí, inerte, pero tras unos segundos reaccionó.

Lo siento— se limitó a presentarse con voz formal y educada—. Sé que es una violación de tu privacidad, y probablemente estés enfadado. Pero debía hacerlo— giró lentamente el rostro, componiendo una mueca a caballo entre la disculpa y la sonrisa—. Y sí, soy el responsable de la muerte de Edmund Keller.

Sin embargo, saltaba a la vista que aquel cuerpo era sólo eso: Un cuerpo. A juzgar por las frases cortas, la cadencia de las palabras y la falta de expresividad, aquello era más bien una marioneta que un humano. Si tuviese que apostar, Cotard, o quien fuese que había podido controlar a Kemper a distancia, estaba haciendo lo mismo con aquel cuerpo, con la diferencia de que este último ya estaba muerto.

Por otro lado, cabía explicar que aquel cuerpo, como el de McKenzy, no eran visibles ni tenían presencia corpórea en el mundo real, por lo que era difícil saber cuánto tiempo llevaba ahí el cadáver. La duda era si estaba ahí sólo para cuando McKenzy decidiese cambiar de realidad, si lo hacía en su piso, o si también tenía por propósito vigilarle cuando estaba en casa, aunque desde aquella dimensión las personas en el mundo real eran sólo "masas" de energía blanca.

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25/12/2017, 02:33
Faith

— Gracias. Y claro, intentaré hacer un hueco en mi apretada agenda— respondió Faith con una sonrisa, mirando al empresario de reojo—. Pero te recomiendo cambiar el código de la caja fuerte— bromeó guiñando un ojo.

Tras un pequeño tira y afloja, la agente terminó por cantarle su número de teléfono al empresario, no sin antes advertirle de que "La llamada rebota unas cuantas veces. Quizás tarde unos segundos en dar señal". Algo reseñable en aquel mundo instantáneo, señal de cuan valoraba aquella mujer no ser localizada con facilidad.

Con el paso de poco tiempo, Task se dio cuenta de que Faith era una mujer risueña y divertida, pero también una sociópata. Al menos Task no era el único, si excluíamos al obvio caso de Trevor Locke, que tras poco tiempo había empezado una pequeña timba de poker junto a Lance y otros vividores descarriados. Lejos de jugar con dinero, lo hacían con alcohol.

Faith, por su parte, era sutil, manipuladora y tenía una clara actitud superficial de celebridad inocente. No ocultaba lo más mínimo que en realidad era una suerte de viuda negra, capaz de robarte, asesinarte o utilizarte si era necesario, pero no enmascarar aquella realidad le daba un aire de realismo y honestidad en las altas esferas, acostumbradas a la hipocresía. Probablemente no se comportaría así ante alguien a quien verdaderamente pudiese engañar, pero con su reputación era inútil ocultarse ante alguien como Task.

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25/12/2017, 02:34
Kurt Novák

Novák hizo de las suyas. Enfundado en un traje de color azul oscuro con corbata negra y camisa negra, bebió champán, jugó un par de partidas de Póker y habló con la gran mayoría de invitados, incluyendo una breve aproximación a Faith y Task, amistosa y casi juguetona, en vista de que "se habían juntado un par de diablos".

Cuando cumplió con sus necesidades sociales, y se retiró tras el brindis oficial por la celebración del éxito de la campaña campaña una vez llegó el Doctor Sapiens -uno de los últimos invitados en llegar, excusándose bajo el amparo de su aversión por las fiestas y la necesidad de trabajar el mayor tiempo posible dada la importancia del proyecto-. Desapareció por el pasillo del fondo, cuyas luces apagó dejando solo unos pequeños leds blancos cada pocos metros, dejando la zona en penumbra.

No pasó mucho tiempo, quizá unos 20-30 minutos, hasta que un Patriota se inclinó levemente ante Task mientras hablaba distendidamente con Faith y le comentó discretamente que "Novák tenía algunos asuntos de logística que tratar", sin presionarle sobre cuando o como acercarse al tecnópata.

Cuando lo consideró oportuno, Task se ajustó el traje y, tras despedirse de una agente que seguía haciendo su papel de damisela, se encaminó por las penumbras de la mansión de Novák. Las luces iban apagándose y encendiéndose al paso de Task, probablemente controladas de forma automática por algún sistema de detección de movimiento, simplemente para ahorrar energía. Algo curioso teniendo en cuenta la cantidad de baterías de alta capacidad que Novák debía tener llenas en el sótano, cargadas con energía solar, eólica, y conociendo al tecnópata, posiblemente también por algún sistema de fusión nuclear.

El despacho de Novák era una estancia peculiar. Había todo lo que pudieras esperar. Una batería colgada en la pared, un par de Patriotas apagados a ambos lados de la puerta, estanterías cargadas de cables, placas de metal y fusibles, entre otros enseres, y una mesa-ordenador con tres sillones, dos a un lado y uno al otro. Sin embargo, más allá de la mesa el despacho seguía extendiéndose, mostrando una cápsula de cristal reforzado que contenía un superordenador y una cama, sobre la cual yacía un traje de color negro, gris y blanco que se utilizaba para inmersión en escenarios de realidad virtual, simulando experiencias táctiles.

— ¡Sebastian!— saludó un Novák entusiasmado, como era su actitud habitual, sólo alumbrado por una pequeña luz concentrada del techo que impactaba en la mesa.

La habitación se iluminó como si fuese mediodía mientras ofrecía un asiento frente a él con una mano y señalaba con la otra una botella de whisky escocés, ofreciéndole. El tecnópata era efusivo, extrovertido y sabía como llamar la atención. A veces Task dudaba de si el exceso era algo intencional o simplemente un defecto de carácter. Raro sería que fuese un efecto secundario de los supuestos nanobots que, según Sarah, tenía bailando por el cerebro.

— Socio, gracias por pasarte. Estaba un poco hasta la polla de estrechar manos y reírle las gracias al psicópata de Trevor— comentó con su sinceridad habitual en privado, fruto de tantos contratos juntos. Seamos honestos; Trevor Locke no le caía bien a nadie en la realidad—.  ¿Qué tal todo?— preguntó suavizando el tono y apostando una actitud más distendida—. Esta noticia me tiene un poco descolocado, no te voy a engañar. Creo que todos estamos un poco así— comentó con una pequeña carcajada—. Me extraña que hasta el fanático de Blake y su secta apoyen esto.

When the things that make me weak and strange get engineered away
As I piece by piece replace myself
And the steel and circuits will make me whole

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27/12/2017, 01:28
Bevidiere Lafayette
Sólo para el director

Lafayette vio marcharse al andriode, tras haber prestado la declaración que había creído conveniente. Ninguna mentira. Algunas verdades ocultas. Unos pocos ases bajo la manga. No quería darlo todo de primeras. Quería asegurarse, quería comprobar primero que no estaba pisando sobre suelo embarrado. 

Dirigió su mirada hacia la mujer que la saludaba, realizando un rápido examen visual, devolviéndole el apretón de manos, aunque sin sonreír. No quería, entonces, ¿por qué debía hacerlo?-  Un poco raro, sí.-admitió, tomando asiento, mientras la escuchaba. Tenía un aspecto fresco, de idealista con pasta dopada a power naps. Sentada frente a ella, el contraste entre ambas, se hizo más que evidente.

En el momento actual el diagnóstico exacto es trastorno distímico, o distimia, a secas.-aclaró, cruzándose de brazos- Un trastorno depresivo como tal inferiría en mi actividad laboral, al punto de entorpecer gravemente mi desempeño.- apuntó- La toma puntual de benzodiacepinas por prescripción médica y el tratamiento crónico con inhibidores de la recaptación de serotonina no se consideran un consumo ilegal de sustancias, aunque supongo que son datos que interesan al departamento de personal y prevención de riesgos laborales. -añadió, con un suspiro- Por lo demás, y excluyendo lo expuesto en mi declaración, no consumo sustancias ilegales y no abuso de tóxicos en mi horario laboral. Salvo el tabaco, claro. 

Explicó, quedando en silencio durante unos instantes, mirando a la mujer directamente, mientras relajaba progresivamente la expresión, sin llegar tampoco a mostrarse alegre, o desinhibida- Lo siento. No se me da bien ser simpática, por lo general.- admitió.

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29/12/2017, 18:32
Ruth Karsten

Ruth asintió de forma pacífica, con un largo parpadeo. La serenidad y tranquilidad que desprendía la mujer desde el principio se cristalizaban poco a poco como parte de su personalidad, algo inusual en un mundo tan inmediato como el de New Sydney.

Los Patriotas de Novák tienen un poco de asperger— bromeó la agente con una pequeña sonrisa torcida—. No te preocupes por eso— dijo señalando brevemente el apartado del informe de Evan, donde apuntaba con un interrogante el trastorno adaptativo y el abuso de sustancias ilegales—. Te han asignado conmigo porque tenemos habilidades compatibles. Ambas somos útiles para investigar, no para combatir— se señaló delicadamente con una mano—. Invisibilidad, translocación ocular y dibujar probabilidades futuras— se encogió de hombros—. Puedo ver por los ojos de otros y dibujar cosas que podrían pasar.

Se sentó de nuevo en el sofá, animando a Bevidiere a hacer lo mismo con un gesto de la mano. Ella misma parecía ligeramente distímica, o por lo menos destilaba poca profundidad emocional.

Hay algo en lo que podrías ayudarme, Lafayette— comentó con una pincelada de seriedad en su afable rostro—. Mi hermana falleció dando a luz mientras estaba secuestrada— tragó saliva—. Está preservada en el Instituto de Criónica  de Sydney. He llevado a algún post-cog, pero no he sacado nada útil. Me preguntaba si estarías dispuesta a probar— bajó ligeramente la cabeza, rompiendo contacto visual—. Me aseguraré de que cuente como tiempo trabajado.

Lo cual indicaba que, per sé, aquella pequeña "empresa" no era de Omega, ni del gobierno, sino de la propia agente.

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31/12/2017, 01:26
Bevidiere Lafayette
Sólo para el director

Lafayette observó a la mujer en silencio, con evidente duda, y cierto grado de desconfianza. ¿Su hermana? Y acababa de conocerla. ¿Estaba desesperada, o aquello era una prueba? La forense se cruzó de brazos, y respiró profundamente- Bueno... No pierdo nada por intentarlo. -admitió, finalmente- Y no hace falta que te compliques la vida con lo de las horas de trabajo. Si es realmente algo importante para ti, podemos considerarlo... Un apretón de manos inicial. El tema del dinero en realidad no me importa tanto, sólo lo exigí porque Jade es una puñetera petarda.-admitió, encogiéndose de hombros- Y no estoy dando por hecho que tú no lo seas, claro. Podrías serlo. Pero, al menos lo suyo es darte el beneficio de la duda. - concedió.

¿Qué más debo saber al respecto?- preguntó- ¿En qué estado se encuentra el cad... Tu hermana?-añadió, corrigiéndose en el acto- ¿Qué es lo que se sabe sobre el asunto?

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04/01/2018, 11:30
Sebastian Task

Sebastian podría decirse que incluso disfrutó de la compañía de Faith, y de su papel de damisela en apuros. No llegó a estar realmente relajado en ningún momento, pues aquello era un lujo que se permitía en muy contadas ocasiones y, al menos que él recordara, sólo cuando estaba con Sarah y a solas.

Pero aun así no se aburrió de la fiesta. Tampoco le sorprendió el aviso del Patriota. Esperó lo justo, y en cuanto vio una oportunidad se despidió con cortesía de aquella asesina nipona y encaminó sus pasos a reunirse con Novák.

Asintió ante el ofrecimiento de su socio y cogió la botella de whisky para servirse un poco mientras se sentaba frente a él.

Lo probó con suavidad, como si se tratara de un catador de vinos profesional, y agradeció el contraste. Era bueno, muy bueno.

- Buen escocés, Kurt. - Elogió. - Gracias a ti. Quitando a Faith la fiesta resultaba... aburrida. - Admitió. - E incluso con ella se acaban pronto los temas de conversación. - Sonrió y se encogió levemente de hombros. - Salvo que pretendas asesinar a alguien claro. -

Se acomodó en el asiento. - La verdad es que... podría decirse que bien. - Comentó. - Los negocios van bien, como siempre... Aunque me preocupa la estabilidad en New Sydney. - ¿Para qué negarlo? Novák era inteligente y sabía cómo estaban las cosas. - Con Omega por un lado, y ahora apareciendo por aquí Blake y los suyos... Si a eso le sumas que los nazis van a acabar con Rusia en breve... Es cuestión de tiempo que pongan sus ojos en Australia. - Era obvio y evidente. - Ya se están moviendo peones en la ciudad. No es seguro para gente como nosotros, y eso que tenemos ventaja frente al resto... - Dijo extendiendo las manos. Su dinero, sus empresas, les ofrecían una protección que no tenía la gente de a pie, pero también les obligaría a posicionarse.

- El proyecto de Sapiens supondrá toda una revolución... Lo sabes tan bien como yo. Pero si los nazis hacen de las suyas puede que nunca lleguemos a verlo. Creo que al menos deberíamos intentarlo. - Hablaba desde un punto de vista bastante pragmático. - Pero Kurt... piensa en las posibilidades. Si a una esperanza de vida natural más elevada, o casi infinita... le sumamos tus avances tecnológicos... La humanidad puede aspirar a grandes cosas. La carrera espacial... llevar gente a otros planetas... no quedaría tan lejos. Como en las películas de ciencia ficción. - Explicó.

- Da vértigo pero son todo ventajas. - Dijo finalmente mirando a Kurt Novák y tratando de averiguar qué preocupaba a aquel hombre. Porque estaba claro que había hecho aquellos comentarios con algo en mente.

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06/01/2018, 23:49
Kurt Novák

Novák bebió de su copa.

Faith es una mujer explosiva— concedió asintiendo—. Peligrosa, pero explosiva. Se tiró a Radoslav, el mocoso de los Levin, en mi yate— rio de forma irónica, negando con la cabeza como una vieja gloria—. Y la pillé husmeando en mis diseños de condensadores de energía— señaló brevemente uno de los Patriotas "lobotomizados" en la puerta, cuyos brazos almacenaban un par ejemplos en vivo.

El científico sonrió. Probablemente no sólo no le importaba, sino que se lo puso en bandeja de plata. Amaba tanto su trabajo, y sus creaciones, que su pasión por los robots y su afán de compartirlos podía llevar a venderle a Omega... y dejar husmear a un especimen como Faith. Novák no dejaba de ser un yonkie del reconocimiento social.

Tus negocios siempre van bien— bromeó con un gruñido afable, de competencia "amistosa"—. Pero comparto tu preocupación— sobre Sydney—. Los Iluminados pertenecen al medio este— los emiratos árabes—, y China. India si me apuras. Me toca los cojones que Blake venga aquí con su armadura plateada y extremismo religioso a remover nuestro terreno— Novák era un tecnópata. Creía en los robots, la inteligencia artificial y los robots. No le interesaban Dios, el Éter, ni el culto al Vitalismo—. Así que espero que lo de Sapiens fuese un hecho aislado, en aras de la ciencia— añadió, claramente sin saber su papel en la cacería de Zimmerman.

Paseó su mano por la mesa, activando el ordenador con un sensor de detección de ADN. Navegó rápidamente por el sistema de almacenamiento de datos, utilizando simples movimientos de la mano y sus dedos a una velocidad humanamente posible, pero que Task nunca había visto antes en ningún asistente personal o secretario. Quizá en parte por la tecnopatía de Novák, pero seguramente debido a que los ordenadores eran su vida. Se abrió un holograma sobre la mesa que representaba el estado actual de la guerra en Rusia, mostrando el avance territorial progresivo.

En la segunda guerra, Hitler decidió acelerar el exterminio de los presos— comentó Novák, por primera vez, con sensible seriedad—. Hitler era más malvado incluso de lo que la gente cree. Si le hubiese importado más ganar la guerra que hacer daño, hubiese concretando sus esfuerzos en la guerra, no en el exterminio— golpeó la mesa con el dedo corazón, con la mano extendida y vertical—. Se sintió traicionado por su propio pueblo. Estos hijos de puta, en cambio, son fríos— señaló el mapa—. Importa conquistar terreno y recursos por el globo. Por eso fueron antes a por Estados Unidos y lo convirtieron en un vertedero nuclear— se inclinó sobre el asiento—. Estos nazis de verdad están intentando conquistar el mundo, y hoy por hoy, ni juntando el ejército de Omega, los Patriotas y los Iluminados, podemos hacerles frente.

Movió la mano, cerrando el mapa y abriendo un par de espacios de memoria con archivos sobre dos proyectos. El primero, titulado BrainH+, trataba interfaces cerebro-ordenador, el segundo, EtherShield, algún tipo de escudo energético.

Yo también creo que los nazis van a darnos por el culo cuando seamos el próximo paso lógico en su lista— comentó de forma directa— pero tampoco me gustan mis opciones— señaló ambas carpetas—. Creo que un Hijo de Dios con Tecnopatía y control de las Dimensiones puede utilizar un acelerador de partículas para crear una fisura en el espacio, creando una barrera que proteja pero aísle a Australia— miró a Task a los ojos, a sabiendas de que era una locura—. O, puedo intentar hibridar el cerebro humano con un ordenador. Sería como añadir una capa de cerebro adicional, similar al neocórtex que nos separa de los monos. Pero eso, por extensión, nos convertiría en "monos", y no sé si crear semejante inteligente es un remedio mucho peor que la enfermedad— alzó las manos, como un loco pidiendo paz con Task, pero también consigo mismo—. Hibridarse con un ordenador la única forma de sobrevivir a una muerte violenta, en realidad, si no eres un Hijo de Dios del nivel de Blake. Pero también es una forma de dejar de ser "humano".

No parecía particularmente enfrentado a dicha idea. Conociendo a Novák, simplemente debía tener dudas por resolver al respecto. Las suficientes pocas como para meterse nanobots en el cerebro que, sin afectar a su inteligencia, le conectasen aún más con un ordenador.

Pero sí Task recordaba vagos ecos de la familia Novák posicionándose en contra de la Inteligencia Artificial. Su propio hermano por parte de padre, Eugenius, terminó desconectando, y en cierto modo "asesinando", a Inteligencias Artificiales Generales primitivas como c0mrade en la Ámsterdam Nazi de principios de guerra, y terminó siendo presidente ejecutivo del Future of Life Institute (FLI)1 de Boston, una ONG destinada a proteger a la humanidad de amenazas existenciales, en especial la Inteligencia Artificial.

Pero, ¿dices que ya están moviendo sus peones en la ciudad?— preguntó, inquisidor, aproximándose a Task, esperando que, tras todo lo que él mismo había revelado sobre sus proyectos, no se guardase información al respecto—. No me gusta como suena eso de que ni nosotros estamos seguros— estaba tenso, empezando por el cuello y los hombros—. Como comentabas, aún tenemos que hacer la vida multiplanetaria, empezando por Marte. El proyecto empezó en 20242 y lleva congelado desde que comenzó la guerra y— alzó las cejas— Estados Unidos voló por los aires.


1* Organización real hoy día.
2* Proyección actual.

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07/01/2018, 00:42
Eve Wright

Ruth agradeció con sinceridad la predisposición de Lafayette. Entre una prueba "encubierta" y la desesperación, el juicio de la doctora se inclinaba hacia lo segundo. Al parecer, su hermana era una Vitalista con poderes gemelos a los de la propia Ruth, pero el cerebro se encontraba ya sensiblemente deteriorado cuando la encontraron, por lo que más allá de falta de actividad cerebral, la información cerebral como tal estaba comprometida... asumiblemente, por la falta de tecnología para comprobarlo.

La agente apenas acababa de mencionar a "Kidman" como el secuestrador de su hermana, en su día, cuando una mujer irrumpió en el despacho sin llamar a la puerta. Daba zancadas amplias y, enfundada en un sencillo traje de color gris oscuro, bastante estándar, hizo acto de presencia una mujer atractiva que rondaba los 30 años, con una edad similar a la de Bevidiere. Tenía el cabello negro, labios rojos, piel pálida y pintas de mujer dominante con malas pulgas y un aire de misantropía, aunque de una forma más salvaje y emocional que Jade Hickling.

Perdón por la estampida— dijo tras cerrar la puerta y deslizarse hasta un sofá, aferrando una botella de agua mineral y sirviéndose un vaso que bebió de un trago—. Soy Eve Wright —se presentó, indicando a Lafayette que tomase asiento—. Y tú debes de ser Bevidiere Lafayette, mi peor pesadilla en lo que va de año— bebió otro vaso—. Tenemos a un presunto emisario nazi de, al menos, jerarquía Beta según la clasificación de Huxley— Alfa, Beta, Gamma, Delta y Epsilon—, tocando los cojones en New Sydney para, presuntamente— repitió— devorar el alma de Cotard y, presuntamente— bebió otro vaso— crear un ejército de cadáveres de vuelta en Europa y Asia. Ah, y Ruth..— desaceleró, explicando con algo de tacto que Kidman estaba "no muerto", para espanto de la joven a juzgar por su mirada desencajada de asombro y rabia—. Es el apocalipsis de esta oficina— sentenció—. Los patriotas son los únicos que no tienen pinta de haber recibido un palo por el culo.

Se desinfló en el asiento. Ruth explicó, con una voz algo "mecánica" y falta de emoción — más de lo habitual —, que tenía pensando ir con Lafayette a las cámaras de criogenie, con más motivo ahora que Kidman estaba "cerebralmente vivo". Eve asintió.

Quedan un par de horas de pánico— sentenció la mujer—. Me veo que tendrá que aparecer Omega en pantalla para decir que no es el apocalipsis y los organicemos— señaló la puerta—. Esta gente no está acostumbrada a oír la palabra "nazi" y "Australia" en la misma frase. Cuando volváis espero saber qué coño vamos a hacer, pero espero que sea encontrar a Cotard de algún modo— jugó con las manos sobre la mesa, removiendo los archivos en la pantalla del fondo.

Sacó el perfil del detective Ethan McKenzy, y una mujer sin foto apodada bajo el nombre de Perséfone cuya ficha estaba casi vacía, salvando una larga lista de interrogantes en poderes de naturaleza anímica. Junto a la ficha de McKenzy había una serie de interrogantes; comunicación con difuntos, telemetría, animismo y esquizofrenia, además de varias marcas verdes, empezando por tabaquismo y alcoholismo.

Creo que Cotard quiere a McKenzy. Los poderes de ambos pertenecen al mismo ámbito— animismo— y Ethan ya ha pasado por aquí preguntando por El Nigromante. Probablemente mató a Kemper para llamar su atención— señaló a Perséfone—. Creo que la mítica Perséfone es Génesis. Es una teoría personal, pero es una de las animistas más poderosas que existen, y no me extrañaría que estuviese conectada con Cotard— se encogió de hombros—. Me parece raro que consigan hacer todo lo que hacen y borrar su rastro sin ayuda. Que se ayuden entre ellos parece la explicación más fácil que me cuadra.

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11/01/2018, 11:29
Bevidiere Lafayette
Sólo para el director

¿Gracias?- dijo, sarcástica, al escuchar cómo aquella mujer la llamaba "su peor pesadilla del año", bebiendo un vaso de agua como si fuera un whisky doble, y lanzando aquel montón de diarrea verbal al aire, no sabía muy bien si esperando que Ruth o la propia Lafayette dijesen algo. 

Por su parte, no había nada que decir. Precísamente si ahora mismo eran medianamente conscientes de la cagada que podía caerles encima, era porque ella había decidido hablar. Omega no tenía ni puta idea de aquel asunto antes de que Jade Hickling se presentase en su morgue. Si aquel tono correspondía a alguna clase de diatriba condescendiente o destinada a buscar culpables, aquella tal Eve Wright la llevaba clara si quería que la forense se diese por aludida. 

Yo había llegado a la misma conclusión, sobre Kemper y sobre McKenzy. - apuntó- No lo había mencionado en voz muy alta, porque tampoco hay pruebas fehacientes. Sólo circunstancias situacionales. Ese "de nada" que hizo escribir a Kemper... -señaló- Recomendé que se quemase el cadáver de Kemper. No sé si se ha decidido proceder así, pero un tipo como ese, con una muerte reciente... Cotard podría quererlo entre sus filas. - expuso, observando brevemente a la recién llegada antes de volver a posar la vista sobre los perfiles de McKenzy y de "Perséfone", ¿por qué esa necesidad de llevar tanto pseudónimo y nombrete?¿Es que el Vitalismo de clase beta traía consigo un trastorno narcisista de la personalidad o un rollo megalomaníaco de serie?- Pelo castaño claro, hasta los hombros o más allá. Joven, de facciones más bien menudas y atractiva. Ojos grises, casi azules. No-muerta, al igual que Cotard. Cazadora de cuero de cuello alto, color granate. - expuso, mientras apuntaba con el dedo a aquel perfil sin foto- Esa es la descripción de la mujer que vi con Cotard. Génesis. Supuestamente Perséfone. Supongo que también le entró el rollito de cambiarse el nombre para dar más mal rollito cuando volvieron a revivirla. - suspiró, manteniendo la calma- Cuando queráis, vamos a esas cámaras de criogenie. 

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11/01/2018, 20:38
Sebastian Task

Se tiró a Radoslav, el mocoso de los Levin, en mi yate

- ¿A ese crío? - Replicó Task antes de soltar una estruendosa carcajada. - No me extraña entonces que Raisa no te apoyara en la empresa de Sapiens, o que no venga a tus fiestas.

Sonrió. - Bueno, imagino que le sacaría un buen dinero al chaval... o algún secreto de familia o de algún proyecto importante de su empresa. De otra manera no me explico por qué podría Faith querer... - No acabó la frase y volvió a dar un sorbo del whisky.

La conversación pasó a temas más serios y Sebastian tomó buena nota de la animadversión de Novák con Blake. Probablemente el billonario mantendría las apariencias en público, por mucho que sus opiniones personales fueran contrarias. En ese sentido, Sebastian sabía que Kurt era muy capaz. Se fijó en el holograma y respondió con breves comentarios a las opiniones de su socio.

- Hitler tenía una visión... un objetivo... Pero se dejó llevar y no fue práctico. Cometió errores. Todo el mundo los comete cuando se deja llevar por las emociones. - Indicó. Era un hecho. Algo que era imposible de evitar. Hasta el propio Task los cometería si permitía que sus emociones entraran en juego en sus decisiones empresariales o en su manera de manejar Avalon.

- Quizá sea difícil parar a los nazis en un enfrentamiento directo. - Admitió. - Quizá incluso imposible, como bien dices. - Añadió con un gesto de la mano señalando el avance nazi sobre Rusia.

Estudió con gesto pensativo el mapa unos segundos. - Hibridar un cerebro humano con un ordenador... todo eso de las inteligencias artificiales... no suena muy bien. Sé que te gusta, que es tu mundo... pero incluso algunos familiares tuyos, gente muy inteligente, supo que había que poner freno a eso. Imagínate si Hitler hubiera sido una IA. Una verdadera y desarrollada IA. El mundo entero estaría muerto. - Negó con la cabeza.

- No, si ésas son las únicas dos opciones, yo escogería la de la barrera. Australia es un país bien grande y podría sentirme cómodo si se aisla del resto del mundo. Podría vivir aquí el resto de mis días. - Admitió. No le parecía una locura, tal y como le habían dicho los ojos de Novák.

- Pero si puedo frenar a los nazis sin usar ninguna de esas dos opciones... si hubiera una manera de dar la vuelta a esta guerra... escogería eso por encima de todo. - Explicó con contundencia. - No me gusta que me pisoteen, o que alguien crea que está por encima de mí. Soy el pez gordo... y creo que tú, de entre todos los presentes de esta fiesta, creo que puedes comprenderme. -

- En cierto modo enfrentarse a los nazis podría ser como los negocios... Estamos a punto de sufrir una opa hostil... y hay que tomar medidas. - Comentó buscando una metáfora lo más parecida que se le ocurrió adaptada del mundo empresarial.

- El proyecto de la vida multiplanetaria... la opción de vivir en Marte... - Continuó. - Tampoco es mala. Una vez nos aseguremos de que disponemos de la tecnología suficiente para sobrevivir ahí a solas... Podríamos ser los pioneros de una nueva civilización. - No sonaba mal la idea. Aunque el verdadero objetivo de Task podría ser el control mundial claro, pero eso Novák no tenía por qué saberlo. - Si quieres acelerar el proceso avísame y podemos concertar una reunión para pensar en qué pasos dar. - Ofreció.

Luego se volvió algo más serio.

- Respecto a los peones nazis... Hay una bestia alemana suelta por New Sydney. - Explicó. - Una bestia de apariencia humana pero apetito insaciable. Ha llegado a mis oídos que está cazando vitalistas poderosos. Ten cuidado. - Advirtió. Por su tono de voz, Task podía parecer hasta preocupado por la seguridad de Novák.

- Si llegara a pasarme algo próximamente... - Añadió en tono serio, pensando en un plan C, o quizá D. - Si desaparezco... prométeme que acelerarás el proyecto de la barrera rápidamente, y que te mantendrás alejado de las fiestas y apariciones públicas. - Sebastian no sentía el más mínimo miedo por su seguridad o por su futuro... pero sí quería trasladar a Novák la impresión de que algo le rondaba la mente y que estaba preocupado. Era mejor así. El científico trabajaría a destajo para proteger la ciudad y para protegerse a sí mismo. Y eso convenía a Task.

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17/01/2018, 01:34
Kurt Novák

Raisa Levin no vendría a mis fiestas ni aunque me casase con ella— bromeó Novák—. Por el momento mi Plan A es levantar la barrera que fisure el continente— aseguró con convicción, más tranquilo en vista de la aprobación por parte del propio Sebastian—. Aunque será un proceso costoso para el que tendremos que negociar también materias primas y piezas— comentó al empresario, que tenía más acceso a según qué materiales que Novák, más concentrado en labores de innovación que en la compraventa—. Pero si falla y me veo a los nazis en la puerta, igual conecto al cable y rezo porque a Dios le gusten los humanos.

Y por su voz, lo decía en serio. Por mucho miedo que él también tuviese, parecía decidido a jugar a los dados con el universo a dejarlo en manos de los nazis. Nuevamente, su propia filosofía de enamorado de la computación le llevaban a comparar un humano aumentado o una SuperInteligencia Artificial con una divinidad a efectos intelectuales; aunque considerando la diferencia entre el cerebro de un chimpancé y un humano, quizá no fuese una comparación muy descalibrada.

Lo de Marte sólo lo veo posible si llegamos a una tregua con los nazis— comentó arqueando una ceja— o movemos el culo rápido y bien. Nuestro programa espacial es más avanzado que lo que queda por ahí— EEUU había perdido sus infraestructuras, y Rusia, China y Europa tenían menos tecnología que Australia, agradecimientos al propio Kurt Novák—, pero primero debo comprobar que la barrera funciona. Si no pierde sentido intentarlo.

Se incorporó ligeramente, serio.

Y ahora cuéntame todo sobre ese engendro de los nazis— declaró sin más, mostrando por primera vez la compostura de quien no está acostumbrado a recibir sólo una parte la información—. Sé que tienes tu propio equipo de seguridad, Sebastian, pero si quieres algunos Patriotas mientras la amenaza esté ahí, son todo tuyos.

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17/01/2018, 01:36
Eve Wright

Eve negó con la cabeza frunciendo el ceño con gesto de "ni de coña" cuando Bevidiere mencionó "No sé si se ha decidido proceder así" tras "Recomendé que se quemase el cadáver de Kemper", como si aquel no fuese el modus operandi habitual del gobierno ante un cadáver que ha tenido contacto con un Vitalista. El almacenamiento en una instalación de seguridad, probablemente tras cierta investigación, sonaba a un destino más probable.

Cotard puede querer a McKenzy en su pequeño grupo— concedió con un cabeceo—, pero McKenzy tampoco es gilipollas, y a su manera, trabaja para el gobierno. El Nigromante estaría jugando a los dados si obliga a McKenzy a nada — implicando posibles represalias por parte del gobierno—, y dudo que Ethan decida meterse en su bando por las buenas. Aunque quien sabe, igual Cotard se está volviendo gilipollas— comentó con un rápido encogimiento de hombros—. No tengo ni idea, pero espero que sólo quiera expandir contactos, una colaboración temporal o alguna mierda del estilo.

Escuchó atentamente a la descripción de Génesis, e Eve no dudó en añadir con un par de comandos una nota al archivo gubernamental de Perséfone, añadiendo aquella descripción físico y nombre en clave como una anotación aislada, con fecha y localización, pero refiriéndose a Lafayette por su número de informante (sin incluir el nombre real), y firmando la anotación con su huella digital como Agente E-Wright.

Después, simplemente abrió en paralelo el archivo de Cotard y navegó por ambos archivos, recorriendo la lista de poderes marcados con un interrogantes hasta detenerse en un par. Aunque el archivo de Perséfone carecía de foto oficial -al contrario que la de Cotard-, abrió una fotografía digital contenida en una anotación.

No tenemos ninguna imagen real de Perséfone, pero esto es lo que el gobierno Ruso tenía sobre ella— Eve frunció el ceño, descontenta—. Es sólo el retrato digital en base a uno de sus informantes, que describía a Perséfone como "una mujer atractiva de piel quemada, color carbón y ojos de hielo"— apuntó a Lafayette con un dedo—. Pero, uno de los poderes no confirmados de Cotard es la transfiguración corporal. Quizá ha devuelto a Perséfone a su aspecto original, o quizá ha conseguido un nuevo cuerpo— frunció el ceño—. Es muy inusual, pero técnicamente un Vitalista lo bastante poderoso puede "drenarse" en otro cuerpo y tomar el control.

Eve descargó desde su móvil un puñado de extensiones de telefonía sobre el ordenador de la mesa y las dejó ahí, no sin antes cerrar los archivos de ambos Vitalistas.

Ahí tienes nuestros números: Ruth, Evangelion, Jade y yo— indicó a Lafayette—. No hace falta que llames al secretario de Jade si es algo urgente e importante, aunque contáctame a mí primero si quieres reportar algo de carácter administrativo— se levantó de la mesa y suspiró—. Voy a ver qué coño está pasando ahí fuera; os veo cuando terminéis con Ágatha— asumiblemente, la hermana criogenizada de Ruth—. Si quieres, claro— se apresuró a añadir, mirando a Lafayette dándose cuenta de que quizás estaba forzando demasiado la máquina.