Partida Rol por web

New Sydney 2.0

Acto 2 - 5 Sombras de Sydney

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17/01/2018, 02:09
Ruth Karsten

Otro coche negro sin volante llevó a Ruth y Lafayette al Instituto de Criónica de New Sydney, un edificio blanco con su nombre en letras azules sobre la puerta y bajo el símbolo "H+" del Transhumanismo. Durante el trayecto, automáticamente, la pantalla del vehículo, que normalmente mostraba datos mundanos como su ubicación GPS en el mapa, las imágenes de las cámaras exteriores y la hora, indicaba una solicitud de acceso al parking privado de la institución.

Al llegar pasaron de largo la puerta principal y el coche atravesó dos puertas laterales de metal que se abrieron solas, cerrándose tras ellas. El coche se detuvo en aquel garaje interior, dejando bajar a las 2 mujeres en el interior del recinto y evitando así que se las viese en ningún momento. Al fin y al cabo, se habían subido al vehículo en el mismo garaje subterráneo donde Lafayette se encontró con Evangelion.

Sin embargo, esta vez nadie les esperaba. Salieron del parking por el único acceso, que daba a una segunda recepción privada más allá de la entrada principal, donde un hombre delgado de cabello gris y arrugas de expresión marcadas, probablemente alrededor de los 50-60 años, habló brevemente con Ruth. Acto seguido abandonó su pequeño puesto donde según él "tampoco estaba haciendo nada que no pudiera esperar", y guió a ambas mujeres hacia las cámaras de criogenie en el segundo subsuelo.

Finalmente, y tras atravesar algunos contenedores antiguos de color plateado y aspecto totalmente cilíndrico, llegaron a una pequeña estancia que se iluminó con una tenue luz azul, mostrando una serie de cámaras algo más modernas, con un cristal frontal. Había un total de 12 contenedores, 6 a cada lado. El cuarto por la izquierda rezaba "Ágatha (Karsten) Schumann", mostrando a una mujer algo más joven que Ruth, pero por lo demás a todas luces su hermana gemela, desnuda dentro del contenedor de nitrógeno líquido donde permanecía suspendida boca abajo. Pese al aspecto apacible y natural de su cuerpo, mostraba marcas resultantes del proceso de vitrificación.

El hombre esperó junto a la entrada, apoyado contra la pared mientras contemplaba algún vídeo o alguna mierda parecida, mirando su móvil de pulsera con un auricular inalámbrico encendido.

¿Necesitas tocarla físicamente o basta a través del cristal?— comentó Ruth— podemos redirigir parte del nitrógeno líquido durante un breve periodo de tiempo— añadió señalando la parte superior de la cámara, donde descansaban los pies de la joven—. Simplemente es mejor evitarlo, si es posible.


7 Éxitos en Visión del Ocaso (Tirada previa de la Jugadora).

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21/01/2018, 22:48
Sebastian Task

Por lo menos parecía que Novák dejaba la idea de la hibridación humano-IA para el último recurso. Task prefería que no hubiera barrera tampoco, claro. Prefería lograr dominar el mundo entero, pero mientras estuvieran los nazis aquello no era posible. Si la opción que quedaba era quitar el caramelo a los nazis en sus propias narices, y ser el propio Task uno de los seres más poderosos en el interior de la barrera... que así fuera.

Agradeció el gesto de Novák. Los patriotas podían hacer un excelente papel de equipo de seguridad en otras circunstancias, pero en esos momentos no eran lo más apropiado.

- Gracias pero no. Ahora mismo los patriotas sólo servirían para añadir más atención sobre ti. Es mejor que permanezcas en un segundo plano. - Explicó razonando su posición.

- Te contaré lo que sé... para que estés preparado. Aunque creo que por ahora no vendrá a por ti. - Añadió. Señaló alguno de los monitores para que Novák buscara cuando Sebastian le indicara. - El sujeto es Ancel Zimmerman... gemelo de Eichmann... ese encantador alemán. - Explicó. - Físicamente tendrá un rostro tremendamente similar. -

Miró la pantalla por si Novák encontraba alguna imagen. - Este experimento, porque eso es lo que es... fruto de la investigació nazi - añadió - ha venido a cazar almas. - Se aclaró la garganta con otro poco de whisky.

- Caza solo vitalistas... En concreto busca a un vitalista escandinavo apodado el "Nigromante". Aunque aquí, en New Sydney, se hace llamar Cotard. - Continuó examinando con bastante disimulo las reacciones mínimas en el rostro, cuerpo, sudoración y parpadeos de Kurt Novák. Buscaba cualquier indicio de que ya supiera de qué le estaba hablando.

- Este espiritista es la primera presa de Zimmerman. Pero luego no creo que se quede ahí... y seguirá cazando. Tú y yo somos posibles candidatos en su lista. - dijo admitiendo de forma oculta que él era también Vitalista. Ignoraba si Novák ya lo había adivinado o no. Pero el propio Novák se había delatado como un Hijo de Dios ante Task al no negarlo cuando éste comenzó la explicación.

- Dudo que puedas dar con él con tu tecnología. - Añadió. Suponía que aquello frustraría a Novák. - El tipo se mueve entre dimensiones y pasa más tiempo en otras que en ésta. Sólo viene a ésta cuando tiene que atacar... o eso creo. - Expresó. - Y si te busca y te encuentra... dudo que tu tecnología pueda salvarte. Habría que pensar en otra cosa. Pero es difícil frenar a un Vitalista poderoso que se mueve entre dimensiones y capaz de drenar almas. -

Se encogió de hombros. Lidiar con alguien así era todo un problema. - Además de otros muchos poderes el tipo también puede... improvisar. - Dijo como para dejar claro que prácticamente no había manera de enfrentarse a algo así.

- No ha venido sólo. Se ha traído lacayos... aunque creo que son humanos normales. - Explicó. - Así que como ves, ya tenemos a los nazis oliéndonos el culo. -

Acabó por fin su copa y depositó el vaso sobre la mesita. - Me pareció justo avisarte. - Indicó. - Debes estar preparado por si fallo. Yo no voy a quedarme quieto mientras ese tipo viene a por mí. -

Podía parecer absurdo, pero dentro de lo que cabía, Task tenía su propio código de honor. Y aunque pudiera parecer retorcido visto desde fuera, todo formaba parte de un cálculo muy eficiente del propio Task. Una situación de "win-win" que solía decirse. Siempre y cuando sobreviviera a su enfrentamiento con Zimmerman claro.

- Volveremos a vernos. - Dijo finalmente mostrando una sonrisa franca, y dispuesto a marcharse ya, pero sin ser descortés.

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24/01/2018, 19:11
Bevidiere Lafayette
Sólo para el director

Doce contenedores, sólo en aquel depósito. ¿Cuántos pobres desdichados más habría en estado de criogenie dentro de las instalaciones de Omega? Por alguna razón, todo aquello le resultaba aberrante. Podía sentir el flujo de la quiescencia vital, de la muerte, transitando entre los tanques. Podía respirar el olor químico del nitrógeno líquido, y casi embriagarse con él, dibujando una mueca de disgusto.

Y a pesar de todo se mostró respetuosa. No quiso perturbar el descanso de quienes allí yacían, y no quiso arriesgarse a ofender a aquella mujer que acababa de conocer, y que había tomado la medida desesperada de abrir los recuerdos de su hermana a los sentidos de la Parca del instituto forense. Lafayette observó el semblante de la gemela de Ruth, y entrecerró ligeramente los ojos, intentando adivinar, a priori, por lo que podía haber pasado. 

Miró a la propia Ruth, con un gesto de disculpa- Para que sea realmente efectivo, debo tocarla. Lo siento.-explicó, sin mentir. El flujo podía sentirse aunque no hubiese contacto físico, pero el contacto físico era esencial para facilitar el proceso- Es posible... Según lo que vea... Que me veas reaccionar de una forma un tanto abrupta. Suelo tener que digerir lo que he visto, durante unos minutos, antes de poder expresarme con propiedad.- explicó, advirtiendo del ligero shock que solía suponer sumergirse y emerger posteriormente de entre los recuerdos traumáticos de toda muerte escabrosa.  

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25/01/2018, 21:44
Ruth Karsten

Ruth dio la orden y aquel hombre cerca de la ancianidad asintió, acercándose con gesto taimado. Pasó de largo ambas mujeres, caminando hasta llegar a un panel de control situado al final de la sala, y comenzó a utilizar comandos con gestos de muñeca y dedos. Accionó un escáner de ADN, consistente en una pequeña muestra de saliva, y tras identificarse el tanque de la hermana comenzó a derivar una pequeña cantidad de nitrógeno líquido a su propio depósito general, en la parte trasera del contenedor. Entonces el empleado levantó el sello de contención en la parte superior y acercó a Lafayette un pequeño estante de cuatro escalones. Procedió a esperar con las manos unidas tras la espalda.

La espiritista pudo sentir el frío de aquel compartimento en sus propias manos, más helado que cualquier aire de Nebraska, y procedió a tocar el cuerpo criogenizado a la altura de los talones, a un par de centímetros del humeante vapor. No hacía falta indicarla que, cuanta más prisa se diese, mejor. Ajena a todo aquello, podía verse a través del cristal cómo la mujer seguía inerte, suspendida en lo que quedaba de aquel líquido.

Una vez entró en los restos cognitivos de aquella joven, Ágatha Schumann, la vidente se dio cuenta de que los fragmentos no eran como en los demás. Era imposible acceder a la información de forma verdaderamente ordenada; lejos de ser un recuerdo continuo, aquello eran imágenes encadenadas con una pequeña imprimación emocional. Era difícil saber si aquello era fruto de los propios poderes Vitalistas de la joven -asumiblemente, similares a los de Ruth-, del tiempo que llevaba muerta, o al hecho de que estuviese criogenizada, aunque lo último parecía lo más plausible, implicando que accedía de forma "estática" a lo que quedaba de su consciencia.

Ágatha estaba encerrada en unos subterráneos, aferrándose el vientre con ambas manos. A todas luces estaba embarazada y a punto de dar a luz. Tras verse un pequeño charco cristalino en el suelo, un hombre con un traje rojo, largo hasta los pies, entró en aquella celda. Fue fácil identificar al hombre como el Doctor Kidman, con aquella nariz arrugada, su cabello de paja y la cara marcada como una rata de biblioteca insomne. Llevaba un par de gemelos con cruces de plata en el traje.

Era fácil ver cómo discutieron durante unos segundos, y entonces el hombre entró en la habitación, sujetando a la joven por un hombro con facilidad. Recorrieron pasillos de lo que parecía una institución médica clandestina e ilegal, pasando por celdas cerradas y habitaciones con equipamiento médico, hasta llegar a lo que parecía un pequeño quirófano sencillo, para operaciones menores, equipado para asistir un parto natural y por cesárea.

El propio Kidman se encargó de todo el proceso. Con el paso del tiempo comenzó a sudar, hasta que finalmente procedió a una cesárea y sacó a lo que parecía una pequeña niña de 9 meses de gestación. Las imágenes comenzaron a apagarse, pero Ágatha claramente pudo ver al bebé, y pareció decir un par de palabras antes de apagarse. En su último instante, sus propios ojos se traspusieron con los de Kidman, permitiéndola ver de cerca al bebé que el doctor sostenía entre sus manos. Claramente, ese poder era el mismo que su hermana, Ruth, tenía.

Lafayette salió de su visión, sorprendentemente inocua salvando por una ansiedad y tristeza cristalizadas. Podía notar aún la conexión con el cadáver que sostenía por el pie, y estaba segura de que, si lo deseaba, aún podía extraer alma del mismo, aunque en pequeñas cantidades. Soltó el cadáver y el empleado volvió a sellar la tapa, redirigiendo el nitrógeno para que volviese a cubrir el pie antes de que comenzase a deteriorarse de forma significativa.

Han pasado 18 años, pero los recuerdos deberían haberse preservado como si fuese ayer— comentó Ruth, cruzada de brazos con su serenidad habitual, aunque exhibía un leve ritmo con su pierna derecha, moviéndola ligeramente para aliviar tensión—. Creo— sonrió de forma apacible, aunque sin mucha convicción.

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25/01/2018, 22:08
Kurt Novák

Novák no parecía tener la menor idea de lo que el Task le estaba hablando. Aunque arrugó ligeramente el ceño en algunos puntos, en señal de comprensión pese a no ser su área como experto, por lo demás mantuvo una compostura neutra, asintiendo con la cabeza aquí y allá en señal de entendimiento para que Task continuase.

Al final, el tecnópata negó con la cabeza.

Entiendo— comentó con ciertas frustraciones—. Al menos no ha traído otros bichos raros consigo. Por mí pueden matarse entre ellos, mientras me dejen hacer mi trabajo— apuntó en referencia a El Nigromante y el propio Zimmerman—. Gracias por ponerme al día. Volveremos a vernos— finalizó el tecnópata, alzando la botella de whisky brevemente, en gesto fraternal para con el empresario, antes de servirse otra copa y lanzar sus manos sobre el teclado, desplegando un amplio abanico de hologramas antes de rascarse la cabeza a la altura de las sienes y dar un ligero resoplido hosco.

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25/01/2018, 22:16
John Morrow

Morrow se reunió con Hollow, Clover, Harper y el propio Task en uno de los pisos francos del millonario. Utilizó a Hollow para resolver asuntos menores de transporte, incluyendo al propio Morrow, que se dejó hacer sin oponer resistencia o ponerse exquisito al respecto. El cazador iba vestido con una camisa blanca sencilla, vaqueros azul oscuro y zapatillas de deporte. Cargaba una pistola en la cadera, al lado de un cuchillo de combate y un par de cargadores. Una pequeña navaja asomaba del lateral de la zapatilla derecha.

Finalmente llevaba un pendrive en la mano, vacío salvo por un puñado de documentos, consistentes en planos y fotografías de 3 lugares distintos. Lo dejó sobre la mesa del piso, para que el ordenador integrado pudiese leerlo, y abrió los archivos.

Tenemos tres posibilidades— dijo después de que cada Hollow, Clover, Harper y él mismo dijesen cuáles eran sus poderes, acorde a lo que Task había dicho a Morrow días antes—. Alcantarillas, almacén y circo. Básicamente— dijo señalando respectivamente cada sitio—. No sé de qué será capaz Zimmerman, pero creo que darle poco espacio es una maniobra bastante arriesgada. Puede salir muy bien, o muy mal, aunque ese sitio— apuntó señalando las alcantarillas— está lejos de la mayoría de nodos de almas, por lo que si se "sobrecarga" antes de venir, no será tan poderoso como aquí o aquí— dijo señalando los otros sitios—. Perderá fuerzas por el camino siendo incapaz de contener tanta energía. Aquí— apuntó señalando el circo abandonado— tenemos más posibilidades de retirarnos con éxito si las cosas van mal. Dudo que sea probable siendo tantos y con Blake de nuestro lado, pero nunca se sabe— finalmente señaló el almacén—. Este sitio es más balanceado, pero está en la zona industrial de New Sydney, y creo que Zimmerman se esconde en esa zona. Él podría retirarse con más facilidad.

Antes de seguir hablando, si es que iba a seguir haciéndolo, alzó sus ojos de hielo para mirar al resto, especialmente a Zimmerman. Clover comentó que el almacén era ideal para ella; podía establecer contacto visual desde el segundo piso con cualquiera, sin exponerse demasiado. Clover y Harper guardaron silencio, indecisos.

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30/01/2018, 10:41
Sebastian Task

La breve reunión con Novák durante la fiesta del empresario no había dejado un mal sabor de boca a Task. Pero tampoco bueno. Kurt parecía buena gente. De ésa que, si no fuera por su genio e intelecto, Sebastian se habría merendado – hablando en términos de negocios – a las primeras de cambio.

Un buen tipo como Novák no estaba hecho para aquello. Y la conversación final se lo había dejado claro. Ahora Task sólo esperaba que su socio mercantil no fuera el objetivo de ninguno de los chalados Vitalistas que iban a desplegar sus poderes en la ciudad.

Pero ahora no tenía tiempo para pensar en ello. Por fin se habían reunido para ultimar los detalles de la batalla. Y viendo los archivos de Morrow las tres opciones parecían buenas.

- Olvidémonos del circo. – Dijo Task tomando la palabra. – Mi primera opción, sin dudarlo, serían las alcantarillas. – Indicó. Él era agresivo, le gustaba arriesgar… un tiburón. Siempre prefería atacar, atacar y atacar sin cesar. Dejar que el enemigo te hiciera heridas menores para ir poco a poco tú dando los golpes de gracia. Pero ésa no era la actitud para ganar ese combate. Dedicó una breve mirada a Sarah. Y luego la señaló. – Pero ella es la que nos coordinará, y la que puede intentar neutralizar a Zimmerman aunque sea brevemente. Sigo pensando que si queremos tener una oportunidad real ella es la clave. – Explicó. Y así era. Con la increíble variedad de poderes de Zimmerman, y su magnitud… sólo serían capaces de vencer si Sarah lograba contenerle mentalmente, aunque fuera unos asaltos. O si podía distraerle, ofuscar su percepción o cualquier otra distracción posible.

- Definitivamente creo que nuestra mejor baza es el almacén. – Sentenció. – Es el mejor lugar para que ella tenga visión sin ser detectada. Donde estará más protegida y donde podrá cubrir una mayor área. Si el problema de ese lugar es que Zimmerman puede retirarse más fácilmente… hagamos que no se retire. Golpeemos rápido, matémosle pronto para que no huya. O provoquémosle para que no quiera hacerlo.

Task tragó saliva y se irguió para mirar a todos los presentes, pero sobre todo a Morrow. Estaba dispuesto a escuchar opiniones. Y aunque sería difícil que alguno le hiciera cambiar de idea, no estaba cerrado en banda a ello.

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05/02/2018, 02:05
Narrador

Está aquí.

Roy Harper avisó, unido a aquella pequeña comunión telepática que había reunido a Morrow, Task, Clover, Hollow y el propio Harper en una misma conversación mental. Hollow se apresuró a teletransportar a Task y a Clover al segundo piso del local (una larga barandilla que recorría todos los laterales del edificio), donde podían contemplar la escena encarando a Morrow y Harper, que fingían tener un intercambio de armas frente a un maletín sobre un pequeño bidón vacío. Por lo demás, aquel almacén estaba prácticamente desierto.

Entre medias de ambos grupos, Task, Clover y Hollow por un lado, en segundo piso, y Harper y Morrow en el piso de abajo, había una figura alta, alrededor de un metro noventa, con una gabardina larga hasta los pies y una mata de pelo rubio, medio revuelta, de espaldas al primer grupo. Cargaba una ametralladora en cada mano, y otras dos estaban atadas a su espalda. El resto de su cuerpo también iba cubierto con pistolas y subfusiles, sujetas mediante finas y pequeñas correas. Zimmerman, cargado de armas de fuego hasta los dientes.

Harper se apresuró a teletransportar un arma a su brazo mientras lo extendía, disparando inmediatamente una ráfaga de balas en dirección al alemán. Zimmerman permaneció impasible, observando cómo las balas se detenían en el aire a unos centímetros de su cuerpo, quedándose suspendidas ahí sin que el alemán hiciese movimiento alguno. Hollow fintó detrás del bidón rápidamente, esperando una represalia, y las balas salieron despedidas en dirección contraria, impactando contra el bidón de metal y atravesando a Morrow, cuyo cuerpo palideció brevemente, haciendo uso de su particular intangibilidad entre planos.

El nuevo aliado de Task dio un par de zancadas con aquel aspecto grisáceo, cubriendo un espacio más amplio con cada una de ellas, antes de recuperar su color y propinar un par de movimientos marciales inusitadamente rápidos... sin éxitos. Salió despedido por el aire a una velocidad claramente provocada por la telequinesis, desapareciendo en su forma intangible a través de la pared del edificio para evitar reventarse contra espalda contra la misma.

Zimmerman permaneció inmóvil, en silencio, como una estatua, mientras las dos ametralladoras a su espalda se liberaban solas de sus ataduras y se elevaban en el aire, avanzando por el mismo en direcciones contrarias con el fin de flanquear a Harper por cada lateral y coserlo a balazos.


-----------------------------------------------------------------------Ametralladora-----------------------------------------
-Hollow, Clover, Task---------------------------------Zimmerman---------------------------Barril--Harper---------------
-----------------------------------------------------------------------Ametralladora-----------------------------------------

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09/02/2018, 11:53
Sebastian Task

Hollow, telepórtame a la espalda de Zimmerman. Lo más cerca que puedas. Y retírate.

Ordenó mentalmente al otro Vitalista. Sin esperar a que éste cumpliera su orden, Task volvió a ordenar, esta vez en dirección a Sarah.

Ahora.

Pronunció Task mentalmente. Era la señal. Sarah debía atacar la mente de Zimmerman con todo lo que tuviera. Quizá lograra inutilizarlo e incapacitarlo. Quizá fueran tan solo uno segundos. Pero fuera el tiempo que fuera… serían momentos vitales y clave para el desenlace de ese encuentro.

Sebastian tenía ya en la mano el enorme cuchillo de caza. En cuanto estuviera en la espalda de Zimmerman usaría su fuerza y velocidad aumentadas - fruto de haber pasado un buen rato previo al encuentro siendo acribillado a balazos y golpes por el resto de su equipo – para apuñalar al nazi.

Morrow había fracasado. Las balas no habían surtido efecto. El cuerpo a cuerpo tampoco en cuanto Zimmerman hizo gala de su telequinesis.

Ahora Task quería probar algo nuevo. Quería hacerle sangrar. Y para ello iba a aprovecharse de los poderes de Sarah. Zimmerman era poderoso… pero Task dudaba que nunca se hubiera enfrentado a tantos Vitalistas juntos y compenetrados a la vez. Si Sarah al menos le distraía para que no usara su telequinesis, el billonario podría apuñalar a placer al nazi.

Incapaces de saber el alcance de sus poderes, Harper y Morrow debían aprovechar el momento y acribillar a Zimmerman con todo lo que tuvieran. Claro, sin temor a herir a Task por muy pegado que éste estuviera al alemán… puesto que las balas y el resto de proyectiles que utilizaran sólo fortalecerían al empresario.

Task sonrió premeditadamente… anticipando el momento. Muchas cosas podían salir mal… pero quien no arriesga no gana. Si lograba herir de gravedad con el primer o los primeros golpes a Zimmerman, podría aprovecharse de los conocimientos de Morrow para absorber el alma del nazi y destruirlo para siempre.

Si podía hacerse con el alma lo intentaría… pero si parecía que sería un riesgo, Task se limitaría a acabar con la vida de Zimmerman. No era el momento más oportuno para correr más riesgos si por fortuna parecía que estuvieran ganando.

Debían de actuar rápido, antes de que Zimmerman se percatara de lo que ocurría y se largara… si es que en algún momento temía por su vida. La envergadura del nazi era envidiable… después de todo Task se consideraba un hombre corpulento y fuerte, aunque sólo medía un metro ochenta. Pero Task poseía una fuerza, resistencia y velocidad aumentadas a consecuencia de la energía cinética absorbida. Y si le golpeaban todavía sería más fuerte. No temía un enfrentamiento directo con Zimmerman. Pero sí temía sus poderes.

Hasta el momento el alemán parecía ceder el peso de la lucha a las armas de fuego, combinadas con su telequinesia. Eso era bueno para Task… pues por el momento podía permitirse la sensación de sentirse invulnerable. Pero sabía que no sería así todo el rato. En cuanto Zimmerman se pusiera en serio… sería peligroso para todos, Task incluido.

Y peor aún… Sebastian no quería dar tiempo a Zimmerman de que se pusiera a improvisar y se sacara poderes de la manga. No, debían ser rápidos y efectivos.

Y en última instancia, Task usaría un plan C.

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09/02/2018, 17:52
Ancel Zimmerman

Hollow colocó su mano sobre el hombro de Task, haciéndolos aparecer a un palmo de Zimmerman, a su espalda. Acto seguido, el transportador levantó la mano del millonario y volvió a desaparecer, situándose junto a Sarah. De cerca, era fácil ver a Zimmerman no sólo como una figura alta y corpulenta, sino sensiblemente abultada bajo el traje, con un contorno que distaba de parecer natural: no era el relieve de los músculos lo que se marcaba en el abrigo, sino armas, una segunda capa más allá de las que llevaba sobre el traje.

El alemán ladeó ligeramente la cabeza soltando un pequeño gruñido instintivo. Se zarandeó, como si le hubiese dado un escalofrío en la columna, y Task escuchó un alarido psíquico con la voz de Sarah: quizás Zimmerman se hubiese defendido, o quizá su mente fuese un lugar horrible. El empresario aprovechó para apuñalar al alemán en el cuello con todas sus fuerzas.

Sintió la resistencia de un campo telequinético alrededor del ario, pero con su fuerza aumentada y las defensas bajas ante el ataque mental de Sarah, Task fue capaz de atravesarlas y el puñal se clavó, aunque desviado, a través de su trapecio, llegando hasta la cabeza de la clavícula y partiéndola. La sangre brotó de la parte interna del hombro, salpicando el traje de Task.

—Estoy bien— comentó Sarah, que había dejado de gritar.

Zimmerman profirió un pequeño grito y liberó un pulso telequinético. El cabello de Sebastian se meció hacia atrás, y sus pies arrastraron a su cuerpo poco menos de medio metro -de no ser por sus poderes, posiblemente se hubiese estampado contra la pared-, lo suficiente como para que Zimmerman se encorvase hacia atrás y liberase del puñal. Sus dos ametralladoras suspendidas en el aire comenzaron a disparar contra Harper, impidiéndole salir de su cobertura. El nazi se giró a un ritmo sorprendente, mientras sus pies se arrastraban otro medio metro lejos de Task, poniendo distancia, y apuntó las dos ametralladoras en sus manos contra el rostro del millonario.

Abrió fuego, salpicando su cara con balas, pero todas cayeron al suelo. Dejó de disparar. Su rostro, con su propia sangre salpicada en el mentón derecho, tenía un muestra hosca y tensa, en parte por el dolor y en parte por el ataque mental de Sarah, el cual le impedía centrar sus fuerzas. Sus ojos eran pozos de color azul cielo y su piel, aunque bronceada, parecía ligeramente seca. Era una versión trasnochada y enfadada del adorado ídolo ario que era su hermano genético.

El alemán cambió de estrategia en cuanto dejó de disparar, saliendo despedido hacia atrás, elevándose por el aire, para alejarse de un oponente al que no podía batir cuerpo a cuerpo. Extendió las manos, liberando una ristra de abrojos, como un pequeño enjambre negro, que se puso a orbitar a su alrededor, quizá para defenderse de otro teletransporte. Algunos de ellos, sin embargo, salieron disparados hacia Hollow y Sarah, y otros pocos, junto con un par de cargadores, contra Harper, al tiempo que las ametralladoras dejaban de disparar por falta de munición.

Harper comenzó a disparar desde su cobertura, aunque las balas seguían deteniéndose frente al renovado escudo telequinético del alemán, y sus propios abrojos se dirigían hacia el mafioso.


-------------------------------------------------Abrojos-------------Ametralladora-----------------------------------------
-Hollow, Clover------------------------------Task--------Zimmerman---Abrojos------------Barril--Harper---------------
-----------------------------------------------------------------------Ametralladora-----------------------------------------

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10/02/2018, 12:04
Ethan McKenzy

El ambiente resultaba tan escalofriante como confuso. Mis ojos se posaron en Charlie unos segundos, pero no era la primera vez que estaba en este lugar tan frío. Sabía que Charlie, pese a todo, seguía fuera de mi alcance, así que intenté centrarme en lo que había venido a hacer. 

El cuerpo era lo más parecido a una marioneta que había visto. Lo observé unos instantes sin mediar palabra, y por un segundo tuve la certeza de que pese a la presencia incorpórea que manifestaba, estaba realmente en mi salón. "Disóciate", me dije a mi mismo. Y mis emociones se esfumaron mientras en tercera persona analizaba la situación. Eso me permitió fijarme más en el cuerpo que tenía delante y en cada una de sus palabras. 

Era evidente que el individuo quería llamar mi atención, y estaba claro que intentaba no explayarse 

- Eso dista mucho de ser una presentación. - Dije despacio. - Está claro que sabes quién soy, y mi relación con Edmund. Supongo que también sabrás que yo no lo quería muerto, si lo hubiera querido lo habría hecho yo. - Medí las palabras, aunque las dije con cierto grado de indiferencia. - ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué conocernos en este plano? Es un gesto impropio. Poco elegante para el estilo que habías demostrado hasta el momento. 

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11/02/2018, 22:10
Emisario de Cotard

El cadáver alzó ambas manos, encogiéndose de hombros con una pequeña sonrisa, y recuperó su posición inicial, descansando en el sillón mientras hablaba.

 — ¿De verdad?— preguntó Cotard, ligeramente extrañado—. Yo me siento más cómodo en El Vacío o en El Limbo que en La Realidad— arqueó las cejas—. Nuestros poderes son un reflejo de nosotros mismos— apuntó en mención a la relación de ambos con los muertos y el animismo—. Pero entiendo que algunos podéis considerarlos una maldición. ¿Es ese el problema?

Sonrió levemente y se puso en pie, apoyándose con ambas manos en los reposabrazos del sofá. Caminó un par de pasos, para encarar a Ethan y mostrarse algo más serio, aunque en la distancia.

Siento meterme donde no me llaman, Detective McKenzy— comenzó—. De verdad. No sé si de verdad hubieses matado a Edmund o no— dudó ladeando el rostro—, no me pareces ese tipo de hombre, pero Edmund no se merecía vivir. Quizá no lo quisieses muerto, pero era la única forma de que pasases página— señaló al hijo de McKenzy, que miraba extrañado la conversación—. Edmund era un recuerdo. Y un animal. Pero tienes recuerdos más importantes que conservar.

Indicó al detective que tomase asiento con un gentil gesto de la mano. Inofensivo. Cruzó sus dos manos por delante, a la altura de la cadera.

Has salido en la televisión y los periódicos. Y aún nadie se atreve a decidir si estás loco o no— sonrió negando con la cabeza—. Tus casos son complicados. Hay muy pocos animistas, y menos aún tan diestros— volvió a señalar al niño—. Cuando el cuerpo muere, el espíritu y el alma siguen juntos. Entonces se separan, el espíritu se diluye, y el alma vuelve al flujo— señaló en abanico al ambiente, de donde Ethan podía extraer energía—. El alma y espíritu de tu hijo siguen juntos, pero están dentro de ti. Sólo tú puedes verlo, porque está en tu cabeza. La mayoría de animistas serían incapaces, pero tú y yo somos lo bastante poderosos -tú porque tienes a tu hijo "dentro"- como para percibir los espíritus atrapados en otra persona.

Lo cual explicaba porqué Ethan podía ver al "amigo invisible" de Abigail, mientras nadie más era capaz. Quizá aquello fuesen todo mentiras, pero la explicación encajaba con las habilidades del propio Ethan.

Yo puedo extraer el alma y espíritu de tu hijo, y devolverlo a un cuerpo— explicó con cautela, extendiendo ambas manos hacia abajo, mostrando indefensión—. A cambio sólo quiero que me enseñes a hablar con los muertos— frunció el ceño—. Puedo sentir sus almas, espíritus y emociones, y tengo un gran manejo de ellos, pero para mí, tu hijo es energía espiritual proyectada cerca tuya. No puedo hablar con él, ni ver su cuerpo, salvo que lo meta en un cuerpo— su mueca se había tornado algo pesada, reflejando su frustración al respecto—. Hasta ahora no había encontrado a alguien que pudiese hablar con ellos, y es una habilidad que me gustaría incluir a mi repertorio. Dada mi afinidad con ese tipo de poder, no creo que tenga problemas en aprenderla.

El hombre esperó unos segundos, en silencio, evaluando a Ethan, a sabiendas de que había hablado mucho, directamente, y sobre hechos tan importante como paranormales.

Eres una buena persona, McKenzy. Sino, ya te habría matado y robado el alma— no tuvo reparos en hacerlo con Edmund—. El resultado sería el mismo. Si no estás interesado, desapareceré y no volveré a molestarte salvo que sea necesario. Pero me gustaría trabajar contigo.

Extendió la mano del cadáver hacia el detective, acercándose un par de pasos.

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12/02/2018, 10:35
Bevidiere Lafayette
Sólo para el director

La reacción de Lafayette a aquella inmersión emocional no se hizo esperar. La forense se soltó del pie de la mujer criogenizada y se acuclilló, llevándose las manos al rostro, frotándolo mientras temblaba y trataba de centrarse en respirar. En recordarse quién era. Dónde estaba. Cuándo. 

Miró de reojo el repiqueteo del pie inquieto de Ruth, y tragó saliva, notando cómo las lágrimas, inevitables y silenciosas, se derramaban, resbalando por sus mejillas. Casi sentía que le habían arrancado a un hijo de las entrañas cuando finalmente volvía a alzarse, para secarse la cara con el antebrazo, agitando las manos con la intención de deshacerse de la acuciante ansiedad que siempre suponía sumergirse en los últimos y más traumáticos recuerdos de cualquiera. 

Trató de serenarse, de respirar hondo varias veces, palpándose los bolsillos de los vaqueros hasta encontrar la eterna y necesaria cajetilla de tabaco.- Necesito fumar.- dijo, sin más, notando cómo le temblaban los dedos, mientras sacaba un cigarro de la misma, de manera imprecisa y torpe, y buscaba un lugar donde se le permitiese hacer aquello, ofreciendo una de aquellas pequeñas máquinas de hacer cáncer a Ruth antes de encender su propia dosis tóxica de nicotina y alquitrán, inhalando con necesidad, para exhalar, muy lentamente.

Permanecen intactos, en cierta forma. Sí. -confirmó- Aunque es... Diferente. Su cabeza. No sé, nunca había hecho esto con alguien criogenizado, y tampoco es habitual que experimente los recuerdos de un vitalista. -explicó- Estaba todo un tanto desordenado, y había muchas cosas que se entendían por intuición o por imprimación emocional, pero no había un hilo claro de pensamientos. -añadió- Pude ver cómo rompía aguas. Cómo empezaba el trabajo de parto... - prosiguió, tomando otra calada

- El doctor Kidman estaba ahí. Supervisaba el proceso. Llevaba a Ágatha a un quirófano medianamente equipado, que se encontraba en unas instalaciones médicas cláramente ilegales.-expuso, mientras el humo ascendía, a medida que emanaba de sus palabras- Algo no salía bien. Sudaba. Seguramente se trataba de alguna complicación del proceso de parto.-supuso- Así que... Finalmente... Decidió practicarle una cesárea, extrayendo a una niña sana, a la que Ágatha pudo ver antes de perder la consciencia, a través de los ojos de Kidman. -concluyó, tragando saliva de nuevo, antes de mirar, por vez primera desde que emergiese de la mente de Ágatha, a su hermana, Ruth, a los ojos.- Creo que murió en paz. Al poder contemplar el rostro de su hija. 

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18/02/2018, 12:11
Sebastian Task

El cerebro de Task comenzó a trabajar a un ritmo vertiginoso. Si no eliminaban a ese nazi iba a suponerles un problema el resto de su existencia. Lo tenía claro.

Estaba seguro de que Zimmerman no esperaba encontrarse con una resistencia similar en ellos... o más bien con una emboscada de ese calibre. Y dada la naturaleza de sus poderes se había sentido muy confiado al principio. Aunque quizá ahora no estuviera tan confiado. Después de todo sangraba. Y si podía sangrar... se le podía matar.

El tiburón que Sebastian llevaba dentro se anticipó al deseo de devorar a su presa.

Pon a Sarah fuera de la línea de tiro... pero que siga viendo al nazi. - Espetó mentalmente a Hollow. Lo único que tenía que hacer era proteger a Sarah.

¿Y dónde estaba Morrow? Era como si repentinamente hubiera desaparecido. Task confió en que tuviera algún as en la manga escondido, porque tenían que acabar rápido con aquello o Zimmerman se escaparía y tendrían que mirar siempre por encima del hombro.

Tenía que deshacerse del escudo telequinético del nazi. Tenía que pensar en algo para deshacerse de aquella formidable defensa y así poder rematarlo de un golpe. Porque probablemente no tendría la oportunidad de dar un segundo golpe. Era en momentos como aquel en los que Task se lamentaba de no disponer de una gama más variada de poderes. Le resultaría tremendamente útil poder desplazarse hasta Zimmerman... Teleportación, vuelo o algún otro tipo de habilidad.

Quería estrangular al alemán con sus propias manos, pero seguramente el muy bastardo cambiaría de dimensión y Task se encontraría tratando de asfixiar al aire. Era frustrante.

De nuevo otra idea. Otro de los posibles planes para atacar a Zimmerman. Task palpó la granada en su bolsillo. Hollow no podía teleportarle junto al nazi por culpa de los abrojos... Pero sí podía teleportar a Task un par de metros por encima del alemán. Si el nazi no se daba cuenta, Task caería sobre él. Los abrojos no podían ni herir a Sebastian.

Granada. - Avisó mentalmente a todo el equipo. Todos, Morrow incluido, sabían lo que eso significaba. Task iba a inmolarse... bueno, no habida cuenta de sus poderes. - Telepórtame encima de él. - Indicó a Hollow. Tras poner a Sarah a salvo, el teleportador debía darse prisa en llegar junto a Task, colocar al billonario en posición y luego ponerse a sí mismo a cubierto.

Task metió la mano en el bolsillo de su chaqueta. Quitaría la anilla de la granada en el mismo momento en que notara el contacto de la mano de Hollow para teleportarle... y en cuanto Task cayera a peso... con suerte podría golpear a Zimmerman... aferrarse a él de algún modo. 

La granada se llevaría algún golpe... ya fuera con el ataque de Task o en el forcejeo resultante. Si Sarah lograba debilitar de nuevo el campo de fuerza del alemán... la explosión resultante no le haría una herida tan "nimia" como una puñalada. O eso esperaba Sebastian. Además, la energía cinética de la explosión aumentaría de nuevo la fuerza de Task... Y quizá, sólo quizá pudieran finalizar aquel combate.

- Vas a morir. - Dijo en voz alta a Zimmerman. Con suerte atraería su atención. Con suerte pensaría que era una bravuconada. Pero nunca en su vida Task había estado tan decidido con algo.

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18/02/2018, 12:03
Ethan McKenzy

La voz sonó sorda y seca en aquel plano. ¿Una maldición? Supongo que en parte lo había sido siempre, si lo pensaba con frialdad.

- No es ese el problema. Mis poderes no son una maldición. - Dije con completa seguridad. No era una pregunta que me resultara desconocida. - Pero tampoco una bendición. Tienes que comprender, que forman parte de mí. Mis habilidades son lo que soy, desde que comienzan mis recuerdos. 

Inspiré, recordando que estaba vivo, aún este plano. - Sin embargo, este plano es irreal, y tú no estás aquí presente. Yo sé quien eres, y tengo el valor de mostrarme, pero aún no he oído un nombre, ni una presentación formal digna de quien es capaz de mandar una carta con el máximo decoro. Como dije... impropio. ¿Por qué intentas esconderte de mí? ¿Acaso temes que nos encontremos en un plano real?

Volviendo a Edmund, noté la ira llegar a mis puños. Era cierto, era improbable que le hubiera matado, pero seguía siendo mi debilidad parcial, mi conexión con mi historia, el foco de mi ira. Esto removía cosas que no podía manjear en este instante. Pasar página... Hablaba como el puto psicólogo del departamento. 

- No tengo por qué pasar página. - Dije, y casi pareció un mantra, como si fuera algo que repitiera una y otra vez, aferrándome a mi dolor. Mi familia era mía, su muerte era mi culpa, el dolor me conectaba con ello de una manera directa a la que no pensaba renunciar. - ¿Tengo recuerdo más importantes que conservar? - Repetí en una interrogación confusa y contenida, como un lobo agazapado que está apunto de saltar en un arranque de ira descontrolada. Un flash de mi mujer, despertándome, por la mañana me cautivó un instante. Apreté los ojos intentando alejar esa imagen de mí y relajé el rostro. - ¿Qué recuerdos?

Su oferta me pilló desprevenido. La ira, la contención, el piloto automático que permitía aislar mis emociones para analizar la situación... Todo se quedó en blanco. Como cuando alguien te da un puñetazo en el estómago, me incliné, me torcí, mi alma se removió y me quedé completamente sin aliento. Charlie. 

Probablemente, en otras circunstancias podría haber pensado en Angel, en aquella chica que me conmovió. Pero mi mente estaba bloqueada por Charlie. Por primera vez en años. Sentí miedo. No ajeno, no hacia los demás, ya que hasta ahora no tenía nada que perder... Miedo de mí mismo. No, no, miedo no. Terror. 

No sé cuanto tiempo permanecí callado. 

- ¿Cómo sabes que está dentro de mí? ¿Cómo sabes que le veo? - Dije con voz entrecortada mientras mi mente se esforzaba en reaccionar, intentando sobreponerse al murmullo de fondo que repetía el nombre de Charlie una y otra vez, a la opresión en el pecho que me repetía que... quizá... quizá pudiera volver. Esa presión me desgarraba las entrañas más que cualquier cuchillo. - ¿Por qué quieres aprender a hablar con ellos?

Me lamí los labios. Mi corazón bombeaba a mil por hora. Las palabras de mi boca sin que pudiera controlarlas. Aquel cabrón me estaba desarmando. 

- ¿Cómo... cómo sería? ¿Qué cuerpo? ¿Podría... vivir? - Sonó en voz baja. Mi mente comenzó a funcionar de nuevo, con cierta lentitud. Si volvía a un cuerpo, ¿Sería real? ¿Podría hacer algo tan egoísta? Aquel murmullo resonó en mi cabeza con una fuezra atronadora: ¿Podrías renunciar a él... otra vez?

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24/02/2018, 17:37
Ancel Zimmerman

Ancel seguía sangrando. Pequeñas gotas de sangre resbalaban por sus pies, en el aire, cayendo metros hasta golpear el suelo del almacén. Sin embargo, mantenía un porte estoico, aunque enfadado, sin mostrar muestra alguna de debilidad: sólo rabia. Los abrojos seguían orbitando a su alrededor, protegiéndole, junto seguramente al campo de energía telequinética, sólo salvable por fuerzas sobrehumanas como la de Task en aquel momento.

Hollow teletransportó a Sarah al otro lado de la sala. Segundos después, los abrojos se estampaban contra la pared del edificio donde segundos antes estaban de pie. Los abrojos al suelo. La telépata mantuvo el contacto visual contra la nuca del nazi, aunque se aferró a la barandilla, comenzando a mostrar señales de cansancio. No había atravesado las defensas de Zimmerman... pero sin aquel acoso y derribo en su mente, probablemente el alemán fuese mucho más peligroso.

Nuevamente, Hollow desapareció, aferrando el traje de Sebastian por la espalda. Las ametralladoras de Zimmerman, suspendidas en el aire y flanqueando a Harper, giraron 180 grados, recargaron munición con los cargadores que hacía unos segundos el alemán había echado a volar, y las armas de fuego comenzaron a disparar a Task, probablemente intentando atinar a Hollow, que se pegó a la espalda de Task para evitar la lluvia de balas. Por suerte, Sebastian era más alto que el teleportador, sirviéndole de escudo mientras aumentaba su propia fuerza.

Harper profirió un gruñido ahogado, soltando su arma y cayendo al suelo de rodillas. Tenía sangre en el cuello, que se aferraba con una mano. Las ametralladoras comenzaron a disparar contra él, obligándole a permanecer detrás del barril.

— Me ha atravesado el cuello con un shuriken— pensó Harper para el colectivo—. Estoy sangrando como un cerdo.

Task apareció en el aire, a unos metros sobre Zimmerman, y sintió cómo Hollow volvía a desaparecer a sus espaldas, apareciéndose como un custodio junto a Sarah. El nazi se dio cuenta en seguida de la posición del empresario, pero aún así, fue demasiado tarde; intentó empujar telequinéticamente la granada en la mano de Task, pero esta no hizo más que vibrar en el sitio. Los abrojos compusieron un pequeño escudo sobre el nazi, frenando brevemente a Sebastian en su descenso, al tiempo que Zimmerman salía disparado hacia abajo, poniendo la mayor distancia posible con la granada. La explosión cegó a Task durante unos instantes.

Zimmerman no respondió a la provocación de Task. No al principio. Se escuchó como ambos caían al suelo, aunque el puñetazo de Task golpeó contra metal. No podía ver al nazi en aquel instante.

Cuando el humo de la explosión comenzó a disiparse, el nazi estaba cerca de Task en el suelo, de rodillas, levantándose mientras se apoyaba en una de sus ametralladoras. Soltó la otra, dejando que también se elevase en el aire, disparando en dirección a Hollow y Sarah, mientras estos se teletransportaban a otro cuadrante distinto del edificio. Las otras dos ametralladoras siguieron disparando contra Harper.

Zimmerman sacudió su mano libre -y era la primera que tenía que hacer un gesto para usar sus poderes-, lanzando a un lado el barril que protegía a Harper... el cual comenzó a recibir una lluvia de balazos en el pecho, como un maniquí.

Tenías razón en algo— comentó el alemán, con una voz fría y sádica cargada con un marcado acento.

Esbozó una media sonrisa psicótica, al tiempo que los botones de su abrigo se desabrochaban, dejando caer el abrigo al suelo, preparándose para recibir el envite de Task.

Adam Blake y Morrow no estaban ahí. Al menos, no en aquella dimensión. Harper estaba fuera de combate... y probablemente más allá de cualquier posibilidad no-Vitalista de sobrevivir. Zimmerman, mientras tanto, hacía un sorprendente trabajo para cubrir los múltiples frentes; la ofensiva mental de Sarah, la ofensiva física de Task, y su propia ofensiva contra Sarah y Harper. Pero no podía atacar a Sarah constantemente, y su postura contra Task, al menos hasta el momento, había sido meramente defensiva.

Había un límite en el número de cosas que Zimmerman podía hacer al mismo tiempo, y a juzgar por su forma de dejar fuera de servicio a Harper, sus fuerzas comenzaban a disminuir. Sin embargo, la granada no parecía haber tenido efecto en él. Seguramente hubiese conseguido que el campo de energía le protegiese del impacto, aunque a un coste relevante de energía.


-------------------------------------------------Hollow, Clover-------------------------------------------------------------------
---------------------------------------------Ametralladora-----------Ametralladora---------------------------------------------
Abrojos-------------------------------------Task-Zimmerman----------------------Harper-Abrojos----------------------------
------------------------------------------------------------------------Ametralladora-Barril--------------------------------------

- Tiradas (1)
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24/02/2018, 17:37
Ruth Karsten

Ruth apretó la mano derecha en un puño. Mantuvo un semblante casi neutro, aunque tensó la mandíbula. Descargó un puñetazo contra la pared de metal, provocando un sonido seco. No dejó marca alguna en la pared, mostrando una fuerza normal, pero tampoco pareció hacerse daño, aunque permaneció apoyada en la pared durante unos instantes, descansando. Probablemente hubiese potenciado su resistencia física durante unos instantes... y no fuese el tipo de poderes que normalmente podía emplear1.

Gracias— se limitó a decir mirando a Lafayette, y después al empleado, antes de hacer una señal al segundo para abandonar la estancia—. Nunca confirmamos que eso fue lo que pasó. Aunque era nuestra principal teoría— dijo, tras un par de minutos de silencio, mientras subían al coche de vuelta al bastión de Omega—. Sabía que mi sobrina existía, y sabía que Kidman era el padre por un test de ADN. Ilegal— añadió sin darle mayor importancia—. Pero esos detalles ayudan bastante. El problema es que Kidman está vivo. O no-muerto. O lo que sea. Y está con Cotard— dio un par de golpecitos en el reposabrazos del coche, en el asiento trasero, mientras el mismo abandonaba el centro de Criogenie—. Necesito hablar con Cotard. Aunque con ese alemán— Ancel Zimmerman— por aquí, va a ser difícil dar con el. ¿Qué tienes pensado hacer tú, Lafayette?

Al margen de su trabajo para el gobierno de Omega, parecía embarcada en su propia campaña. O al menos, lidiando con ambas a la vez. Como Lafayette... en sus respectivos pero distintos problemas.


1* Uso de "Improvisación", a un coste de energía muy superior al normal si fuese un poder suyo.

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24/02/2018, 17:38
Emisario de Cotard

Soy un hombre ocupado, McKenzy— se disculpó Cotard—. No puedo esperarte personalmente. Pero sí dejar a un maniquí— curiosa forma de referirse a un cadáver— para el momento correcto en que decidieses venir a buscarme— abrió las manos, abarcando la estacia—. Supuse que vendrías a esta dimensión cuando estuvieses listo. Si lo deseas, podemos vernos en persona.

No respondió ante la pregunta de si tenía, o no, miedo del detective. Aunque no daba señales que indicasen que así fuese. Al contrario; se comportaba como si él fuese el individuo más peligroso.

Sobre los recuerdos que conservar...— estiró su mano hacia el hijo de Ethan—. Él. Lo que ves es tu hijo, pero su espíritu es demasiado débil como para manifestarse en todo su esplendor. Es más bien un... eco. Y cuanto más tiempo pasa, más difícil es recuperar su espíritu y devolverlo a un cuerpo físico. En algún momento será demasiado tarde— el hombre en el traje, el cuerpo a través del que Cotard hablaba, se plantó a un palmo del detective—. Los muertos son mi trabajo. Mi identidad. Considera mi deseo de hablar con ellos usando palabras... desarrollo profesional. El resto ha sido atar cabos. Puedo notar un alma y un espíritu en tu interior, frágiles. Considerando la descripción de la prensa de tus poderes, y de tu pasado, creo que es una deducción fácil.

Extendió una mano, abierta y boca arriba, hacia McKenzy, ofreciéndole un apretón de manos.

Necesitaríamos un cuerpo— explicó—. A ser posible, de un niño de su edad. Pero sería real. Sigue siendo su espíritu. Ahora mismo, simplemente está encerrado... y extinguiéndose.

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24/02/2018, 17:39
Director (Post en Espera)
Sólo para el director

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Aby. Ruth Gobierno.

Rado. Secuestro Sobrino.

Lafayette. Genesis: Valquiria. Perséfone. Neftis. + Kidman.

Ethan:

McKenzy estaba aún en la comisaría cuando sonó su móvil. Acababa de llegarle un mensaje de voz - con su transcripción correspondiente, por si no podía escucharlo - de Eve Wright.

"Una Telémetre ha analizado el cadáver de Kemper. Normalmente puede ver los últimos recuerdos de un cadáver, pero otro Hijo de Dios había eliminado la mancha psíquica e implantado una alarma. Es muy probable que sea Cotard. Acabamos de enterarnos de que hay un Vitalista Alemán buscándole, probablemente para matarlo y robar sus poderes. Ve con cuidado, y llámame si necesitas algo. Estaré en contacto si hay novedades."

Notas de juego

guerra - Ancel Morrow.
cotard limpio

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06/03/2018, 15:46
Sebastian Task

Task miraba a los ojos de Zimmerman. Era un desafío en toda regla. Había logrado enfadarlo. Casi podía sentir la rabia del alemán. Pero no parecía que temiera por su vida, o de lo contrario habría acudido a otra dimensión para huir.

Sí, se habría topado con Morrow, pero a estas alturas Sebastian dudaba que su nuevo aliado supusiera un problema para el nazi. Quizá Blake estaba ahí… observando el combate desde otra dimensión y riéndose de lo ridículos que resultaban sus esfuerzos. Pero en ese caso, ¿por qué no les ayudaba? Era incluso más importante para Blake que Ancel muriera. Más que para el propio Task. Le venía mejor, pero contra todo pronóstico el Vitalista no aparecía.

El billonario había descubierto antes de tiempo sus ases en la manga. Todo su trabajo por mantener a Avalon oculto a ojos de otras potencias… echado a perder por una oportunidad única: un golpe contra Ancel Zimmerman. Si salían con vida de ésa, Blake sabría de la existencia de Avalon. Sabría que Task era capaz de reunir a varios vitalistas poderosos… Y Sebastian se preguntaba cómo encajaría eso en los planes de Adam y su organización.

Estaba claro. Si querías hacer algo bien, tenías que hacerlo tú mismo. Plantó ambos pies con firmeza en el suelo, y se preparó para el desafío contra el nazi. Los abrojos no le iban a hacer nada, si acaso aumentar su poder. El auténtico peligro era el alemán y sus habilidades ocultas, aun por desplegar.

El ataque de Sarah continuaba, pero no podría mantener ese ritmo mucho tiempo, y Sebastian lo sabía. Harper había caído… y puede que no sobreviviera. Tampoco era una gran pérdida para el mundo, pero sin su conocimiento Sebastian tardaría un tiempo en recuperar el control de los bajos fondos de New Sydney. Rugió de rabia.

— Tenías razón en algo— La voz fría y sádica resonó en los tímpanos de Task. ¿En qué? No había intercambiado palabras con el nazi… salvando su amenaza de muerte. O el alemán podía leer su conexión telepática… o… ¿se estaba muriendo?

Era cuestión de tiempo y Sebastian decidió jugárselo a una única baza. No paréis de moveros. Nada predecible. Aguanta Sarah. Acabaré con él.

Se lanzó hacia delante, dispuesto a entrar en cuerpo a cuerpo con aquella máquina de matar. Sus propios golpes darían cuenta de ese escudo… Mientras Sarah mantenía el ataque, las defensas de Zimmerman no estarían a tope…

Si la cosa se complica largaos. Puedo encargarme yo sólo de él.

Sebastian creía que Zimmerman se estaba muriendo. Quizá necesitaba cazar vitalistas como Morrow o el Nigromante para comprar tiempo para sobrevivir. O quizá esa deducción fuera errónea. El caso era que, cuanto más tiempo tuviera ocupado a Zimmerman, más posibilidades creía el empresario que tendría de acabar con él. De un modo u otro.

Ahora que el nazi parecía querer enfrentarse directamente a él, Task debía confiar en una cosa. Debía confiar en que sus poderes le protegerían lo suficiente… y centrarse en una ofensiva. Era Sebastian Task. Era un depredador. El tiburón. Él tenía que ir a por todas. Atacar con fuerza y sin parar. Los golpes de Zimmerman aumentarían sus poderes. E incluso si alguno atravesaba sus defensas, Task debía centrarse en atacar. Atacar y atacar. Sólo cuando el nazi estuviera muerto o incapacitado del todo, pararía.

Notas de juego

Básicamente:

  • Harper: a su suerte. Si acabamos rápido intentaremos salvarle… ya veremos cómo.
  • Hollow y Sarah: Hollow se centra exclusivamente en teleportaciones constantes para mantener a Sarah (y a sí mismo) a salvo.
  • Yo: Me lanzo al ataque como un salvaje. A saco y a por todas. Si es necesario descuido un poco (o mucho) mi defensa y encajo golpes para poder lanzar mejores ataques.

¿Arriesgado? Sí, pero ya sabíamos a lo que veníamos. O funciona y tenemos todo. O no tenemos nada.