Partida Rol por web

New Sydney 2.0

Acto 3 - Hasta los Dioses sangran y caen

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25/06/2018, 22:00
Sebastian Task

Sebastian no había dejado de pensar en aquel sueño. No desde que despertó. Sólo la visión de Sarah inconsciente, y el ruido de las pulsaciones de su corazón reflejadas en el monitor, fueron lo único que le hizo pensar en otra cosa durante unos segundos.

Casi ni se había percatado de la llegada de la armadura de Novák. El Cuarto Reich lo sabía. No estaba seguro de cuánto, pero sabía de su participación en el exterminio de Eichmann. Task sabía que Ancel no había sido más que otra herramienta para el Cuarto Reich. Una al parecer ni siquiera lo suficientemente poderosa como para hacer esfuerzos por salvarla.

No, para el Cuarto Reich solo importaban Knochemann y el Eichmann original. Y si acaso de una forma un tanto ínfima. Se preguntó hasta dónde alcanzaría el poder de verdad del Cuarto Reich. Y fue entonces cuando se percató de que la existencia de ese Hijo de Dios... que a ojos de muchos no era más que un mito... un cuento de los alemanes para propulsar sus ideales y avanzar en la guerra. La existencia de ese ser era una realidad.

Y aquello suponía un mazazo a toda conciencia. Al significado de la realidad. A los objetivos y ambiciones de uno mismo. Sebastian era un hombre de voluntad fuerte, pero en esos momentos luchaba por no cambiar todos sus principios y regirse por tan sólo uno: la supervivencia.

Pero para ello debía racionalizarlo. Y se le antojaba sumamente difícil. Alguien como el Cuarto Reich era capaz de tanto... Pero a la vez... a la vez dependía de otros. O bien porque no era capaz de manifestar los poderes de alguien como aquella esclava que había contactado con el billonario en sueños. O bien porque creía que utilizar él mismo un poder similar constituía una pérdida de tiempo y esfuerzo. 

En ambos casos era una suerte para Task, y una oportunidad. Un posible punto débil en un enemigo aparentemente invencible: La sobreconfianza. 

Task no tenía demasiado tiempo. Estaba seguro de que la próxima vez que durmiera, aquella mujer se le aparecería... y el mensajero alemán también. Debía pensar en una respuesta, y en una salida a esa situación. Los nazis iban a venir a por él. No iba a doblegar la rodilla, eso lo tenía muy claro. Y aquello implicaba que pasaría a ser la diana número uno de Australia. Apretó un puño con rabia. Bueno, al menos Morrow estaba en el mismo barco. Un barco que parecía condenado a hundirse... No le quedaría más remedio que aunar aún más fuerzas con Task y los suyos.

Entretenido estaba en todas esas cábalas cuando levantó el rostro y se vio reflejado en el cuerpo de metal del Patriota de Novák. Inspiró hondo y se levantó del taburete situado junto a la cama de Sarah. Hizo un gesto al androide para que le siguiera y alejó sus pasos de la camilla, para permitir a la mujer descansar.

El orgullo le impedía ceder al chantaje de los alemanes, pero su mente no encontraba muchas salidas por el momento. No si quería sobrevivir. Pero claro, si iban a poder hacer frente a los nazis... si la guerra pudiera dar un vuelco. Quizá entonces tuviera una opción. A Sebastian le gustaba pensar a largo plazo. La mayor parte de sus planes veían resultados no a corto, sino a medio plazo como poco. Pero en esos momentos no hacía más que ver callejones sin salida.

- Adelante. - Indicó al patriota. - Kurt y yo tenemos que hablar. - Dijo concediendo al androide libertad para establecer la conexión. La mente de Task no cesó de trabajar. Demasiados frentes abiertos para variar. Aunque ahora su equipo estaba mermado. Morrow suplía a Harper como podía, pero eso le mantendría ocupado una temporada. Locke habría avanzado aprovechando la coyuntura, y ése sería un terreno que tendrían que trabajar duramente para recuperar.

Hollow seguía en su club, y no había tenido noticias de nuevos Vitalistas que pudieran ser aptos para ingresar en el grupo. Y Sarah... Sarah sufría todavía por la codicia y ambición de Task. La mujer no se había recuperado de su encontronazo con Ancel, y aunque Task mantenía la esperanza no sabía de cuánto tiempo estaban hablando. ¿Cuánto tardaría en volver a ser ella? Si es que volvía a ser ella algún día y lograba alejar las pesadillas.

Ni siquiera Sapiens había podido orientarle en ese aspecto. Sebastian había aprovechado para comentar al doctor que quería acelerar los preparativos para su muestra del suero. Aunque no pudieran inocularle a Sarah la suya... Task quería que el "buen" doctor se diera prisa y empezara con el propio billonario cuanto antes.

Tragó saliva, ladeó la cabeza haciendo crujir levemente su cuello y centró su atención en Novák. Debían ponerse al día, y Task aún dudaba de cuánto podía contar al otro empresario acerca de su implicación en lo ocurrido con Ancel Zimmerman.

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27/06/2018, 19:47
Ethan McKenzy

Ethan se alegró de que el coche ya estuviera parado. Se quedó allí, pasmado, en el coche, mirándola con los ojos muy abiertos. 

- ¿Y tú cómo sabes eso? - La luz del garaje se apagó y se quedaron a oscuras. Así que McEnzy se vio obligado a abrir la puerta para que se encendiera la luz del coche. La miró con inquietud, y tras unos segundos decidió que podían hablarlo arriba. - Vamos, hablaremos arriba. - Dijo autoritario, con un tono de polícia, que parecía haber surgido de forma inconsciente. 

Subieron por el ascensor, mientras Ethan no paraba de juguetear con las llaves, nervioso. El pasillo del edificio era elegante, sin ser demasiado ostentoso. Un sitio normal. McEnzy sacó las llaves y entró. 

El piso, a priori, podría estar bastante bien. Cocina independiente, tres habitaciones, grandes ventanales. Pero la realidad es que estaba hecho un desastre. Las persianas bajadas, el ambiente cargado, y el olor a tabaco presente en cada rincón.

Ethan se dirigió hacia el salón. Había un par de sillones, una mesa pequeña con un par de sillas, una televisión y un par de estanterías. Nada colgado en la pared. El mobiliario era de calidad, pero también estaba bastante descuidado, era fácil imaginar los sitios donde Ethan se había golpeado demasiado borracho o había golpeado a algún otro por la razón que fuera. Apartó un par de botellas tiradas por el suelo y quitó la manta del sofá con la que se había cubierto las últimas noches, para que la chica tuviera un sitio donde sentarse. 

Se acercó a la cocina y sacó un par de cervezas en botellín de medio litro, las abrió con la mano y sin preguntar nada, las llevó al salón. Se dejó caer en uno de los sillones, y colocó una cerveza frente al otro, que quedaba vacío, mientras hacía un gesto de cabeza para invitar a la chica a sentarse. Le dio un largo trago a la cerveza y suspiró. 

- Vale, ¿Cómo coño sabes lo de su regalo? ¿Qué sabes de mí? - Se inclinó hacia delante, los ojos fijos en los de la chica. 

 

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30/06/2018, 07:16
Evangelion Novák

El androide asintió ligeramente y guardó una posición recta, esperando. Tras unos segundos, dirigió un par de focos frente a su pecho, proyectando la imagen holográfica del rostro y hombros de Novák en una videollamada 3D. Dado el antinatural tamaño del androide, y la baja estatura del científico, Kurt parecía estar a su altura, más o menos.

Aunque mostraba ojeras, el multimillonario se mostraba arreglado, con una sencilla camisa blanca y el cabello alisado. Simple pero presentable para una llamada matutina con alguien con quien estaba ya acostumbrado a lidiar.

Necesitamos un acelerador de partículas— se limitó a saludar el hombre, reprimiendo un bostezo—. Diría que ese es el factor más limitante, asumiendo que encontremos aun Vitalista especializado en campos vectoriales. Idealmente campos de fuerza, pero si estamos muy desesperados, hasta los agujeros de vacío de Robert Red podrían servir— se explicó, obligando a preguntarse así si era así cada vez que tenía una reunión con sus empleados—. Oh...

El androide giró ligeramente su rostro, enfocando a Sarah, y dio un ligero cabeceo.

Diría que lo siento mucho y deseo que se recupere pronto, Sebastian— dijo educadamente, con algo de decepción en su voz—, pero me siento como si me hubiesen clavado un puñal en la espalda.

Volvió a dirigir el rostro del androide hacia Task, esperando una respuesta o explicación.

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30/06/2018, 09:18
Sebastian Task

Un acelerador de partículas... Vaya, eso sí que no se lo esperaba. Pero Sebastian era un hombre de recursos, y haría lo que fuera necesario por conseguirlo. Sin embargo, la mención de Robert Red le descolocó. No quería tener nada que ver con alguien tan inestable como Red. Sería un problema. No, necesitaban encontrar a otro. Quizá podría encargárselo a Hollow. Cualquier Vitalista con características similares a las que mencionaba Novák podría ser un buen candidato. Sí, en cuanto acabaran esa charla, Task llamaría a Hollow y le pediría que buscara opciones. Se entrevistaría personalmente con cada uno de los posibles candidatos, y haría lo que fuera para conseguir su colaboración. Voluntaria o no.

La firmeza de sus convicciones había aumentado y ahora Sebastian tenía un objetivo claro en mente. Siempre que era así, el billonario se convertía en una máquina imparable. Y no iba a dejar que ahora fuera distinto.

- Conseguiré un acelerador de partículas. - Afirmó con vehemencia. Luego giró el rostro sin mostrar sorpresa por las palabras de Kurt. Miró a Sarah unos segundos antes de devolver la mirada al holograma del científico.

- ¿Una puñalada? - Preguntó. No con tono irónico o enfadado, ni con sorpresa. Tan sólo era el inicio de su discurso. Negó con la cabeza. - No deberías Kurt. - Esta vez habló con franqueza y sin tapujos. - Me conoces. Necesitaba estar seguro de quién eras. De qué eras capaz. - Explicó. - Había que mantenerte vigilado y a salvo. - Añadió incluyendo cierto matiz que no tenía por qué ser del todo cierto. Pero lo suficientemente ambiguo como para sembrar la duda en el inteligente vitalista.

- Sarah estaba contigo para mantenerme informado... Es cierto. Pero también está en este estado por frenar a ese monstruo del que te hablé. - Continuó. - Los nazis han hecho un primer movimiento y les ha salido mal. - Inspiró hondo. - Y están en camino. Vienen a Australia, Kurt. Sarah y yo caeremos los primeros... es una promesa del mismísimo Cuarto Reich. - Explicó.

Se encogió de hombros. - Y salvo que tengas un mejunje mágico que me impida dormir y soñar... la próxima vez que duerma volverán a contactar conmigo. - Se encogió de hombros. Estaba seguro de que las arrugas de su rostro mostraban a las claras que no había pasado una buena noche precisamente.

- Quiero hablar contigo en persona. - Añadió. - Creo verdaderamente que tu proyecto es lo único que puede salvarnos... Pero además hay más cosas que debes saber. - Estaba decidido. Pensaba mostrar a Novák parte de lo que era Avalon. La parte del Hampa no, desde luego. Al menos no por ahora. Pero sí lo demás. Alguno de sus miembros... sus objetivos. Al menos los que Novák pudiera saber sin peligrar su estabilidad con el grupo.

- Quiero hablarte de otros como tú y como yo... de Avalon... del futuro. - Continuó. - Y de lo ocurrido con Ancel Zimmerman. -

- Me fío de ti, Kurt, y no de gente como Blake, Omega o los nazis... - Dijo finalmente. - El mundo debería de ser de gente con visión. Con una visión como la tuya, o la mía... pero no de ellos. -

Sebastian había apretado un poco los puños durante la conversación. Gran parte de lo que decía lo sentía de verdad, y transmitía la pasión a sus palabras. Ahora quería ver qué opinaba Novák de todo aquello.

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05/07/2018, 00:26
Bevidiere Lafayette

Bediviere observó el piso, sin aparente interés excesivo, y sin tampoco parecer disgustada o alarmada por todo el desorden, o por la escasa luz que se filtraba en las habitaciones. Se quedó de pie, en el salón, dando tiempo a McKenzy a asimilar, a formularse las preguntas necesarias, a calmar su temple y por supuesto, a traerle algo decente de beber.

Ésto es otra cosa.-dijo, sentándose, cuando él volvía y le ofrecía sitio, tomando el botellín de cerveza que le ofrecía sin pensárselo demasiado, y encendiéndose un cigarro en el acto, sin preguntar si podía hacerlo. ¿Cómo no iba a poder? Hasta ella notaba que allí apestaba a tabaco. 

Dio una profunda calada mientras McKenzy formulaba su pregunta, y se acomodó sobre el sillón, recogiendo las piernas, exhalando el humo, súmamente despacio, quedando en silencio aún varios segundos antes de pronunciarse nuevamente- Soy forense. -dijo, como si aquello fuera una obviedad- Me trajeron el cuerpo sin vida de Kemper hace unos días. Le practiqué la autopsia.-indicó- Kemper está relacionado contigo. Investigar sobre él, es, inevitablemente, investigar sobre ti. -admitió- Sobre que aquello era un regalo por parte de nuestro amigo el nigromante...-añadió, dando una nueva calada, observando cómo el humo ascendía, lentamente, en espiral, hasta perderse en el techo de aquella habitación- En parte, conclusiones propias. Sé que Cotard te considera útil. Al igual que a mí. Y te ha regalado el corazón de Kemper. -dijo, encogiéndose de hombros- He visto declaraciones de amor más cutres que esa, desde luego. 

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09/07/2018, 14:03
Kurt Novák

Kurt rio de forma afable y sonrió ante la seguridad con la que Task conseguiría un acelerador de partículas. No se mofaba de él, simplemente se regocijaba en la seguridad feral del empresario.

Conseguir un acelerador no servirá, me temo— comenzó a explicarse el técnico—. Necesitamos conseguir uno más que el del CERN— en Suiza, ahora territorio Nazi—. Crear un campo de fuerza tan grande requerirá una enorme cantidad de energía. Pero soy optimista con respecto a los recursos materiales y el equipo— sonrió—. Lo que necesitamos es un poco de tiempo. Espero que los rusos aguanten un poco, y los nazis se tomen algo de tiempo en prepararse antes de descender sobre Australia.

Novák miró de nuevo a una Sarah dormida con el ceño fruncido, y compuso una mueca a caballo entre la decepción y la tristeza.

Lo entiendo— comentó en relación al espionaje "industrial". Un moderado silencio fue el resto de su explicación, sin hacer más comentarios al respecto—. ¿Porqué caeréis los primeros?— preguntó arqueando las cejas—. No es por ofender, Sebastian, pero... estando Morrow, o incluso como pariente de Eugenius, ¿porqué tú?— había una leve acidez en su voz, como si achacase el argumento de Task a su arrogancia en lugar de a la lógica—. Quizá pueda evitar que tu cerebro entre en fase REM cuando duermes, evitando así que sueñes, pero no sé los efectos secundarios, y si hablamos de un telépata de los alemanes... no puedo garantizarte que lo arregle. Desconozco cómo funcionan sus poderes.

Novák era un científico. No era una sorpresa para Task que, al margen de la robótica, las interfaces cerebro-ordenador eran una de sus pasiones. Pero su interés por el Vitalismo era limitado, y el tecnópata no tenía mayores conocimientos que el propio Task en lo sobrenatural.

— Podemos hablar de cara al fin de semana— propuso el hombre—. Quiero sumirme en mi investigación hasta entonces, pero necesitaré un descanso para entonces, y no me importará viajar— no era una negativa rotunda a reunirse antes, pero sí una proposición de conveniencia—. Pero si Avalon es algún tipo de organización como Los Iluminados— el grupo de Adam Blake—, no me interesa. Me fío de ti— ladeó la cabeza— más que de la mayoría— aclaró—, pero prefiero a mis Patriotas— los androides de combate del ingeniero—. Confío en que con el tiempo, la ciencia avance y el Vitalismo permanezca estancado— a propósito o sin querer, el mundo sería suyo después de todo si se daba el caso, cambiando las tornas con Blake, Omega, y quizá incluso los Alemanes—. Espero con ganas a ver tus avances sobre el nazi ese— Ancel Zimmerman— asumiendo que esperes a reunirnos en persona para decírmelo.

Novák guardó silencio, esperando la intervención de Task para desconectarse o responder.

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10/07/2018, 17:31
Sebastian Task

- Zimmerman ya no existe. - Respondió Task. Giró el rostro para contemplar de nuevo a Sarah y cierto atisbo de pena y rabia asomaron a la faz del millonario antes de que una máscara impasible lo cubriera todo de nuevo.

- Pero la muerte de Zimmerman se ha cobrado un precio... - No mencionó a Harper. Su muerte no le importaba lo más mínimo. Pero Sarah... Aquello era otra cosa. Eso sí había escocido el corazón y el ego de Task. - Blake se encargó de... descrear a Zimmerman. Asegurarse de que no fuera una amenaza nunca más. - Explicó sin mirar al androide, y por tanto sin encarar a Novák a los ojos. - Sarah y yo jugamos un papel muy importante en dicho enfrentamiento, y el Cuarto Reich, como te he dicho, se ha comunicado directamente conmigo. Quieren hacérmelo pagar. Cuando lleguen a Australia van a asegurarse de que yo sea el primero en caer.

Apretó el puño y ahora sí se giró para mirar a los ojos a la imagen de Kurt. - No voy a perder. Ni siquiera contra esos alemanes. - No le importaba el poder inconmensurable aparente de los nazis. No le importaban las estadísticas ni lo que pensara la mayoría. No le importaba la realidad. Si era necesario, alteraría la mismísima realidad para alzarse con la victoria. Nada, absolutamente NADA, se interpondría en su camino.

Dejó que sus palabras calaran unos segundos en el otro billonario. Luego se llevó una mano al mentón. 

- Buscaré un acelerador de partículas de las características que dices... Mándame las especificaciones por email. - Solicitó. - Si no puedo traer uno a tiempo... tendré que fabricarlo. - Probablemente sería un reto imposible. Al menos con términos mundanos. Pero Task removería cielo y tierra para conseguirlo... buscaría Vitalistas si era necesario. Seguro que alguno habría con poderes útiles para semejante tarea.

No volvió a mencionar Avalon. Estaba claro que con Nóvak no iba a tener ninguna opción. Pero al menos, estaba seguro de que no se uniría a ninguno de sus rivales. Y sabía que podría contar con él dado el caso. O Kurt Nóvak se mantendría al margen o apoyaría a Task si la motivación le interesaba lo suficiente.

- En última instancia, si no hay modo de obtener el acelerador... tendrás al mismísimo Robert Red. - Dijo finalmente. - Sólo dime para cuándo lo quieres. - Si tenía que aporrear a Red un millón de veces para que doblara la rodilla, entrara en razón y suplicara a Task ser su fiel y leal servidor, lo haría. 

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10/07/2018, 19:09
Ethan McKenzy

Ethan alzó las cejas mientras escuchaba. Su mandíbula se tensó al oír hablar de Kemper, pero hizo el sobresfuerzo de mantener la compostura. 

- Espero, sinceramente - Dijo remarcando la palabra. -, Que no fuera una declaración de amor. Y por suerte, no tengo literalmente el corazón de nadie, bueno... ni figuradamente tampoco. Ese rollo no me va. 

Le dio otro largo trago a la cerveza. 

- Solo es otro gilipollas, metiéndose en mi vida como si fuera suya, solo porque le importa demasiado llamar la puta atención. - Se recostó en el sillón y le dio una calada a su cigarro. Larga, pausada. - Supongo que sabes perfectamente quién era Kemper, y por qué era importante para mí. A fin de cuentas, es una historia de dominio público. 

Ethan soltó el humo y se relamió los labios saboreando el amargo sabor de la cerveza negra. Luego volvió de nuevo la mirada hacia la forense. 

- Eso siempre me deja en desventaja. Yo apenas sé nada de ti, y tú sabes demasiado. - Negó con la cabeza. - ¿Has hablado con él, con Cotard? ¿Qué te ha pedido ese capullo? ¿Por qué te considera útil? - Luego bajó la mirada, y pareció hablar para sí mismo. - Puede ser que ese bastardo tenga un plan B.

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13/07/2018, 00:19
Bevidiere Lafayette

Sí. Sé por qué lo es.-declaró, sin hacer mayor hincapié, dando una profunda calada, para exhalar el humo, lentamente, permaneciendo en silencio, pensativa, dando un trago de igual manera al botellín de cerveza, suspirando, limpiando con el dorso de la mano una gota de cebada fermentada que parecía precipitarse desde sus labios, humedecidos, hacia su barbilla.

- Y es verdad. El asunto te deja en desventaja. -admitió, finalmente, tras aquel intervalo en el que había permanecido sin proferir palabra alguna- Sé demasiado de ti, y tú de mí a penas el nombre.-añadió, encogiéndose de hombros- Eso no significa que te deba nada, por supuesto. Pero sí, creo que te diré por qué yo también le intereso a Cotard.-declaró, inclinándose hacia adelante mientras apoyaba los codos sobre las rodillas y volvía a llevarse el cigarrillo a la boca- Digamos que sé cosas. Cosas de las que me entero de modos... Extraños. - explicó, mirándolo fijamente- Tú hablas con las almas de aquellos que aún después de la muerte vagan por el mundo, y yo... Soy capaz de introducirme en los últimos momentos de sus vidas, y rebobinar, para vislumbrar qué sintieron, qué dijeron, qué vieron... En esos instantes finales.-confesó, utilizando un tono que evidenciaba que no encontraba agradable el hecho de estar hablando precísamente de aquello- Por motivos que no tenemos por qué comentar, una parte de mí está conectada al más allá. Siento, percibo cosas, sensaciones, imágenes, fuertes vibraciones que surgen de determinados lugares y objetos... Y conecto con aquellos que han fallecido, de esa manera. - concluyó, mirando hacia un lado, mordiéndose el labio inferior, evidentemente inquieta- Todo ese asunto me hace ser receptora pasiva de determinadas informaciones fundamentales y delicadas. Y eso... Eso es lo que le interesa a Cotard. Y a otros tantos. Entre ellos Nóvak, y los propios perros de Omega. - dijo, frunciendo el ceño- Te lo cuento porque acabarás enterándote. Antes o después. - aclaró- Nunca he querido hacer público todo este asunto. Pero me ha estallado en la cara. 

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16/07/2018, 21:19
Kurt Novák

Novák elevó las cejas y elevó el mentón, echando la cabeza ligeramente hacia atrás. Claramente, las palabras de Task sobre Zimmerman le habían sorprendido.

Joder— se limitó a comenzar—. Un día me hablas de él como nuestro nuestro mayor problema... y hoy me dices que está muerto. Bueno, descreado, sea lo que sea eso exactamente— comentó como quien entiende en líneas generales las implicaciones de ello, pero no su funcionamiento o entresijos tras el mismo—. Mi enhorabuena, Sebastian, aunque cuanto más lejos puedas mantenerte de un fanático religioso como Blake, mejor— sugirió el fanático tecnológico. Siendo honesto... creo que una barrera es nuestra mejor defensa contra los nazis. No sé de qué otra forma podrías salvar el pellejo salvo uniéndote a ellos.

La idea le desagradaba profundamente. Aún con su pequeño ejército de drones y androides, y tratos profesionales con Omega y su armada de superhéroes, Novák parecía convencido de que su mejor arma contra los nazis era el tiempo, y su única oportunidad, evitar el conflicto directo. Aunque Australia tenía más Hijos de Dios que ninguno de los antiguos enemigos del imperio... en gran medida por cómo los supervivientes se desplazaron al continente, nadie había podido parar a los Alemanes hasta la fecha. Nadie se había siquiera acercado a ello, de hecho.

Debemos fabricar el acelerador, Sebastian— aclaró el tecnópata—. En términos simples, necesito que sea la ostia de grande. Materiales, mano de obra, talento y suerte nos hace falta, pero recuperar algún modelo aceleraría el proceso— dicho de otro modo, conseguir aceleradores de partículas ayudaría a construir uno de escala mucho mayor—. Respecto a Robert Red...— Novák se reclinó hacia atrás, frunciendo el ceño—. Preferiría no tener que recurrir a eso, pero si queremos jugar sobre seguro... de forma hipotética...— añadió para cubrirse las espaldas— lo ideal sería capturarlo con vida, cuanto antes, y mantenerlo sedado para que no pueda usar sus poderes. Hipotéticamente— repitió.

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22/07/2018, 12:24
Ethan McKenzy

Ethan tardó unos segundos en procesar aquella información. Los últimos segundos de sus vidas. Un fogonazo apareció en su mente, disparado un breve instante, recordando aquella puerta, la habitación a oscuras, la sangre por todas partes. No creía que su mente pudiera soportar aquel poder. Los instantes finales. Una parte de él siempre había querido saberlo. Saber cómo fue, pero otra siempre se rompía al retroceder a aquel instante. Se dio cuenta de que llevaba demasiado tiempo en silencio, y quería decir demasiadas cosas. 

- Comprendo. - Dijo por fin. Y se contuvo de preguntar, hizo un gesto como si fuera a preguntarlo por fin, a dejar salir aquella eterna pregunta. Pero se contuvo.No sabía si sería capaz de formular aquella pregunta en voz alta. Volvió a quedarse en silencio y le dio otro trago a la cerveza.

- Cotard. - Dijo en voz alta, pero parecía que hablara para sí mismo, concentrándose. - Así que es eso lo que quiere de ti. Supongo que su ambición no tiene límites. Maldito cabrón. - Torció el gesto. - En fin, ¿Te lo planteas? Llegar a un acuerdo con él, digo. A mí me ha ofrecido un trato, lo que me ha dejado varias vías abiertas. Creo que si nuestros intereses coinciden, quizá podríamos hacer algo divertido. - Sonrió de lado. - Sino... bueno, supongo que compartir información está bien. Y tampoco es que haya salido tan mal la cosa, estás en mi salón, estamos tomando cerveza y en fin... reconozco que te encuentro interesante. - Suspiró, sin apartar al vista de ella, y esforzándose en no bajar la mirada de sus ojos. - Además, al menos está siendo un día distinto, no solo hay muertos, alcohol y cafeína. 

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22/07/2018, 12:45
Bevidiere Lafayette

Lafayette respetó aquel silencio, mirando de nuevo alrededor, mientras el humo de ambos cigarros parecía condensarse en el techo de la habitación. Buscó un lugar en el que apagar su dosis empaquetada de productos cancerígenos, estrujándola contra la superficie el primer cenicero que encontró a su alcance, dejando ahí abandonada la colilla restante junto a sus numerosas hermanas, mientras McKenzy volvía por fin a hablar, momento en el cual lo miró, de soslayo, cruzándose de brazos. 

No lo sé... Te juro que no lo sé. Todo esto es una mierda. Yo no quería verme envuelta en todo este asunto.-dijo, hastiada, y suspirando antes de volver a agarrar su cerveza, acercándosela a los labios- El maldito asunto ha venido a buscarme a mí. Y ahora no puedo deshacerme de él, aunque quiera.-concluyó, encogiéndose de hombros, dando un trago, y bufando, con una sonrisa ladeada y perezosa, ante las últimas palabras del detective- Interesante, ¿eh? ¿Es tu manera de resumir "eres una friki y tienes unas tetas bastante decentes"? - preguntó aún con la boquilla de la botella apoyada en los labios- Sí, está siendo un día distinto. Es raro. Beber y fumar con alguien es lo más "normal" que he hecho en los últimos cuatro o cinco días. - admitió, volviendo a darle un trago a la cerveza- Dime que ahora no vas a decirme que en realidad sí que eres un psicópata y me has traído a tu casa para que nadie pueda presenciar todas las atrocidades que piensas hacerme. 

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22/07/2018, 17:04
Sebastian Task

Siendo honesto... creo que una barrera es nuestra mejor defensa contra los nazis. No sé de qué otra forma podrías salvar el pellejo salvo uniéndote a ellos.

Destruyéndolos pensó Sebastian. Aunque no pronunció palabra alguna. Esperando a que los alemanes se acercaran, se confiaran, y luego dando un contrataque tan fuerte que cortara el mal de raíz. Task estaba más que convencido de que podía hacerse. Que no había enemigo lo suficientemente poderoso. No si se organizaban bien, aunaban recursos y tenían un buen plan. Con la infinita variedad de poderes que podían desplegar los Hijos de Dios, todo podía hacerse.

Pero no sabía si disponía de tiempo suficiente. De hecho, aún estaba lejos de lograr cualquier avance en ese sentido. Avalon no había logrado nuevos reclutas... salvo a Morrow claro, y a cambio habían perdido a Harper. Por otro lado, Novák no parecía dispuesto a unirse a ellos, y Hollow no le había informado de la aparición de nuevos Vitalistas dispuestos a unirse a su causa. Quizá era hora de cambiar el mensaje. Quizá era hora de buscar idealistas que desearan unirse a Avalon sin conocer su verdadero propósito. Sí, el fanatismo y el idealismo siempre lograban mayores acólitos que cualquier otro propósito. La historia lo había demostrado.

- Buscaré aceleradores de partículas. - Afirmó Task. No sabía cómo o de dónde podía conseguir alguno, pero trataría de conseguirlos. Cualquier cosa que ayudara a Kurt y que pudiera servir para frenar a los nazis llegado el caso. - Y respecto a Red... digamos que hipotéticamente pudiera permanecer sedado hasta que tuviéramos que usarlo... Te diría que hipotéticamente puedo conseguirlo, así que cuenta con ello en un hipotético caso. - Dijo repitiendo la fórmula de Novák y sin poder evitar emitir una sonrisa.

Suponía que Novák no tenía muchos más asuntos que tratar, y ya iba siendo hora de ponerse manos a la obra. Task se despidió formalmente de una de las pocas personas de New Sydney por las que sentía todavía algún respeto.

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22/07/2018, 17:07
Ethan McKenzy

Ethan no pudo evitar sonreír ante la respuesta de la chica. Se encogió de hombros y se inclinó hacia adelante. 

- Joder...  supongo que es un buen resumen. Yo tampoco sé cómo  coño me he visto envuelto en todo esto, pero sé que tengo que encontrar una respuesta para ese cabrón, y quizá en eso puedas ayudarme. - Echó un vistazo distraído a la cerveza. - Si quieres, claro. - Entonces, antes de que ella respondiera se dio cuenta de que había algo a lo que no había contestado - Sobre lo de si soy un psicópata...

Miró hacia arriba, frunciendo el ceño, fingiendo que pensaba. Luego sonrió con picardía, como si de repente lo entendiera todo. 

- Bueno, no sé si lo soy. Pero la verdad es que sí que hay muchas cosas que me gustaría hacerte. - ¡Pum! La cerveza dejó salir el lado menos humano de Ethan. Fijo su mirada en ella, serio, sin apartarla ni un segundo, sin plantearse cómo podía sonar aquello. ¿Por qué la encontraría tan interesante? Quizá era ese especie de aura de drama, quizá solo era que se parecían o, bueno, podrían ser sus tetas. De una forma o de otra, despertaba algo en él, aún estaba por ver si era bueno o malo.  Finalmente, se dio cuenta de que podía estar asustando a al chica. - De todas formas, no tienes de que preocuparte. No te he traído con ese propósito. Puedo ser un cabrón, pero sigo siendo legal. Nunca te haría nada que tú no quisieras. - Sonrió y se levantó del sillón, se inclinó para coger la lata de cerveza, quedando a poca distancia de ella, y dijo en voz baja. - Además, no tengo claro que te gustaran mis métodos. 

Se levantó de nuevo. - ¿Otra cerveza?

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23/07/2018, 00:13
Narrador

Kurt se despidió de Sebastian y dio por terminada la llamada. Aunque bienintencionado, y dedicado a mejorar el mundo como un buen filántropo tecnológico, Kurt Novák comprendía que en muchos casos el progreso requería sacrificios. Y si ello requería vulnerar los derechos humanos de Robert Red, que así fuera. Que el hombre fuera un asesino de masas descarriado y claramente demasiado peligroso como para simplemente encerrarlo entre barrotes... bueno, ayudaba a estar de acuerdo con esa decisión.

Pasaron semanas.

El Doctor Sapiens había hecho progresos significativos en su terapia contra el envejecimiento. Había conseguido combatir con éxito cuatro de los ocho procesos asociados, aunque aún cabía asegurarse de que el proceso no terminaba rejuveneciendo a Sebastian. También había podido retrasar los otros cuatro, aunque no de forma definitiva. Con unas semanas más tendría un producto útil, aunque para que fuese idóneo necesitaría algo más de tiempo. Nada fuera del plazo que estimó inicialmente.

La terapia para Sarah se encontraba en un estado similar. El Doctor Sapiens no tenía idea de la situación de salud de Sarah, pero la realidad era que la mujer no había hecho progresos significativos. Tras un par de días se despertó de su ensueño, aunque siguió visiblemente cansada, tanto física como mentalmente, durante el resto de la primera semana. Pasada esa semana podía hacer una vida "normal", pero era obvio para Sebastian que no era la misma.

Tenía ataques de ira repentinos, ocasionalmente volvían los recuerdos con un dolor agudo en la cabeza, y sufría terrores nocturnos todas las noches. Su comportamiento se había vuelto más valiente, temerario incluso, pero salvando la agresividad y propensión a la rabia, su personalidad seguía intacta.

Morrow demostró no ser ningún santo. No era un hombre inherente malvado, y demostró más consideración por evitar "daños civiles" que Harper, haciendo del hampa algo más sutil y elusivo a ojos de Omega, que de por sí no prestaba demasiada atención a la mafia de la ciudad. Y aún así, Morrow demostró tener el gatillo más fácil que Harper a la hora de tratar con insurgentes o quien no daba la talla. Sus torturas eran menos creativas, pues ya no había fuego, ratas o dientes arrancados, al menos, no la mayoría del tiempo, pero mataba más frecuentemente, y lo normal era que los cuerpos acabasen desmembrados y en bolsas de basura. En ocasiones incluso devoraba en público el alma del sujeto, algo que según él no le hacía más fuerte dada la mediocridad de los individuos... pero seguía enviando un mensaje tan claro como aterrador.

Pero la guerra era inevitable, y estaba empezando. Tras una guerra fría durante las primeras semanas, dos territorios en disputa comenzaron un sutil fuego abierto. Nada a la luz del día. Nada en público. Pero ya se habían producido varias redadas a las tapaderas y lugares francos de ambas mafias, con bajas mortales. Trevor había reclutado a un nuevo Hijo de Dios al que había nombrado segundo al mando de su hampa. Un hombre ruso capaz de controlar el cemento - algo muy apropiado para la mafia -, que se alimentaba en la energía vital de los demás para amplificar sus capacidades. No era ni de lejos alguien tan peligroso como Zimmerman... pero no dejaba de complicar las cosas significativamente.

Por lo Task pudo averiguar, se trataba de un empresario ruso adinerado, con una cadena petrolífera y una multinacional de construcción, que había controlado la mafia al otro lado del globo... hasta que los nazis empezaron a forzar su mano. En su hampa hay al menos otros 3 Hijos de Dios en altos cargos... por lo que es posible que esté preparando el terreno en New Sydney para una inmigración. Aliarse con Trevor le daba un ejército en Sydney... pero seguía sin contar con sus propias tropas.

Nadie en la mafia sabía de Robert Red lo suficiente. Alguno le había vendido armamento ocasionalmente, o comerciado con algún bien robado - oro, armas, drogas -, pero era algo aislado. El hombre era un fantasma. Sarah, sin embargo, colocó en un mapa las posiciones desde donde solía atacar, y estimó que Robert posiblemente tuviese dos refugios, en dos sectores diferentes de la ciudad. Pudo ubicar cuales, pero sin concretar más allá de unos cuantos kilómetros a la redonda. Solía atacar sitios públicos, en ocasiones en busca de recursos -como un banco-, pero en otros simplemente hacía acto de presencia cuando los soldados de plomo de Omega salían a jugar contra otro villano arquetípico.

La Resistencia comenzó como algo humilde en el Purgatorio. Unos pocos interesados sin un cabecilla claro. Pero en unas semanas, se convirtió en algo relativamente significativo, con alrededor de una decena de miembros relativamente estables. Pese a todo... estaba claro que el proyecto estaba verde, y ninguno de ellos tenía el talento sobrenatural, la astucia, ni el valor como para resultar verdaderamente útiles en una guerra real. Eran por comparación cultistas rasos y prescindibles, sin siquiera mucha convicción por la causa, pero unidos en un recelo a la hora de confiar en el gobierno.

Morrow los clasificó de "inútiles", explicando que su Alma ni siquiera sería lo bastante poderosa como para aumentar los poderes de nadie en la cúpula... en caso de ser devorada. Pero concedió que podían ser útiles como carne de cañón o pequeños recados que requiriesen de algún pequeño "talento inusual para las leyes de la física, o termodinámica, o como quieras decirlo".

Finalmente, Task consiguió varios planos y diseños de aceleradores de partículas. Varios habían sido construidos, otros eran sólo proyectos. También se hizo en sus manos con uno de dimensiones modestas, y consiguió acordar el envío de un par más, uno desde Hong Kong y otro desde Tokyo. Había un tercero que iba a venir de Estados Unidos, pero no funcionaba y nadie sabía explicar porqué.

Lidiar con Estados Unidos fue difícil. Tuvo que utilizar la Dark Web para ponerse en contacto con grupos paramilitares que vivían en las zonas no protegidas de la radiación. Carroñeros que se ganaban la vida con asuntos tan mezquinos como la trata de personas. ¿Su pago por el acelerador que no funcionaba? Armas, munición y drogas.

Con Hong Kong fue un limpio intercambio con una empresa. Lo mismo con Tokyo... aunque el gobierno de Japón era corrupto hasta la médula y estaba en plena guerra civil, afectado en algunos casos por la radiación y una inusual "plaga" de "criaturas" que claramente recordaban a las bestias de carne que Zimmerman utilizó en su momento. Sorprendentemente, Tokyo aseguró que proporcionaría otro acelerador... a un precio justo.

Novák comenzó a tratar. Seguía pasando tiempo jugando a construir soldados de grafeno e interfaces cerebro-ordenador, así como vehículos aéreos eléctricos y otras fantasías del hombre, pero hizo de aquel acelerador su prioridad. En un par de semanas tenía lista una base a las afueras de New Sydney, en un recinto protegido por sus Patriotas cual Área 51. Una pequeña flota de ingenieros devotos prácticamente vivían ahí... durmiendo en sofás y colchones hinchables incluso. Sus salarios, no obstante, eran muy generosos.

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24/07/2018, 18:19
Bevidiere Lafayette

- ¿Tus métodos?- preguntó, sin parecer espantada por la manera en la que McKenzy dejaba en claro sus intenciones- Bueno, ¿y cómo voy a valorar la validez de tus métodos? ¿Cómo voy a juzgarlos sin haberlos probado antes?- dijo, levantándose, y acercándose a él hasta ser capaz de olerlo, de sentir el calor de su cuerpo, y de sentir el aire que exhalaban su respiración y sus palabras.

- Dime, ¿puedes acaso ofrecerme algo más que una cerveza o eres uno de esos tipos que se llenan la boca de palabras ominosas y amenazas veladas que jamás llegan a cumplirse?- preguntó, enarcando una ceja, mientras apoyaba una mano sobre su pecho- Porque yo... Estoy hasta los cojones de que me amenacen. Así que si vas a hacer algo... Joder...-dijo, entrecerrando los ojos, mordiéndose el labio inferior, antes de lanzarse, ávida, hacia su boca, saboreando en su lengua las trazas del whisky que McKenzy había pedido en la cafetería, el sabor de su cerveza, y el amargor inconfundible del tabaco rubio- Si vas a hacer algo...- repitió, jadeando, tras haberse separado, casi tan apresuradamente como había llegado- Hazlo...

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27/07/2018, 19:00
Sebastian Task

Un cúmulo de pensamientos se arremolinaban como si fuera una tormenta en el interior de la cabeza de Task. Era una lástima, pero dadas las circunstancias no podía centrarse en su objetivo de controlar por completo el hampa en la ciudad. Eso ya no era prioritario.

La prioridad número uno habían pasado a ser los nazis, sin duda alguna. Y no podía conformarse con el plan de Novák. Pues Sebastian no era un hombre que le gustara hacer jugadas claras. Siempre tenía que existir un plan B. Y un plan C... como mínimo. Y, adicionalmente, unos planes D, E y F de los que los primeros no tuvieran conocimiento de su existencia. Así era el mundo de los negocios y la política. Así era como acabaría por convertirse en el auténtico número uno. Primero de Australia. Luego del mundo.

Recordó la enorme cantidad de tareas que tenía pendientes. Sus aspiraciones y objetivos. Sus aliados y la gente que necesitaba protección. Todo se resumía en una cosa: Sarah. Ya no era la misma y Task no podía confiar en que ella pudiera usar sus capacidades al cien por cien para el equipo. De hecho, lo odiaba pero era cierto, no podía confiar en que los nazis no estuvieran latentes en el interior de su cabeza... esperando para salir y usar a Sarah como peón o moneda de cambio.

No iba a permitírselo. De un modo u otro, no lo haría. Sapiens no había avanzado con Sarah, pero parecía más preocupado por fabricar el suero específico de la inmortalidad para Task que por la salud mental de la mujer. Aquello frustraba y enojaba a Sebastian por partes iguales.

Tampoco había dado el más mínimo paso adelante para descubrir la identidad de Omega. Ni sabía más sobre los proyectos de Novák... salvo su supuesta barrera contra los alemanes. El detalle de ese proyecto y los otros que Kurt tuviera en mente seguían fuera del alcance de Task pese a que estaba poniendo todo de su parte para conseguir los materiales y recursos que el científico necesitaba. Blake y los Iluminati habían desaparecido del mapa y Sebastian se preguntaba hasta qué punto le mantendrían vigilado. A él y a sus operaciones.

Seguía sin tener clara la ubicación de Robert Red y el proyecto de la Resistencia... bueno, aún le faltaba empuje, y una personalidad carismática e irresistible a la que las masas siguieran. Por absurdo que fuera, le vino a la mente Lance. ¿Sería posible utilizarlo como cabeza visible de ese nuevo movimiento? Quizá... o quizá no.

Pero era hora de poner las cosas claras e ir cerrando puntos. No podía permitirse tener tantos frentes abiertos así que tiró de agenda y contactos, y convocó dos reuniones. La primera con Locke. Iba siendo hora de que él y el esquivo Trevor se vieran las caras. Frente a frente. Por fin.

La segunda debía ser más discreta. Mucho más discreta. Sin que nadie más se enterara. Quería que Hollow invitara a Lance a alguna fiesta en el Purgatorio, y una vez allí, cuando el hombre al que tanto le encantaban las fiestas estuviera un poco más apartado... Hollow debía teleportarlo a la sala inferior. Allí estaría esperando Sebastian para mantener una agradable conversación con Lance.

Si salía bien, podía frenar la guerra por el hampa y además comenzar a promover aún más su movimiento de Resistencia. Todo ello al mismo tiempo. Si salía bien...

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31/07/2018, 01:58
Lance Knight

 

"Sir" Lance Knight era un hombre en decadencia. Un viejo agente del MI6, y hoy día una vieja gloria. Era, en términos simples, una versión mediocre del archiconocido Viktor Eichmann. Como el alemán, Lance disponía de un aura de magnetismo y convicción que se expandía lentamente, pero que podía potenciar de forma explosiva con su propia energía. Además, disponía de poderes explícitos de persuasión, sin despreciar sus habilidades naturales con un pico de oro.

Pero desde luego, aunque cayese bien a la mayoría de gente y pudiese resultar muy convincente, sus poderes no llegaban a los límites aberrantes de someter a masas o esclavizar a personas contra su voluntad... metiéndolas en una tenebrosa celda de adoración en ocasiones mezclado con un confuso odio ahogado. Knight no era una amenaza simplemente por estar en su presencia. Al menos, no en ese sentido.

Pese a que otrora cargaba pistola y placa, solía encargarse de tareas diplomáticas por su set de habilidades. Pero Lance fue uno de los primeros en desaparecer en acto de servicio, en Ginebra, cuando los nazis se acercaron demasiado a las costas de Reino Unido. Años después apareció en New Syndey, recién salido del agujero donde hubiera estado metido, y aseguró que estaba retirado y sólo buscaba disfrutar de su jubilación.

Seguía siendo, pese a ello, una celebridad. Asistía a cualquier fiesta organizada por las altas esferas, y sus desfases en clubs nocturnos y de la alta sociedad eran noticia regular en televisión. Sobretodo las organizadas en el yate de Kurt Novák, donde se soltaba la melena. Varias veces había sido usado reprendido por usar sus poderes de persuasión, borracho, de forma... moralmente incorrecta. Generalmente con otros hombres habiendo alguna mujer presente.

No fue nada difícil hacer que se personificase en el purgatorio. De hecho, se encontraba en uno de los reservados con dos elegantes mujeres en sus treinta y pico años. Cuando ambas fueron al aseo a "arreglarse", Hollow entró por sorpresa, enganchándolo por sorpresa, y lo teletransportó al subterráneo.

O ese era el plan.

Hollow había agarrado con un puño la camisa negra del vividor, pero tenía una mejilla roja con la marca de un puñetazo, señal de que su intento inicial había fracasado. En cuanto se teletransportaron en la habitación, Lance rompió el agarre con un barrido de antebrazo y, mostrando una celeridad sobrenatural, agarró a Hollow de un hombro y tiró hacia él, agarrándolo por la espalda y aferrándole del cuello. Entre sus dedos, con la mano opuesta, apareció un diminuto filo transparente pero afilado y lo suficiente largo para atravesar a Hollow.

Te atravesaré el cerebro antes de que Task me impacte, así que dile que se relaje— dijo sin más, mirando al empresario multimillonario a los ojos.

Claramente, Lance seguía en forma. Cabía mencionar que un par de gotas de sudor afloraron en su frente, mostrando que semejante despliegue de velocidad le suponía un esfuerzo significativo, y aún así, seguía sin estar remotamente cerca de la grotesca celeridad de Ancel Zimmerman hacía unas semanas. Era lo bastante rápido como para ser más rápido que un humano debería, pero no lo bastante como para que no fuese posible combatir. Desde luego, le ayudaría en combate, pero podría hacer un despliegue así durante poco tiempo, y aún así sería posible hacerle frente... en lugar de hacer el ridículo indefinidamente contra él como Zimmerman pudo jactarse en su día.

Pero desde luego, semejante reacción de "control" ante un teletransporte forzado, así como cargar un arma blanca oculta de forma tan discreta, decía mucho sobre si Lance Knight merecía o no ser un ex-agente del MI6 y haber recibido el título de "Sir" pese a su tendencia al alcohol, las fiestas y las mujeres.

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08/08/2018, 17:32
Sebastian Task

Un interesante set de habilidades... pensó Sebastian mientras mantenía la mirada de Sir Lance. El millonario se mantenía estoico, con el semblante serio, tratando de no mostrar ningún atisbo de emoción. Una habilidad que se le daba bien.

Sólo tuvo que lanzar una brevísima mirada a Hollow para confirmarle que podía teleportarse de vuelta en cualquier momento. Debía seguir con su gestión del Purgatorio, y no debía interrumpir a Task y Knight durante la siguiente hora. Ése era el plan. Sebastian, además, confiaba bastante en sus propias capacidades para manejar al ex-agente del MI6 en caso de ser necesario. Que le amenazara a él con un cuchillo se le antojaba de risa... incluso con la celeridad aumentada de Knight, o su posible fuerza sobrehumana, si la tenía.

Negó con la cabeza.

- Sir Knight... Si tuviera intención de dañarle no estaríamos manteniendo esta conversación aquí... en un lugar sin entradas ni salidas, sin cobertura para los móviles y donde ninguno de sus poderes, ni sus contactos, puede mantenerle a salvo indefinidamente. - Comentó con un tono exageradamente calmado. - Tiene que comer, y beber... asumo. - Continuó diciendo mientras mostraba una sonrisa lobuna. - Aquí no hay comida ni agua. Solo deseo hablar con usted en privado... Y mantener esta reunión en secreto. - Aclaró haciendo un gesto de paz con ambas manos.

Se giró para mostrar al vividor una botella de un whisky escocés de alta gama, dos copas y todo reposando sobre la única y pequeña mesa circular de aquella sala subterránea. Solo había dos sillas, señal de que esa reunión se había preparado a conciencia. Task se encaminó hasta una de ellas y se sentó con elegancia antes de indicar con un gesto la otra silla y servir whisky en ambas copas. Dejó una frente así, y deslizó la otra con suavidad hasta el extremo opuesto de la mesa esperando a su invitado.

Miró de nuevo a Lance... con curiosidad por si soltaría a Hollow, o si éste se teleportaría primero por sorpresa dejando a Knight con un palmo de narices.

- Esta reunión no tiene un objetivo agresivo, señor Knight. - Continuó Sebastian como si pensara cómo continuar aquella conversación. Lo cierto era que lo había meditado a conciencia y había preparado su discurso, siempre lo hacía.

- Dice estar retirado, pero hace gala de un amplio abanico de habilidades... - Comentó. - Usted, yo... todos los que son como nosotros y bueno... el mundo entero está amenazado. - Indicó. Era evidente para todos. - El hecho de que los alemanes vayan a venir a New Sydney no es novedad... Era solo una cuestión de tiempo y todo el mundo lo sabe. - Indicó, aunque antes de que Lance interviniera, alzó un dedo para avisar de que no había acabado. - Pero todo se ha precipitado, ya están en camino. -

- Creo que es usted un superviviente. Le interesa su supervivencia por encima de todo, y no le juzgo... créame, le comprendo muy bien. Es algo natural. - Dijo explicando su postura. - Me vigilan, y supongo que a usted también, de ahí el secretismo de esta reunión. Tengo un plan... bueno, a decir verdad varios... para librarnos de los alemanes de una vez por todas... y para siempre. -

Dio un sorbo de su copa, saboreando el whisky y el momento.

- Dígame... ¿le interesa saber más? ¿Quiere saber qué le propongo? ¿O prefiere simplemente que nos acabemos esta copa y cada uno que se vaya por su camino? Es libre de escoger... de hecho, en este último caso, cuando le cojan los alemanes no les mentirá cuando responda que no sabía nada de mis planes... -

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10/08/2018, 01:29
Lance Knight

Lance escuchó de forma paciente, aunque era obvio que se mantenía alerta y no despegó el filo del cuello de Hollow. Pese a ello, era bueno manteniendo un rictus tenso sin denotar emociones, pese a que normalmente era el perfecto reflejo de un hombre demasiado pasional y que se rendía a la tentación de sus deseos.

Si intentas algo, mueres— sentenció el hombre, pegando sus labios a la oreja de Hollow—. Quizá no puedas notarlo, pero muy lentamente estoy drenando tu energía— comenzó a explicar—. Tan despacio que no cansas, pero me permite detectar alteraciones en el flujo para saber cuándo intentas utilizarla. Me da igual cuán rápido puedas usar tu poder... te aseguro que te atravesaré antes de que desaparezcas— parecía intentar convencer a Hollow para no perder su ticket de vuelta, pero no dejaba de mirar a Task, su amenaza real—. O conoces a un Hijo de Dios que pueda curar con su energía en segundos, o estás muerto. Y no hay muchos, así que diría que dependes de mí. Asumiendo que puedas teletransportarte solo aún estando en contacto contigo.

Lo cual indicaba que no todos los Vitalistas podían. Probablemente según la naturaleza específica de sus poderes o su estadío de control.

Tiene una forma muy rara de hacer amigos, Task— se enfocó el ex-agente—. Eso se lo concedo. Aquí es exactamente donde llevaría a alguien si quisiera hacerle daño. Si quiere hablar, ¿porqué no le dice a su lacayo que nos saque de aquí y nos tomamos ese whisky en los reservados? O cualquier sala cerrada a estas horas en su empresa— preguntó señalando la botella—. Al menos conserva el buen gusto de tus tiempos en Reino Unido.

No en vano, Lance "Knight" era británico. Era curioso como el hombre trataba de tú a Hollow y usted a Task.

Empujó con su pierna a Hollow, indicándole que se sentase en el asiento que quedaba libre frente a él. No dejó de sostenerle, manteniendo un gancho en su cuello con el filo contra la piel.

Bebe— dijo sin más a Hollow. Aunque era una petición extraña, lo más natural era que quisiera asegurarse de que no había nada raro en el alcohol contra lo que Task estuviese protegido. Cosas más raras habría visto trabajando para el MI6—. Mis habilidades no desaparecen con los años, Task. Especialmente en plena guerra mundial. Estaré retirado, pero los tipos como yo siempre tienen que vivir con un ojo abierto— asintió con la cabeza de forma testaruda—. Dicho eso, le escucho. No quiero que eso le lleve a pensar que me interese, pero le escucho. Le caes bien a Novák, y ese pirado sabe montar una buena fiesta— se justificó—. En el hipotético caso de que me cogiesen los nazis estoy jodido de todos modos.

Pese a lo tenso y agresivo de la situación, Lance era un tipo que caía bien. Su cuerpo seguía en tensión, y su mirada también, indicando que no estaba para juegos y esa situación le desagradaba profundamente. Pero su discurso era una mezcla agradable de sarcasmo, tranquilidad y negociación, casi persuasivo, y daba a Lance un aire más cálido.

Era jodido admitirlo, pero a Task le caía bien ese tipo. Simplemente... había causado una buena primera impresión.