Querido Diario

Tenemos que hablar.

"Perdona a tus enemigos, pero no olvides sus nombres"

John F. Kennedy

Posibles citas para Sebastian Task:

-          Hay dos clases de dolor, el dolor que te hace fuerte y el dolor inútil, ese dolor que sólo provoca sufrimiento. No tengo paciencia por las cosas inútiles.

-          Los momentos así requieren a alguien que actúe, que haga lo desagradable, lo necesario.

-          El camino hacia el poder está pavimentado de hipocresía.

-          El poder es mucho como los bienes raíces, todo es sobre ubicación, ubicación, ubicación. Mientras más cerca estés a la fuente, el valor de tu propiedad será más alto.

-          La proximidad al poder engaña a algunos a creer que lo ostentan. Yo pongo fin a esa clase de pensamiento antes de que empiece.

-          Vaya pérdida de talento. Él eligió el dinero en lugar del poder, un error que en este pueblo casi todos cometen. Dinero es la mega mansión que empieza a caerse a pedazos después de 10 años. Poder es el viejo edificio de roca que resiste por siglos.

-          Como un gran hombre* dijo alguna vez: todo es acerca del sexo. Excepto el sexo. El sexo es acerca del poder.

-          Lo que un mártir anhela más que nada es una espada sobre la que caer. Así que afilas la espada, la mantienes en el ángulo correcto y entonces tres, dos, uno…

-          Omega entiende la diferencia entre dinero y poder. Eso es precisamente lo que lo hace peligroso. Él no mide su riqueza en jets privados, sino en almas compradas.

-          Así es como se devora a una ballena, [nombre de aliado], un mordisco a la vez.

-          La generosidad también es una forma de poder.

-          Siempre está bien que te deban favores.

-          Un hombre siempre tiene dos razones para hacer lo que hace, una buena y la verdadera (J.P. Morgan)

*Oscar Wilde

Informe Psicológico

*No es un informe psicológico como tal, pero aquí englobo todos los aspectos psicológicos que no se ven en la historia, y que seguramente puedan encontrarse con una exploración profunda de la psicología de Ethan. No lo indico en la ficha (como estaba en Salvadores Salvados) por evitar hacerlo más "engorroso", me ha parecido que quedaba más limpio aquí. 

Proyectos destapados:

Obsesiones del personaje y asuntos inacabados: 

- Charlie: A Ethan le obsesiona su hijo. Vive pensando en él y oyéndole todo el tiempo. Pero nunca ha tenido el valor de mirarle, o de decirle nada más allá que un simple "lo siento" es sus noches de borrachera. Ethan sabe que tarde o temprano tendrá que enfrentarse a sus miedos y mirar a Charlie a los ojos, pero fervientemente desea morir antes de que eso pase. 

- El asesino de las universitarias: Ethan abandonó por completo la investigación. Nunca leyó los últimos informes sobre lo encontrado en casa del asesino, ni lo que le pasó a su familia. Del mismo modo, nunca ha ido a visitar al asesino a prisión y trata de evitar pensar en él demasiado a menudo, aunque en el fondo desea por encima de todo torturarle hasta la muerte. 

- Su trabajo: Su trabajo es una obsesión. Se entrega a cada caso al 100% y no importa que le echen del caso, le retiren o incluso que la investigación quede aparentemente cerrada. Si no lo ve claro, seguirá y seguirá y seguirá, entrando en obsesiones circulares que no parecen tener fin.  Hay que recordar que para Ethan su trabajo es la única vía para olvidarse de todos sus traumas del pasado y una manera de canalizar su ira y su rabia. Sin su trabajo, Ethan tendría uan depresión grave y posiblemente sería completamente asocial. 

Entorno social: *Ejemplos de PNJ's con los que Ethan se relaciona o se ha relacionado se encuentran en su ficha (en el apartado de Historia- Testimonios y en el apartado de "Notas" incorporado a la historia. 

- Ethan no es un inepto social. Sabe ganarse a la gente, y mostrarse como una persona empática con mucho tacto. No obstante, debido a las tendencias auto-destructivas en las que se centra, se niega a trazar lazos sociales y a relacionarse con los demás. Esto junto con la necesidad de hablar con una excesiva franqueza, han hecho que sea una persona solitaria, carente de amigos y con muy pocos apoyos sociales. 

Reflejos de Paulov: 

- Si Ethan viera u oyera a su mujer, sentiría tanto alivio como dolor, ambos por igual. Es muy probable que Ethan quedara echo polvo si recibiera ese "tipo de visita". 

- Encontrarse cara a cara con el asesino de su mujer y de su hijo haría que Ethan entrara en algún tipo de furia asesina.

- El detective evita tanto como puede a los niños. Si es necesario, puede interactuar con ellos, pero suelen recordarle demasiado a Charlie. 

- El día en el que Ethan vea a Charlie posiblemente deberá afrontar de nuevo todo lo ocurrido, su culpa o su participación en ello, y desde luego, deberá lidiar con la pérdida. Según la fuerza mental que tenga entonces es posible que se venga abajo, o que crezca a partir de ello, avanzando hacia la superación. 

- Ethan es un drogadicto y como tal, si no pudiera medicarse, sufriría el síndrome de abstinencia y aunque tiene una alta capacidad de auto-control, es difícil que respondiera de sí mismo. 

Hobbies: 

- La lectura: Si en algo no ha cambiado Ethan desde su niñez es en su afición por la lectura. Más concretamente... le encanta el género de terror y las novelas criminales. 

- Cocinar: Pocos creerían que el detective McKenzy tendría una afición como esta, pero sí... le encanta cocinar todo tipo de recetas. En especial, le encantan los platos especiados y adora el picante. 

- Meditar: Ethan da una importancia muy grande a la auto-reflexión, a la meditación y al conocimiento de uno mismo. Es la única vía que ha encontrado para seguir adelante. Es habitual que medite entre una y dos horas al día. Para ello, suele usar la música, los movimientos cíclicos o la religión. 

 
Manías: 

- Fumar. Casi constantemente, tanto como sea posible. 

- Decir palabrotas. Salen de manera natural por la boca del detective y rara vez las puede contener. 

- Manipular. Es algo que a menudo hace sin querer, un don que tiene desde hace tiempo, convence a las personas para que hagan lo que quiere. 

- Ser desagradable. No es una manía realmente, pero lleva tanto tiempo haciéndolo que es casi una costumbre. No pretende ser antipático, pero suele serlo sin querer. 

Rasgos característicos: 

- Una herida de bala, en un tiroteo hace ya varios años, en el costado izquierdo. 

- Una cicatriz en la barbilla, disimulada. Ethan tenía 5 años cuando saltó desde un tejado creyendo que su abuelo le cogería. Entonces no era capaz de distinguir cuando alguien estaba muerto y cuando no. Se rompió tres costillas y recibió 7 puntos en la barbilla. 

- Una cicatriz en la rodilla. 5 puntos. Se la hizo cuando era pequeño, tras salir corriendo como alma que llevaba el diablo en busca de su perro Toby, que había muerto sacrificado una semana antes. 

- También tiene una cicatriz en la muñeca. La mayoría cree que es una cicatriz que se hizo en sus tiempos de detective, persiguiendo a una de las bandas de motoristas de la ciudad. Lo cierto es que esa historia tiene parte de verdad, pero esa cicatriz se borró con el tiempo. Esta es mucho mas nueva, y se produjo a los pocos meses de morir su familia. Fue el único intento de suicidio que tuvo Ethan. Trató de cortarse las venas en la bañera de su casa, pero allí descubrió que le faltaba valor para quitarse la vida, y los gritos de Charlie le impedían llegar hasta el final. 

Tótem: 

- Ethan nunca se ha quitado el anillo de casado, y seguramente no lo haga nunca. Aunque no piensa en su mujer por el simple hecho de llevarlo, de vez en cuando juega con él, y lo hace rodar de manera automática cuando necesita meditar. 

Consejo de madre: *Si pudieras, ¿qué consejo le darías al personaje?*

- Afrónta tus miedos. Vive o muere con ellos, pero plántales cara. Tolérate, perdónate, y llora. 

Cimientos:

Lugar de origen: Un pueblo en las afueras de New Sydney. Abandonó la casa de sus padres en cuanto cumplió los 18 años. Siguen vivos, pero nunca les habla, nunca les llama, y evita tanto como puede saber nada de ellos. 

Mentalidad: 

Vive en la agonía. Sufre a diario por la culpa, y nunca ha superado la pérdida de su familia. Es un escéptico y un cínico. Odia a todo el mundo tanto como se odia a si mismo por no haber sido capaz de cuidar de su hijo y de su mujer. Está estancado, no es capaz de mirar hacia adelante, y tampoco puede mirar hacia atrás porque le aterra, así que vive simplemente por vivir... deseando que su muerte llegue mejor antes que después, y obsesionándose con un crimen tras otro para olvidar su desdichada existencia.

Asuntos del corazón: 

- Nunca amará a nadie como amó a Emily, y nunca lo ha intentado. Las pocas relaciones que ha tenido nunca llegaron a buen término, y no cree que vaya a poder compartir el resto de sus días con nadie. 

- Sexualmente es un individuo activo, no le importa pagar por sexo si hace falta. Es bueno en la cama, pero es brutal, despiadado y a veces algo agresivo. Para Ethan el sexo es un modo más de liberar toda su rabia. Simple y llanamente... otra catarsis. 

Lo sobrenatural: 

Sabe que tiene capacidades sobrenaturales, y el día que lo aceptó es el día que se reconcilió consigo mismo y se convenció de que no estaba loco. Aún así, aunque muchos saben que tiene ciertas habilidades, no habla de ellas abiertamente y desde que era pequeño, nunca le ha vuelto a decir a nadie que es capaz de ver o de hablar con los muertos. 

Curvas cerebrales:

Motivaciones: No tiene aspiraciones o motivaciones como tal. Ve la vida como un ciclo, una pesadilla que simplemente vives y luchas esperando que acabe. Para él, nada tiene un sentido trascendental, somos hormigas en el universo y nuestra existencia no debería tener más significado ese. 
Miedos: Charlie, Emily, y en ocasiones, él mismo. 
Amores: Resolver crímenes, cazar a los malos, y manipular las mentes de los criminales. 
Odios: Los criminales que hacen daño a los niños, sean cuales sean. La gente. El aire. La ciudad. El mundo. La religión. La ineptitud. La corrupción. Todo. 
Virtudes: Templanza. Inteligencia. Bondad (en el fondo). Auto-conocimiento (es un personaje que se conoce mucho a sí mismo). Manipulación. Conocimiento de muchas y variadas cosas. 
Vicios: Mal carácter. Adicciones. Amargura. Rabia. Depresión. Carácter obsesivo. 

Extractos del entrenamiento de Radoslav Levin a manos de Pavel Levin.

1 de Abril

Cala poco transitada en la costa cercana de Sydney. Orilla. 7 AM. Edad: 10

Pavel y Rado se encontraban ambos vestidos con un simple bañador y una camiseta de tirantes, el día había despuntado hacía poco pero el frío era aún palpable. Rado temblaba, Pavel estaba acostumbrado, así que su piel se quejaba erizando sus vellos, pero no dejaba que sus músculos le delataran.

- Hoy vas a correr por la orilla, - Pavel rompió el silencio - ida y vuelta, tantas veces como sean necesarias hasta que simplemente no puedas dar un paso más.

La cara de Rado, hasta ahora compungida en una especie de seriedad forzada y expectante, se torció en un gesto de sorpresa y desagrado.

- Pensaba que me ibas a enseñar a usar mis poderes, no a tenerme corriendo sin sentido toda la mañana.

- Primero correrás, hasta que crea que estás preparado. Luego vendrán los poderes, cuando realmente tengas la fuerza y sabiduría necesaria para usarlos.

- Saltémonos lo de correr entonces, ya sé cómo usarlos. Mira.

Rado seleccionó una piedra no más grande que su pulgar que estaba alrededor de sus pies, y “tiró” de ella con sus poderes, acercándosela. No había calculado bien el punto hacia el que se dirigiría y la velocidad del tirón, así que tuvo que mover la mano frenéticamente en posición, pero acabó cogiéndola antes de atacarse a sí mismo con ella.

- Perfecto.

Pavel cogió entonces una pesada piedra sobre la que habían estado sentados hacía unos momentos y la levantó por encima de Rado. Para ello necesitó usar su mejora física y aun así le costó, pero al final lo logró.

- Si ya sabes usarlo, podrás mantener esta piedra sobre tu cabeza sin que te toque, y salir de debajo cuando veas que no vas a poder más. ¿La tienes?

Rado encendió su poder, que vibraba ya en su interior requiriendo su atención, el opuesto al que había usado justo antes, y pudo percibir entonces bastantes cosas a su alrededor. El centro de masas de las mismas. El más importante, el de la roca que estaba sobre él. No podía verlo, pero sabía que estaba ahí y podía realizar la conexión. En cuanto lo hizo algo en su interior hizo clic, y toda esa energía que antes vibraba sin más ahora tenía un lugar al que ir. Empezó a empujar la piedra.

En cuanto su hermano notó el empuje de Rado, soltó la roca, y por un momento – no sería el último – pensó que iba a morir: Esta empezó a bajar a toda velocidad. En una fracción de segundo multiplicó la energía que expulsaba en el “empuje” por diez, y aun así la roca siguió bajando lentamente, así que tuvo que añadir más y más fuerza al empuje. No había manera, la roca seguía bajando, y Rado se sentía cada vez más… aplastado. La roca no estaba en contacto directo con él pero el enlace los conectaba. Rado cayó de rodillas al suelo. Volvió a multiplicar la fuerza que enviaba: La piedra siguió bajando lentamente y él se hundió un par de centímetros en la arena, clavándose las pequeñas rocas en rodillas y manos. Un segundo después estaba aguantándose con los codos, el pelo rozando la arena. Iba a morir, no tenía más fuerza que enviar, no podía con la piedra, solo estaba retrasando lo inevitable.

- ¡Pavel!

Nada, su hermano no se movió ni un milímetro. La sangre bombeaba la cabeza de Rado, que hacía esfuerzos por mantenerse a cuatro patas y no acabar tumbado en la arena.

- ¡Pavel!

Nada. Rado notó algo frío tocándole en mitad de la espalda: La piedra. Poco a poco fue asentándose en su espalda, empujándole con más fuerza si cabe hacia abajo.

- ¡..vel!

Ya no tenía fuerza para gritar, ya no tenía nada, perdió su último ápice de energía, y simplemente todo su poder se desvaneció, solo quedaba que la piedra le aplastara. Pero no lo hizo, sin embargo salió volando hacia atrás y se incrustó en la arena un par de metros a los pies de Rado. El crío se dejó caer a un lado, exhausto. Su hermano estaba allí, silueteado por el sol y el océano, mirándole desde arriba. Tendiéndole la mano.

Un par de minutos después Rado estaba sentado en la arena, habiendo recuperado algo de su aliento, mientras su hermano le alcanzaba un zumo de los que llevaban en la mochila-nevera. Rado bebió ansioso mientras Pavel hablaba:

- Eres lo bastante fuerte como para levantar esa piedra con tu empuje, tanto como lo era yo a tu edad. Pero tu cuerpo, al igual que el mío entonces, no es lo bastante resistente para aguantar tu propia fuerza. No eres capaz de dar el máximo de ti mismo, no tienes la resistencia, el aguante, ni la fuerza física necesaria.

Pavel se levantó y volvió a usar su mejora física para levantar la piedra, esta vez aguantándola sobre su propia cabeza. Cuando la soltó con las manos esta se quedó flotando más o menos sobre su cabeza, subiendo y bajando suavemente cada vez que Pavel corregía la fuerza aplicada. Momentos después la piedra simplemente salió volando hacia arriba como una treintena de metros. Pavel retrocedió un par de pasos, para que no le cayera en la cabeza, y afianzó su posición separando los pies y hundiéndolos en la arena, usando su propio poder para aumentar su fricción, haciéndose casi inamovible. Cuando la roca volvió a bajar y estaba más o menos frente a Pavel a la altura de su cabeza, pero enfrente, la empujó de nuevo con todas sus fuerzas. La roca salió despedida en una parábola corta, cayendo finalmente a unos cinco metros más allá de la orilla del agua con un gran chapoteo. El propio Pavel, pero, había sido arrastrado unos buenos veinte centímetros hacia atrás, dejando dos surcos en la arena hasta donde habían estado antes sus pies.

- Mi fuerza mágica máxima ahora con veintidós años es más o menos la misma que tenía a los diez. Es solo que ahora se usarla y mi cuerpo puede dar el máximo de ella. Así que, ahora que has descansado. ¿Correrás o voy a buscar la piedra?

Rado, que miraba a su hermano con cara de pasmado y el zumo a medio beber, la cañita aun en los labios, se acabó el contenido del pequeño brick y lo echó a la bolsa de basura, salió corriendo ipso facto, gritando algo como: ¡No más piedras, correré!

James Spector - Sueños

A veces tengo sueños. Me tumbo a dormir, las pocas veces que lo hago, y cierro los ojos intentando imaginar cómo sería sentir las zarpas de Gargosha entrando en mi pecho como un cuchillo penetra en la mantequilla caliente. Cuando vuelvo a abrir los ojos, casi siempre estoy allí, observando esa llanura interminable que se extendía en todas direcciones. Ese infierno que tuve que sufrir durante lo que para mí fueron años, y que para el resto no fue más que unos pocos minutos. ¿Perdí parte de mi cordura, aparte de mi salud y un fragmento de mi alma? ¿Estoy ahora en New Sidney, o en realidad sigo allí, atrapado en una celda de acero y hueso, siendo maltratado por los esbirros de Gargosha, sumido en mis propios delirios? Cada vez que introduzco la mano en una de esas fisuras dimensionales, una parte de mí, una cobarde y ridícula, tiene miedo de que uno de ellos me lleve de vuelta a ese Tártaro, a ese Purgatorio, a ese Infierno. Pero normalmente la acallo con sangre y alcohol, y la promesa de que, dentro de unos cuantos años, regresaré a aquella torre y atravesaré a ese demonio con su propia espada. Entonces recuperaré lo que se llevó, y estaré completo nuevamente.

Mientras tanto, no hay comida que me llene, ni bebida que me emborrache. No hay ramera que me entretenga ni bala que llegue lo suficientemente lejos. ¿En qué me convierte esta necesidad por acabar con todo, de una forma u otra? ¿Soy mejor que esos pobres diablos, que me suplican por su vida cuando se encuentran al otro lado de mi arma? ¿Qué pensarían mis clientes, si supieran que bajo mi fachada imperturbable, sádica y retorcida, hay un hombre que sufre?

¿No sería mejor que matara a ese hombre?

James Spector - Adaptación

Aunque al principio estaba convencido de que había muerto en la explosión de aquel laboratorio y estaba en el Infierno, pagando por mis pecados, no tardé en darme cuenta de que realmente aquello no era un lugar de castigo. O al menos, no como yo me imagino el lugar donde los tipos como yo pasan la eternidad. Sé que es extraño que alguien como yo tenga unos pensamientos tan espirituales, pero cuando has viajado entre planos de la existencia, y parte de tu alma está atrapada entre las garras de una criatura de otro mundo, tiendes a ampliar un poco tus miras.

El caso es que una de las razones por las que supe que no había muerto, sino que estaba en otro lugar, eran los Sabuesos. Probablemente tengan otro nombre, pero por su aspecto y su tenacidad yo decidí bautizarlos de ese modo. Son rápidos, agresivos y leales, siempre y cuando tengas las agallas para plantarles cara y mantenerte firme. Ya antes de regresar a mi mundo tenía cierta mano con esos bichos, pero ahora son mucho más dóciles, y no sé si eso me gusta. Una de las cosas que me mantuvieron con vida allí fue que siempre estaba alerta, vigilando mis espaldas, atento a cualquier ataque que viniera de las sombras. Con los sabuesos pasaba lo mismo: durante unos meses compartí cueva con una pareja, y si bien al principio la situación fue bastante tensa, al final se acostumbraron a mi presencia. Yo no les molestaba a ellos, y ellos me dejaban dormir con los dos ojos cerrados. A veces incluso cazábamos juntos, pero no compartíamos las presas.

Eso me enseñó que nadie podía ayudarme, que sólo tendría que contar con mis manos y mi astucia para salir de aquel agujero. Ahora, sin embargo, utilizo a los Sabuesos y otros seres para mis propósitos. ¿Me estoy relajando, o quizás es sólo que me estoy adaptando a una nueva situación?