Partida Rol por web

-¡Mira, Brianna! -dije, asombrado, dándole una palmada a la niña rubia en el hombro-. ¿Has visto eso? -Mis ojos se abrieron mucho, alucinado y asustado tras haber advertido cómo aquella sombra se deslizaba por el túnel, detrás de Marcos y Simone-. Era... era como una especie de fantasma... Espero que Marcos y la negrita estén bien...

Marcos estaba ocupado intentando ver que había mas allá, esperando no encontrarse con nada en ese espacio tan cerrado. Pero la amenaza, o posible amenaza, no venia del frente, sino de detrás de ellos. No recordaba que hubiera algún otro conducto que hayan dejado atrás, por lo que debería ser por algún otro chico o chica que les seguía... por las dudas hizo caso a Simone y aceleró el paso, provocando no menos ruido con esto.

Simone miró hacia atrás y entonces vió a otro maniquí. Este no tenía torso, sólo 8 brazos en estrella unidos por trozos de metal a una cabeza. Esto le permitía moverse, aunque torpemente, en aquel espacio tan reducido. Aquel artefacto le estaba persiguiendo.

       - Auxiiilioooo!!!   Tengo otro de esos malditos maniquis detrás de miii! -   Simone gritó mientras que trataba de escapar con sus propios movimientos gimnasticos

Marcos llegó finalmente al otro extremo del ducto, mientras Simone, que apenas había conseguido escapar del maniquí, lo seguía a toda prisa con el maniquí siguiéndole muy de cerca. Este lado estaba cerrado, pero no parecía muy difícil abrirlo.

No había pensado que la amenaza viniera de detrás suyo, por ese motivo se había decidido a ir primero. Ahora no solo ponía el peligro a Simone, sino que no podía hacer nada para ayudarle, solo apurar el paso. El ducto parecía interminable o quizás era solo la tensión de saber que un solo fallo condenaría a la niña. Logró ver una débil luz que se filtraba a través de la otra entrada, por lo que pareció acelerar y cargar contra ella como si fuera un pequeño toro. La tapa salió volando y Marcos salió a toda prisa, girándose al instante para ayudar a Simone a salir. No se había detenido a ver el interior del lugar, no tuvo tiempo y su mente se concentró el problema más cercano.

       - !Muchas gracias Marcos, eres mi héroe! -      Simone salió de la ventilación con la ayuda del chico, pero no se dio tiempo para besar le agradecida solo porque el maniquí estaba detrás de ellos, de manera que de inmediato saco el cuchillo que llevaba y lo puso por delante para asestar un golpe al monstruo que se asomaba mientras que trataba de esquivar sus golpes

Y los habia visto pero no sabia que hacer. Instintivamente sujete a la hermana para que no se preocupara.

- Oscar, golpea el tunel, tal vez el ruido los ahuyente!!!!

De la misma manera me acerque y comence a golpear las paredes de lata del ducto para alejar esa sombra de nuestros compañeros. Lo que no se me ocurrio pensar era que seguramente esos bichos vendrian por nosotros.

Veo que Brianna literalmente se ha vuelto loca y comienza a golpear las paredes del conducto de ventilación, en lo que parece estar intentando de atraer al maniquí hacia ella, lo cual no me irritaría de no ser porque está poniendo también en peligro la vida de la hermanita de Simone y la de todos nosotros.

-¿¡Pero qué estás haciendo?! ¿¡Has perdido la cabeza!? -exclamo, lanzándome sobre Brianna para apartarla del conducto y detener lo que se dispone a hacer-. ¿No ves que lo atraerás hacia nosotros? ¡Hay que buscar alguna cosa con la que tapar la entrada del conducto, igual que hicimos en las clases al poner las mesas delante! Seguro que Marcos y Simone ponen algún tipo de mesa para tapar la entrada por el otro lado. ¡Así el maniquí se quedará atrapado dentro!

Independientemente de si logro detener a Brianna o no, busco a mi alrededor un objeto que nos permita cubrir la apertura del conducto de ventilación, como una mesa o una camilla.

Marcos se apresuró a ayudar a Simone a salir del ducto. Ambos se quedaron mirando la abertura a la espera de que el maniquí saliera. Pero este, ni bien se asomó, se detuvo, titubeante, como si tuviera miedo de algo en aquella habitación. Simone aprovechó esa apertura para clavarle las tijeras en la cabeza. El muñeco pareció asustarse y se metió denuevo dentro del ducto. Una vez superada la amenaza, taparon denuevo el agujero y fueron a abrir la puerta para que sus amigos pudieran entrar. Al ver que la puerta de la morgue se abría, el resto de los niños decidieron abandonar el cuarto de limpieza dejando, eso sí, la puerta bien cerrada.

Cuando vieron a su alrededor, vieron nichos metálicos abiertos en las paredes y tres camillas repartidas por la habitación. En dos de ellas, una sábana verde dibujaba una silueta inmóvil. En la tercera, que estaba en un rincón, reposaba el cadáver de una mujer rubia vestida con una bata blanca cuyo gafete rezaba “dra. Carrasco”. Parecía mirarlos, pero sin rastro de vida en su expresión. Su cara azulada exhibía una mueca de horror, como si hubiera visto algo terrorífico antes de morir. Sus brazos se aferraban a una especie de informe.

El horroroso maniquí recibió un buen golpe por parte de Simone, aunque ya se le veía algo dubitativo, de todos modos el golpe fue muy certero, dejando una fea grieta en su cabeza. Quizás esas cosas no eran tan duras como parecía o al menos no con un arma en las manos. Una vez los dos a salvo, abrieron a sus compañeros para que entraran, o que ellos pudieran salir en caso de necesidad, momento en que pudieron al fin contemplar con más detalle la sala. Era incluso más tenebrosa que todo lo demás junto, con cadáveres y todo. Lo peor era la mirada de la doctora, era fácil leer el terror más puro sentido en los últimos minutos de vida.
-Apresurémonos- dijo en susurros caminando hacia el cadáver de la doctora, pues si alguien tenía alguna llave, era ella. Le costaba no mirar esos ojos desorbitados y el rostro cerúleo que le contemplaba. No olía tan mal como sus padres, pero el color era parecido.

Entré en la morgue con paso decidido. Me sorprendió comprobar que Simone hubiera conseguido acabar con el maniquí. Parecía que aquellos seres no eran tan invencibles como pensábamos.

Al posar la mirada en el rostro azulado de la doctora Carrasco, reprimí un impulso de vomitar. Habíamos visto mucho horror en las últimas horras, incluyendo las atroces muertes de nuestros compañeros, aunque hasta ahora nada me había impactado tanto como el tono azulado y enfermizo que había adquirido la piel de la mujer y la mueca de horror que se reflejaba en su rostro.

-Cojamos esos papeles que lleva -dije, entre susurros, apresurándome junto a Marcos hasta el cadáver de la doctora, y alargando la mano para recoger el informe al que aún se estaba aferrando.

         - Que bueno que cayó por fin uno de esos monstruos ... creo que debemos armarnos con lo que sea para defendernos de ellos mas adelante! -     Propuso Simone a los chicos una vez que estuvieron juntos y entonces se acercó a Brianna y Maggie para abrazar a su hermana nuevamente y preguntar les:

        - ¿Estan bien niñas?  ¿No tuvieron problemas en el otro cuarto con esas cosas? -   Mientras que escuchaba sus respuestas la niña con el cuchillo por delante revisó las otras dos camillas en el cuarto que no iban a revisar los chicos para que no les sorprendieran   

-Tiene que tener alguna llave- insistió el chico, aunque no impidió que Oscar tomara los papeles. No quería perder tiempo leyendo cosas, solo sacar a todos de allí y volver a... donde sea que le envíen luego. Si el papel tenia algo importante, Oscar se lo comunicaría. Intentó revisar los bolsillos de la muerta, notando el frio del cuerpo, a pesar de intentar apartar su mano lo mas que pudiera de la rara piel de la doctora.

Tras el regaño de Oscar me senti mal y algo resentida pero confiaba en que mi mala accion hubiese servido para distraer y darle mas oportunidad a Marcos y Simone. En todo caso ya estaba hecho y me concentre en cuidar a la hermana de Simone.

Una vez en la otra habitacion el olor a muerte era indescriptible y trate de que la niña no viera o detallara los cuerpo. Sabia que al igual que la imagen de mis padres, esas imagenes nunca se borraban.

- Estamos bien Simone. Respondi seria.

- De seguro hay herramientas aqui de esas que cortan para poder defendernos.

Y comence a buscar en las gavetas acompañada de la niña.

- Vamos a ver que encontramos. Si hay un dulce es tuyo vale?

Brianna encontró un pequeño bisturí en una de esas bandejas que usaban los doctores.

El cadáver de la doctora no llevaba ninguna llave. El informe, sinembargo, parecía ser una publicación que la doctora estaba preparando:

El extraño caso de Carlota

Mi afán por el conocimiento nubló mi juicio. No pude ver en que me estaba metiendo hasta que fue demasiado tarde. Ahora no se como detenerlo. Comencé a escribir este informe para que me den un premio nobel. Ahora sólo quiero prevenir a quien sea que continúe con mi investigación. El tumor de Carlota es el culpable de todo. Le ha dado toda clase de habilidades extrasensoriales. Ella puede manipular la apariencia de la realidad y utilizar los recuerdos de las personas en su contra. Esto sumado a sus problemas familiares y las alucinaciones la ha vuelto muy peligrosa. Ahora entiendo la decisión de su padre. Yo también pensaría que es el mismísimo diablo, si no fuera una mujer de ciencia. Pero el exorcismo que planea... no creo que ayude. He intentado prevenirlo, le dije que si no tiene cuidado podría expandir aún más su poder. He intentado convencer al padre Benito, pero él sólo se limitó a decirme que tenga fe en que el bien triunfará sobre el mal. Lo siguiente que supe fue que el alcalde fue arrestado. El maldito la asesinó. Es lo peor que pudo haber hecho. Ahora ella es totalmente libre. Sus poderes ya han evolucionado. Los empleados de la tienda de ropa comienzan a contar historias sobre maniquíes que se mueven solos. No puede ser casualidad. Comienzo a tener visiones de mi padre. ¿Será él? Nunca me había tratado de esa forma. Debo detener a Carlota antes que se lleve toda mi cordura. Por el poco tiempo que pasé siendo su doctora pude notar que se tranquilizaba cuando sus familiares le traían sus juguetes. El número 3 de la calle principal está abandonado. No debería resultarme difícil entrar. Ya averigüé que la combinación del candado del baúl de los juguetes es 45. Esta noche iré a buscar sus juguetes.

El informe también mostraba un mapa improvisado que detallaba cómo llegar del hospital a la dirección mencionada.

Mientras tanto, Simone descorrió un poco la sábana que cubría el otro cadáver y vio que era un hombre al que le faltaba la mitad de su cabeza. Darrow lo reconoció en seguida como su padre muerto. Pero antes de poder siquiera preguntarse qué hacía su padre allí, el cadáver comenzó a incorporarse haciendo que la sábana resbale muy lentamente hacia abajo.

-Oh, Darrow. Mi pequeño. No pude salvar a tu madre y a tu hermana. Pero no importa. Carlota nos está dando una segunda oportunidad para estar juntos.

La visión de su padre muerto fue más de lo que el niño estaba preparado para soportar.

-Papá... no... esto no esta pasando... no esta pasando...

Y al igual que David, se hundió en un estado catatónico del que ya nunca saldría.

Marcos leyó por encima del hombro de Oscar la nota, pues su búsqueda de la llave resultó infructuosa. Quizás en alguna de las otras oficinas… o por otro aterrador ducto de aire. Al menos sabían más y habían dado con una posible solución. Los juguetes de Carlota. No podía más que sentir pena por esa joven, quien había tenido que sufrir a manos de esos adultos. Ninguno de ellos había mostrado algo de compasión, solo querían que sus vidas siguieran siendo normales.
-Debemos ir a esa casa- dijo señalando el papel, en donde habían dibujado un mapa bastante feo, pero claro-. Quizás podamos escapar así.
Por el rabillo del ojo pudo ver como algo se levantaba de una de las mesas. Se giró con rapidez para poder ver como un cadáver con la mitad de su cabeza destrozada se erguía para comenzar a hablar con Darrow. Apenas tuvo tiempo de advertirle, cuando el chico pareció colapsar, sus ojos se apagaron y su rostro adquirió una expresión vacía. Igual que con Carlos David. Esos fantasmas o lo que fueran, jugaban con sus mentes. No podía salvar a quien no quería serlo y Darrow parecía haberse rendido.
Prácticamente empujó a todos hacia afuera, pues no sabía si esa cosa cambiaria a alguno de sus padres. Por más que supieran que no fueran reales, alguno de esos chicos no eran tan fuertes como él.

Arrugué el ceño mientras leía el informe de la doctora Carrasco. No terminaba de entenderlo. En aquellos papeles se decía que el alcalde había matado a Carlota, pero que eso sólo había provocado que fuera liberada. No lo entendía. Cuando alguien se muere, ¿no va al cielo? Mi mente de niño no acababa de asimilar en qué consistía esa liberación, pero parecía que Carlota era ahora más mala y fuerte que antes.

-Buena idea, Marcos. Debemos ir allí, sí -dije, asustado de pensar en lo que podría aguardarnos en esa casa, pero sabiendo que era necesario para que continuáramos avanzando.

De pronto, abrí mucho los ojos al percatarme de que Simone dejaba al descubierto el cadáver de un hombre que había resultado ser el padre de Darrow. O, al menos, eso era lo que Carlota pretendía hacerle creer a nuestro compañero. El niño cayó de inmediato en un estado catatónico, como el que había sufrido Carlos David, sucumbiendo a los delirios que Carlota colocaba en nuestras mentes. Recordé que Darrow me había empujado en el patio de la escuela para ofrecerme como sacrificio al maniquí y que luego había intentado meterme los dedos en los ojos para matarme. Ahora aquella rabia ya no tenía sentido. La mente de Darrow había terminado de sucumbir al horror que estábamos contemplando y, ahora, el chico iba a morir.

-Sí, va-vámonos... -asentí, con un leve tartamudeo, mientras Marcos nos empujaba a todos fuera de la morgue.

En esos instantes sólo quería estar lo suficientemente lejos de Darrow para no ver lo que estaba a punto de sucederle.

        - Esperen chicos!  Debemos ayudar a Darrow!! -    Dijo Simonne enarbolando el cuchillo, pero cuando vio la figura del padre del chico y al otro par de niños huyendo .. lo dudo un momento mas mientras que comenzó a llorar por el miedo y la decisión que tomaría; entonces agarró de las manos a Brianna y a su hermana para hacer las reaccionar y salir corriendo de allí detrás de los chicos ... tratando de cubrir la imagen de Darrow y su padre a las niñas ..