Partida Rol por web

Mientras escapaban de la morgue, escucharon un sonido motor de auto que se encendía y una escandalosa sirena que parecían provenir de la puerta de entrada y se oían cada vez más lejos, dirigiéndose en la misma dirección que indicaba el mapa.

-¡¿Habéis oído eso?! -exclamé, sorprendido-. Ha sonado como un coche. Y tenía sirena ¡A lo mejor es la policía, que ha venido a rescatarnos! ¡O, como estamos en un hospital, puede ser una bumbulancia!

Miré a mis compañeros, ilusionado, preguntándose si no sería la oportunidad que necesitábamos para escapar de aquel horrible hospital.

-Creo que reconozco el sonido- dijo Marcos apoyado sobre la puerta de la morgue, se notaba que hablaba con los dientes apretados-. Es una ambulancia.

Ya había oído sus sirenas antes, muchas veces antes de ser encontrados, siempre pasaban lo suficientemente cerca para oírles pero no tanto para escuchar los gritos de auxilio. Cuando se aseguró que la puerta no pudiera abrirse, se alejó de esta para reunirse con sus compañeros.

-Ya sabemos que hacer, vamos a donde dice el mapa y consigamos esos juguetes- esperaba que eso calmara a Carlota y les permitiera salir de allí.

        - Si en vez de regresar con los juguetes ... nos vamos de aquí simplemente!      Eso me encantaría hacer junto con ustedes y mi hermana! -    Susurró la niña mientras que tomaba de la mano a Maggie y Brianna ... aun llorando por la escena que acababa de vivir y la pérdida de Darrow a pesar de no recordar lo de antes; entonces trato de ubicar alguún transporte como bicicleta, patineta o algo que pudieran usar para llegar a la casa del mapa

Los niños siguieron aquel sonido y llegaron a la puerta principal. Para su sorpresa, estaba libre y abierta de par en par. La ambulancia que la bloqueaba ya no estaba allí.  ¿Sería la misma ambulancia que oyeron irse? Y si así fue ¿Quien la conducía? De cualquier manera el camino ahora estaba libre para buscar la casa de esa tal Carlota... o intentar marcharse del pueblo pero, ¿Sería tan fácil? Si Carlota era tan poderosa como decía la doctora Carrasco ¿Los dejaría ir así como así?

-Carlota no nos dejará irnos- dijo Marcos convencido, mientras se asomaba discretamente por la nueva salida, buscando posibles amenazas-. La doctora había escrito que sus juguetes la tranquilizan... A lo mejor esto desaparece cuando ella tenga sus juguetes- era una idea simple pero podría ser cierta. Mirando hacia atrás, se dio cuenta que eran muchos menos que en un principio, esperaba que pudiera salvar a los que quedaban.

-Puede que si encontramos sus juguetes, ella se tranquilice y ya no nos ataque con esas cosas -dije, pensativo, recordando a aquellos malvados maniquíes que tanto daño habían hecho a nuestros compañeros-. Aunque aún nos quedaría escapar del hombre malo de antes, el profesor. Todavía tiene que estar por alguna parte...

          - Bueno, posiblemente tengan razón chicos, pero no sabemos a que juguetes se refiere, donde están, a donde debemos llevar los y ... si lo hacemos finalmente si nos dejará en paz Carlota.    Aun así si quieren insistir en hacer lo porque no tratamos de pedir ayuda para que vengan por los niños que se quedaron en el camión? -    Dijo realmente asustada Simone, tratando que no fuese tan evidente para no alterar mas a Brianna y a Maggie, pero dejando ver a los chicos que esto no era un juego

-No recuerdo que nadie se quedase en el autobús, Simone... -dije, encogiéndome de hombros, extrañado por las palabras de la niña negra.

No entendía a qué niños se refería, ya que habíamos decidido bajar todos en grupo desde el autobús. De no ser por aquella decisión, probablemente ahora los muertos seríamos nosotros. Recordé la muerte de Diego con impotencia. Si no hubiera sido por lo rápido que el chico deportista había actuado, quizá él ahora estaría vivo y yo no.

-Vamos, sigamos avanzando. No deberíamos quedarnos aquí.

-En el mapa que tenia la doctora- señaló el papel que tenia Oscar en sus manos-. Nos dice donde ir- se encogió de hombros como si con eso ya explicara todo claramente-. Carlota era una niña que fue internada y molestada por un montón de adultos. Solo tenemos que devolverle sus juguetes y nos dejará ir.

Miró hacia donde suponía había ido la ambulancia, preguntándose quien estaba conduciendo el carro y porqué parecía ir en dirección a donde estaban los juguetes. Todo el lugar tenia el mismo aspecto que antes, apenas veían a unos metros mas allá y no sabían que peligros se ocultaban entre la niebla.

-Apurémonos.

Finalmente, los niños decidieron ir a la casa del alcalde. Al principio el camino parecía muy tranquilo, pero de pronto, escucharon un grito. Era Florencia uno de los maniquíes lo había capturado y ya le había quitado la mitad de su piel cuando la pobre criatura tuvo un paro cardíaco.

Por un momento les pareció oír una voz que provenía del maniquí. No es que el maniquí hablase realmente. Más bien era como un pensamiento luchando por manifestarse en el mundo exterior.

Piel... necesito una piel... la que sea... no quiero ser un niño de plástico...

Entonces tomó a Maggie del brazo.

Cuando aquel monstruo tomó el brazo de Maggie, la pequeña casi entró en pánico.

-¡Auxilio! ¡Hermana, ayúdame!

Habiendo estado junto con Simone y su hermana mientras huiamos no podia dejar que le hicieran daño y salte sobre la criatura o lo que fuese que sostenia el brazo de Maggie. No podia permitir que se la llevara.

- Sueltala engendro.....

Y golpee con mis manos tratando de que soltara a la niña.

        - Deja en paz a mi hermanita monstruo sin alma! -     Gritó Simone en cuando pudo reaccionar para atacar con el cuchillo que llevaba cargando al maniquí que había tomado a su hermana, a la que llevaba del brazo, solo un momento de spués de la rápida y valiente reacción de Brianna

El frio parecía cortar la piel, ninguno estaba preparado para esa noche de terror, pues habían pensado que verían un montón de peces en jaulas de cristal. A Marcos le parecía todo tan lejano, que fácilmente podrían haber estado meses atrapados en ese ruinoso pueblo. Pero de todos modos, avanzó con seguridad hacia donde se suponía que estarían los juguetes de Carlota. Tenía un objetivo y lo cumpliría a como diera lugar. Sabía que el camino no sería fácil, pero no esperó que les atacarían tan de repente, pues vigilaba los alrededores. Claro que, con esa niebla, podrían estar rodeados y nunca saberlo.

Escuchó los gritos de terror antes de poder ver al maniquí llevándose a la hermana de Simone. Esas criaturas no dudaban y eran muy fuertes. Pero no eran tan duras. Marcos corrió hacia el grupo de niñas que luchaban contra el monstruo, preparando su arma, una simple pala de jardinería pero que no dudaría en clavar en la cabeza de esa cosa.

Observé con los ojos fuera de las órbitas cómo Florencia resultaba brutalmente despellejada por un maniquí, sin que pudiéramos hacer nada para impedirlo. Para colmo, observamos con horror cómo ese mismo maniquí parecía tener la voz de Óscar David, nuestro fallecido amigo, el niño con el peinado más moderno de todo el orfanato, a quien por desgracia habíamos perdido al bajar al sótano de la escuela.

-No... ¡No te la llevarás! -grité, al ver que el maniquí pretendía llevarse consigo a Maggie, la hermana de Simone.

Desarmado como estaba, decidido echar correr en dirección al maniquí, que ya estaba siendo atacado por Marcos y las niñas, y dirijo una patada contra una de las piernas del monstruo.