Partida Rol por web

Ermendir te mira extrañado al principio por tus palabras y según te va escuchando ves como su expresión cambia al entendimiento, te mira de arriba abajo y finalmente sonríe.

Me imagine que los druidas enviarían a alguien mas capaz a investigar. Conocí a Jared cuando llego a la ciudad, hace mas de un año, yo tenía tratos con Sutolonte y esperaba que Jared pudiera hacer el mismo trabajo, pero el joven no era capaz en volver la madera tan dura como el metal, así que aparte de tomar algo alguna vez y enseñarle la ciudad, no teníamos mayor relación. Se queda pensando un momento, reflexionando seriamente. Aparte de su trabajo en la tienda, creo recordar haberle visto mucho por los jardines del distrito noble y en el templo de Mieliki, pero no es nada raro.

-Sobre lo que me ha comentado de su ayuda. Yo construyo muebles y casas, pero cuando estaba Suto también hacía armas de madera férrea. Era un negocio que funcionaba muy bien, pero desde que se marchó, no he podido aceptar ningún encargo, ¿usted sería capaz y estaría dispuesto?

...si en vez de una gema fuera un dardo envenenado el pajarito habría caído de su nido. - pienso al darme la vuelta y ver lo que ha sucedido. Tomo unos instantes para sumarme al canto enano añadiendo un par de palmas y riendo finalmente junto a ellos. Después me dirijo hacia el sitio donde reposa el encapuchado con intención de recuperar mi gema y hacer que alguien se ruborice un tanto. Me inclino apoyado en el respaldo de la silla para recoger la pequeña gema del suelo, con tal mala suerte que apoyo demasiado de mi peso en la silla, haciendo que esta se venza y caiga hacia atrás con el liviano encapuchado sobre ella. 

- ¡ Ooh ! - exclamo - Cien latigazos me sean dados en el alcázar Zhentil, os ruego me disculpéis. - digo recuperando mi posición erguida, con la gema a la altura de los ojos del encapuchado - Seguidme y os daré más de estas. - aclaro con tono serio, dejando lentamente la piedra preciosa sobre la mesa y tendiendo el brazo para ayudar al tocado y caído encapuchado. Tras lo cual, si decide seguirme, saldré de la posada y me dirigiré junto con él hacia la zona del mercado. 

Vaya tela... - pienso divertido por el camino al recordar la canción de los enanos. Sacudiendo finalmente mi fatigada cabeza para alejar la melodía que había empezado a tararear y centrarme en la tarea que me ocupa.

Justo cuando la silla va hacía atrás, el encapuchado apoya el talón en la mesa y se impulsa, aprovechando el movimiento de la silla y el impulso da una voltereta y acaba en cuclillas con una mano dentro de la capa. La capucha cae hacía atrás, mostrando el rostro de una joven semielfa, que te mira molesta. Escucha tus palabras y levantando una ceja, finalmente se encoje de hombros se incorpora. Te sigue finalmente fuera, cogiendo la gema al pasar por la mesa. Los demás clientes simplemente os miran y los enanos sonríen divertidos, pero todos vuelven enseguida a sus bebidas y comidas, mientras finalmente salís de la posada.

Una vez fuera el mercado empieza a funcionar, los puestos ya están montados y las tiendas abiertas, empiezan a verse algunos compradores y se van haciendo tratos. La muchacha te sigue en silencio por las calles del mercado.

Parece que al menos el pajarito sabe volar... - recapacito al ver que al menos no cae como si de un mediano borracho se tratara.

Dejando tras nuestros pasos el pequeño y bochornoso espectáculo acrobático, que sin duda me habría costado una buena reprimenda por parte de Alezhra y una risotada del propio Roryn , avanzamos en silencio hasta llegar a la ya despierta zona del mercado. 

Busco una plaza concurrida, donde se venda y compre al momento, y el bullicio sea algo notable; algún sitio de venta de gallinas, pavos y otros animales de granja estará bien. Una vez en ella me paro a un lado, donde no entorpezca el flujo de gente y empiezo a conversar con la semielfa:

- Mmm, sí, Esmeralda me parece un seudónimo apropiado. - digo triunfante para mi mismo mientras contemplo los ojos de la muchacha - ¿Qué? No pienso pagarte por tu nombre, y tu alias local no me importa demasiado dado que por aquí parece que todo el mundo sabe quien eres. Quiero información y te pagare con información ¿hay trato? - digo apoyándome en una construcción cercana mientras espero la respuesta.

Te sigue hasta el mercado de animales, se inclina mientras acaricia una cabra por debajo del hocico. Te mira cuando le llamas esmeralda encogiéndose de hombros.

-Llámame como quieras, yo vendo información y te la daré si pagas el precio, te aviso que la información es cara. Te dice con voz musical pero dura. Si la información ya la se te costara la tarifa habitual, siempre y cuando no sea decirte cosas peligrosas para mi pellejo, eso cuesta mucho más. Mira a los lados, nada molesta por el desagradable olor de las heces de animal y los olores que por esa calle pasan. Si tengo que buscar la información tendras que darme un adelante y negociaremos su precio una vez que tenga la información, ¿te parece bien? Te mira de arriba abajo y espera tu respuesta.

Cuando se darán cuenta los informadores de que todos trabajan igual y no es necesario dar toda esta charla inútil. - pienso un tanto irritado por la charla de la semielfa. 

- Lo de costumbre. - ​añado cuando termina - Todo eso esta muy bien. Pero eres...conocida. - digo con un deje de desaprobación - Como sea, ¿como se que la información con la que negocias es veraz y que no mientes como un gnomo de la casa de la moneda? - dejo unos instantes para que piense y añado - Te puedo asegurar que si das la talla, ganaras dinero y reputación.

La semielfa te mira con expresión ofendida y espera a que termines de hablar.

Soy conocida por mis clientes y algunos botarates curiosos como el posadero. Por lo demás nadie mas sabe con que asuntos trato. Hace una pausa mas molesta e irritada. Mi información es veraz y sin rumores ni engaños, si no te fías de lo que te diga busca a otro para que te la proporcione. En la taberna del hombre cojo, encontrarás a cientos deseosos de proporcionarte cualquier información, cualquiera. Te dice poniendo incapie en la última palabra. Y sobre la reputación te la puedes meter por la gruta del ogro, yo trabajo por mi cuenta y sin molestas reputaciones, que harían mas difícil mi trabajo. Deja de acariciar a la cabra y se levanta. Me haces perder mi tiempo y no vale la pena perder mi tiempo con gente como tu. Se gira y si no le hablas se irá del mercado camino a la posada.

Supongo que todos hemos pasado por un comienzo. - reflexiono tras la escena presenciada. Adopto una pose un tanto menos dura y más relajada. 

- Espera. - digo para llamar de nuevo su atención - Necesito algo de información, veamos: ¿donde puedo vender material de dudosa procedencia sin que hagan demasiadas preguntas? y...si necesito a alguien que consiga algo para mi o que me quite a alguien de mi camino ¿con quien he de hablar? - pregunto mientras meto mi mano entre mis ropas buscando el pago por la información.

Veamos hasta donde llegan sus contactos y por donde se mueve.

Te mira y cuando te escucha, ves como su expresión se pone dura y algo agresiva.

-Cien piezas de oro por las dos primeras preguntas, no es negociable. Extiende su mano que ves que tiembla solo un poco, no sabes si por su porte agresivo o por otra cosa. Una vez entregado el dinero y se lo ha guardado, no antes, te responde. Ves a la tienda útiles que hay dos calles en esa dirección, -te indica con el dedo- allí veras un cartel con una cuerda y una cesta de mimbre pintadas. Claramente te está indicando la tienda del nieto de Houdini. Allí podrás encontrar lo que buscas y podrán hacerte contactar con alguien que consiga algo para ti. Mirandote con una mirada fría y bastante dura te dice finalmente. Si buscas a alguien que te quite a alguien de tu camino busca a otra informante, es mas desde este momento ya no me busques para mas información, no trabajo para gente de tu calaña. Ahora si, se da la vuelta y se va corriendo perdiéndose entre la gente.

Veo como su expresión va mudando y finalmente se torna dura y amenazante. Escucho como me indica la tienda de un viejo conocido y no puedo evitar sonreír para mis adentros. Finalmente sus ojos encendidos y fríos se encuentran con los míos, cansados e inexpresivos. Sus últimas palabras me pillan por sorpresa y sirven para recordarme que en mi tierra la gente lo ve todo blanco o negro, pero jamas gris. 

Intento cogerla, pero mi cansancio y el largo viaje hacen que la chica se pierda rápida y hábilmente entre el gentío. Podría buscarle más de un problema con solo llamar a la guardia y acusarla de robar un mensaje de un noble mayor... pero francamente, sera más divertido buscarla después por mi cuenta o causarle un problema a Sinat y Mirren. 

Salgo de la zona del mercado y me dirijo con andar pesado hacia la zona baja de la ciudad. Siguiendo un camino que he recorrido bastantes veces en el pasado, buscando una casa de madera que sin duda soporta las inclemencias del tiempo mejor que el resto. Al encontrarla llamo para acceder al interior. 

De modo que siguen habiendo asesinos y ladrones. Excelente.

Sentado esperando al Druida o a alguien al menos que llego donde tu estas, ves a un hombre con ropas de montaraz. Al parecer no para de mirar a todos lados y a esconderse constantemente de manera muy efectiva. Consigues verlo pasar en dirección a la plaza de la fuente. Aún te quedan 10 minutos del tiempo que tenías previsto estar esperando.

Sigo al montaraz, ya que me he cansado de esperar al druida, una vez esté enfrente de él le digo:

Disculpe señor le veo un poco nervioso ¿Le ocurre algo? ¿Le puedo ayudar en algo?

(Se lo digo en tono normal, extrañado por estado).

Unas dos calles antes de llegar a una plaza y tomar el camino directo hacía la casa especial, ves un elfo azul sentado cerca de una casa, que te mira directamente y se dirige hacía a ti. Cuando llega finalmente te dice:

-Disculpe señor, le veo un poco nervioso ¿Le ocurre algo? ¿Le puedo ayudar en algo? Te dice con tono preocupado y mirándote con expresión extrañada, seguramente por tu comportamiento.

Cuando estoy casi en mi destino, a una plaza de tomar un camino que me llevara directo a la casa que busco, veo como un elfo, que no hacia otra cosa que estar sentado se fija en mi y se dirige hacía mi. Aprovecho ese corto espacio de tiempo para examinarlo, puesto que habla nada más llegar a mi altura.

¡ Diantres o estos últimos tres años he perdido facultades o me encuentro ante un arquero arcano élfico ! - pienso mientras busco una excusa para deshacerme del orejas puntiagudas.

- ¡ Claro que puedes ayudarme ! - exclamo - He perdido a mi fiel corcel y no puedo irme de esta ciudad sin él; mi borrico, responde al nombre de Otir'dep ¿ lo habéis visto pasar por estas calles ? - le pregunto con aire sumamente pesimista al elfo lunar, dándole todo lujo de detalles sobre el olvidado animal - Tiene el pelaje muy blanco y una gran mancha marrón muy característica debajo de la cola. - digo con aspavientos señalándome el trasero - ¡ Oh Tyr, señor de la justicia y la luz, se justo con mi burro y haz que vuelva a casa guiado por los rayos de Lazhánder ! - imploro en un rezo tratando de ocultar mi lamento. Tras lo cual miro a ambos lados de la calle gritando el ficticio nombre de aquel burro ya olvidado.

- ¡ Otir'dep ! - exlcamo - ¡ Otir'dep ! - Vaya tela Neylen, vaya tela...si Roryn o Houdini me vieran...coño, hasta Sinat se reiría.

Si el elfo se da por contentado continuo mi camino haciendo como que busco mi burro hasta que doble la esquina más cercana.

Te mira de arriba abajo fijásdose finalmente en tu rostro y al parecer en tus escamas. Lo ves un momento pensativo y finalmente dice

-¡Claro que puedes ayudarme! -exclama- He perdido a mi fiel corcel y no puedo irme de esta ciudad sin él; mi borrico, responde al nombre de Otir'ped ¿lo habéis visto pasar por estas calles? -te pregunta con aire sumamente pesimista, dándote todo lujo de detalles sobre el olvidado animal- Tiene el pelaje muy blanco y una gran mancha marrón muy característica debajo de la cola. -dice con aspavientos señalándose el trasero- ¡Oh Tyr, señor de la justicia y la luz, se justo con mi burro y haz que vuelva a casa guiado por los rayos de Lazhánder! -implora en un rezo. Tras lo cual mira a ambos lados de la calle gritando el nombre del burro. -¡Otir'ped! -exclama- ¡Otir'ped!