Partida Rol por web

Nueva Orleans Nocturna

Delta Night

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20/12/2017, 23:05
JoJo Baker

No puede ser que eso que esté viendo venir ahora mismo sea un bigardo rubio con una Harley subiendo por la rampa.
Intento mantener la compostura el tiempo suficiente como para parecer cortés, pero en cuanto desmonta de la moto, interpretando la definición más literal de "marcar paquete", no puedo sino soltar una sonora carcajada. El vampiro se aproxima a mí, todo lo alto que es, tratando de parecer seductor. No me intimida. Pongo los brazos en jarras, y alzo la barbilla para mirarle directamente a los ojos.

Dime que debajo de esa magnífica piel se esconde una mujer todavía más exótica. 

-Pensaba que todos los vampiros sabían que lo más importante de una persona está en sus venas, no sobre su piel -sin dejarme amedrentar por su altura, su moto, o su... en fin, su masculinidad, estrecho mi cuerpo contra el suyo. La humedad del río todavía me mantiene totalmente acalorada, y una gota de sudor se desliza desde mi cuello, para perderse después por el interior de mi escote.

Sus arrogantes intentos de seducción me arrancan otra carcajada, y no puedo evitar adelantar un muslo para medir el verdadero alcance de su interés por mí, apretándolo contra su bragueta. Quién sabe, puede que visite más de un camarote esta noche.
Alzo mis manos bicolor para rodear el rostro del desconocido con ellas; están ardiendo en contacto con su fría piel. Con un gesto firme, le obligo a agacharse para responderle en un igual murmullo, rozando su oreja con mis labios. Dejo en ella una breve impronta de pintalabios, en lo que esbozo las sílabas siguientes.

-El príncipe dará un discurso en el salón principal en unos minutos. Pero me temo que la "burra" -miro significativamente hacia su moto- tendrá que quedarse en el parking. Pediré que la aparquen adecuadamente.

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21/12/2017, 01:18
Leonardo Di Stassi

No voy a perder mi tiempo mas con la señorita que no desea perder el tiempo. Hay objetivos mucho más interesantes en la sala, pero la noche es joven. Beso el dorso de la mano de Alice y le susurro unas palabras al oído debe de aprender mucho de este tipo de reuniones, como debe comportarse y como no.
Pero pronto llegará el príncipe y la noche es joven.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: auspex

Dificultad: 6

Tirada (7 dados): 10, 2, 9, 1, 5, 2, 7

Éxitos: 2

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21/12/2017, 01:22
Leonardo Di Stassi

Escuchas mi voz en tu mente.
Señorita, está usted muy confundida, la mayoría de negocios se cierran en la mesa de un restaurante. O en la cama.

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21/12/2017, 01:28
Laura

Estupendo, estoy en la reunión de viejos compañeros del colegio de Roxy. Parece una reunión de clan en vez de una cena del príncipe. Por un lado no está mal, los animales de Audubon Park están inquietos, a lo mejor Helena sabe algo más, aunque generalmente ella y Christopher suelen venir solo por el carnaval.
Conozco a Jerome y Constance, pero abrazan demasiado su lado humano para mi gusto.
Finalmente unos extranjeros se sientan a mi lado, mi clan no es el más sociable de todos, pero por el príncipe, en el Elíseo he de comportarme.
Buenas noches, están libres, por supuesto

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21/12/2017, 01:47
-Narrador-

Un criado abre una puerta y la figura del príncipe entra con paso decidido en la habitación. El hombre se detiene y escudriña a todos los presentes con una sonrisa creciente. Va acompañado de un pequeño séquito. Sus dos chiquillos, Christopher y Anthony; una bella dama, Rosalie; y el primogénito nosferatu, Lawrence Meeks

Todos toman asiento en la mesa presidencial. A su vez, apreciáis que varios vampiros que se encontraban ofuscados hasta ese momento toman asiento. 

Todos y cada uno de los invitados sienten la imperiosa necesidad de girarse a mirarlo. Las conversaciones cesan, la música se detiene. Su cuerpo emana en oleadas un aura de grandeza e invulnerabilidad. Camina lentamente dejando un sonido seco con sus zapatos italianos.

Se acerca a la mesa destinada para él, apoyando una mano de forma suave en Dutch, para luego girarse hacia Rosalie y acariciar su barbilla con dos dedos. Le susurra unas cariñosas palabras en su oído.

Hace un gesto para que todo el mundo se siente y luego se frota las manos.

 

Notas de juego

Mesa 1 Mesa 2 Mesa 3 Mesa 4 Mesa 5
 Morgaine  Nigel  Jerome Jake  Leonardo
 Julia  Sebastian Helena    Alice
Jeremiah  Loui Christopher Ashanti  
Lavonne  Lucille Constance Angélica  Antoine
Alan  Xavier Roxy Jasper  Trisha
Sebastian  Karen Laura Roger   
  Martin  Mihail Eris Jane
  Avery Parker Caroline  
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21/12/2017, 02:30
Shane Saunière

Apoyado en una de las robustas columnas de la entrada, contemplo como siguen llegando invitados. Se siguen posicionando de forma estratégica: los aliados con sus mejores amigos cerca, los odiados enemigos aún más cerca.
Algunos de los vástagos visten tan ostentosos y elegantes como si fuese una gala de los malditos Oscar. Hay muchas bellezas, admito que me siento ligeramente impresionado. Pero por otro lado he estado en la Corte de París. Un lugar perfecto para aprender la clasica lección de que cuanto más hermoso es el envoltorio, más poderoso puede ser el veneno en forma de caramelo.

Apoyo la cabeza en la columna haciendo un gesto de impaciencia cuando una hermosa mujer rubia cruza su mirada conmigo al pasar.

Susurra algo apenas audible hacia mi. La mezcla de instinto primario de su mirada y las palabras que me dedican hacen que la bestia se agite en mi interior. Por un segundo me planteo seguirla hasta su mesa por simple y morbosa curiosidad. Luego veo que tiene una alianza en su dedo exactamente igual que la del hombre que se sienta a su lado.

Aunque me parece realmente increíble que dos inmortales puedan comprometerse en matrimonio, supone un cenagal en el que no pienso meterme.

Soy un maldito imán para los putos problemas, no necesito zambullirme en ellos haciendo el salto del ángel.
Shane prohibido acercarte a ella.

Es más, por una buena aceptación en la ciudad... Shane, olvidate de tontear con nadie. Recuerda para lo que has venido.

Me cruzo de brazos y observo que muchos de los cainitas traen acompañantes mortales. Espero que no sea una tradición.

De pronto la sala se gira ante el ruido desagradable del motor de una moto.
Un modelo de Calvin Klein fugado se baja de la moto y me ofrece conversación superficial.

Me giro para mirarlo lentamente, estudiando sus gestos y palabras.
Es un cachorro, con todo lo que eso conlleva: arrogancia, exceso de confianza, vanidad...
Solo que este tipo parece saber combinarlo con estilo.
Le tiendo una mano.

- Un placer conocerle Baby. Mi nombre es Shane. De la familia de los Saunière.
Puede que el apellido le suene por ser una poderosa y antigua linea de sangre Ventrue europea, tienen fama de cretinos billonarios, sanguijuelas y traidores. La fama se les queda corta.

Sonrío ante la idea de poner música nueva, sin duda por el tipo de vampiro que debía ser, esta fiesta debe estar tan milimetrada que hasta los pelos de la nariz a de los camareros debe ser mesurados. No creo que le dejen tocar nada de la música ya programada.

- Y no. Soy un recién llegado. Aunque seguramente para disgusto de muchos de los presentes, me quede una larga temporada.

Hago una leve inclinación de la cabeza - Vamos, escojamos asientos. He dejado un tiempo de cortesía por si las sillas estaban limitadas, pero el príncipe no debe tardar en salir y sería irrespetuoso no aceptar su hospitalidad

Camino hacia las mesas, miro por encima a algunas personas interesantes con quien me gustaría compartir algunas palabras.
Finalmente me reclamó y con una sonrisa me acerco a la primera mesa, donde han dejado un hueco al lado de la creme de la ciudad.

En esta mesa debe haber por lo menos un primogénito y seguramente varias arpías de la sociedad cainita.
- Con permiso... Esta es la mesa de la gente... "Chachi" ¿no?- digo con una sonrisa picarona mientras el sonido del cuero de mi ropa interrumpe sus conversaciones. Les miro sonriente, como si estuviese a punto de echarme a reír por un chiste estúpido del que no me puedo liberar en la cabeza.

Ya que me van a poner a parir de un momento a otro, que empiecen con un buen motivo.

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21/12/2017, 03:02
Lavonne Drummond

Esperaba poder alejar la conversación de aquel comentario inoportuno de Jeremiah, y se sorprendió no sólo volviendo a ella, sino además a través de aquella voz susurrante y conciliadora que tanto le recordaba a un agradable ronroneo. Habría podido reconocerla hasta en el infierno y sin necesidad de mirarle, pero lo hizo, lentamente, azorada y con un ligero rubor en las mejillas cuando Sebastian alabó el buen gusto que tenía su Sire al haberla escogido para Abrazarla. Tenía esa mirada clara y tranquila que recordaba, diferente en cierto sentido a la de aquella noche, pero seguía habiendo algo intenso y sobre todo sincero. Se quedó mirándole un instante de más con aquel revoloteo en las mejillas, agradeciendo sin palabras el esfuerzo por armonizar a los presentes.

Después suspiró, dejando estar el asunto y el atropello, esperando que la conversación virase por fin hacia otras cosas que no tuviesen que ver con ella misma o sus peculiares ojos de fantasía. O él. Tenía esa contradicción creciente, y empezaba a urgirle la sensación de que todo aquello había sido una muy mala idea, como hierros atorados en el fondo de su estómago, y a la vez no. ¿Y por qué? No había hecho nada malo...

Fue oportuno que el Príncipe hiciese aparición, justo cuando otros dos caballeros de atuendos como poco singulares para aquella ocasión, se unieron a la mesa. Lavonne los miró brevemente sin perder aquella sonrisa cordial. Ambos tenían buena planta con un porte deslucido en su opinión, y se preguntó si habían venido juntos. Pero no podía evitar pasar por alto un ligero desconcierto. No entendía del todo la moda contemporánea o, por ejemplo, el uso de las chaquetas de cuero en un lugar tan húmedo como aquel. Pero estaba segura que muchos neonatos tampoco entendían el afán de los ancianos por preservar las viejas tradiciones y formalidades. ¿Y quién era ella para juzgar a nadie? La novedad siempre era algo que abrazar en vez de combatir. O algo así había leído en alguna parte.

Los tiempos cambiaban.

-Adelante. No sé sobre lo de ‘Chachi’, pero la variedad siempre es bienvenida -dijo, encantada de que se completase la ocupación de la mesa. Después se volvió para prestar a atención a la llegada del Príncipe y su séquito en un despliegue de elegancia que, si bien era encomiable, poco tenía que ver con la forma de hacer las cosas en la corte Cainita Europea. Y, a pesar de todo, pareció fascinada por el momento como si estuviese presenciando un desfile de la mas alta categoría.

 

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21/12/2017, 09:05
JoJo Baker

El repentino silencio que invade el salón principal anuncia la llegada del príncipe del mismo modo que lo haría un batallón de caballería con sus cornetas. Echo una última ojeada a la pasarela de entrada, buscando a algún rezagado, y después le paso el testigo a algún criado.

-Ocúpate de los que lleguen tarde -le comento, antes de entrar en el barco. 

Con un suspiro de disgusto, cierro la puerta a mi espalda. Quien no se ha escondido, tiempo ha tenido.

En el salón principal, parece que por fin todos los cainitas han tomado asiento. Observar tanta belleza junta, con la honrosa excepción de los Nosferatu, me hace dibujar una sonrisa en el rostro. Es todo tan fabuloso; me encanta que la gente se tome tan en serio las fiestas, la belleza y la diversión. Eso es algo que les cuesta comprender a los pobres mortales: divertirse es un trabajo igual de duro que cualquier otro, hay que poner toda tu energía y todos tus sentidos en ello. Aunque supongo que es más díficil dejar pasar el tiempo en una fiesta eterna, cuando la espada de Damocles de la mortalidad pende sobre tu cabeza. Quién puede culparles por sentir pánico a la muerte, cuando es el miedo primario de todos los que estamos aquí.

Es algo que he observado en más de una ocasión, la ironía feroz de que los inmortales temen la llegada de la Parca más que cualquier fútil mortal. Durante la llegada de la Peste Negra, había poblaciones enteras que bailaban hasta la extenuación, pensando que de este modo aplacarían la plaga, o la alejarían de ellos. ¿Es esta fiesta uno de esos bailes desesperados por ahuyentar a la Dama Negra? Bueno, pues si es así... danzad, malditos.

El sonido de mis tacones queda amortiguado por la gruesa alfombra que recubre el suelo, así que puedo pasearme con discreción por el fondo de la sala, comprobando que todo esté en su sitio, y cada invitado, cómodamente posicionado. Por un instante me planteo hacer un desfile triunfal por entre las mesas y buscar un lugar donde sentarme yo misma, -al fin y al cabo, soy más vieja y fabulosa que muchos de los vampiros de aquí- pero no creo que al príncipe le complazcan ciertas licencias. Merde, tenía que haber sentado a los humanos en la mesa de los niños.

Bueno, no pasa nada. De todos modos, estoy demasiado acelerada como para quedarme con el culo pegado al asiento durante el rato que dure el discurso de Marcel. Oh mon dieu, que salga ya. Necesito que empiece la fiesta.

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21/12/2017, 09:28
Rosalie D'Richet

Había llegado el día de la fiesta de mi querido príncipe y yo no podía estar más nerviosa, tenía que estar a la altura del evento ya que iba a acudir a su lado cuando él apareciese y por lo que había visto en las tarjetas... iba a venir mucha gente.

Asi que empecé a prepararme, abrí el armario y elegí el vestido que había comprado para la ocasión, elegante y a la vez muy insinuante, estaba segura de que le encantaría. Era rojo, muy llamativo, con transparencias y una larga abertura en las piernas, y me sentaba como un guante. Lo que no tenía muy claro era que hacer con mi pelo, tras mirarme un rato en el espejo decidí que lo mejor sería dejarlo suelto, con algún que otro tirabuzón informal. Escogí también unos bonitos pendientes plateados, una gargantilla y tras ponerme las sandalias de tacón de aguja y maquillarme un poco, estaba lista.

Pero aún no era hora de salir, cuando lo fuese vendrían a buscarme y yo ya estaría lista para acudir a su lado como siempre haría, ese hombre me volvía loca y sabía que podía hacer lo que quisiese conmigo, si bien ya se lo había demostrado habiendo llegando tan lejos solo por poder vivir eternamente a su lado.

Me senté entonces junto a la ventana de aquella acogedora y lujosa habitación, la verdad es que Marcel no había reparado en gastos, solo había que mirar alrededor para darse cuenta, las sábanas eran de seda, una alfombra suave y mullida tapizaba el suelo, las paredes estaban adornadas con un cuadros y un magnífico espejo junto al tocador le daban un toque femenino a la habitación. Desde allí podría ver a los invitados que iban llegando, tenía curiosidad por ver la gente con la que compartiríamos la seguro magnífica fiesta que habría organizado Jojo, quien por cierto, estaba deslumbrante por lo que podía ver desde allí.

Y empezaron a llegar, todos parecían bastante aburridos, enfundados en sus trajes y sus vestidos de gala, no había nadie que destacase mucho... O eso parecía, pues pude ver a un atractivo sujeto apoyado en una columna, al menos no iba en traje, sino enfudado en cuero, interesante seguro que ese al menos no era un estirado. Entonces oí un ruido que llamó mi atención, ¿qué era eso?, recorrí el lugar con la mirada hasta que lo ví, el que parecía un rebelde sin causa se bajó de una moto bastante espectacular, y tras saludar a Jojo se acercó al otro tipo en el que me había fijado, parecían del estilo, de hecho comparados con todos los demás parecían los más interesantes, sonreí, parecía que la noche si que podía depararnos alguna sorpresa.

Escuché entonces unos golpes en mi puerta, me reclamaban, asi que con una sonrisa en mi rostro salí para acompañar a mi querido príncipe a que diese su discurso de bienvenida a los invitados, como no su séquito le acompañaba, sus dos chiquillos y aquel Nosferatu que nunca me había gustado. Suspiré, cogí la mano de Marcel y tras darle un suave beso en su fría mejilla me puse a su lado para acompañarlo.

Llegamos a nuestra mesa y nos acomodamos, cuando me susurra aquellas palabras no puedo dejar de sonreirle, suspiro y miro hacia delante, expectante a sus palabras, a ver con que nos deleitaba hoy.

Notas de juego

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21/12/2017, 10:03
Sebastian Crawford

Antes de que se produzca ninguna respuesta a mis palabras conciliadoras aunque soterradamente mordaces, alguien se acerca a nuestra mesa con la intención de acompañarnos. Se trata de dos Vástagos de sexo masculino; hay que admitir que ambos están de muy bien ver, aunque son como el día y la noche. Uno de ellos es oscuro y varonil, con rasgos tan duros que podrían cortar la piedra y un fuego invisible ardiendo en los ojos. Mis alarmas internas me dicen que es un tipo peligroso y lo sabe. El segundo vampiro es más suave de facciones, muy alto y esbelto, con cabello rubiáceo y mirada confiada. Los dos van ataviados en un estilo sorprendente y refrescantemente casual: cazadoras de motorista, vaqueros tan ajustados que me resulta difícil imaginar cómo es posible moverse con ellos puestos… El primero, el peligroso, pide permiso informalmente para sentarse junto a nosotros. Lavonne no tarda en darle la bienvenida con la gracia que le es propia.

No somos mejores que nadie, si te refieres a eso —le respondo al recién llegado de oscuro atractivo, inclinándome ligeramente hacia él mientras sonrío con complicidad. Luego, mis ojos se posan sobre el otro, el alto y rubio—. Ya os daréis cuenta si conseguís aguantarnos más de cinco minutos. Soy Sebastian, y Alan es mi Sire. Encantado.

En ese momento, todas las cabezas se vuelven al mismo tiempo en la misma dirección. El Príncipe ha llegado al fin, acompañado de otros cuatro vampiros. No puedo dejar de tener la sensación de que son como cuatro corderos siguiendo al pastor; tal es la fuerza que desprende la personalidad de Guilbeau, un auténtico rey entre los malditos. Permanezco atento a lo que el Príncipe vaya a decir, lanzando soslayadamente una mirada furtiva a la radiante Lavonne.

¿Quién sabe? Puede que al fin conozca la causa de la ominosa sensación que lleva rondándome toda la noche.

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21/12/2017, 11:04
Babylon Mynk

-Pensaba que todos los vampiros sabían que lo más importante de una persona está en sus venas, no sobre su piel -

 -No sé a qué te refieres cariño, me guío por lo que veo en primer lugar. Luego por cómo huelen. Y por último... - Hago una breve pausa y esbozo una sonrisa picara y ligeramente picante. Intento alzar las cejas, cosa difícil cuando debo mirar hacía abajo - Por como me tocan - Aprovecho para contestarle al preguntarle por el príncipe, a la vez que acerco mi cara a la suya, para poder esnifar su aroma.

Admito que voy ligeramente colocado y eso mejora significativamente mi bombeo sanguíneo genital, pero nunca fui un ser difícil de encender. Más bien lo contrario. Espero que lo note, no intento controlarlo tampoco.

Se acerca y me comenta no se qué de una recepción. Por mí como si se quieren quemar todos ahí dentro. Me esta poniendo demasiado violento, cachondo y solo tengo ganas de ponerla sobre la moto para darle todo lo que está buscando. Que mire quien quiera y que se toque quien pueda. Este pensamiento me hace sonreir. Soy un chulo, nunca emito carcajadas, cerrar los ojos solo llevan a puñaladas traseras e impedirían vislumbrar esta escultura que tengo frente a mí. 

No es como Aura, pero hubo tantas otras que tampoco lo eran... Contengo mis impulsos. Pensar en Aura me obliga a pensar en mi deber como su siervo, amigo y confidente. Aunque no sepa más que causarle problemas.

Me obligo a separarme de ella. En circunstancias normales puede que ni me hubiera acercado, pero hoy no es un día normal y, siendo claro, ahora sé que me habría perdido bastante entretenimiento. Saco las llaves de la moto del bolsillo interno de mi "chupa" y se las ofrezco a la muñequita que tengo delante.

- Espero que la guardes en lugar seguro - enfatizo su exuberante escote con la mirada - Me gustaría poder recuperarlas luego - Le guiño el ojo izquierdo. Emprendo mi marcha al interior del barco, a la zona de los invitados pero antes de cruzar el umbral me vuelvo a parar y sin mirar hacía la belleza parcheada de mi espalda:

- No llames burra a mi pequeña, se llama Janette y, aunque no te atrevas a preguntar, yo soy Baby. No hace falta que metas la llave, con subirte encima arrancará sola... el único que mete aquí la herramienta soy yo

Entro a la sala de invitados bastante caliente para estar muerto, pero al menos me sirve para marcar paquete.

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21/12/2017, 12:53
Babylon Mynk

Veo como el tipo duro me repasa "de pe a pa" con la mirada, de forma rápida que casi pasa inadvertida, pero hacerme el simple no es solo una faceta, desafortunadamente. Creo que me puede caer bien, se presenta y me tiende la mano. Obviamente correspondo al cordial saludo, aún extrañado de que me trate de usted. No le pega. Seguro que es un tanto más viejo que un servidor, tiene más experiencia y temple.

- Me encantaría tener una línea de sangre como la tuya, te aseguro que de ser así todo esto sería un tanto diferente y no lleno de reinonas. Por lo que veo de ambos sexos -  Digo mientras hago con mi mano en alto haciendo un movimiento horizontal en círculos con el dedo índice. Sonrío como siempre, de forma pícara, observando todo a mi alrededor, sin perder detalle. Puede que parezca "postureo", como dicen los jóvenes, y razón no les falta. Al menos yo, sé como se hace.

- Y no. Soy un recién llegado. Aunque seguramente para disgusto de muchos de los presentes, me quede una larga temporada.

- Colega - tanteo el terreno y antes de ponerle una mano sobre el hombro, despacito y dejando claro las buenas intenciones - Cree cuando te digo que al menos a mí me acabas de salvar la noche. Y no hace falta que trates con respeto a un tío como yo, aún no me lo he ganado - Le guiño un ojo y lo acompaño a la mesa, tal y como acaba de sugerirme. Como decía papá antes de ponerse violento, hay que hacerle caso a los mayores. 

tanteo de nuevo el terreno, demasiada mujer exuberante. Puede ser un problema, para todos. Demasiada pija cachonda. No paro de repetir eso en mi cabeza. Demasiada belleza. No paro de sentir eso en el cuerpo. Demasiada... Llegamos a la mesa con una preciosa fémina siendo el deleite de otros hombres. Sigue sin ser Aura, pero sirve.

 Esto promete.

Se sienta primero Shane con una leve burla suave para amenizar su entrada. Definitivamente me gusta este tipo. 

Yo permanezco aún en pie, valorando las reacciones de los presentes y como no, dejando que otros me miren ahí, plantado en medio revisando a toda la peña cercana.

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21/12/2017, 15:51
Shane Saunière

Me siento y observo con seriedad a todos los presentes. Sin duda tienen aspecto de ser las arpías de la ciudad. Con suerte incluso alguno de ellos sería un primogénito o el lameculos oficial del Príncipe.

La dama de cabello oscuro que tengo a mi lado me llama poderosamente la atención. Me recuerda mucho a una hermosa dama que conocí hace mucho tiempo. Tiene el rostro de una diosa y una presencia que invita a desear protegerla de cualquier daño. Estoy completamente seguro de que no lo necesita.

- Mademoiselle, sois sin duda una de las mujeres más hermosas que he visto jamás, y he visto muchas. - una media sonrisa mientras cruzo los dedos de mis manos - Permitid que me presente, mi nombre es Shane, un humilde miembro de la cuestionable y dicen honorable familia Saunière… Enchanté.

Luego me giro hacia la impresionante dama de cabellos dorados. Su belleza rivaliza y seguramente sobrepasa a la de la dama de mi izquierda. Son como el sol y la luna. Oscuridad y luz.

Aunque la dama de blanco tiene unos ojos capaces de congelar a una persona como la mirada de un setita, se percibe ciertos vicios típicos de la cercanía a la mortalidad, ciertos dejes que sólo un vampiro recién creado repite sin darse cuenta. Es muy humana, y eso no hace sino incrementar su belleza.

Me doy cuenta tarde de que la estoy mirando demasiado, el respetable caballero de su lado, probablemente su sire, su amante o ambas cosas a la vez me mira con un gesto velado de desagrado.

Me sonrío. No puede conquistarse Roma con un ejército sin armas, y menos podría competir yo por semejante dama. Aún así me gusta percibir como la inseguridad hace que los egos desmedidos de estos antiguos se tambalee por unos segundos.

Sonrío a la preciosa joven de cabellos dorados y vestido blanco.

Lavonne: -Adelante. No sé sobre lo de ‘Chachi’, pero la variedad siempre es bienvenida

- Gracias… - digo con mientras le sonrío

- “Chachi”, “molón”, “guay”, “cool”... ¿no os da la impresión que cada década que pasa, las expresiones mortales de uso coloquial se vuelven cada vez más obsoletas?

Es difícil discernir cuando uno se va quedando obsoleto.

Me giro levemente para contemplarla una vez más - sin embargo aunque mis modales sean anticuados, por favor permitidme deciros que deslumbráis la habitación con vuestra presencia. Ese vestido solo puede ser superado en belleza por la figura que lo luce.

Luego saludo con un gesto de la cabeza y una sonrisa al caballero que me dirige la palabra y su acompañante. Son dos caballeros exquisitamente vestidos, trajes a medida, como no. Su porte y su ropa han sido exquisitamente preparados para sus esbeltos cuerpos.
Me resulta difícil discernir quién es el sire y quién el chiquillo.

Sebastian:—No somos mejores que nadie, si te refieres a eso .(...) Ya os daréis cuenta si conseguís aguantarnos más de cinco minutos. Soy Sebastian, y Alan es mi Sire. Encantado.

Agradezco la aclaración - Por supuesto que no son mejores que nadie. Era una manera de hablar, siento si les ha ofendido. Es como cuando hablamos de nosotros mismos como inmortales… me hace mucha gracia ese término.
Es obvio que hay muchos de los nuestros que claramente sobrevaloran mucho su… condición y su propia vulnerabilidad.-
Me río un poco mientras pienso la gran miriada de formas en las que podemos convertirnos en maldito polvo.

- Es un placer Sebastian, todo un honor Monsieur Alan.

Soy Shane. - digo inclinando la cabeza sin dejar de mirar directamente a sus ojos

De pronto la gente comienza a terminar sus conversaciones, la esclava bicolor del príncipe que nos ha recibido en el barco entra dando por zanjado que estamos todos. Le hago una señal a Baby para que se siente con nosotros. Es sin duda un personaje que va a dar mucho juego esta noche y de momento me parece muy interesante.

Y por fin ahí está.
El Príncipe sale hasta una mesa presidencial, acompañado por lacayos y una hermosa vampira vestida con el color de la sangre. Un color que me enciende.

Acaricio con cuidado la carta que llevo guardada en el interior de mi chaqueta.

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21/12/2017, 18:05
Constance Foix La Roche

Vástagos continuaban llegando poco a poco hasta llenar el Delta Night con sus voces, sus intercambios de palabras y sus miradas. Todo el mundo quería saludarse, medirse, notarlo todo.

Jerome hacía gala de aquellos olvidados modales de antaño, a la par que no desatendía la faceta por la cual todo el mundo lo conocía en la ciudad.

Dejé escapar una pequeña sonrisa cuando él percibió la broma en mis palabras.

- Precisamente creo que se trata del tiempo y la relevancia de lo que haces- hago una rápida mirada alrededor- aunque esta noche es más especial de lo habitual. Hay muchísima gente congregada, por no decir que se encuentra cada vástago de la ciudad.

Jojo Baker se encuentra en la entrada, demostrando su excelente habilidad como anfitriona, una socialité reconocible e influyente. Además de su particular fama. ¡Ah Marie!

No puedo disfrutar de mis pensamientos mucho tiempo ni de cómo la presencia de Jojo me evoca fascinaciones del pasado. Me invade un repentino rictus en la cara. Veo a mi Sire tomar asiento en otra mesa ¿Y por qué es que no me enteré que también venía? Hubiera entornado los ojos si hubiera podido. Claro… ¿Cuándo se molesta en avisarle a sus inferiores lo que hará o no? Me he ensimismado tanto que olvidé realizar una simple pregunta…

Pero es cuando noto la grácil figura de Nigel entrar por la puerta cuando inmediatamente siento un impulso removerse agitadamente en mi interior.

¡Mon dieu!

Me llegan las palabras de Christopher y vuelvan mi atención sobre él, no puedo evitar seguir el rastro de su mirada. Malditas reuniones de protocolo, aún no me acoplo a esto – Pues al no ver a ninguno de los míos cuando llegué, me acerqué a un rostro familiar –miro a Jerome. Pero la conversación termina allí, llegan más personas, una rubia de ojos claros acompañada de alguien.

Laura los invita a sentarse y yo miro a los ojos a Louie.

¿Qué te puedo decir? Me cambiaría de mesa pero veo que se ha plagado de gente ya y además, allí viene el Príncipe.

Siento el peso de su presencia engulléndolo todo en el salón, incluso el incesante cuchicheo de todos los presentes. De pronto reina el silencio y eso es todo lo que importa.

Nos ponemos de pie ante su llegada y nos sentamos inmediatamente ante su indicación. Todo es imperioso y solo es quebrantado por la llegada de aquellos que han entrado al Delta Night después.

Mis ojos vuelven a buscar los de Loui, mantengo la mirada, inclino la cabeza hacia él y Nigel en señal de que los he advertido. Vuelvo la vista hacia el resto, pero no tengo absolutamente nada más que decir, pues de pronto lo que más anhelo es volver a mi laboratorio, a mis estudios, a mis pasiones.

Pero no.

Me toca estar aquí y presentar planta ante el desliz de mi inocente selección de mesa. Pues bien. Así pasó.

Get over it!

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21/12/2017, 20:50
Alan Thomson

Tanto cainita adulando la belleza femenina me aburre y casi exaspera. Estoy convencido que no podrían apreciar la belleza de una pieza musical o cualquier obra de arte, simplemente se dejan llevar por sus impulsos animales. Todos esos halagos torpes y burdos, y ni siquiera han apreciado lo realmente admirable en ella que ha sido su interpretación al entrar en la sala. 

Realmente son patéticos. 

Me limito a inclinar la cabeza, mi demasiado locuaz chiquillo ya me ha presentado así que ni siquiera hace falta que abra la boca. 

Y por fin entra Marcel. 

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21/12/2017, 21:00
Jane Morgan

Una voz resuena en mi interior, una que conocía desde hace muy poco. Una sonrisa de resignación se dibuja en mi rostro durante un instante, no podía negar que era insistente y encima si le decía algo más me acusaría de querer seguir hablando, levanto la mirada hacia él, una fría y seria. No se cansaba de dar lecciones, como si no supiera ya lo que me estaba diciendo, se notaba que era un viejo.

 ¿Un restaurante?

Se sigue haciendo, pero teniendo ahora internet para concretar la cita y el tema a tratar, me podía preparar bien si tenía que reunirme, no era lo mismo que estar  hablando con un desconocido, el cual me importaba bien poco, y por supuesto que podía intentar ser más amable si era lo que quería e incluso a veces lo conseguía, pero el italiano no quería hablar de negocios, solo quería mostrarse superior y como no, tener la última palabra. Estoy segura que estaba disfrutando con esto.

Tamborileo sobre la mesa, sin dejar de mirarlo. Me exasperaba que ganara él y eso que solo lo sabía yo, pero era suficiente. -Veo que no me vas a dejar tranquila…- Guardo mis gafas en su estuche y empiezo a recoger mi papeles. -De todas formas ya había terminado.- Digo intentando mostrarme indiferente. Aun queda demasiada noche por delante...

Me preparo para continuar hablando con mi molesto interlocutor, colocándome las mangas para que quedaran a mi gusto.

-Le agradezco muchísimo su preocupación por mí y tendré en cuenta todos los consejos que alguien de… sus “capacidades” me ha dado, ya estoy haciéndome el esquema mental para tenerlo bien claro.- Espero que notes el sarcasmo capullo… Muevo lentamente la mirada hacia su acompañante, entrecierro los ojos, debía ser igual que él y tampoco tenía pinta de ser muy espabilada.

En ese momento el anfitrión entra en escena, un alivio, ya que al menos el italiano dejará de irritarme con su verborrea, y sí, tres frases ya eran demasiadas, puesto que ahora él tendría otras distracciones.

Enseguida puedo sentir las sensaciones que trasmite la fuerte presencia del Príncipe, la envidia y la admiración son sentimientos que se entremezclan a partes iguales en mi interior. Soy incapaz de apartar la mirada de él, mientras espero a que nos deleite con sus palabras y las promesas de una noche agradable, las cuales serían difíciles de cumplir para mí, pero siempre había lugar para las sorpresas.

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21/12/2017, 21:24
Morgaine

Me estoy divirtiendo mucho con tanto espectáculo, los animales se juntan, los hechiceros se separan, los locos... bueno ahí están. Viene Karen, a hablar con Julia, tengo cierta satisfacción de que la pequeña hoy esté en mis filas.

Veo que has estado en mi casa, ¿te ha complacido el jardín?

Querida al arte de la jardinería, es eso, un arte... ¿Qué te hace pensar que lo realizarías mejor que yo? sonrío dulcemente Te puedes pasar por mi casa cuando quieras. 

Y entonces es cuando un muy desagradable sonido me enerva, especialmente teniendo en cuenta que tengo mi auspex activado, cierro los ojos y desdibujo levemente mi sonrisa. Apoyo las palmas en la mesa y me quedo expectante. Un neonato, un cachorro sin domesticar, que se cree que va a disfrutar de la inmortalidad... así no pequeño... permanezco inmutable cuando se acerca a la mesa. No me interesa, poco talento y demasiada vulgaridad.

Shane: Mademoiselle, sois sin duda una de las mujeres más hermosas que he visto jamás, y he visto muchas.  Permitid que me presente, mi nombre es Shane, un humilde miembro de la cuestionable y dicen honorable familia Saunière… Enchanté.

No había reparado en él, Saunière... hace ya muchos años... le miro, me genera... curiosidad... extiendo mi mano para que la bese y le hago un gesto para que se siente a mi lado, en el puesto que la chiquilla de Jeremiah ha rehusado, luego me encargaré de eso. 

Pero justo en ese instante entra Marcel. 

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21/12/2017, 22:03
Jeremiah Ulric Vaughan

La mano de mi querida sobre la mía hace que me controle, ella está aquí, conmigo y por mí. 

Y sin embargo cuando vienen los extranjeros tiene que ser la primera en hablar, no puede estarse callada y ser obediente y sumisa, para colmo toman lugar a su lado. No me intimidan tanto como la primogénita, su ira debe de ser terrible, estos... 

Buenas noches, caballeros... será mejor que terminen la conversación, el príncipe ha entrado y va a dar su discurso. 

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21/12/2017, 22:20
Christopher Ainsworth

Alzo mi cabeza al oír un nombre, Sauniére. No puede ser que éste sea su descendiente, lanzo una mirada cómplice a Helena. Saunière es un viejo conocido, pero hemos venido a disfrutar del carnaval y los viejos conocidos, no a inmiscuirnos en los problemas ajenos. 

Sonrío al ver a mi rebelde esposa guiñarme un ojo mientras habla con Roxy, ya lo está haciendo...

Notas de juego

Tirada de inteligencia+política para ver si conocéis algo de la familia Saunière, dificultad 7 para Jerome y Constance, dificultad 6 que haces la tirada por Mihail. 

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21/12/2017, 22:29
Roxy

La verdad es que en este mundo cuesta encontrarte con personas honestas y directas como Helena y me complace mucho su amistad. Pero no soy tan idiota mostrar todas mis cartas aquí, frente a tantas miradas indiscretas y oídos agudizados. Tan sólo pensar ya hace que se me erice la piel, este sitio no es seguro. 

Así que decido cambiar de tema y entablar una frívola conversación con los recién llegados. Veamos a ver si lo hago como le gustaría a la zorra petulante de Morgaine... sonrisa falsa, copa en la mano, gesto sereno... 

Buenas noches, ustedes son nuevos en la ciudad, ¿vienen por el carnaval?