Partida Rol por web

Nueva Orleans Nocturna

Delta Night

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02/07/2018, 19:11
Lavonne Drummond

Lavonne se encogió ligeramente, agachando la cabeza y finalmente negando ante el desconocimiento de una respuesta. Se dio cuenta de que empezaba a odiar la mera pronunciación de aquel nombre y aquel dichoso apellido. Esa necesidad que tenía de defenderla como si no pudiese hacerlo ella sola. Apretó los dientes un instante, suspirando con tedio.

Sólo he hablado con él un par de veces. De verdad que no tengo ni idea sobre qué clase de vida lleva, ni ganas de saberlo. Y en lo que a mí concierne...

No podía imaginar quién podía intentar herirla de esa manera. No conocía a ninguna de aquellas personas, aunque había descubierto que, como lo más bajo de la condición humana, a muchos les divertía y entretenía la idea del dolor ajeno. Era tan despreciable como absurdo.

Nadie me conoce aquí salvo mi propio Sire y la señora Blake. No veo cómo ninguno de ellos se podría beneficiar de esta situación, quedando totalmente expuestos ante las cámaras. —Cerró los ojos con fuerza. Ambos eran lo suficientemente antiguos como para saber algo tan sencillo como aquello.— No es que no fuese capaz. Mi Sire, me refiero. Es algo, de hecho, plausible pero... No lo sé.

Claro que lo sabía. Era perfectamente capaz de haberla metido en todo aquel embrollo sólo para demostrar su hombría o su necesidad de hacer saber que estaba con él, o cualquier otra estupidez de las suyas. Como si un siglo no fuese suficiente.

Se obligó a mostrar una sonrisa forzada, mirando aquellos ojos verdes y a ratos anegados en tristeza. Se dio cuenta en un segundo de que lo envidiaba, o quizás no tanto a Shane como a su libertad de abandonar aquel lugar hacia donde quisiera. El poder llegar allí y marcharse cuando quisiera acorde a sus deseos. Seguro que conllevaba muchas otras responsabilidades y preocupaciones que ni siquiera podía imaginar, pero cualquiera de esas cosas habría sido mejor que lo que le esperaba a continuación.

Una moto y una carretera larga e infinita, pensó, como las que cruzaban estados enteros sin desviarse lo más mínimo.

Volvió el rostro hacia la oscuridad del agua y las luces cada vez más cercanas de aquella ciudad embrujada, recordando las palabras de Angélica: «No tengas miedo, llámame. Puedo devolverte el alma... o darte una nueva.» Sus ojos se empañaron ante el recuerdo, y no pudo evitar recoger los brazos sobre el pecho como si de repente hiciese frío.

Supongo que mañana lo sabremos y todo esto se habrá acabado. —rezó quedamente con la voz hueca, porque en el fondo sabía que sólo era el comienzo de algo más. Pero ojalá...— Gracias, igualmente.

Notas de juego

Perdón por la tardanza.

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02/07/2018, 23:27
Shane Saunière

Miro desconcertado a la rubia y me detengo antes de continuar alejándome más.

- Lo siento, la verdad es que ni se me había ocurrido que no hubiese un sentimiento de correspondencia. Sinceramente, el señor Crawford no es alguien muy capaz en  la sutil habilidad de esconder sus sentimientos.

Los celos son capaces de venir de uno u otro lado. Alguien que ame al señor Crawford también puede haberle hecho la encerrona solo por cómo os mira. - Me cruzo de brazos - algo que no ha pasado desapercibido para nadie.

Vuelve a poner esa mirada triste. Es una mirada que he visto antes, una que me invita a querer protegerla. Pero ya no soy un joven idealista e idiota capaz de arriesgarlo todo por una joven desafortunada.

- Volved con vuestro sire. Es un antiguo de alta posición y os protegerá. - me giro para marcharme pero antes pienso algo unos segundos. Giro levemente la cabeza por encima del hombro y la observo en silencio unos instantes. - Si su Sire no le protege, entonces debe usted cortar el cordón umbilical y huir de su regazo. Algún día deberá hacerlo... y lo sabe.

- Da miedo... pero es la única manera de ser realmente libre. -

¿Protección o libertad? era una elección siempre difícil, pero solo los que hemos estado en ambos lados de la balanza sabemos lo que ganamos y perdemos.

- Buenas noches, señorita Drummond.

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03/07/2018, 17:24
Lavonne Drummond

Se esmeró por devolverle una sonrisa complaciente, acompañándola de un gesto de despedida con la mano. Le resultaba casi gracioso cómo todos y cada uno de ellos se esmeraban en repetirle lo que ya sabía, como si no fuese algo obvio que ella misma veía y ya había intentado. Angélica, Fowler, Shane... Incluso Sebastian y JoJo, aunque no lo habían dicho tan abiertamente. Estaba ahí, en la forma en que la miraban como si fuese un cervatillo indefenso, tendiéndole números a los que llamar en caso de auxilio para después volver a sus asuntos sintiendo que habían hecho bien. Sabía que había verdad en lo que decían; lo que ignoraban era la otra cara de la moneda, asumiendo que todos ellos estaban cortados por el mismo patrón.

Buenas noches a usted también, señor Saunière.

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03/07/2018, 17:44
Lavonne Drummond

Notas de juego

Pues por mi parte ya está. Lo único, dejarle a algún criado mi número de teléfono para que se lo pase al Príncipe :)

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03/07/2018, 17:45
Lavonne Drummond

Notas de juego

Lavonne le dejará una nota a algún criado para que se la de a JoJo más tarde, que no te quiere incordiar más. Te la dejo por aquí:

Siento mucho lo que ha ocurrido en el Stoker's. Espero que todo se solucione pronto.

Si necesitas cualquier cosa, no dudes en llamarme.

[número de teléfono]

Lavonne.

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04/07/2018, 11:07

Vale, esto es lo que va a pasar, van a ir saliendo por parejas de este modo... 

  • Caroline, eris + Jasper
  • Babylon + Lavonne + Jeremiah (+ fowler)
  • Rosalie, se queda en el barco y le sucede algo distinto 
  • Jane + Parker +Fowler
  • Jerome + Sebastian. +Alan 
  • Shane + Jojo 

Notas de juego

a Fowler le había tocado con Lavonne, pero realmente quiero dejarla a ella sola para saber si lo salvaría o no. Es su decisión. ¿Qué os parece?

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04/07/2018, 11:11
-Narrador-

Ciertamente la noche había sido demasiado larga, larga y complicada. Lavonne llevaba en las manos el pedazo de madera que había encontrado en el juego. Acariciaba los surcos de la madera con sus delicados dedos mientras perdida en sus pensamientos divagaba sobre en qué momento todo había dejado de ser un juego. 

Jeremiah esperaba al otro lado de la pasarela, su rostro era inescrutable. ¿estaba enfadado? ¿preocupado? ¿decepcionado? No sabría discriminar que emoción negativa cruzaba su retorcida mente. Pero algo le rondaba. Lentamente descendió la pasarela hasta llegar a él dejando el Mississippi y todos sus misterios a su espalda. 

Mientras caminaban hacia el coche el rubio rockero se acercó a la dama y sin mucho esfuerzo estirando de su mano libre la atrajo hacia él pegándola a su cuerpo. 

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04/07/2018, 11:19
Babylon Mynk

Doy un salto de mi moto que de una puta vez gracias al altísimo está en tierra firme, y voy directo hacia la rubia problemática. En efecto acabo de descubrir que lo que me ponen son los problemas, Aura tenía razón conmigo. Pero qué cojones a lo mejor mañana la matan así que es mi momento. 

Estiro de ella para atraerla hacia mi y mi intención era arrastrarla hasta la moto y llevármela, pero por unos segundos miro su puto angelical rostro y me quedo pasmado como un gilipollas. 

 

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04/07/2018, 11:23
Jeremiah Ulric Vaughan

No es el momento, Veo como Marie baja y recoge mi brazo. Estoy serio, meditativo, tengo que pensar en el siguiente paso. Voy a encerrarla en la torre de Londres y tirar la llave. Esta noche he sido el hazmerreír de Morgaine por su culpa. 

Pero no es el momento. Caminamos hacia nuestro vehículo tranquilamente sintiendo la brisa en el rostro, en silencio. Espero que al menos le invada la culpa y la vergüenza, no deseo mediar palabra. 

Pero entonces es cuando viene, el americano. En ocasiones me cuesta entender que colonos europeos hayan derivado a tanta ordinariez y realmente me cuestiono que sigamos siendo de la misma raza. No era el momento, pero noto como la ira se apodera de mi.

Arranco a mi chiquilla de los fornidos brazos del neonato sin esfuerzo lanzándola al suelo. Después potenciado por la sangre coloco mi mano derecha en el cuello del osado vampiro y comienzo a elevarlo del suelo. Es fuerte, va a pelear, pero yo puedo vencerle en la peor de sus pesadillas. 

¡ESPÉRAME EN EL COCHE! le lanzo una última mirada amenazante. Comprobemos que eres capaz de hacer lo que te digo aunque sólo sea una vez. 

 

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04/07/2018, 11:40
-Narrador-

Los cainitas fueron bajando del barco poco a poco, como un goteo constante de sangre en una herida abierta que trata infructuosamente de cerrarse.

Las calles cercanas al puerto rebosaban de música, voces y risas.

Cada cainita se dirige a sus vehículos, a pedir un taxi, o simplemente buscando perderse en la oscuridad de las calles.

Caroline se dirigía hacia su destino, caminado por la calle mientras su tacones hacían un sonido audible con eco en toda la calle. En la cercanía, el Jasper acunaba a Eris tiernamente en sus brazos y seguían el mismo camino por casualidad, buscando su propio medio de volver a su refugio o a la tienda de esoterismo. Total Anne se quedaba a dormir en el barco cortesía del príncipe, la anciana no cabía en si del gozo. 

Sus pasos se mezclan en el callejón caluroso, creando un compás de pasos desordenado y confuso. Ambos personajes se miraban con suspicacia e incomodidad, como cuando te despides de un  vecino en la puerta y luego te ves obligado a caminar al lado durante un buen tramo de trayecto.

La dulce Eris levantó la cabeza al reconocer a Caroline y se acercó a saludarla. 

 

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04/07/2018, 11:44
Eris Grey

La noche había sido una sucesión de destellos en mi mente. Cosas que recordaba con clara nitidez y otras que se difuminaban en pozos profundos y oscuros. Me sentía mareada y aturdida. Esto no era nuevo, hacía muchos años que había sido así, al menos ahora tenía a Jasper. 

Sin embargo abandoné sus brazos al ver a Caroline, mucho más joven que yo y sin embargo, casi como una madre para mí. Sufría viéndola en esas fiestas ya que sabía que no disfrutaba. Eso era lo que ella no entendía. Que la vida o la no-vida era para disfrutarla. Ella todo lo veía como un trabajo o una oportunidad para un trabajo o algo así de igualmente aburrido. 

Recogí su rostro con mis manos para besarle la frente. Ojalá por unos instantes pudiera ver el mundo como lo veo yo. 

Una noche más, ya ha pasado todo, peeeeeero, queda todo un carnaval por delante. Sonreí. 

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04/07/2018, 11:51
-Narrador-

Un sonido distinto interrumpe el sonido de los pasos. Una botella de licor sucia rodando en mitad del callejón, saliendo de la oscuridad.

Ese pequeño gesto despertó un leve sentimiento de inquietud en Caroline y Eris. Jasper adoptó una postura protectora colocándose entre las damas y la oscuridad. Sus sentidos se afinaron tratando de vislumbrar lo que se escondía en las sombras. Hasta que varias figuras comenzaron a caminar con gesto cansado.

Eran tres figuras, tres personas vestidas de forma extraña. Caminaban con una seguridad pasmosa, como la seguridad de aquellos a quienes tienen nada que temer, como un tigre en mitad de la selva.

 

Las figuras os rodean y salen a la luz de las farolas. Es entonces cuando podéis apreciar que llevan máscaras. Unas máscaras distintas y levemente terroríficas. Portan bates de béisbol con trozos de vidrios rotos pegados en su superficie, otro lleva un machete de caza, y el tercero lleva un revólver.

Os miran girando la cabeza en muecas extrañas y manejando las armas con cierta pereza.

¿Has bailado alguna vez con el diablo a la luz de la luna, hijo de Caín?

¿No?

El diablo quiere bailar contigo… dime quien es tu príncipe y te diré si puedes salvarte, pequeño demonio...

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04/07/2018, 11:54
-Narrador-

Los cainitas fueron bajando del barco poco a poco, como un goteo constante de sangre en una herida abierta que trata infructuosamente de cerrarse.

Las calles cercanas al puerto rebosaban de música, voces y risas.

Y ahí quedasteis los últimos, los que no abandonaban el barco ya descansaban. Por unos instantes Jojo estuvo tentada de seguir su mismo camino, pero la llamada de Yomee y la escenita con Anthony le hacían querer abandonar aquel lugar para siempre. Por fin todo terminaba. 

Shane se guardaba su revólver mientras observaba a la dama frotarse los ojos y se ofreció a llevarla a casa cosa que ella agradeció profundamente. Empezaron a caminar hacia el vehículo pero había aparcado lejos de los muelles donde el acceso no estaba restringido y había un trecho caminando. 

Un sonido distinto interrumpe el sonido de los pasos. Una botella de licor sucia rodando en mitad del callejón, saliendo de la oscuridad.

Ese pequeño gesto despertó un leve sentimiento de inquietud en los viandantes. Sus sentidos se afinaron tratando de vislumbrar lo que se escondía en las sombras. Hasta que varias figuras comenzaron a caminar con gesto cansado.

Eran tres figuras, tres personas vestidas de forma extraña. Caminaban con una seguridad pasmosa, como la seguridad de aquellos a quienes tienen nada que temer, como un tigre en mitad de la selva.

 

Las figuras os rodean y salen a la luz de las farolas. Es entonces cuando podéis apreciar que llevan máscaras. Unas máscaras distintas y levemente terroríficas. Portan bates de béisbol con trozos de vidrios rotos pegados en su superficie, otro lleva un machete de caza, y el tercero lleva un revólver.

Os miran girando la cabeza en muecas extrañas y manejando las armas con cierta pereza.

¿Has bailado alguna vez con el diablo a la luz de la luna, hijo de Caín?

¿No?

El diablo quiere bailar contigo… dime quien es tu príncipe y te diré si puedes salvarte, pequeño demonio...

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04/07/2018, 12:04
Alan Thomson

Vaya, finalmente parece que Sebastian sí recuerda que tiene un sire al que debe obediencia. No es suficiente. Tendré que poner medidas  respecto a su comportamiento pero como dice el refrán las letra con sangre entra. A lo mejor deba tomar el uso literal de la expresión. 

Bajamos la pasarela junto con Morgaine que ni siquiera dedica una mirada a mi chiquillo, el que debiera ser mi orgullo. Niego con la cabeza. Tras despedirnos de la primogénita, marchamos hacia nuestro vehículo que estaba aparcado más lejos de lo que yo recordaba odio el acceso restringido de los muelles.  

Sebastian, ¿te lo has pasado bien esta noche? medito unos instantes Esta noche no deseo tu presencia, pero mañana hablaremos. Vuelve a casa por tus propios medios para averiguar qué se siente al vivir sin un mentor y protector. 

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04/07/2018, 12:08
-Narrador-

Los cainitas fueron bajando del barco poco a poco, como un goteo constante de sangre en una herida abierta que trata infructuosamente de cerrarse.

Las calles cercanas al puerto rebosaban de música, voces y risas.

Cada cainita se dirige a sus vehículos, a pedir un taxi, o simplemente buscando perderse en la oscuridad de las calles.

Sebastian se dirigía hacia... ni siquiera sabía muy bien donde, caminado por la calle mientras sus zapatos pulcramente lustrados hacían un sonido audible con eco en toda la calle. En la cercanía, Jerome sigue por el mismo camino por casualidad, renqueando, buscando su propio medio de volver a su refugio.

Sus pasos se mezclan en el callejón caluroso, creando un compás de pasos desordenado y confuso. Ambos personajes se miraban con suspicacia e incomodidad, como cuando te despides de un  vecino en la puerta y luego te ves obligado a caminar al lado durante un buen tramo de trayecto.

Un sonido distinto interrumpe el sonido de los pasos. Una botella de licor sucia rodando en mitad del callejón, saliendo de la oscuridad.

Ese pequeño gesto despertó un leve sentimiento de inquietud en Sebastian y Jerome. Sus sentidos se afinaron tratando de vislumbrar lo que se escondía en las sombras. Hasta que varias figuras comenzaron a caminar con gesto cansado.

Eran tres figuras, tres personas vestidas de forma extraña. Caminaban con una seguridad pasmosa, como la seguridad de aquellos a quienes tienen nada que temer, como un tigre en mitad de la selva.

 

Las figuras os rodean y salen a la luz de las farolas. Es entonces cuando podéis apreciar que llevan máscaras. Unas máscaras distintas y levemente terroríficas. Portan bates de béisbol con trozos de vidrios rotos pegados en su superficie, otro lleva un machete de caza, y el tercero lleva un revólver.

Os miran girando la cabeza en muecas extrañas y manejando las armas con cierta pereza.

¿Has bailado alguna vez con el diablo a la luz de la luna, hijo de Caín?

¿No?

El diablo quiere bailar contigo… dime quien es tu príncipe y te diré si puedes salvarte, pequeño demonio...

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04/07/2018, 12:36
Jane Morgan

Sigo hablando con Jerome cuando por el rabillo del ojo veo un gesto borroso, un movimiento de alguien al que no le he quitado ojo desde que hemos vuelto llama mi atención, me vuelvo levemente hacia él y lo escucho hablar en otro idioma, uno reconocible por la tonalidad, uno que ya he escuchado demasiadas veces desde mi llegada a Nueva Orleans.

Miro a la pareja con asco. -¿Y tú qué dices imbécil?- Sé que la rata esta me está intentando fastidiar y eso que aun no he hablado con él, ni le he enseñado lo que pienso hacer con su cabeza.

Parece que ya se van, creo que debí entenderlo con ese “Bonsoir”, pues yo también debería irme. Tras unos segundos de reflexión, miro la hora y giro mi rostro hacia Jerome. -Buenas noches señor Dumont.- Habría tiempo más adelante para concretar todo.

Empiezo a caminar tras la pareja sin dejar de observar a Antoine.

Notas de juego

Dejo la escena detrás de Antoine y Trisha.

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06/07/2018, 01:31
-Narrador-

Los cainitas fueron bajando del barco poco a poco, como un goteo constante de sangre en una herida abierta que trata infructuosamente de cerrarse.

Las calles cercanas al puerto rebosaban de música, voces y risas. Risas que Jane perseguía en la oscuridad tras Antoine y Trisha, pero esas risas se fundieron en la noche y en la niebla desapareciendo como si se tratase de una ilusión. 

Cada cainita se dirige a sus vehículos, a pedir un taxi, o simplemente buscando perderse en la oscuridad de las calles.

Augustus Fowler se dirigía hacia su territorio, su dominio, caminado por la calle mientras sus zapatos hacían un sonido audible con eco en toda la calle. Había enviado a su chófer a realizar ciertas gestiones, así que ahora había decidido "disfrutar" del paseo. En la cercanía, Jane, caminaba ya por su territorio, el puerto pero seguía por el mismo camino por casualidad, caminando para volver a su refugio.

Sus pasos se mezclan en el callejón caluroso, creando un compás de pasos desordenado y confuso. Ambos personajes se miraban con suspicacia e incomodidad, como cuando te despides de un  vecino en la puerta y luego te ves obligado a caminar al lado durante un buen tramo de trayecto.

En ese callejón se encontraba un rostro familiar, la cainita extranjera rubia, Parker. 

Un sonido distinto interrumpe el sonido de los pasos. Una botella de licor sucia rodando en mitad del callejón, saliendo de la oscuridad.

Ese pequeño gesto despertó un leve sentimiento de inquietud en Fowler y Jane. La rubia guerrera permanecía atenta mirando la oscuridad. Sus sentidos se afinaron tratando de vislumbrar lo que se escondía en las sombras. Hasta que varias figuras comenzaron a caminar con gesto cansado.

Eran tres figuras, tres personas vestidas de forma extraña. Caminaban con una seguridad pasmosa, como la seguridad de aquellos a quienes tienen nada que temer, como un tigre en mitad de la selva.

 

Las figuras os rodean y salen a la luz de las farolas. Es entonces cuando podéis apreciar que llevan máscaras. Unas máscaras distintas y levemente terroríficas. Portan bates de béisbol con trozos de vidrios rotos pegados en su superficie, otro lleva un machete de caza, y el tercero lleva un revólver.

Os miran girando la cabeza en muecas extrañas y manejando las armas con cierta pereza.

¿Has bailado alguna vez con el diablo a la luz de la luna, hijo de Caín?

¿No?

El diablo quiere bailar contigo… dime quien es tu príncipe y te diré si puedes salvarte, pequeño demonio...

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06/07/2018, 01:46
Parker

Mihail ha descendido del barco como si fuera una hoja arrancada de un árbol por el embiste del viento… Como el viento, yo misma bajo por la pasarela, libre al fin de los convencionalismos que nos han rodeado toda la noche... Coñazo total, tío. Las bestias salvajes no se sienten cómodas en el agua, y, como tal, la que sólo algunos conocen como Agnieszka, y muchos como Parker, tampoco…

La noche está oscura, aunque se escucha la música del carnaval desde la ciudad. El puerto, silencioso, la hace perderse durante unos instantes, buscando la melena plateada de su mentor, de su amor… Sigo pensando en la actuación del rubito desvergonzado; tocaba la guitarra con tal maestría que se te caían las bragas por el suelo. Pero sé que sólo los cuarteados labios de Mihail pueden apagar el fuego salvaje que crece dentro de mí…

Sin darme cuenta, tengo dos acompañantes a mi lado. El negro y la siesa. No han hablado con ella en toda la noche, pero en algún momento han dado la nota. Uno, cuchicheando al oído de todos los demás vampiros. Y la otra lloriqueando por sus cartas... Les ignoro; mi cabello de oro mecido por el viento me hace de barrera natural contra las miradas de esos dos…

Sin embargo, alguien nos sale al paso. Como figuras fantasmales irrumpiendo el sueño de un niño, aparecen de entre las sombras en plan super malrollero…

-Soy Agnieszka, la indomable, no un demonio. No os daré la información que queréis, pero tenéis una única oportunidad de sobrevivir si os dais media vuelta ahora mismo. -Sonrío, sabiendo que ahora puedo liberar a la pantera salvaje que hay dentro de mí. Que soy.

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06/07/2018, 03:53
Sebastian Crawford

Lo ha vuelto a hacer. Con unas simples palabras que parece no costarle pronunciar, Alan me parte el corazón en dos. Abro la boca para responder, para preguntarle que dónde estaba mi querido Sire cuando me han interrogado, que dónde coño ha estado toda la noche. Pero ni siquiera me molesto. Estar con él es lo mismo que estar solo, y  ya sé que mis palabras no tendrán ningún efecto sobre él. Hemos tenido esta conversación más veces de las que recuerdo, y solo conduce a su silencio obstinado y a mi desesperación. Así que me limito a contestar, con una expresión pétrea:

Como tú quieras. ¿Quién sabe? A lo mejor no vuelvo.

Tal y como esperaba, Alan recibe mi amenaza como si ni siquiera hubiese abierto la boca.

Mis pasos resuenan en la calle vacía, recordándome lo solo que estoy, lo solo que he estado siempre. Con la mala suerte que estoy teniendo esta noche, debería haber tratado de coger un taxi, pero la verdad es que no tengo ninguna prisa en volver a casa. A lo mejor consigo que Alan me eche un poco de menos, que se acuerde de que, hace mucho tiempo, le importaba algo. Aprieto los dientes, y siento cómo mis afilados colmillos se alargan ligeramente, de un modo casi reflejo. Deseo sangre. No porque esté hambriento; me había alimentado bien antes de acudir a la fiesta del Príncipe, y el Ansia no es acuciante en estos momentos. Lo que anhelo es la intimidad, la cercanía y el consuelo que un Beso puede proporcionar, aunque sea fugaz. Desearía enterrarme en los brazos de algún amante sin rostro y sin nombre, un cuerpo caliente y vivo que temple mi gelidez, mi vacío, al que poder abrazarme como un lactante al pecho de su madre para olvidar el mundo. La sangre te llena, te hace feliz, te ayuda a olvidar. Además, ¿acaso podría dedicarme alguien un acto de amor mayor que el de entregarse por completo a mí, entregarme su sangre, su vida? Dios, si alguien hiciese eso por mí, sé que no me sentiría solo.

Un eco se sincopa con el sonido de mis pasos, arrancándome de mis pensamientos. Vuelvo la vista para ver al señor Dumont caminando con poco garbo a cierta distancia de mí, tratando de fingir que me ignora como yo trato de fingir que lo ignoro a él. Al final, cuando queda claro que ambos somos conscientes de la presencia del otro, lo saludo con un cabeceo mudo. Me doy cuenta de que no sé nada del señor Dumont, de que no sé nada de ninguno de los chupópteros con los que he compartido la velada. ¿Por qué hacemos eso? ¿Por qué nos afanamos en dejar a todo el mundo fuera, para que nadie pueda ayudarnos cuando lo necesitemos?

Es deprimente.

De pronto, oigo un sonido proveniente de un callejón cercano sumido en las tinieblas. Mierda. Me he puesto tan sentimental que me he distraído por completo, dejándome sorprender. Un trío de lo que solo podría describirse como lunáticos sale a nuestro encuentro, rodeándonos al señor Dumont y a mí antes de que podamos reaccionar. Los tres desconocidos llevan la cara cubierta con unas máscaras que supongo que deben creer que dan miedo. Lo que sí me preocupa un poco más son las armas que portan: mis sentidos sobrenaturales perforan la semioscuridad para distinguir un bate de béisbol, un cuchillo enorme y un revólver. Donde en otros tiempos habría sentido el subidón típico de la adrenalina, ahora siento como un rugido quedo y profundo en mis entrañas, apenas audible. Mis ojos pasan sucesivamente de uno a otro, midiéndolos instintivamente como adversarios. Me mantengo inmóvil, inalterable, mientras la irritación dibuja únicamente la más fina de las arrugas en mi frente.

Hoy no estoy para hostias.

Hola, chicos. No sabía que hubiese una fiesta de disfraces. —Sonrío ampliamente, mostrando mis dientes en una parodia de buen humor—. Mirad, no sé quiénes sois ni qué queréis, pero seré claro: sea lo que sea, no es un buen momento. Ni para él ni para mí. —Hago un gesto con el brazo, señalando al señor Dumont—. ¿Que quién es mi Príncipe? En serio, me parto. ¿Es que se puede elegir? Vaya, parece que es mi noche de suerte. —Río, mirando a Dumont con un gesto de complicidad. Es el momento de marcarse un farol—. Tíos, no sé si es una pregunta con trampa, pero mi único Príncipe soy yo. La política me importa una mierda. Solo hago lo que tengo que hacer para conseguir lo que tengo que conseguir, ¿vale? ¿No es eso lo que hacemos todos?

Sonrío a los gilipollas, con una postura congelada de hombros encogidos, como preguntando: «¿Ya está? ¿Me llevo el premio?». Pero en realidad, mi interior hierve. El horno apagado que es mi cuerpo no-muerto se pone en funcionamiento, infundiendo mis músculos fríos con cálida Vitae. Solo por si acaso.

- Tiradas (1)

Motivo: Carisma + Expresión (+1 punto de Fuerza de Voluntad) (Especialidad)

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 5, 6, 9, 8, 1

Éxitos: 2

Notas de juego

Gasto 1 punto de Sangre para incrementar mi Destreza. También he gastado 1 punto de Fuerza de Voluntad para mi tirada de Carisma + Expresión. Tiro contra una dificultad de 6 (8, -2 por mi Voz Encantadora, dado que me estoy «haciendo el simpático». Obtengo 3 éxitos en total, contando con mi punto de Fuerza de Voluntad.

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06/07/2018, 05:34
Jerome Faure Dumont

Finalmente habían bajado del barco, los pasos hacia algún taxi pronto encontraron compañero, el Señor Sebastián se encontraba también en aquella peregrinación hacia lugares distintos. Pronto el silencio no fue otra cosa que los palos es y el bastón contra la acera, pero desde las sombras aquellas figuras se presentaron como ángeles de la muerte o simplemente un susurro inapropiado.
Crawford fue el primero en hablar intimando a los presentes a no cometer el error de acercarse aún mas; Jerome por su parte entrecerro los ojos como si buscará un motivo. Las manos del viejo se pusieron ambas sobre el pomo del bastón mié tras que adoptaba una postura tranquila pero a la vez en alerta.

- sólo son niños, se han equivocado de lugar - les miró - voy a continuar mi camino, aun me resta un poco de tiempo para terminar el papeleo para mañana - dicho esto se dispuso a seguir camino.

Notas de juego