Partida Rol por web

Al ver el terror de Marta, no puedo resistirme a abrazarla y mecerla un poco para que se sienta mejor. no se que me pasa, haciendo estas cosas de niñas. Supongo que sera por estar en un cuarto solo con niñas y porque aquí nadie me conoce y no tengo que parecer todo el rato un gamberro.

No pasa nada Marta...no estas sola. Estamos los cuatro en el cuarto y nada a cambiado. Solo que no hay luz. El perrito de Raquel sigue corriendo por el suelo, el sol que has pintado en tu dibujo sigue siendo de un brillante color amarillo...

Miro hacia donde están las chicas, esperando a que mis ojos se habitúen a la falta de luz.

¿Porque mima a esa niña tonta?.- me pregunto zunciendo el ceño y arqueando las cejas.- Gol no es un "perrito" es un "jaski" medio lobo gigante y tiene un ojos azul clarito y otro negro para ver en la oscuridad. Y no corre por el suelo, esta junto a la litera. Pero que niño mas tonto....

Me subo a mi litera y hago un gesto llamando a Gol para que duerma conmigo, solo por esta noche.

Miro hacia Raquel en silencio, tratando de imaginar un jasky medio lobo. No se si eso es lo mejor para tranquilizar la Marta, pero mas que un perro tiene que ser un caballo.

Mejor...así no tropezaremos con el si tenemos que ir al baño por la noche...

Y a esta que le pasa?, se va a pasar la vida entera de mal genio?.

Marta se abraza a Garikoitz y luego, dirigiéndose sorprendida a Raquel, pregunta:

- ¿T-te tr-tranquiliza tener un... un m-medio lobo en l-la habitación contigo? ¿Y si... y si se enfada o si tiene hambre?

Luego baja la mirada, preguntándose si decir tal cosa ha sido lo más apropiado.

- L-lo siento si t-te he molestado, Ra-raquel.

Y, separándose de Gari, se sube a su cama y se envuelve con las mantas.

- Hoy ya n-no volverá la luz. Nunca vuelve el m-mismo día. N-no le importam-mos a a nadie.

Esta niña tonta no para dedecir tonterias.- Gol no se come a los niños, es un guardian protector al que solo yo veo y le importo mucho, nunca me deja sola y tu le importas a Garikoitz.- espeto con rabia.- y a la otra niña, les importas mas que yo y mas que cualquier otro niño asi que no digas tonterias... Ademas, de noche no sale el sol, tonta, de noche el sol se va a dormir como todo el mundo.- Me meto en la cama y me tapo hasta las orejas

Miro a mis compañeros de cuarto un poco confundida. No acabo de entender cómo se han enfadado tanto de repente.

-Pero... pero... yo tengo una linterna, y muchas pilas.- digo intentando que las cosas se calmen.

-Tengo que tenerlos, tengo que tenerlos...-

Bajo de cama de un salto, corriendo hacia el armario donde están mis cosas. Abro la puerta y saco la mochila de un tirón. Cuando la abro, allí está mi  linterna con sus pilas.

-¿Veis?. No tendremos problemas para ir al baño. Ni tenemos por qué tener miedo a la oscuridad. Para nosotros siempre habrá una luz.-

Levanto la linterna para que todos la vean, como si se tratase de un trofeo o de una varita mágica.

Y van pasando las horas, la luz no ha vuelto. Ya no va a volver hasta el día siguiente. Marta se arrebuja en sus mantas. El silencio del lugar por la noche resulta entre opresivo y agobiante, un silencio antinatural para cualquier niño de ciudad; ese silencio que sólo se da en medio de ningunaparte, cuando el coche más próximo pasa a kilómetro y medio de distancia. Fuera ha dejado de llover, ya ni las gotas se atreven a romper el silencio y, dentro del orfanato, la gente duerme.

Permanezco mucho rato despierto, escuchando las respiraciones de mis compañeras de cuarto. Parecen encontrar el sitio y la oscuridad tan opresiva como yo, aunque supongo que la linterna de Amanda ayuda, aunque sea imaginaria cono el perro de Raquel.

Se puede saber que le hice a la niña rubia para que este tan cabreada conmigo?, si no me he metido apenas con ella.

Me duermo poco a poco, bastante intranquila. Al menos tengo la luz que me ilumina y que no deja que la oscuridad sea completa.

Pienso en los acontecimientos del día, en Raquel, Marta, y Gari. Espero que nos llevemos bien y pronto podamos marcharnos de este sitio con caras torcidas y olores raros.

-Huele raro... como a lluvia y mojado. Todo está mojado.-

Cierro los ojos y comienzo a escribir una especie de diario mentalmente, esto me suele ayudar a dormir...

- Hoy me han traido a un cole viejo que huele raro y toda la gente aqui finge que es buena pero luego te gritan. Me han puesto en un cuarto con una niña de gorrito raro y un niño tonto, muy tonto, el mas tonto del mundo... pero es guapo... y sonrie bonito... pero es tonto, muy muy tonto y solo le hace caso a una niña repipi que se llama Marta y pinta feo. No me cae bien Marta y a Gol tampoco le gusta. Estaba mejor cuando solo estaba la niña del gorrito y el chico de nombre raro.... que es tonto... es muy muy tonzz zzzz zzzz zzzzzzzzzz

Cuando te despiertas al fin, los primeros rayos del Sol, cargados de un tenue brillo mortecino iluminan muy ligeramente la habitación, dejándola poblada de espeluznantes y estiradas sombras. Garikoitz duerme tapado hasta las orejas y Amanda no está en su cama, que se encuentra exageradamente revuelta, como si se hubiese dedicado a saltar encima. Marta duerme, un poco destapada y uno de los brazos cuelga hacia el suelo.

El silencio es total. No parece que nadie se haya levantado todavía en el lugar.

Te despiertas en mitad de una pesadilla. Algo te perseguía, algo que se movía siempre detrás de ti, nunca a la vista; y que hacía ruido metálico al moverse. Cada vez se oye más cerca, cada vez más claro; pero nunca te alcanzaba, nunca.

Al abrir los ojos, con el cuerpo impregnado en frío sudor, ves la habitacion todavía en calma. No hay luz al otro lado de la ventana, salvo el pálido reflejo de la Luna. Sólo tu linterna ilumina con su haz amarillento la habitación y en el casi perfecto círculo que traza en la pared, ves una pequeña imperfección, una pequeña sombra estirada y delgadita que altera las suaves formas del círculo de luz.

Tu cama empieza a moverse y el traqueteo te despierta. Se mueve de forma extraña, demasiado articulada y a la vez que parece hincharse y deshincharse continuamente bajo las sábanas, se dirige hacia la cama de una de las niñas. Sólo gracias a la linterna de Amanda, que queda a tu espalda, descartando su cama como objetivo, distingues que debajo de las sábanas asoman largas patas peludas. Ocho largas patas peludas danzan ante tus ojos en un paseo salvaje hacia una de las niñas.

Siento que se me corta la respiración, y trato de avisarle, de llamar su atención como sea pero lo mas que logro es un triste siseo que no llega a ninguna parte.

Miro como un loco a nuestro alrededor mientras encojo las piernas hasta tocar mi barbilla y asqueado y lleno de miedo miro hacia abajo, donde descansan mis zapatos, antes de tomarlos y lanzar uno de ellos a la enorme araña.

Me siento mal al verla, pero el alivio que me llena al ver que no va a por mi es casi tan grande que estoy a punto de llorar de agradecimiento.

Sin dificultad alguna alcanzas con el zapato a la terrible araña, que se detiene un instante, girando sobre sí misma y enfocándote con ocho grandes ojos. Parece dudar un instante, un instante en el que oyes claramente un gruñido, uno claramente hostil y grave, profundo. Y junto a la araña aparece claramente un perro de gran tamaño con rasgos lobunos y el pelaje blanco y negro. El bajo sonido rugiente que sale de su garganta parece captar todo el interés de la araña en este momento, que vuelve a ignorarte completamente.

La sorpresa de ver al perrazo barre por completo el terror de la araña.

Ese perro?...medio lobo medio perro enorme...no había dicho Rachel que Gol era así?...palabra por palabra?.

Me froto los ojos con fuerza ,tratando de despejarme y miro de nuevo hacia donde están el perro y la araña.

El supuesto Gol brama agachando la cabeza en una actitud desafiante, la araña recula un instante y se alza sobre sus patas traseras dispuesta a caer sobre el perro lobo. Los mordiscos resuenan perforando a la araña, mientras sus patas se lanzan cómo latigos sobre el perro y los quelíceros chasquean intentando alcanzar al esquivo cánido.

Observo todo sin poder creérmelo, y en un momento dado en que que creo que puedo ayudar, le arrojo el segundo zapato a la horrible araña con la intención de distraerla y facilitar al perro que le muerda.

Aun luego me preocupo...Si ese es el perro de Rachel...y Rachel no me aguanta... Uyuyuy...

Me restriego los ojos con los puños al despertar y bajo de mi cama sin hacer ruido, buscando a Amanda silenciosamente. Puede que este en el baño.- Pienso mientras le pido a Gol que venga conmigo, con un gesto.