Partida Rol por web

Ocaso

1. Ciudad de Tombstone (mañana)

Cargando editor
27/03/2015, 09:54
Director

Han pasado 15 años desde el final de una Guerra Civil que dividió el país en dos. Los hermanos lucharon entre sí, en un conflicto amargo que dividió familias y dio lugar a todo tipo de atrocidades contra la población civil.

Después de la guerra había muchos hombres que habían visto y hecho cosas terribles, y poco trabajo para ellos. Así que cuando en el Oeste se encontró oro primero y plata después, muchos pasaron la Frontera y cabalgaron hacia los cielos abiertos.

Hoy Tombstone es un rugido. Una niña de 8 años – Alina Hundle – la hija pequeña del herrero, ha sido encontrada mutilada. El asesino, Burton Duvall, un buscador que visita la ciudad de vez en cuando, ha desaparecido.

Los ciudadanos están frenéticos. La gente llena hasta la bandera la calle principal. Los tenderos asoman la cabeza por las ventanas de sus comercios, las prostitutas miran des de la barandilla de los balcones, a la sombra de sus parasoles. Los niños, inconscientes de lo que sucede, corren nerviosos por todas partes.

La multitud se ha concentrado delante de la oficina del sheriff Wetton, dónde a primera hora han llevado lo poco que queda del cuerpo de Alina. El Dr. Stafford ha terminado de examinar el cuerpo y el Predicador Dewey ha oficiado los últimos ritos. Con cara adusta, coge la Biblia con fuerza, los nudillos blancos.

Solo se ven rostros trastornados y encolerizados.

El sheriff, un hombre viejo pero respetado, sale de la oficina respaldado por sus dos ayudantes. El gentío, que ya llega al centenar, ha estado gruñendo apenas sin poder contener su rabia. Cuando Wetton lo pide se hace el silencio.

Cargando editor
27/03/2015, 09:57
Alesteir Wetton

Esto es lo que sabemos. Alguien ha matado a la pequeña Alina Hundle, una dulce niña. Hay que hacerle justicia. Lo que le ha sucedido, la forma en la que ha sido partida… ¡no lo podemos permitir!

Hal dice que vio a Burton Duvall, un buscador que excava no muy lejos de aquí, merodeando a la niña a primera hora. No conozco a Burton personalmente, pero cuando fui a hablar con él salió volando como si tuviera la cola en llamas.

Bueno, parece claro como la luz del día que él es el culpable así que tenemos que cogerlo y llevarlo de vuelta. Estoy aquí para pedir ayuda a todos los ciudadanos de Tombstone que quieran salir hoy mismo ahí fuera, para llevar a Barton Duvall ante la justicia, vivo o muerto.

Cargando editor
27/03/2015, 09:59
Director

Rápidamente vuelven los murmullos, todos quieren saber quién se unirá a los representantes de la Ley en esta misión. Se forman espacios vacíos alrededor de los ciudadanos más respetados, como Madame Swenson, el Dr. Stafford, el Predicador Dewey o el banquero Monrose. Este último, visiblemente asustado, está sudando y hace claras negativas con la cabeza.

Aun así, todos y cada uno de vosotros notáis la presión a vuestro alrededor.

Cargando editor
27/03/2015, 11:31
Allan Dewey

- “Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? Entonces respondió el Señor: Si hallare cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.

El reverendo Dewey era un hombre marcado por la edad, pero de sus ojos centelleantes todavía brillaba una chispa de vida. Allan estaba relatando a sus vecinos los pasajes de la Justicia de Dios, pues Dios siempre juzga. Eso parecía reconfortar a las familias.

- Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco”.

Esta era una buena historia. La destrucción de Sodoma, por parte de los ángeles vengadores de Dios, y Abraham le cuestionaba si allá donde hay hasta diez hombres justos merecía la destrucción aun por el amor del Señor a ellos.

- “Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmo 89:14; Salmo 97:2).

El predicador continuaba leyendo la biblia a aquellas personas que se habían prestado a escucharle. Con la perorata no quería sino evitar que cualquier vecino buscara por su mano justicia. Un crimen así, contra la pequeña Alina, que en paz descanse, no quedaría impune. Dios juzgaría al culpable al igual que juzgará a Alina y a todos nosotros.

- La doctrina de la rectitud de Dios, significa que nosotros, como Sus hijos, debemos buscar imitar a nuestro Padre celestial (5:48). No debemos buscar la venganza en contra de aquellos que pecaron en contra nuestra; debemos dejar la venganza a Dios (Romanos 12:17-21). Más que buscar quedar igualados, suframos la injusticia del hombre, al igual que nuestro Señor Jesús, que Dios pueda llevar a nuestros enemigos al arrepentimiento y a la salvación (Mateo 5:43-44; 1ª Pedro 2:18-25). Y oremos, tal como nos lo instruyó, para que en el día cuando la rectitud reine, sea posible.

El cura cerró la Biblia de un golpe, para terminar su misa. Misericordia y verdad, por delante de justicia y juicio. La misericordia podía ser ahorrar el sufrimiento del asesino antes de perdonar sus pecados en el nombre de Dios.

- “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10).

Cargando editor
27/03/2015, 14:19
Bruce Coulon

Desde una esquina, al otro lado de la calle, observo el espectáculo. Gente gritando, vociferando frenética sin atender a razones. Me recuerda a los días previos antes del inicio de la Guerra Civil, antes de que la gloriosa Confederación plantase cara a los estirados del norte, aunque por aquel entonces ese frenetismo estaba acompañado de alegría y esperanza. Suspiro ante el recuerdo de esos días, pero de nuevo, el gentío me hace volver al presente.

El sheriff pide voluntarios, se pide justicia. No me gusta que alguien haya matado a una pobre niña, es de cobardes, pero no tengo tan claro que el Burton Duvall sea el causante, ¿y si fue otro y simplemente Burton estaba en el momento y lugar equivocado?, pienso para mí.

He visto horrores durante la guerra, cuerpos desmembrados y mutilados, pero no puedo imaginarme como encontraron el cadáver de la niña. Dice que partido, ¿partido?, ¿cómo que partido?, ¿qué clase de monstruo le hace eso a una niña?.

Varias cosas no me cuadran y quiero saber que ha pasado y si es posible impartir justicia por la pobre niña, así que, viendo que las grandes personalidades de nuestra ciudad se muestran reacias, me acerco y me abro paso mientras intento llamar la atención del sheriff.

-¡¡¡Uep!!!, ¡¡¡aquí, yo!!! -grito mientras hago señales - ¡caramba, que estoy aquí, deja de mirar a los peces gordos sheriff!, ¡¡¡SHEEEEEEEEEEEEERIFFFFFFFFFFFFF!!! -Cuando por fin parece que me atiende grito -¡POR FIN!, ¡me presento voluntario para capturar al asesino, sea Burton o cualquier otro.

Cargando editor
27/03/2015, 17:02
Ben Rumson

Ben Se ajusta el sombrero para protegerse los ojos del sol y aspira una profunda calada de su cigarrillo. Entre la multitud, él es un fantasma. Nadie lo conoce más que de vista ocasional y nadie ha cruzado con él más de dos palabras de saludo. Él mismo se siente como un fantasma.

O casi.

Él nació tras la frontera, y jamás a conocido la inocencia pura. Así que, las veces en las que vio a la pequeña Alina jugando por la calle principal, que era como un faro de pureza en las polvorientas estepas, había sentido que quizás existía algún tipo de redención para él. Después de lo que pasó. Pero ni siquiera aquella luz blanca pudo evitar ser eclipsada por la tormenta de arena del desierto americano.

Pero ahora no es un fantasma, y vuelve a sentir las entrañas funcionar dentro de él, y la sangre volver a renovar su ajado cuerpo con el ansia de justicia que hace tiempo no siente. Quizás la pobre Alina haya sido brutalmente asesinada, pero ello es lo que ha otorgado a Ben la oportunidad de demostrarse a sí mismo que aun merece la pena seguir vivo. Su muerte no puede quedar impune.

Cuando termina de sumergirse en sus pensamientos, el cigarrillo casi se ha consumido del todo, así que, suavemente, lo retira de sus labios con el dedo índice y pulgar y lo lanza al polvo. Cenizas al polvo, qué apropiado, ese cantamañanas de Dewey se sentiría orgulloso.

Se quita el sombrero y lo sujeta contra su pecho mientras avanza sin decir nada hacia el Sheriff, aunque las espuelas de sus botas ya resuenan con cada paso. Se planta delante de Wetton y le mira directamente a los ojos, algo que no ha hecho en años con nadie.

—Sheriff, yo... Mi nombre es Ben Rumson, y quiero que se haga justicia. Cuente conmigo.— Mientras habla, procura que la pistolera donde lleva su revolver Colt sea visible (su otra arma la lleva en las alforjas de Lewis, atado a un poste cerca de allí).

Cargando editor
27/03/2015, 17:59
Alesteir Wetton

¿Rumson dice? Adelante. ¿Y usted señor? De acuerdo, si se siente con fuerzas por mí no hay problema.

Poco a poco algunos hombres van acercándose al sheriff. Todo el mundo mira atentamente quienes son voluntarios. El Dr. Stafford parece que se unirá al grupo, también un vaquero negro, y “Big” Morgan el regente de sala de la Caja de Pájaros y hasta Pat Patterson cuyo único oficio conocido ha sido árbitro de boxeo.

El sheriff se aclara la voz y prosigue.

Nos dividiremos en 3 grupos. Yo cabalgaré hacia Bisbee para asegurarme de que no ha subido al ferrocarril. Ayudante Fox, tu cogerás algunos hombres e iréis al puesto de excavación de Burton, esto debe estar a un par de días de aquí. El ayudante Hardy y otros irán hasta Huachuka. Tendréis que averiguar si está intentando cruzar la frontera con México. ¡Vamos! ¡Hacen falta más hombres! No sabemos si ese Burton se ha reunido con sus compañeros gambusinos.

 

Cargando editor
27/03/2015, 19:53
Allan Dewey

Finalizado el entierro, el viejo predicador se acercó a donde el Sheriff, liándose un cigarrillo. Desde luego, estaba afligido. Ya había acordado con él que finalizado el entierro, iría a verle, para capturar a Burton. Los años nunca pasan en balde para aquellos que siguen, pese a todo, al pie del cañón. En palabras de su viejo amigo Harris, las desgracias nunca ocurrían solas para los hombres cansados de la cordura.

Se había quedado horrorizado cuando supo que la habían matado y mutilado, y que tenía que oficiar sus últimos ritos de despedida. Su cuerpo fue despedazado y sus entrañas troceadas. Un acto de maldad propia del mismísimo Demonio. Pero había prometido a sus desconsolados padres de que el asesino se enfrentaría a la justicia.

La justicia de Dios.

Burton Duvall nunca puso un pie en la iglesia. Es un buscador de plata, como otros tantos que pasan por Tombstone continuamente. Y sin embargo, Allan Dewey jamás llegó a sospechar de él, al igual que jamás sospechó de ningún miembro de su pequeña Iglesia.

Cuando llegó con el Sheriff, el viejo predicador encendió su cigarrillo recién liado con un gesto duro, poco amable. Todo este asunto se le hacía enojoso y se le antojaba horriblemente esclarecedor. El fracaso de las palabras de Cristo, para algunos, pero para él significaba más. Significaba que un acto de tan absurda maldad podía volver a repetirse, alzándose sobre los cielos y desafiando a Dios.

- Sheriff Wetton, como ya le dije les acompañaré a capturar al forajido. Pero sólo será juzgado ante Dios, y su misericordia es grande. Aunque estoy de acuerdo en encerrarlo y evitar más muertes, no estoy de acuerdo en las cazas de brujas populares. Sin duda, el Demonio ha llegado a ese hombre, y el Demonio ha de ser expiado de su ser. El perdón es el arma de Dios, y la aborrece el Diablo, porque le arrebato lo que es suyo.

Luego saludó con un gesto en el sombrero a sus compañeros. Incluso a ese Rumson, quien debía admitir que le irritaba un poco. 

No te regocijes cuando caiga tu enemigo, y no se alegre tu corazón cuando tropiece;… (Proverbios 24:17-19,29)

- Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen;… (Lucas 6:27-29). Todavía hay lugar para el perdón del forajido, ruego entonces no lo matéis, y yo expiaré su alma congraciándolo con Dios Todopoderoso, Sheriff Wetton.

Cargando editor
01/04/2015, 11:07
Alesteir Wetton

Mientras los dos ayudantes del sheriff siguen atentos para organizar las cuadrillas que saldrán en busca de Burton, Wetton aprovecha para saludar al predicador Dewey.

- Ah hola Allan. Hoy supongo que tenía la Iglesia bastante vacía, ya ve que tengo a la mitad de la ciudad exigiéndome venganza. No es nada malo, es mejor que me lo pidan a mí y no que salgan ellos mismos a cazar a ese forastero.

Su petición de clemencia para Burton lo honra, pero en mi humilde opinión ese desgraciado ya está sentenciado. No me malinterprete, por supuesto que intentaremos capturarlo vivo, darle un juicio honrado y escucharle a usted si cree que puede aportar algo en el juicio, pero muchos antes ya han terminado con la soga en el cuello por menos que esto.

El sheriff conduce al religioso entre el gentío hasta llegar a la altura del ayudante Fox, que ha reunido a Coulon y a Rumson.

- ¿Qué tenemos Ted?

Cargando editor
01/04/2015, 11:10
Ted Fox

- Estos son Ben Rumson y Bruce Coulon, junto con el predicador y yo mismo ya estaremos listos para salir hacia el campamento minero.

Cargando editor
01/04/2015, 11:10
Alesteir Wetton

- De acuerdo, pero espérate a que venga algún otro hombre con vosotros. Esta mañana me han dicho que Burton Duvall compartía campamento con dos mineros amigos suyos. Si la cosa se pone fea no quiero que seáis cuatro contra tres.

Cargando editor
05/04/2015, 16:02
Jerry Willis

Salió corriendo escaleras abajo. En su huida de las tareas de Madre, Jerry se topó con su joven hermana Lucy, cargada con un cubo goteante de leche blanca. Antes de darle tiempo a reaccionar el recipiente caía al suelo, arrastrado por la impetuosa carrera del muchacho.

—¡Lo siento, Lucy! ¡Dile a mamá que volveré tarde!

Apurando el paso callejeó por Tombstone mientras apretaba el cinturón con el Colt de su padre. Cuando llegó al lugar donde la gente se arremolinaba, aún enfurecida por el asunto de la chiquilla Alina, se abalanzó sobre Tom, uno de los granjeros, preguntándole a gritos qué era lo que había ocurrido. Enseguida le pusieron al corriente.

Con la boca abierta, como si el aire no llegase, Jerry se detuvo. Maldito Duvall. Le maldecía a él y a todos los que habían sido capaces de hacer aquello a la niña. ¡Podía haber sido su hermana Lucy! Oh... Diablos... si su padre estuviese allí se sentiría orgulloso de la decisión que iba a tomar. Tocó el revólver para infundirse de seguridad y anduvo del tirón hasta ponerse al lado de Alesteir Wetton y Fox. Le acompañaban el Predicador Dewey, el señor Coulon y Ben Rumson. El muchacho se tocó el sombrero en señal de saludo y llegó justo cuando Ted y el sheriff contaban el número de efectivos disponibles.

—Sheriff...—se dio cuenta que la voz apenas le había salido y lo dijo más alto—¡Sheriff! Discúlpeme. Quiero ir con ustedes a darle lo que se merece a Burton. Llevo aquí mi revolver ¿ve?

Jerry alzó el chalequillo y dejó ver la culata de Colt, orgulloso. Aquello tal vez impresionaría a las muchachas del baile, pero no al sheriff y a los veteranos.

—Soy joven y estoy harto de no servir para nada.—miró a Dewey— ¡El predicador le podrá decir que soy un buen muchacho, aplicado y listo como un coyote! ¿Qué le parece? 

 

Cargando editor
06/04/2015, 16:20
Bruce Coulon

Al oír las palabras de Jerry alzo una ceja mientras me pongo muy serio

-No te metas en esto Jerry, déjaselo a gente con más experiencia. Puede ser muy peligroso y tu madre no soportaría que te pasase algo, ya sufrió bastante con la pérdida de tu padre. Eres un buen chico, y como bien dices aplicado y listo, yo mismo puedo asegurarlo, pero esto no es para ti, ¡quédate aquí y no hagas tonterías!

Cargando editor
06/04/2015, 16:41
Jerry Willis

El chico miró al señor Coulon primero con sorpresa pero luego con el ceño fruncido. Viejo mentecato. Si mi madre lt echó de casa seguro que fue por tu lengua suelta, bribón. No dijo nada, escupió al suelo con fuerza como hacían los hombres de verdad, esperando que aquel gesto le diese un poco más de autoridad viril. Aguardó la respuesta del sheriff con mirada atenta aunque de vez en cuando se le escapaba el ojo hacia Bruce.

Cargando editor
07/04/2015, 16:55
Alesteir Wetton

El sheriff alza la mirada para ver cómo va el reclutamiento. Parece que había muchos dispuestos a exigir venganza, pero pocos decididos a romper su rutina para salir ahí fuera pistola en mano.

Después de mecerse el bigote y echarle un vistazo a Coulon, quién parece conocer al zagal, decide:

- No quiero tener que llevarle tu cadáver a tu madre. No la conozco personalmente pero sé que ya ha sufrido bastante. De todas formas no estamos en Nueva York, donde los chicos no saben montar a caballo y no se les permite asistir a un ahorcamiento. Tú serás el quinto y último miembro de la cuadrilla, haz lo que debas.

Bueno Fox, te quedas al mando del grupo. Ya sabéis que la prioridad es cogerlo vivo si se puede. Aunque yo creo que Burton se dirige hacia Bisbee, tened cuidado. Nunca se sabe qué le puede estar pasando por la cabeza a un hombre capaz de hacer lo que creemos que ha hecho. Nos vemos en una semana.

Cargando editor
07/04/2015, 16:56
Ted Fox

- Hasta la vista Alesteir.

Bueno señores, poca cosa más tengo que añadir. Voy a buscar mi caballo y algo de provisiones para el viaje y en cinco minutos nos vemos en la puerta oeste.

A paso decidido entra en la oficina del sheriff dónde lo último que veis es su gran espalda completamente sudada.

Cargando editor
07/04/2015, 17:32
Jerry Willis

Una sonrisa triunfal cruzó el rostro del hijo de Willis. Miró un poco altivo a Bruce y luego se juntó a los otros tres, sacando un viejo pero reluciente Colt de la funda con cierta torpeza. Pensó en ir a avisar a madre y a sus hermanas, pero no lo hizo. Aquello parecía pan comido.

—¡Le daremos una buena paliza a ese bastardo, eh, amigos! Será coser y cantar.—miró el revolver para comprobar que llevaba balas en el tambor— Y tú volverás a servir a los Willis, viejo amigo. ¡Oh, sí... vaya si lo harás!

Cargando editor
07/04/2015, 20:11
Bruce Coulon

No pude evitar torcer el gesto al comprobar que el joven Willis vendría con nosotros. Su ímpetu juvenil podría acarrearle problemas y no quería que siguiese el mismo camino que su padre.

-Yo de tí no me alegraría, no sabes dónde te metes y harías bien en quedarte. Tu madre no aprobaría lo que acabas de hacer, ya le bastó tener que enterrar a tu padre, no querría tener que hacer lo mismo contigo, y yo tampoco. Aún estás a tiempo de quedarte, pero si no cambias de idea, al menos compórtate como un hombre y avisa a tu madre de que te vas.

Dicho esto comienzo a caminar en busca de mi montura y mis cosas, mientras preparo mi pipa, la enciendo y comienzo a echar anillos de humo. Me detengo y me giro.

-Piénsalo Jerry, esto te viene grande -le digo al joven antes de reanudar mi camino.

No tenía muy lejos mi montura, por lo que no tardo un par de minutos en volver junto a mis compañeros. Mientras esperamos, reviso que la silla de montar esté bien colocada, y que mis armas estén bien cargadas.

-Caballeros, creo que no nos conocemos al menos lo suficiente, me llamo Bruce Coulon -a la vez que alargo mi mano hacia quien esté más cerca de mí y miro de reojo al joven Willis.

 

Cargando editor
07/04/2015, 21:13
Ben Rumson

Se recoloca el sombrero y estrecha firmemente la mano de Coulon, le gusta ese tipo, nunca da mucho la vara ni arma mucho barullo.

—Ben Rumson, encantado.— Dice con su tono menos taciturno, dirigiendo inclinaciones de cabeza a los presentes.

Se detiene en Jerry Willis. Los otros tenían razón, era demasiado joven, pero aquellas eran las tierras del oeste, donde la infancia, si había alguna, solo terminaba de dos maneras, matando o muriendo. Y en Jerry ve mismo brillo en sus ojos que antes podía sentir en los suyos propios.

—Willis ¿verdad? Recuerda, una bala entre ceja y ceja es mejor que cinco tiros fallidos. Que no te tiemble el pulso.— Al instante se arrepiente de haberle dicho eso. En fin, no hay remedio ya.

Y dicho esto, se dispone a buscar provisiones de agua y carne seca para aguantar dos o tres días, más o menos, tras lo cual ensillaría su caballo y se dispondría a marchar.

Cargando editor
07/04/2015, 21:32
Bruce Coulon

¡Provisiones!, ¿cómo se me había podido pasar algo tan básico por alto? pensé para mí mientras me golpeaba la cabeza con la palma de mi mano. Al acabar las presentaciones me fui a buscar provisiones y agua suficiente para unos días, a la vez que comprobaba que mi cantimplora estuviese llena, al igual que mi petaca de whisky

Y quien dice provisiones, dice tabaco, no quiero quedarme sin nada que fumar por ahí afuera, pensé mientras me dirigía la tienda de ultramarinos más cercana