Partida Rol por web

Un agujero muy amplio en la pared del abismo se abre hacia una habitación excavada, con paredes y suelos lisos. La parte alejada de esta cámara se curva adoptando forma octogonal. Dos pasillos conducen fuera de la habitación a través de los pasillos abovedados, y un túnel estrecho parece formar una salida a través del techo. Una escalera de mano que se asemeja mucho a una tela de araña sube hasta la entrada del túnel.

La tarea nos podría llevar más tiempo del que pensaba ya que parecía que había multitud de caminos. 

-¿Te parece que echemos un vistazo a lo que hay allí?-digo mientras señalo el túnel al que se accede por la escalera de mano. Realmente no se si aire se las apañará bien en su forma actual y ciertamente me agradaría más su compañía como humana, pero ella es así y tomará las decisiones que crea oportunas.

-Si no crees que puedas subir, vayamos por otro de los caminos...

Siento que tomo elecciones sin pensar demasiado, sin analizar la situación como me gustaría, pero ¿acaso tenemos mucho tiempo?. 

Oh, sí, sí, por ese me parece bien. Yo puedo saltar, trepar o lo que haga falta para llegar hasta allí. De todas formas, no me falta mucho para regresar a mi forma humana.

Según Aire terminó de hablar, su cuerpo volvió a transformarse recobrando así su forma humana.

Ambos decidieron tomar la escalera de tela de araña que sube a través de un túnel muy estrecho y que la dragona Aire no habría podido atravesar. El túnel se eleva abruptamente durante casi tres metros y después asciende más gradualmente hacia el atrio exterior.

El túnel tiene un diámetro que no llega al metro, por lo que debéis arrastraros por la escalera de mano durante todo el camino (apoyándose en las manos y las rodillas gran parte del recorrido), hasta que llegáis a un punto en el que os quedáis pegados sin poder moveros ni seguir avanzando. Aquello era una trampa, un claro signo de que os estabais adentrando en la boca del lobo, o mejor de la araña.

Estabais los dos solos y no había ya nadie para escucharos allí. Y encima, para colmo empezasteis a escuchar unos sonidos desagradables, os sonaban muy parecidos a los que escuchasteis de la criatura muerta viviente anterior, aquella que con tan solo su presencia casi acaba con vosotros, o al menos os dejó muy mal heridos, pues era prácticamente resistente a cualquier magia.

Y encima para colmo, no parecía que fueran ni una, ni dos criaturas, allí había más de una y se acercaba a gran velocidad. Seguir adelante era muy probable que terminase en un un efectivo suicidio. Quizá pronto os uniérais a Sergei.

Aire, al verse atrapada en esa tela, intentó tirar con todas sus fuerzas, pero era incapaz. Miró a Nenfirien, esperando que él no hubiera corrido su misma suerte.

El lugar sin duda alguna es de difícil acceso, pero conseguimos ir avanzando hasta un punto en el que algo ocurre. Parece que comenzamos a quedarnos pegados por algún tipo de sustancia o...

-Cuidado Aire-digo a la par que retrocedo un poco, pero me doy cuenta que mis advertencias llegan tarde y veo como ella ya no puede moverse y me devuelve la mirada con preocupación.

La situación es preocupante y empeorando a cada instante a la par que escuchamos cómo un grupo de criaturas se acerca hacia nosotros.

Desesperado  al ver cómo Aire se ha quedado atrapada y los enemigos se acercan estiro los brazos para intentar agarrarla sin avanzar más y quedarme también atrapado.

-Dame la mano Aire, salgamos de aquí- digo mientras comienzo a tirar de ella.

No soy fuerte. No tengo un mal físico, pero debajo de las mangas de mi abrigo, se encuentran unos brazos delgados poco acostumbrados al ejercicio físico así que la idea de que pueda ayudar mucho a Aire... pero por fortuna, parece que entre los dos, conseguimos que ella se mueva.

-Vámonos de aquí, ¡rápido!- ¿pero hacia donde?, ¿por otro camino?¿hacia nuestros compañeros moribundos?. Tal vez simplemente si llegamos al cruce de caminos, las bestias no nos sigan y podamos arriesgarnos con otra dirección...

Aire salió de ese camino, tirando de Nenfirien para volver a la encrucijada. Allí se detuvo, agudizando el oído.

Esperemos a ver si las criaturas nos siguen. Si las escuchamos venir, debemos huir y volver con nuestros amigos, si no, podemos probar con otro camino.

-Vamonos cuanto antes- digo retrocediendo apresuradamente.

-No podemos volver con el resto, si las criaturas nos siguen estaríamos perdidos, ellos apenas tienen espacio, Illavander está herido...

Respiro profundamente esperando que las cosas no empeoren tanto como podrían.

-Deberíamos regresar al cruce de caminos y allí ver si nos siguen. Si es así, deberíamos tomar caminos distintos, y si no, tomaremos otro camino juntos.

Una escalera de mano de tela de araña como la de la entrada sube hasta un túnel de esta habitación octogonal.

-¿Escaleras?-digo mientras la señalo con la cabeza hacia arriba.

Realmente no tengo ni idea por donde ir, así que simplemente digo la opción que mejor creo que nos pueda venir.

Tomáis las siguientes escaleras que os encontráis en la sala. Esta vez estabais algo más prevenidos, sentíais la superficie de la escalera más pegajosa de lo normal. Era probable que fuera exactamente la misma trampa que la otra vez...

Esta vez avanzo yo primero. La escalera es similar a la anterior, pero podría ser una treta para que nadie subiera o...

-Mierda...¡cuidado aire!.

Todo parecía demasiado similar y aunque pretendo ir con cuidado la curiosidad hace que avance más de lo deseado y me quede atrapado como Aire en el caso anterior.