Sales del hospital y llamas a Erick que coge el teléfono casi al momento -¿Hola? Erick Johnson - a pocos metros ves la tienda de Mr. Gold, con el cartel de abierto. No hay mucha gente por esa zona en estos momentos y eso da un poco de "miedo".
- ¡Erick! ¿Estás ocupado? ¿Podrías venir a la tienda de Gold? No me fío mucho de entrar sola... - Digo susurrante echando un vistazo a la desierta calle y fijándome en el cartel de "abierto" de la tienda.
-¡¿A la tienda de Mr. Gold?! - se calla unos segundos - si claro, esperame, no te muevas de donde estés... voy a buscarte- cuelga sin darte tiempo a reaccionar. Esperas unos 10 o 15 minutos y ves llegar a Erick que se detiene y apoya ambas manos sobre sus rodillas mientras intenta recuperar el aliento - siento haber tardado... uf... ¿para qé quieres entrar ahí?
Me sorprende lo rápido que llega Erick ante mi llamada.
- ¿Estás bien? ¿Quieres un poco de agua? ¿Cómo que has venido tan rápido?- Le pregunto abanicándole como puedo con mis manos y saco de mi mochila una botellita de agua con unas gotas de limón que siempre llevaba.
- Quiero entrar ahí porque Zac me ha dicho que puede que encuentre algún objeto que me haga recordar mi verdadera identidad. He estado hablando con Sebastián y me ha dicho que tenga cuidado y bueno, he pensado en ti... Muchas gracias por venir.- Digo haciéndole una caricia en el pelo, el cual estaba un poco sudado por lo tanto me seco la mano disimuladamente en mi pantalón.
Te agradece el ofrecimiento y da un buen trago - uf que bien - suspira un poco aliviado - no iba a dejar que entrases sola, ese tipo es peligroso - pone una mueca de preocupación - Zacharias es que no sabe quien es, por eso no le teme - mira a la tienda y después a ti -pero si crees que hay algo que te pueda ayudar... vamos
Asiento con decisión y voy a paso decidido hacia la tienda. Cuando llego, abro la puerta sin pensármelo dos veces y entro, observando todos los objetos que voy viendo.
Entras a la tienda y suena la típica campanita que indica que alguien a accedido al establecimiento. Detrás de ti entra Erick que cierra la puerta y comienza a mirar a su alrededor con curiosidad y algo de nerviosismo. Encuentras muchas cosas raras y otras más comunes. Alguna armadura, espadas, vestidos, un carrusel y muchos libros. Nada parece llamar tu atención de momento. De la trastienda aparece Mr. Gold y se coloca en el mostrados donde entrelaza los dedos de las manos y os sonríe -Buenos días ¿qué desean jóvenes?
- Buenos días señor Gold.- Saludo al hombre. - Estoy aquí para echar un vistazo. Querría regalarle algo a mi amiga Eileen, la cual esta pasando por una mala temporada.- Le digo con normalidad, manteniendo la calma. Sin embargo, mis palabras me salen bastante severas sin quererlo, así que sonrío para disimularlo.
Sonríe divertido - ah, claro... - mira a Erick y este automáticamente desvía la mirada un poco nervioso - ¿Y has visto algo que te interese? ¿o buscas algo más "especial"?- su sonrisa se ensancha un poco - espero que sepas que mis precios no son...baratos que digamos, señortia.
- Voy mirando, muchas gracias. Si no encuentro nada le pediré consejo.- Le digo secamente, pues eso de el precio no me había gustado. Tenía las palabras del doctor en la cabeza:
"No hagas tratos con él".
A saber a lo que se refería con un alto precio...
Miro a Erick y paso mi brazo por debajo del suyo para ir agarrada a él, lo veía bastante nervioso. Así que sigo dando un vistazo por la tienda, para ver si hay algo que me llame la atención.
Eso... Miro si algo llama mi atención!
Motivo: percepción
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+4)=10
crítico!
Motivo: Percepción
Tirada: 4d6
Resultado: 1, 4, 6, 5
Sonríe un poco - por supuesto - el hombre coge su bastón y entra en la trastienda. No ves nada que te llame mucho la atención, una coraza asiática, una armadura de color rojo, un juego de té de porcelana y un montón de libros viejos apilados en un rincón de la habitación. Debajo de esos libros parece que hay una caja rectangular, te acercas a ella y con cuidado apartas los libros que tiene encima. Cuando abres la caja encuentras un precioso vestido de baile. No sabrías decir si es azul o rosa, pero sientes que se hizo especialmente para ti.
Intento ser muy sigilosa en cuanto mis movimientos, pero cuando veo esa caja me sorprendo gratamente y una sensación de plenitud inunda mi ser.
- Erick...- Digo susurrante cogiendo el vestido con ambas manos y oliéndolo. - Creo que esto era mío ¿Cuánto crees que costará?
Echo un vistazo a la puerta de la trastienda para ver si Gould nos observaba.
Erick se acerca a ti poco a poco - ¿ese vestido? - lo mira de arriba a bajo -es raro ¿no?- chasquea la lengua - no sé cuanto puede costar, si es que cuesta dinero... - mira atrás a ver si ve también a Gold - yo te ayudaré a pagarlo...
- No hace falta que me ayudes, solo voy a preguntar.
Decidida me pongo en pie y voy a hablar con el dueño de la tienda.
- ¿Puede salir un momento?- Pregunto con cautela. -Me gustaría saber cuánto vale este vestido... Junto la caja, ya que estoy.
El hombre sale de la trastienda y sonríe a ver el vestido. Se coloca detrás del mostrador - bueno... ¿qué me puede ofrecer por ello? - dice dando a entender que no busca dinero. Cuando Erick le oye se tensa un poco.
- ¿Ofrecer?- Pregunto como si no me pareciera extraño. - Bueno, tengo un huerto... Te podría dar hortalizas y frutas durante todo un año, si quieres. - Contesto y echo una fugaz mirada a Erick.