Partida Rol por web

 - No... - Le respondí de manera escueta al payaso asesino.

El criado miraba con los ojos inyectados de sangre a Agathon, en una mueca mezcla de la ira y la frustración. Intenta golpear a éste con fuerza, decidido a pagar en él todo lo que le estaba pasando; pero este puñetazo fue evitado con fina sutileza por Agathon, al cual parecía no costarle el evitar estos ataques.

— Devuélvemelo, hijo de **** — gritó el criado mientras lanzaba toscos movimientos sin éxito.

Con el nuevo día el bullicio de la ciudad se había ido calmando, lo que permitió que un par de marines advirtieran la "pelea", por lo que se habían acercado hasta donde estaba anclado el barco.

— ¿Hay algún problema, señores? — preguntó uno de los marines que se acercaban. Era el más bajo de los dos, y a la par el menos corpulento. Portaba un rifle a la espalda, y dirigía una mirada dura en particular a Agathon y al criado.

 - No, ninguno... - Le respondí al marine, mientras le devolvía el medallón al criado, lanzándoselo, con poca fuerza, para que lo cogiera facilmente. - ... Solo discutíamos una diferencias de opinión...

El marine contempló al criado mientras éste cogía su medallón con torpeza y se lo volvía a colgar al cuello, bajo la ropa.

— Esperemos que así sea.  — dijo mientras saludaba con el típico saludo militar. — Que pase un buen día. — dijo a la par que se giraba y se marchaba por donde habían venido.

Mientras te hallabas plácidamente durmiendo de la ajetreada noche, fuiste despertado por algo que te zarandeaba. Te encontrabas en el suelo, y parecía haber alguien delante tuya. Cuando levantaste la vista, pudiste ver a la chica a la que habías salvado, que te miraba con los ojos abiertos, expectante a que te despertaras.

— Gracias por salvarme. — dijo mientras se marcaba en su rostro una dulce sonrisa, muestra de simpatía.

Hiroto había conseguido encontrar una postura cómoda en la que dormir a pesar de estar en el suelo de su camarote. Pero, tras un tiempo indeterminado, algo perturba su sueño. -Cinco minutos más...- Murmura todavía medio en sueños pero, con un respingo ante los ligeros zarandeos, enseguida abre los ojos tomando consciencia de la situación que lo rodea. Con una mirada casi de sorpresa, mira a la chica que tiene enfrente para recuperar la normalidad al percatarse de quien era.

-No tienes nada que agradecerme.- Le dice todavía con un tono de voz somnoliento mientras se levanta aparatosamente. Su cuerpo se encontraba algo entumecido y unos quejidos acompañaban sus movimientos. -Tan solo hice lo que tenía que hacer.- Comenta con una sonrisa, quitándole importancia al asunto. -¿Cómo te encuentras? ¿Quieres algo de comer o beber? Te traje algo para picar, pero podría acercarme hasta la cocina un moment... Qué despiste. Yo aquí parloteando sin ni siquiera presentarme. Mi nombre es Hiroto.- Se lleva una mano para rascarse la cabeza al darse cuenta de la torpeza y acentúa su sonrisa dándole un aire de inocencia que contrasta con la apariencia del pirata. Tras la breve presentación, Hiroto la invita a sentarse de nuevo en la cama mientras él coge un taburete para sentarse a su vez. Trató de organizar los hechos ocurridos desde el incidente del callejón para intentar abordar el tema con el mayor tacto posible. -Los hombres que estaban contigo nos han contado un poco la situación de la isla... Mis compañeros y yo hemos decidido intervenir y ayudar a toda la gente que esté en tu misma situación. Además de darle una lección a ese tal Melin. Pero necesito que me cuentes todo lo que puedas para poder ayudaros.- El tono de voz de Hiroto era suave y alentador. Sabía que la vida de la chica no había sido fácil, pero esperaba que la esperanza de poder cambiar su futuro le otorgase nuevas energías con las que afrontar la situación.

La chica mira a Hiroto con ojos penetrantes mientras le habla, siempre con una sonrisa dulce en los labios. Cuando Hiroto le pregunta, la chica comienza a hablar:
— Mi nombre es Shaila. Pertenecía a una peligrosa banda de piratas que fue apresada por la marina, y el gordo ese se aprovechó para vendernos como esclavos. — Shaila mostraba un ligero temblor en cada una de sus palabras, mas en sus ojos se leían la determinación. — Vengo de una familia de pescadores de unas escasas islas atrás, pero la verdad no sé mucho de estos cabrones. Solo que el líder del lugar es un tal Melin. — Las palabras de Shaila eran rudas y secas, algo que no acompasaba a su dulce voz.

Hiroto escucha con atención el breve relato de Shaila. Puede notar en su voz el sufrimiento y la humillación padecidas. Pero en su mirada se veía claramente que no había perdido su espíritu.

El rostro de Hiroto se tornó en una ligera expresión de sorpresa al oír a lo que se dedicaba la chica antes de ser esclavizada. -¿Eres una pirata? ¿De qué banda...? Perdón, perdón. Continúa.- La interrumpió sin querer, pero luego hizo el esfuerzo de mantenerse callado hasta que la chica terminara de hablar. La sorpresa de Hiroto fue mayor cuando escuchó que habían sido apresados por la marina y no por esclavistas. Pero, como se había autoimpuesto, no abrió la boca hasta que Shaila terminó de contar su historia. 

La expresión del pirata mostraba ahora cierta reflexión sobre lo que había escuchado. No era mucha la información que Shaila le había proporcionado, pero había un detalle que le escamaba. -Entonces, ¿ese gordo que intentaba venderte es de la marina? ¿O es alguien con contactos en la marina que os consiguió para hacer negocios?- Preguntó a la chica con cierta impaciencia. Si tenían en el barco a un soldado de la marina a bordo, era algo que debía notificar de inmediato. Por otro lado, el hecho de que ese tipo se un corrupto o simplemente tenga contactos en la marina para sus negocios, significa que tienen un hilo del que tirar en un futuro... Todas estas ideas se agolpaban en la mente de Hiroto, pero enseguida las dejó apartadas para más tarde y se preocupó de nuevo por la situación de la chica. -Si tus compañeros están en esta isla, también podemos ayudaros a salir de aquí.- Le dice finalmente tras el breve silencio en el que Hiroto hacía sus conjeturas.

Timmy veía como atacaban al criado con las peleas entre el criado y Agathon, con los jaleos que armaban con estas disputas unos marines que paseaban por el puerto les llamamos la atención y se acercaron para preguntar que eran aquellos jaleos aunque audaz nuestro compañero Agathon les respondió que no pasaba nada, el marine parecía no muy preocupado por entrar en el barco para averiguarlo, con una frase de desconfianza hizo un gesto propio de los marines y se marcho. 

Timmy no quería entretenerse más y se fue para el capitán para que ordenara ya la situación ya que aquel toque de atención de un marine ya había sido suficiente para Timmy y no quería arriesgarse a que viniera otros marines.

Bueno chicos... deberíamos acabar ya con este hombre, hemos gastado demasiado tiempo en esto, no creo que le sonsaquemos mucho mas, yo , sinceramente, no me quiero arriesgar a que venga mas marines ya que acaba de pasar uno con desconfianza por los gritos.

Si esta gente no me hace ni caso, debería marcharme de este grupo ya que me puedo meter en muchos problemas y no quiero entrar en la cárcel siendo tan joven, si esta gente, además, son un poco extraña, no hablan mucho y su silencio me está entrando a dar miedo.

El capitán parece un poco parado y no da la confianza de que mande con firmeza sino que nos pregunta y no nos dice cuando debemos hacer algo sino que debemos preguntarle muchas veces para "activarlo" ya que parece algo dormido en algunas ocasiones.