Partida Rol por web

Llega la noche, y con ella las temperaturas bajan y la ciudad de Samoa-Boa demuestra todo su potencial. Las calles y carteles de todo tipo se iluminan, convirtiendo la ciudad en un foco de luz mayor que el mismísimo Sol. Arribáis en el puerto sin complicación gracias a la habilidad de Yoonel, sumado a la facilidad que supone atracar en esos maravillosos puertos que cubren la cara este de la ciudad.

Podéis comprobar cómo la marina hace acto de presencia en la isla, aunque esto no significa que haya una base ni nada parecido. O al menos eso alcanzáis a ver. Lo que si distinguís con claridad es el motivo de necesitar a la marina patrullando por la noche. Decenas de bares y algunos casinos cubren buena parte de la ciudad, que junto a las cadenas hoteleras que poblan la ciudad; esta queda en un lugar nacido para el alcohol y la fiesta. Gente borracha por todos lados, algunos provocan altercados y rápidamente son reprimidos por los pocos marines que patrullan la ciudad.

No es la típica ciudad, pero todo el mundo parece estar feliz. Gente de todo tipo plaga la isla, sobre todo gente de alto poder adquisitivo se logra a ver por las ropas que muestran, lo cual acaba de concluir que esta isla es de un caracter turístico. Esta es Samoa-Boa, la isla del pecado.

-Bueno, pues ya hemos llegado a nuestro destino -comenta el navegante mientras atraca la carabela en el puerto con toda la suavidad posible-, ahora tenemos que decidir lo que vamos a hacer y como hacerlo.

Yoonel sabía que tenían que encontrar otro barco pronto si querían seguir avanzando en su aventura ya que a su actual método de transporte le quedaba poca vida, por no hablar de que todas las fuentes consultadas al respecto le daban a entender que un viaje por Grand Line sería mucho mas movido y duro que por uno de los cuatro mares, y por lo tanto necesitarían algo mas resistente.

Al fin tocaba tierra, no es que la extrañara mucho como tal, es solo que el barco es muy aburrido, pero esta ciudad no lo era, las luces, el ruido, la gente, era como el circo, casi me sentía como en casa, aunque sin niños, aun asi hay mucha diversion.

-¿Y ahora qué haremos capitan?-

En realidad no importaban mucho las ordenes, Culro solo buscaba un pretexto para meterse en problemas, su cuerpo exijia acción... sangre

Ya habia terminado de limpiar el pescado y de quitarle cualquier posible espina, lo mismo con el pulpo. El primero estaba relleno con una mezcla de quesos y bacon y ya hacia un rato que se doraba a fuego lento en el horno mientras el segundo estaba en la olla con unas patatas y algo de pimenton. Quedarian como unos cinco minutos para terminarlo todo cuando empezaron los ultimos movimientos de aproximacion al puerto de la isla Samoa-Boa.

Sali de la cocina y grite a la cubierta. - La cena estara lista en breve, os aconsejo comais algo aqui antes de salir del barco, sino os vais a dejar vuestros berris en comida en lugar de en diversion. - Nada mas darme la vuelta y ver que estaba todo listo, servi los platos y los deje para que cuando cada uno llegase se sirviese su racion. Yo empece con la mia sin esperar a nadie, una nueva isla... y por las luces y sonidos, debia estar llena de mujeres, alcohol y juegos... este ultimo me daria el dinero para conseguir los dos primeros y con un brillo en los ojos incapaz de pasar desapercibido engulli mi racion lo mas rapido posible... a la espera de poder desembarcar.

 - Yo sugiero separarnos, no ir en grupos de más de dos o tres, para no llamar la atención, y explorar la zona, en busca de información interesante, tratando no llamar la atención... - Propuse al capitán.

Me acerco a la cocina dispuesto a cenar algo decente, a saber lo que podia haber en aquel lugar... mientras espero escucho lo que dicen mis compañeros en silencio.

---Si realmente necesitamos un barco seguramente necesitemos dinero y dudo que tengamos  la cantidad necesaria para comprar uno, asi pues lo que deberiamos hacer como ya han comentado, es explorar y obtener toda al información posible, por mi parte, pensaba buscar un lugar donde poder emitir desafios  y apuestas para ganar algo de dinero- digo mientras deposito mi mano sobre el tablero que lo tengo sobre las piernas, cosa rara- Dudo que mas de uno se le irá la cabeza cuando oiga la palabra "desafio", las gentes, sobre todo los  hombres, suelen tener esa curiosa estupidez por lanzarse contra los que parecen debiles; aun asi, si se me dá permiso para hacerlo necesitaria una " escolta" ¿ Te apuntas, magnus?

Veo que vamos llegando a la isla y voy bajando de la torre de vigía, me voy dirijo hacia el capitán para saber cuales van a ser sus ordenes, pero entonces Magnus hace la llamada de comer y Timmy decide comer primero ya que empezaba a tener hambre, entra en la cocina y estaba la comida y varios platos, parece que cada uno se tenia que apartar su ración. Cogió la cuchara y se aparto en uno de los platos, cuando se sentó le dijo a Magnus:

¡Que aproveche y muchas gracias por la comida!

Y empezó a comer tranquilamente.

Hola Con Ceporro, Hola superpulpo. Saluda a la comida mientras se sirve una ración. mmmhhh, Magnus, ¿es pimentón dulce y vino blanco especiado lo que huelo?
 

 Al escuchar que la comida está lista, aparezco de la nada, sentado en la mesa, y comienzo a engullir, como un cerdo, sin, en apariencia, pararme a masticar. Obviamente estoy disfrutando con los platos que nos han preparado...

Sin lugar hay un cierto orgullo en ver como mis compañeros engullen la cena, eso quiere decir que esta bueno y eso sin duda me alegra. Escucho la pregunta de Zidane... y me le quedo mirando durante un instante como un cordero degollado. - Esto... me encantaria lo sabes pero... alguien ha dicho que hay casinos, cartas, dados... mujeres... si eres capaz de mantenerte cerca no hay problema, pero quiero ir a echar unas partidas mientras tengo dinero y tiempo. - Al mencionar el dinero y el juego una sonrisa ilumina mi mirada y mi rostro. Sin lugar a dudas llevaba mucho tiempo sin echar unas partidas y sin meterme en ninguna bronca, el aliciente de que la seguridad son marines, era sin duda un riesgo nimio en comparacion con toda la diversion que habia en ese sitio.

Escucho la alusion a la receta y miro a Cahuelche con una mirada enigmatica. - No querras que desvele mis secretos culinarios ¿verdad? - Mi mirada le indica que ha acertado con varios de los ingredientes.

- Un placer Timmy pero recordad dejad algo para el capitan y el resto - Digo entre risas al ver como la comida desaparece a toda velocidad

Ante el comentario de Magnus, sonrio como si ya esperase esa respuesta.

--- Querido Magnus....¿acaso no sé tu "punto debil?- digo sonriendo calmado- Si tengo que apostar y recopilar información...¿ que lugar mejor que un casino? Ademas, sabes que puedo serte de cierta ayuda en algunos juegos, ya sabes....

Dejo la frase en el aire dando a entender a que me referia 

Sonrio abiertamente como un verdadero depredador ante la posibilidad de jugarsela a los casinos de paso que gano dinero. Eso implicaba unas grandes ganacias y sin lugar a dudas, unas mas que seguras probabilidades de acabar en una pelea. - Zidane, tu no te despeges de mi... creo que podemos divertirnos de lo lindo tu y yo en esta isla. - Le miro como si estuviera ofendido aunque mi rostro dice otra cosa. - Y no sabia yo que tuviera un "punto debil"... tienes que verlo mas como una manera mas que facil de conseguir lo segundo que mas me gusta. - Rio a carcajadas al terminar de hablar.

-Si hay sitio para uno mas me apunto a lo del casino, no me apasionan los juegos de azar pero algo me dice que azar no es precisamente lo que nos espera -comenta Yoonel con un guiño a Magnus-. Ademas, Zidane no es el único en el barco con una buena cabeza para los números.
 

 - No creo que en el casino encontremos la manera de conseguir un barco. Lo más fácil es que perdamos lo poco que tengamos. Yo digo que busquemos otra forma... - Respondí, ceñudo.

--- Te sorprenderia las cosas que se pueden averiguar en una casa de apuestas,Agathon- digo con tranquilidad- En esos lugares se suele apostar mucho y mucha gente suele apostar pertenencias costosas en el caso de que no tengan dinero para pagarlo; sin embargo, soy partidario de que hagamos todos diversas cosas, asi que si quieres buscar de otra manera, adelante.

Escucho que la cena esta lista, eso era algo difícil de resistir. Así que raudo voy a la cocina. Escribiendo en mi pizarra agradezco a nuestro cocinero su esmero. Tras lanzar una pequeña plegaria de agradecimiento, me lancé a mi plato, comiendo compulsivamente, escuche como todos decían de hacer una cosa u otra.

"Yo esperare a que el Ark decida y diga nuestras obligaciones, para eso es el capitán" Así que no dije nada y seguí comiendo, lo cierto era que estaba exquisito, no se podía negar ante un peligro había que salvar si o si a nuestro cocinero.

Fui a cenar orgulloso, una parte de lo que habia por ahi era debido a mi caza submarina. Mientras comía y escuchaba a mis compañeros trazar planes, pense que seria buena idea tambien ir por los bares y zonas de fiesta. 

- Podriamos tambien ir a las zonas de fiestas de lujo. Seguro que hay algun ricachón con un buen barco al que le sobren todas sus pertenencias.

 - La marina normalmente tiene los mejores barcos, solo debemos de comprobar cual es y buscar un buen momento, en que esté relativamente desprotegido, para "tomar prestado" y largarnos con él. Luego podríamos tunnearlo a nuestro gusto. - Responde, sonriente.

Culro estaba ansioso por irse, pero mantuvo la compostura y se fue a comer, tomo su plato y salio de ahi como era su costumbre.

-El que quiera ir conmigo debe ir conciente de que no pasara desapercibido-

Despues va a la cubierta y se pone a comer tan rápido como puede, ya queria salir de ahi, la fiesta estaba allá afuera

Joy había estado la mayor parte del trayecto dormido, tirado en la cubierta. Mientras dormía se podía escuchar cómo decía

Magnus...¿Qué...qué es eso que cocinas?... Había olido el exquisito aroma que venía de la cocina, lo que hizo que se levantara medio zombie y se diera un par de palmadas en la cara para espabilarse. Cuando acaba de desperezarse, observa que habían llegado a una ciudad, aunque inconsciente de que isla se tratáse, eso le alegro bastante.

Se fijó en que Culro salía de la puerta dónde todos estában comiendo. Se acercó a él y le preguntó a gran velocidad, emocionado

¿Dónde estamos? ¿Adónde vas? ¿Qué hay de cenar? ¿Eh, Culro?

Quizás he preguntado muy rápido y no me entiende... ¿le habré incomodado?