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One Piece: La creación de un nuevo orden mundial

0. Prólogo de Jacques

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28/04/2022, 09:22

Poco se sabe del origen de la isla Tortuga, pero cualquiera que la haya visto con sus propios ojos puede suponer el motivo de su nombre. Sobre el caparazón de la tortuga que viaja por todos los océanos se ha erigido una ciudad que no ha de desmerecer a ninguna otra, con sus gentes y sus quehaceres. En estos días, el ambiente tranquilo se ha tornado pesado para las gentes del lugar.

No es ningún secreto que el antiguo capitán apodado "Barbablanca" protegiese esa ciudad y a sus habitantes del dominio de asaltantes pero, a pocos días de su ejecución pública como miembro de la revuelta de los Emperadores contra la Marina, cientos de piratas se reúnen para darle una merecida despedida durante su fin.

La isla esta dividida en tres núcleos principales, consistentes en la zona industrial, cercana a un montaña artificial de la que se extrae hierro y mármol; una zona urbana donde viven la mayoría de los habitantes y está emplazada en el alto puerto de la isla; y un palacete que sirve como almacén y defensa ante los escasos ataques que sufre, cercano al muelle bajo.

El día a día se pasa en la ciudad llamada Inis, donde las tabernas y los burdeles hacen las delicias de los viajeros que esperan en la isla, siendo la principal actividad de la misma el comercio. La casa de apuestas es el epicentro de la actividad nocturna ya que ha llevado fortuna y desastre a partes iguales a codiciosos marineros que la visitan.

Dentro de la ciudad, el senescal Bai Qu se encarga de la distribución y gestión de los recursos, dejando que las grescas y trifulcas se extingan por sus propios métodos.

Ahora, con la inminente ejecución de los cuatro capitanes más reconocidos del Nuevo Mundo, Bai Qu ha decretado festiva una semana entera y ha llamado agasajar a todos los piratas de las inmediaciones, esperando que todos los marinos que sean merecedores de ese sobrenombre le acompañen en la celebración del evento que la Marina ha preparado para demostrar su poderío sobre los mares.


De una manera u otra has llegado a la isla, sin percances y con todo nuevo por descubrir.

Notas de juego

Puedes elegir haber llegado al alto o al bajo puerto, indistintamente.

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28/04/2022, 12:53
Jacques Laveau

"Al fin..." pensó Jacques con cierto alivio en cuanto la silueta de la mítica Isla Tortuga comenzó a dibujarse entre la bruma de la mañana. Su imagen, cada vez más clara según pasaban los minutos, se intuía imponente, mucho más de lo que nunca había imaginado. Y la infinidad de cuentos e historias que había escuchado sobre ella no le hacían justicia en absoluto.

- Alucinante... -susurró Jacques, aún medio aturdido por la sorpresa, mientras trataba de dirigir su barco hacia uno de los puertos de la ciudad. Habían pasado ya varios días desde que había decidido abandonar Puerto Rig y, aunque la travesía había transcurrido sin incidentes, ya estaba deseoso de atracar en Inis y comenzar a explorar la ciudad.

Según se iba acercando y su vista le permitía descubrir más cosas de la ciudad, la emoción se iba a apoderando de él. Inis era la ciudad más grande que había contemplado en su vida, con un bullicio al que no estaba acostumbrado y con cientos edificios que ocupaban hasta donde alcanza la vista. Guiado inconscientemente por sus ansias de conocer la ciudad, Jacques termina atracando su pequeño barco en lo que los habitantes de Inis conocen como alto puerto.

"Bueno... Lo primero es lo primero, es hora de una buena comida" piensa Jacques nada más pisar las calles cercanas al puerto. Con algo de educación le pregunta a las gentes cercanas donde se encuentra la mejor taberna de la zona y se dirige hasta allí con alegría. En la taberna podrá comer su primera comida decente después de varios días en el mar, además de conseguir información útil para sus próximos viajes. Y ya después podrá disfrutar del ambiente festivo que reina en la ciudad.

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01/05/2022, 07:28

Tras atracar en el puerto, sin ningún inconveniente, pudiste ver una veintena de barcos con motivos piratas, aunque más barcos aparentemente comerciales o de pesca ocupaban aquel inmenso lugar. No parecía haber control alguno de los atracos, así que te encaminaste a salir del puerto para poder observar una escena que sería difícil de olvidar en los siguientes días.

Cientos, sino miles de personas deambulaban por las calles de una ciudad adornada con toda clase de carteles y farándula y que en su conjunto se oían cientos de voces diferentes, algunas simplemente ofreciendo sus productos y otras hablando, riendo o bebiendo. Por las calles se vendían bisuterías y alimentos de distintas procedencias pero no tardaste mucho en encontrar que uno de los edificios que más destacaban de entre los tenderetes era una taberna apodada "La Unión", que se alzaba con cuatro pisos frente a una plaza impecablemente ornamentada.

El establecimiento era la contrapartida de lo que ocurría en el exterior, pues el ambiente bastante oscuro dejaba ver a una gran cantidad de personas, por llamarlos de alguna manera, que o bien estaban con la única compañía de una copa de licor o en pequeños grupitos. El perturbador silencio intentaba ser remitido con las palabras de los trabajadores que servían copas a una velocidad vertiginosa e incluso hacían algunos pequeños juegos malabares, bailes o cantatas para intentar levantar el ambiente del local.

Las únicas miradas que se dirigieron hacia ti cuando atravesaste la puerta fue la de una única chica que te acompaño amablemente a una mesa unipersonal vacía para luego preguntar sobre tus motivos de visita a la isla mientras te agasajaba con una copa de licor cortesía de la casa. Un líquido semitransparente con burbujas se quedó enfrente tuya encerrado en un vaso mientras la mirada de tu interlocutora se tornaba expectante.

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01/05/2022, 23:33
Jacques Laveau

Antes de disponerse a contestar la pregunta de la camarera de "La Unión", Jacques le pega un trago largo a la bebida que le acababa de servir. "La bebida gratis sabe mucho mejor" piensa alegremente después de saciar su sed.

- Pues acabo de llegar a la isla. Y quiero que este sea el punto de partida de mi gran aventura marítima - responde Jacques con sinceridad. Pero antes de que la camarera pueda decir algo más, el muchacho se inclina un poco sobre la mesa para poder hablar con un poco más de intimidad y que no le escuchasen oídos entrometidos. - Parece que estos días se están reuniendo en la ciudad bastantes tripulaciones piratas y estoy seguro de que muchos se han dejado pasar por aquí. Así que a ver si tú me puedes ayudar... - se acerca un poco más a la muchacha. - No conocerás por casualidad alguna tripulación que esté buscando nuevos reclutas, ¿no?

Quizás no era la mejor manera de conseguir la información que buscaba confiando tan fácilmente en la primera persona que se había mostrado amable con él, pero acostumbrado al ambiente tan cercano de Puerto Rig se le hacía difícil desconfiar de la gente. 

- Mi nombre es Jacques, por cierto - añade con una sonrisa - Jacques Laveau.

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03/05/2022, 08:27
Fu Go

La facilidad para hablar de Jacques sorprendió a la camarera que dejó ver un pequeño rubor en sus mejillas antes de responderle.

- Yo soy Fu Go. - Sonrió entrecerrando los ojos e inclinando ligeramente la cabeza en una acción que parecía bastante ensayada. - En este primer piso se sirven bebidas a los pueblerinos, pero más arriba se reúnen los bucaneros.

Señaló hacia arriba con su mano mientras, pensativa, intentaba ordenar sus palabras.

- He oído que hay varios capitanes buscando nuevos tripulantes, pero seguro que en los próximos días llegan más. - Parecía esforzarse en recordar algo incesantemente. - Algunos son asiduos a esta isla pero parece que algo ha hecho que quieran ir más allá de sus zonas de confort.

Con cada palabra se notaba lo difícil que le resultaba comunicarse y pareciera que la conversación le estaba incomodando, pero haciendo acopio de voluntad, volvió a hablar.

- Las escaleras están por allí, pero espero que sepas lo que haces antes de entrar. - Dijo señalando una zona opuesta a la entrada. - La piratería no es un juego.

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04/05/2022, 00:50
Jacques Laveau

– Descuida, iré con cautela – responde al instante Jacques al escuchar la advertencia de la camarera – Muchas gracias por la información, Fu go. Y por la bebida – sonríe nuevamente.

Apura su bebida y tras despedirse de Fu Go con un gesto amable, camina hacia las escaleras que le habían señalado. Un piso más arriba seguramente se encontraría con gente de la peor calaña, pero Jacques aún tenía la esperanza de encontrar en esa isla una tripulación con unos ideales y un estilo de vida similar a lo que él busca.

Antes de comenzar a subir por las escaleras Jacques se toma un momento para tomar aire y buscar la confianza necesario para dar ese paso. Subiría las escaleras con decisión y, una vez en el piso en el que los bucaneros se reúnen, buscaría una mesa libre, pediría otra bebida y observaría con cierto disimulo qué clase de gente hay a su alrededor y si hay alguien con las cualidades que está buscando.

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05/05/2022, 10:32

Al atravesar el umbral del segundo piso, el ambiente se enrarecía y se podían ver varias mesas de apuestas con lo que parecían ser bucaneros apostando, bebiendo y, sobretodo, hablando entre ellos. Poco a poco te sentaste en una mesa vacía y rápidamente te ofrecieron más bebida, de igual tono y forma que la del piso inferior y pudiste ver como se las gastaban los individuos que allí se encontraban.

Al parecer jugaban a un juego de dados, pero únicamente lo hacían dos personas mientras los demás miembros de la mesa únicamente apostaban a los resultados, posicionándose a favor de uno u otro jugador, o incluso con algunas apuestas sobre la siguiente tirada. Las apuestas iniciales se movían en torno a los miles de berries, que pudiera no ser una gran cantidad, pero con las sucesivas tiradas se multiplicaban las apuestas y las palabras de los jugadores aludiendo al honor y a la cobardía de su adversario hacían que aumentaran rápidamente, aunque sin ninguna trifulca más allá de una maldición camuflada en palabras o algún golpe a la mesa de juego.

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06/05/2022, 10:53
Jacques Laveau

Desde la mesa que había escogido Jacques disfrutaba de una posición privilegiada para observar a los individuos que se encontraban en aquella planta. Después de las advertencias de Fu Go se esperaba un ambiente mucho más violento y peligroso, pero lo único que había podido observar hasta el momento era unos cuantos tipos apostando dinero en un juego de dados. Y a pesar de haber alguna discusión ninguna había terminado en pelea.

"Pero si me advirtió sería por algo..." pensaba Jacques a la vez que pegaba otro trago del licor que le habían servido. Estaba meditando qué hacer a continuación, indeciso si presentarse directamente a alguno de los participantes, pero no había ninguno que le hubiese llamado especialmente la atención. Así que decidió directamente coger su bebida y acercarse a la mesa donde se encontraban los apostadores, a ver qué información podía obtener allí. No tenía los berries suficientes para participar en sus apuestas, superaban ampliamente su presupuesto, de manera que tan solo iba a echar un ojo. Por el momento.

Notas de juego

Por dejarlo un poco más claro, Jacques no va a apostar nada salvo que se viese obligado a ello y tan solo para evitar que la situación se complique más. Y en ese caso sería una apuesta pequeña que no le afecte demasiado al bolsillo.

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08/05/2022, 10:11
Sísifo

Te acercaste a la mesa a la que más gente se encaramaba y, sin proponértelo, escuchaste la conversación de unos bucaneros de aspecto extraño que allí estaban, mientras escuchabas que un sujeto estaba buscando tripulantes para su futura tripulación pirata.

- El capitán Rosha y la capitana Valena llevan horas jugando en esta mesa. - Dijo dejando ver claramente a los dos sujetos que apostaban. - Rosha le acaba de ganar sus pantalones, pero Valena ha apostado su ropa interior a doble o nada. Si nadie para a esa mujer acabará desnuda en un lugar lleno de hombres.

La mesa se había llenado de gente expectante ante aquella apuesta, con unas 10 personas sin contar a los apostadores y claramente apostaban al capitán que sin duda había pasado la treintena y parecía un mendigo que había tenido un golpe de suerte. El silencio se apoderaba de la mesa mientras la capitana removía su cubilete con los dados durante un tiempo interminable.

- Creo que todos los que estamos aquí queremos embarcarnos, pero contigo serían cuatro los capitanes que andan reclutando ahora mismo. - Le decía un hombre con unos extraños cuernos a su compañero - Yo soy Sísifo y espero que algún capitán me suba a bordo de su barco, pero parece que todos están más emocionados por esta apuesta, así que deberíamos esperar un poco.

Dicho y hecho, la capitana Valena volcó el contenido de su cubilete sobre la mesa para luego destapar el contenido, haciendo que toda la sala entrase en júbilo al ver que había perdido y debía pagar la apuesta.

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08/05/2022, 10:15
Valena

- Eres un tramposo Rosha, nadie puede ganar seis veces seguidas a este juego. - Gritó la mujer claramente avergonzada, para solo escucharse la risa de su contrincante frente a su racha de suerte. - Pero los muertos no pueden cobrar las apuestas.

Inmediatamente y sin que nadie pudiese hacer nada, sacó de entre su holgada ropa una pistola de pólvora de mediano calibre y apuntó a su rival, solo para ver que la indiferencia de éste hacía que ni se inmutase, pero provocando que todo el corrillo que se había arremolinado en la mesa se apartase un poco de aquella mujer llena de ira.

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09/05/2022, 01:05
Jacques Laveau

Por lo que Jacques acababa de escuchar, Sísifo compartía sus mismas intenciones. "¡Oh!, excelente..." exclama mentalmente al darse cuenta que al menos había acudido al sitio adecuado. Su idea de acercarse a la mesa más abarrotada de apostadores había dado sus frutos y Jacques comenzó a acercarse a Sísifo con la intención de conseguir más información sobre los cuatro capitanes que según él estaban reclutando gente.

Pero antes de poder llegar siquiera a presentarse ante él, la mujer que estaba jugando a los dados se levanta abruptamente y amenaza a su contrincante, no sin antes acusarlo de haber estado realizando trampas. Jacques, imitando a la gente a su alrededor, se aparta un poco de la mesa y se queda observando con curiosidad la escena. Jacques apenas se había fijado en la persona al que estaban encañonando, pues por sus ropas no parecía ser más que un vagabundo. Pero su actitud calmada e impasible ante la situación habían captado su atención. "¿Quién será ese hombre?" se pregunta, mientras continúa a la espera de ver cómo se resuelve la situación y con la intriga de saber si el presunto vagabundo conseguirá salir ileso.

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10/05/2022, 04:27
Capitán Rosha

La tensión se mantuvo un instante hasta que el capitán ganador se dispuso a hablar ante la expectación de todos.

- No tienes que pagarme ahora, puedo esperar hasta antes de salir de la isla. - Dijo bastante soberbio, consciente de su victoria, que hizo que su interlocutora bajara su pistola tras calmarse mínimamente, para retirarse lentamente abandonando la habitación. - Ya veis rufianes, el capitán Rosha siempre gana, en el juego, en el mar y en las batallas.

La actitud de aquel hombre le hacía parecer que no había alcanzado la madurez mental.

Por otro lado, sin que llamara la atención, más bucaneros llegaban al lugar y fácilmente podrían ser el doble de personas de las que encontraste al llegar, cada uno con diferentes características, otros extremadamente exóticos y otros humanos. Algunos claramente veteranos y otros más jóvenes interesados en emprender aventuras.


Escuchando un poco las conversaciones que se iban dando en el lugar, parecía haber presentes 3 capitanes en aquella sala, más la recién huida Valena, haciendo un total de 4 en aquella taberna. La poca acción que había habido hizo entusiasmarse más con las apuestas a todos los que allí estaban y los ríos de licor corrían más abundantes que antes.

Uno de los capitanes, que apenas interactúa con los de su alrededor, se dedicaba a mirar a todos los presentes de arriba a abajo, acercándose poco a poco y haciendo algunas preguntas a todo aquel que parece interesarle. Lleva unas pocas pinturas faciales de color negro y algún tatuaje por el cuerpo, pero lo más llamativo de él es una capa bastante holgada y un cinturón del que cuelgan cuatro espadas/cuchillos de diferentes tamaños, siendo el más grande de unos 30 centímetros.

Otro, el que estaba observando la situación anteriormente junto al mencionado Sísifo, está entrevistándose personalmente con cualquiera que parece llamarle la atención. No parecer ir armado pero cubre su frente con una bandana. Porta multitud de anillos y pendientes y un traje que parece caro y que, de habértelo encontrado en otro lugar, parecería un hombre de negocios bastante punk.

El tercero, el ruidoso capitán Rosha, apuesta incansablemente frente a todo aquel que lo desee, mostrándose como un vagabundo venido a más con una barba desaliñada y un llamativo collar de oro colgando sobre su pecho descamisado.

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10/05/2022, 12:37
Jacques Laveau

La suerte continuó estando del lado del capitán Rosha y con unas pocas palabras consiguió apaciguar a la fogosa capitana Valena, que terminó guardando su arma y aceptando las condiciones que el capitán vagabundo le acababa de proponer. 

"Nada mal" piensa Jacques contento al ver que no se habían derramado ríos de sangre por una mísera apuesta. Aquellos dos capitanes habían sido capaces de contenerse y evitar una pelea que seguramente hubiese terminado afectando a gran parte de los presentes. Lo que también había sido una grata sorpresa para Jacques, ya que se imaginaba a la mayoría de los piratas como gente mucho más impulsiva.

Tras el conflicto que se acababa de evitar Jacques echó un vistazo a su alrededor al darse cuenta que la cantidad de personas que se reunían en aquella planta había aumentado considerablemente. Entre todos los presentes destacaban claramente tres personas, sin duda los capitanes de los que había hablado previamente Sísifo. La cuarta era sin duda la capitana Valena, que había abandonado la planta silenciosamente. Por su parte Jacques decidió continuar con su búsqueda de información y se presentó ante Sísifo.

– Sísifo, ¿verdad? Mi nombre es Jacques, encantado – se presenta con cierta formalidad, tendiéndole la mano . Por casualidad escuché que andáis buscando una tripulación a la que uniros, al igual que yo. Pero me temo que al contrario que vos estoy bastante más desinformado sobre las tripulaciones y los capitanes aquí reunidos. ¿Os apetece charlar un rato compartiendo una bebida? Yo invito – añade, señalando una mesa cercana que parecía vacía.

Si Sísifo termina aceptando su invitación Jacques trataría de conocer más sobre él, sus inquietudes e intereses, para luego derivar la conversación hacia las tripulaciones, haciendo todo tipo de preguntas acerca de sus actividades y su manera de actuar. Esa era la información que Jacques deseaba conocer, pues detestaría terminar enrolándose en una tripulación cuyas acciones estuviesen completamente en contra de su forma de ser. Era una decisión tremendamente importante y no debía tomarla a la ligera.

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13/05/2022, 07:36
Sísifo

Sísifo se apartó de los demás aceptando tu propuesta, pero abogando por compartir los costes de la bebida durante la charla, para luego comenzar a hablar distendidamente, en contraposición con su amenazante aspecto.

Durante la breve charla previa al sonsaco de información, Sísifo se reveló como un huérfano de la isla tortuga que había sido acogido por los mineros de la isla, trabajando desde su niñez hasta que había ahorrado suficiente para pagarse la libertad. Aquello en primera instancia parecía que se tratase de esclavitud, pero se justificó diciendo que tenía que pagar por todo lo que le habían dado los habitantes de la isla, tanto afectiva como económicamente, dando a entender que las gentes de aquel lugar le consideraban como parte de sus familias.

Al hombre le gustaba hablar y, en ningún momento se cortó a la hora de dejarse guiar por tu conversación para abrirse a ti. Sísifo quería embarcarse en busca de más miembros de su raza o algún familiar que le hiciera conocer su pasado y sus raíces y quizás establecerse en otro lugar, más tranquilo y relajado donde pudiera recrear el ambiente de la isla tortuga para otros grupos de personas.

Cuando la conversación se tornó sobre el tema de los capitanes, Sísifo no pudo dar mucha información porque, al igual que Jacques, era un recién llegado al lugar y no había estado en aquel establecimiento más que un par de horas más que él.

- El capitán Rosha no parece un mal tipo, un vividor, sí, pero amable de corazón y muy confiado en sus habilidades. - Dijo señalando al conocido capitán en aquella sala. - El capitán Akama es más serio, pero no parece ser del tipo de hombres que actúan sin pensar debidamente un plan.

Con la mirada buscaba al tercer capitán que aún estaba en la sala y te lo señaló.

- Él es el capitán Kaizen, que no ha llegado mucho antes que tú, pero ha buscado pruebas de las palabras de la capitana Valena en su juego, sin fortuna. - Miraba intermitentemente al capitán trajeado. - Parece que Rosha ganó limpiamente. La capitana Valena parece muy amable, quizás demasiado para el tipo de vida que busca, pero de gran temperamento, como has podido ver.

Miró por la sala en busca de más capitanes, pero sin éxito.

- Del resto, quizás lo sean, pero no han mostrado demasiadas intenciones de serlo, así que quien sabe.

Sísifo acabó su bebida pareciendo que quisiera irse a recabar más información de los postulantes que había en la sala y, también, de los demás marineros presentes.

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14/05/2022, 00:25
Jacques Laveau

La familiaridad con la que Sísifo charló, contando su historia a Jacques caló hondo en el joven, que en ningún momento esperó que su invitación para conseguir algo de información le llevase a conocer a alguien como él. La similitud que compartía con su propia historia era sorprendente. Ambos eran huérfanos y los dos habían sido acogidos por buena gente que con el tiempo comenzaron a ser algo más que conocidos y pasarían a formar parte de su familia. Además, Jacques pudo entender perfectamente el deseo de Sísifo para pagar la deuda que había contraído con ellos y así se lo hizo saber, contando también su propia historia en cuanto tuvo ocasión.

- Sé a qué te refieres... - comenta -. Yo mismo también he emprendido este viaje en parte para pagar mi deuda con la gente que me acogió cuando era un crío. Quiero apoyar a los habitantes de Puerto Rig todo lo que pueda con lo que consiga en mis aventuras. Les debo demasiado... - añade por último, recordando el barco que le había llevado a isla Tortuga.

Jacques se mantiene unos segundos en silencio, con la mirada perdida en su copa ya prácticamente vacía. Puede que fuese algo que llevase aquella bebida, pero de pronto sintió que aquel encuentro no era fortuito.

- Sísifo... -dice Jacques de pronto -. No sé si será cosa de la fortuna o qué, pero me parece que no ha sido casualidad que dos personas como nosotros se hayan encontrado en este preciso lugar... Estoy seguro de que deberíamos embarcarnos en la misma tripulación. Y para mí sería todo un honor compartir mis viajes contigo - añade -. Qué me dices, compañero. ¿Buscamos un capitán digno de nuestros servicios? -pregunta con una sonrisa de oreja a oreja.

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16/05/2022, 17:22
Sísifo

El personaje con el que hablabas pareció confundido y alegre a partes iguales cuando pudisteis comprender de tal manera la historia del otro, y se quedo un poco mirando su copa casi vacía, seguramente preguntándose si había sido el alcohol el que hablaba por el o había dejado salir su ser delante de alguien por cierta empatía imperceptible.

Cuando levantó la mirada, se pudo ver claramente como el capitán Rosha abandonaba la sala, de mala gana y en tono malhumorado, y fue entonces cuando Sísifo habló.

- Sólo quedan dos capitanes aquí. - Dijo mirando a la barra, donde un de ellos bebía para luego mirar las mesas de apuestas, donde el otro jugaba. - Debe haber más en la isla, pero supongo que tarde o temprano deberían pasar por aquí para conocer al gran Bai Qu.

Sísifo se quedó un rato pensativo, buscando en su memoria algo intangible.

- O quizás no venga, el señor Bai Qu es un buen tipo pero da bastante miedo cuando se enfada. - Dijo estremeciéndose un poco. - Está ayudando en la barra de abajo estos días, igual que su hija. Al parecer, se esperan muchos clientes.

Jacques había pasado por el primer piso sin percatarse de una persona llamativa, así que pudiera parecer que el gobernador de Tortuga era alguien de perfil bajo, pero Sísifo le guardaba un gran respeto.

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17/05/2022, 15:07
Jacques Laveau

"Maldición..." piensa Jacques al ver como el capitán Rosha abandona el lugar, aparentemente de mal humor. Sin duda alguna era el capitán que más le había llamado la atención, por su actitud despreocupada ante las amenazas de la capitana Valena. El resto de los capitanes presentes por el momento no le habían llamado demasiado la atención, pero también era cierto que Jacques apenas había dedicado tiempo a observarlos.

-¿Quién es ese tal Bai Qu? -pregunta Jacques después de que Sísifo hablase sobre él, notando el tono con el que había hablado y despertando su curiosidad -. Vayamos a hablar con él si tan buen tipo es. Seguro que podrá contarnos más algo sobre los capitanes, mejor ir preparados antes de presentarnos ante ellos.

Si Sísifo decide acompañarle bajarían los dos juntos y buscarían a Bai Qu. En caso contrario Jacques se despediría alegremente de su compañero de bebidas y volvería abajo a buscarlo por su cuenta, preguntándole a la camarera que le había atendido anteriormente. Fu Go le había sido de gran ayuda y Jacques estaba seguro de que si le preguntaba con amabilidad por Bai Qu sabría darle indicaciones de donde encontrarlo.

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18/05/2022, 09:02
Bai Qu

Sísifo accedió a conducirle ante el gobernador de aquella isla, que se encontraba ayudando en la barra del piso inferior de aquel bar, que mismamente regentaba.

Cuando bajaron, Sísifo buscó con la mirada al personaje, pero no pudo encontrarlo rápidamente, pues donde debiera estar anteriormente, ya no estaba. Tras un rápido escaneo de la sala, pudieron verlo hablando con un parroquiano de aquel lugar, un muchacho de cabello plateado que llamaba la atención entre toda aquella escena de decadencia.

No interrumpieron su conversación, que no duraría más de un minuto para luego asaltar a Bai Qu en su regreso a la barra tras la conversación antes presentada.

Sísifo se adelantó a Jacques dada la familiaridad que tenía con el interlocutor, y pudiste ver una mueva amable en el rostro de aquella persona que seguramente cargaba demasiados años y vivencias a sus espaldas, para luego que se dirigiera a ti sin ningún miramiento.

- Hola Jacques, encantado de conocerte. - Dijo ofreciendo su mano en señal de saludo. - Eres otro de los que ha venido buscando una tripulación, según me ha dicho Rojo.

Aunque en un primer momento Jacques pudiera sentirse contrariado ante aquel nombre, rápidamente entendió que se trataba de un mote y dejo pasar algún comentario.

- Ahora mismo hay unos cuantos capitanes en busca de gente para sus aventuras, así que no dudes en embarcarte con alguno de ellos para probarte a ti mismo. - Se frotó el mentón intentando hacer memoria. - Ahora mismo diría que hay cinco o seis en este local, pero alguno más puede estar dando vueltas por la ciudad.

Sísifo entonces intervino para preguntarle más acerca de los capitanes que había conocido estos días y que aún estaban allí.

- Pues, la capitana Valena es bastante amable, aunque tiene un gran temperamento. A veces parece una mujer criada por la nobleza y otras una persona de barrios bajos, así que nunca sabes con que te puede salir. - Describió a la mujer que antes ambos habían visto apostando y sacando su pistola en el piso de arriba. - Luego está Rosha, que tiene una tripulación pequeña y busca ampliarla, un viejo venido a más que nunca ha podido lograr gran cosa en estos mares y busca ampliar sus miras. No es un mal tipo pero yo no arriesgaría mi vida con alguien que valora tan poco la suya.

Bai Qu había descrito a los dos capitanes que más habían llamado la atención de ambos en el piso superior, para luego pasar a los siguiente.

- El señor Kai parece venir de buena familia, por sus modales y su actitud, pero hay algo en el que me da mala espina, un aura tenebrosa que me hace pensar mal de él, aunque puede que solo sea mi imaginación. - Dijo al tiempo que Sísifo comentaba que se habían conocido, un tipo trajeado que hablaba bastante poco, pero bien, aunque le dijo que su nombre era Kaizen. - Por último el capitán Akama es un buscalíos de los que ya quedan pocos, si te unes a él tu vida será emocionante pero intuyo que corta, aunque ya sabes, lo bueno y breve dos veces bueno.

Aquella risa despreocupada ante la posibilidad de morir prematuramente pareció bastante extraña para Sísifo, pero no le dio más importancia.

- Oh, lo olvidaba, acabo de entrevistarme con otro joven que también quiere echarse al mar, un jovencito ingenuo y soñador que está sentado aún en aquella mesa. - Señaló al chico de pelo plateado con el que antes había estado hablando. - No sé mucho de él, salvo que su hermano es un pez gordo y quiere seguir sus pasos... Por Dios, espero que no.

Bai Qu dio pro finalizada su exposición, mentando también a otro marinero que habían encerrado en la prisión por mal comportamiento, pero de pasada y sin darle mayor importancia, pareciendo que esas cosas pasaban frecuentemente.

De repente, un gran ruido vino del piso superior del que habían salido anteriormente, haciendo que Bai Qu resoplara y se arremangara su camisa.

- Parece que hoy también hay lío, voy a subir a ver que pasa, mis disculpas. - Dijo al tiempo que se marchaba en dirección al piso superior por las escaleras.

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19/05/2022, 21:58
Jacques Laveau

Jacques siguió a Sísifo al piso inferior en busca de Bai Qu, que resultó ser el gobernador de isla Tortuga. Aunque no se encontraba en su sitio habitual, Sísifo no tardó en encontrarlo. Bai Qu no era para nada cómo Jacques imaginaba debería de ser un gobernador. En lugar de hombre altivo, de buenos ropajes y con un comportamiento refinado, se encontraron con una persona de lo más corriente, algo desaliñado y con tatuajes por todas partes. Pero a pesar de eso desprendía un aura de respeto y más desde que vió cómo Sísifo se comportaba ante él.

El placer es todo mío – respondió Jacques cuando le estrechó la mano a Bai Qu –. Pues sí, hoy mismo llegué en mi barco a vuestra isla con la intención de unirme a alguna tripulación, pero desgraciadamente no conozco cómo son las tripulaciones de por aquí. Y no quiero tomar esta decisión a la ligera, así que la poca información que nos puedas ofrecer será bien recibida – finaliza con una sonrisa amable.

Bai Qu rápidamente sació la curiosidad de Jacques y Sísifo, contándoles un poco más sobre los capitanes que se habían reunido en el piso de arriba, aportando además sus impresiones personales sobre ellos.

¿Tú que opinas, Sísifo? – le pregunta Jacques en cuanto Bai Qu les deja para investigar el altercado –. Por lo que nos ha dicho el señor Bai Qu las mejores opciones creo que serían Valena y Rosha, los otros dos, no sé, me fío de su intuición... Cómo lo ves, ¿salimos a buscarlos?, ¿o le hacemos una visita al capitán que tienen preso? La verdad que tengo cierta curiosidad por saber la razón por la qué encerrarían a alguien en esta isla – añade con cierta picardía mientras espera por la respuesta de su compañero.

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21/05/2022, 13:13
Sísifo

Sísifo asintió ante las palabras de Jacques.

- No habrá que buscar mucho, estaban apostando antes arriba, hasta que la capitana Valena ha perdido. - Dijo contrariado con las idas y venidas. - El marinero que está encerrado no es un capitán, es un miembro de la antigua tripulación de Bai Qu que vino a la isla hace unos días.

Aquellas palabras hicieron temblar el cuerpo de Sísifo por unos momentos, como rememorando algo horrible que había pasado.

- Mi hermano también esta buscando donde enrolarnos, quizás pudiéramos reunirnos con él. - Dijo sin saber que ninguna de las propuestas de Jacques le convencía realmente. - Debe seguir en la sala de apuestas, pero habíamos quedado en reunirnos esta noche, antes del evento, para intercambiar opiniones.